CHICA DE CALIFORNIA

LA INMORTAL

DESCARGO DE RESPONSABILIDAD

Yo no soy dueño de los derechos de Buffy la cazavampiros, ni tampoco de los de Highlander, el inmortal.

NOTAS DE AUTOR

Esta es una historia crossover, pero se centrará más en el mundo de Buffy. En cuanto a la calificación supongo que pueden esperar los mismos niveles de violencia que tenían ambas series.

En la línea de tiempo de la historia es mayo de 1.998, poco después del último capítulo de Highlander y el final de la segunda temporada de Buffy.

Tal vez se pregunten por qué el prólogo y el primer capítulo están juntos, esto es porqué en lo personal me molesta cuando en una historia la numeración de los capítulos no se corresponde con el capítulo real, como por ejemplo cuando el prólogo está separado o algunos capítulos son realmente largas notas de autor. Llegando al punto de que el capítulo marcado como 30 es en realidad el 24 de la historia (me ha pasado muchas veces).

-Diálogos-

"Pensamientos"

(Mis comentarios)

[1] Notas al pie de página.

"Negrita" Palabras enfatizadas.


PRÓLOGO

ERA CUESTIÓN DE TIEMPO

Una antigua leyenda dice que los "DEMONIOS VERDADEROS" también conocidos como los "ANTIGUOS" o los "PRIMORDIALES" una vez habitaron la tierra, seres de tal poder que el mismo universo físico y sus leyes se doblegaron a sus caprichos, pero muy lentamente fueron perdiendo su capacidad de influir de forma directa sobre esta realidad y se fueron trasladando a otros reinos a los que los mortales llamaron después con el nombre nombre de "El Infierno" o "Las Dimensiones Infernales" y en un mundo libre al fin de sus oscuros poderes, el hombre la más frágil, pero a la vez la más prometedora de las criaturas prosperó.

Pero no todos estos "ANTIGUOS" se marcharon en silencio, muchos de ellos dejaron atrás a sus sirvientes, con el único propósito de que estos pudieran encontrar la forma de permitirles volver a su antiguo reino, estos seres eran infinitamente menos poderosos que sus amos, pero más adaptables a este nuevo mundo al estar contaminados con la esencia de la humanidad. Uno de estos "ANTIGUOS" dio de beber su propia sangre a un ser humano antes de marcharse, el resultado de este impío acto fue un cadáver humano animado por una esencia demoníaca y se convirtió en el primer vampiro, que con su sangre maldita creó a muchos más cómo él, las otras diferentes razas de sirvientes pasaron a ser conocidos por los humanos con el título de demonios menores.

Los vampiros y los demonios menores plagaron el mundo hasta que la misma humanidad corrió el riesgo de desaparecer en el olvido. Para evitar esto un grupo de poderosos hechiceros humanos que se hacían llamar los "Hombres de las Sombras" robaron la esencia de uno de los "ANTIGUOS", uno poderoso y territorial, que gozaba de luchar y destruir a sus iguales y la infundieron en una campeona mortal en contra su voluntad, una joven que recientemente había llegado al poder de crear nueva vida. Esta chica se convirtió en la primera Cazadora y su misión fue destruir a los demonios y vampiros para evitar que sembraran el mal sobre la tierra.

Sineya, la Primera Cazadora murió asesinando al último de los "ANTIGUOS" que habitó la Tierra, pero su esencia y poder no se perdieron, los Hombres de las Sombras habían dividido una pequeña parte del poder del "Demonio Cazador" en muchas otras chicas para que al morir la Primera Cazadora, otra chica tan joven como era ella al inicio del destino al que ellos le condenaron, la sucediera, creando así un ciclo sin fin. Y milenios pasaron mientras las Cazadoras defendían a la raza del hombre desde las sombras, luchando y muriendo una a la vez, siempre solas contra las criaturas de la oscuridad, cuando una cazadora moría otra era elegida y dotada de la fuerza, la velocidad, los sentidos y la curación necesarios para hacerle frente al mal.

"UNA SOLA CHICA EN TODO EL MUNDO"

Siglos después un grupo de hombres y mujeres hábiles en el uso de la magia, se declararon a sí mismos herederos de los Hombres de las Sombras, descubrieron cómo rastrear y reconocer a la Cazadora activa y a algunas chicas con el potencial de convertirse en Cazadoras en el futuro. Se llamaron a sí mismos "Los Vigilantes" y esclavizaron a la línea de la Cazadora haciéndolas obedecer sus órdenes, bajo la creencia de que eran más sabios y de qué la Cazadora era solo un arma para ser usada a su conveniencia. Crearon reglas para apartar a las Cazadoras de aquellos a quiénes amaban y sin una conexión emocional las Cazadoras se hicieron frágiles ya que empezaron a olvidar el por qué luchaban y por ello comenzaron a morir cada vez más jóvenes.

