Gracias Señor Jesús por tanto amor.
El hijo sabio alegra al padre…Proverbios 15:20
Historia dedicada a todos aquellos que aun recuerdan mis historias y me han dado su apoyo ahora que volví. Dios los bendiga mucho.
Naruto no me pertenece, los personajes e historia son una creación de Masashi Kishimoto.
Capítulo 1. He vuelto.
Aquel hombre llegó a la entrada de la aldea. Se quedó mirando el lugar y no supo que hacer, ni a donde ir, ni que decir, no tenía idea por dónde empezar.
La aldea era hermosa, como siempre, bastante similar a como la recordaba, aunque también sumamente diferente, era mucho mas grande de lo que recordaba y había bastantes edificios nuevos, más altos y de arquitectura extraña, que solo pudo catalogar como "moderna". También había personas que no conocía y otros que también le resultaban familiares, aunque mucho más viejos. Restando a todo eso parecía ser la misma Konoha que recordaba.
—Disculpe, buen día— dijo a un hombre que barría la calle —, estoy en Konoha, ¿verdad?
—Así es— contestó el hombre y poniéndole un poco más de atención le preguntó cortésmente —, disculpe, ¿es familiar del sexto hokage?
—Ah…bueno, eso depende, ¿quién es?
El hombre sonrió ante su ignorancia —Creo que usted es la primera persona que escucho que no lo sabe — y señaló con diversión el monte de los hokage y apuntando al sexto rostro dijo —, es Hatake Kakashi.
—¡Oh! —dijo él y completamente alegre y sorprendido de ver aquel rostro tallado en el monte contestó —, entonces sí, claro que sí.
—Realmente tienen gran parecido, pero si es su familiar ¿cómo es que no sabía que era el hokage? —, preguntó con desconfianza.
—Digamos que me ausente por un par de años de Konoha.
—Oh, pues bienvenido de vuelta. Me alegra saber que Hokage sama tiene familia que lo visite.
—¿Sabe dónde puedo encontrarlo?
—Oh, en la torre hokage, supongo. Se va derecho tres cuadras, da vuelta a la izquierda, avance por 8 calles y listo. Aunque suele estar muy ocupado y no creo que pueda recibirlo sin cita previa.
—Ah, no se preocupe, ya veré como me recibe. Muchas gracias por su amable ayuda. Por cierto, ¿cuál es su nombre?
—Soy Saito Maku.
—Hatake Sakumo, mucho gusto — reverenció —, nos vemos pronto, Saito san
El hombre hecho andar y el siguió barriendo pensando en lo mucho que aquel hombre se parecía a su líder, era evidente que tendrían que ser parientes.
Entró a su local —Sakumo Hatake, ese nombre…— repentinamente soltó la escoba y salió corriendo a la calle buscándolo, sin verlo por ningún lado
¿Acaso era el famoso colmillo blanco? ¡Pero si llevaba muerto ya varios años!
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Llegar a la torre no fue tan difícil, seguía en el mismo lugar de siempre, solo tuvo que preguntar un par de veces para estar completamente seguro porque todo lucia muy distinto a como recordaba, al llegar respiró profundamente la oficina era mucho más grande y alta de lo que recordaba y mucho más elegante y hermosa. Como siempre había un par de anbus resguardando la entrada.
—Algunas cosas nunca cambian — Por supuesto que aquello no era ningún problema, solo tenía que anunciarse y pedir entrar.
—Buen día, ¿saben si el sexto hokage ya está atendiendo?
—Sí, señor —contestó el de la derecha.
—Oh, que bien, quisiera verlo lo más pronto posible, por favor.
El anbu de la izquierda (máscara de águila), rio, pero no dijo nada.
—Hokage sama está ocupado —contestaba el otro, portaba una máscara de gato.
—No importa, puedo esperar. Soy familiar suyo.
El anbu del gato lo analizó y utilizó su técnica mental, no encontró nada sospechoso ni intenciones insanas, su chacra, aunque poderoso y algo imponente, era sumamente tranquilo y amigable.
