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Capítulo 62
— Muchos de los enemigos más fáciles de hallar, son aquellos que solo son las marionetas danzantes en el escenario de quien es el verdadero enemigo —
Zakir a Roland cuatro años antes de la gran Guerra.
Los ojos de las mujeres que vivían con Issei se encontraban abiertos a mas no poder por el shock al ver como Kunou movía los pedazos de escombros con desesperación.
Las manos de la pequeña kitsune se movían lo más rápido que podía, tomando cada pedazo de escombro que podía para moverlo. La cantidad de adrenalina que corría por sus venas hacían que ella pudiese mover pedazos de escombros muy grandes con mucha facilidad.
La mente de la pequeña estaba hecha un desastre, mientras repetía una y otra vez que su amiga estuviese bien y que no estuviese muerta. Kunou estaba tan concentrada en lo suyo que no vio cuando Issei comenzó a ayudarla, pues el tambien estaba preocupado por la hija de su amigo.
El ver a Issei ayudando a Kunou, el resto de las chicas salieron de su shock, y sin perder tiempo, comenzaron a ayudarlos y mientras lo hacían, iban rogando que la pequeña estuviese a viva, porque de lo contrario, nada podría parar al hijo de Akatosh cuando entre en furia desenfrenada.
"Vamos, por favor. Tienes que estar viva, Marie-chan." Dijo Irina mientras movía un gran pedazo de escombro.
El pedazo de escombro era del tamaño de mesa muy grande, por lo que le costó algo de fuerza moverla, pero por fortuna, Xenovia la vio y no dudó en ayudarla. Ambas chicas tomaron el fragmento de escombro y sumando su fuerza combinada, lograron apartarlo. El pedazo de pared salió volando unos metros, terminando por sorprender a todos, pues hizo un gran estruendo al caer. Sin embargo, eso no fue nada comparado con lo que vieron bajo aquel escombro.
Las lágrimas comenzaron a formarse en los rostros de las dos chicas, lo que provocó que todos dejaran de hacer lo que sea que estaban haciendo y corrieran hacia ellas.
"¡Xenovia! ¡Irina!" gritó Issei mientras se acercaba a las chicas. Si bien él estaba planeando preguntarles algo más, en el momento en que vio lo que ellas estaban viendo, se quedó en silencio total.
Si lo anterior ya había sorprendido al resto de los presentes, la acción de Issei hizo que el resto se apresurara, para saber que había visto para quedar en ese estado.
"¿Ise?" Preguntó Rias al llegar al lado de su peón, y cuando lo hizo, ella tambien vio lo que ellos vieron. "N-no puede ser…"
Mientras Rias miraba al frente con los ojos abiertos por la sorpresa, Kunou llegó al lugar y cuando vio lo que el resto estaba viendo, sus ojos comenzaron a lagrimear. Las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas, pero no eran lágrimas de tristeza, sino que eran lágrimas de felicidad. La razón de esto era que allí, frente a ella estaba el cuerpo de su amiga, la cual, para sorpresa, no solo de ella, sino te dodos, estaba completamente ilesa… bueno, ilesa, ilesa no estaba, pues tenía una herida en la cabeza por la cual goteaba un hilo no muy grande de sangre. Pese a su sorpresa, la pequeña no perdió tiempo y se lanzó dónde estaba su amiga, para abrazarla y al hacerlo, acercó su oído al pecho de Marie, escuchando así los latidos de su corazón, lo que indicaba que estaba viva.
"I-increíble…" dijo Ravel con sorpresa cuando llegó junto al resto de los otros miembros del ORC.
La razón de aquellas reacciones era por la sorpresa de ver a Marie relativa mente ilesa tras haber recibido lo que se suponía era una gran cantidad de escombros, pero no solo eso, sino tambien era por ver la posible razón de que ella hubiese resistido ser aplastada. Y es que, frente a ellos, estaba la pequeña dragona, la cual tenía unas pequeñas escamas blancas como la nieve recorriendo parte de su cuerpo visible por las partes rotas de su vestido. Aunque, no solo eso, sino que tambien había una especie de anillo en una de sus manos, el cual brillaba levemente.
La apariencia de Marie desconcertó a todos, pero hubo algunos que comenzaron a tener una idea de que había pasado.
"Ese aspecto…" susurró Akeno al ver las escamas blancas en el cuerpo de Marie.
"Si… te entiendo… se parecen un poco a las escamas que cubren el cuerpo de Edzard-san cuando este luchaba contra Loki." Comentó Rias, la cual comenzó a acercarse a las dos niñas. "Pero…"
"No coinciden del todo." Dijo Issei, interrumpiendo a su rey.
Las palabras de Issei hacían mención de que, si lo que estaban viendo era el «Aspecto de dragón» de Marie, a diferencia de su padre, ella no tenía las alas ni los cuernos, ni mucho menos una armadura.
"Si, pero-" las palabras de Akeno se interrumpieron en el momento en que las escamas que cubrían el cuerpo de Marie comenzaron a desaparecer cuando el anillo se disolvió en motas de luz.
"Parece que, a diferencia de su padre, ella aun no puede mantener su poder mucho tiempo." Comentó Rias al ver como el poder de Marie se disipaba.
"Si, pero… despertar tal poder a tan pequeña edad…" dijo Ravel, la cual no había visto la pelea de Edzard con Loki, pero cuando se unió a la nobleza de Rias, aprendió sobre esa batalla y lo que escuchó, la aterró bastante.
"Eso solo es una prueba de su aterrador y monstruoso potencial."
Las palabras de Rias fueron acompañadas de un gesto con la mirada, el cual estaba destinado para Xenovia, la cual entendió lo que su rey le pedía, por lo que sin preguntar nada, la joven se acercó a Kunou y le extendió ambos brazos.
La pequeña Kitsune vio las manos extendidas de Xenovia y entendió lo que le estaba pidiendo. Si bien se sentía renuente a entregar a Marie, ella sabía que lo mejor era que alguien más fuerte físicamente que ella la cargase, por lo que, con cuidado, permitió que el demonio la cargase.
"Bien, parece que tenemos suerte. Hemos logrado encontrar a Marie-chan, pero aún falta encontrar a los padres de Ise." Dijo Rias mientras miraba a sus sirvientes. "Debemos de darnos prisa, ya que no sabemos si ellos estarán a salvo o no, además, cuando los hallemos, buscaremos encontrarnos con el grupo enviado para rescatar a Marie-chan."
Las palabras de Rias fueron respondidas con asentimientos, tras los cuales todos salieron rápidamente de la que antaño fue la celda de Marie con en el objetivo de encontrar a los padres de Issei.
"¡Mittelt!" fue el gritó colectivo de todos los miembros del grupo liderado por Asia cuando vieron que las explosiones cesaban.
La preocupación estaba presente en los rostros de todas ellas, mientras miraban por todo el lugar, tratando de ubicar a su amiga, la cual posiblemente necesitaría ayuda para recuperarse. Sin embargo, para total asombro de las presentes, vieron como de entre el humo resultante surgía Mittelt, la cual rápidamente voló hacia donde estaban todas reunidas.
"Arghh." Mittelt gruñó cuando aterrizó. En el momento en que puso un pie en el suelo, se dejó caer y se llevó una mano al costado derecho de su cuerpo, por donde se podía ver que un poco de sangre se estaba filtrando de entre sus ropas.
Al ver la herida de su amiga, Asia no perdió tiempo y usó su sacred gear para curarla.
"¿Cómo acabaste herida?" preguntó Asia, pues vio que la herida de su amiga no eran por los hechizos que habían caído sobre ellas.
"F-fue por las esquirlas de las piedras que estallaron por los hechizos." Respondió Mittelt con dificultad, pues la herida le dolía al respirar.
"¿Viste quién nos atacó?" preguntó Lint, la cual estaba junto a ellas, pues ella junto con el resto de las chicas aun mantenían la barrera levantada, ya que no sabían si podían volver a ser atacadas.
"Si, son varios magos, yo diría que son más de cincuenta fácilmente."
"¿Tantos?" preguntó Ingvild con preocupación.
"Si, pero hay algo que no cuadra aquí…" comentó Mittelt, dejando colgado su comentario, pues sabía que sus amigas entenderían que pasaba.
"¿Por qué un grupo que parece ser de exorcistas fanáticos se han unido con magos?" preguntó de manera retorica Aika.
"Exacto. No tiene sentido."
"A menos…" Dijo Asia, tratando de ver el panorama de lo que ocurría desde otro punto de vista.
"Que esos exorcistas solo sean peones para otro grupo." Completó Rossweisse con seriedad.
