Ladies and Gentlemen!
¡Un capítulo más de esta bella historia! Lamento haberme tardado mucho y como compensación, quizá me emocione un poco más y escribir de más, pero eso no importa cuando se muy bien que esta muy hermoso este capítulo. Se muy bien que les gustara.
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Shadowverse (TV) no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
Frente aquel ataque que dio a sus puntos de vida, no pudo evitar caer de rodillas mientras veía el marcador a su costado y el número que se encontraba ahí, se encontraba en color rojo. Había caído, aunque eso también significaba que había entrado en venganza y todavía había oportunidad alguna para hacer caer a su rival.
Justo como siempre dice la persona frente a él.
"Nunca se sabe quién ganara en Shadowverse hasta el final"
Sonrió un poco ante ese pensamiento. Desde hace mucho tiempo que sus palabras influían demasiado en él que no se dio cuenta de las mismas hasta tiempo después. Ahora, simplemente eran un gran tesoro para él.
En el momento que Yonazuki Lucia alzo la vista, se encontró con el rostro tranquilo de Ryugasaki Hiro en su estado de Furia. No sabía que emoción mostraba sus ojos por culpa de aquellos lentes que los cubría. En ningún momento había dado un paso atrás y aunque había bajado sus puntos de vida, no había mostrado dolor alguno, incluso cuando cayó de rodillas. Ahora la sangre se había secado de sus piernas y continuaba peleando de esa manera.
El de cabellos blancos no pudo evitar apretar con un poco de fuerza sus dientes y levantarse con un poco de pesar.
Le dolía tanto verlo de esa manera que realmente no importaba el dolor que estaba sintiendo de aquellos ataques. No quería verlo así, odiaba verlo de esa manera. Tenía que luchar para querer hacerlo regresar en sí. Tenía que ganar para llevarlo a casa donde todos los esperaban. Eso era lo que decía su corazón, eso era lo que deseaba hacer.
Quizá, aquella era una gran carga sobre sus hombros, pero no importaba, tenía que hacer todo lo posible. Aun no podía caer rendido, aún era muy pronto para ello.
Tomo una gran bocanada de aire para darse un poco de ánimo.
-¿Aun puedes continuar? -Pregunto Hiro de manera fría.
-Esto no es nada -Carcajeo un poco.- Ambos lo sabemos, este dolor no es nada comparado con todo lo que ya hemos pasado -Movió su cuello de un lado a otro hasta sentir como la presión desaparecía.- ¿Acaso ya has olvidado las cicatrices que tenemos por haber salvado el mundo? Fue nuestro único premio por haber hecho lo que creímos correcto, por haber tomado el camino correcto -Subió su mano a su pecho.- Decidí seguirte a partir de ese momento y te puedo decir que fue la mejor de las decisiones, nunca me arrepentiré de ello -No sabía muy bien si las palabras que estaba diciendo en ese momento eran las correctas, simplemente quería hablar y acercarse un poco más a él. Sentía que realmente tenía que hacerlo. Acerco su mano a su celular, era su turno, era momento de regresarle un poco el dolor que sintió en ese turno.- ¿Tú aun puedes continuar?
-Yo todavía puedo
Lucia sonrió. Lo sabía muy bien, era imposible hacer caer a Hiro.
Deslizo sus manos por la pantalla de su celular y una carta más apareció frente a él.
Se tomo su tiempo para decidir su siguiente movimiento. Tenía que pensar con la cabeza fría para poder adivinar cual sería el siguiente movimiento de su contrincante y detenerlo antes de tiempo. Lucia aun quería vivir un turno más así que las decisiones que tomaría en ese momento, realmente serian importantes para el futuro.
Alzo la mirada, los monstruos que se encontraban ahí, no eran las cartas que conocía a la perfección. No eran aquellos compañeros dragones con los que siempre luchaba y se encargaban de derrotar a sus contrincantes, desgraciadamente no eran ellos quienes estaban luchando a su lado. Eran aquellos artefactos los que ocupaban su lugar, por un momento, no pudo evitar pensar en Leon Aurenche y en su ejército de Shadow Knight a los que se enfrentaron hace ya algún tiempo.
Aquel arquetipo Dimensional que puso a muchos de ellos en un gran problema porque no se sabía lidiar con el mismo.
Justo lo estaba volviendo a ver. Sentía una emoción desbordante en su pecho, se sentía tan nervioso pero emocionado. Estaba viendo con sus propios ojos como había evolucionado en ese corto tiempo.