No contentos con esto los Vigilantes notaron que siendo al comienzo muy jóvenes las Cazadoras eran fáciles de manipular, pero al ir convirtiéndose en adultas eran cada vez más reacias a obedecer ciegamente, entonces crearon el "cruciamentum" una "prueba" a la que sometían a la Cazadora al cumplir 18 años, le quitaban temporalmente sus habilidades para después forzarla a luchar contra un vampiro o demonio. De las Cazadoras que sufrieron esta "prueba" sólo 1 de cada 10 sobrevivió y así la línea de la Cazadora se hizo más débil.

"ERA CUESTIÓN DE TIEMPO"

Los inmortales han existido desde antes de la historia registrada. Seres de forma humana, pero no del todo humanos pués ellos no nacen de padres humanos, nadie jamás ha descubierto que son o de dónde vienen estos seres, aparecen de la nada con la forma de bebes, niños y niñas indefensos que muchas veces son criados por personas normales al creerlos simples huérfanos, crecen y viven como humanos hasta que la muerte los visita por primera vez, pero la muerte no tiene un poder permanente sobre ellos.

Después de su primera muerte ellos regresarán a la vida y ya no envejecerán un día, pudiendo vivir milenios, son inmunes a todas las enfermedades, sus heridas sanan en instantes y si por alguna razón llegan a morir, regresarán en cuestión de minutos u horas dependiendo de su propio poder, un inmortal solo puede morir permanentemente sí su cabeza se separa de sus hombros y entre más viejos son más sabios y poderosos se hacen, cuando son decapitados todo este poder acumulado se libera en la forma de una furiosa tormenta eléctrica.

Los inmortales pueden reconocerse entre ellos gracias a una sensación única que se produce cuando hay otro inmortal cerca, llaman a esto "el zumbido". Si un inmortal matá a otro, heredará todo su poder y conocimiento al que llaman "AVIVAMIENTO", a lo largo de los siglos los inmortales se han estado persiguiendo y asesinando el uno al otro en busca de ese increíble poder.

Se dice que en algún momento del futuro cuando queden pocos inmortales sobre la Tierra, serán llamados a una tierra lejana donde lucharán hasta que solo uno se alce con la victoria y reciba el premio final del juego. Algunos piensan que el premio será el poder de un dios, otros esperan que sea la oportunidad de llevar una vida mortal cómo la de cualquier otro ser humano y tener hijos, nadie lo sabe, pero en lo único en que todos los inmortales están de acuerdo es en que.

"AL FINAL SOLO QUEDARÁ UNO"

Con el pasar de los siglos un grupo de eruditos mortales descubrió la existencia de los inmortales y las reglas de su juego, juraron observarlos sin interferir, aprender de ellos y registrar sus vidas para la posteridad, curiosamente también se llamaron a sí mismos "Los Vigilantes". Los inmortales continuaron apareciendo por todo el mundo en forma de bebés, sin que nadie supiera de dónde venían estos cientos de hombres y mujeres que fácilmente podían vivir siglos.

"ERA CUESTIÓN DE TIEMPO."

A lo largo de los años los caminos de inmortales y Cazadoras se han cruzado muchas veces, terminando esto casi siempre en conflicto al creer la Cazadora que el inmortal era un demonio, la Cazadora mataba temporalmente al inmortal o el inmortal mataba a la Cazadora. En raras ocasiones la Cazadora tuvo suerte y decapitó al inmortal matándolo permanentemente.

"ERA CUESTIÓN DE TIEMPO."


CAPÍTULO 1

ANNE

Anne Winters se sentía afortunada, llevaba tres días en la ciudad de Los Ángeles y ya tenía una casa y un trabajo.

Su nuevo hogar era un muy pequeño apartamento sin aire acondicionado, no muy agradable en el verano de California, en el quinto piso de un edificio tan viejo que parecía poder derrumbarse en cualquier momento.

Su trabajo era el turno de día como mesera en un restaurante a solo veinte calles de su edificio. Ella siempre había oído decir que caminar era bueno para la salud, decidió que no permitiría qué nada de eso la molestara.