"Así es, ¿Pero qué grupo será el que los controla?" preguntó Valerie mientras miraba al cielo, pero antes de que alguna de sus amigas pudiese dar una respuesta, el humo que cubría todo el lugar fue disipado por un fuerte ventarrón, el cual obviamente había sido convocado por un hechizo.
La fuerza de los vientos impactó en la barrera, demostrando que era un hechizo de ataque, pero pese a que era un hechizo de nivel medio, no pudo romper la barrera.
"Parece que ya están aquí." Comentó Rossweisse mientras miraba al cielo.
"Si… chicas, no bajen la barrera hasta que Mittelt este curada y sepamos contra que nos enfrentamos." Ordenó Asia, mientras hacía que su sacred gerar curara más rápido a su amiga.
Las chicas oyeron las ordenes de Asia y asintieron, pues en ausencia de Edzard, ella era la líder. Asi que, manteniendo su formación actual, ellas esperaron a que su enemigo se muestre.
Afortunadamente, no tuvieron que esperar mucho, pues sus enemigos se mostraron prontamente. Volando con la ayuda de círculos mágicos, las siluetas de más de cincuenta magos se cernían sobre ellas. De entre todos los presentes, había una que se destacaba más que otros. Aquella persona era una mujer vestida con un vestido de lolita gótica de color purpura, el cual estaba adornado con lazos negros.
"Vaya, parece que quien los lidera es una persona con un gusto por la ropa similar a la tuya, Mittelt." Comentó con tono bromista Aika mientras miraba a la mujer que posiblemente era la líder de esos magos.
Las palabras de Aika molestaron a Mittelt, la cual miró feo a la maga, pues no le gustaba que la comparasen con una maga que pertenecía a una posible organización criminal. Sin embargo, pese a su molestia, ella no dijo nada, ya que no estaban en el momento ni lugar para este tipo de peleas.
"Aika, mantente concentrada. No sabemos qué tan fuertes son estos sujetos." Dijo Valerie con voz seria mientras mantenía su vista en los magos, analizándolos en búsqueda de alguna oportunidad para derrotarlos rápidamente.
"Vale… y aquí una tratando de aligerar el ambiente para que podamos entrar en combarte con la mente más despejada."
Tras las palabras de Aika, un silencio se hizo presente mientras los magos aterrizaban frente a las chicas. Cuando todos estuvieron en el suelo, la líder comenzó a mirar alrededor de todo el lugar, y puso una sonrisa en su rostro cuando las vio.
"Vaya, esto no me lo esperaba. Cuando mis socios me llamaron para decirme que necesitaban de mi ayuda para detener a un grupo que les atacaba, no me esperaba que fueran ustedes…. El grupo que ha frustrado varios planes de la Khaos Brigade y que es la punta de lanza en la defensa contra esos seres que vienen de otro mundo…" Dijo la mujer mientras comenzaba a pavonearse por el lugar. Cuando se detuvo, miró a las chicas. "Supongo que debo presentarme. Un gusto conocerlas, chicas. Me llamo Walburga y soy la líder de Hexennacht. Espero que podamos llevarnos bien."
La presentación de Walburga hizo que Aika abriera los ojos con sorpresa, pues ella conocía ese nombre.
"Tú eres «Walburga de las llamas purpuras»."
Las palabras de Aika llamaron la atención de sus amigas, las cuales la miraron de inmediato.
"¿Sabes quién es?" preguntó Lint.
"Si, mi maestra me habló de ella." Respondió Aika, para luego comenzar a contar quien era. "Ella es una maga muy fuerte que anteriormente perteneció a un grupo llamado Oz. Si bien su habilidad en la magia es más que admirable, tiene algo que la hace aún más peligrosa."
"No me digas que…" dijo Rossweisse mientras mantenía su vista en la maga de Hexennacht.
"Si, ella tiene un sacred gear, más precisamente el «Incinerate Anthem»"
Al momento en que Lint oyó ese nombre, rápidamente posó su vista en la maga mientras sus ojos se abrían de sorpresa, pues no esperaba que aquel sacred gear estuviese en manos de una maga que por sus palabras de seguro pertenecía a la Khaos Brigade.
La expresión en el rostro de Lint no pasó desapercibida por sus amigas, las cuales la miraron.
"¿Qué sucede, Lint? ¿Por qué la miras con sorpresa?" preguntó Asia, la cual seguía curando a Mittelt, cuyas heridas ya estaban por sanar.
"El nombre de ese sacred gear tiene una segunda denominación en la iglesia, Asia." Respondió el ángel reencarnado. "Se le llama la santa cruz y es considerada como una de las santas reliquias."
La revelación de aquello dejó en shock a las amigas de Lint, en especial a Asia. Sin embargo, aquella atmósfera de sorpresa fue rota por Walburga, la cual se rio divertida de las expresiones que estaban haciendo.
"Ja, ja, ja…" reía Walburga con diversión. "Vaya, me siento alagada de que sepan quien soy y que tambien sepan de mi sacred gear. Sin embargo, ahora no tengo tiempo para divertirme mucho con ustedes. Así que, se los diré de manera directa. Ríndanse, de lo contrario no tendremos piedad con ustedes."
Al momento en que Walburga terminó de decir su ultimátum, Asia terminó de curar a Mittelt, la cual se puso de pie y parándose junto a sus amigas, estas desactivaron la barrera.
"Sabes, estaba a punto de decirles lo mismo." Fue la respuesta de Asia al ultimátum de Walburga. "Ríndanse y no morirán."
La forma en como Asia dijo aquellas palabras provocó que algunos de los magos que acompañaban a Walburga se sintieran intimidados, pues los ojos de Asia se tornaron de color rojo.
"Vaya, que grandes palabras para una mocosa de tu edad. Si bien es cierto que son un grupo de temer, los magos que me acompañan son los mejores en todo Hexennacht. Así que, no les será fácil derrotarnos." Dijo Walburga mientras dejaba de mirar a las chicas, para mirar a sus compañeros antes de gritar. "¡Ataquen!"
Tras el grito de su líder, los magos de Hexennacht no perdieron tiempo y conjuraron cientos de círculos mágicos, los cuales comenzaron a disparar todo tipo de hechizos contra Asia y compañía.
"¡Dispérsense y contrataquen!" gritó Asia mientras saltaba hacia atrás.
El resto de las chicas hizo lo mismo, saltando hacia diferentes direcciones, para de esa manera esquivar los ataques de los magos enemigos.
Los hechizos chocaron con el suelo y paredes, generando varias explosiones, las cuales levantaron una cortina de humo. El humo era tan espeso que las chicas decidieron usarlo como cobertura y tras eso comenzaron su contrataque rápidamente.
Aprovechando el humo, Lint movió sus alas y recorriendo rápidamente el lugar, voló hacia los magos. Su velocidad fue tal que cuando salió de la cortina de humo, estuvo frente a unos tres magos, al verlos, ella rápidamente usó su espada e intentó cortarlos. Sin embargo, ella vio que su ataque falló, pues los magos saltaron hacia atrás y ganaron varios metros de distancia contra ella.
"Tch." Lint chasqueó la lengua con molestia al ver como su ataque había sido esquivado; sin embargo, pese a ello, no perdió tiempo y moviendo la mano libre que tenía, rápidamente creó tres lanzas de luz, las cuales lanzó contra sus enemigos.
Las lanzas de luz viajaron a gran velocidad, pero no hicieron daño a los magos, pues estos se protegieron con una barrera cada uno. Cuando la exorcista vio aquello, apretó el agarre en su arma para lanzarse a contratacar, pero tuvo que moverse a un lado cuando vio como un mago lanzó un ataque contra ella.
'No puedo enfocarme solo en uno de ellos, no, tengo que enforcame en todos, desde los que ataco hasta los que están por mis alrededores, de lo contrario seré blanco fácil de algún ataque.' Pensó Lint mientras se lanzaba en contra de sus enemigos nuevamente, pero esta vez manteniendo sus sentidos concentraos en todos sus enemigos.
Fue gracias a eso, que ella pudo ver que uno de los magos preparaba un círculo mágico, del cual salió una potente ráfaga de viento, la cual se dirigió hacia ella a gran velocidad. Sin embargo, al poder ver el ataque, ella ya estaba preparada para contrarrestarlo, por lo que, sin perder tiempo, movió su espada y liberó uno de los encantamientos que estaban en la hoja. La espada de Lint brilló por un segundo con luz dorada, la cual se extendió por toda la hoja y cuándo ella movió el arma de manera horizontal, una explosión de magia sagrada surgió de la hoja.
