HOLA MIS BELLAS

Estoy aquí con otro capi larguito y muy completo.

Es sábado, después de levantarse Bella de su primera noche con los Cullen.

Aun quedan dos capis sobre el primer fin de semana de Bella con los Cullen. Luego, un par de capis siguiendo el transcurso de los días y tras eso, haremos un pequeño salto en el tiempo.

Espero que os guste.

MIL GRACIAS POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS. ME ALEGRA Y ME INSPIRA VER QUE OS ESTÁ GUSTANDO.

*ME PREGUNTA UNA CHICA SI LO VOY A SEGUIR... POR SUPUESTO. SOLO QUE, PESE A MIS DESEOS, NO TENGO EL TIEMPO DESEADO PARA ESCRIBIR Y PUBLICAR. PERO OS ASEGURO QUE CUANDO TENGO UN RATO, A ELLO ME PONGO *

Ya tengo el capi 8 listo y estoy acabando el 9. En cuanto lo tenga listo, publico, ¿ok? Quiero tener siempre dos capis escritos por adelantado, para no quedarme sin nada que publicar.

Como en "La protegida". Que lo acabaré. Hace unos días, estuve escribiendo un poquito en el siguiente capi, así que cualquier día tendréis sorpresa.


CAPÍTULO 7


Bella desayunó tranquila, sin interferencias de nadie, cosa que agradeció. Aunque estaba encantada allí sentada tomándose un riquísimo café, prefirió aligerar e ir subiendo a adecentarse.

Mientras subía, iba preguntándose lo muchísimo que madrugaban en esa casa. Eran las 9 y 15 de la mañana y ya estaban vestidos, duchados y acomodados en el salón.

¿Los fines de semana madrugaban tantísimo?

Entonces, otra pregunta le invadió la curiosidad…

¿A qué se dedicaban?
Solo conocía la profesión de Carlisle, pero, ¿el resto?

También sabía que todos estaban estudiados, bueno… eso quedaba más que claro nada más cruzar dos palabras con ellos, pero… ¿no ejercían profesión?

Con esas preguntas en la cabeza, fue adecentándose. Tras ducharse y aplicarse una de las exquisitas cremas que le habían dejado en su baño las chicas Cullen, se vistió un pantalón tipo jogger de cadera baja y una camiseta de manga al codo y con escote abierto, dejando las clavículas y el inicio de sus hombros descubiertos, ambas piezas en tonos crema, dándole a su piel un aspecto delicioso.

En poco más de media hora, ya estaba picando en la puerta de Elish. Sabía que debía hablar con Edward, pero necesitaba un poco más de ánimo y… valentía para hacerle frente, a solas.

·

- Hola - Entró una vez le dio la niña acceso. - ¿Qué haces?

- He estado recogiendo para estar lista cuando vinieras. - Le respondió la niña sonriente.

- Oh, muy bien. Y… ¿hay algo en especial que te gustaría hacer? - le preguntó sentándose en el suelo al lado de la niña.

- ¿Por qué no me hablas de ti? - Bella pestañeó sorprendida ante tal sugerencia.

Elish tenía una estatura de una niña de uno años, pero debía recordar que su coeficiente intelectual era de una de 12. A esa edad, ya no se juega con muñecas, si no que se comienza a pasar el tiempo "charlando"; sobre todo si es con una chica mayor.

- ¡Vale! ¿Y qué te gustaría saber?

- ¿Te apetece tomar otro café? - Bella no pudo evitar volver a pestañear, con asombro. - Yo no tomo café, pero si chocolate. Y la yaya acaba de hacerlo y le sale, ¡exquisito! - Elish le alzó las cejas con complicidad.

- Eso suena estupendo. - Le imitó el gesto.

·

Ambas se fueron a la cocina, donde Esme estaba recogiendo los cacharros tras preparar chocolate.

Los fines de semana siempre lo hacía porque a Elish y a Jacob les encantaba. Algunos domingos Seth y Leah también se unían, ya que formaban parte de la "manada" de Jake, aunque todos los "lobos" mantenían una manada unida.

- ¡Umm! Aquí hay algo que huele exquisito - comentó Bella ganándose una risita por parte de Esme.

- ¿Te gusta el chocolate? - le preguntó, a lo que la chica asintió enérgica. - ¿Te preparo uno especial? - le alzó las cejas.

- Por supuesto, hablando de chocolate, nunca es suficiente - Exclamó exagerando, sacando las risas de abuela y nieta.

Esme tomó otra taza y le preparó a Bella uno de sus famosos chocolates "especiales".

Bella y Elish tomaron asiento en los taburetes acolchados del desayunador y Esme les sirvió un chocolate a cada una.

Una taza muy elegante, con chocolate, nata, un barquillo y un chorrito de esencia de avellana.

¡Exquisito!

Bella se llevó la taza a los labios, dejando un rastro de nata en su bigote.

- ¡Diosss! Esto está… ¡Brutal! - Exclamó Bella, ganándose las risas de Elish y Esme.

La escena fue tan simpática, pero a su vez tan tierna, que se clavó en la mente de la niña y sin darse cuenta, la recreó en sus pensamientos.

A un "acechador" que andaba pululando por la casa, escondiéndose de toda la familia, sobre todo de Bella, le llegó la imagen con gran fuerza.

Los pensamientos que su hija le dejaba ver eran contados, por lo que tenía conexión directa con su voz mental, dejando entrar en su mente cualquier cosa que Elish pensara.

La imagen de Bella, con ese bigote de nata, lo hizo sonreír inconscientemente; pero esa sonrisa tierna, pronto se vio modificada a una más… "intensa", al ver la imagen completa que Elish le regalaba:

Bella llevaba toda su melena en un moño alto dejando su exquisito cuello totalmente expuesto, con unos mechones sueltos por su cara, la cual estaba deshinchada tras ducharse; sus ojazos envueltos en un manto de pestañas espesas, y todo su rostro brillando con su propia luz, mientras reía con su hija.