Su apartamento era un lugar seguro al que podía decidir a quién invitar y a quién no, lo que era muy importante para ella.

Su trabajo era aburrido, eso era cierto, pero pagaría las cuentas ya que sus ahorros estaban disminuyendo a gran velocidad, pero más importante todavía, el turno de día le dejaba las noches libres para poder ocuparse de su otro trabajo, aunque no se supone que un trabajo es algo por lo que te pagan, no es que pudiera llamarlo vocación ya que ella no lo eligió y de haber podido elegir se habría negado y suplicado por una vida normal y aburrida, deber era más parecido a la verdad, pero ella se resistió cada día. No, la mejor forma en que podía llamar a esa parte de su vida era, su "MALDICIÓN".

Esa tarde faltaban solo dos horas para terminar su segundo día en el restaurante, cuando todo comenzó a irse al infierno y si había alguien en Los Angeles que podía hablar del infierno esa era Anne.

Comenzó como una picazón en sus sentidos, muy similar a lo que sentía cuando algo realmente desagradable estaba cerca, era parecido, pero no exacto. Entonces la golpeó, una mezcla de dolor de cabeza, zumbido en los oídos y un deseo de salir huyendo o atacar, junto con la sensación de una presencia extraña, aunque de alguna manera le era familiar. Anne se desconcertó por un instante, jamás había sentido algo así, la presencia pasó rápidamente y después desapareció. Por un momento Anne empezó a relajarse antes de sentirlo de nuevo, el dolor en la cabeza, el zumbido en los oídos, la necesidad de huir o atacar y sobre todo la sensación de presencia que cada segundo se hacía más clara y poderosa, casi tangible.

Duncan MacLeod estaba en Los Ángeles para visitar a otro inmortal, su alumno, amigo y casi hijo Richie Ryan, las cosas entre los dos estaban un poco tensas desde hacía varios años y Duncan no podía culpar a Richie por ello, primero Duncan había caído víctima de un "avivamiento oscuro" que lo dominó convirtiéndolo en todo lo contrario de lo que siempre fue, y como resultado casi asesina a Richie y terminó matando a otro de sus amigos Sean Burns, cuyo "avivamiento de luz" devolvió a Duncan a sus sentidos permitiendo que otro de sus amigos, Methos, lo ayudara a recuperarse.

Varios años después, un ser venido de una pesadilla, un demonio llamado Ahriman nada menos (aunque eso era algo que todavía le resultaba difícil de creer) atacó a Duncan confundiendo su mente con alucinaciones de aquellos enemigos a los que había matado en el pasado y como resultado estuvo de nuevo a punto de matar a Richie, pero él esquivó la espada de Duncan por poco, lo que resultó en ser degollado, en lugar de decapitado y una muerte temporal en lugar de una permanente [1]. Después de eso Richie decidió poner tierra y mar de por medio y se mudo de París a California, de nuevo no era que Duncan lo pudiera culpar, Duncan logró después de un año de meditación, oración y sobre todo mucha ayuda y algo de suerte desterrar a Ahriman por lo que esperaba fueran otros mil años [2].

Ya había pasado algún tiempo de eso, años en los que su único contacto con Richie había sido a través de llamadas de larga distancia, cartas, "e.mails" o de los pocos amigos mortales e inmortales que tenían en común (Methos, Amanda y Joe sobre todo), pero ahora Duncan decidió visitar a Richie personalmente para con suerte poder sanar su relación.

Conducía su cadillac convertible rojo con blanco, alquilado por nostalgia de uno igual que había tenido en la década de los 50's, cuando sintió un zumbido inmortal al pasar por cierta calle, sintiéndose algo curioso y sobre todo prefiriendo conocer de antemano a cualquier inmortal que pudiera resultar un peligro para Richie o para él mismo, Duncan estacionó su automóvil a un par de calles del lugar donde sintió al otro inmortal y tomó su abrigo en el cual escondía su espada, en un bolsillo especialmente fabricado con un refuerzo de cuero para evitar que la filosa katana cortara el abrigo como si estuviera hecho de mantequilla.

Después caminó por la misma calle en busca de la sensación del zumbido hasta que llegó a un pequeño restaurante, entró y comprobó que la sensación adentro era mucho más fuerte, el otro inmortal debía estar allí, pero nadie lo miró a los ojos al entrar, ni dio señales de reconocimiento, él caminó tranquilamente hasta una mesa y se sentó de espaldas a la pared, de forma que podía ver todo el local fácilmente, se quitó el abrigo, pero lo colocó de manera tal que su espada estaba al alcancé de un rápido movimiento de su mano. Por lo general se consideraba increíblemente descortés entre los inmortales, el intentar esconderse entre la multitud de mortales cuando se encontraban con otro de los suyos y eso preocupó al escocés, sospechaba que podían estar tratando de tenderle algún tipo de trampa.

