¡HOLA MIS BELLAS!
¡Siiii... no es un sueño! Aquí estoy, al fin.
He tardado más, porque el capí iba a ser más corto, menos detallado. Así que como ya estaba tardando tanto en publicar, preferí tardar un poco más y hacerlo bien. Para que, ya que habéis esperado, fuese de vuestro agrado.
¡MUCHAS GRACIAS! A las que me seguís preguntando cuando actualizo, las que leéis y comentáis y a las NUEVAS INCORPORACIONES.
PS. Os recomiendo leer el capi anterior, para meteros en situación.
Sin más, os dejo con el capítulo...
CAPÍTULO 14
Cuando Bella acabó de alistarse para meterse en la cama, Elish picó en su puerta.
- Soy yo, Bella. ¿Puedo pasar? - Preguntó con voz suave.
- Claro… entra. Estoy en el baño de mi habitación.
- Bella… respecto a lo que pasó antes… Ya se que mi padre dio el tema por zanjado, pero yo quería decir una cosa. - Bella movió la cabeza, dándole pie a que siguiera hablando - Tu, - recalcó intencionadamente - Nunca serás la sustituta de nadie. - Bella contuvo el aliento, sintiéndose envuelta en un mar de sentimientos. - Esto lo pensamos todos, no solo yo. Pero, no han querido darle más vueltas al tema para no disgustarte.
- Gracias Elish. Ha sido un detalle por tu parte decírmelo. En serio te lo agradezco. - Bella apretaba los labios uno contra otro, para intentar aguantar las lágrimas.
- ¿Qué te parece si ponemos la televisión un rato en la cama? - Le sugirió Elish. A Bella solo le faltó dar palmas.
Era extraño, pero las veces que había dormido con la niña, lo había hecho tan bien y tranquila como no recordaba hacerlo en años.
Por supuesto, lo de poner la televisión fue una excusa encubierta para dormir juntas. A Elish le encantaba la sensación de dormir con Bella. La calidez y ternura que le transmitía era adictiva.
·
Edward, que estaba en el salón con el resto de la familia, se quedó atónito mirando hacía el techo.
- Pero… - pestañeó seguido, sin saber cómo continuar la frase.
- El fin de semana pasado, ya durmieron juntas. - Le explicó Esme. - Parece que les hace bien a "ambas" - recalcó sutilmente mirando fijo a su hijo.
- ¿Juntas… en la misma cama? - Varios de los presentes rodaron los ojos ante lo estúpido de la pregunta.
- Si, Edward… Juntas. - Respondió con tonito Rose. - Y como ha dicho Esme, les hace bien. Bella no tuvo ninguna pesadilla y Elish durmió casi dos horas más de lo normal.
Edward gesticulaba con los ojos, no sabiendo como sentirse al respecto.
"¿Te gustaría ser tu el que ocupara el sitio de Elish, Edward?"
El nombrado se tensó, apretando la mandíbula para no soltar nada, y no ponerse en evidencia.
Pero el pensamiento de Emmet, podría ser más acertado de lo que el propio Edward creyera en aquel momento.
Pero entonces, lo que no estaba seguro de si le molestaba o le parecía adorable, es que su hija y la chica, compartieran lecho.
- Déjalo estar Edward. - Tomó la palabra Carlisle. - Ellas están bien así y no hay ninguna maldad encubierta; lo comento por si tu mente está elucubrando alguna teoría extraña. - El patriarca miró hacía su hijo con advertencia.
- No voy a decir nada. Si ellas… bueno, si es beneficioso para Elish, nada tengo que objetar.
- Además la idea salió de la propia Elish. - Añadió Alice. - Bella tuvo sus dudas, supongo acertadamente - Rodó los ojos - que por si a ti te parecía mal. - Ahora el turno de rodar los ojos fue para Edward.
Ante ese comentario de su hermana, comenzó a ser más consciente de que estaba siendo demasiado ogro con Bella… Con Isabella.
