Nelliel entró a su habitación caminando en puntillas, le dijo a sus Fracciones que solo daría un paseo rápido a solas para despejarse y que no detuvieran ninguna rutina por ella, afortunadamente la escucharon, y como de costumbre estaban perdidos entre sueños. Ella no les compartió nada sobre sus verdaderas intenciones, no sabría decir si no sabían o solo fingían por su propio bien, si era así agradecía que no la confrontaran, ya se sentía bastante culpable.

Otra vez estaba frente a ese espejo, nunca le mostraba un reflejo agradable, bajó el cierre de su chaqueta y vió lo que temía, una marca ennegrecida en su cuello. Eso solo le confirmaba que había desactivado su hierro en esa confrontación, ella nunca era tan insensata, se reprochó como Nnoitra no era el único fuera de sí en ese momento.

Después de un baño rápido para desaparecer todo rastro de arena cayó agotada entre sus sábanas, para actuar al levantarse como si nada hubiera pasado. La convivencia con Hallibel y sus Fracciones ya era algo normal, y no podría haber resultado mejor...

—Los hombres son lo peor, y ese hombre era el más grotesco de entre todos los Espada, con razón lo odias —... aunque a veces eran un poco intensas en sus opiniones. Agradecía el intento de Apacci por apoyarla, pero ella lo veía como algo más complicado.

—Nunca creí que tuviera algo que ver con eso, si soy honesta —Nelliel intentó decirlo con tacto, era un tema incómodo.

—Como digas—Apacci se veía inconforme pero se limitó a encogerse de hombros ante la respuesta, y Hallibel aprovechó para explicar la manera de pensar de su subordinada.

—Las malas intenciones no ven géneros, pero ellas tuvieron demasiadas malas experiencias con los hombres, incluso mucho antes de conocerme.

—Lo entiendo, pero en mi caso quiero pensar que ese no es el problema, mis mejores amigos en el mundo son hombres —Eso hizo a la Fracción levantar la ceja.

—¿Esos tontos cuentan como hombres?—Esa pregunta invocó a Pesche listo para defender su honor.

—Déjeme decirle que yo era un portento antes de este desafortunado incidente, tenía una larga línea de admiradoras, me atrevo a decir que la anterior QuintaCirucci Sanderwicci sentía atracción por mí.

—Pfff, debes estar borracho—respondió incrédula la chica.

Nelliel pensaba interferir pero pronto lo etiquetó como una discusión amistosa, estarían bien. No habían tenido una muchas interacciones significativas con alguien fuera de su grupo desde incluso antes del ataque de Nnoitra, sus amigos lo necesitaban.

—No les conté en mucho detalle, al final es tu vida y ellas no tienen derecho para juzgarte a ti o a él—comentó Hallibel sobre la indiscreción de su subordinada.

—No me molesta, ella solo quiere ayudarnos, y es normal que la situación le cause intriga.

Las dos Tercera comenzaron a hablar como ya les era común, el curso de la conversación naturalmente se dirigió aesetema, pero a Nelliel no le molestaba. Hallibel era ajena a su situación y podía abrirse sin temor a herirla, como sucedería si hablara con Pesche y Dondochakka, incluso cuando la otra mujer decidía quedarse en silencio ya solo ser escuchada era suficiente desahogo.

—Recuerdo todo lo que me pasó mientras era una niña, era como ser una espectadora, pero cuando Nnoitra cayó me sentí en control al llamarlo de lejos. Deseaba tanto intervenir, y ese deseo se quedó con la pequeña yo, junto con su nombre. El pobre Pesche tuvo un mal rato escuchándolo —le vino a la mente su primera presentación ante la Reina, no fue la más apropiada —Lamento haberte llamado de esa manera, estaba fuera de mi control.

—No te preocupes, fue gracioso—su rostro estaba serio al decirlo pero Nel sabía que decía la verdad. Igual no cambiaba lo penosos que eran algunos comentarios de su forma infantil, debía corregir eso.

—Tu Fracción solo me contó lo que él sabía ¿Cuál es tu lado de la historia?—Inquirió Hallibel.

—Quise evitar que se destruyera a sí mismo.

—¿Por qué si te causaba tantos problemas? No te culpo por querer ayudarlo, pero es confuso.

Ella tenía razón, fue fácil decirle a Nnoitra que era para evitar la perdida de un Espada, pero ahora que no existían los Espada se dió cuenta de que era una excusa. Ella realmente pensaba que esa era la razón ¿Se mintió a sí misma? Decirle eso a Hallibel sería ridículo. Ahora en el presente ¿Lo buscó para honrar la ayuda de la Segadora? No, por ahora basta de mentiras.

—Es porque quiero ver otro lado de él, hacerlo entender que la manera en que hace las cosas es incorrecta.