Cuando Anne empezó a sentir de nuevo la extraña presencia, se dio cuenta casi inmediatamente de qué lo que fuera se estaba acercando, entonces se maldijo mentalmente por encontrarse desarmada o casi, solo tenía un par de estacas con ella, pero sí esta cosa que venía hacia ella fuese un vampiro, no estaría afuera a plena luz del día. Desgraciadamente para Anne sus espadas y su hacha favorita (con la que su madre había golpeado al idiota que casí la mata), estaban en su apartamento. Rápidamente se deslizó en la cocina y sin ser vista robó un cuchillo lo bastante pequeño como para esconderlo en el bolsillo del delantal de su uniforme de mesera, pero lo bastante grande como para causar un daño significativo y se preparó mentalmente para una pelea, rezando para que la cosa (fuera lo que fuera) no intentara nada a la luz del día con ocho clientes y un cocinero presentes, pero no podía contar con eso, ella tenía que estar preparada.

Fue entonces que vió entrar al que sería la representación perfecta de la frase "alto, moreno y guapo", tenía el cabello largo recogido en una cola de caballo, ojos verde oscuro y llevaba de todas las cosas imaginables un abrigo largo, "DE DÍA, EN EL VERANO DE LOS ANGELES". "Qué sutil". Se dijo a sí misma. "¿Por qué mejor no salir a la calle con un letrero gigante que diga "llevo un arma oculta". Sería un poco menos obvio, ¿Qué será? Sí es un fusil u otra arma de fuego, estoy muerta. No, es muy ligero, delgado y largo. Una espada entonces, y yo con un simple cuchillo, muy bien Bu... Anne otra vez estás en un buen lío". Se reprendió.

Se obligó a sí misma a no mirar al chico demonio guapo a los ojos y simplemente siguió atendiendo a los clientes, como sí él no estuviera haciendo enloquecer sus sentidos de Cazadora, pero lo mantuvo siempre en el borde de su visión sin darle jamás la espalda. "No ataques, por favor, no ataques, si me quieres muerta está bien, pero buscame cuando no haya inocentes cerca". Seguía repitiendo en su mente mientras se acercaba a él/eso sin mostrar ninguna señal de reconocimiento, con total calma le tomó su pedido "solo pidió café, por supuesto" y cuando se lo llevó apenas lo probó como si esperara que estuviera envenenado. "Mierda eso significa que sabe quién soy, esto va a terminar muy mal". Maldijo para sí misma.

Un guerrero con menor entrenamiento o experiencia habría descartado casi de inmediato a la pequeña y tranquila mesera rubia de ojos claros que rehuía la mirada de los clientes, parecía tener menos de dieciocho años, pero Duncan notó al instante que bajo la apariencia de aburrimiento sus músculos estaban demasiado relajados, no como los de alguien que está en calma, sino como los de un guerrero que sabe que tensarlos antes de una pelea podría restarle algo velocidad a sus movimientos.

Ella jamás lo miro de frente, pero su vista se detuvo una fracción de segundo de más en su abrigo adivinando la espada allí escondida, tampoco le dio la espalda por completo en ningún momento, ni lo perdió de vista, le tomó el pedido con una voz plana e impersonal que reflejaba total despreocupación, pero la vio entrecerrar los ojos cuando él apenas tocó el café sospechando de alguna droga que pudiera ponerlo en desventaja, fue solo en ese momento que ella lo miró a los ojos, una mirada seria y mortal llena del poder de un inmortal muy, muy viejo. El mensaje fue claro. "Me reconociste, bien ahora "LARGO" si quieres seguir viviendo."

Cuando por fin hicieron contacto visual Anne liberó de golpe todo el poder y la furia de su Cazadora interna. "No me importa quién o qué eres, pero si me obligas voy a matarte". Le dijo con la mirada y por su expresión supo que él vio la muerte en sus ojos.

El chico alto, moreno y guapo se levantó rápidamente, tomó su abrigo, dejó un par de billetes sobre la mesa y se marchó sin perderla de vista, segundos después la sensación de su presencia se desvaneció y Anne soltó toda su tensión acumulada en un suspiro de alivio.

