Descargo de responsabilidad: Ni High School DxD ni Elder Scrolls me pertenece, todos los derechos a sus respectivos dueños.
Capítulo 64
—Los reinos de bolsillo son muy peculiares, tienen sus propias reglas y algunos pueden simular las condiciones de Nirm, pero nunca serán iguales —
Tolfdir a Edzard cuando este era estudiante en Hibernalia.
¡BOOOMMMM!
"¡Corran!"
"¡Sálvense quien pueda!"
La explosión generada por varios hechizos elementales provocó que varias partes de la base enemiga fuesen destruidas, lo que a su vez conllevó que varios de los exorcistas que estaban en este lugar, salieran corriendo, pues habían visto como varios de sus miembros eran aniquilados por esos ataques. Aquellos ataques eran desatados por una mujer hermosa, con cabello rubio largo y ojos azul zafiro, cuya vestimenta consistía en túnicas estándares de mago con capucha. El nombre de esta mujer era Lavinia Reni, una de las mejores magas humanas vivas y miembro del equipo Slash Dog.
"Oh, no, no lo harán." Dijo Lavinia mientras movía su mano y gritaba. "¡Hazlo!"
Tras aquel gritó, a las espaldas de Lavinia, apareció una enorme muñeca de tres metros de alto, la cual era el sacred gear de Lavinia. Este era del tipo avatar independiente y su nombre era «Absolute Demise». Al oír la orden de su maestra, el avatar del sacred gear no perdió tiempo y genero una ola de hielo, la cual terminó congelando a todos los exorcistas que escapaban.
Tras ver el grupo de paletas vivientes, Lavinia miró hacia un lado y vio a sus dos compañeros de equipo, los cuales estaban acabando con casi todos los enemigos que quedaban allí vivos. Si bien el equipo tenía más miembros, el resto estaba revisando el resto de la base, mientras que ellos se habían dirigido para acabar con los lideres de esta base. El equipo había sido enviado a México para tratar con la base enemiga que aquí estaba ubicada, mientras tanto, los Youkai habían sido enviados al Líbano, los Saints Brave habían sido enviados a Perú, las valquirias habían sido enviadas a Rusia y finalmente, los dos miembros de la nobleza de Lucifer fueron enviados a la última base enemiga.
"Parece que ya hemos terminado." Dijo una voz masculina, la cual provenía del lado derecho de Lavinia.
Al oír la voz que se aceraba a ella, la maestra de Aika miró hacia ese lado y sonrió al ver a su compañero de equipo. La persona que le hablaba era un joven de unos veintitantos años, cuyo nombre era el de Tobio Ikuse. La apariencia del joven actualmente era la de su balance breaker, llamado «Night Celestial Slash Dogs», el cual era el balance breaker del sacred gear llamado «Canis Lykaon». Este balance breaker le daba a Tobio la apariencia de un humanoide cubierto de oscuridad con seis colas, mientras a su lado estaba un sabueso de gran tamaño, dicho sabueso era el avatar del sacred gear, a quien Tobio había llamado Jin.
"Si, Tobi, y veo que el resto tambien."
"Si, la verdad no fue muy complicado, pero nos hemos dado cuenta de que la niña no está aquí." Dijo Tobio mientras desactivaba su balance breaker, lo que hizo que las sombras se replegaran y mostraran la verdadera apariencia de Tobio. La apariencia de Tobio era la de un guapo joven de cabello corto color negro y ojos gris pálido. Su vestimenta consistía en un traje de combate negro junto con un abrigo negro. Al lado de Tobio, Jin tambien dejo de estar cubierto por las sombras, lo que permitió que el avatar del sacred gear volviera a la forma en que la gente solía verlo normalmente, la cual era la de un perro de gran tamaño de color negro con ojos de color rojo.
"Suenas preocupado." Dijo una nueva voz, la cual pertenecía a una mujer.
Los dos miembros del equipo Slash dog, o como Edzard le decía de manera amigable, el equipo del perro mojado, miraron hacia el origen de la voz y vieron a su otra compañera de equipo. La dueña de la voz se llamaba Shigune Nanadaru y era una miembro del equipo Slash Dog. La apariencia de Shigune es la de una hermosa joven birracial de ascendencia japonesa y europea, ella tiene el pelo largo y rubio que está atado con cintas y atado en una trenza que se parece mucho a una corona, sus ojos son heterocromáticos con un ojo derecho azul y un ojo izquierdo negro. La joven llevaba un uniforme de batalla color negro.
"Lo estoy, tu no has visto al padre de la niña secuestrada." Dijo Tobio mientras miraba a su amiga. "Es agradable mientras esta de buen humor, pero nunca lo he visto bajar su guardia incluso en las reuniones que tiene con Azazel, quien se supone es su amigo."
Las palabras de Tobio hicieron que las mujeres se sorprendieran, pues esta revelaba que el chico no parecía sentirse cómodo con el líder caído o a menos no consideraba sus reuniones un lugar seguro.
"Eso es…" comenzó a comentar Shigune, para ser interrumpida por Lavinia, quien dijo algunas palabras.
"¿Perturbador?"
"Yo diría, raro, pero comprensible."
"En serio, ¿Por qué?" preguntó Lavinia.
"Estamos hablando de Azazel, nuca sabes cuando hará algo loco ese caído." Respondió Tobio con una sonrisa incomoda, recordando como en algunos casos los miembros de Grigori terminaban siendo sujetos de prueba no voluntarios en algunos experimentos no letales de Azazel.
"Si lo vemos de esa manera, si, es más que obvio porque el chico nunca bajaría la guardia estando con Azazel." Comentó Shigune con una sonrisa.
Aquella sonrisa hizo sonreír a Tobio y a Lavinia por unos momentos, para luego dar paso a rostros de seriedad.
"¿Cómo creen que les esté yendo a los otros grupos?" preguntó Tobio.
"Supongo que igual que a nosotros." Respondió Shigune rápidamente. "A igual que nosotros, los integrantes de los otros grupos enviados no son débiles, son muy fuertes."
"Así es." Dijo Lavinia, quien comenzó a caminar por el lugar, teniendo como objetivo la mesa donde habían estado antes los exorcistas. Cuando estuvo frente a la mesa, tocó el borde y frunció el ceño cuando vio algo inscrito allí.
"¿Lavinia?" preguntó Shigune al ver a su amiga con el ceño fruncido.
"Ya me parecía tan raro que no podamos comunicarnos con nadie. Este lugar está protegido no por una, sino por cinco barreras de máxima de seguridad, no solo para prevenir teletransportaciones externas, sino tambien tiene otro tipo de seguridad como evitar la comunicación con círculos mágicos no autorizados."
"Eso no suena nada fuera de lo normal en las bases enemigas en las que hemos estado en el pasado." Comenzó Tobio mientras caminaba hacia la mesa.
"Eso sería cierto, pero hay algo más en estos círculos mágicos." Comentó Lavinia, la cual comenzó a examinar el circulo mágico. Y mientras más lo hacía más se iba dando cuenta de lo que había tras esos círculos, si bien eso fue sorprendente, fue ver quien era la persona tras esos círculos lo que la dejó completamente asombrada.
"¿Qué sucede Lavinia?" preguntó Tobio al ver que el normalmente alegre rostro de su amiga se agriaba como si hubiese chupado un limón en mal estado.
"Este círculo mágico ha sido creado por Walburga." Respondió Lavinia, dejando en shock a los otros dos miembros del equipo Slash Dog.
"E-estás segura?" preguntó Shigune una vez que salió del estado de shock.
"Si, reconocería el estilo de magia que se ha usado para formar esto en cualquier lugar."
"Tenemos que avisar rápidamente a los otros grupos, puede que esa loca está en alguna de las bases." Dijo Tobio mientras miraba a sus amigas.
"Si, debemos de salir de este lugar de inmediato para informar a la base central." Dijo Shigune de manera seria mientras comenzaba a salir del lugar.
"Si/Ok." Respondieron Tobio y Lavinia mientras salían del lugar siendo seguidos de cerca por Jin.
El viento sopló, provocando que el cabello de todos los miembros del equipo de Vali que estaban fuera de la cueva que era su escondite temporal se meciera. Los ojos de todos los miembros se miraban entre sí, provocando que el ambiente se tense un poco. Sin embargo, para la fortuna de todos, aquel ambiente cambio rápidamente cuando Vali le respondió la pregunta que el Lilmothiit había hecho.
"Como ves, estamos siendo atacados por unos magos de tercera."