La explosión de luz que surgió de la espada de Lint viajó a gran velocidad hacia el hechizo del mago, provocando que ambos colisionaran, creando una nueva explosión, cuyo humo fue usado por Lint para cubrir su próximo ataque. Asi que, moviendo sus alas, la joven voló a gran velocidad contra su enemigo.
Los ojos del mago se abrieron con sorpresa cuando vio a Lint salir del humo generado del impacto de los dos ataques. Él no había esperado para nada que eso pasara… o mejor dicho si lo había pensado, y su sorpresa fue que Lint usara esa táctica tan básica, por lo que, poniendo una sonrisa, creó varios círculos mágicos a su alrededor.
"¡Desaparece!" gritó el mago mientras lanzaba varios hechizos de oscuridad, los cuales se manifestaron en formas de balas.
El rostro del mago mostraba expectación, pues esperaba que ese ataque matase a Lint, pero para su sorpresa, vio como el ángel reencarnado hacia aparecer un circulo mágico a sus espaldas y lo usaba como plataforma para impulsarse en su contra. Aquel movimiento hizo que Lint saliera volando a gran velocidad y haciendo gala de su habilidad acrobática, ella esquivó todas las balas de oscuridad, logrando llegar frente a su enemigo y cuando lo tuvo cerca, movió su espada para cortarlo. Desafortunadamente, el ataque falló, pues el mago esquivó el ataque saltando hacia atrás, pero eso no lo salvaría, ya que Lint movió su mano libre, pero esta vez no usó una lanza de luz, no, esta vez usó su pistola, con la cual lanzó siete tiros, los cuales impactaron en diversas partes del cuerpo del mago, provocando que este cayese inerte al suelo.
Cuando la exorcista vio al mago abatido, no se quedo a mirar, pues había varios enemigos para abatir.
Al mismo tiempo que Lint, Mittelt tambien luchaba por su parte contra un pequeño grupo de magos. Ella se movía rápidamente, esquivando varios hechizos elementales, los cuales eran lanzados por varios círculos mágicos. Afortunadamente, ninguno de ellos podía impactarle, pues ella era una de las que más rápido volaban de todo el grupo de Edzard, por lo que pudo esquivar todo rápidamente.
'Debo de poder encontrar una manera para poder sortear todo el bombardeo mágico, de lo contrario no podre contraatacar y esto se extenderá mucho tiempo.' pensó Mittelt mientras giraba sobre su propio eje para evitar tres guadañas de viento, las cuales crearon cortes profundos en las paredes tras impactar contra estas.
Al ver el daño que provocaron los hechizos que había esquivado, el ángel caído soltó un suspiro, para luego comenzar a enviar poder sagrado a su espada, cuya hoja amarilla comenzó a cubrirse de una delgada aura. Cuando el arma fue envuelta de poder sagrado, ella tomó una posición de ataque y sin esperar un segundo, cargó hacia donde estaban los magos. Estos al verla cargar, lanzaron varios hechizos contra Mittelt, la cual conjuró una lanza de luz y la hizo girar rápidamente para de esa manera crear una especie de escudo improvisado con el cual desvío varios de los ataques.
Aquella táctica imprudente, la cual debería hacer que ella obtuviese algunas heridas casi sin importancia, le permitió crear una apertura, la cual le permitió atacar. Por lo que, moviendo su espada, desató el poder que había acumulado en la hoja, provocando que esta creciera varios metros.
La nueva longitud de la hoja permitió que la espada tuviese un mayor rango de ataque, el cual fue aprovechado por la amante de Edzard para cortar a los magos por la mitad.
Cuando ella vio que su ataque había funcionado, no perdió tiempo y rápidamente siguió buscando mas enemigos que abatir.
¡Crack!
El sonido de la piedra quebrándose se hizo presente, mientras un pequeño cráter se formaba en el suelo. El cráter había sido creado por el puño de Valerie, la cual estaba cubierta de oscuridad. El poder de la oscuridad, sumada al aura del sacred gear de Asia le permitió a la Dhampir luchar cómodamente sin la necesidad de defenderse mucho.
'No entiendo por que todas luchan como si el aura de protección de Asia no estuviese presente.' pensó la Dhampir, la cual había visto a sus amigas luchar esquivando los ataques enemigos, algo de lo que podían prescindir mientras el aura del sacred gear de Asia estuviese activa.
Unas bolas de fuego impactaron en el cuerpo de Valerie, provocando que esta fuera envuelta por las llamas, pero para sorpresa de los magos que habían lanzado dicho ataque, la Dhampir salió ilesa de la explosión que se generó tras el impacto.
"¡¿Qué significa esto?!" gritó uno de los magos con temor al ver como el medio vampiro salía ileso de su ataque.
"¡No lo sé!" gritó en respuesta otro mago, el cual al ver a Valerie salir de las llamas, rápidamente conjuró un círculo mágico con el cual lanzó un potente vendaval contra la Dhampir.
Cuando ella vio el ataque entrante, supo que, si le impactaba, seria enviada a volar varios metros, por lo que queriendo terminar con los enemigos que tenía frente a ella, decidió usar el hechizo que había usado antes para salir de los escombros. Gracias a que ya estaba cubierta de oscuridad, el hechizo de Valerie fue casi instantáneo, lo que hizo que se convirtiera en un meteorito de oscuridad en menos de un segundo.
Los ojos de los magos contra los que luchaba la Dhampir se abrieron como platos cuando vieron como un meteorito de magia de oscuridad se acercaba hacia ellos a velocidades vertiginosas. El miedo comenzó a hacerse presente en sus cuerpos, por lo que, presas de este, comenzaron a lanzar desesperadamente hechizos contra Valerie. Lamentablemente, todos esos hechizos fracasaron de manera garrafal, pues no pudieron detener a la mujer.
El ataque de Valerie viajó a gran velocidad, recorriendo la distancia que la separaba de los magos en menos de tres segundos, lo que permitió que ella pudiese darle un golpe directo a uno de los magos.
¡Crack!
El grotesco sonido de los huesos rompiéndose se escuchó cuando el puño de Valerie rompió el esternón del mago, aplastando de paso sus órganos internos, matándolo de manera inmediata.
Los ojos de los magos que estaban a ambos lados del mago que acababa de morir se abrieron de horror cuando vieron a su compañero morir, pero para su mala suerte, no pudieron moverse ni un paso, pues Valerie extendió sus manos y creó dos espadas de oscuridad. La Dhampir hizo un giro de ciento ochenta grados y con ello decapitó a ambos magos.
Cuando las cabezas de esos dos magos cayeron al suelo, ella miró al frente y vio que Aika, Rossweisse e Ingvild estaban manteniendo a varios magos distraídos, dejándolos como blancos fáciles para un contrataque por la espalda, por lo que sin perder tiempo partió hacia allá.
"Tus compañeras son muy fuertes." Le dijo Walburga a Asia, mientras miraba como las compañeras de la chica frente a ella mataban a sus compañeros casi sin esfuerzos.
Asia no respondió, pero tampoco se movió, pues estaba en el lugar perfecto para que el aura de su sacred gear cubriera a sus amigas por completo, facilitándoles la batalla.
"Pero… sabes… la muerte de esos sujetos estaba dentro de lo esperado para esta batalla." Comentó Walburga mientras movía su mano, haciendo un gesto de desdén, pues para ella esos sujetos no eran mas que peones fácilmente reemplazables.
"¿Qué?" preguntó Asia mientras miraba a la maga, la cual solo puso una sonrisa, la cual creció de tamaño cuando un círculo mágico apareció en su oído. "Así que ya están preparados los sujetos, bien. Entonces comenzare con mi parte del plan."
Las palabras de Walburga confundieron a Asia, la cual apretó el agarre en su espada, preparándose para acabar con ella con un solo golpe usando «Akachim» para ello.
"Bien, parece que todo está listo. Pero antes…" dijo la maga mientras levantaba la mano derecha y chasqueaba los dedos.
¡BOOOMMMM!
Una enorme explosión sacudió todo el lugar, provocando que la fortaleza tiemble.
"¡¿Qué acabas de hacer?!" gritó Asia con los ojos abiertos, pues vio que una parte de la fortaleza fue destruida por la explosión.
"Tranquila, no he matado a tu hija si eso te preocupa."
La mención de su primogénita hizo que Asia frunciera el ceño y que sus ojos, los cuales seguían siendo de color rojo brillante, se mantuvieran enfocados en la maga, poniendo una cara de ira.
El rostro lleno de ira de Asia no asustó a la maga, la cual solo siguió sonriendo y dicha sonrisa se hizo más grande cuando las amigas de Asia gritaron.
"¡Asia!"