Un gesto lleno de felicidad y dulzura. Un gesto que nunca le sería otorgado a él; ella jamás le dedicaría un rostro como ese.

El pensamiento lo desoló por unos instantes, hasta que endureció su propio rostro con amargura. Lo único bueno de todo esto es que Elish estaba feliz. No necesitaba del don de Jasper para sentir la dicha de su hija. Con su propio dolor y amargura, lidiaría él mismo.

·

- Cuéntame sobre ti… De tu época del instituto. - Sugirió Elish. - He oído que es una época difícil - Se inclinó de hombros, sin saber muy bien qué significaba eso.

Bella la miró con cara perdida… Casi de terror. ¿Qué si o qué no, podía contarle a Elish?

Era una niña de dos años, con apariencia de 5 y mentalidad de 12.

Esme las observaba discretamente y no pudo evitar hacer una mueca divertida, al ver la cara de susto de Bella.

- Bella… perdona que os interrumpa - Bella la miró con alivio saliéndole a borbotones de los ojos. - Hoy Carlisle estará en casa todo el día… al igual que Edward - Esme la miró fijamente, pero con cuidado de no intimidarla; quería ver la reacción de la chica ante el nombre de su hijo.

- ¡Oh!... vale. - Bella captó la indirecta de Esme, de que "necesitaba" hablar con Carlisle o en su defecto Edward. - Luego me paso por su despacho… Estaba en la segunda planta, al otro lado de los dormitorios, ¿verdad? - Esme mantuvo su fachada despreocupada, pero tuvo que hacer esfuerzos por no reírse, ya que Bella omitió descaradamente el hablar con Edward.

- Si. Efectivamente.

Elish la miró, presionando para que le contestara.

- Pues verás… El instituto es difícil, porque hay muchas variedades de chicos. Cuando cursas secundaria, es un tiempo de cambios, de evolución… De marcar tu estilo. - Comenzó Bella. - La adolescencia es una época complicada… tu cuerpo… bueno, cambia. Empiezas a dejar la niñez, y… el desarrollo va a distinto ritmo en cada persona. - Bella evitaba entrar en el tema delicado de la "adolescencia".

- ¿Qué significa dejar la niñez? - preguntó Elish curiosa. A Bella se le saltó un latido.

- La niñez se deja cuando tus intereses cambian. - Bella respiró, notando como su corazón comenzaba a acelerarse.

- Cambian… ¿En qué cambian? - Bella apretó los ojos, ya que Elish soltó la pregunta que menos quería contestar ella.

·

Carlisle estaba en su despacho, Edward en su dormitorio y el resto en el salón, incluido Jake que hacía un rato que había llegado; pero todos, estaban extremadamente atentos a esa conversación.

- A Bella va a darle un infarto. Puedo imaginar sus tremendos coloretes… ¡jajaja! - El resto no pudo evitar reír ante el comentario de Emmet.

·

- Bueno… - Bella volvió a tomar aire. - Verás… Cambian, en que ya no lees los mismos libros, dejas de jugar con muñecas… Esas cosas.

- Bella… - Elish le tomó la mano mirándola con dulzura, pero con un deje pícaro en los ojos.

"¡Dios…! Cómo se parece ahora mismo a Edward… Esa mirada, entre dulce y pícara… Es una mirada tan preciosa. Tan hipnótica. ¿De quien habrá heredado esos ojazos verdes? Son… preciosos"

Edward se quedó paralizado ante ese pensamiento. En él, no había frialdad, ni hostilidad; todo lo contrario. Había cariño, dulzura… ¿Pudiese ser que ella, que Bella, no sintiera tanto odio hacia él?

- Se que esto va sobre los chicos. - Bella abrió los ojos, y sintió como su corazón repiqueteaba. Acababa de sufrir un micro infarto. - Y por favor… No me digas que lo hable con mi padre… - Elish rodó los ojos con fastidio. - Tu te pareces en cierto modo a mi, crecemos intelectualmente más rápido y eres muy joven… Y una chica. - Inclinó la cabeza ante lo obvio. - Por favor…

"Está rodeada de gente, pero en el fondo, está tremendamente sola… la gente como nosotras, siempre se siente así… Desplazada y… sola. A ver como puedo explicarle sin entrar en ningún tema complicado"

·

- ¿Nadie va a ir a echarle una mano a Bella? - Preguntó serio Jacob. - Elish está llevándola a su terreno. - Frunció el ceño. - ¿Dónde está Edward?

- Déjala a ver como se desenvuelve. Si intervenimos ahora, Bella no sabrá defenderse de Elish ella sola, nunca. - Sugirió Jasper.

- Estoy deseando escuchar, como va a salir de esta. - Rió Rosalie.

- Edward está aquí… tranquilo - Respondió entrando en el salón, ya más relajado, tomando asiento al lado de Alice, la cual le sonrió con cariño. - Veamos como se las va arreglando, y de paso, nos enteraremos de las curiosidades que tiene nuestra Elish y no nos dice a nosotros. - Todos asintieron de acuerdo.

·

- Veamos… Yo, debido a mi coeficiente, también desarrolle mi intelecto pronto. Aunque seguía manteniendo una parte infantil, como te pasa a ti. Para las personas como nosotras, la adolescencia es incluso más difícil. - Bella suspiró con exagerado pesar. - A mi me gustaban mis muñecas, mis libros infantiles y mis películas de Disney, pero como estaba tres cursos por delante de mi edad, las chicas a mi alrededor, eran eso… chicas. Yo aun conservaba un cuerpo un tanto infantil y los chicos no me miraban.

- ¿Cuántos años tenías?

- Pues me saltaron un curso en primaria y empecé secundaria con 10 años. Pero al siguiente curso, me pasaron a cuarto año. Así que yo tenía 11 años, y mis compañeros 14. La diferencia de edad era tremendamente notoria.