"Si, eso lo veo... pero ¿Por qué?"
"No lo sabemos." respondió Arthur, acercándose a Zakir. "habíamos planeado capturar a uno de los enemigos para sacarle la información del ataque."
"Ya veo... supongo que eso ahora no será posible..." comentó Zakir con algo de... ¿Lastima? En su tono de voz.
La forma en como el zorro humanoide hablaba provocó que los que lo oyeron se sintieran confundidos, pues no era para nada normal que él se disculpara.
"... Zakir... se... ha... ¿disculpado?" preguntó Kuroka, la cual por la sorpresa de haber oído a al héroe de la guerra de los tres estandartes disculparse, no usó su icónico tic verbal.
"Eso... Eso parece..." dijo Bikou, el cual por la sorpresa de eso había dejado caer su bastón al suelo, mientras sus ojos se abrían como platos.
Las reacciones de los otros dos miembros del equipo de Vali fueron solo mirar con sorpresa a Zakir, el cual comenzó a enojarse por cómo lo miraban.
"Si siguen mirándome de esa manera, enviare sus mentes a un infierno de dolor tan grande que hará que sus pesadillas sean los sueños más hermosos que han tenido en toda su vida."
Las nuevas palabras de Zakir provocaron que todos parpadearon y temblaran ligeramente, ya que sabían que el Lilmothiit era capaz de cumplir con sus amenazas, por lo que no deseando saber si podía cumplir aquello, cada uno de ellos dejó de pensar en la forma en como había hablado previamente. Afortunadamente, para ellos, antes de que alguien pudiese volver a hablar, el terreno tembló y el cielo volvió a iluminarse, llamando la atención de todos ellos.
Los presentes en aquel lugar levantaron sus cabezas y miraron al cielo, viendo como un nuevo circulo mágico aparecía. De aquel circulo aparecieron varios círculos pequeños, de los cuales surgían varias figuras encapuchadas, las cuales obviamente eran magos de Nilhrem.
"Parece que las cosas están por mejorar." dijo Zakir colocando una sonrisa bestial en su rostro mientras dos espadas aparecían en sus manos. "Espero que puedan seguirme el ritmo, mocosos."
Las palabras de Zakir fueron más un desafío que un insulto, por lo que cuando los miembros del equipo de Vali entendieron el significado de estas, rápidamente sonrieron mientras se preparaban para la batalla que tendrían, una batalla que no parecía para nada complicada.
"Empecemos." dijo Zakir mientras flexionaba sus piernas ligeramente, para luego dar un poderoso salto.
El resto de los miembros del equipo de Vali hicieron sus propios movimientos, tomando vuelo aquellos que podían y aquellos que no, solo se quedaron en el suelo, esperando su momento para atacar a cualquier enemigo que fuera tan estúpido como para atreverse a bajar lo suficiente como para entrar en sus rangos de ataque.
Los ojos de Gorou y de Miki Hyoudou comenzaron a abrirse lentamente, permitiéndoles tener una vista desenfocada de lo que sea que pasara a su alrededor.
"Anatta..." dijo Miki cuando su vista volvió a la normalidad y pudo ver a su esposo, el cual estaba apoyado en una pared al lado de ella.
El padre de Issei no respondió de manera inmediata a las palabras de su esposa, sino que primero se llevó una mano a la cabeza y se dio un pequeño masaje allí, pues sentía que la cabeza le explotaría en cualquier momento. El dolor que sentía era similar al que tendría cualquier persona con resaca tras varias horas de bebida sin control. Sin embargo, el padre de Issei sabía que no había estado tomando nada de alcohol, ya que había ido a comprar un poco de víveres para la casa cuando aparecieron esos sujetos. Tras recordar a los sujetos que los interceptaron cuando salían de la tienda de conveniencia, Gorou rápidamente se sintió preocupado por su esposa, por lo que, presa del pánico, comenzó a mirar a los lados y asintió que el alma volvía a su cuerpo cuando la vio, allí sentada a su lado. Los ojos de su esposa estaban enfocados en él, mostrando mucha preocupación.
"¿Estas bien, cariño?" preguntó Gorou mientras se acercaba a su esposa.
"Si, ¿y tú?"
"Tambien, solo tengo un ligero dolor en la cabeza." respondió Gorou mientras se frotaba el lugar que le dolía. "¿Sabes dónde estamos?"
"No, lo único que recuerdo fue a esos sujetos encapuchados que nos atacaron cuando salimos de la tienda."
"Yo igual-" las palabras que estaba por decir Gorou murieron en su garganta cuando miró al cielo y vio con asombro como parecía que había una especie de remolino de color azul por encima de su cabeza.
Los ojos del padre de Issei se abrieron en total shock, provocando que su esposa se preocupara y terminara por mirar hacia el mismo lugar que él. Al momento en que Miki miró hacia ese lugar, tambien se asombró, pues tambien vio aquel remolino.
La mente de ambos humanos estaba en completo shock, pues no entendían que sucedía. En un inicio pensaron que se trataba de una ilusión, por lo que rápidamente sacudieron sus cabezas, pero para su total sorpresa, aquella imagen no se desvanecía.
"A-a-anata... ¿Qué? ¿Qué está pasando aquí?" preguntó Miki mientras miraba con terror aquel remolino, pero su miedo creció aún más cuando miró al frente y se dio cuenta que estaban en una especie de plataforma, la cual tenía la misma forma que los suelos de los castillos medievales, pero eso no era lo sorprendente, sino que lo sorprendente era que no había paredes, sino que aquel lugar se expandía hasta donde daba la vista.
"N-no... lo sé..." respondió Gorou mientras miraba el lugar con tanto pánico como su esposa. Sin embargo, antes de que el pánico que estaba sintiendo aumentara, un peculiar sonido llegó a sus oídos. Levantando la cabeza, él reconoció ese sonido como el sonido que hacían algunas peleas callejeras.
"¿Que está pasando?" preguntó Miki mientras miraba hacia donde era el posible lugar de origen de esos sonidos.
"No lo sé, pero por el sonido es más que obvio que hay una pelea callejera por allí." respondió Gorou mientras se levantaba lentamente. Cuando estuvo de pie, le tendió una mano a su esposa. "No sé qué está pasando, pero si mal no recuerdo en todas las películas de acción, nunca es bueno quedarse en un solo lugar. Debemos de buscar la salida de este lugar."
Al oír las palabras de su esposo, Miki asintió y tomado la mano ofrecida, se levantó de donde estaba sentada. Al estar de pie, puso una sonrisa y mirando a su esposo le sonrió antes de hablar. "Vamos."
Al oír las palabras de su esposa, Gorou asintió y sin perder tiempo comenzó a caminar por el lugar, siguiendo el sonido que llegaba. Para su buena, o mejor dicho mala suerte, llegaron rápidamente hacia donde estaba el origen del sonido y lo que vieron allí, destruyó por completo lo que pensaban de su hijo, pero no solo de él, sino tambien de sus amigos. Esto se debía a que los sonidos de la pelea eran de un combate donde se estaban enfrascando varios sujetos, los cuales lanzaban bolas de fuego de sus manos, relámpagos y picos de hielo a Edzard, el cual esquivaba todos los ataques de una manera más que sorprendente para los ojos mortales de los padres de Issei.
"¿Que está pasando...?" preguntó Miki mientras miraba con horror como Edzard usaba una espada para detener los ataques de tres sujetos, los cuales usaban espadas de aspecto tenebroso de color purpura algo traslucidas.
"No lo sé-" las palabras del patriarca de los Hyoudou murieron en su boca cuando desvío la mirada al costado y miro a su hijo, el cual llevaba un guantelete carmesí con detalles dorados en la mano izquierda, el cual tenía una gema verde en el centro del lado dorsal del guantelete.
Al ver a su hijo, se dieron cuenta de que no estaba solo, sino que allí restaban todas las mujeres que solían estar con él, pero a la distancia tambien pudieron ver algo, vieron que Xenovia e Irina llevaban en sus brazos dos pequeños cuerpos.
Al ver aquello, una parte de ellos, la cual no entendía que pasaba, comenzó a hacer que sus mentes comenzaran a pensar en que podría estar pasando, pero antes de que hagan algo, todo el lugar tembló cuando los hechizos de Edzard y sus enemigos colisionaron, provocando una gran explosión, la cual alcanzó la barrera, causando que el lugar que estaba dentro de este se zarandeara, pero para fortuna y desconocimiento de los que estaban dentro de la barrera, esta había logrado suprimir gran parte del poder de la explosión. Sin embargo, el movimiento aun pudo hacer que los padres de Issei tropezaran y cayeran al suelo, provocando que la madre de Issei soltase un pequeño gritó, el cual llamó la atención del ORC.