-¿Vas a continuar? -Pregunto Hiro.- ¿Te vas a rendir?
-Creo que sabes muy bien la respuesta -Sonrió Lucia.- Rendirme no están en mis planes, si pierdo, será con dignidad, si gano será gracias a mis esfuerzos -Selecciono una carta y la alzo. No era necesario explicar sus efectos cuando sabía muy bien que su rival conocía a la perfección su carta.- Tú me enseñaste muy bien esto, no está mal perder, pero tampoco me puedo rendir tan fácilmente cuando no se saben quién ganara hasta el final, ¿No es así? -Soltó un pequeño suspiro.- Solo quisiera saber una cosa -Hiro alzo el rostro. Esa reacción era buena, estaba ganando su atención.- ¿Qué fue lo que paso realmente? -Arrugo un poco el ceño.- Por más que intente recordar que fue lo que sucedió en aquel día, no soy capaz de saber qué fue lo que provoco para que llegáramos a esta situación -Por algún motivo, su voz empezaba a romperse. Intento tomar una gran bocanada de aire para poder tranquilizarse.- Por más que intente recordar, no entiendo porque decidiste irte de mi lado, porque decidiste huir de esa manera de todos nosotros -Noto como Hiro desvió la mirada al piso.- Todos nos preocupamos por ti, no parábamos de buscarte día, tarde y noche, por más que todos me intentaron convencer que estarías bien a donde sea que te encuentres -Golpeo su pecho con cierto pesar.- No quería perderte, no podía darme el lujo de perder a otra persona importante para mí -Evoluciono la carta que se encontraba en su campo.- Te convertiste en alguien tan valioso para mí que perderte no es una opción para mí, es un sentimiento que yo no podría tolerar, ¿Acaso ese último beso que nos dimos no significo nada para ti?
-Lucia -Hiro interrumpió. Por un segundo, le pareció que temblaba su voz.- Por favor, no sigas
El de cabellos blancos lo miro con atención. Su mano temblaba en cuanto la hizo puño. Aun si tenía que derrotarlo, aun si tenía que hablarle de esa manera tan ruda, entonces lo haría para abrirle los ojos.
-¿Cómo es que llegaste a esta situación, Hiro? -La sonrisa triste que en ese momento Lucia le mostro, provoco que el de cabellos rojos tambaleara un poco.- ¿Por qué no me lo dijiste antes de desaparecer? ¿Fue por mi culpa? Si no me hubieras protegido en ese entonces -Dejo caer sus brazos a sus costados.- Seria yo quien estuviera en tu lugar, hubiera preferido que mejor fuera de esta manera, así no le dolería a este estúpido corazón el verte de esta manera, sería mejor para los dos si yo hubiera resultado herido
-No fue tu culpa, fue mi culpa por haberte metido en esta situación -Susurro Hiro, subiendo sus manos a sus oídos, como si intentara evitar escuchar algo.- Si hubieras resultado herido, yo…
-Esto tampoco es tu culpa, es imposible que lo sea -Negó con suavidad. Su turno termino con bajar sus puntos de vida.- Supongo que es culpa de los dos, nos dejamos llevar, creímos que podríamos con esto pero creo que nos equivocamos, fue más fuerte de lo que imaginábamos, era imposible hacer esto solos -Observo a Hiro deslizar su mano y tomar su carta.- ¿Por qué te fuiste de esa manera? ¿A quién querías demostrar que puedes ser fuerte? ¿A quién querías proteger realmente? Tengo tantas preguntas que hacerte pero no quieres responder a ninguna, solo me queda seguir hablando a ver si así tu tonto corazón es capaz de responderme -Lucia volvió a carcajear un poco.- Eres Ryugasaki Hiro, el duelista más fuerte que he tenido la fortuna de conocer, eres mi mejor rival al mismo tiempo que eres mi mejor amigo y el chico que se encargó de robar mi corazón -Las mejillas de Lucia se encendieron.- Juntos hemos enfrentado amenazas mayores, aunque sé que nuestro mayor rival es la soledad que hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, sabemos que estando juntos, no hay nada que temer, ¿Recuerdas la pequeña familia que queremos tener? Shiori y el abuelo Shigefumi nos están esperando en nuestra casa, en nuestro hogar -El de cabellos rojos volvió a invocar otro artefacto.- ¿Sabes que tus padres también te han estado buscado con desesperación? Incluso, tu padre me vino a buscar y me trato con aquella amabilidad que me recuerda tanto a ti, me dijo que contaba conmigo, cree en mí, sus deseos me llevaron hasta ese punto -El de cabellos rojos detuvo sus movimientos, bajo la mirada al piso.- Ellos desean que regreses con bien, todos deseamos eso, por favor, hay que dejar toda esta tontería a un lado y regresemos juntos, realmente te necesito a mi lado
Hiro dudo un poco en cuanto Lucia menciono a sus padres. Titubeo un poco ante su movimiento que prefirió terminar su turno, sentía que no tenía cabeza para pensar. El de cabellos blancos noto la duda en él, aunque no podía estar del todo seguro porque no podía ver sus ojos, pero por la forma en la que temblaba su cuerpo entero, le decía que quería creer aun cuando su corazón se encontraba un poco herido y confundido.