- ¡Ufff… tres años! Tu eras una niña - Comentó Elish apenada.

- Exacto. Yo tenía edad de ser una niña, pero por mi intelecto y el ascender de cursos, mi mentalidad avanzó más rápido de lo normal.

- Y… ¿Qué pasaba con los chicos? - Bella rió divertida, meneando la cabeza.

- Pues ellos me miraban como un bicho raro. No tenía pecho, no tenía curvas… y me seguía peinando con flequillo y con trenzas… ¡Menudo cuadro, jajaja! - Ambas rieron - Cuando pasó el primer trimestre, hubo un cambio en mi. Mi cuerpo se modificó un poco, y tras esas semanas con compañeros mayores, mi forma de verme a mi misma y a mi entorno evolucionó. Me quité el flequillo, comencé a usar otro tipo de ropa y por supuesto, dejé de llevar trenzas… - Rodó los ojos divertida, y Elish rió. - Cuando recoja mis cosas, te enseñaré alguna foto mía de aquella época.

- ¡Oh, me encantaría!

- La verdad que era una niñita adorable - Bella movió la cabeza y las manos, exagerando gestos coquetos de forma teatral, sacando las risas de ambas.

Y otra imagen se coló en la mente de Elish, la cual reflejó directa hacía su padre, inconscientemente.

Edward recibió esa imagen, dejándolo sin aliento. Bella estaba tan hermosa y simpática girando la cabeza y las manos…

·

Por un momento se olvidó que estaba toda la familia a su lado y… suspiró. Los presentes lo miraron con los ojos saliendo de sus órbitas.

- ¿Perdona? ¿Y ese suspiro? - Preguntó Emmet, pasándole la mano por delante de la cara a Edward, ya que se había quedado con la mirada perdida.

- No seas payaso.

- ¡Ah, vale! Sigues siendo tu… pensé que te había dado algo al cerebro, ¡jajaja!

- Estoy viendo una imagen de Elish, preciosa. - Su sonrisa se volvió tierna.

Jasper lo miró discretamente sabiendo que mentía. Los sentimientos que en ese momento emanaban de Edward no eran los que él siempre captaba cuando su hermano observaba a su hija sonreír.

No. Esos sentimientos iban dirigidos a Bella… Era la imagen de ella la que estaba viendo.

·

- Dices que cambiaste… ¿Te refieres a que te bajo la regla? - Preguntó de forma tremendamente inocente. Bella la miró con dulzura y gran comprensión.

- Si. Así es. Menstrué un poco pronto. El pediatra dijo que era normal. Cuando un niño se relaciona constantemente con niños más mayores que él, su desarrollo se acelera para estar en sintonía con su entorno. - Bella dulcificó aún más su mirada - Seguramente a ti, te pase igual… Según como sea tu nivel de crecimiento cromosómico, puede que tengas tu primer periodo en un año, o menos.

Hicieron un silencio reflexivo, cómodo. Ambas sumidas en sus pensamientos; sobretodo Elish, la cual sabía que no era seguro que llegara a menstruar como una mujer normal.

Bella le dio tiempo para asimilar.

- Ahora que eres más mayor… ¿Te arrepientes de haber echo las cosas así? - preguntó Elish - Me refiero a haber pasado de cursos.

- Si y no. - Elish gesticuló con los ojos, pidiendo una explicación más amplia. - Tengo 23 años y un amplio currículum académico. Ahora mismo a un ritmo normal, estaría acabando mi primer doctorado y no tendría todos los cursos extracurriculares que poseo, ni los idiomas, ni el master, ni por supuesto el segundo doctorado… Porque si no hubiese avanzado, no habría tenido las curiosidades que el estar con compañeros mayores me hicieron desarrollar. Pero… - La cara de Bella se descompuso en un gesto de pesar - También perdí cosas por el camino… Se me recortó la infancia drásticamente. Dejé mis aficiones infantiles mucho antes de lo debido, y eso tampoco fue bueno.

- Todo tiene una parte buena y otra mala… Es lo que dice siempre Jake. - Bella asintió.

- Sabia frase. - ambas asintieron.

- Pero… ¿Cómo te dio tiempo a sacar tanto? - Preguntó curiosa la niña.

- ¿No te salen las cuenta, eh? - Elish negó. - A parte de que estudio más y mejor que una persona promedio, estuve dos veces convaleciente por dos operaciones - Elish abrió los ojos con espanto. - Eso me dio mucho tiempo libre.

- ¿Dos operaciones?

- Si, dos veces de la rodilla derecha y una del brazo derecho. Por eso deje de bailar… - la voz y la cara de Bella se volvieron tristes. Sus sentimientos cantaron para Elish.

Bella se sentía desolada por haber tenido que dejar el baile.

- Pero eso ya te lo contaré otro día, ¿ok?

- No te gusta hablar de eso, ¿verdad? - Bella no negó, pero su cara reflejaba que era un tema que le hacía daño.

La mirada de Elish cambió a una cargada de picardía, y Bella captó por donde iba a salirle la niña, otra vez, por lo que se levantó con energía del taburete, no dándole a Elish la oportunidad de comentar nada más.

Antes de que el tema "chicos" volviera a salir, tenía que hablar con Carlisle… Incluso con, Edward.

"Tengo que improvisar algo ya, antes de que vuelva sobre el tema "chicos". Tengo que hablar con Carlisle sobre qué puedo o no decirle… ¿O sería más conveniente hablar con su padre?... ¡Ufff! Tengo que reunirme con él quiera o no… pero si puedo evitar alargar la conversación, ¡mejor!"

·

- Bella ha salido airosa de este primer round, ¡jajaja! - Rió Emmet.

- A la primera que pueda deshacerse un rato de Elish, va a ir a hablar con Carlisle - Anunció Edward. - También quiere hablar conmigo, para darme sus primeras impresiones.