Issei y el resto del ORC se encontraba mirando fijamente la batalla que se llevaba a cabo frente a sus ojos, mirando con total asombro como esta transcurría de manera muy diferente a lo que se imaginaron, pues para su total sorpresa, podían ver la batalla de manera clara, algo que no comprendían, pues era más que obvio que tanto Edzard como los "exorcistas" estaban que luchaban desplegando una gran cantidad de habilidad físicas.
"¿Que está pasando?" preguntó Issei con asombro, pues no entendía como podía ver el transcurso de la batalla de manera tan clara.
"N-n-no lo sé..." respondió de manera rápida y simple Rias, quien, pese a que era muy conocedora del mundo sobrenatural, no sabía que estaba pasando. Tras aquellas palabras, ella giró la cabeza y miró a sus sirvientes y a Irina. Los miembros del ORC vieron que Rias los miraba y comprendieron que es lo que ella deseaba saber, por lo que al estar en el mismo estado que ella, dieron como respuesta una negativa, la cual provocó que Rias soltara un suspiro.
Sin embargo, pese a que todos habían dado una respuesta negativa a la pregunta de Rias, Ravel miraba con intensidad lo que sucedía fuera de la barrera que los mantenía aislados de la batalla. Una parte de ella estaba molesta por ser tratada de esta manera, pero otra estaba agradecida de no luchar por el momento, ya que algo raro estaba pasando por fuera de la barrera.
'La batalla transcurre de manera anormal fuera de esta barrera, no solo por los movimientos, sino tambien por el poder que ellos desatan en sus hechizos.' pensó Ravel, la cual sintió un escalofrió recorrer su cuerpo al recordar la batalla que habían tenido con el grupo de Edzard, pues el sabor de la derrota la había dejado con un deseo de revanchismo muy grande, por lo que pidió los videos de todas las batallas y las había estado examinando en secreto, tratando de hallar una forma de derrotarles, para de esa manera volver a retarles y esta vez ganarles. Fue el recuerdo de lo que había estado haciendo tras su derrota en aquel Rating game que ella entendió o al menos pudo teorizar que estaba pasando fuera de la barrera.
"Otras reglas..." dijo Ravel con un tono de voz baja, pero lo suficientemente alto como para ser escuchados por sus amigos, los cuales rápidamente giraron sus cabezas y posaron su vista en ella, provocando que la joven demonio se sobresaltar ligeramente.
"¿Qué has dicho, Ravel-chan?" preguntó Rais, mirando a su obispo. "¿Sabes que está pasando?"
"No del todo, pero tengo una teoría..." respondió Ravel con un poco de nerviosismo.
"¿Cual?" preguntó Xenovia, la cual tenía en sus brazos a Marie y junto a ella estaba Irina, quien tenía en sus brazos a Kunou.
"Todos saben que nuestro mundo tiene sus propias reglas, ¿verdad?" preguntó Ravel, provocando que Rias y Akeno asintieran, pues ellas sabían de ello.
"¿Reglas del mundo?" preguntó Issei con confusión, pues nunca había escuchado de aquello. "¿Qué es eso?"
La pregunta de Issei provocó que Rias lo mirara y tras recordar que nunca le había dicho de ello, comenzó a explicarle lo que eran las reglas del mundo. "Ise, las reglas del mundo son una forma de llamar a las características que posee un mundo. En otras palabras, es una forma algo coloquial de mencionar las características propias de un lugar o plano, tales como gravedad, tipo de viento, contenido de oxígeno, capacidad de poder que se puede desplegar y como este se manifiesta en aquel terreno... ¿Entendiste?"
"Un poco, pero no entiendo que tiene que ver eso con la batalla que esta sucediendo tras la barrera."
"Issei-sama." llamó Ravel, provocando que Issei y el resto la mirasen. "Al parecer el ambiente fuera de la barrera ha cambiado drásticamente, por eso podemos verlos luchar, algo que por experiencia sabemos que no podemos hacer con facilidad, ya que el poder que posee Edzard-sama es mucho mayor al nuestro y por lo que podemos ver en sus facciones el esta que se esfuerza algo en la batalla, por lo que debería-"
"Debería de ser más rápido al moverse y sus hechizos deberían de ser más poderosos." dijo Akeno, terminando la oración por Ravel.
"Ya veo..." dijo Issei, entendiendo algo de lo que pasaba. Tras aquellas palabras, el Sekiryuutei estaba por decir algo más, pero sus palabras murieron cuando la barrera se zarandeó, provocando un pequeño movimiento en el interior, lo que hizo que el ORC se tambalee un poco.
Mientras estaban estabilizándose, oyeron un grito, el cual llamó su atención de manera instantánea.
El grito era de una mujer, lo que llamó la atención de los presentes, quienes miraron hacia donde se originaba el grito. Al posar su vista en aquel lugar, vieron con asombro como la dueña del grito había sido la madre de Issei, la cual se había tropezado.
"¡Kaa-san!" gritó Issei al ver a su madre caer al suelo. Cuando el lugar dejó de temblar, rápidamente se dirigió hacia ella, siendo seguida por sus amigos, quienes tambien estaban preocupados por lo que estaba pasando.
Cuando Issei llegó al lado de su madre, vio que esta no estaba herida, lo que provocó que Issei y compañía soltaran un suspiro, para luego poner caras de terror cuando se dieron cuenta de algo... Los padres de Issei acababan de despertar y era más que obvio que acababan de ver lo que pasaba fuera de la barrera. Asi que, este hecho hizo que el ORC al completo comenzara a sentirse en pánico, ya que no sabían cómo explicar lo que pasaba en este lugar.
"Issei... ¿Qué está pasando?" preguntó Miki, provocando que gotas de sudor comenzaran a formarse en la frente de Issei, y no solo de él, ya que Rias también estaba que se ponía nerviosa.
"..." la primera respuesta de Issei fue el silencio, ya que no sabía cómo les explicaría a sus padres lo que estaba pasando. De hecho, algo primal comenzó a aflorar en el Sekiryuutei y eso fue el miedo, el miedo al rechazo de sus padres por el hecho de que ahora era un demonio. Aquel sentimiento hizo que Issei se volviera pálido, algo que fue notado por Rias, quien al ver a su amado peón en ese estado rápidamente decidió tomar una acción para salvarlo de este problema.
La heredera Gremory comenzó a mover una mano, dispuesta a usar magia para dormir a los padres de Issei. La acción de la pelirroja fue vista por los padres de Issei, quienes la miraron con confusión, pero antes de que siquiera puedan decir algo, sus parpados se sintieron pesados y en menos de un segundo después de ese sentimiento, habían caído en un profundo sueño.
Los cuerpos de Miki y Gorou Hyoudou se desplomaron, pero nunca tocaron el suelo, pues fueron atrapados por Issei y por Kiba, quienes se habían movido rápidamente para atraparlos.
"¿Buchou?" preguntó Issei mientras miraba a Rias, esperando que ella le responda que había hecho con sus padres.
"Tranquilo, Ise. Solo los dormí." respondió la pelirroja de manera tranquila, dándole una sonrisa a Issei. "No podemos borrarles la memoria en medio de un campo de batalla, para eso necesitamos estar en un lugar más tranquilo. Cuando esto termine, les borraremos la memoria de lo que paso hoy."
La respuesta de Rias hizo que el demonio soltase un suspiro de tranquilidad, para luego posar la vista en sus progenitores. Una parte de él deseaba que ellos lo supieran todo, pero otra no... afortunadamente, aún tenía algo de tiempo para decidirlo. Asi que, negando con la cabeza, miró hacia el combate que estaba sucediendo fuera de la barrera y esperó a que su amigo terminara con todo pronto.
Los ojos de Edzard se movían con rapidez, siguiendo los movimientos que sus enemigos hacían a su alrededor en un intento estúpido de confundirlo y crear aberturas en su guardia, algo que era muy difícil para muchos seres, y ellos no iban hacer la excepción. Sin embargo, pese a que sus ojos seguían los pasos de sus enemigos, la mente de Edzard estaba dividida en dos en estos momentos, ya que no solo estaba luchando, sino que tambien estaba analizando lo que ocurría a su alrededor.
