PENSAMIENTO INTRUSIVO


"No podré enamorarme de alguien más si sigo viéndote a escondidas"

El recuerdo de cuando le dijo aquella frase a Hans apareció de pronto en sus pensamientos, sin una razón aparente. Era muy temprano por la mañana de un martes cualquiera, se había despertado, tomado un baño y vestido, preparándose para un día más de trabajo, y mientras cepillaba su cabello en su cabeza resonó el recuerdo de su propia voz diciéndole a Hans que debían poner fin a su relación, ya que si seguían manteniendo una relación en secreto, ella no podría conocer a alguien más.

Ni siquiera sabía porque le había dicho eso en aquel momento, en realidad, no comprendía muchas cosas de lo que había sucedido entre Hans y ella, agradecia a su mente traicionera el hecho de que rara vez trajera a flote los recuerdos de todos esos momentos que compartió junto al Príncipe de Las Islas del Sur, ya que eran situaciones que traían consigo emociones demasiado contrastantes entre sí.

Ni siquiera sabía si se arrepentía del todo de haberlo besado en medio de un impulso en Austria; un arrebato demasiado imprudente e incorrecto en más de un sentido. Gran parte del tiempo, olvidaba el hecho de que eso realmente ocurrió, no fue una especie de sueño, pesadilla o alucinación, fue algo real.

Desconocía si lo que alguna vez creyó era amor, genuinamente lo había sido, ya que actualmente se decía que era imposible que ella se hubiera enamorado de la misma persona que la destrozó de una manera tan horrible, pero al mismo tiempo recordaba haber sentido algo demasiado intenso hacia Hans; algo que no había sentido por nadie más, ni siquiera por Aksel.

Pero realmente prefería no detenerse a pensar en todo lo que aquellos besos, caricias, palabras dulces y promesas de amor eterno le provocaron en su momento, le atormentaba el reconocer que en más de un momento estuvo a punto de entregarse voluntariamente al pelirrojo, que se dejó llevar demasiado y por poco llegaba hasta las últimas consecuencias.

Una de las teorías que solía repetirse para justificarse a sí misma y quitarse un peso de encima, era decirse que posiblemente todo se había tratado de un caso de síndrome de estocolmo, un engaño que su propia cabeza creó para lidiar con el hecho de que convivia demasiado con el hombre que la lastimó, quizá pensar aquello era lo mejor para ella.

En realidad, olvidar cada uno de los momentos de índole romántica que vivió junto al pelirrojo era lo mejor para ella, engañarse a sí misma diciendo que Hans y ella nunca se habían visto como algo más que amigos era lo ideal para no perturbarla nuevamente. Y es que en ocasiones una peligrosa curiosidad le hacía preguntarse el cómo Hans lidiaba con esos recuerdos, que sentía al rememorar los momentos que pasaron a solas, pero sabía que era preferible jamás averiguarlo por el bien de su salud mental.

Ya bastante le había costado reponerse desde aquella visita al mundo de los sueños, en donde por desgracia pudo observar con claridad aquello que Hans albergaba en su subconsciente, si bien, lo había perdonado (nuevamente) y sabía que lo mejor para Andy era que ella encontrara la manera de tener una relación cordial con Hans, le fue difícil poder estar cerca del pelirrojo sin sentirse incómoda con el hecho de que el padre de su hijo le había demostrado que la deseaba y llegó a tener sentimientos intensos hacía ella. Lo había dejado bastante claro la primera vez que le propuso pasar la noche juntos cuando iban en un barco rumbo a Francia para asistir a un funeral, o aquella vez en Berlín cuando la acompañó a una reunión importante…y ni mencionar lo que estuvo a punto de pasar en el último vagón del tren rumbo a Louven.

Sintió un nudo en el estómago y rápidamente agitó la cabeza intentando sacar esas imágenes de su cabeza y alejar la sensación de los besos de Hans recorriendo su abdomen. En definitiva esa historia romántica con Hans se trataba de una clase de falla o error en la línea temporal, algo que ni siquiera tuvo que haber pasado.

Pero justo esa mañana había recordado esa frase: "No podré enamorarme de alguien más si sigo viéndote a escondidas"

Le parecía curioso el que ella había dicho esa frase, que posiblemente en ese momento solo se trató de un intento fallido de poner fin a una relación que no tenía sentido, pero Dios, ¿De qué otra persona podría haberse enamorado?