Tenía razón Hiro, en los duelos, todos eran capaces de mostrar su verdadero yo, eran capaz de abrir sus corazones. Hiro lo hizo con él hace ya algún tiempo, ahora le tocaba a Lucia poder entrar a ese terco corazón.
-Eso es algo que no puedo creer -Carcajeo Hiro.- Es imposible que mis padres me estén buscando en este momento, es imposible que mi padre me busque cuando sé que yo no soy importante para él -Ante aquella triste voz, provocaba que Lucia quisiera abrazarlo en ese momento.- Su propio hijo no es importante para él
-Suena imposible, pero así es realmente -Fue su turno tomar una carta más, tenía que seguir así, tenía que seguir entrando a su corazón para que le crea. Tenía que seguir hablando, era la única manera que tenía para regresarlo a su lado.- Es imposible que yo pueda mentir, es imposible que te pueda mentir al igual que tú no me puedes mentir -Sonrió.- Como te he dicho, nos conocemos muy bien, lo que siento por ti, lo que tu sientes por mí, esto no es una mentira, es una bella y hermosa realidad en la que decidimos vivir
Hiro y Lucia alzaron la mirada. Tal vez fue imaginación de ambos, pero pudieron sentir como sus ojos se encontraron. Las emociones que empezaron acumularse, en algún momento explotarían y alguien caería por las mismas. Era algo que ya no podían detener, era algo inevitable. Para el usuario de deck Vampirico, ya poco le importaba el duelo, no le importaba si perdía por Default, ya nada le importaba, solo sabía que quería siempre al lado de su eterno rival como de su primer y único amor.
El de cabellos blancos dio un paso adelante. Hiro dio un paso atrás.
Mientras Lucia avanzaba más, Hiro retrocedía aquellos mismos pasos.
-Por favor, detente -Murmuro Hiro. Trataba de evitar que se acercara a él, tenían que continuar con el duelo, tenían que hacerlo.- No fue tu culpa, fue culpa mía -Menciono con dolor, como si las pesadillas le atormentaran, no pudo evitar sacudirse con cierta violencia.- Lo siento, por haberte metido en todo esto -Por primera vez, Hiro empezó alzar su voz en cuanto se vio atrapado. Estaba explotando, ya no podía soportarlo más, la sombra que estaba acumulada dentro de él, empezaba a salir. Lucia lo miro con atención.- ¿Qué pude haber hecho? ¿A quién debo seguir? ¿Y si no soy lo suficientemente fuerte como para protegerte y protegerlos a todos ustedes? Prefería quedarme solo…
-¡Odias quedarte solo! -Grito Lucia con cierta desesperación.- ¡Lo sé mejor que nadie! -El de cabellos blancos volvió a golpear su pecho.- Es imposible huir de la soledad pero cuando te encuentras a tus amigos en el camino, cuando te encuentras a esa persona que se convierte en tu luz, sabes que todo puede mejorar ¡Me lo enseñaste mejor que nadie! -Era imposible detener sus palabras, era imposible parar sus lágrimas. Hiro tomo una pequeña bocanada cuando lo vio de esa manera.- ¿Sabes cuanto preocupaste a los demás? ¡Estábamos demasiado aterrados al no saber nada de ti y pensar que algo malo te pudo haber ocurrido! ¡No podía hacer nada porque solo pensaba en ti!