Unido a la demostración de cariño leal y sincero de la pasada noche de Isabella, cuando Mallory ofendió a Elish… le hizo llegar a la determinación de ser "un poquito" menos déspota.
·
·
Al día siguiente, todo estaba organizado para subir a la hora concretada a la reserva.
Todos, incluida Bella estaban ansiosos de pasar ese día todos juntos. Para Bella era un acontecimiento, una aventura; lo que prometía ser una velada para no olvidar.
Para los Cullen también era todo un acontecimiento, ya que aunque ahora las rencillas de antaño con los Quileutes habían desaparecido, los "Mayores" y las personas "normales" seguía sin hacerles mucha gracia que subiesen todos, a la vez.
Demasiados vampiros juntos.
·
Una vez desayunada, Bella subió a vestirse encontrándose con Alice en el descansillo de las escaleras, justo donde se abría paso la zona de los dormitorios del resto de la familia.
- Hola… buenos días. - la saludó. - Vengo a echarte una mano sobre la ropa - le guiñó un ojo.
- Pues me has leído el pensamiento. - Sonrió divertida - ¿Tienes el mismo don que tu hermano? - Soltó con un toque de sarcasmo, bajando la voz.
- No… eso se lo dejamos a Edward - Alice le devolvió el gesto travieso.
- Si, será lo mejor - Rodó los ojos. - Y, si… acepto la ayuda para la ropa.
- ¡Genial! - Alice dio un saltito y tomó del brazo a Bella, arrastrándola a su dormitorio.
La vampira estaba encantada con tener un maniquí vivo para probarse los modelitos que iba eligiendo; y Bella estaba de igual modo, de tener una asesora en moda.
Tras probarse varios conjuntos, al final se decantaron por un pantalón de algodón tipo jogger y una sudadera Adidas, combinando los colores. Unas zapatillas sneakers también Adidas, y un chaleco acolchado con un gran bufandón y gorro, completaban el atuendo.
Outfit Bella: /outfits-casual-deportivo-para-mujer-9559
- Guauuu… ¡Me encanta! - Exclamó Bella entusiasmada. - Además de ir monísima, me parece muy cómodo.
- Así es. Todo en un mismo conjunto. - Alice sabía de antemano que a Bella iba a gustarle, pero igualmente estaba entusiasmada de haber acertado, y más porque estas cosas, unían a las chicas… las unían a ellas. - ¿Te parece si te hago un peinado bonito? Un recogido acorde a tu outfit. - Bella asintió eufórica.
Alice le hizo dos trenzas de raíz, que unió en un moño despeinado en la parte de atrás de la cabeza.
- Espera… déjame acabar el trabajo. - Bella se inclinó de hombros divertida.
- No me moveré de aquí.
La vampira la maquilló de forma sutil. Un poquito de base, un ligero marcado de pómulos, ralla marrón toffee difuminada bajo el ojo y una pasada de máscara de pestañas.
Sencilla. Bella. ¡Perfecta!
- ¡Guau! - Bella alucinó cuando Alice la dejó verse en el espejo. - Parece que vaya a una comida de amigas que a ayudar a la reserva.
- Haremos esa comida de amigas… e iras mucho más guapa. - La voz de Alice dejaba claro que no era una simple promesa, si no un hecho.
Tras subir a lavarse los dientes, ya estaba lista.
·
El resto de la casa se reunió en el hall, ya que todos, habían ido a cazar en una escapada rápida; a excepción de Alice que lo había echo la tarde anterior para que no despertaran solas Bella y Elish.
Por lo que Edward no había visto a Bella en el pensamiento de nadie. Alice fue muy cuidadosa en ello y Elish se había vestido sola en su dormitorio.
- ¡Guau Bella, estás preciosa! - la aduló Elish brillándole los ojos emocionada cuando se encontraron el hall.
- Si, enana… Estás total. - También la agasajó Emmet.
- Estás hermosa, querida - Esme se acercó y le regaló una caricia en el brazo.