Al momento en que la esposa del Dovahkiin oyó esas palabras supo que sus amigas habían terminado de matar a todos los magos, por lo que sin esperar un solo segundo, ella tomó la posición para usar «Akachim». Sin embargo, antes de que ella pudiese iniciar su hechizo, Walburga saltó hacia atrás y sin perder tiempo, movió su mano e hizo aparecer un objetó que dejó como piedra a Asia, pues era uno que ella reconocía, ya que ella también tenía una.
'¡¿Por qué ella tiene una shadowkey?!'
El momento en que Asia dudó fue todo lo que Walburga necesitó para poder usar aquel objeto. Al ver aquello, Asia inmediatamente dio un salto hacia atrás, pues no sabía que es lo que maga haría con ese objeto.
"¡ASIA!"
El gritó de sus amigas provocó que la esposa de Edzard mirase hacia sus direcciones y lo que vio la aterró, pues sus amigas comenzaron a ser tragadas por portales oscuros, de los cuales salían cadenas.
"¡Chicas!" gritó Asia mientras pensaba rápidamente en que hacer para ayudar a sus amigas. Debido a la desesperación que sintió al ver a sus amigas ser raptadas, ella demoró en invocar su propia Shadowkey, la cual usó para tratar de conjurar portales que sacaran a sus amigas de allí, pero fue muy tarde, ya que cuando sus portales aparecieron, sus amigas terminaron de ser absorbidas por los portales que contenían las cadenas.
Un silencio sepulcral apareció en el lugar, pues las únicas personas que estaban presentes eran Asia y Walburga.
"Fue un lindo intento el tuyo, pero fuiste muy lenta." Comentó con burla Walburga.
La burla de la maga hizo que la ira de Asia solo aumentara, por lo que, volteando, rápidamente habló con ira palpable.
"¿Dónde están?"
"¿Qué?" respondió con otra pregunta Walburga en tono de burla.
"¡No juegues conmigo maldita perra! ¡¿Dónde enviaste a mis amigas?!" gritó Asia, para un segundo después lanzarse contra la maga en un intento de matarla con su espada.
La velocidad de Asia fue tal que recorrió la distancia que la separaba de Walburga en casi un instante. Cuando estuvo a menos de tres pasos de la maga, Asia movió su espada de manera diagonal descendente, en un intento de cortarla por la mitad. Sin embargo, cuando estuvo a un paso de la maga, Asia se vio forzada a saltar hacia atrás, ya que sus instintos le dijeron que estaba en peligro.
Al momento en que Asia pisó el suelo, frente a ella, en el lugar en que había estado previamente, una enorme columna de llamas purpuras surgió hacia el cielo, tomando la forma de una enorme cruz.
"Vaya, que suerte, lograste esquivar mis llamas." Dijo Walburga, la cual mantenía su sonrisa en el rostro.
'Mis instintos de supervivencia se activaron contra esas llamas…. ¿Por qué? Cuando estoy en mi balance breaker, soy literalmente inmune al daño, pero por alguna razón siento que, si esas llamas me tocan, podrían hacerme algo de daño.' Pensó Asia mientras miraba las llamas purpuras, las cuales no tenían la misma presencia que las llamas que surgían de un sacred gear normal.
"Vaya, parece que la información que tenemos de ti es cierta." Dijo Walburga mientras miraba a Asia. "Sabemos que, pese a que eres una exmonja, eres hábil en combate cuerpo a cuerpo y que tu balance breaker puede anular los daños de ataques recibidos y que puedes aplicar ese poder a tus compañeras por un periodo de tiempo, pero ahora la cuestión es… ¡¿Cuánto tiempo podrás soportar tu balance breaker contra mi balance breaker y el inmenso poder de mis llamas?!"
Tras aquel grito, Walburga movió sus manos y para sorpresa de Asia, unas pequeñas esferas de luz surgieron de los cadáveres de todos los que habían muerto previamente. Aquellas esferas de luz se dirigieron hacia la palma de la mano derecha de Walburga, la cual tenía una pequeña llama purpura convocada.
'Esas son… ¡Sus almas!' pensó con preocupación Asia al ver como la maga robaba las almas de los muertos para que se consuman en su sacred gear.
"¡Ja, ja, ja!" comenzó a reír con locura Walburga en el momento en que vio como las almas de sus subordinados y de los experimentos fallidos que se habían hecho implantando sangre Nirmniana en humanos se convertían en combustible para su balance breaker. "¡Prepárate, niña! ¡Siente el poder de mis llamas! ¡Balance Breaker: Incinerate Antiphona Calvario!"
Tras el gritó de Walburga, la llama en su mano creció de tamaño y comenzó a expandirse. Al ver aquello, Asia no dudó ni un solo segundo y extendió su mano izquierda, creando una custodia para protegerse en caso de que el ataque sea muy fuerte.
¡Booom!
Una explosión surgió de la mano de la maga, creando así una explosión de llamas purpuras, las cuales se expandieron en todas direcciones como un maremoto. Las llamas avanzaban sin contención alguna, calcinando todo lo que encontraban a su paso.
"Argg…" gruñó Asia al momento en que las llamas impactaron en su custodia, pues el poder mágico de las llamas era muy alto, casi como si se tratase de un hechizo de destrucción de nivel maestro. De hecho, la fuerza del hechizo fue tal que ella terminó siendo arrastrada varios metros mientras se protegía del ataque, derrapando y causando que apareciera un surco mientras era arrastrada.
"¡ja, ja, ja…! ¡Hermoso, me encanta ver tu carita de esfuerzo al detener la liberación de mi balance breaker, pero si crees que eso es todo, solo tengo que decirte que este solo es el inicio!" Gritó Walburga mientras ponía un rostro de alegría al ver como Asia sufría para mantener las llamas controladas.
La frente de Asia tenía gotas de sudor, tanto por el calor como por el esfuerzo que estaba haciendo para contener el mar de llamas que el balance breaker de Walburga generó al ser desatado. Afortunadamente, las llamas del sacred gear se extinguieron, permitiendo que Asia respire un momento. Sin embargo, dicho respiro fue el preludio para que la exmonja pudiese ver el balance breaker de Walburga.
"I-imposible…" Asia susurró con temor mientras miraba la manifestación del balance breaker de Walburga.
Frente a los ojos de Asia se levantaban más de cincuenta siluetas humanoides, los cuales no tenían cuerpos físicos normales, sino que estaban hechos con llamas purpuras, las cuales emitían una gran cantidad de calor.
"Ja, ja, ja. Tu rostro es… es perfecto, esa expresión de saber que estas acabada es perfecta, Ahhh... de solo verte me emocionó. No puedo esperar a ver su rostro cuando sepa que te tenemos a ti y al resto de sus amantes junto a su hija…. Ah, el rostro de impotencia que hará al saber que si hace algo los mataremos a todos, Ahhh… no puedo esperar verlo." Dijo con emoción Walburga, cuyas mejillas se estaban enrojeciendo de la emoción que sentía al imaginarse el rostro de su verdadero objetivo.
"¿Q-qué quieres decir?" preguntó con algo de dificultad Asia mientras miraba a la maga.
"Oh, es cierto, ustedes vinieron creyendo que fueron esos imbéciles de los exorcistas los que habían planeado secuestrar a tu hija, pero la verdad es que ellos solo estaban cumpliendo algo para mi."
"¿Cómo?" preguntó Asia con total shock ante la revelación de Walburga.
"Eso es fácil, veras, todos y cuando digo todos, es decir todos estos exorcistas, están bajo mi influencia, y lo han estado desde hace varios meses. Por lo que, son marionetas a mi servicio, solo que han creído que tienen su libre albedrio, pero eso no es verdad."
Al oír aquello, la ira volvió a estar presente en el rostro de Asia, la cual entendió que esta mujer había sido la causante de que su hija fuese secuestrada.
"Vaya, parece que estás enojada, pero supongo que es entendible, ya que estás viendo a la persona que estaba tras el secuestro de tu hija, ¿para qué? Bueno, creo que podría decírtelo. Veras… la razón por la que secuestramos a tu hija es…. ¡Ja! ¡¿De verdad pensaste que te lo diría?! ¡No seas estúpida, niña! ¡Solo te diré que los necesitamos para algo! ¡Ahora mis sirvientes, ataquen!"
Tras aquel gritó, los seres humanoides se lanzaron contra Asia, la cual al verlos inmediatamente tomó una posición de ataque y cargando magia en su mano libre, rápidamente cargó contra ellos.