Edward calló los pensamientos completos de la chica, donde se lamentaba de tener que reunirse con él. Por un lado agradecía pasar el minimo tiempo con ella, pero por otro… el escuchar el desagrado que le producía verse con él, lo hacía sentirse… raro. Molesto.

- ¿Así que Elish tiene curiosidad sobre… la regla? - Jake casi se atraganta.

Para él era raro, y lo hacía sentirse muy incómodo, ya que la apariencia de "su" niña era de eso… de niña de 5 años. Pero su mentalidad estaba al borde de la adolescencia.

"Si Elish comienza a tener esos pensamientos, ¿Cuánto tardará en tener deseo sexual? Me horroriza que ese momento llegue demasiado pronto… Ella es, una niña… ¡Oh, Dios!"

Edward se hizo el desentendido ante el pensamiento de Jacob, ya que captó el terror absoluto que destilaba él ante ese momento: En el que Elish comenzara a tener deseos sexuales, pero manteniendo un cuerpo de niña.

Él mismo, tampoco quería pensarlo demasiado.

- Es normal que la sintiera - Le contestó Alice. - Ten en cuenta que nosotras no menstruamos… No tenemos cambios hormonales ni de ningún tipo. Por eso tiene tanta curiosidad con Bella.

- Creo que Bella será buena influencia para Elish. - Comentó pensativa Esme.

- Lo será. - Sentenció Alice. Todos la miraron con la interrogación saliendo de sus ojos. Ella rodó los suyos. - Mientras hablaban en la cocina, me ha entrado una visión de ellas. En un tiempo… poco, en una situación similar, pero… su lenguaje corporal, era diferente; más… íntimo y personal. Su relación, en unas semanas, se verá consolidada de una forma… - Alice sonrió con felicidad - preciosa.

Todos mostraron gestos cariñosos, a la par que sorprendidos.

Eso significaba que Bella se quedaría, pese a Edward.

·

- Ven, vamos a mi zona. - Elish alegró el rostro de que Bella le permitiera la entrada.

Aunque era aun muy joven y no poseía los sentidos desarrollados como el resto de su familia, gracias a su don, era muy perceptiva y sabía que Bella consideraba "su zona" de esa forma… Suya y privada.

- ¿Qué te parece si hacemos algo infantil? - Elish la miró confusa. - Tranquila, no jugaremos con muñecas… ¡jajaja! Te voy a desvelar mi mayor secreto de chica. - Eso ya le gustó más a la niña. - Vamos, explotemos un poco nuestro lado infantil. - Alzó las cejas cómplice. Elish asentía entusiasmada.

Entraron en la "zona" de Bella y Elish tomó asiento en el sofá por indicación de Bella, mientras ella conectaba su ordenador y revolvía en su bolsa.

- ¡Oh, mierda! - Bella se encogió ante la palabrota - Perdón, Elish…

- Tranquila, estoy acostumbrada a mi tío Emmet. - Sonrió divertida, pero muy tierna. - Estoy segurísima de que os llevaréis bien.

- No tengo el cable hdmi para conectar el ordenador a la televisión. ¿Tu crees que tendréis uno?

- Por supuesto. Otra cosa no, pero cosas tecnológicas, aquí hay como si fuese un almacén. La que tiene todo eso controlado es mi tía Rosalie. Debe estar en el salón.

Bella se quedó paralizada, ya que no le apetecía hacer acto de presencia allí. Sobre todo por temor a que le ofrecieran ver la película todos juntos. Quería un ratito a solas con Elish.

- Baja y que te lo de, yo mientras tomaré algunas chuches, ¿te parece? - Solicitó Elish.

La niña fue muy lista, y captó la desgana de Bella de presentarse ante todos, pero sabía que para que ella estuviese cómoda allí, en casa, debía integrarse con la familia.

- Claro. Estupendo. - Bella lo intentó, pero un cierto sarcasmo se percibió como nota de fondo ante su contestación. Elish se hizo la despistada.

·

- Bueno… segundo contacto con Bella. - comentó Rosalie.

- Puedo suponer que sabes perfectamente donde está el cable, ¿verdad? - Le preguntó Carlisle mirándola de reojo.

- Por supuesto… pero la voy a dejar aquí unos minutos mientras hago que lo busco.

- Eso está bien, que vea que puede entrar en las zonas familiares sin tanto reparo.

- Podíamos ofrecerle…

- No. - A Emmet no le dio tiempo ni de acabar la frase. - Debemos dejarlas solas. Bella quiere pasar tiempo con Elish. - Le explicó Jasper. - Si se meten aquí, Bella se sentirá cohibida… Ellas deben desarrollar su relación, solas.

Todos asintieron.

"Si está Edward en el salón, sería buen momento para comentarle un poco por alto, y así me quito del medio nuestra charlita. Así no estaremos a solas ni un segundo"

- Hola - Saludó Bella, sonrosada, entrando en el salón.

- Hola - Saludaron todos al unísono; excepto Edward. Bella no pudo evitar sonreír ante eso.

- Eso estaba ensayado o, ¿os ha salido de forma natural? ¡jajaja!

- ¡Jajaja! somos como la familia Trump - Soltó Emmet.

- Pues si… Solo os falta saber cantar - le sacó la lengua en un gesto divertido y cómplice. - Yo venía a pedir un cable hdmi, no encuentro el mío, debí dejarlo en casa del Tío Charlie. - Según pronunció eso, Edward tuvo que tomar oxígeno para no ahogarse. - ¿Tenéis uno de sobra para prestarme?

- Si, por supuesto. - Respondió Rose. - Espera que te lo busco.

Los latidos de Bella cambiaron, volviéndose acelerados y un rubor tiñó sus mejillas. Su rostro cambió, volviéndose casi hostil.

Edward dedujo con facilidad que Bella iba a hablarle directamente.