Hallibel estuvo tentada a preguntar la razón de ese deseo, pero no quería hacerla sentir más incómoda de lo que ya estaba, y sospechaba que ni siquiera ella misma sabía la respuesta.

—¿Nunca tuviste problemas con él?—le preguntó Nelliel con curiosidad.

—Hacía comentarios sardónicos y a veces vulgares cada vez que estabamos de frente, que afortunadamente no era seguido, cada uno de nosotros estaba en su propio espacio y él tendía a saltarse todo lo que no estaba relacionado con peleas, vagando en el desierto supongo.

—Algunas cosas nunca cambian—comentó la Ex Tercera con la mirada baja.

—Lamento no haberte podido dar más información.

—Está bien, él nunca intentó desafiarte, o al menos no más allá de los alardeos que tiene con todos—Eso sorprendió a Nelliel, Hallibel es más fuerte que ella, un desafío más jugoso para ese hombre de sangre irascible. Pero claro, Hallibel no lo seguía como ella hizo.

Ella dió el primer paso en ese ciclo despiadado ¿Y si no lo hubiera hecho? ¿Nnoitra solo la hubiera intentado provocar de vez en cuando e ignorado el resto del tiempo? Sus caminos nunca se hubieran cruzado tanto de ser así. Sería un Espada de bajo rango que presume mientras Nelliel le da la espalda, y después cada quien lo suyo.

¿Sería ella una enemiga que se opone a Ichigo? ¿O perdería su número antes de eso, por el paso natural de los años? Probablemente lo segundo. Nnoitra la olvidaría, y ella lo olvidaría, no ni siquiera eso, no habría nada que olvidar en primer lugar.

Algo la llamaba a echar un vistazo nuevamente, no sabía qué pero no la dejaba en paz. Pidió sanarlo y su conciencia lo tomaba como una responsabilidad, esa debía ser la explicación. Una última vez, solo una más para calmar su alma susceptible a las culpas.

De nuevo encontrarlo fue fácil, él no intentaba ocultar su rastro o su presencia, estaba acostado inerte idéntico a la última vez, aunque el lugar sí estaba bastante más apartado. Nelliel se acercó sin enlentecer su paso, sin la más pequeña cautela, si Nnoitra pensaba que la intimidó estaba equivocado, como de costumbre.

Llegó a estar de pie justo a su lado y lo observó sin disimular, los vendajes estaban sucios de arena como su piel y cabello, pero permanecían en su lugar. Lo ideal sería cambiarlos pero ni siquiera valía el esfuerzo preguntar, el Arrancar nunca lo permitiría, igual estaba segura que serían suficiente.

El ataque pasado no se repetiría, estaba lista para desmayarlo en el acto al primer movimiento sospechoso, pero no hubo tal cosa, los músculos no estaban tensos y la respiración seguía al mismo ritmo, señales presentes la última vez pero que ingenuamente decidió ignorar. Nnoitra estaba allí, mirando al vacío, Nelliel se sentía como un fantasma intangible.

—Vine acerciorarme de tu estado, aparentemente tu recuperación avanza sin problemas—Sus palabras solo se encontraron con silencio. Él no iba a contestar y ella tampoco iba a complacer su ego insistiendo, no hacía falta, de hecho hacía todo más fá estaba lista para volver a casa, ahora él sería responsable de su propio futuro.

—Estoy aquí por una deuda, después de la ayuda de esa Segadora debía hacerlo —Su última aclaración inesperadamente provocó una risa burlona.

—¿Siempre culpas a otros por tus decisiones estúpidas?—Al menos estaba respondiendo, ya era un avance, pudo confirmar que podía hablar sin problemas lo que era buena señal.

Su máscara estaba rota, aunque nada cercano a lo que le hizo a Nelliel, tenía varias cicatrices en el rostro y una gran cicatriz ahora recorría su pecho, perdió todo lo que tanto sacrificio le costó en un solo día, ya no podía decir que no había una espada que pudiera cortar su cuerpo. La marca estaba allí, su hierro, todo su ser fue quebrado, y eso estaría bien, él quiso ir más alto que la luna aún con la certeza de terminar estrellándose, pero incluso eso fue arrebatado por esa perra.

Ya ella había cumplido, él estaba estable físicamente, pero el bienestar mental de Nnoitra siempre estuvo fuera de su alcance. La psique de ese hombre era un universo desconocido.

—Veo que a las perras les gusta regresar cuando las lastiman, lo aman —la intentó provocar con maldad en cada palabra, sin tomarse la molestia de moverse de lugar.

—Fallo en ver como eso no se aplica en ti, que siempre estas en una perpetua búsqueda de conflicto—"Ella es la única que puede introducirse fácilmente bajo mi piel con solo hablar."