-¡Yo no hubiera soportado perderte a ti también! -Grito Hiro desesperado.- ¡Quería protegerte! ¡Deseaba hacerlo porque te convertiste en alguien importante para mí que aquella sombra no dudo en atacarte porque lo sabía muy bien! -El de cabellos rojos desvió la mirada.- ¡Decidí hacerlo porque no resistiría verte herido por culpa de mis estúpidas decisiones!
-¡Eso lo hubieras dicho desde un principio! -La voz de Lucia hizo eco en aquel lugar. Provocando que Hiro lo mirara con atención. Su pecho empezó a doler al verlo tan desconsolado que por primera vez, alzo su mano para querer tocarlo pero inmediatamente lo bajo.- ¡No necesito que me protejas! ¡Yo necesito que te quedes a mi lado con aquella tonta sonrisa que me encanta ver! ¿Sabes cuanto extrañe que me molestaras? -El de cabellos blancos sacudió su cabeza.- ¿Sabes lo importante que eres para mí? No es justo que aun así te atrevas a pisotear mis sentimientos por ti, mi cariño, mi amor -Dejo caer sus hombros con cierto cansancio.- Si me hubieras dicho la verdad en cuanto despertaste en el hospital, hubiéramos encontrado una salida juntos -En cuanto Hiro ya no pudo retroceder más, Lucia se dejó caer en el hombro de él.- Lo sabes muy bien, deseo estar a tu lado para toda mi vida, no como una obligación, no como el pago por lo que has hecho por mí y Shiori, es porque yo realmente quiero, es porque realmente lo deseo, realmente te deseo a mi lado, aun cuando me dices que me odias o quieras estar siempre ahí -Amargas y dolorosas lagrimas bajaron por sus ojos.- Porque eres mi mejor amigo, porque eres mi luz que me saco de mi amarga y desesperante oscuridad, porque tú eres todo lo que quiero Ryugasaki Hiro, si te pierdo a ti también, yo ya no sabría cómo vivir
Las palabras fueron dichas y no pudieron detenerse. El dolor en sus pechos, fue más que suficiente para que aquellos sentimientos profundos salieran al fin. Sentirse tan indefensos al sacar lo que sus corazones habían tratado de ocultar, no podían evitar sentirse como los niños pequeños que una vez fueron. Esos dulces y tiernos sentimientos que seguían creciendo cada vez más.
Lucia alzó su mirada en cuanto sintió los brazos de Hiro sobre su cintura. Con ternura, alzo sus manos al rostro del de cabellos rojos, con suavidad, quito los lentes de su rostro. Grande fue su sorpresa al ver aquella gran cicatriz en su ojo izquierdo y en lugar de aquel bonito color ámbar, se encontraba un color azul como los ojos de las sombras. Ahora podía comprender porque le había parecido ver sombras saliendo de su cuerpo. Pero ante la preocupación de Hiro, Lucia solo sonrió con cariño.
No importaba como se veía, seguía siendo su Hiro.
Lucia mostró su celular. Un simple toque y fue más que suficiente para terminar el duelo al fin.
-Estoy cansado Lucia -Confeso Hiro.- Estoy cansado, ya no sé qué estoy haciendo, ya no sé qué hacer
-Lo sé, es realmente difícil seguir de esta manera ¿No es así? -Sonrió Lucia.- Realmente te has hecho fuerte, pude verlo en tus registros, pude sentirlo en los ataques de tus cartas -Acaricio con suavidad aquellos cabellos rojos.- Lo has hecho bien Hiro, aguantaste muy bien a esa estúpida sombra que invade tu corazón pero ya estoy aquí para estar a tu lado -Las piernas de Hiro empezaron a fallar y cayó al piso junto con Lucia. Aquella tierna caricia a sus cabellos, aquella calidez que desprendía el cuerpo contrario. Todo se sentía tan bien que sus ojos empezaban a pesar por el cansancio.- Si tu idea es convertirte en el villano más grande del mundo, puedes contar con mi ayuda para destruir todo, si quieres convertirte en un héroe, no dudes que estaré a tu lado, me he ganado el derecho de permanecer a tu lado, ¿Acaso lo olvidaste? -Apreció aquellos rasguños y cicatrices de su rostro, toco con cuidado los mismos.- Me quedare a tu lado, para recordarte que aun puedes seguir peleando, así que aún no es momento de rendirnos, porque así como soy la oscuridad que protege a la luz
-Yo soy la luz que cuida a la oscuridad -Hiro carcajeo con suavidad al recordar la promesa que se habían hecho antes de que todo eso sucediera.
