Llegó hasta esa puerta que para ser sincero me hace pensar lo curioso que son las cosas en este lugar, ya que del todo el corredor es la única puerta que es de color blanco y sinceramente no entiendo por qué, pero el saber la respuesta a ese pensamiento no es el motivo por el que estoy aquí, tras suspirar, giro la chapa de esa puerta y al abrirla...
—Mira nada más lo que nos trajo ¿La lluvia?
Justo al pie de la ventana veo a Mikoto Uchiha sonríeme y ante sus irónicas palabras...
—No sabía que la distinguida y honorable Lady Uchiha era alguien irónica..
—Déjame decirte que eso no es ironía querido..
Al verla acercarse a mí, justo por eso es por lo que no quería venir a verla, ya que estoy seguro lo que me diría y cuando siento que golpea mi frente...
—Al fin llega... Dime algo ¿Estás enfermo? Mira que no te ves muy bien que digamos...
Al sentir que gira mi cara de un lado a otro al tomarme de la barbilla...
—Hmp tampoco sabía que aparte de todo eras médica…
—Deja las ironías de lado quieres, si te pregunto es por cortesía, ya que yo si se modales...
—Lo sé perfectamente, quien parece que nos los aprendió fue tu vástago sabes...
—Escúchame bien Óbito Uchiha no voy a permitir que vengas y lo insultes o quieras burlarte de mí, no sé te olvide que yo soy..
—Alguien a quien le estoy haciendo un GRAN favor— ella parecía molestarse por interrumpirla al adelantarme a terminar esa frase, además yo también puedo ser irónico —créeme lo tengo muy claro Mikoto-san, pero volviendo al tema principal ¿Para qué es que necesitas verme con tanta urgencia como me dijeron? Mira que tengo asuntos mucho más importantes que...
—Nada— ahora soy yo quien lo interrumpe y al sentarme en el pequeño sillón que hay en la habitación —me cansé de estar encerrada, me canse de no saber nada de lo que está pasando en Konoha y me canse de solo entablar conversación con ese hombre grosero que parece más un intento de rama de árbol que humano, dime ¿Qué crees que soy?
Al verla mostrarse indignada —obviamente una dama que está bajo mi poder secuestrada dime ¿Acaso crees que las personas secuestradas hacen lo que se les da su gana en su cautiverio? Obvio no, además Nagato ya está aquí y...
—Esto no tiene nada que ver con él, ni con nadie y lo sabes bien Óbito, no me exasperes quieres, mira que no quiero perder mis modales y sabes que lo digo muy enserio, ahora te exijo que...
Tras reír —¿Exiges? — Al levantar mi ceja derecha —¿Acaso hablo húngaro u otro idioma que no conozcas? Ya fui suficientemente claro, ahora si eso es todo me retiro Mikoto-san, como siempre fue un gusto verla...
—Al verlo avanzar hacia la salida— ¡Alto ahi jovencito! — Tras ver que él no me hace caso —Óbito te estoy hablando, además tú... — y ahí él muy cretino abre la puerta, sale y la vuelve a cerrar, tras un grito de frustración —esto se acabó, no más, ya no lo voy a soportar, le voy a demostrar quién soy yo.
Lo siento querida tía, pero no voy a permitir que arruines mis planes, despues de todo, tú fuiste la que me involucro en todo esto y al resentir el frío de la humedad del lugar, lo mejor es marcharme de aquí y seguir con el plan.
[...]
Avanzó hacia ese lugar el cual sinceramente había tratado de evitar un par de días, pero no puedo retrasarlo más, además es algo que se lo debo y tras entrar al elevador...
Siento como alguien acaricia mi cabello haciéndome sentir en paz, estos días habían sido una locura, incluso siento que mi cabeza duele pero no es de sorprenderse había pensado tantas posibles soluciones a mis problemas y maldigo no encontrar una solución, o bueno no poder llevarla a cabo y justo cuando recuerdo a quien evita realizara mi plan...
Siento como me cubren la boca y al tomar la mano de quien lo hace y abrir mis ojos, Sakura Haruno está frente a mí y me ve extraño, pero lo que me sorprende es que me pide guardar silencio y al intentar levantarme, unos golpes en la puerta me hacen detenerme y justo ahi los recuerdos de la noche anterior me invaden...
El alcohol había sido mi acompañante y a pesar de saber que no gano nada al consumirlo, como muchos dicen te hace olvidar, ya que no quiero seguir pensando que de un día para otro había perdido a la mujer de mi vida.
Pero el continuo golpeteo en la puerta me hace dejar de rememorar lo ocurrido y al ver a Sakura levantarse...
—Guarde silencio por favor Neji-san, mire que no pueden verlo así...
Cuando el llamado cesa, la observó confundido, me siento observando todo a mi alrededor y...
—Al parecer Tokuma-san cedió, pero lo seguirá buscando, ya que Hiashi-sama lo necesita con urgencia, pero insisto no puede verlo así...