—Primer prueba: aprobada —Y realizó la señal a su compañero de que no había riesgo aún. Ambos observaron de pies a cabeza al hombre y notaron el gran parecido con el hokage, aparentemente era verdad, debía ser algún familiar; además no hubo mentiras en la detección y hasta su energía era muy similar, pero había que ser mas cuidadoso.
—Permítanos, por favor — dijo el gato y su otro compañero asintió activando un jutsu ocular, y aunque habían sido muy sigilosos ante la mirada juiciosa y experta del Sakumo fue obvio.
—Que pase —dijo secamente el de la máscara de águila.
—Gracias, ¿eres del clan Hyuuga, cierto? —el anbu asintió sorprendido y Hatake sonrió —No puede ser otro más que el byakugan y usted es del clan Yamanaka, ¿verdad? Excelente manejo de las técnicas mentales, felicidades, casi indetectable.
—Gracias — dijo el gato y le permitieron ingresar —debe subir hasta el ultimo piso, ahí le dirán que hacer.
— Hablaré con Kakashi para que les suba el sueldo— prometió entrando al gran edificio.
Cuando lo vieron alejarse el anbu silencioso dijo —¿Si sabes que el Sexto no tiene familia, cierto?
—Si— dijo el otro —, es fuerte, pero simpático y aparentemente inofensivo. Veremos en que termina todo esto.
Sakumo entró y se tomó su tiempo observando los pasillos y las oficinas, saludando a cuanto shinobi o civil se encontraba, cuando finalmente pudo llegar al ultimo piso no se sorprendió de ver a una decena de personas esperando, se dirigió a la recepcionista, era una mujer de mediana edad.
—Buenas tardes. Quisiera entrar a ver al sexto hokage, por favor.
—Por favor espere su turno, puede tomar asiento y comer aperitivos en lo que está su turno— la mujer le extendió un papel, ni siquiera lo miró a los ojos, parecía muy ocupada, pero servicial.
—Muchas gracias —Y así que no le quedó de otra más que cómodamente sentarse a esperar.
Las grandes ventanas de la sala de estar eran bonitas, pero después de una hora de mirar a través de ellas y asombrarse por lo hermoso de la vista, se aburrió un poco así que se paseó por el lugar. Afortunadamente encontró amistad con los únicos dos pequeños que había en la sala (acompañaban a sus padres y habían estado de lo más aburridos) jugaron un poco y Sakumo les entretuvo con un jutsu de luces que dejó encantados a los niños y los adultos por igual. Después de agradecer los aplausos miró el reloj y dedujo que tenía alrededor de 3 horas esperando sin mucho avance para todos los presentes.
Sin embargo, poco a poco la sala se fue desalojando. Habían pasado alrededor de 2 horas después de que los niños se fueran cuando finalmente pudieron recibirlo, obviamente después de todo ese tiempo de espera ya estaba dormido para cuando la recepcionista lo llamó.
La asistente se paró al darse cuenta de que dormía (era bastante común que alguno de los que esperaban dormitara o simplemente se fuera) y tomándolo del hombro lo movió ligeramente —Señor…señor, es su turno.
—Oh, perdón, me quedé dormido— dijo en una hermosa sonrisa que terminó por sonrojar a la mujer.
—No…no se preocupe— dijo ella nerviosa —es su turno, ¿cuál es su nombre?
—Oh, Hatake Sakumo, por favor.
—Ah, familia de Hokage sama, no sabía, una disculpa —reverenció.
—No es nada, no te preocupes —el hombre sonrió y la mujer volvió a sonrojarse, fue al escritorio, hizo una llamada, colgó y cortésmente dijo —, puede pasar —Sakumo asintió y la mujer abrió la puerta y lo anunció —Hokage sama, es el último de hoy.
—Hum… — dijo asintiendo con paciencia y cortesía, muy a pesar de que Kakashi quiso salir corriendo, Gai se acaba de llevar cientos de documentos y seguramente volvería con más. Había sido el día más fastidioso que había tenido en meses. Quizá por eso no tomo importancia a la asistente cuando le dijo el nombre del último hombre que acaba de pasar.
—Sakumo Hatake.
—Que pase— dijo Kakashi con un sonoro bostezo, más que contento de terminar por hoy, sin siquiera poner atención a la mujer.