Sintiendo que aquella furia de su pecho había desaparecido. Pego su frente con la de Lucia, cerrando sus ojos con tranquilidad, respirando por primera vez aquella paz, no dudo en besar aquellos labios que tanto habían llamado su nombre en todo ese tiempo.
Movimientos suaves, una calidez indescriptible.
Un tierno amor, un amor verdadero.
Eso era lo que sentía antes de caer inconsciente.
.o.
En cuanto al fin tuvo a Hiro entre sus brazos, Lucia no pudo evitar apachurrarlo un poco a su cuerpo, besar su frente y nariz con ternura. Remover aquel flequillo de su frente para apreciar mejor aquella gran cicatriz que se hizo por haberlo protegido. Sin duda, le regresaría a esa sombra un dolor multiplicado por 1000 por haberle hecho daño a su Hiro.
En cuanto volvió a besar aquellos resecos labios, el usuario de deck Vampirico al fin pudo soltar todo el aire que había estado guardando.
-Todo estará bien -Murmuro Lucia.- A partir de ahora, solo conocerán que la furia de un vampiro, es mucho más grande que la de un dragón -Carcajeo un poco. Quizá lo que menciono en ese momento podía sonar como algo cursi, pero para él, era una amenaza en serio. Alzo la vista, miro a todos lados. Realmente poco le importaba haber terminado el duelo de esa manera. Ahora que Hiro se encontraba en sus brazos, ya nada más le importaba. Soltó un pequeño suspiro, miro por la puerta por donde había entrado.- ¿Hay alguien ahí?
En cuanto pregunto, aquel hombre rubio de nombre "Zwei" o como también se le conocía como "Nikolav" apareció en un parpadeo. Lucia sonrió un poco al ver una cara conocida.
-Sabias muy bien que alguien te estaba siguiendo -Sonrió un poco aquel hombre ante la afirmación de Lucia.- Ein me pidió que mantuviera mi distancia y que estuviera atento a cualquier situación que se presente -Hizo una pequeña reverencia.- He preparado algunas de las habitaciones que utilizaban esas personas, lleve un poco de comida y un botiquín de emergencia para ambos -Se cruzo de brazos y se hizo a un lado en cuanto vio pasar a Yonazuki Lucia junto con Hiro a sus espaldas.- Supongo que su estadía será larga
-Dependiendo de las heridas que tenga Hiro -Dijo Lucia tranquilo.- Por ahora, debe descansar y comer bien, tú también deberías descansar, me has estado siguiendo sin parar, debo agradecerte mucho así que permanece cerca de nosotros -Suspiro.- Quiero ser el primero en darle las buenas noticias a todos si me lo permites
-Adelante -Zwei volvió hacer una reverencia.- No dude en llamarme de nuevo
Y así como apareció, volvió a desaparecer.
A paso lento, Lucia se dirigió en uno de los cuartos que le había dicho aquella persona. Sonrió un poco al ver que realmente había preparado todo para una estadía larga.
En cuanto tumbo a Hiro en la cama, se encargó de quitarle aquellas ropas rotas y limpiarlo con una toalla limpia. En cuanto termino con su tarea principal, le puso ropa cómoda y calientita, lo cubrió con una manta y se mantuvo a su lado para brindarle un poco de agua a cada hora, ponerle una toalla húmeda en la frente al ver aquellas mejillas rojas, acostarse a su lado y tomar su mano para hacerle saber que no se encontraba solo.
Que había una persona a su lado y que esperaba pacientemente a que abriera los ojos.
Aprovechando ese momento, Lucia no dudo en caer profundamente dormido por aquel gran cansancio que se había formado en sus hombros. Acurrucarse en el cuerpo contrario, sentir aquel agradable calorcito que siempre le brindaba cuando compartían la cama, le hizo sacar una sonrisa.
Realmente era Hiro el que al fin se encontraba a su lado.
Era él.
Al tercer día, cuando Hiro se encontraba un poco más estable y se despertaba en ocasiones para comer un poco o moverse para ir al baño o caminar un poco. Fue cuando Lucia al fin se decidió por hablarle a sus amigos y darles la buena noticia.
Todos gritaron de alegría al verlo dormir con tanta tranquilidad que tuvieron que taparse la boca para evitar despertarlo. Se preocuparon ante aquella gran cicatriz de su rostro, pero se mantuvieron optimistas por lo bien que se veía después de todo. Se preocuparon un poco al ver el cansancio marcado en el rostro de Lucia, pero este solo se limitó a responderles con una sonrisa en el rostro mientras les decía que se encontraba bien y que tardarían un poco en regresar.