- Sr. Cullen - Se giró hacía Edward. - Voy a ver una película con Elish, de Disney… de princesas - Bella se mordió el labio, aguantando una sonrisa, pero sus ojos la delataban; Edward mantuvo su gesto serio, pero estaba haciendo grandes esfuerzos por no sonreír de vuelta. - Quiero acercar a la niña a su lado infantil, si usted lo ve bien.

- Por supuesto. ¿Y ella ha aceptado? - Preguntó controlando la guasa.

- Bueno, tampoco le he dado muchas opciones, la verdad - Inclinó los hombros y su gesto frío se descongeló un poco, dejando ver un hermoso brillo en sus ojos.

Al moverse, su camiseta, ya escotada de por si, se deslizó dejando a la vista el hombro y parte del brazo. La imagen se clavó en la retina del vampiro, que siguió el movimiento de la fina tela igual que una pantera acechando a su presa.

- Hemos estado hablando sobre el instituto, y los cambios… físicos - El pecho de la chica comenzó a subir y bajar con fuerza y el leve rubor se convirtió en un rojo intenso. - Y yo no se lo que estoy autorizada a decirle. - Bella le clavó la mirada a Edward de forma intensa, dejando al vampiro por un momento atontado.

¿Cómo podía estar esa chica tan sexy, tan… apetecible, con tan solo una camiseta y un pantalón de lo más simple?

Pero ese color, sobre su piel… La hacía tan deseable… Y no de su sangre.

¡Joder! Estoy enfermo… No puede ser que me excite viéndole un hombro.

Pensó el vampiro maldiciéndose a sí mismo, a la par que escuchaba a Bella pero siendo incapaz de contestarle.

- Nuestra Elish está experimentando cambios… y eso conlleva a tener curiosidades. - Explicó Carlisle al observar como Edward se había quedado como ido. - Contéstale con sinceridad. Ella ha confiado en ti para entrar a ese tema, un tanto delicado, y no debes defraudarla, evadiendo sus preguntas.

- Creo que está excesivamente mentalizada a que es "mayor" - puntilló con los dedos al aire. - El ser tan consciente de su madurez, la está alejando de su lado infantil.

- Si, tienes toda la razón. - Le contestó el patriarca. - Cuando puedas despegarla de ti - Ambos sonrieron - Te explicaré sobre los cambios de Elish. - Bella asintió agradecida.

"¡Uf! Menos mal que se ha ofrecido él… Si tuviera que tratar esa conversación con el Sr. Ogro... Pero el tema chicos, llevará a otro tema… Sexo. ¿Cómo expongo esto?"

Edward al escucharla, se sintió ofendido. Herido. Aunque jamás admitiría eso. Nunca.

- Elish te ve joven… casi podríamos decir que acabas de dejar la adolescencia - Soltó Edward con el tono un poco "demasiado" afilado, dejando a toda la sala, incluida Bella, pasmados - Y sobre todo, ajena a la familia.- Recalcó, y Bella apretó la mandíbula - Ella ve en ti, una amiguita - Bella abrió los ojos hasta dolerle.

La palabrita en cuestión, iba cargada de una guasa ofensiva.

"Pero… ¡Edward! ¿A qué ha venido eso?" - Esme

"¡Tu estás tonto perdido!" - Emmet

"¿Edward? ¿Y esa salida de tono?" - Carlisle

Bella respiraba igual que un jabalí, ahogándose con el veneno que le llenaba la boca con cosas (malas todas) que responderle al gilipollas de su jefe.

- Como dice mi padre, debes contestarle con sinceridad, pero ten cuidado con las palabras que elijes, y no le llenes la cabeza con ideas excesivas. - Le habló Edward con tono serio, pero más natural. - Está cambiando y parece que empieza a tener ciertas dudas o… como bien dice Carlisle, curiosidades.

- Por supuesto. - Respondió Bella controlando su tono, pero de sus ojos salían llamaradas de ira. - No se preocupe en que le caliente la cabeza sobre sexo. - Pronunció la palabra con malicia, con intención de molestar a Edward, como así fue. - Cuando me pregunte, le diré que usted estará encantado de tratar ese tema directamente con ella - Gesticuló, dándole más énfasis a su sarcasmo, mientras él abría los ojos con pánico. - Porque como usted ha señalado, yo soy casi una adolescente y no tengo criterio para tal conversación. - Ambos se lanzaron una mirada de odio mutuo.

"¿Qué sabrás tú sobre mi experiencia? Si te echara un polvo, verías a Dios… Prepotente de mierda"

Ante tal pensamiento, Edward se movió del sofá con claras intenciones de levantarse y encarar a Bella, pero Jasper, al sentir los cambios sensitivos de ambos, le lanzó a Edward un discreto gruñido, dejándolo clavado en su sitio.

Con soberbia saliendo de sus poros, se giró hacía Rose, que estaba a un par de pasos de ella.

- Gracias por el cable. - Le agradeció a Rose normalizando su voz, pero aun manteniendo su pose arrogante.

- De nada. Déjalo allí, para otras veces. Tenemos de sobra. - Le respondió Rose aguantando las carcajadas.

- De acuerdo… Gracias. Bueno… - Dio un vistazo general a toda la sala - Me subo. Hasta luego.

Subió las escaleras como un ánima. Respiraba con dificultad y notaba como los ojos se le nublaban por las lágrimas.

"¿Pero que se habrá creído ese gilipollas? Es… horrible. Es, cruel. Y pensar que todavía tengo que pasar la noche de hoy y parte del día de mañana aquí… Tengo que inventarme algo para venir menos… No puedo soportar cruzarme con él"

·

Edward al escuchar eso, se tensó y apretó los ojos con culpa. Estaba al borde de obligar a Bella a irse y Elish no se lo perdonaría. Pero era superior a él.

Esa chica lo descentraba.

¡Por el amor de Dios! Se había excitado con solo verle un hombro… Su pene, el cual llevaba dos años dormido, se había… ¡empalmado! Y tras ese último pensamiento… "Echarle un polvo"

No dudo que me harías ver a Dios… Edward tuvo hasta que toser con su propio pensamiento.