El resto de la familia asintieron y sonrieron ante las palabras certeras.
Edward… Edward se quedó sin palabras.
Nunca había visto a Bella tan hermosa. Siempre la veía con ropa más formal, o con tipo pijama, con el pelo atado en una coleta revuelta, y a cara lavada o con el maquillaje de horas de "uso".
Pero ese día, tan sencilla, tan natural… tan… "Bella". Se maldijo por observarla con ojos de "hombre".
No. No podía caer en el embrujo de otra fémina; de otra humana. Pero esa humana, estaba clavándose en su pensamiento de forma incontrolable.
·
En el monovolumen de Bella, fueron Edward, Elish, Jasper y Alice y por supuesto la propia Bella, por petición expresa de la niña.
Pero por suerte para Bella, las chicas fueron juntas atrás.
Carlisle en su Mercedes, junto con el resto de la familia.
·
·
Llegaron a la hora acordada a la reserva, donde Jake ya los esperaba, junto con Seth en la zona de aparcamiento en la casa de los Black.
Edward, nada más divisar a Seth, apretó los dientes y tuvo que hacer grandes esfuerzos por no dejar salir un gruñido.
Odiaba sentir esa rabia por Seth; concretamente él, fue de los primeros en tratarse de forma mucho más que amistosa con ellos, pero había algo que lo hacía sentirse a la defensiva con el chico.
Era un sentimiento extraño. De posesión; de propiedad. Un sentimiento básico de un depredador protegiendo su presa, de otros cazadores.
Jasper lo miró directamente, con el ceño fruncido, pero haciendo muecas con las labios, disimulando una sonrisita traviesa.
Él estaba captando perfectamente esos sentimientos "básicos" que Edward parecía no entender: Celos.
- Me estás poniendo nervioso. - le murmuró Edward a su hermano, de forma que Bella no escuchó. Jasper se inclinó de hombros.
·
- Hola familia - los saludó un sonriente Seth. - Bella… deberías mudarte aquí. - la picó.
- Todavía no he bajado del coche y ya me estás pinchando… - le rodó los ojos divertida. - Y… ¡ya te gustaría tenerme aquí todos los días! - Le soltó con tono coqueto.
- No lo dudes - Le respondió el "lobo", gesticulando exageradamente con los ojos. - Teniéndote aquí, accesible… - Ronroneó, forzando un tonito "erótico".
·
- Edward - Jasper tomó del brazo a su hermano, haciendo parar. - Te veo un poco confundido… - Edward lo miró con el ceño fruncido. - ¿Sabes que estás celoso, no? - Edward abrió los ojos espantado, para de seguido mostrar una mirada arrogante.
- ¿Celoso? ¿Estás de broma? - Le soltó petulante.
- Es que creo que no comprendes lo que te hace querer arrancarle la cabeza a Seth - le bromeó. Edward apretó los labios con rabia. - Haz lo que veas, como siempre haces… - Suspiró exageradamente - Solo quería avisarte para que no vayas a quedar en evidencia - inclinó la cabeza, alzando las cejas y mirando fijo a su enfurruñado hermano.
Nadie se percató de que Jasper y Edward llegaron un minuto detrás del resto; a excepción de Alice, que le lanzó una mirada conspiratoria a su hermano, el cual suspiró, haciéndose el desentendido.
·
- Seth… creo que picas muy alto. - Lo bromeó Charlie acercándose a su sobrina. - Hola preciosa. ¿Qué, emocionada? - Bella se acercó a Charlie, el cual la esperaba con un brazo abierto.
- ¡Si! - Ronroneó controlando no empezar a brincar, mientras Charlie le daba un beso en la mejilla.
- Hoy estás preciosa.
- Gracias. Alice me ha ayudado a elegir la ropa y luego me peinó y maquilló. - Recitó Bella muy ilusionada.
Charlie miró entre su sobrina y Alice, la cual también estaba sonriente.
El Jefe arrugó el ceño un instante, pero no molesto, si no, percatándose de algo.