Todos le dijeron que no se preocupara por regresar, que se tomaran el tiempo necesario para descansar, pues al final, ellos se mantendrían alertas en caso de que suceda algo extraño.
En cuanto colgó y se comunicó con Marguerite, la mujer no dudo en sonreír mientras soltaba un gran suspiro, realmente la directora de Gensis había estado preocupada al no encontrar el paradero de Ryugasaki Hiro, pero ahora que no lo volverían a perder de vista, la mujer podía relajarse un poco. Aprovechando aquel tiempo de llamada, la mujer no dudo en avisarle que aún no tenían información sobre aquella sombra vestida de cordero pero que estarían al tanto cuando esta decida aparecer de nuevo.
Lucia agradeció ante tal consideración.
Una vez más el silencio reino en aquel lugar. Asomándose por la puerta de aquel cuarto, quería estar seguro que no había nadie ahí observando. Cerró la puerta con seguro, tomo una gran bocanada de aire y cerro sus ojos con tranquilidad.
-Ryugasaki Eiji -Susurro.
En cuando Lucia volvió abrir los ojos, el nombrado se encontraba frente a él. Aquel padre camino directo a la cama donde su hijo descansaba en cuanto Lucia se hizo a un lado.
-Gracias por encontrarlo -Menciono el padre.
-Se lo prometí -Sonrió Lucia.- Esta vez no fallaría, esta vez me encargaría de protegerlo y llegar hasta él
-Tuve razón en confiar en ti -Con suavidad, poso su mano desnuda en la mejilla de su hijo, mordió levemente sus labios en cuanto vio aquella cicatriz en el rostro de Hiro. De alguna manera, no pudo evitar sentirse terrible ante la última pelea que tuvieron.- Perdóname hijo mío -Susurro con pesar mientras sentía su corazón ser estrujado.- Perdona a este estúpido padre que no sabe como expresar sus sentimientos a su hijo adolescente -Carcajeo un poco mientras sentía como las lagrimas resbalaban por sus mejillas.- Perdona a este estúpido padre y abre tus ojos por favor, eres mi tesoro, eres mi pequeño niño
Lucia sonrió con cierta tristeza al imaginar a sus padres en un momento como ese. Hiro era demasiado afortunado de tener a ambos a su lado. Quiso alejarse de esa escena hasta que sintió como unos delgados brazos le abrazaban por la espalda. Una suave risita y una dulce caricia a sus cabellos blancos. Tuvo que mirar a sus espaldas para encontrarse con Ryugasaki Asagi, la madre de Hiro que le sonreía con cariño.
-Es bueno al fin conocerte Yonazuki Lucia-chan -Menciono la mujer de frente.- Esta madre estará eternamente agradecida por haber encontrado a mi pequeño niño y me disculpo de antemano por las acciones y malas palabras que mi tonto marido pudo haberte dicho -Suspiro Asagi.- No entiendo como dijo esas cosas malas de ti cuando puedo ver muy bien lo buena persona, amable y lindo que eres -Abrazo a Lucia con un poco más de fuerza, el joven de cabellos blancos se sonrojo un poco ante aquel afecto.- Puedo comprender muy bien porque mi hijo te ama demasiado -En cuando los ojos de Asagi y Lucia se encontraron, la mujer mostro una sonrisa mucho más grande que el joven no pudo evitar pensar que de ahí era la sonrisa de Hiro.- Has cumplido con tu promesa, pero más que eso, lo que te hizo encontrar a Hiro en realidad, fue este terco corazón que no deja de preocuparse por él, que no deja de pensar en él, este tonto corazón que lo ama con todas sus fuerzas -Soltó una pequeña risita ella antes de volver abrazar a ese joven que se aferro un poco a sus ropas.- Muchas gracias Lucia-chan, muchas gracias por protegerlo, por amarlo y brindarle ese cariño que nosotros no hemos logrado en todo este tiempo, esta madre estará eternamente agradecida
Escuchar a Asagi llorar, fue más que suficiente para que Lucia llorara en silencio ante aquel abrazo tan maternal. Un abrazo que realmente ambos necesitaban.