Lo justo sería ir y pedirle disculpas, pero eso conllevaría una explicación de porqué le había contestado aquellas groserías y no encontraba excusa creíble para ello. Pero debía reconocer que ella le había echado valor y le contestó poniéndolo en su sitio, pero sin perder en ningún momento la educación.

·

Bella consiguió calmarse antes de entrar en su zona, donde Elish ya estaba esperándola con palomitas y unos refrescos, pero captó, nada más ver a Bella entrar, que algo había pasado.

- Ya tengo el cable… ¿comenzamos nuestra sesión de Disney? - Le preguntó Bella exagerando su entusiasmo. - Comenzaremos con el clásico de toda la vida… "La Cenicienta".

Ambas chicas se acurrucaron en el sofá, haciendo comentarios y aspavientos románticos mientras transcurría la película, riéndose como niñas.

·

- Edward… - solo por la forma en que Carlisle lo llamó, Edward dejó salir un suspiro. - ¿Me puedes explicar a qué a venido eso? - Lo increpó de forma muy seria.

- Lo siento - murmuró con abatimiento - Ni yo mismo se porque le he dicho eso… - Edward se levantó airado del sofá, pasándose las manos por el pelo. - Sus pensamientos, me descolocan - Murmuró con disculpa.

- ¿Lo sientes? Eso deberías decírselo a ella. - Le espetó Rose.

- ¡Ostia Edward! No se ni qué decirte - Emmet estaba completamente alucinado.

Jasper, que captó perfectamente los sentimientos "tan característicos" de su hermano, decidió intervenir antes de que se lo comieran entre todos.

- Bueno… Todos sabíamos que la presencia de Bella iba a trastocarlo - comentó Jasper - Solo lleva aquí un día, habrá de darle tiempo para que se aclimate a ella.

Todos fruncieron el ceño, confundidos por como Jasper había salido en defensa de Edward.

Alice los miró a ambos con los ojos entrecerrados, llenos de sospecha, pero prefirió callar ante la defensa de su marido.

"Edward, entiendo lo que dice Jasper, pero… ¿en serio te perturba tanto el que la chica esté aquí?"

Edward le dirigió una discreta mirada a su hermana y bajó los ojos. No había asentido, pero tampoco lo negó.

Entonces Alice fue consciente de que su hermano estaba sufriendo más de lo que había supuesto en estos dos años, y ella, por el amor incondicional que sentía por él, debía ayudarlo.

···

·

Tras la "Cenicienta", Elish pidió ver otra peli. Una que fuese de las preferidas de Bella.

- Uf, pues no sé. Hay dos, que son mis favoritas. Pero la que más me gusta, la que no me canso de ver, es "La Bella y la Bestia"

- Pues no se diga más.

El entusiasmo de Bella fue contagioso para Elish.

- Oye… pero es tardísimo y no hemos hecho la comida - Alucinó Bella al ver la hora en un reloj que estaba encima de la estantería. Se quedó pensando un momento. - Elish… ¿Te gusta la pizza? - le preguntó abriendo los ojos con ilusión.

- ¡Claro!

- Y… ¿la traen hasta aquí? Porque el bar de Mou hace unas pizza brutales.

- Lo se. El abuelo Charlie y Jake me tienen llevado a cenar alguna vez y tienen moto de reparto fuera. Pero a una mala, está Jake en casa… Si compartimos la pizza con él, irá a buscarla. - Ambas sonrieron cómplices.

Bella buscó el numero por internet y tras comprobar que la traían hasta casa, hicieron el pedido, pidiendo de más, para compartir con Jacob.

Mientras Bella acababa de pedir y luego recogía la mesa para dejar sitio, Elish bajó al salón.

·

- No quiero saber qué le pasó a Bella cuando bajo a por el cable - miró directamente hacía su padre - Porque sé que cuando no tienes una respuesta adecuada, o no quieres ser sincero, siempre me sueltas eso de "es cosa de mayores". - suspiró profundamente - Solo vengo a pedir dinero - Edward pestañeó con asombro. - Hemos pedido pizza y unos entrantes al bar de Mou, y en 20 minutos nos lo traen.

- ¿Habéis pedido pizza? - Preguntó Jake relamiéndose.

- Si… y Bella se ha acordado de ti, y la ha pedido grande, a parte de patatas, barritas de queso y no se que más. - Rodó los ojos con gracia - Se que su intención es pagarla ella, pero no debemos permitirle que gaste un dinero que no tiene.

- Muy bien Elish. - Esme se levantó de sofá y abrazó a su nieta - Estoy muy orgullosa de ti. De que tengas esos detalles.

Carlisle se acercó a Elish y se inclinó para quedar a su altura, mirándola con gran adoración.

- Ha estado muy bien, Elish. Yo también estoy orgullosísimo de que te hayas dado cuenta de eso. Toma - Carlisle le entregó un billete de 50 $. - Cuando Bella vaya a pagar, te pones delante y le tiendes el billete.

- Si Bella insiste en pagar y el repartidor te ignora, le dices que entonces va a salir tu padre a pagar. - comentó Emmet riéndose. - Ya verás como el repartidor te acepta el dinero… ¡jajaja!

·

·

Las chicas decidieron esperar a poner la siguiente película, para verla mientras comían.

Torturarían a Jacob con una peli de Disney, pero era el precio a pagar si quería pizza.

Bella estaba en su dormitorio acabando de hacer la cama, mientras Elish bajó; supuso que a comentar que habían pedido pizza. Lo lógico sería que hubiese sido ella quien bajara a informar, pero otro encontronazo con el Sr. Ogro, y seguramente sería la última vez que pisara esa casa, porque sabía que no se contendría de soltarle alguna lindeza a su "jefe".

Cuando volvió a su salón, Elish estaba sentada donde el escritorio, viendo algo muy interesada en su ordenador.