'El peso de las armas, la forma en como fluye mi Magicka y en cómo se comportan los hechizos es muy diferente a como lo hacen normalmente.' pensó Edzard mientras se agachaba y rodaba por el suelo, esquivando de esa manera el ataque de uno de sus enemigos, el cual había intentado cortarlo de manera horizontal. La espada vinculada pasó por escasos centímetros de la cabeza del exgeneral imperial, lo que demostraba la habilidad con las armas de estos sujetos.
Si bien la habilidad que ellos estaban mostrando era más que digna de alabanza, para Edzard no era casi nada nuevo, ya que desde que había llegado a este lugar se había enfrentado a algunos espadachines más que aceptables, de hecho, él sabía que de no ser por la habilidad que heredó de su antepasado le habría sido un poco más difícil adaptarse a la forma en como luchaban en la tierra. Sin embargo, para la mala fortuna de todos sus enemigos los reflejos que había heredado lo convertían en el peor enemigo para luchadores de cuerpo a cuerpo.
Tras esquivar el ataque enemigo, Edzard rápidamente se reincorporó de un salto y mientras estaba en el aire, cambio el agarre de su espada tomándola con un agarre inverso. Al momento en que sus pies volvieron a tocar el suelo, rápidamente dio un salto y mientras lo hacía, giraba sobre su propio eje, provocando que la espada se moviera como un pequeño remolino, con el cual atacó a uno de los "exorcistas". La forma poco ortodoxa del ataque que usó provocó que el enemigo al cual iba dirigido no pudiera reaccionar del todo bien, recibiendo el ataque de manera directa. Sin embargo, pese a que el ataque fue directo, este no logró atravesar la carne de su enemigo, pues este estaba protegido por una armadura mágica.
Al momento en que la espada de Edzard impactó en la carne, este vio como la hoja de acero terrícola no pudo atravesar la armadura mágica. La espada rebotó de manera algo patética cuando impactó en la armadura, algo que hizo que Edzard frunciera el ceño. Al momento en que aquel ataque terminó, el no perdió tiempo y cuando volvió a tocar el suelo, dio un salto hacia atrás.
"¡Ja, ja, ja! ¡Parece que tu patético juguete no puede atravesar los hechizos que nos protegen!" gritó Marcus con diversión mientras miraba como los ataques de Edzard fallaban.
La voz del "sacerdote" solo irritó más a Edzard, el cual, pese a querer destriparlos a todos como a un pez, quería descubrir que tanta capacidad ofensiva tenían estos sujetos, pues era más que obvio que eran una especie de híbridos artificiales entre Nirmnianos y terrícolas.
Los ojos de Edzard se movieron en dos direcciones y rápidamente movió la mano con la que usaba la espada y con movimiento muy fluido, levantó la espada y con ello detuvo dos ataques de dos de sus enemigos.
'Su velocidad es buena, estoy seguro de que están por lo menos a la par que algunos soldados o mercenarios bien entrenados,' pensó Edzard mientras usaba un poco de fuerza para mantener a raya los forcejeos de sus enemigos. 'La fuerza que muestran no es desdeñable para nada, de hecho, es más que obvio que están usando más fuerza que Aika, pero menos fuerza que Asia... aunque-'
Los pensamientos de Edzard se vieron interrumpidos cuando este se vio forzado mover su espada y dar un salto hacia atrás, pues los enemigos restantes que le quedaban comenzaron a juntar una cantidad más que considerable de Magicka. Asi que, no queriendo quedar atrapado por mantenerse forcejeando con dos "exorcistas", Edzard rápidamente bajó su espada de tal forma que la gurda del arma chocó con las hojas de las espadas vinculadas enemigas, provocando que estas cayeran al suelo, desorientando y desequilibrando temporalmente a sus portadores.
Al momento en que Edzard estuvo en el aire, los "exorcistas" lanzaron sus hechizos, los cuales fueron relámpagos, los cuales se dirigieron rápidamente contra Edzard, el cual al verlos llegar movió su mano libre y creó una custodia para protegerse.
La custodia de Edzard recibió el impacto de los hechizos, logrando detenerlos fácilmente, pero aquel ataque había sido más que esclarecedor para Edzard, el cual pudo entre ver el nivel de amenaza mágica que eran estos sujetos. Así que, cuando cayó al, suelo, el ex Heraldo de los Compañeros tomó un poco de aire y tras eso, decidió descartar su arma actual, pues era más que obvio que el acero terrícola no haría nada para penetrar la armadura mágica de sus oponentes.
La acción de Edzard de tirar su espada a un lado, provocó que sus enemigos, en especial Marcus, miraran con sorpresa y confusión a Edzard, pues no sabían que estaba pasando por la cabeza del hijo de Akatosh.
"¿Qué planeas?" preguntó en un susurro Marcus, el cual miraba con los ojos entrecerrados las acciones del hijo de Akatosh.
Al momento en que Edzard dejó caer su espada regular, convocó un portal purpura del cual surgió la empuñadura de una espada. Dicha empuñadura era del tamaño que tendría una espada de una mano, siendo completamente simple en diseño, es decir, solo era una simple empuñadura de madera de roble cubierta con tiras de cuero negro. Al ver el mango de su nueva arma, Edzard la tomó y con un movimiento completamente fluido, sacó el arma del portal. El arma que apareció ante los ojos de todos los que podían verla era un arma un tanto extraña, ya que no parecía ser una espada normal. La dimensión del arma era de unos sesenta centímetros, teniendo una hoja de un solo filo, la cual era curva y tenía la forma de una hoz. La hoja que surgía de la empuñadura era recta por unos pocos centímetros, para luego dar paso a la curva, la cual no era muy pronunciada. El color de la hoja era tan negra como la noche, lo que indicaba que era un arma hecha con ébano.
'Es la primera vez que usare esta arma desde que la forje.' pensó Edzard mientras miraba el arma que había hecho. El arma en si era una réplica de un arma usada en el antiguo Egipto y cuyo nombre era Khopesh. Esta arma había sido creada por Edzard como parte de sus estudios de las armas de este mundo, ya que si había algo que le gustaba al último Dovahkiin era investigar y forjar armas, sobre todo aquellas que significaban un reto para sus habilidades como herrero y hasta ahora no había podido encontrar muchos retos en las diferentes armas que había visto en el mundo de Draconic Deus, pero esta arma había sido diferente a otras, esta arma le había causado algunos problemas, sobre todo al momento en encontrar el equilibrio perfecto, por lo que estuvo forjándola por más de tres veces y este era el resultado final.
Balanceando de manera fluida su arma, Edzard tomó una postura de lucha y mirando a sus enemigos, suspiró, dejando de lado el control de sus emociones, con el cual había estado examinando las habilidades y el potencial de sus enemigos... ahora que ya había podido aprender todo lo que podía durante aquellos pequeños intercambios de golpes, Edzard comenzó a dejar fluir la ira que había reprimido, toda la ira que sintió al ver como sus dos hijas eran usadas como escudos de carne, el saber que su amada esposa y que sus amantes habían sido forzadas a luchar cuando deberían de estar pasando un buen momento pensando en la fiesta del cumpleaños de Marie. Aquella ira hizo que su cuerpo se sintiera completamente ligero, más de lo normal, así que, mirando al frente esperó para dar el primer paso.
Los ojos de los "exorcistas" estaban completamente fijos en Edzard, mirándolo de manera analítica, tratando de ver alguna apertura, pero al no ver ninguna, se miraron entre sí y salieron disparados contra el hijo de Akatosh, esperando crear una apertura para poder derrotarle.
Los "exorcistas" se movieron rápidamente, corriendo y acortando la distancia que los separaban de Edzard. Todos se movieron de manera sincronizada, comenzando a moverse de tal manera que terminarían rodeando a Edzard, el cual no se movía de su lugar.
Cuando los "exorcistas" lograron rodear a Edzard, rápidamente se lanzaron contra el con las armas levantadas, en un claro intentó de matarlo. El primero en llegar a estar a escasos metros de Edzard al ver que él no se movía a pesar de su cercanía, movió su arma rápidamente, tratando de tomarlo por sorpresa. El movimiento asignado para ello fue un simple balanceo horizontal, el cual iba impulsado por la velocidad a la aquel "exorcista" se había movido.
La hoja de la espada vinculada se acercaba peligrosamente a la cabeza de Edzard, pero antes de que esta lograra impactar en su carne, este rápidamente movió su arma, parando en secó el golpe.