Supongo se refiere a mí mal aspecto y olor, definitivamente concuerdo con ella, quién tampoco debe verme así, pero tras ingerir mucho alcohol me había quedado dormido en la oficina.
Finjo toser y al evadir su verde mirar —agradezco tu ayuda, pero no necesitas hacerlo, supongo recibiré el regaño del presidente de la compañía y...
—Neji-san, perdón que lo interrumpa, pero no tiene nada que agradecer, sé que no soy su amiga ni nada por el estilo, pero como ya dije no es conveniente que lo vean así, debería ir a casa, arreglarse y regresar, yo le diré a Hiashi-sama que hable con usted y que regresará a la empresa en cuanto terminé unos compromisos pendientes, para que cese su búsqueda...
Trato de acomodar mi cabello, genial ahora además de perdedor, de seguro piensa que soy un desobligado y al suspirar...
—Está bien dile que me localizaste y que más tarde me comunico con él— al verla mover su cabeza en forma de sí y separar mis labios...
—Haré lo que me pide y no sé preocupe yo no vi, ni escuché nada.
Definitivamente mi orgullo está por el suelo. Tras levantarme me dirijo a la salía de esa oficina, ante la mirada de Sakura y tras salir, algunos empleados me observan extrañados y curiosos, al ver cómo las mujeres de la limpieza se acercan a mí, maldita sea mi orgullo está más que pisoteado.
Al ver cómo las puertas metálicas se abren, tal vez me voy a arrepentir lo que hare, pero se lo debo y al salir de ahí, avanzó hacia la presidencia de Byakugan Corp, al llegar y ver a esa mujer quien al verme me sonríe sinceramente, aprieto esa pequeña bolsa y al estar frente al escritorio que ella ocupa...
—Bienvenido Neji-san...
—Gracias Sakura, am yo... — al ver cómo se sorprende por no llamarla por su apellido o con algún honorífico, yo lo hago, porque lo que voy hablar con ella es acerca de mi agradecimiento. Le muestro esa bolsa de regalo y al extenderla —quiero agradecer la ayuda que me brindaste, supe que tú verificaste que estaba enfermo y aunque sé que mentiste por mí, eso quedará solo en nosotros, nuevamente gracias por todo— y cuando ella sonríe y toma la bolsa temblorosa..
Quería decirle que no fuera a pensar algo que no es, ya que yo se que ella siente algo romántico por mí, uno se da cuenta de eso, pero no puedo lastimarla, ni sonar grosero, además mi agradecimiento es sincero, pero yo no puedo corresponderle.
—Gracias Neji-san, pero no es necesario, yo no lo hice para que me regalara algo, créame mi ayuda fue desinteresada...
—Lo sé, pero en verdad estoy agradecido— cuando ella sonríe...
—Neji-san me alegro de que esté mejor, pero Hiashi-sama lo necesita...
Tokuma analiza la situación entre nosotros y tras agradecer por última vez, avanzó hacia la oficina donde él había salido y al estar frente a frente..
—A eso voy Tokuma, gracias— me adentro a esa oficina, seguido de él y cuando enfoco a mi tío y ver que él me observa atento, supongo ahora sí se vendrá un regaño.
[...]
Me siento nerviosa, no lo puedo negar, hoy me toca presentar un avance del proyecto cero y aunque estos dos días habíamos trabajado a marcha forzadas para presentar un informe digno...
Tras entrar a mi oficina, los recuerdos de hace dos días no salen de mi mente...
Otro golpe suena y aunque tengo que responder solo puedo concentrarme en las sensaciones que recorren mi cuerpo, el cual tiembla ante sus lamidas, se siente tan rico, además mi humedad empieza a crecer y cuando Utakata me ve desde su posición y sus dedos reemplacen sus labios...
—Hinata-san...
¿De quién es esa voz? Se me hacía conocida, pero cuando Utakata sonríe...
—Estás muy húmeda sabes...
Tal vez la persona detrás de esa puerta lo puede escuchar, pero Utakata toca mis puntos sensibles excitándome aún más y...
—No te preocupes preciosa, con gusto me sacrificaré y te limpiare usando mi lengua, ¿De acuerdo?
Él empieza a lamber mis pliegues vaginales y tras estremecerme, ¿Qué hago? Estoy haciendo algo que no debo en este lugar ¡Y con un empleado! Otro golpe suena, dios los temblores invaden mi cuerpo conforme Utakata lame y chupa más profundo, incluso saber que la persona que esta tras la puerta nos escucha o puede ver, me excita mucho, ¿Desde cuándo me había vuelto tan pervertida?
Pero al sentirlo apretar mis piernas y lamer con más ímpetu...
—¡Ay no, me voy a correr! — Cierro mis ojos y al sentir cómo algo se arremolina en mi vientre y fuera a explotar, con una de mi mano aprieto el escritorio y con la otra estiro su cabello al sentir como mi orgasmo llega y al dejar caer mi cuerpo en el escritorio, sintiendo mi respiración agitada...
—Sabe deliciosa jefa, además aprendí que la adrenalina, la pone muy sensible, pero eso me gusta y ahora...