Como buen observador, se dio perfecta cuenta de que entre Alice y Bella se estaba iniciando una amistad; aunque por la forma de mirarse entre las dos jóvenes, lo que se estaba gestando era cariño. Sincero.
Estaban encontrando entre ellas, la amiga que ninguna había tenido.
"¿Qué estará pensando el Jefe, mirando así a Alice y Bella?"
La pregunta que se hizo Jasper, era la misma que se estaban haciendo varios miembros de los Cullen.
Ya que tras en frunce de ceño, Charlie las contemplaba con una discreta pero tierna mirada.
·
Excepto algún miembro que no pudo ausentarse del trabajo, toda la gente de la reserva, los lobos al completo, estaban en el punto de encuentro.
Entre el viejo Quill, Billy Black y los Sres. Clearwater repartieron las tareas.
Bella se fue con Alice y Rose a la zona que estaba preparada como "salón de belleza"; su tarea era la de esteticien.
Se encargaría de las manos y pies de las señoras mayores.
Respiró tranquila al ver que era algo sencillo, donde no tendría que esforzarse mucho y encima estaría sentada.
"¡Perfecto! Todo controlado!"
Tras un par de horas, el positivismo de Bella fue decayendo al ver que la cola no acababa nunca.
Pero estaba bien. No se encontraba fatigada ni dolorida, y encima estaba pasándolo en grande, parloteando con las mujeres.
·
La hora de comer llegó y todos se unieron en varias mesas tipo largueros. La gente de la reserva había preparado comida para todo el mundo.
Esme había preparado varios platos, y varios postres, a parte de contribuir con varias bolsas de compra, que Carlisle había subido un par de días antes.
Bella se sentó junto a Seth, Leah, Jake y Elish, que no permitió que le quitaran uno de los lados de Bella para compartir el almuerzo.
Algo que le extrañó a la chica fue el que faltaban a la mesa varios de los miembros de los Cullen. Solo estaban sentadas las chicas, cerca de ella y Esme junto a las mujeres más mayores.
Los hombres no estaban ninguno. No volvió a darle más importancia ya que entre Seth y Jake, no pararon de bromear y charlar.
Tras un rato, y aunque Seth, avisado por Jake, se controló con sus bromas, Elish no pudo evitar captar ciertos sentimientos.
Sentimientos que aunque todavía ella misma no sentía, si conocía de percibirlos entre sus tíos; incluso entre sus abuelos Carlisle y Esme.
Deseo.
"Seth se siente igual que Emmet y Jasper a veces cuando ven a Alice y Rose… Incluso el abuelo cuando ve a la yaya… Es… deseo. Sexo. Es increíblemente fuerte, como el deseo de sangre, que me tiene explicado el abuelo.
¿Yo también sentiré eso por Jake? Se me hace tan raro… después de pasarme la vida con él, como un tío más - Suspiro - Si pudiese hablar de esto con Bella…"
Edward se quedó atónito por los pensamientos de su hija.
Por supuesto que antes o después comenzaría a entender los sentimientos "románticos" y… sexuales, de la vida, pero el captar su confusión, su enredo de sentimientos, le acongojaba.
Y de todo el mundo con el que podía contar, Elish solo y exclusivamente, había pensado en Bella.
Tras un minuto de asimilación, su superdotada mente le recordó el inicio del pensamiento de su hija:
Había captado el deseo en Seth. Deseo por Bella.
¿Entonces… ellos tenían algo? ¿Se acostaban?
Elish no había mencionado nada sobre Bella, respecto a Seth.
"Bella no tiene ningún sentimiento por Seth… capto cariño. Aprecio. En su voluntad no hay intenciones de sexo con él; aunque Seth está como eufórico con esa idea. Si yo… le diese un empujoncito a Bella… ¿Sería bueno que ellos dos…?"
Edward contuvo el aliento ante semejante pensamiento.
¿Su hija estaba pensando en hacer de "celestina sexual" entre Seth y Bella?