"Ese fue un ataque muy débil." susurró Edzard, el cual, tras detener el ataque de su enemigo, rápidamente movió su Khopesh de tal manera que la esquina donde se unía el borde curvo de la hoja con el lado recto atrapó el filo de la espada enemiga, y tras un movimiento brusco, Edzard rápidamente bajó el arma enemiga, dejando al "exorcista" desprotegido. Tras aquel movimiento, Edzard movió su muñeca rápidamente, liberando el arma enemiga de su khopesh, para luego levantar su arma y lanzar un potente corte vertical descendente.
El arma de Edzard descendió de manera rápida, logrando impactar en el hombro derecho del "exorcista", pero a diferencia de la vez anterior, esta vez el filo del arma de Edzard atravesó la armadura mágica enemiga, logrando llegar a la carne. El filo de la khopesh se abrió paso por el cuerpo enemigo, cortando todo a su paso, tendones, musculo, hueso, vasos sanguíneos... no había nada que aquel filo no pudiera cortar, lo que terminó por dividir al "exorcista" en dos.
La acción de Edzard tomó por sorpresa a todos los que miraban la batalla, pues había matado a uno de sus enemigos en menos de un segundo y con un solo golpe. Sin embargo, eso no fue lo único que los asombraría en ese instante, pues tras la muerte de aquel "exorcista", uno de sus compañeros se coló por el lado de Edzard e intentó tomarlo por sorpresa, lanzándose con la clara intención de empalar al hijo de Akatosh por el costado derecho.
"Inútil..." susurró Edzard, el cual ya había visto a su enemigo y moviendo su mano izquierda, apunto con su palma extendida hacia su atacante. Concentrando de manera expresa todo el poder que podía, rápidamente usó un hechizo, el cual se llamaba «Explosión inmoladora». Este hechizo era un hechizo de destrucción de nivel maestro y era en esencia lo que su nombre decía, una enorme explosión de fuego.
¡BOOOMMM!
El enorme torrente de llamas que surgió de la mano de Edzard envolvió por completo al "exorcista", pero no solo eso, sino que tambien se llevó por delante a otros dos enemigos que estaban detrás del "exorcista" que intentaba atacarlo. El poder de las llamas desatadas era tal magnitud que las armaduras mágicas que llevaban poco pudieron hacer protegerlos, ya que el fuego mágico ardía a tal temperatura que quemó todo, carne, piel y huesos, pero no solo eso, sino que, al explosionar al final, los restos carbonizados de aquellos que habían sido atrapados en su interior fueron lanzados por todas partes.
Tras lanzar aquel hechizo, Edzard miró hacia su izquierda y vio como sus enemigos restantes de ese lado se habían paralizado de miedo, pues acaba de mostrar un despliegue de habilidad que de seguro no habían esperado, ya que el no solía hacer uso mucho de esos hechizos. Al ver a sus enemigos en ese estado, Edzard no perdió tiempo y dando un paso al lado, rápidamente, gritó. "¡WULD!"
Ante los ojos de todos, Edzard apareció frente a otro de los "exorcistas", tomándolo por sorpresa, lo que hizo que no pudiese reaccionar cuando el exgeneral imperial moviera su mano hacia su rostro y usando dos de sus dedos, terminara incrustándoselos en sus cuencas oculares. Aquella acción del ex Archimago aplastó los ojos del "exorcista", provocando que este soltase un alarido de dolor tan atroz que envió escalofríos por las columnas de aquellos que presenciaron dicho acto. Sin embargo, pese a que lo que acaba de hacer era doloroso para su enemigo, Edzard no se detuvo allí, sino que, acumulando magia en aquella mano, liberó un potente hechizo de escarcha, el cual congeló el rostro del "exorcista". Finalmente, tras ver la cabeza de su enemigo convertida en un cubo de hielo, Edzard la aplastó, dejando caer el cadáver sin ceremonias al suelo.
Los enemigos restantes, incluido Marcus, comenzaron a temblar ligeramente de miedo al ver como Edzard se acercaba a ellos con pasos lentos, mientras dejaba que la hoja del Khopesh rozara con el suelo, generando un sonido agudo que aumentaba el pánico de todos los que lo oían.
"E-e-es... un monstruo..." susurró uno de los "exorcistas" que quedaban con vida al ver acercarse a Edzard.
"T-tenemos que salir de aquí." dijo otro mientras miraba a todos lados, tratando de hallar una salida de allí.
Mientras que los "exorcistas" comenzaban a desesperar por lo que sucedía, Marcus intentaba mantener la calma, pero era en vano. Él sabía el límite de sus habilidades y por mucho que quisiera negarlo, sabía que estaba muy por debajo de lo que podía hacer el monstruo que tenían frente a ellos. La mente del primer hibrido creado por Mannimarco iba a más de mil, lo que le impidió ver como Edzard se movió rápidamente y mató de manera brutal a los "exorcistas" restantes, desparramando sus vísceras y sus cuerpos cercenados por el lugar.
"Espero que estes listo, hijo de puta." dijo Edzard, sacando de sus pensamientos a Marcus.
Al momento en que Marcus oyó las palabras de Edzard, sintió que su cuerpo se helaba, ya que se dio cuenta de lo que había pasado. Sus ojos comenzaron a mirar a todo el lugar y pudo ver lo que quedaba de los "exorcistas" que habían sido enviados con él. El estómago de Marcus se sacudió cuando vio como estos habían sido descuartizados, pero a diferencia del primero en morir, estos últimos no habían sido asesinados con el Kopesh de Edzard, no, más bien parecía que el hijo de Akatosh usó sus propias manos para desgarrar el cuerpo de los exorcistas.
La brutal escena hizo que el poco valor o, mejor dicho, hizo que el adoctrinamiento que Mannimarco le había dado se esfumara, provocando que el miedo innato que poseen todas las razas se activara, haciendo que este comenzara a temer por su vida.
"P-por favor… no… no me mates…" tartamudeó Marcus mientras daba pasos hacia atrás, tratando de alejarse de Edzard, el cual se acercaba lentamente a el.
La mirada de Edzard era de completa ira al ver como el cobarde que se había atrevido a hacer sufrir a su familia rogaba por su vida. No había algo que el más detestara que la cobardía de personas que se atrevían a dañar a otros por placer y cuando veían que todo estaba en su contra, comenzaban a clamar piedad para salvar su pellejo. El asco que comenzó a sentir fue tal que decidió no usar el arma que tenía en su mano, no, incluso si los "exorcistas" que había matado antes habían estado aterrados, ninguno de ellos rogó por su vida como lo hizo esta basura. Asi que, des conjurando su arma, Edzard comenzó a ver el lugar, tratando de ver que podía usar para cumplir su promesa.
La psique de Marcus pareció calmarse cuando vio que Edzard descartaba su arma, dándole la impresión de que podría escapar de allí, por lo que, pensando rápidamente, el primer experimento "exitoso" de Mannimarco lanzó una bola de fuego directamente hacia Edzard.
La bola de fuego viajo rápidamente hacia Edzard, el cual no hizo nada para tratar de esquivarla, sino que simplemente dejó que le impactará, generando una explosión, la cual lo cubrió por completo.
Al ver la explosión que su ataque había creado, Marcus rápidamente sonrió, pero no se detuvo allí, sino que llevó su mano a su bolsillo, tratando de tomar el objeto que podría sacarlo de este lugar.
'Vamos, vamos, deprisa.' Pensaba Marcus mientras buscaba de manera desesperada lo que sea que lo sacaría de aquí. Sin embargo, estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que el fuego y el humo de la explosión de su ataque se extinguía mostrando que Edzard estaba allí parado, luciendo algunas heridas mientras un vórtice incoloro absorbía lo que quedaba de la explosión.
Los ojos de Edzard estaban enfocados en Marcus y al ver que este buscaba algo de manera desesperada, supo que el hijo de puta intentaba escapar, por lo que queriendo evitar que lo haga y deseando tomarlo por sorpresa, rápidamente abrió la boca y gritó. "¡WULD!"
El grito de Edzard hizo temblar el lugar, llamando la atención de Marcus, el cual miró al frente, solo para ver como la mano de Edzard aparecía en su campo de visión.
Edzard apareció frente a Marcus y tomando la cara de su enemigo, lo restringió mientras lanzaba a quemarropa el hechizo de disipar magia, ya que Marcus tenía una armadura mágica. Al instante en que la armadura mágica de Marcus se extinguió, Edzard no perdió tiempo y de dos rápidos movimientos, lanzó dos golpes directos a las rodillas de su enemigo.