No le pareció mal, del todo, pero no le gustó esa intrusión.

- ¿Elish? - Le preguntó con cierto reproche.

- Perdona… No quería ser curiosa, pero la película se inició y cuando vine a pararla, me fijé en una carpeta… - Elish estaba levemente sonrojada; su extraño nivel sanguíneo no le permitía colorearse más, sino estaría roja como un tomate.

- No quiero que te disgustes, pero esto, - señaló el ordenador - es algo privado, y yo no te he dado permiso para que fisgues en él. - Elish contuvo la respiración. Alguna vez la habían reprendido, pero que lo hiciera Bella la afectó sobre manera, haciéndole brillar los ojos.

- Nena… No. No es motivo para llorar - Bella le acarició dulcemente la cara - Solo quiero que entiendas que no se puede husmear en las cosas privadas de la gente. ¿Qué te parecería si yo entro en tu dormitorio y me pongo a abrir tus cajones? - su voz era seria y firme, pero no dura.

Ese era momento para dejar claros los límites. Bella estaba comenzando a percatarse de que en esa casa, había poca privacidad, pero ella, tal como le había dejado claro Edward, no era de la familia.

Elish se quedó pensativa, no viendo la importancia de eso.

·

- ¡¿Pero…?! - Edward se levantó del sofá como si lo hubiesen pinchado. - ¿Qué se cree para hablarle así?

Justo cuando iba a dar el primer paso con intención de subir a "aterrorizar" a Bella otra vez, Carlisle lo detuvo.

- ¡Para! - Alzó la voz con el rostro muy serio. Edward se quedó paralizado. - Déjala. Deja a Bella hacer su trabajo. Le está dando a Elish una gran lección. La de la privacidad y el respeto.

- ¿Pero… has escuchado como le ha hablado? - Edward estaba fuera de si.

- Si, lo he oído. Y me parece perfecto. Le está hablando como una tutora que es. Bella no está aquí para entretener a tu hija - lo fulminó con la mirada - Está para acercarla a la humanidad, a enseñarla a que las cosas, fuera de estas paredes, son muy distintas.

- Elish no entiende lo que es la privacidad, porque no puede sorprendernos. No le hemos puesto nunca unos límites porque la sentimos antes de que pueda hacer nada. - Agregó Esme.

- Unos padres humanos, la habrían enseñado a picar antes de entrar en su cuarto… - Rose no pudo evitar que una risita pícara saliera de sus labios. - Ante el riesgo de que pudiera pillarlos en una posición comprometida, por ejemplo. Ella entra y sale de nuestras habitaciones como Pedro por su casa, y realmente las normas, no son así.

- Edward. - Alice lo miró extremadamente seria. - Siéntate, ¡ahora! - lo fulminó. Edward obedeció dejando salir un gruñido.

·

Bella se percató de que su ejemplo no había sido entendido, así que puso otro para ayudar a Elish a comprender lo que quería decirle; enseñarle, realmente.

- Eres aun un poco pequeña, y no tienes secretos - La miró alzándole las cejas con picardía. - Supón que entro en la habitación de tus tíos… De Alice o Rose… y abro sus cajones. ¿A qué estaría mal? Violaría su intimidad y su confianza.

- Si. Estaría mal. - Admitió Elish, comprendiendo mejor con ese ejemplo.

- Se que me ves como alguien cercano a ti en edad… pero yo no soy una niña, Elish. Aunque sea muy joven, soy adulta y… bueno, tengo mis secretos privados.

"Uf… no sabes lo que acabas de decir con eso. Como papá te haya escuchado, pronto dejaras de tener esos secretos… Pobre Bella, si supiera donde se ha metido"

El pensamiento entró alto y claro para Edward dejándolo clavado en el sofá. Nunca había imaginado que su hija tuviese esa visión, mala, de ellos.

- ¿Prometes no volver a mirar nada sin permiso? - Bella la miró sería, pero con dulzura.

- Si. No volverá a pasar, nunca. - Ambas asintieron y Bella estiró su meñique.

- Pues sellemos nuestro trato.

Las dos unieron sus meñiques. Y ese simple gesto, no solo selló un trato de respeto, si no que afianzó su amistad, pasando de "acabar de conocerse" a ser más que amigas.

- A ver… ¿Qué carpeta te llamó tanto la atención? - le preguntó Bella, como si no hubiera pasado nada.

- Está… la que pone "actuaciones Bella". No me dio tiempo a ver realmente lo que había; acababa de pinchar sobre ella cuando entraste… - Elish suspiró y miró como un cachorrito a su tutora - Bella… en serio que lo siento… - Bella negó con la cabeza, restándole importancia.

- Fue un accidente… - le guiñó un ojo - Como no volverá a pasar, no hay que darle más importancia. - Elish sonrió feliz. - ¿Quieres ver lo que hay en la carpeta? - La niña asintió con entusiasmo - Ven.

Bella se sentó en la silla y tomó en sus piernas a Elish… ella tenía un cuerpecito de una niñita de 5 años, y pinchó en la carpeta.

Tras unos segundos la imagen que Elish comenzó a ver, la dejó estupefacta:

Era Bella… Bella, unos años más joven… Bailando.

·

- ¿Ves como no debías intervenir? - La condescendencia de Alice quedó sobradamente clara; tanto que Edward rodó los ojos con fastidio. - Sabía que era algo que debían solucionar solas. - Carlisle lo miró con los labios fruncidos.

- Vale. Teníais razón - Claudicó - Pero al escucharla reprenderla…

- Bella tiene que ponerle límites… Tu y… bueno, realmente todos, a excepción de Carlisle, la tratamos como su imagen refleja, como una niña de 5 años. pero su intelecto es el de una preadolescente de 12. En un par de meses, como mucho, dará otro cambio y debemos mentalizarnos. - Edward agachó la cabeza, asintiendo con pesar - Seguirá pareciendo una niñita, pero su mente será la de una jovencita de 13 o 14 años.