Volteó la mirada decidido a ignorarla, pero la mujer aún no había dicho todo —Debes saber que Tesla está bien —le notificó.

—¿Eres estúpida? No me importa ese imbécil.

La negativa del Espada no le sorprendió, pero estaba segura que él no creía eso, al menos no por completo. Si fuera así no hubiera conservado a su Fracción junto a él, honestamente ella siempre pensó que el pobre chico moriría por sus manos tarde o temprano.

En realidad estaba algo feliz de tener esa pequeña pizca en común, a ambos a su manera les importan sus fracciones y Nelliel no necesitaba más pruebas al respecto. Nnoitra no conserva cerca a quienes no tolera, la grieta en su cabeza lo demuestra.

—Aizen fue derrotado, Ichigo y sus compañeros tuvieron éxito en su misión—Ya estaba allí así que lo informaría de la situación por completo, para evitar tener que repetir encuentros desagradables.

—El supuesto Dios cayó por un mocoso que Tesla reventó como mondadientes—La noticia no podría valerle menos, pero fue una de las pocas ocasiones en que logró que a Nelliel le hierva la sangre.

—Lo lastimaron—Fueron solo dos palabras pero estaban cargadas de ira contenida.

—Si te importa tanto puedes ir a lamerle las heridas, o mejor puedes ir a lamerle... arrg—Como si hubiera sido mandado un dolor agudo le impidió terminar, justo cuando había roto su fachada impasible, ya era tarde para atacar pues la mujer había vuelto a poner la fachada en su lugar.

—Estoy siendo muy indulgente contigo, no tienes ningún derecho a hablar sobre Ichigoy no estoy dispuesta a escuchar tus obscenidades—Estaba aliviada de que su propio cuerpo le pusiera un alto a su rabieta, muy a su pesar ya se veía tentada a darle ella misma un puntapié en las costillas si eso lo calmaba.

—Te hubieras ahorrado todo esto si me hubieras matado desde la primera vez, no hacerlo fue escupirle a tus Fracciones y a tu juguete de cabello naranja solo por capricho —eso hará que esa mujer se aleje de una vez por todas, sabía que esos tipos eran su punto débil—Eres tan bestia como todos, sabes que lo tienes en ti pequeña perra.

—Te dejaré inconsciente si no paras, en tu condición no podrías detenerme.

—Me gustaría ver eso —Esa "invitación" fue rechazada, Nelliel le dió la espalda al no tener motivos para continuar discutiendo, una costumbre de ella frustrante para Nnoitra.

—¿Siquiera hay algo capaz de hacerte pelear como side verdadquisieras hacerlo?

—Proteger a otros—declaró con seguridad, volviéndolo a mirar —y cuando es necesario, autodefensa.

—Aburrido como se esperaría de ti, crees que debes dar caridad a los desgraciados para sentirte realizada. Como si eso borrara los pecados.

—¿Tú preocupándote por pecados?

—Es obvio que no me importan —negó con un desgano sin disimulo en la voz, ya quería terminar con la charla sin sentido.

—¿Entonces por qué mencionarlos? ¿Deseas deshacerte de ellos?—preguntó Nelliel en un intento por saber más.

—No me interesan ¿Y de todas formas que sabrías tú de arrepentimientos? Siempre metes tu nariz por donde mierdas te da la gana —dijo con énfasis en la palabra malsonante.

—Mi aspecto de muerte es lamentación, arrepentirme por actos del pasado es básicamente quien soy, incluso sin una razón específica el sentimiento de que no estoy haciendo suficiente siempre está allí.

—Eso es solo lástima por otro nombre ¿Crees que alguien necesita tus lamentos? Dales lo que sea, menos lástima.

Hubo silencio y Nelliel asumió que no había nada más que decir, pero el hombre traicionando a su personalidad imponente confesó algo en voz baja, como si fuera una admisión para sí mismo y no para ella.

—Peleamos después de tantos años, y fui una puta vergüenza.

Nelliel no podía creer que Nnoitra en verdad pensara eso. Sí, él sin dudas estuvo distraído en ese enfrentamiento, pero ella no era ciega, la manera en que resistió sus ataques no era nada menos que impresionante. En ese momento Ichigo y Orihime eran todo lo que importaban, Nelliel no pestañeó por otros detalles, pero ahora recordando esa pelea la invadían un poco las dudas.

Después de atacarlo con su Lanzador Verde fue como si Nnoitra solo se rindiera, ella lo relaciona con su deseo de morir pero ¿No quería también una pelea con todo en juego? Nelliel estaba confundida porque Nnoitra sin dudas en esa última oportunidad de estar frente a frente no lo diótodo.