La esposa del Dovahkiin aprovechó con eficiencia el poder que le brindaba su balance breaker para llegar rápidamente a sus enemigos. Cuando tuvo al primero frente a ella, rápidamente movió su espada, tratando de cortarlo, pero este esquivó el ataque saltando hacia atrás, pero Asia no terminó su ataque allí, no, sino que movió su mano libre y lanzó una lanza de hielo hacia otro de sus enemigos.
La lanza de hielo viajo rápidamente, pero para sorpresa de Asia, el ser se protegió usando un círculo mágico.
'Parece que aún pueden usar las habilidades que tenían cuando estaban en sus cuerpos anteriores.' Pensó Asia mientras usaba su espada para desviar varias bolas de fuego lanzadas por sus enemigos.
Asia movía su espada a gran velocidad, cortando cada bola de fuego que podía, pero al no poseer la habilidad que tenía su esposo, ella no pudo contra todos, aunque, afortunadamente, su balance breaker logró repeler el daño de los hechizos que le impactaban. Sin embargo, mientras terminaba de protegerse de las bolas de fuego, sus sentidos de peligro se encendieron, por lo que, moviendo su mano izquierda, creó una custodia, la cual fue impactada por una espada hecha de fuego purpura.
La potencia del impactó generó una corriente de aire que hizo que Asia saliera volando hacia una de las paredes, pero gracias a que todo daño que le impactaba se anulaba, ella pudo maniobrar lo suficiente como para caer de pie.
"Parece que la información sobre esa defensa absoluta era real." Dijo Walburga mientras fruncia el ceño, pues no esperaba que Asia saliera solo con algunas marcas de polvo de ese ataque.
'Los ataques del sacred gear de Walburga son fuertes, eso sumado a que estoy rodeada por más de cincuenta enemigos, todos los cuales están rodeados por esas llamas que genera su sacred gear. Realmente estoy en una situación complicada. Si bien yo no puedo eliminarlos fácilmente, ellos tampoco pueden eliminarme a mí, al final todo se determinará por mi estamina y Magicka, por fortuna he traído algunas pociones por si acaso. Ahora lo que debo de hacer es derrotarla rápidamente para sacar a Marie de aquí y luego proceder con la búsqueda de las chicas.'
Tras aquellos pensamientos, Asia miró a sus enemigos y soltando una bocanada de aire, volvió a tomar una postura de ataque.
Una fina capa de sudor se mostraba en el rostro de Ingvild, la cual estaba que se mantenía de pie con dificultad, pues su cuerpo estaba lleno de heridas. Si bien estaba herida, ninguna de las heridas que había recibido eran de gravedad, sino que, todo lo contrario, eran superficiales, pero eso no quiere decir que no fueran dolorosas.
'Tengo que salir de aquí, sea lo que sea que está pasando, este lugar es muy raro.' pensó el medio demonio mientras recordaba lo que le había pasado hace unos momentos.
Cuando ella fue absorbida por el portal que había sido generado por Walburga sufrió de ceguera temporal, la cual al desvanecerse la hizo darse cuenta de que estaba en otro lugar, uno que no reconocía. Aunque, no solo fue que el lugar era desconocido, sino que tambien era raro en muchos aspectos, para iniciar, el aire era pesado y cada paso que daba le costaba bastante esfuerzo, el cuerpo lo sentía pesado y su magia reaccionaba de manera diferente, pues pese a que ponía mucho poder mágico a sus hechizos, estos no tenían el mismo poder destructivo que antes y para empeorar las cosas, ella no estaba sola.
Cuando se dio cuenta de que había sido transportada a otro lugar, ella intentó comunicarse con sus amigas, pero no pudo y cuando dio unos pocos pasos, escuchó pasos acercarse a ella. Cuando miró hacia ese lugar, vio con total asombró como frente a ella había un hombre, el cual estaba vestido con ropas de exorcista, pero con la peculiaridad de que su rostro estaba cubierto por una máscara. Al momento en que ella lo vio, trató de preguntarle donde estaban, pero este no respondió de manera verbal, sino que se abalanzó contra ella y usando una espada de luz artificial, comenzó a atacarla.
En el momento en que él inició su ataque, ella comenzó a contraatacar usando magia, pero sus ataques fueron en vano, pues sus hechizos estaban muy debilitados, pero no solo eso, sino que ese hombre se movía de manera normal por el lugar, casi como si el ambiente no lo afectara. Fue gracias al ambiente raro que ella fue alcanzada por varios ataques de su enemigo, pero fue gracias a esos ataques que ella se dio cuenta de que no intentaba matarla, pero si herirla.
'Esto es más que raro. ¿Por qué atacarme y no matarme? Ha tenido más de cinco ocasiones para matarme, pero no lo ha hecho. Las heridas que me ha hecho solo me impedirán moverme… ¡maldición, no intenta matarme por que intenta capturarme!' Pensó Ingvild con preocupación. Si bien parecía que había descubierto la intención del enemigo, ella aun no sabía el motivo, pero sea lo que sea, ella no deseaba saberlo. Así que, sabiendo que, si no luchaba con fuerza seria capturada, decidió poner más fuerza en sus ataques, ya que ella no quería saber para qué querían capturarla.
"¡Toma esto!" gritó Ingvild mientras juntaba una gran cantidad de poder demoniaco, para luego conjurar un círculo mágico, del cual se creó un enorme dragón de agua.
El dragón de agua rugió con fuerza y con la orden mental de su creadora, se lanzó contra el exorcista. El dragón se movió a gran velocidad, pero antes de que llegara a donde su enemigo estaba, el exorcista comenzó a moverse y corriendo, esquivó acrobáticamente el ataque del dragón de agua, el cual pasó por encima del exorcista.
Cuando el exorcista terminó de esquivar al dragón, este miró al frente y vio como Ingvild corría hacia el, para enfrentarse en un combate cuerpo a cuerpo en un improvisado ataque sorpresa.
'Mi magia esta debilitada en este lugar, así que lo mejor es combatir cuerpo a cuerpo y mientras lo hago, usar mi magia como apoyo para derrotarle.' Pensó Ingvild mientras apretaba el agarre de su bastón.
Cuando ambos enemigos estuvieron por encontrarse, Ingvild movió su mano y conjurando seis círculos mágicos, provocó que varios torrentes de llamas se dirigieran hacia el exorcista, el cual, al verlos, comenzó a esquivarlos. Si bien era rápido, no pudo esquivarlos todos, lo que hizo que una de sus extremidades sufriera un par de quemaduras de segundo grado, pero, aun así, no se detuvo, sino que siguió corriendo.
Los ojos de Ingvild se mantenían fijos en el exorcista y no se sorprendió mucho cuando vio que este poseía una gran cantidad de resistencia al dolor, pero no solo eso, pues si bien sus hechizos estaban debilitados, los torrentes de llamas tenían la potencia suficiente como para causarle quemaduras más graves, lo que indicaba que poseía cierta resistencia a la magia.
Cuando ambos estuvieron cara a cara, el exorcista movió su espada, lanzando un corte vertical, el cual fue esquivado por Ingvild, la cual se movió ligeramente al lado. Tras esquivar, contrataco rápidamente moviendo su bastón y lanzando un golpe horizontal. El exorcista se agachó para esquivar el ataque, y al hacerlo movió su pierna derecha, golpeando la pierna de apoyo de Ingvild, tratando de hacerla caer. Afortunadamente, ella no cayó al suelo, pues mientras caía, puso una mano y dio una voltereta hacia atrás y mientras hacía eso, terminó dándole un golpe en la barbilla al exorcista.
El exorcista dio unos pasos hacia atrás tras recibir el golpe, pero un segundo después volvió a la carga. A diferencia de la vez anterior, Ingvild se vio sorprendida por la velocidad de ataque, pues esta vez el exorcista fue más rápido, por lo que, no teniendo tiempo para defenderse con su bastón, conjuró un círculo mágico, del cual planeaba usar un hechizo de viento para mandar a volar al exorcista, pero para su mala suerte, no fue lo suficientemente rápida, lo que hizo que el exorcista le diera un gancho directo en toda la boca del estómago.
"Buagg…" Ingvild expulsó un poco de saliva al momento en que el golpe conectó con su cuerpo, provocando que ella se tambalee unos pocos pasos. Sin embargo, pese a que aquel golpe hizo que perdiera el aire, ella no tuvo tiempo para recuperar el aliento, pues el exorcista comenzó a atacarla nuevamente.
El exorcista lanzó un corte horizontal, el cual fue bloqueado por el bastón de Ingvild, la cual, al detener el ataque, rápidamente movió la parte baja de su bastón, golpeando al exorcista en la barbilla nuevamente, desorientándolo un instante. Ella usó ese instante para conjurar un círculo mágico y lanzar una bola de fuego a quemarropa contra el exorcista.