¡Crac! ¡Crac!
El sonido repugnante de los huesos de las rodillas de Marcus siendo destrozadas por la fuerza del golpe de Edzard llenaron el lugar, solo para ser acompañados por otro sonido.
"¡AHHHHH!"
El gritó de dolor que soltó Marcus fue tan fuerte que de haber estado fuera de esta dimensión de bolsillo de seguro todos los que estaban en la fortaleza lo habrían escuchado.
Al oír como su enemigo gritaba, Edzard comenzó a sonreír de manera macabra mientras comenzaba la segunda fase de su plan. Reuniendo Magicka en su mano, desató uno de los pocos hechizos de magia de la mente que conocía.
La mano de Edzard comenzó a brillar de color azul pálido, mientras de esta surgían zarcillo en forma de pequeños tentáculos, los cuales comenzaron a introducirse en la cabeza de Marcus.
"¡ARGHHHH!" comenzó a gritar Marcus mientras los zarcillos comenzaban a ingresar a su cabeza, provocándole un dolor atroz, el cual comenzó a hacer que su cuerpo convulsionase.
El agarre de Edzard sobre la cabeza de Marcus se mantuvo firme pese a que el cuerpo del "sacerdote" se movía sin parar. La causa del dolor que estaba sintiendo Marcus era el hechizo que estaba usando Edzard. La magia de mente era una rama de magia Nirmniana muy peligrosa, ya que de no tener cuidado podrías causarle mucho daño a la psique del objetivo. Normalmente Edzard usaba esta magia haciendo uso de un gran y total control, para de esa manera disminuir el dolor de la víctima, pero en este caso, el no deseaba eso, no, el deseaba causarle daño y sufrimiento al hijo de puta que tenía agarrado del rostro con su mano. Por ello, estaba haciendo uso de la magia de la mente de manera muy brusca, lo que hacía que el literalmente estuviese violando la mente de Marcus.
Si bien el sufrimiento de Marcus debería de calmar la ira que estaba sintiendo, la verdad es que lo que estaba viendo dentro de los recuerdos del "sacerdote" solamente servían como combustible de lo que solo podía ser considerado una fría y helada ira, la cual comenzaba a extenderse por todo su ser. La ira aumentaba con cada segundo y por cada fragmento de recuerdo que observaba, lo que hizo que instintivamente comenzase a apretar con más fuerza la cabeza de Marcus, provocándole así más dolor aún.
Cuando finalmente terminó de ver todo lo que sabía el "sacerdote", Edzard miró al cielo de esta dimensión de bolsillo, porque si, él había confirmado que esta era una dimensión de bolsillo, la cual parecía imitar en cierto sentido de la palabra el ambiente de Nirm, pero parecía que no estaba completo. Tras pensar en ello, Edzard volvió su mirada a Marcus y vio como sus ojos estaban sin luz, signo inequívoco que su mente había sido destruida por completo.
"Había planeado hacerte un «águila de sangre» y desgarrar cada una de las fibras musculares de tu cuerpo con una daga mal afilada, para luego romper tus huesos y extraer tus pulmones con mis propias manos, pero el hechizo que usé para leer tus recuerdos ha destruido tu mente y por mucho que te torture ahora, no será lo mismo... así que, me encargare de que tu alma sufra por toda la eternidad como juguete de los amos ideales, pero antes te usare de batería para crear algún arma..." dijo Edzard mientras su mano derecha brillaba de color purpura, un segundo después, lanzó el hechizo a Marcus. El nombre del hechizo usado se llamaba «Trampa de Alma», un hechizo básico para atrapar el alma de un ser vivo en una gema de alma.
El cuerpo de Marcus brilló de color purpura al recibir el hechizo, provocando que este soltase una especie de gemido, ya que no podía hablar, pero ese gemido pronto se convirtió en un gemido dolorido cuando su pecho fue atravesado por el brazo izquierdo de Edzard, el cual había atravesado al "sacerdote" con un solo golpe, mostrando que pese a que Marcus era un hibrido artificial, la fuerza física de un Dovah como Edzard estaba muy por encima de la de alguien como él.
La boca de Marcus comenzó a expulsar una gran cantidad de sangre, pues Edzard le había atravesado el pulmón derecho, eludiendo el corazón del "sacerdote" por una buena distancia.
"Desaparece..." susurró Edzard para un segundo después desatar una gran cantidad de magia en forma del hechizo esfera de relámpagos.
El ataque a quemarropa del ex Archimago de Hibernalia explotó en el interior del "sacerdote", destruyendo por completo su cuerpo, el cual se convirtió en cenizas.
Al momento en que el cuerpo de Marcus dejó de existir, la realidad donde estaban Edzard y los otros comenzó a temblar, provocando que Rias, Akeno y el resto gritaran, ya que el lugar se mecía como un terremoto, impidiendo que pudiesen mantenerse en pie. Afortunadamente para ellos, el lugar dejó de temblar rápidamente, para luego dar paso a un sonido.
¡Crac!
El sonido de un espejo rompiéndose se hizo presente, provocando que todos miraran al cielo, donde vieron que el lugar se fragmentaba como un espejo roto.
"¿Que mierda-"
Las palabras de sorpresa de Issei murieron en su boca cuando tras ver como el cielo se rompía, todo el lugar brillaba de color blanco, cegándolos a todos. Cuando la luz se extinguió, los ojos de los presentes vieron que la barrera en forma de remolino que los protegía había desaparecido y habían regresado al lugar donde Edzard había emboscado a Marcus previamente.
Al ver que habían regresado, todos soltaron suspiros de alivio, ya que nadie sabía cómo habrían hecho para volver. Tras esos suspiros, todos miraron a Edzard, pues oyeron como este caminaba hacia ellos, manteniendo una mirada seria, algo que preocupo a todos, pero antes de que el hijo de Akatosh llegara a donde estaban sus amigos, el lugar tembló, pero a diferencia de otras veces, esta vez Edzard miró a un lado y frunció el ceño.
"Quédense aquí." ordenó Edzard con voz seria, asustando un poco a los miembros del ORC. "No se muevan y protéjanse a ustedes y a mis hijas en caso de que venga un enemigo, necesito ir a ver algo, vuelvo pronto."
Tras aquellas palabras, Edzard rápidamente salió corriendo de allí, dejando a todos los presentes con dudas y con el deseo de seguirlo. Si bien una parte de ellos quería obedecerle, otra no quería hacerlo. Al final, ganó la parte que no quería hacerle caso, por lo que, mirándose, todos los miembros del ORC asintieron y tras ello, corrieron tras Edzard, quedándose varios metros por detrás de él.
¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM!
Varias explosiones sacudieron todo el lugar, llenándolo de grietas y humo, el cual era disipado por los fuertes vientos que generaban las explosiones que seguían surgiendo.
"¡Quédate quieta, maldita!" gritó Walburga mientras movían sus manos y creaba varias cruces de fuego sagrado, las cuales encerraron a Asia, amenazándola con aniquilarla.
Asia miró las cruces y observó como estas comenzaron a aumentar de tamaño rápidamente, reduciendo el área donde estaba ella. Sabiendo que, pese a que ahora tenía una nueva forma de balance breaker, no tenía la energía suficiente como para poder resistir muchos ataques de este tipo, decidió contrarrestarlo, y para ello usó las llamas doradas que había comenzado a usar desde que activó este nuevo poder. Asi que, juntando las manos, rápidamente juntó una pequeña porción de Magicka y moviendo sus manos rápidamente, lanzó el hechizo.
Una enorme cantidad de fuego dorado surgió del cuerpo de Asia, formando una gran explosión de llamas doradas, las cuales impactaron con las llamas purpuras del sacred gear de Walburga. Ambas llamas al impactar comenzaron una furiosa batalla por el control, el cual fue un empate, ya que ninguna de las llamas se impuso a las otras, terminando por extinguirse al mismo tiempo.
'Estas llamas son muy poderosas, pero no solo eso. Sino que, tambien al usarlas en hechizos, esta tiende a no consumir mucha Magicka, de hecho, su consumo es tan bajo que casi siento que tengo un encantamiento de reforzar destrucción para reducir el costo de Magicka de los hechizos.' pensó Asia mientras observaba como las llamas terminaban de extinguirse, permitiéndole ver a Walburga, la cual tenía el rostro deformado por una espantosa mueca de ira.