Él le había hecho recordar al último chico alto, moreno y guapo que había conocido, además de misterioso. "Si me sigue a un callejón oscuro para darme un mensaje críptico sobre el mal y una cruz, me largo hacia San Francisco". Se dijo esperando no volverlo a ver.

Duncan fue a su auto y esperó con la capota subida para ocultarse de la vista, conservando la puerta del restaurante a dos cuadras de distancia en su línea de visión por el espejo retrovisor. "Espero que no use la puerta trasera." Se dijo, repasó cada detalle del encuentro en su mente. "Parece muy joven, seguro no tenía ni 18 cuando murió por primera vez, eso le debe dificultar mucho la vida, aunque siendo una mujer y una tan bella podría disimular un poco su edad con maquillaje, me preguntó ¿Qué edad tendrá? A simple vista parecería una novata, pero teniendo en cuenta el poder detrás de esos ojos, no debe tener menos de un par de siglos, de hecho creo que podría ser incluso mayor que yo". Reflexionó.

Era obvio que en ese uniforme no podía esconder una espada lo que explicaría el por qué trató de pasar desapercibida, pero había tres cosas que no encajaban en la mente de MacLeod.

Primero, miraba constantemente a los otros clientes como sí temiera que él intentara atacarla delante de todos ellos y aun así estuviera lista para protegerlos a toda costa, pero ¿Qué inmortal sería tan tonto como para atacar a otro delante de testigos mortales? No, en esta época todos ellos comprendían la importancia de la discreción y la prudencia en público.

Otro misterio para MacLeod era ¿Por qué se sintió tan confiada como para amenazarlo con la mirada, sin tener ninguna otra arma a la mano que el cuchillo en su delantal? ¿Y sobre todo por qué él que enfrentó y decapitó a dos de los terribles cuatro jinetes y luchó contra el propio demonio Ahriman se sintió mas amenazado por esos ojos verdes que por cualquier otro enemigo que hubiese conocido en sus más de 400 años?

Tampoco podía entender ¿Qué demonios hacía una inmortal trabajando de mesera en un restaurante de un vecindario de clase baja en Los Ángeles? Es decir él sabía que cualquier trabajo era digno, pero ser mesera en ese lugar no podía pagar demasiado y para colmo la obligaba a permanecer largas horas desarmada, eso era increíblemente arriesgado, no tenía sentido para él. Claro Duncan había conocido a algunos otros inmortales con problemas económicos a lo largo de los años, pero estos eran en su mayoría sujetos con algún tipo de adicciones que no estarían dispuestos a hacer un trabajo por tan poca paga como el de mesera.

Poco más de dos horas después de su extraño encuentro Duncan vio a la chica rubia salir por la puerta del restaurante, llevaba unos jeans, una blusa clara y un saco tejido, ademas de una mochila que no era lo bastante grande como para permitirlé esconder una espada en ella ¿Acaso pensaba ir desarmada por la calle? Eso sería prácticamente suicidio. "Tal vez prefiera las armas modernas." Pensó, una bala podría detener a cualquier inmortal y dejaría la espada del enemigo disponible para realizar la decapitación.

No era algo muy honorable, cierto, pero tampoco lo sería atacar a una inmortal que no llevaba una espada, aun así no pudo evitar sentirse preocupado por ella.

Encendió el auto y se preparó, sí ella empezaba a caminar hacia él, tendría que alejarse antes de qué pudiera sentirlo, pero para su buena suerte la chica comenzó a alejarse, entonces él dio la vuelta y comenzó a seguirla manteniendo en todo momento distancia más que suficiente, pero estando preparado para acercarse en cualquier momento sí parecía que otro inmortal se le acercaba a la chica.

-Maldición, el anciano tiene razón.- Dijo en voz alta pensando en Methos. -Tengo el síndrome de caballero blanco.-

FIN DEL CAPITULO.


[1] Richie murió en esta ocasión en la serie original, pero ya qué es uno de mis personajes favoritos, lo estoy salvando.

[2] Según el lore de Highlander, Ahriman es un demonio zoroastriano capaz de tomar la forma que desee para atormentar a sus victimas, manipularlas y tratar de enloquecerlas, también puede interactuar hasta cierto punto con el mundo físico, por ejemplo provocando incendios. Se dice que Ahriman despierta cada 1000 años y entonces se elige a un campeón para enfrentarlo y detenerlo en nombre de la humanidad, Richie teorizó que esta batalla bien podría ser la verdadera razón por la cual existían los inmortales.