Eiji al voltear a sus espaldas y ver llorar a esos dos, provoco que sonriera con cariño mientras regresaba a su tarea de peinar con ternura los cabellos de su hijo. Analizaba lo que sucedía con él y la razón de aquella cicatriz. Pudo sentirlo desde el momento en que llego a esa habitación, había algo parecido a una sombra en su interior, pero de alguna manera, fue capaz de controlarla en su interior. Quizá, tuvo un poco de ayuda para mantenerla a raya. Sonrió un poco al pensar en aquel joven de cabellos blancos, quizá, Lucia también era la luz de Hiro.
Un fuerte golpe en la cabeza provoco que casi cayera sobre su hijo. Al voltear a sus espaldas molesto, se encontró con el rostro lleno de furia de su querida esposa.
-No puedo entender porque dijiste esas cosas malas sobre Lucia-chan -Se quejo la mujer mientras abrazaba con más fuerza al de cabellos blancos.- Es tan tierno este niño que no seré capaz de perdonarte hasta que te disculpes con él -La mujer le saco la lengua.- Si vuelvo a escuchar que dices algo malo, me enojare de verdad y ahí si sufrirás -Bajo su rostro y beso la frente de Lucia, provoco que la pálida piel del joven se coloreara de un color rojo intenso, tan parecido al cabello de Hiro.- He decidido adoptar a este niño y llevarlo a casa, así que ni se te ocurra intervenir Ryugasaki Eiji
-En realidad -Hablo Lucia tratando de olvidar aquel fuerte sonrojo.- Ya vivo en su casa, Hiro nos invito a mi y mi hermana a vivir con ellos
-¿Tengo al fin una linda hija? -Grito feliz la mujer mientras soltaba a Lucia.- ¡No importa! Estoy segura que nos llevaremos muy bien, ya tengo ganas de llevarla de compras
-Tal vez eso sea en otro momento Asagi -Interrumpió Eiji con cierta seriedad.- Pero justo ahora necesitamos irnos, no podemos interceptar más en este mundo
-Lo sé -Suspiro la mujer con triste. Tomo a Lucia de las mejillas y beso su frente. Camino en silencio a donde su hijo dormía y beso con suavidad su frente mientras revolvía aun más sus rebeldes cabellos.- Duerme bien mi pequeño, mamá y papá te protegerán a partir de ahora, no estas solo mi niño, aquí siempre estaremos cuidando tus bellos sueños -Pego sus frentes. La mujer volvió a llorar en silencio.- Es hora de abrir los ojos, hay una persona que espera pacientemente a tu lado
En cuanto se reincorporo. La mujer secó sus lágrimas y camino al lado de Eiji. Ambos se tomaron de las manos.
-Cuídalo bien Lucia -Carraspeo Eiji. Lucia sonrió mientras asentía.- Estaremos a su lado, en cuanto regresen a Nekome y busquen a esa sombra, nosotros les ayudaremos, por lo mientras, recuperen sus energías, lo necesitaran
Lucia miro a ambos padres. La manera en que ellos dos se miraban y sonreían. Podía sentir como desbordaban aquel tierno amor que un día le gustaría hacer lo mismo con Hiro.
El joven usuario de deck Vampírico cerro sus ojos por unos segundos y al momento de volver abrirlos, ellos se habían marchado.
Cuando paso una semana, Hiro fue capaz de abrir sus ojos una mañana cálida.
Miraba a todos lados para tratar de ubicarse hasta que una sonrisa mucho más grande apareció en su rostro al ver a cierto joven acurrucado a su lado. Apreció aquellas ojeras que se marcaban debajo de sus ojos cerrados, aquel largo cabello blanco que caía con gracia a sus hombros y que era capaz de ocultar su bonito rostro. Aquellos tiernos suspiros que lograba escuchar viniendo de él.
Hiro se hizo a un lado y abrazo con un poco más de fuerza a Lucia que inmediatamente recargo su rostro a su pecho.
El de cabellos rojos soltó una pequeña risita.
-Buenos días, Lucia -Susurró.
Escucho al nombrado soltar una pequeña risita mientras alzaba su rostro con cierto cansancio que no podía evitar pensar lo lindo que se veía. En cuanto aquellos cansados rubie lo miraron con atención, observo con ternura como estos empezaban a brillar.
-Buenos días, Hiro -Respondió Lucia.
Ambos jóvenes soltaron pequeñas risitas. Pegando sus frentes con ternura y besando sus labios con tanto cariño y tanta fuerza que no querían separarse nunca más.
.o.