Antes de Hans solamente se había fijado en Aksel y eso resultó terriblemente mal, después se sintió tan aterrada de intentar tener una relación amorosa que prefirió solo enfocarse en gobernar Arendelle y criar a Andy, por muchos años estuvo bien así y ni siquiera se sentía sola, ni sentía que necesitaba tener a un hombre a su lado, genuinamente era feliz estando soltera y rodeada de su familia y amigos.

Suponía que la aparente atracción y (supuesto) enamoramiento que Hans despertó en ella se debía porque se encontraba en un punto de su vida en el que pasaba aún más tiempo sola que antes, Andy prácticamente acaba de entrar a la adolescencia y ya no deseaba pasar tanto tiempo con ella, sin mencionar que fue la etapa en la que su hijo tuvo más desplantes e hizo algunos cuantos comentarios crueles que hirieron sus sentimientos, eso sumado al hecho de que se había interesado por leer novelas románticas y todos esos factores influyeron en que ella deseara algo que jamás había podido tener; una historia de amor con final feliz.

Y Hans era el hombre que más estaba a su alcance…y uno en el cual confiaba demasiado, además, había empezado a ser tan dulce considerado con ella, tanto que hacía que su corazón palpitara con fuerza y sus mejillas se tornaran de un rosa intenso.

Sacudió su cabeza una vez más, debía obligarse a sacar el tema de su cabeza.

Ya habían pasado un par de años desde que terminaron definitivamente, Andy estaba por cumplir los diecisiete años y su relación madre e hijo se encontraba mejor que nunca (bueno, a veces sí que extrañaba cuando su adorado Anders era un niño pequeño), y todo en su vida marchaba de maravilla, hasta esa mañana.

El pensamiento intrusivo de que en su momento había decidido abstenerse de buscar un esposo para evitar que algo similar a lo de Aksel ocurriera y no poner en riesgo el bienestar de Andy, pero que ahora su hijo ya no era un niño pequeño que necesitara de ella por completo y ahora podría darse la oportunidad de conocer y salir con alguien apareció en su mente y se clavó con fuerza allí.

Claro que era un pensamiento intrusivo, algo que debía ignorar por su bien y el de su familia, ya no era una jovencita, era la Reina de Arendelle, madre soltera y sostenía una amistad con su supuesto ex novio; algo que ya de por sí era muy cuestionable y generaba demasiadas habladurías por parte de la gente, no quería más drama innecesario en su vida.

Sabía que era incapaz de vivir un romance dulce y tranquilo, ya que si se le llegaba a ver demasiado cerca de un hombre, los comentarios acusandola de ser una ramera no se harían esperar.

No necesitaba conocer a alguien.

No necesitaba enamorarse.

No necesitaba tener una pareja.

Pero mientras se miraba en el espejo no pudo evitar imaginar lo bonito que sería experimentarlo por al menos una vez en su vida.


Nota de autor:

Hola, primero que nada, por si acaso aclaro que esto esta inspirado en las historias de MADAME PURPLE, así que hay varias cosas que hacen referencias a sus fics "El amor de una madre", "El Príncipe de hielo" y "La Princesa hechicera". En algún punto del segundo fic de la trilogía, ella incluyó un romance secreto/prohibido entre Hans y Elsa, y bueno, en ocasiones me llegué a preguntar si en algún momento sería posible que Elsa se enamorase de alguien más, o si alguna vez se permitiría intentarlo. En fin, por el momento no sé si este fic vaya a ser muy largo, o si al final decida dejarlo solo como un pequeño OS

La vida adulta me mantiene un poco más alejada de la escritura de lo que me gustaria para ser verdad, y honestamente, no sé si tendré este fic como prioridad, pero por si acaso (x2), debo mencionar que las historias de MADAME PURPLE tocan temas bastante sensibles, y aunque yo evite mencionarlos en este posible primer capítulo, si continuo actualizando, es posible que en algún momento yo llegue a incluir esos temas sensibles, así que por eso le he puesto clasificación M. En caso de que no esten familiarizados con el fic de Madame Purple; hay abuso sexual involucrado, si es un tema que prefieren evitar, es mejor que no le den follow a este fic (Que en caso de decidir incluir algunas referencias a ello, no seré explicita)

Por el momento, no me queda nada más que decir que gracias por pasarte por esta historia, Madame Purple, si te das el tiempo de pasarte por aquí ¡Bienvenida! y en caso de que te moleste que utilice tu historia, puedes pedirme que elimine el fic sin problema, igual si tienes alguna sugerencia es bienvenida, con toda confianza.

Hasta pronto