- No se si llegará a pasar esos dos meses que comentas, Alice. - Añadió Carlisle. - En su última analítica, ya había un nivel de estrógenos comparable al de una niña de unos 11 años. - Edward tragó saliva. - No puedo asegurarlo, pero pudiera ser que al final, si que pueda menstruar.

Jacob no sabía cómo sentirse ante eso. Tras unos segundos, una sonrisa llena de esperanza surcó sus labios.

- Jake… - lo llamó Carlisle a modo de advertencia - No quiero que te hagas ilusiones. Puede que ese nivel de estrógenos solo indique un aumento en su crecimiento. - Lo miró afligido. - Ojalá pueda desarrollarse y tengáis la oportunidad de tener hijos - el patriarca no pudo evitar suspirar. Ese era su mayor sueño para su nieta. - Pero quiero que sigas con la idea de la posible infertilidad de Elish en mente, ¿de acuerdo? - El licántropo asintió muy serio. - Y ese aumento en sus hormonas, también indican que su etapa sexual, con o sin período, se acerca.

Jacob comenzó a sudar en frío.

¿Qué pasaría entonces?

Elish seguiría manteniendo una apariencia de una niña pequeña… Por mucho que cambiara, seguiría pareciendo eso, una niña; pero ella comenzaría a tener deseos… sexuales, y él estaba destinado a ella. A acoplarse a ella y… a sus deseos.

- Jake, tranquilo. - Lo calmó Jasper. Edward se giró hacía "su yerno" mirándolo comprensivo.

- Jake, tendrás que intentar controlarte todo lo posible. - Lejos de ser una amenaza, fue casi un consejo. - Debes de mentalizarte y visionar su cuerpo infantil.

- Eso lo tengo claro… ahora. Pero las hormonas adolescentes, son… ¡Todo poderosas! - Su rostro estaba contraído por la preocupación.

- Bueno, no nos alteremos antes de tiempo, ¿ok? - Carlisle se acercó al chico, posando su mano en el hombro de Jake.

Una moto se acercaba a la casa Cullen.

·

- Llega la pizza de las chicas - Anunció Esme, emocionada. - ¡Qué divertido! - Inclinó los hombros en un gesto infantil. - Elish debe estar emocionada con esto.

Jasper asintió con énfasis, ya que llevaba sintiendo los cambios sensoriales de su sobrina durante todo el día, y eran fortísimos.

Al picar en la puerta, Elish pegó un grito, saltando del regazo de Bella, donde estaban viendo los videos.

- ¡Yo voy! Bella… ¿luego podemos seguir viendo tus videos?

- Claro. - Bella se levantó y tomó un billete que había dejado en la estantería que tenía a un lado del escritorio.

Elish al ver como tomaba el dinero, se apresuró para llegar antes y pagar. No iba a permitir de ninguna manera que Bella gastara su propio dinero.

- Hola - Saludó Elish al repartidor.

- Eh… Hola... ¿Han encargado comida, aquí? - Preguntó con duda.

- Si. Deme… ¿Cuánto le debo? - El chico miraba para Elish alucinado.

- Mallory - Saludó Jacob situándose al lado de Elish.

- Jacob… Veo que sigues de perrito faldero de los Cullen - Soltó con asco.

- Mallory, no descargues tu frustración delante de la niña. Ya sé que eres tu el que deseabas estar aquí metido. - Le contestó Jake con suficiencia, haciendo bufar al chico.

- Dale el billete Elish. Puedes quedarte el cambio. - Y sin darle tiempo a más, le cerró la puerta en las narices.

- Este chico es siempre muy desagradable - Comentó Elish. - Sus sentimientos son de envidia y… como un anhelo.

- Bueno… él deseaba que entre tu padre y su hermana surgiera algo, pero no fue así. - Jake sonrió pícaro e inclinó los hombros.

- ¿Ya está la comida? - Preguntó Bella acabando de bajar las escaleras. Elish alzó una de las bolsas de comida, y Jake la caja con la pizza gigante.

Bella se quedó mirando hacía ambos con sospecha. No había escuchado lo que el repartido había dicho, pero si había captado el tono un tanto "raro" entre él y Jake.

- ¿Qué le pasa a ese gilipollas? - Bella retorció los labios ante la palabrota. Jake rió - Es… ¡uf! - Rodó los ojos molesta - Las veces que hemos ido Charlie y yo allí, siempre me mira con unos ojos… - Bella dio un escalofrío - Pero Charlie no me deja nunca contestarle alguna de mis lindezas - Alzó una ceja de forma maliciosa. - Algún día lo pillaré sin estar el tío delante… Entonces que se prepare.

Elish rió y Jake alzó las cejas divertido.

- Rencillas de instituto con Edward - Comentó Jake rodando los ojos con fastidio.

- Me encantaría estar delante cuando le contestes una de esas "lindezas", ¡jaja!. - Soltó la niña conspiratoriamente, a lo que Jake asintió con una risita traviesa.

- ¿Es gay? - Preguntó Bella con cierto asombro, ya que el chico no lo parecía.

- ¡jajajaja! No. Él y su hermana tenían la esperanza de que Edward se fijara en ella, y poder meterse aquí. En el pueblo es sobradamente conocido que los Cullen son… pudientes - Alzó los ojos al decir esa palabra tan "políticamente correcta".

- ¡Ahhh! - Bella abrió la boca, sorprendida de eso.

"Aunque sea un ogro gilipollas… Hay que reconocer que Edward está de quitar el sentido. Normal que levantara pasiones"

- Bueno… ¿Comemos antes de que todo esto se enfrié?

·

·

Completito, ¿verdad?

Edward sigue siendo un gilipollas. Pero los pensamientos de Bella son... ¡guauuu! ¡Jajajaja!

OPINIONES

MIL BESOS LINDAS