¡Boom!
La explosión que se generó por el ataque de Ingvild hizo que el exorcista saliera con unas pocas heridas, pero eso no lo detuvo, pues tras mover un poco su cabeza, rápidamente volvió a lanzarse contra ella. Ingvild, la cual había saltado hacia atrás tras usar su hechizo, para de esa manera ganar distancia, vio al exorcista llegar y sin pensarlo dos veces conjuró varios círculos mágicos para lanzar varios hechizos, los cuales comenzaron a generar varias explosiones por el lugar. Sin embargo, pese a la gran cantidad de hechizos, el exorcista los esquivaba o cortaba, mostrando así una gran cantidad de habilidad de combate.
'Maldición, es más fuerte de lo que esperaba.' pensó Ingvild cuando se vio forzada a defenderse de varios ataques de la espada del exorcista, el cual estaba que la atacaba con gran velocidad, abrumándola casi por completo. Su bastón se movía de lado a lado, de arriba a abajo, tratando de mantenerse al dia con las ráfagas de ataques enemigos, pero ella no podía resistir más y su cuerpo era prueba de ello. Esto se debía a que, con cada nueva herida, ella comenzaba a sentir el cuerpo más pesado y los sentidos embotados.
"Hah… hah…" respiraba con pesades Ingvild mientras sentía el cuerpo entumecerse por la cantidad de heridas hechas con un arma de luz artificial. Sabía que su derrota estaba al alcance de la mano de su enemigo, pero no queriendo caer sola, ella intentó dar un paso al frente para volver a en enfrentarlo; sin embargo, al momento en que dio el paso, su cuerpo cayó al suelo, víctima del agotamiento.
El último miembro del clan Leviatán levantó la mirada y vio con impotencia como el exorcista se acercaba a ella. Cuando el exorcista llegó a su lado, ella vio como este levantaba la pierna y cuando la bajó, ella sintió un poco de dolor antes de que su visión se oscureciera.
El grupo conformado por el ORC junto con Marie y Kunou corrían por los pasillos de los calabozos de la fortaleza enemiga. Ya habían dejado atrás el piso por el cual habían encontrado a Marie, estando en uno totalmente nuevo. Todos estaban con rostros de preocupación, pues habían sentido la explosión de antes, la cual fue tan fuerte que había provocado que ellos se tambalearan un poco. Afortunadamente, nadie había resultado herido.
"Ya estamos recorriendo otro piso y aún no hemos podido encontrarlos." dijo Rias mientras corría por el pasillo.
"Parece que no están en esta base." comentó Akeno, cuya expresión estaba plagada de preocupación, pues sabía que Issei no se tomaría esto muy bien.
"Eso deja las otras bases. ¿Buchou, has podido comunicarte con Asia-san?" preguntó Ravel, la cual iba a pocos metros de Rias.
"No, parece que no solo es imposible teletransportarse de este lugar hacia el exterior, o del exterior hacia este lugar, sino que tambien hay un hechizo que impide las comunicaciones por magia. Además, no podemos comunicarnos por teléfonos normales porque no hay cobertura en este lugar."
"Ya veo, entonces tenemos que darnos prisa y encontrar a Asia y el resto de su grupo para informar de todo." Comentó Irina mientras miraba de reojo a Xenovia, la cual estaba rodeada por un aura muy rara, pues era casi como si estuviera disfrutando cargar a Marie. "Oye, Xenovia. ¿No crees que estas disfrutando mucho el cargar a la hija de Edzard-san?"
La pregunta del ángel reencarnado provocó que la ex exorcista la mirara. El rostro del demonio mostraba un ligero signo de molestia por ser sacada de su mundo feliz.
"Eso no es de tu incumbencia, Irina." respondió de manera brusca Xenovia, causando que su amiga levantara una ceja y luego soltara un suspiro, pues entendió por qué su vieja amiga reaccionaba de esa manera.
"Lo es, no deberías imaginar que Marie-chan es tu hija." comentó Irina, provocando que todos los que iban con ellas miraran en su dirección.
Al percatarse de que todos las miraban, Xenovia preguntó. "¿Que?"
"Nada solo que… ¿Como te lo decimos…?" comentó Kiba, el cual estaba visiblemente incomodó por lo que había oído.
"No queremos que nos metas en problemas con Asia-san, no quiero recibir una versión sin contener de ese ataque que usó con Rias-sama en ese rating game." Comentó Ravel, la cual sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al recordar el ataque que Rias y el resto de los reyes sufrieron en su batalla contra Asia. La joven demonio sabía cómo fue la batalla gracias a que las batallas habían sido subidas a Deviltube en varios programas de análisis de Ratings games, tanto de analistas profesionales como amateurs.
La sola mención de aquel ataque hizo que todos se sintieran incomodos, pues sabían que el daño que aquel ataque generaba no era moco de pavo.
"Tranquila, no planeo robármela." respondió Xenovia con tranquilidad mientras miraba a Marie descansar. "Es solo que no puedo dejar de imaginar como seria yo de madre cuando logre hacer que Edzard me dé un hijo."
La respuesta de Xenovia provocó que todos tropezaran, pero por fortuna nadie cayó al suelo solo se tambalearon un poco antes de retomar el equilibrio y seguir corriendo.
"¡¿Cómo puedes pensar que Ed aceptaría algo así?!" gritó Issei, el cual miraba con asombro a Xenovia mientras por dentro lloraba lágrimas de sangre al ver que su amigo tenia a otra chica que quería hacer cosas sucias con él. El recibir la confirmación que su amigo atraía a las mujeres como miel a las abejas, hizo que el Sekiryuutei olvidara por un momento que sus padres estaban secuestrados. 'Maldito Ed, no solo estas casado, sino que tambien atraes a varias mujeres que solo quieren hacerlo contigo. ¿Qué sigue? ¿Hacer que Leviatán-sama quiera tener un hijo contigo?'
La pregunta de Issei provocó que todos, salvo Xenovia, asintieran, pues sabían que Edzard no era la clase de hombre de acostarte con otras mujeres que no sean aquellas que eran sus parejas amorosas.
"Issei-san tiene razón, Xenovia-san." Comentó Kunou, llamando la atención de todos, en especial de Xenovia. Las palabras de Kunou estaban cimentadas en el hecho de que, pese a que su madre estaba comprometida con Edzard, este no había hecho intento alguno de siquiera coquetear con ella.
"¿En serio? Eso es raro… yo se lo dije y él no me rechazó del todo." respondió Xenovia, sin saber las repercusiones de lo que acababa de decir.
"¡¿Qué?!"
La sorpresa causada por las palabras de Xenovia fue tan grande que todos, salvo la que habló, terminaran cayendo de cara al suelo, deteniendo el avance del grupo.
Cuando todos se levantaron, rodearon a Xenovia y comenzaron a preguntarle sobre como ella había podido pedirle eso a Edzard. La más vocal sobre las preguntas era Kunou, la cual por tecnicismos era la "hija" de Edzard. Por lo que, ella sentía que estaba en el deber de interrogar a esta mujer para saber que le había respondido su "padre".
Las respuestas de la ex exorcista hicieron que todos se dieran cuenta de que Edzard había rechazado lo de darles hijos a Xenovia, pero esta parecía que no entendía.
'Que increíble fuerza de voluntad y capacidad de no rendirse.' pensó Kiba mientras miraba a Xenovia con una sonrisa incomoda en el rostro.
"Xenovia, no sé cómo decirte esto, pero-"
"Shhhh..." Interrumpió Koneko a Irina, provocando que todos la mirasen.
"Ko-"
"Hablen despacio. Oigo que se acercan pisadas." susurró Koneko, quien había silenciado a su rey, la cual la miraba con completo shock, pues ella no solía comportarse de esa manera.
"¿C-cuántas personas son, Koneko-chan?" preguntó Gasper mientras se acercaba a Koneko.
"Por el sonido son ocho-"
"No, son diez." respondió Kunou, interrumpiendo a Koneko, provocando que todos la mirasen.
"¿Qué quieres decir, Kunou-chan?" preguntó Issei, acercándose a la pequeña Kitsune.
"Se oyen ocho pisadas, pero hay diez olores…" la voz que Kunou se hizo más suave al momento de mencionar los olores de las personas que se acercaban.
"¿Kunou-chan?" preguntó Ravel mientras se acercaban a la kitsune.
"Dos de los olores pertenecen a los padres de Issei-san."
La respuesta de Kunou provocó que todos la miraran, pues no esperaban aquello.
"¿Koneko?" preguntó Rias mientras miraba a su torre, mientras esperaba la confirmación de parte de ella. La primera respuesta que obtuvo a su pregunta fue silencio, pero luego la nekoshou habló.