Con Bella, no. ¡De ninguna manera!
Pensó casi enloquecido con esa idea.
- Elish - La llamó alzando un poco la voz para que lo escuchara entre todas la voces. La niña miró para su padre, con un ligero rubor y la mirada culpable.
Sabía perfectamente que su padre había leído su pensamiento.
El gesto negativo que Edward le dedicó a su hija, le confirmó lo que ella suponía.
Elish agachó la cabeza y asintió.
"Lo siento papá… No haré nada. Realmente solo era una idea… descabellada."
Edward frunció los labios y meneó la cabeza a modo de regañina.
Solo Carlisle, que se había unido al convite, Alice y Jacob fueron conscientes de esa "conversación" entre padre e hija.
·
Tras una larga sobre mesa, los mayores pusieron orden a los jóvenes, y reorganizaron las tareas.
Bella seguía con Alice y Rose en la zona de estética.
Justo cuando se levantó de la silla, sintió un pequeño pinchazo en la zona de su vagina, que la hizo doblarse un poco y llevar su mano al bajo vientre.
El gesto fue de lo más discreto, nadie se había percatado de su pequeña dolencia; nadie, excepto Edward.
Según vio el gesto de dolor, extremadamente claro para sus potentes pupilas, abrió los ojos con pasmo, para en el mismo segundo, fruncir el ceño; dio un paso en dirección a la chica, pero observó que ella se compuso como nada e intentando ser discreta, miró hacía los lados comprobando que nadie se había fijado.
Por lo que Edward se quedó en su sitio observando con ojo clínico a Isabella.
Rose y Alice llegaron hasta el asiento de Bella, y Alice con la confianza que ya iban forjando, atrapó su brazo entre el suyo, y se fueron para la zona donde habían estado toda la mañana.
- ¿Quedaran muchos pies y manos por hacer? - Preguntó Bella intentando ser casual y sonar divertida.
- Dos señoras que estaban antes en la peluquería y las tres que están en silla. - Respondió Rose. - Esas quedan para el final, porque son las que más tiempo llevan. - Bella frunció el ceño, interrogativa - Tienen demencia, por lo que no pueden ayudar nada. Hay que hacérselo todo.
Bella abrió los ojos con pavor. Eso solo significaba que había que tomarles los pies. Hacer fuerza… Justo lo que ella no podía hacer.
El pinchazo de hacía unos instantes fue el primer aviso.
- Pero si colocas su pierna sobre la tuya, es más fácil - le comentó Alice. Bella asintió, con el rostro normalizado, y la vampira no se percató de nada.
Bella estuvo durante la primera hora algo silenciosa, cosa que extrañó a Rose y Alice, las cuales se miraban de vez en cuando con gestos extrañados.
Cuando la Sra. Nou, una de las viudas más antiguas de la reserva y la más divertida y "lengua suelta", le tocó el turno, nadie pudo salvarse de reír a carcajadas con sus ocurrencias; incluida Bella.
Su humor había mejorado, por lo que cuando le tocó la primera señora con demencia senil, la trató con todo el cuidado y mimo que la caracterizaba, olvidándose de su propia dolencia.
La segunda, fue bastante bien; a parte de un segundo pinchazo cuando la ayudó a colocarse bien en la silla tras hacerle los pies. A penas fue un pinchazo, pero Rose, que estaba más pendiente de Bella, advirtió el dolor en su rostro.
- ¿Estás bien? - Le preguntó la vampira acercándose a ella, apoyando la mano en su hombro.
- Si, si. Es que la he tomado mal y he hecho demasiada fuerza. - Disimuló. - Creo que he pasado demasiado tiempo sentada - Sonrió estirando los hombros.
Pero aunque su actuación fue grandiosa, algo en su rostro no acabó de convencer a la vampira que la miró con desconfianza.