Él me ayuda a bajar girándome y al verlo levantar mi falda y bajar mis bragas, mis piernas tiemblan al no recuperarme aún del orgasmo, pero al sentirlo frotarse contra mi trasero, debo sentirme humillada o mancillada, pero la realidad es que estoy muy excitada, mucho y al sentirlo penetrarme, ante su; disfrútalo nena...
Tengo que olvidarme de eso, había sido una locura, una que disfrute y mucho no lo niego, pero solo es eso, además no puedo seguir con ese peligroso juego, eso lo tengo muy claro.
—Hinata-san...
La voz de Shiho me hace salir de mis recuerdos y al verla acompañada de quién ocupa el último de mis pensamientos...
—Traemos el informe, Hōsuki-san decidió que su colega Kirigakure-san entré con usted a la junta, ahora sí me permite iré averiguar si ya puede ir hacia la sala de juntas, sé que eso no me corresponde hacerlo, pero sabe estoy muy entusiasmada con este proyecto...
—No digas eso Shiho tú has sido una importante colaboradora a pesar de que no es tu área, así que te agradezco tu apoyo y claro que sí ve, hoy todo tiene que salir perfecto...
—Así será Hinata-san, bueno ya regreso...
Ella le entrega un folder a Utakata Kirigakure y al ver que él me sonríe coquetamente, le doy la espalda, no quiero hablar nada con él de lo ocurrido, pero al oler como su rico perfume invade el lugar, no puedo evitar ponerme nerviosa y al tirar un pequeño bote donde tengo algunas plumas y lápices...
—Deberías tranquilizarte, todo saldrá muy bien, a pesar del poco tiempo que tuvimos logramos avanzar en los diagramas y demás datos— al tomar su mano y su mirada perlada haga contacto con la mía...
Intento zafarme, pero él atrapa mi mano con la suya y al verlo acercarse, ladeo mi cara, no dejando que me bese, además estoy consciente que lo ocurrido no volverá a pasar y tras ponerme lo más firme que puedo..
—Si mal no recuerdo te pedí algo y...
—Pensé que había sido una broma, incluso lo ocurrido entre nosotros justo en este escrito me dio a entender que bromeabas, además admite que lo disfrutaste como yo...
—¡Basta ya! E-esto no me gusta y tú...
—Le sonrió de lado— yo creo que mientes y sinceramente no entiendo por qué, casi estoy seguro de que justo ahora estás húmeda y no tienes idea de lo que eso me excita, además tenemos que practicar ¿No es así? Digo mi futuro suegro no puede dudar de nosotros...
Es un cínico, descarado ¿Cómo se atreve a decirme eso? Y al estar por separarlo, alguien toca la puerta y al estar abierta veo entrar a...
—Perdón la interrupción, pero Haruno-san dijo que pueden pasar a la sala de juntas...
Mi cara se sonroja, pero agradezco que Shiho sea una mujer comprensiva y cautelosa, ya que a pesar de verla sonrojada por la forma en que nos había visto, ella no dirá nada y al levantar las plumas de mi escritorio y ambos me observen...
[...]
Al ver los grandes almacenes de ropa, restaurantes y demás comercios quedar atrás a nuestro paso, es en lo que me puedo distraer, ya que en el auto donde voy, Gaara y Kankuro, hablan de no sé qué estrategias y personas que solo conozco de vista, además hoy Shikamaru Nara el chofer y mi amante ni siquiera me había visto ni una sola vez, aunque sea por el espejo retrovisor cómo otras veces y no sé cómo sentirme ante ello…
Cuando se pone en plan terco no hay poder humano que lo haga cambiar de idea, además en estos dos días no me había visitado, buscado o dicho algo, su última amenaza al parecer va muy enserio y aunque ese día me dejo molesta y excitada, había pensado mucho en qué hacer...
No puedo negarlo la paso muy bien con él, aunque parece ilógico me gusta que se comporte celoso y posesivo, pero solo es un buen sexo y nada más, ya que yo estoy acostumbrada a un tipo de vida que tal vez él nunca podra darme, además si él habla estoy perdida y por más que pienso no sé qué hacer o decir y cuando por fin veo ese imponente y elegante edificio...
Hoy mis hermanos tendrán una reunión con mi futuro suegro, además veré a mi casi prometido, Gaara me dijo que Hiashi Hyuga quiere que el compromiso de nosotros sea pronto y de ahi que la maldita pregunta ¿Qué hago? Me invade y cuando siento el auto estacionarse...
—No sé cuánto tiempo nos tardemos en esta reunión, así que ve entregar los informes que te pedí y cuando termines, puedes ir al lugar que me dijiste, al terminar te llamare para que regreses por nosotros...
—Así lo haré señor...
¿Cómo que al lugar que le dijo? ¿A qué se refiere Gaara con eso? Al ver que Shikamaru abre la puerta y Kankuro baja «¿Acaso Shika tiene otra mujer?» Al extender mi mano, para obligar a verme, él...
Y hasta aquí llegamos…
¿Qué opinan? Los leo...