"El sentido del olfato de los Kitsunes es más potente que los de los nekomata, pero acabo de olerlos tambien. Parece ser que, están siendo transportados, ya que la cantidad de pisadas que oigo no son congruentes con el tamaño del grupo."
La confirmación de parte de Koneko hizo que todos se pusieran algo ansiosos, en especial Issei, el cual casi sale corriendo hacia el lugar de donde provenían los olores, pero el Sekiryuutei no pudo moverse, pues todos le dijeron que lo mejor era esperar, ya que ellos pasarían por este lugar. Además, no sabían cómo reaccionarían si ellos llegaban y los atacaban, así como así, por lo que para prevenir que los padres de Issei sufrieran algún tipo de daño lo mejor era emboscarlos en este lugar. Por esa razón, todos se habían colocado en posición, Rias, Issei, Xenovia y Kiba en un lado. Mientras, Akeno, Koneko, Irina y Ravel en el otro lado. Kunou cargaba a Marie mientras que junto a ellas estaba Gasper, el cual estaba preparado para usar su sacred gear para detener a los que llegasen por el corredor.
"¡Apúrense, tenemos que asegurarnos de que el pequeño monstruo está bien, de lo contrario perderemos nuestra mejor carta para controlarlos!" grito la voz de uno de los que se acercaba.
"¡Lo sabemos, deja de gritar como pendejo, Marcus!"
"¡Cierra la puta boca, no sabes lo que me costó ingresar a esa maldita iglesia como para dejar que todo lo planeado se vaya a la mierda ahora!"
"¡Aghh! ¿Por qué mierda tenemos que ir por ella? No creo que se haya escapado."
"No importa si no se ha escapado, tenemos que asegurarnos de que está viva, si está muerta, estamos jodidos."
"¿Pero por qué te preocupas ahora? ¿No se supone que la mataríamos al final de todo?"
La conversación que llegaba no era muy fácil de escuchar por muchos de los demonios, pero ese no era el caso de Kunou y Koneko, las cuales escucharon todo claro. Si bien la nekomata estaba molesta por lo que había oído, mantenía un semblante tranquilo, algo que la kitsune no mostraba, pues esta tenía el ceño fruncido y los caninos expuestos mientras gruñía de manera amenazante.
"K-K-Kunou-chan… Tranquilízate, por favor." Pidió Gasper con algo de miedo, pues la cara que estaba poniendo la kitsune era de muy pocos amigos.
"Grrrr…." Gruñó en respuesta la joven kitsune, la cual no estaba de humor para responder al Dhampir, pero sabiendo que él tenía razón, decidió no gruñir más.
Tras aquel gruñido, el lugar quedó en un tenso silencio, el cual fue roto por el sonido de pisadas acercándose. Las pisadas le pertenecían al grupo de ocho exorcistas que habían olido y escuchado las dos youkais del grupo. Los exorcistas vestían la típica ropa de los exorcistas con máscaras, salvo por uno, el cual no levaba mascara, y ese era Marcus. El grupo de exorcistas caminaba en una formación de flecha, con Marcus a la cabeza y al final, siendo cargados por dos exorcistas, estaban los padres de Issei.
Cuando todos vieron que los exorcistas comenzaban a ingresar al pasillo en donde estaban reunidos, comenzaron a prepararse para ejecutar su plan.
"Ya entraron." susurró Rias mientras se mantenía escondida en los escombros que sutilmente habían colocado para esconderse.
"Okey, le daré la señal a Gasper." susurró Xenovia mientras movía su mano derecha y sutilmente lanzaba un pedazo de escombro de tal manera que chocó con las paredes tres veces, provocando un sonido agudo el cual parecía el sonido de pequeños escombros caer, pero con la peculiaridad de que este fragmento impactó cerca de donde estaba Gasper.
"Ya están aquí." dijo Kunou al oír el sonido que habían acordado como la señal.
"B-b-bien…" Dijo Gasper mientras comenzaba a separarse de Kunou de la manera más silenciosa que podía. Cuando estuvo listo, tomó un poco de aire para calmarse, mientras se decía mentalmente que esto era lo que los hombres hacían. El primer paso que dio el joven Dhampir fue torpe, el segundo igual, el tercero no tanto y así hasta que finalmente comenzó a caminar con más seguridad. Cuando se detuvo, estuvo frente a los exorcistas, los cuales al verlo se detuvieron de manera abrupta.
"¿Quién es esa chica? ¿Es una prisionera?"
"No lo sé, recuerda que teníamos bastantes personas encerradas, pero muchas murieron con los experimentos del proyecto ese con el que nuestros aliados magos están tan obsesionados."
"Bueno, eso no importa, llevémoslos junto a los demás. Además, es bonita, quizás pueda servir de entretenimiento más tarde junto a las chicas que Walburga-sama esta por capturar."
Tras las palabras de ese "exorcista", él y otros cinco, salvo Marcus y los que llevaban a los padres de Issei, comenzaron a caminar hacia Gasper, tratando de capturarlo. Y mientras ellos hacían eso, Marcus miraba al Dhampir con curiosidad, pues su rostro se le hacía conocido. Finalmente, sus ojos se abrieron en shock cuando lo reconoció.
"¡Imbéciles, es una trampa!" gritó Marcus mientras saltaba y se escondía detrás de un escombro.
"¿Qué?" dijo uno de los "exorcistas", solo que para que un segundo después se diera cuenta de que no podía moverse. "¿Q-q-q-que está pasando?!"
"¡Ahora!" gritó Rias mientras ella y el resto de su nobleza y amigos salían de sus escondites.
Los ojos de los "exorcistas" se abrieron como platos al ver a los demonios salir de los escombros. Los primeros en moverse fueron Kiba y Xenovia, quienes, haciendo uso de su velocidad, atravesaron con sus espadas a los "exorcistas" que retenían a los padres de Issei. Cuando estos cayeron muertos, ambos demonios tomaron a los dos humanos y salieron de allí.
El resto de los enemigos fueron derrotados por ataques de parte de Irina, Koneko, Ravel, Rias y Akeno, quienes dejaron solo a Marcus, el cual se suponía que estaba tras un escombro protegiéndose del sacred gear de Gasper.
Cuando los enemigos estuvieron abatidos, todos rápidamente formaron un círculo de protección alrededor de los padres de Issei y de Kunou con Marie.
"¿Como están?" preguntó Issei con preocupación al ver a sus padres, los cuales estaba acostados en el suelo.
"Parece que están bien. Solo están inconscientes." Respondió Ravel, la cual se había acercado a los padres de Issei para revisarlos, tomando su pulso y verificando si tenían alguna herida. Afortunadamente, no había heridas visibles y su pulso era estable y constante.
"Bien… Ahora, ¿Por qué no sales de tu escondite?"
La voz de Rias, la cual resonaba de confianza y autoridad, iba dirigida a Marcus. La razón por la confianza del demonio de clase alta era simple, ella tenía a todos sus amigos con ella, mientras que el exorcista estaba solo.
Para sorpresa de todos, el exorcista respondió de manera burlesca. "Y quien dice que me estoy escondiendo."
Las palabras del hombre fueron seguidas por una sombra, la cual impactó de golpe en el medio de los presentes, más precisamente donde estaban los padres de Issei junto con Marie.
¡BOOOOM!
Una gran explosión se hizo presente, provocando que los que estaban en la formación tuviesen que salir de allí. Aunque, no solo eso pasó, sino que tambien los cuerpos de los padres de Issei salieron volando.
"¡Tou-san! ¡Kaa-san!" gritó Issei al ver a sus padres salir volando.
Pese a la nube de polvo que fue levantada por el impacto, Kiba e Irina pudieron ver la dirección hacia donde se dirigían ambos cuerpos, por lo que, apoyándose en el suelo, dieron grandes saltos y terminaron atrapando a los padres de su amigo. Si bien eso fue algo para celebrar, lo que vieron cuando la nube de polvo se asentó, les heló la sangre a todos.
"Uggg…" era el gruñido que salía de la boca de Kunou, siendo el único sonido que podía hacer mientras sentía que su respiración se iba acortando poco a poco, pues ella estaba siendo asfixiada por Marcus.
El "exorcista" tenía su mano en el delgado cuello de Kunou, aplicando la fuerza necesaria para que la pequeña Kitsune tuviera problemas para respirar, pero dejándola con el aire necesario para que no se desmaye. Además, en la otro mano, tambien tenia a Marie, la cual estaba siendo sujeta por el cuello de su vestido, colgando como si de un saco de mercado se tratase.