"¡Maldita sea, mocosa de mierda!" gritó con ira Walburga, la cual miraba con pánico como sus llamas, las cuales eran consideradas una de las más poderosas, eran extinguidas por esas llamas doradas, las cuales provocaban una sensación muy extraña en la maga, la cual sentía escalofríos cada vez que las veía.
Tras aquel grito, la maga de Hexennacht comenzó a volar a más velocidad, alejándose de Asia, y cuando estuvo a una distancia más que prudente, según los estándares de Walburga, esta rápidamente desplegó una enorme cantidad de círculos mágicos, los cuales comenzaron a brillar y lanzaron cientos de hechizos elementales sobre Asia, la cual al verlos se detuvo de manera abrupta, pues el ataque era tan numeroso que prácticamente no había forma de esquivarlo.
'La cantidad de hechizos desatados es increíblemente alta, no puedo esquivarlos incluso si doy marcha atrás.' pensó Asia mientras miraba como aquella marea de hechizos elementales se acercaba peligrosamente a ella. Sin embargo, antes de que siquiera pudiera dar un paso hacia atrás, se dio cuenta de que, si esquivaba ese ataque, sus amigas, las cuales estaban tras de ella bajo una barrera de contención quedarían bajo ataque. 'Estoy más que segura de que la barrera puede contener el ataque, pero la estructura debajo de ellas no, si caen no se a donde podrían terminar... no, solo tengo una opción... no es la mejor de todas, pero es la que más ayudaría en este momento.'
Tras aquel pensamiento, Asia no perdió tiempo y rápidamente juntó sus manos, para de esa manera juntar Magicka. La cantidad de Magicka que pudo juntar no era mucha, pero era lo mejor que podía hacer en este momento, ya que sus reservas estaban casi en cero y si bien podía recuperar sus reservas de magia a un buen ritmo, no podía hacer uso total de sus reservas por el momento, por lo que no sabía si la cantidad de magia que poseía sería suficiente, pero aun así no perdió tiempo y rápidamente conjuró una enorme custodia, la cual la cubrió a ella y tambien cubrió de cierta manera a sus amigas.
La lluvia de hechizos de Walburga cayeron como una ráfaga furiosa contra la custodia de Asia, creando varias explosiones y levantando muchas nubes de humo. Si bien la defensa de Asia era buena, esta no detendría el ataque por completo, pues ella no tenía la magia necesaria para crear una custodia que detuviera todo el ataque enemigo, por lo que, para protegerse a ella y sus amigas, hizo que el alcance de la custodia fuera nada más que el necesario para ese fin.
Los ojos de Asia se mantenían completitamente fijos en su custodia, pues debido a que no era tan poderosa como debería de serlo, esta corría peligro de romperse en cualquier momento, por lo que ella debía de mantener toda la atención posible para prevenir eso.
El ataque de Walburga duró un poco de más de un minuto, tiempo en el que amenazó con destruir la defensa de Asia, pero por fortuna no pudo hacerlo. Sin embargo, eso no quiere decir que la batalla fue fácil, ya que la barrera creada por la esposa del Dovahkiin había estado por quebrarse en varios momentos, pero afortunadamente eso no sucedió, pues ella había mantenido un control casi milimétrico de cada parte de la barrera, rellenando con Magicka rápidamente cada lugar que se debilitaba. Ahora, con el ataque de su enemiga ya detenido, ella no podía quedarse más a la defensiva, por lo que, moviendo sus seis alas, rápidamente se dirigió hacia Walburga.
Los ojos de la maga de se mantuvieron fijos en las nubes de humo y polvo que se habían levantado como consecuencia de su último ataque, esperando haber podido destruir a Asia, ya que había usado mucha magia en ello, pero no solo eso, sino que tambien había usado tanto de su sacred gear, que no sabía que más hacer, no solo eso, sino que incluso si ella quisiera volver a usar su balance breaker, no tenía un alma más para usarla como combustible, lo que la dejaba en problemas. Asi que, eso hizo que tuviera que ser extremadamente cautelosa por el momento.
'Solo tengo que resistir un poco. Un nuevo despertar de este tipo de poder no es algo que dure mucho, así que solo es cuestión de tiempo para que su nuevo poder se extinga, y cuando lo haga, su cabeza será mía... además, incluso si no lo hace aún me queda "eso" como última opción... así que, a la mierda con el plan de secuestrarla para usarla como palanca contra ese mocoso, la matare a ella y a todas las putas que llama amigas, para luego largarme a la clandestinidad, me importa una mierda lo que sea que planean los demonios de Qlippoth.' pensó con ira Walburga, la cual ya no pensaba con mucha claridad, pues no comprendía lo que aquella acción causaría en el mundo. Sin embargo, no pudo pensar más en ello, ya que en ese momento una de las nubes de humo y polvo fue divididas por Asia, la cual salió de allí como un cohete supersónico.
"¡Walburga!" fue el grito que surgió de la boca de Asia mientras esta cargaba de manera directa contra la maga de Hexennacht, la cual la miraba con miedo e ira, pues vio que ella había salido ilesa de su anterior ataque.
"¡Aléjate!" gritó Walburga con pánico al ver a Asia cargar contra ella, por lo que deseando detenerla, rápidamente, movió su mano y lanzó varias bolas de fuego sagrado, las cuales se movieron como meteoritos contra Asia.
Los ojos de Asia se movieron rápidamente, examinando cada bola de fuego acercándose, midiendo cual era mejor cortar y cual neutralizar con un ataque mágico. Sin embargo, por mucho que pensase, ella se dio cuenta de que se estaba quedando sin tiempo, por lo que, sin otras opciones, rápidamente movió su mano izquierda y rápidamente lanzó un pequeño bombardeo de bolas de fuego dorado, las cuales viajaron rápidamente hacia los ataques de Walburga, neutralizándolos y creando varias explosiones al hacerlo.
Pese a las explosiones, Asia no se detuvo y siguió volando hacia Walburga, la cual seguia intentando huir de ella, pero para su mala suerte, la hija del heredero al ducado de Alcaire fue más rápida y logró atraparla por el cuello de su vestido.
"¡Te tengo!" gritó Asia al atrapar a Walburga por el cuello de su vestido.
"¡GACK!" fue el sonido ahogado que salió de la boca de la maga cuando Asia tiró del dobladillo que era el cuello del vestido de Walburga, provocando que esta se ahogue un poco.
En el momento en que Asia tuvo a la maga entre sus brazos, pensó en atravesarle el pecho a Walburga, pues la ira que sentía por como esta mujer se había atrevido a ser la cabeza del secuestro de su hija era tan grande que a duras penas podía mantenerse cuerda. Sin embargo, la ira que sentía hizo que los planes que podría pensar para acabar con la maga se torcieran hacia otra dirección, la cual comenzó a hacer que una sonrisa malvada comenzase a formar en el rostro de la exmonja.
Siendo "poseída" por esta nueva faceta, Asia apretó el agarre en el dobladillo del vestido de Walburga, provocando que esta comenzase a asfixiarse más. La falta de oxígeno comenzó a provocar que la maga de Hexennacht se moviera de manera un poco errática, tratando de zafarse de Asia, algo que fue inútil, pues la fuerza de la hibrida era mucho mayor de lo que Walburga podía usar.
Al ver como su enemiga se retorcía un por la falta de oxígeno, la sonrisa en el rostro de Asia comenzó a aumentar, pero eso no quiere decir que estaba satisfecha con eso, no, así que, queriendo ver sufrir más a su enemiga, Asia decidió darle una paliza como correspondía, por lo que, sin pensarlo dos veces, movió su mano y lanzó a Walburga contra el suelo.
El cuerpo de la maga salió disparado como un cometa, terminando por impactar en el suelo, creando una gran explosión por el impacto, levantando una enorme cantidad de polvo.
"¡Cof! ¡Cof!" fueron las fuertes toses que la maga comenzó a soltar, no solo por el golpe, si no tambien por la capacidad que tenia de volver a respirar tras haber sido asfixiada por Asia hace unos momentos. Por ello, tras volver a "respirar", ella comenzó a levantarse, pero para su mala suerte, ella no pudo ni levantarse, pues tras haber colocado sus manos a su lado con mucha dificultad, una bota metálica impactó de lleno en su pecho, rompiéndole varias costillas y parte del esternón.
"¡AGGHHHH!" gritó Walburga con mucho dolor al recibir el golpe, procediendo a moverse bajo la bota de Asia, la cual seguia ejerciendo cada vez más presión, aumentando así la cantidad de dolor que la maga sentía.
