¡Hola Queridos! Soy yo de nuevo

Hoy les traigo una adaptación nueva super corta de Lena Gip y es mi primera de las dos historias que espero y pretendo subir para Navidad.

La segunda resulto ser más larga de lo previsto así que ahí voy y en verdad, en verdad espero tenerla lista para antes de Navidad, porque es una historia muy linda y van amar a la Lena de esa historia.

Mientras tanto disfruten de esta adaptación de una Lena que está dispuesta a todo con tal de tener a su Kara con ella.

Sin más

¡Disfruten!

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POV LENA

Una sonrisa se dibuja en mis labios cuando leo el informe meteorológico. Un terrible plan comienza a formarse en mi mente. Uno que involucra a una adorable ayudante de pueblo.

—¿Qué te pasa en la cara? — Jack pregunta, sonando confundido por su propia pregunta —¿Estás sonriendo? —

—Vete a la mierda— Salgo del informe meteorológico prestando atención de nuevo a Samantha y Jack en la pantalla de mi ordenador —Termina con tus actualizaciones— Me recuesto en mi silla, mis pensamientos ya se dirigen de nuevo a la Ayudante de Sheriff Danvers, mi plan crece rápidamente por segundo.

—Lo hicimos— Ambos hablan al mismo tiempo.

—Tu nueva casa no cuenta como casa de vacaciones si siempre estás ahí y siempre trabajas— Me informa Sam. Las cosas cambian a veces o no salen como uno pensaba. Normalmente lo odio, pero esta vez estoy disfrutando del cambio.

He comprado una cabaña en Winter Falls como escapada. Mi propia casa en la ciudad se ha convertido en un exceso de mi maldita compañía. Siempre hay gente entrando y saliendo. Lo que había empezado como una pequeña empresa de seguridad se ha convertido en una compañía de gran éxito y en constante crecimiento.

—Tú fuiste quien dijo que debía salir más de la oficina— Le recuerdo.

Samantha ha sido mi mano derecha desde que abrí Seccure Assists hace años, después de retirarme del FBI. Por retirarme, quiero decir que por fin me libré de sus garras. Tenía diecisiete años cuando me echaron el guante después de hackear algunas de sus supuestas bases de datos intocables.

Para una chica punk de diecisiete años, parecía un reto. En realidad, no tenía elección en el asunto, para ser honesta. Era ir a trabajar para ellos o pasar una gran parte de mi juventud en la cárcel. Me quedé trabajando con ellos durante cinco años. Aprendí mucho e hice buenos contactos por el camino. Todavía hago algunos trabajos independientes para ellos. La única diferencia es que ahora mis servicios les cuesta una jodida tonelada de dinero.

—¿Piensas volver aquí alguna vez? Es casi Navidad— Pregunta Jack.

—No, me hizo enviar un montón de decoraciones navideñas para ahí— Sam responde por mí.

—¿Decoración navideña? ¿Como si estuvieras decorando? — Debería ofenderme por la expresión de puro asombro en su cara, pero no lo hago. Nunca fui una persona que decorara o celebrara las fiestas. Para mí, eran un día más. Eso fue hasta que puse los ojos en mi adorable ayudante.

—¿Qué tal si se ocupan de sus propios asuntos? —

—Tú eres mi asunto— Samantha se sube las gafas a la nariz.

—Hemos terminado aquí— Digo mientras cierro sus pantallas, dando por terminada la llamada.

Me levanto de mi escritorio, dirigiéndome a la entrada para inspeccionar todas las porquerías que había pedido y que Sam mandó a buscar. Al más puro estilo de Samantha, ha ido más allá de lo que le pedí. Las cajas llenan toda la entrada. No estoy segura de qué diablos estaba pensando con esto.

Había conseguido mi cabaña en el medio de la nada por la soledad. Ahora aquí estoy haciendo que mi asistente me envíe un montón de mierda para tratar de atraer la atención de alguien. No de alguien; estoy tratando de atraer a la ayudante Danvers con toda su alegría navideña.

He aprendido mucho sobre mi adorable ayudante desde que me mudé aquí. Puede que me haya tomado algunas libertades a la hora de conseguir esa información, pero sabía que necesitaba todas las ventajas que pudiera conseguir cuando se trataba de ella. Quiero decir, ¿De qué sirve ser una buena hacker si no puedes utilizarlo en tu beneficio?

A través de mi investigación, descubrí que ella ha estado en la posición durante seis meses. No parece que haya tenido ningún entrenamiento formal. Su formación muestra que es licenciada en trabajo social. Después de husmear un poco, también descubrí que es soltera. Lo cual es perfecto, ya que está destinada a ser mía.