"Les recomiendo que no se muevan, a menos que quieran que la hija de la Kitsune de Kioto muera." dijo Marcus con voz helada mientras apretaba un poco el agarre en su mano, provocando que la pequeña kitsune moviera sus piernas y brazos de manera desesperada, pues no podía respirar.
"¡Maldito! ¡¿Por qué estás haciendo esto?!" gritó Issei mientras invocaba su sacred gear y se preparaba para atacarlo, pero se quedó quieto cuando Marcus volvió a apretar el agarre en la garganta de Kunou.
"Parece que no entienden, yo no voy a estar con rodeos, si se mueven un solo centímetro, la mocosa muere." Dijo Marcus mientras comenzaba a dar pasos hacia atrás. Sin embargo, mientras intentaba escapar, oyó algo que lo sorprendió.
"Hueles raro." Dijo Koneko, haciendo que Marcus se detuviera en seco. Al ver a su enemigo detenerse, sutilmente movió su mano, indicando a Kiba, Xenovia e Issei, quienes eran los más rápidos de su grupo, que se movieran.
"Tu olor es similar al de Edzard-sama…. pero a la vez es distinto, hueles como algo muerto…" Comentó Koneko, quien vio como Marcus fruncia el ceño.
Sin que ninguno de ellos supiera que pasaba, el hombre llamado como Marcus no era un humano normal, no, él tampoco era un sirviente de Walburga, sino que era un sirviente de Mannimarco, el cual estaba bajo la identidad de Euclid, pero no solo eso, sino que fue considerado el primer éxito y a su vez un fracaso en el proyecto H.M.S.A, cuyo nombre era proyecto «Humano Modificado con Sangre de Aurbis» y tal como suena, este proyecto estaba diseñado para crear híbridos artificiales, colocándoles sangre de seres mortales de Aurbis. Dicho proyecto había sido iniciado por Mannimarco hace unos meses, tras atrapar a uno de los muchos vampiros híbridos que había creado Molag Bal y uno de los guerreros especiales de Mehrunes Dagon, a los cuales usó de sujetos de investigación para ver cómo es que estos príncipes daedricos infundían su poder en ellos. Él fue considerado como un éxito por ser el primero en sobrevivir y mantener la cordura tras el proceso, pero tambien era un fracaso porque pese a que tenía más fuerza y resistencia que un humano normal, no tenía las reservas de Magicka que se esperaban en los híbridos de humanos y la raza que era la donante del ADN usado en él.
Aquellas palabras hicieron que el humano modificado estuviera en shock por un segundo, el cual fue aprovechado por Kiba y Xenovia, quienes se movieron rápidamente hacia Marcus, pero no solo ellos se movieron, sino que tambien Issei lo hizo, pero al momento que cargó, su sacred gear aumentó su poder.
El repentino aumento de poder de Issei hizo que Marcus volviera en sí, pues pudo sentirlo, y gracias a las habilidades que había obtenido al tener sangre Nirmniana corriendo por sus venas, logró ver a los tres demonios correr hacia él. Gracias a que eran más rápidos, Kiba y Xenovia llegaron ante Marcus rápidamente y cuando lo tuvieron frente a ellos, rápidamente movieron sus armas, las cuales habían convocado mientras corrían, para de esa manera poder cortarle ambos brazos. Sin embargo, cuando las hojas de ambas espadas comenzaron a acercarse a los brazos del "exorcista", este rápidamente los cruzó sobre su pecho, colocando así a Marie y a Kunou como escudos de carne.
Cuando ambos demonios vieron a los dos rehenes ser usados como escudos de carne, se vieron forzados a desviar sus ataques, lo que hizo que quedaran en una mala posición. Aquella apertura fue usada por Marcus, quien, moviendo rápidamente sus piernas, le dio una patada a Kiba en el pecho, para luego girar ciento ochenta grados y darle a Xenovia una patada en toda la espalda.
La fuerza de los golpes hizo que los demonios salieran volando varios metros y terminarán impactando en una pared cada uno.
"¡Kiba! ¡Xenovia!" gritó Issei mientras corría contra Marcus. Apretando los dientes con ira, el Sekiryuutei se preparó para lanzarle un puñetazo a Marcus en toda la cara, pero este volvió a usar la misma táctica que antes, por lo que Issei se vio forzado a detenerse de manera abrupta para evitar dañar a las dos niñas.
"Ja, ja, ja." rio divertido Marcus al ver que Issei se había detenido de manera abrupta para no dañar a sus rehenes, por lo que, aprovechando la oportunidad, movió a ambas chicas y le dio un potente cabezazo a Issei en toda la cara, provocando que este cayera de espaldas mientras su nariz sangraba.
"¡Ise!" gritó Rias al ver a su interés amoroso ser golpeado de esa manera. Mostrando una cara de ira absoluta, pues no solo vio que golpeaban a su querido peón, sino tambien vio como sus dos caballeros eran golpeados, ella conjuró el poder de la destrucción y estuvo a punto de dispararle a Marcus una bola de poder demoniaco del tamaño de una pelota de playa, pero este hizo lo mismo que antes y cuando Rias vio a las dos pequeñas se detuvo en seco.
"Ja, ja… parece que no pueden hacer nada. Pero no solo eso, sino que se atrevieron a desobedecerme, así que creo que matare a la kitsune, después de todo, no la necesitamos para nuestros planes." dijo Marcus con una sonrisa macabra en el rostro mientras comenzaba a asfixiar a la pequeña Kits une, la cual comenzó a mover sus piernas y manos de manera desesperada. La pequeña logró poner sus manos en el brazo de Marcus, pero no pudo hacer nada más, pues sentía que les faltaba aire a sus pulmones, lo que impidió que tuviese la fuerza necesaria para liberarse.
"¡Kunou-chan!" gritaron en conjunto todos, incluyendo Kiba, Xenovia e Issei, los cuales se levantaron y vieron lo que pasaba.
"¡Maldito bastardo!" gritó Issei mientras se levantaba y traba de cargar contra él, pero cuando lo hizo, vio como Marcus ponía a Marie como escudo humano. Al ver aquello, el demonio se sintió atado de manos de nuevo, pues si atacaba podrían perder tanto a Marie como a Kunou, pero si no hacía nada, la hija de Yasaka moriría.
'N-no puedo r-respirar… Hahaue… ayúdame…' Pensó con pánico Kunou mientras sentía que su mente se desvanecía. Sintiendo una gran desesperación por su más que segura muerte, la pequeña comenzó a derramar lágrimas de impotencia y miedo, y mientras lo hacía, su mente, en un esfuerzo desesperado, lanzó un último ruego a una persona a la cual nunca conoció. 'Chichiue… sálvame…'
"¡Ja, ja, ja! ¡Me pregunto qué pasará primero! ¡¿morirá de asfixia o terminare rompiendo su cuello?!" gritó con júbilo Marcus mientras miraba como sus enemigos se retorcían de ira e impotencia al no poder atacarlo. "¡Ja, ja! Ahora verán que nunca debie-"
Los demonios e Irina miraron con asombró como Marcus comenzaba a ser levantado lentamente del suelo. El rostro del "exorcista" comenzó a ponerse azul, provocando que este soltara a sus rehenes.
"¡Kunou-chan! / ¡Marie-chan!" fue el grito colectivo de todos al ver como ambas niñas caían al suelo, pero en ese momento vieron algo que les sorprendió completamente, pues sobre Marcus apareció una esfera dorada, la cual hizo que Marie y Kunou flotaran, evitando así golpear el suelo.
Los presentes miraron con sorpresa aquello, sin entender que sucedía, pero un segundo después, vieron una especie de cúpula de sombra desintegrarse a espaldas de Marcus, de la cual escucharon una voz que los dejó helados por completo. Esto debido a que dicha voz contenía una cantidad de malicia e ira que era palpable, la cual lanzó escalofríos por sus cuerpos.
"Parece que has estado tratando con cariño a mis hijas… Asi que, voy a devolverte ese favor…"
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y aquí esta el capitulo 62…. Y lo primero que decir es que este capitulo se me hizo difícil de escribir, ya que he estado super corto de tiempo, por eso es por lo que he demorado 3 semanas en escribirlo y dejarlo mas o menos decente (Para mis estándares). XD
Bueno, dejando eso de lado, vemos que la cosa se ha calentado… tenemos híbridos artificiales, en próximos capítulos explicare como es que se crean estos tipos, tambien vemos que todo esto fue planeado por Walburga… o al menos eso cree ella, pero Marcus parece indicar que no es asi XD.
Tambien tenemos la llegada del Dovahkiin, por lo que el próximo capitulo veremos una masacre en todas las palabras…
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