La sonrisa de Asia no dejaba de crecer mientras miraba a Walburga retorcerse bajo su pie. Para ella era una sensación muy extraña, pero a la vez gratificante ver a la causante del sufrimiento de su hija retorcerse de dolor ante sus ojos. Por lo que, queriendo verla sufrir aún más, Asia no dejó de hacer eso por unos buenos momentos. Cuando terminó de hacer aquello, levantó su pie, dándole un pequeño momento de respiro a Walburga, la cual aprovechó ese momento para girarse y comenzar a toser, buscando reponer el aire que tanto le había costado obtener mientras el pie de Asia estaba en su pecho. Sin embargo, ella no pudo hacer eso por mucho tiempo, ya que su cuerpo salió disparado de nuevo gracias a una potente patada de parte de Asia, la cual impactó en todo el abdomen de la maga, causando que el poco aire que había recuperado saliera de sus pulmones, volviéndola a ahogar, pero no solo eso, sino que el golpe fue tan fuerte, que terminó por fracturar el esternón de Walburga, a la vez que le provocaba que vomitase un poco de sangre mientras salía volando unos pocos metros.
El cuerpo de la maga rebotó varias veces tras impactar en el suelo, pues el golpe de Asia la había hecho salir disparada de manera parabólica. Cuando ella terminó de rebotar en el duro suelo, su cuerpo estaba lleno de varias heridas adicionales gracias a los escombros que por allí había.
'E-esto no debería de estar pasando... S-se supone que ella debería de estar a mi merced, pero... n-n-no es así... ¿Por qué?' pensó Walburga mientras su mente se debatía entre la conciencia y la inconciencia, pues el daño que había sufrido era bastante. Pese a que ella era una maga, ella seguia siendo en esencia una humana y eso la hacía muy susceptible al daño, en especial al físico. 'De no ser por la barrera que yo misma cree para evitar las teletransportaciones que no son hechas por las puertas de teletransporte que estaban en la otra cámara, podría haberme podido teletransportar para luchar y para poder huir... S-sin embargo... aun no estoy acabada... A-aún tengo eso...'
Tras pensar aquello, Walburga movió de la manera más rápida que pudo una mano hacia sus bolsillos comenzado a buscar ese objeto, pues comenzó a escuchar los pasos de Asia acercarse a ella. Asi que, llenándose de miedo y pánico, ya que era más que obvio que Asia la mataría, por lo que rápidamente aumentó la velocidad con la que buscaba el objeto. Para su buena suerte, logró obtenerlo y con un movimiento rápido y algo más fluido de lo que esperaría de su cuerpo, logró sacarlo de su bolsillo. El objeto que estaba en sus manos era un pergamino, el cual a diferencia del anterior que había usado, el papel en el que estaba inscrito era de color negro.
Al momento en que la maga observó el objeto, sonrió con alegría, ya que esta era su carta de triunfo. Por lo que, sintiéndose más segura de su supervivencia, la maga de Hexennacht se levantó con mucha dificultad. Cuando estuvo de pie, vio que Asia se había detenido a unos metros de ella, por lo que, moviendo la cabeza, miró a la esposa de Edzard y observó como su sonrisa provocaba que ella frunciera el ceño de forma más pronunciada.
"D-debiste matarme cuando me capturaste..." dijo Walburga mientras levantaba de manera lenta el pergamino, a la par que lo iba desatando. Cuando dicho pergamino estuvo libre, ella lo abrió. Un segundo después, tanto Asia como Walburga vieron como el pergamino se consumía a sí mismo en una llama de color negro con detalles en rojo, volviéndose cenizas en la mano de la maga.
Al ver lo que había sucedido con el pergamino de Walburga, Asia se sintió confundida, ya que no esperaba que eso sucediese, algo que vio que la misma maga de Hexennacht tambien compartía con ella, pues los ojos de Walburga tambien estaban abiertos como platos. Dicha sorpresa aumentó enormemente cuando de la nada, una enorme runa apareció a los pies de Asia.
'¿Qué?' pensó con asombro Asia cuando vio aparecer dicha runa. Al momento en que sus ojos se posaron en dicha runa, las alarmas de peligro comenzaron a sonar en su mente. Por lo que, no deseando saber por qué sus alarmas sonaron, ella comenzó a moverse, tratando de salir del área de efecto de dicho hechizo. Sin embargo, cuando salió del área de efecto, Asia vio con horror como la runa se movía a gran velocidad hasta estar nuevamente bajo sus pies. Aquello era algo inaudito para ella, ya que nunca había oído de un hechizo que te persiguiera, pero para su mala suerte no tuvo tiempo para pensar en algo más, ya que la runa brilló intensamente, creando varios rayos de luz roja, los cuales envolvieron a Asia, causando que un dolor agudo recorriera el cuerpo de la descendiente de Nathaniel.
"¡AHHHHHH!" gritó de dolor Asia cuando la energía del hechizo comenzaba a penetrar en su cuerpo de manera brusca y violenta.
La forma en como la esposa de Edzard gritaba provocó que Walburga riera de emoción.
"¡Ja, ja, ja! ¡Estas acabada chica!" gritó Walburga mientras comenzaba a curarse lentamente.
Tras oír aquellas palabras, el dolor que sentía Asia comenzó a intensificarse, provocando que sus gritos de dolor aumentaran de intensidad por unos momentos. Sin embargo, eso cambio unos momentos después, ya que, para su total sorpresa, el dolor comenzó a disminuir y su mente comenzó a sentirse liviana y adormecida.
'¡¿Qué sucede?!' gritó de pánico Asia en su mente, pues se dio cuenta de que estaba perdiendo el control de sus extremidades. '¡Mi cuerpo no responde a mis ordenes!'
"¡No importa cuánto luches, mocosa! ¡Tu mente pronto me pertenecerá!"
El grito de Walburga hizo que Asia se diera cuenta de lo que pasaba. Asi que, llena de pánico, comenzó a pensar en una forma de librarse de lo que sea que había hecho ese hechizo en su cuerpo. Sin embargo, para su total horror, no podía hacer nada, no solo eso, sino que comenzó a sentirse cada vez más restringida, casi como si estuviera en una especie de jaula invisible.
La sonrisa en el rostro de Walburga creció cuando vio como la esclerótica de los ojos de Asia se volvía negra.
"¡Ja, ja, ja! ¡Ahora me perteneces!" gritó Walburga con una sonrisa al ver como el hechizo había funcionado. El hechizo que ella había usado le había sido entregado por Euclid como la última opción para controlar al Dovahkiin y según las palabras del demonio este rompería la mente del objetivo, por lo que ahora mismo, aquella mocosa sería una presa fácil para ella. "Je, je... no esperaba usar eso en ti, pero no me dejaste opción... ahora, te destruiré cuando-"
Lo que la maga estaba por decir murió en su boca cuando su cabeza fue separada de su cuerpo gracias a un muy limpio corte, el cual provino de la espada de Asia.
Mientras la cabeza de Wlaburga caía al suelo, esta se dio cuenta de que había bajado la guardia, lo que impidió que se diera cuenta de que Asia se había movido para matarla.
Cuando la cabeza de la maga toco el suelo, la luz de sus ojos ya se había extinguido, lo que indicaba que ya estaba muerta, por lo que ella no pudo observar cómo Asia comenzó a mover su espada para cortar de manera salvaje y descuidada el resto su cuerpo.
La sangre del cuerpo de Walburga comenzó a salpicar por toda el área cercana, pero no solo eso, sino que tambien comenzó a cubrir el cuerpo de Asia, la cual no dejaba de brutalizar el cuerpo de la maga hasta que algo salió del cuerpo mutilado.
Ante los ojos de Asia, una pequeña llama de color purpura surgió y se dirigió hacia la derecha de la exmonja, la cual, siguió aquella luz, solo para oír una voz femenina llamándola.
"¿Asia?"
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y aquí está el capítulo 64 XD
Este capitulo ha sido un poco mas fácil de escribir, ya que no estuve muy ocupado XD
Como se ve, estamos llegando al final de este arco, el cual si todo sale bien terminara en el próximo capitulo. Ahora, sobre este capítulo, he escrito algunas cosas como las "Reglas del mundo", las cuales son las reglas que rigen todo en los diversos mundos, o al menos así lo interpreto yo. Tambien vemos que al final, estoy haciendo a Asia mas OCC de lo que ya era, pero espero que entiendan que hay una causa para ello, y espero poder haberla plasmado bien en el capítulo.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