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Ellas tres, junto a varios presentes más, fueron los primeros en acabar su tarea y recoger, por lo que se fueron a la zona de las barbacoas, donde Seth y algunos de los chicos "lobos" ya estaban preparando las brasas para la barbacoa.
Edward tuvo que alejarse, ya que los chicos "fuertes" se encargaron de cortar leña y llevarla a las casas de los mayores; pero en cuanto la tuvo en su campo de visión otra vez, la miró con ojo clínico, observando ciertos rasgos de que no se encontraba bien:
Estaba algo más pálida de lo normal, tenía la frente con una fina capa de sudor y su rasgo facial estaba tenso.
En cuanto la mesa estuvo puesta, se excusó para ir al baño. Su objetivo no era otro que comprobar su compresa, la cual, como ya suponía, estaba manchada de sangre. No era mucho, a penas unas gotas, pero eso significaba que la herida estaba abierta.
Tras los segundos iniciales, donde entró en pánico, se relajó pensando que las tareas habían acabado y que al día siguiente podría descansar cómodamente en casa de los Cullen, alegando haber pillado frío, y algo tan básico como que le había bajado la regla.
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La gente fue llegando, y organizándose para acabar de poner la mesa y la comida.
Ahora las obligaciones habían acabado y era hora de festejar, y no había nadie como los Quileutes para organizar festejos.
La cena estaba llena de manjares, decorada con flores y frutos de la zona, tarea que habían realizado las dos chicas embarazadas y las niñas más jóvenes, incluida Elish.
La cual, nada más ver a Bella se congestionó al observarle el rostro de cerca.
"¿Está mala? Tiene cara de estarlo. Mañana sería conveniente que descansara… No quisiera que enfermara por nada de este mundo"
El pensamiento fue tan intenso que Edward se estremeció. El cariño que su hija había tomado a esa chica… Cariño no, Amor, era impactante.
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Esta vez los sitios fueron un poco diferentes, ya que los Cullen compartieron mesa desde el principio con el resto.
Emmet se sentó al lado de Seth y Jake junto a más lobos. Jasper y Rose estaban al otro lado de Emmet.
En frente, Alice, Bella, Elish y Edward. Rodeados del resto de lobos y Leah.
Bella, al percatarse de la cercanía de Edward, no pudo evitar alzar la mirada, encontrándose de lleno con la de "su Ogro". Pestañeó un tanto cohibida, pero le dedicó una discreta sonrisa al vampiro. El cual se quedó más cortado que Bella, ante semejante gesto por su parte, pero le devolvió la sonrisa.
Entre Emmet, Seth y Jake, amenizaron la barbacoa, no dejando casi tragar bocado a Bella, por no parar de reír. Ya que era una broma tras otra.
- Deberíais montar un número cómico. Os haríais de oro, en serio… ¡jajaja!
- No estaría mal - Comentó Emmet con tono bromista.
- Lo tendremos en cuenta… pero por ahora, con las barbacoas, nos vale. No tenemos tanto repertorio. - Jake intentaba mantenerse serio, pero las arruguitas en sus ojos lo delatan sin piedad.
- Seguro que tendríais repertorio - Edward, riendo, rodó los ojos; al igual que su hermana Rosalie.
- Edward… - lo llamó con advertencia divertida Emmet - No me piques, o empiezo contigo. - Edward alzó las manos en rendición, riéndose con su hermano y el resto de presentes, que picaban para que Emmet soltara alguna lindeza.
Y Bella lo volvió a mirar… debía ser la vigésima vez en las dos horas de cena, babeando al ver a Edward tan… agradable, tan divertido, tan… natural.
Tomaron de postre la deliciosa tarta de queso y fresa de la Sra. Clearwater, y una tacita del auténtico café de pota de la Sra. Nou.
- Una señorita tan preciosa, joven y soltera… Entre tanto hombre fornido y bien parecido… ¿No seréis tan patanes de dejarla marchar, no? - Soltó como si nada, con su habitual tono socarrón y pícaro.
