Día 3: Pesadilla de verano
Se besaban como si el mundo estuviera por acabarse. Sus bocas danzaban y sus lenguas "luchaban" intentando que la del otro no gane. Ambos sentados en la cama de Hana con los ojos cerrados y las mejillas sonrosadas sellaban lo que parecía ser una confesión de amor.
Alumi luego de unos minutos intentaba separarse del rubio buscando algo de aire, pero su prometido fue más rápido y la agarró de la nuca profundizando más el beso. Quería seguir, había pasado muy poco desde que comenzó el beso, por lo menos para él, aunque había pasado mucho más. Sintió la falta de aire de su prometida, pero sabía que podría continuar, no era tan débil, de hecho era más fuerte que él.
La chica por su parte ya no aguantaba la falta de aire, y de un empujón un poco más fuerte se separó de él descubriendo el hilo de saliva que salía de sus labios al separarse. Miró al chico el cual respiraba agitadamente al igual que ella, y dejó de respirar nuevamente al ver un lado concreto de su anatomía, resulta que ni su blusa ni su corpiño estaban ahí ¿en qué momento se lo había sacado o se lo había sacado él? el caso que ambos chicos se preguntaron lo mismo y al ver que Hanna no le sacaba los ojos de encima le propinó la cachetada de su vida.
Hanna miraba los no tan pequeños pechos de su prometida, cuando sintió su cara siendo golpeada por la chica. Cayó al oscuro suelo y vio como toda la habitación se oscurecía mientras Alumi se alejaba de él yéndose a la oscuridad que ahora los cubría donde unos pasos más allá estaba el idiota de Gakko el cual la abrazó protectoramente mientras le decía que iba a alejarla de un pervertido como yo. La voz del chico no se oía pero sus labios de movieron con tanta claridad que Hanna pudo escucharlo. Hanna gritó el nombre de su prometida de forma desesperada pero la rubia no volvía. Luego quiso moverse, pero su cuerpo no reaccionaba, fue entonces cuando con toda su fuerza logró mover su cuerpo logrando que caiga en un profundo pozo que allí se había formado, hasta que…
…. su cuerpo golpeó el piso de su habitación.
Había sido una pesadilla, la misma que veía teniendo desde hacía tres día atrás. Se levantó sobándose la cabeza, encontrado su nuca empapada por la transpiración y todo su cuerpo doliéndole.
Era insoportable lo real que era ese sueño, y más aún que él mismo había presenciado como el IDIOTA DE GAKKO se le había declarado a su prometida.
¿QUIEN SE PENSABA QUE ERA? Si la imbécil de prometida que tenía se lo había dejado en claro a todos en el colegio y en su vida que ya hartaba, y ahora viene ese IDIOTA y hace lo que quiere.
Suspiró sonoramente… y salió de la habitación para tomar un vaso de agua, puesto que sentía sumamente seca su garganta.
Al llegar al pasillo encontró la cocina prendida y se acercó con extrañeza, eran las 3 am ¿quién podía estar despierto a esa hora? Se sorprendió al ver a su prometida.
- "¿Alumi?"–sorprendida la chica se giró encontrándose a Hanna-"¿no puedes dormir?"
- "Veo que tú tampoco"
Pasaron los minutos y ambos estaban sentados en la mesa tomando agua mientras comían unas papas fritas que habían encontrado.
- "Entonces… ¿por qué no puedes dormir?"–preguntó Hanna-
- "Ehmm, es que hace mucho calor hoy y como los cuartos de huéspedes no tienen buena ventilación estoy muy acalorada"–explicó mientras miraba su vaso de agua- "así que decidí tomar un poco de agua y luego darme una ducha rápida. Espero no haberte despertado yo"–no quería mirar a Hanna, ya que una inexplicable vergüenza se le había subido al darse cuenta que estaba a solas con él-
- "Pues, no te preocupes por mí porque no te he escuchado la verdad"–dijo cruzando sus brazos, tratando de sonar desinteresado pero la verdad estaba igual o peor que su prometida-
- "¿Entonces qué te despertó?" –preguntó con interés-
Ninguno se percataba que posiblemente era la primera vez que hablaban tan a gusto y sin pelear, lo cual hacían que inconscientemente estén un poco nerviosos.
- "E-es que, tu-tuve una pesadilla"–dijo mirando para el otro lado-
- "¿A si?¿y de qué trataba tu pesadilla?"–preguntó ahora con una sonrisa mirando a su prometido el cual comenzaba a sonrojarse-
- "N-no, es solo que no la recuerdo bien"–estaba sonrojado, claro que se acordaba la pesadilla, pero bajo su cadáver se la decía a ella-"Alumi…"–dijo tratando de desviar la conversación-"… ambos sabemos que el compromiso fue cosa de nuestro padres ¿o no?"–Alumi lo miró sorprendida, nunca creyó que él hablaría de ese tema, de hecho pensaba que odiaba la idea. No pudo evitar sonrojarse ferozmente. Asintió-"P-pues, si a ti no te molesta la situación, a-a mí tampoco la verdad"
Esto la sorprendió aún más, nunca PERO NUNCA, creyó escuchar eso de Hanna, el siempre orgulloso y patán Hanna Asakura. Sus ojos se estaban humedeciendo, pero intentó que no ocurra. También amagó con abrazarlo y gritarle todo lo que lo amaba.
El silencio reinó y ante la mirada nerviosa y un tanto desaprobatoria de su prometido ella cortó el silencio.
- "No me molesta Hanna. Pensaba que tu odiabas la idea de hecho"–comentó desviado su mirada a la de su vaso-
- "Si lo odiaba"–confesó y Alumi lo miró-"pero, entendí que es peor no tenerte a mi lado ¿sabes?"
Alumi ahora sí comenzó a lagrimear. No se lo decía directamente, pero a su manera le estaba confesando todo lo que la quería y con eso le bastó.
- "Pero…"–continuo sin dejar que Alumi diga algo- "… no puedes corresponderle a Gakko, no lo permitiré"
- "¿Cómo?"–esto la descolocó, ¿por qué ella en su sano juicio correspondería al idiota de Gakko? si ella no….¡ahhhh!, pensó-"Ya he rechazado a Gakko. ¿Pero cómo sabes eso?"
- "Los vi… se lo veía muy a gusto y pensé que quizás…"
- "¿Estabas celoso?"–lo cortó-
Hanna bajó la mirada ocultando su nuevo sonrojo mientras asentía. Alumi sonrió ante esto, no podía creer todavía lo que estaba sucediendo.
- "Perdón"–y se levantó para irse a dormir-
- "Espera…" –y Hanna se volteó-
- "Vamos a dormir a mi cuarto que es más fresco"–la tomó de la mano al ver que no se movía por la sorpresa. Ella hizo una burlona sonrisa-
- "…pero Hanna. aun no me dijiste tu sueño"–y rió al ver la enfadada expresión del rubio-