—Gracias linda, eres muy amable— dijo Sakumo, ella cerró la puerta sonriendo con ese ligero sonrojo que se le veía muy bien.
Kakashi revisaba un papel y dijo —buenas noches, lamento la espera, hay mucho trabajo por aquí, dígame, ¿en qué puedo ayudarle?
—Espere por horas, podrías al menos verme a los ojos.
—Esa voz— Kakashi subió la mirada, y ahí, parado a unos cuantos metros, estaba su (supuesto) padre, ese que llevaba años muerto, tan radiante, fresco y alegre como antes de caer en aquella depresión terrible que se lo arrebató.
Sakumo sonrió —¿No vas a decir nada?, vaya bienvenida para tu padre, ¿así es cómo saludas a tu viejo después de todos estos años?
—¿Papá?
—Hola hijo, te va muy bien el uniforme de hokage, me gustó tu rostro en el monte, aunque debiste sacarte la máscara, me sorprendió mucho saberte Kage, aunque siempre supe que llegarías muy lejos.
Kakashi no podía articular palabra alguna, hubo silencio solemne entre ellos hasta que repentinamente un grito rompió con el bello momento, era Gai llegando con aquella torre de papeles, al ver a Sakumo no pudo evitar gritar, tirar los papeles y hacer tremendo escandalo que seguramente lo escucharon hasta Suna.
—¡Sakumo san! —gritó de nuevo, sin reaccionar lo suficiente para atrapar tantos papeles y es que, aunque aún cojeaba, ya podía andar sin ayuda de nadie y bien pudo atraparlos de no estar tan sorprendido. Rápido como el rayo Sakumo logró tomar hasta el último de los papeles y se los puso en los brazos.
—Hola ¿qué tal? — preguntó observándolo meticulosamente —¿Gai kun?
Gai pareció reaccionar y asentir —Si, Sakumo san ¿me recuerda?
—Muchacho, claro que si, ¿cómo olvidar al mejor amigo y rival de Kakashi de la academia? -Gai se echó a llorar tirándose al piso y volviendo a tirar los papeles.
Fue cuando Kakashi pudo despertar de su impresión. ¿Aquel realmente era su padre? ¿No se suponía que había muerto bastantes años atrás? ¿Acaso no se despidió de él en aquel "sueño" de la fogata cuando murió en la invasión de Pain? ¿Qué rayos era todo eso?
—¿Y qué? ¿No piensas abrazarme aun?
—Si de verdad eres papá— dijo él —, dime, ¿qué haces aquí?
—No lo tengo claro aún. Deja ese kunai hijo, soy yo— dijo de lo más cómodo, colocándose a un lado de él. Kakashi sacó por completo el kunai de la manga derecha y lo dejó en la mesa — tampoco necesitarás la espada de la mano izquierda, esos sellos detrás del escritorio ni los actives, es muy bonito este lugar para dañarlo, además de que sería desperdiciar los impuestos en algo sin importancia.
—Bien, bien— dijo Hatake, aun sin confiarse, el "invitado" había adivinado todo, justo como su padre lo hacía, miró a Gai, obviamente no era ayuda alguna si fuera necesario, estaba echo un mar de llanto colgándose de la pierna de su "supuesto" padre —¿Por qué estás aquí? ¿Quién eres? ¿Qué quieres? Si eres realmente tú, dime algo para creerte.
—Si que eres desconfiado, ¿mi chacra no es suficiente? — la mano del hombre se coloreó de blanco irradiaba rayos, el kunai sobre el escritorio se levantó y fue hasta su mano, al tomarlo el metal brilló de un intenso blanco e irradio energía tan potente que iluminó la sala.
Gai estaba tan sorprendido que no dejaba de llorar —el colmillo blanco de Konoha— dijo entre gimoteos.
—¿No es suficiente para ti?, ¿no? — la luz blanca cesó y le arrojó el kunai, Kakashi lo atrapó sin dificultad alguna —Hatake Kakashi— el aludido se paró derecho, en reflejo como siempre que su padre decía su nombre completo con aquella seriedad que le caracterizaba —, después de espérate por tantos años, hablé contigo en la fogata aquel día que moriste. Me despedí de ti y fui donde tu madre, como te dije.