Tengo que empezar a poner este lugar en plena forma. Así lo único que queda por hacer es averiguar cómo atraer a mi adorable a ayudante aquí. No debería ser difícil, para ser honesta. Quiero decir, ella tiene que venir y comprobar las cosas si hago una llamada. Y como es la novata, sé que es a la que enviarán si llamo. Así que en realidad no me preocupa traerla, sino mantenerla una vez que esté aquí. Pero las cosas están mejorando para mí. La inminente tormenta de nieve es justo lo que necesito para ayudarme.

Un gruñido me abandona cuando suena la alarma de la puerta principal. Saco mi teléfono y veo que es mi entrega. Presiono el código y dejo que la puerta se abra para el repartidor. Cierro la puerta principal y lo veo bajar por el camino.

—Srta. Luthor— Saluda con la mano mientras sale de su camioneta —¡Lo tengo todo! — Se apresura a ir a la parte trasera de su camioneta, casi rompiéndose el culo en el proceso. La nieve ya está cayendo en gruesas capas.

A pesar de que no me gusta tener gente en casa, Mike ha sido más que útil. Especialmente cuando se trataba de conseguirme toda la información posible sobre Kara. Puedo hackear un montón de cosas, pero averiguar las cosas favoritas de mi chica para comer era un poco más difícil.

—He comprado todos los caramelos Reese's de la tienda. Incluso he vaciado las dos gasolineras— Dice mientras se dirige al porche y deja la primera ronda de bolsas. Me inclino y abro algunas de ellas. Dentro hay bolsas y bolsas de dulces. Cualquier tipo de caramelo Reese que se pueda imaginar.

—¿Por qué hay tantos dulces? —

—Son sus favoritos, así que los tengo todos. Desgraciadamente para todos los demás, no queda ni un vaso de Reese's en esta ciudad. Al parecer, ella prefiere los que tienen forma de árbol— Mete la mano en la bolsa y saca uno. No me parece nada especial. Pero aun así se la arrebato de la mano.

—No me lo iba a comer—

—Coge el resto de las bolsas— Saco mi cartera y le entrego un par de cientos para la propina.

—También tengo otras cosas que le gustan. Es una gran panadera— Saco otros cien y se los doy —Gracias, señorita—

—Déjalo todo y vete— Digo antes de girarme para volver a entrar. Lo escucho preguntar por el café, pero la puerta se cierra a tiempo para cortarle el paso. Un chico simpático, pero demasiado hablador.

Con la forma en que la nieve ya está cayendo, sé que es mejor que me adelante y haga mi llamada. ¿De qué debo quejarme esta noche?

Bear entra caminando a la habitación, olfateando todas las cajas. Vino con la casa. No lo sabía cuándo compré la casa, pero ha estado rondando desde que me mudé. Lo dejé entrar durante la última tormenta fuerte. Pensaba llevarlo a un refugio, pero cada vez que traigo a Kara aquí, su cara siempre se ilumina cuando lo ve. Así que eso significa que se queda.

No tiene nada que ver con que yo sepa lo que es no ser querida. No le desearía esa vida a nadie.

—¿Quieres que traiga a Kara aquí? — Sus orejas se levantan al escuchar su nombre —Pon tu cara de cachorro. Voy a necesitar tu ayuda— Rasco la parte superior de la cabeza del oso gigante con el que tengo demasiado en común antes de sacar mi teléfono.

—Departamento de Policía de Winter Falls. Soy Clark, ¿En qué puedo ayudarle? —

—Aquí Lena Luthor en la autopista C—

—Sabemos dónde estás, Lena— Por supuesto que lo saben. Llamo a menudo —Enviaré a la ayudante Danvers. Cuidado, está de mal humor— Ni siquiera pregunta cuál es mi problema. La donación que he hecho para las próximas elecciones del sheriff está dando sus frutos a mi favor.

—¿De mal humor? — Me encuentro preguntando. La mayoría de las veces su humor es alegre. Incluso cuando estoy siendo una idiota —Ya verás— Dice antes de colgarme.

Vuelvo a salir para coger las bolsas que dejó Mike. Me sorprende ver la cantidad de nieve que se ha acumulado en los pocos minutos que he estado adentro. La preocupación me invade, pensando en mi adorable ayudante conduciendo con este tiempo.

Hago lo único racional para tranquilizarme. Entro en mi despacho, abro mi laptop y localizo su posición. Veo que está en la gasolinera. Me alejo, hago la conexión a su radio y escucho a Clark decirle que he llamado.

—¿En serio? Estaba a punto de ir a casa—

—No está lejos de ti. Dirígete a casa después. Se supone que todo el mundo en Winter Falls debe estar fuera de las calles al anochecer—

—Tiene suerte de tener un perro apuesto— Responde Kara a Clark. Bear levanta la cabeza, al oír la voz de Kara, y suelta un ladrido. Miro fijamente a mi propio perro, los celos me invaden al pensar en la cantidad de atención que va a recibir.

Me recuerdo a mí misma que lo único que importa es que ella llegue. Pronto tendré toda su atención. Espero que para siempre.

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Besos y Cuídense mucho.