Todo a su alrededor era un desastre. Había lanzado todo contra las paredes y se había roto en miles de pedazos por el suelo. Aunque siendo sinceros, aquellos vidrios rotos y muebles destrozados, realmente no le importaban.
Aquella sombra se encontraba desesperada que grandes gritos se escuchaban de aquel lugar supuestamente abandonado, lograba asustar a todo aquel estúpido joven que quería hacer una prueba de valor y tratar de acercarse a ese lugar.
Ya había tenido entre sus garras a Ryugasaki Hiro, sabía muy bien cuál era su debilidad. Estuvo a punto de conseguirlo gracias a Yonazuki Lucia, pero fue muy estúpido de su parte utilizarse como escudo humano y proteger al de cabellos blancos. Claro que aquello realmente fue algo bueno para él, eso aceleraba las cosas para poder invocar al Árbol de la miseria, traer a todos sus hermanos y hermanas caídos en batalla. Hundir al mundo en un sueño eterno para al fin volver a verla, para al fin tener la familia que una vez tuvo.
No importaba el daño que estaba sufriendo en ese momento por culpa de Infiniflame Dragon y Doomlord of the abyss. Aquellas cartas legendarias que habían atacado con la intención de hacerle daño, no serían capaces de detenerlo cuando sentía que sus planes estaban mejorando con cada minuto que pasaba, sería capaz de tomar control total del cuerpo de aquel estúpido joven de cabellos rojos que derroto a todas las sombras.
Estuvo a punto de conseguir a Ryugasaki Eiji y Ryugasaki Asagi, ya los había tenido entre sus garras, era el plan perfecto jugar con ellos con tal de "ayudar" a su moribundo hijo. Pero cuando aquel estúpido joven decidido escapar y lograr esconderse de todos, fue cuando sintió la verdadera desesperación. No era capaz de sentirlo por la marca que le dejo, no era capaz de sentir aquella presencia que se estaba volviendo loco.
Así jamás completaría su plan.
Estaba temiendo que Ryugasaki Hiro logro ser ubicado y lo estaban escondiendo de él ahora que saben sobre su existencia.
Estaba imaginando que podrían ayudarle a quitar aquella maldición que le impuso y sus esfuerzos por querer acercarse a él, simplemente serian en vano.
-¡Maldita sea!
Maldijo para lanzar una vez más aquellos objetos que se habían mantenido intactos en ese lugar.
Ahora que lo habían visto, era imposible pasar por desapercibido. Aquellos estúpidos niños que se atravesaron en su camino y salvaron el mundo, sería imposible atacarlos, pues no se encontrarían solos. Sus cartas legendarias los protegerían contra cualquier ataque y si vuelve a recibir daño, es probable que acaben con él.
Pero aparte de eso, podía sentir algo más, sus instintos mismos lo sabían y le advertían sobre lo que se encontraba ahí afuera.
Lo podía sentir, aquellas dos presencias que de vez en cuando se esconden a las afueras de su escondite, esos dos seres sabían que él se encontraba ahí. Era imposible escapar de ellos ahora que lo tenían ubicado.
-¡Ryugasaki Hiro! -Grito con enojo y desesperación.
No, esto aun no era el fin.
No tenía porque acabar de esa manera.
Aún tenía una oportunidad más.
La maldición lanzada a Hiro crecería más en su interior hasta invadirlo completamente y tomar control sobre él. Era imposible que se salvara tan fácilmente, era imposible que alguien controlara la sombra de su interior, era imposible que aquel de corazón puro, no se corrompiera con el tiempo.
"Aún tenemos una gran posibilidad, aún tendrás oportunidad de verla una vez más"
Aquella voz en su interior hablo.
Aquel humano sonrió en cuanto sus ojos se oscurecieron.
"Es demasiado pronto para rendirse, ¿Qué tal si jugamos un poco en esta ciudad? Tarde o temprano, Ryugasaki Hiro saldrá para intentar detenernos"
-Y será el momento para perfecto para tomar control sobre él
"Sera demasiado tarde para todos ellos darse cuenta de la maldición que consumirá su vida"
-Tarde o temprano, será nuestro y volveré a verla
"Y el mundo entero será nuestro al fin…"
¡Muchas gracias por leer!
Antes de que acabe el año, quiero subir un capitulo más. Así que me apurare en escribirlo. ¡Esto no se puede quedar así! Estoy tan emocionada por escribir el siguiente así que espérenlo.
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Miércoles 11 de Diciembre de 2024