Ese moretón en su cuello, la segunda marca que le dejo después de aquella cicatriz, su labio intenta levantarse en una sonrisa por costumbre pero se detiene abruptamente, la mera expresión sintiéndose nauseabunda como hace veinte años. Se supone que se regocije, la perra santurrona tiene un cuello morado por su culpa, y una cicatriz permanente.

Cree comprender la razón, en la primera estaba distraída y la segunda fue de plano su propia decisión, ella le "permitió" hacerle daño. Él no necesita su permiso, ni su lástima, un día le dejará una marca mientras Nelliel desesperada ruega por clemencia, una clemencia que él no le dará nunca. Sí, eso debe explicar porque se siente repulsivo, casi como algo que lamentar.

—¿Te complace ver la marca en mi cuello?—Nelliel no intenta ocultarla—No me sorprende si te causa alegría, estuviste moribundo y aún con esa experiencia atacas a traición.

—¿Por qué no atacarte? Bajaste la guardia ¿Por qué no me atacaste tú de vuelta?

—Estabas lastimado—respondió como si fuera una obviedad.

—Eso es pura mierda, una pelea es una pelea.

—Yo nunca acepté.

—Idiota, una pelea real no espera jodidas invitaciones o que tú estes listo, solo comienza.

—Tú mismo te detuviste con esto —le recordó ella levantando ligeramente el cuello.

—No voy a morder el anzuelo para matarte a tus términos. No te convertiré en una mártir, al menos no si no peleas de verdad—sonrió tratando de provocarla, pero ella siempre tenía una respuesta.

—Lastimar gente solo por satisfacción va en contra de todo lo que creo.

—No me hagas reír, tú ya me lastimaste más que el Segador que me rebanó, infinitamente más.

—Ese es tu punto de vista yo nunca te hice nada malo, solo decirte la verdad, es lo que es.

—¿Te gusta escuchar cosas que ya sabes una y otra vez?—le preguntó perdiendo la paciencia.

—Incluso si me equivoqué perdiste todo el derecho a tener razón en el momento que me hiciste esto —Nelliel señaló a la cicatriz en su frente.

—¿Sabes lo que es el coup de grâce? Darle clemencia al caído ¿Acaso la Santa me lo niega?—se burló sin reservas de la mujer —Eres tan despiadada como todos pero quieres jugar a la santa, es repulsivo, somos pecadores, es lo que somos, y tú te crees inmaculada.

—Tienes una visión alterada de la clemencia—Nelliel se mantenía inmutable.

—Ahí está de nuevo la santurrona—su voz se tornó fría, vacía de emoción —Realmente disfrutas jugar con tus víctimas, ni yo llego a ese nivel de sadismo.

—Eres la única persona en el mundo que ve ser salvado como algo maligno.

—Al estar cerca de la muerte estuve cerca de la nada absoluta, me olvidé de todo el peso de mi vida y pude saborear mi odio por ti en la que hubiera sido la última vez, me quitaste eso. Ni siquiera tenías que manchar tus manos con mi asquerosa sangre, solo dejarlo ser.

—Ese es tu juego no el mío.

—Tendrás que disfrutar jugando entonces, es lo que tú quisiste... Respondí tu pregunta—dijo sorpresivamente.

—¿Qué quieres decir? No entiendo.

—Exactamentelo que escuchas, hace años te respondí por qué busco estas peleas—aseguró con seriedad, incluso levantándose para verla a la cara —No me importa si mis razones no son "razones" para ti, no voy a decirte lo que quieres escuchar.

—No sé que esperaba cuando te pregunté.

—Como si tratar de llenar un vacío es algo que necesitara explicación, es la misma jodida cosa que todos hacemos aquí, pelear por ese derecho —hizo una pausa, alejando su mirada nuevamente—aunque sea un corto momento de falsa libertad.

Le quedaba la opción de morir introduciendo su mano fría dentro de sus heridas, una manera patética pero no lo descartaba. Incluso en su estado deplorable muy pocos se atreverían a depredarlo, al menos sería interesante si alguien lo intenta, igual ya se perdió la oportunidad de morir acabado por un monstruo más grande que él. Hueco Mundo no escapa a la naturaleza, el grande se come al pequeño.

Nelliel se alejaba, esta vez no tuvo que lidiar con ataques directos pero terminó con muchos conflictos rondando su mente —Nunca nos entendimos el uno al otro porque eres díficil de entender Nnoitra ¿Acaso yo tampoco te lo hice fácil? No, si él hablara yo lo escucharía¿Verdad?

La muerte a manos de ese hombre parecía suficientehastaque la imagen de aquella niña llegó a sus ojos, pero ahora que estaba vivo...


-La expresión "coup de grâce" es usada por Nelliel en una de las muchas traducciones del manga, no sé si es la traducción más cercana al Japonés pero amo lo elegante que suena así que decidí usarla :D