Kakashi solo abrió los ojos muy sorprendido, obviamente nunca, a nadie, le había dicho la experiencia que tuvo con su padre.
—Kakashi— dijo Gai aun llorando —, nunca me dijiste que habías muerto.
—Silencio Gai— ordenó Kakashi, Gai cerró la boca instantáneamente.
—Sigues tan grosero como siempre, debes ser más cortes al hablar.
¿Realmente era su padre? Kakashi por poco lo cree, pero recordó que no podía hacerlo, aunque él le diera esa sensación familiar y tranquila, ¿y si era un engaño?
—No es un engaño hijo—, contestó él.
—Rayos— pensó Kakashi, si este era un imitador, realmente era muy bueno, pues su padre solía adivinarle el pensamiento continuamente.
—Pero si quieres más pruebas, esta bien— Sakumo movió la pierna dejando a Gai tendido en el suelo mojando por completo con sus lagrimas los papeles —, recuerda que tu me obligaste a esto: el primer día que tomaste un kunai te abriste el dedo del medio del pie izquierdo, tienes una cicatriz, eras muy torpe al lanzarlos.
—Tenía tres años
—No era excusa. También te caíste del árbol de lilas de la casa cuando te dije que no estabas listo para usar el chacra y mantenerte ahí, caíste, te disté de lleno con el suelo en la cabeza, te abriste la cabeza y lloraste por dos horas.
—Tenía tres y medio.
—Fuiste un terco, pero una semana después lo lograste.
—Es cierto.
—Tienes memoria fotográfica y no te gusta decirlo porque todos pensaban que te esforzabas por estudiar más que otros.
—Me esforzaba.
—Si, pero no tanto como presumías. No te gustan los dulces. Aborreces los chocolates dulces, pero el amargo te gusta mucho, solías ponerte bastante inquieto cuando llegabas a comerlo.
—La cafeína afecta a todos.
—¿Recuerdas esa vez que te llevé a jugar al parque después de comprarte un helado y aquella niña linda del columpio se fue corriendo invitándote a jugar?, dijiste que no, que hasta que terminaras de comer, ella te tumbó el helado, te compré otro y en vez de comértelo fuiste con ella y se lo arrojaste al cabello.
—Tenía seis años.
—Es mentira, tenías apenas cinco.
—Es verdad —dijo en una sonrisa, Sakumo también sonrió.
—La última vez que mojaste la cama dijiste que habías tomado mucha limonada y que se te había derramado en el colchón.
Kakashi rio —Si había tomado mucha limonada. Tuvimos que poner al sol el colchón y dormí dos noches contigo.
Kakashi se levantó y fue a abrazar a su padre, Sakumo sonrió y le correspondió el abrazo.
—Te extrañe hijo.
—Yo también, papá.
Después de limpiarse unas escurridizas lágrimas los dos ayudaron a Gai a levantarse, había dejado inservibles los papeles, lo cual no era tan grave ni urgente, después de todo Kakashi estaría muy ocupado averiguando que era todo eso de tener a su padre de vuelta como atender el papeleo.
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Saludos desde Sinaloa, México
01-08-2024
Buen dia, o tarde, o noche, o madrugada, lo que sea.
Espero estén bien, me he aventurado a escribir de nuevo un fic desde cero, con esta historia retomo escribir mis historias.
Este fic está destinado a: hacer reír, molestar un poco a Kakashi (lo verán incomodo, espero no salirme de su personalidad), tratar de manejar el personaje de Colmillo Blanco (que espero no me quede muy OOC, pero casi no se nada de él), no caer en drama ni en capítulos muy largos.
Me tomaré libertades con algunas cosas que siempre quise cambiar de Naruto, jaja, para eso son los fics, ¿no?: Neiji sigue vivo, Gai camina, Naruto y Sasuke tienen sus brazos recuperados, algunas parejas raras, obviamente KakaSaku, y tal vez Kakashi tenga todavía su sharingan (a la verdad que esto aun no lo sé, ya veremos).
Bien, creo que esto es todo. Saludos!