- Sra. Nou… No hay nada que hacer con ella - Soltó Seth y Bella, automáticamente comenzó a ponerse de todos los colores. - Ya le lancé un picado, pero nada… no soy capaz a ella. - Todos rieron, incluso la propia protagonista. A Edward le volvieron a entrar ganas de arrancarle la cabeza al chico. Aunque respiró profundo y tragó el veneno que comenzaba a llenarle la boca.
- Seth… No tienes ojos en la cara… La tendrás guapísima, hijo… pero estás ciego. Nuestra preciosa Bella - la señora le pasó las manos de forma cariñosa por los hombros a la chica - ya tiene puestas sus miras en otro sitio.
A Bella se le cortó la respiración y el corazón le dejó de latir de golpe.
Edward no pudo evitar mirar a Bella directa y fijamente.
¿Miras en otro sitio? ¿En quien?
- ¡Jajajajaja! - Rió la Sra. Nou. - Tomaros mi café… sobre todo tu, antes de que te de un pasmo, hija.
Todos rieron, tanto por el comentario de la Sra. Nou como por la cara de Bella.
- ¿En serio vas a serme infiel, Bella? - Gesticuló teatralmente Seth, ganándose más risas.
- Por supuesto que no. - Respondió Bella siguiendo el teatro. - Tu eres mi única opción - le guiñó un ojo juguetón, y Seth respiró exageradamente llevándose una mano al pecho.
La broma de la Sra. Nou se quedó ahí, ya que Emmet propuso un plan al que nadie se resistió:
- Pongamos música. - Todos asintieron con entusiasmo.
El primer baile, como no podía ser de otra forma, hicieron pareja Emmet y Bella. A la cual se le olvidó la "advertencia" que tenía en sus braguitas, bailando con el vampiro. Todos alucinaron de cómo la chica bailaba.
Al que casi le da un infarto, fue a Charlie.
- ¡Increíble! - Murmuró mirando a su sobrina en una mezcla entre asombrado y orgulloso.
"¡Cuántas veces me lamenté por no ir a más de sus funciones, cuando el Tío Swan me dijo lo del accidente y que Bella jamás podría volver a bailar profesionalmente! - Suspiro - Creí que nunca la volvería a ver bailar en público… Es… como un "cisne""
Edward, tuvo que comprobar que el pensamiento realmente provenía del Jefe Swan, ya que no lo había escuchado pensar más de una veintena de veces; y jamás, un pensamiento tan profundo como ese.
Edward giró la cabeza, y contempló a Bella, mucho más de lo que lo estaba haciendo ya, y efectivamente… Ella bailaba como un "cisne" (swan). Para sus potentes ojos, era claro que al apoyar la pierna mala, le costaba seguir el paso de baile, pero Emmet la llevaba tan magistralmente que apenas se notaba.
Bella estaba divirtiéndose como no recordaba hacerlo desde hacía mucho tiempo.
Bailó con todos los chicos, incluidos Charlie, que se puso de todos los colores, y Carlisle, el cual se sintió pletórico de que la chica le pidiera un baile.
Seth se aprovechó un poco de la situación y bailó varias piezas con ella. Aunque siempre en un plano amistoso.
También hubo tiempo para bailes de "chicas", donde Bella junto con Elish y Alice, Rose, Leah y alguna chica de la reserva, se pusieron a menear el trasero (tal como dijo Elish) con la canción de Raúl Alejandro, Todo de ti.
Y Edward, no pudo evitar, y en el fondo tampoco quiso hacerlo, sonreír; más bien, reír ante los meneos divertidos de las chicas.
"Qué bien estaba encajando Bella con la familia." Se sorprendió a si mismo pensando.
También hubo tiempo para descansar un poco de bailar, donde todos (o casi) aprovecharon a tomar unos pastelitos, receta exclusiva de la reserva, junto a la sangría de manzana, también típica de los Quileutes.
Mientras, charlaban entre todos, no perdiendo ni un ápice de ánimos y diversión.
·
Bella, Alice, Rose, Esme, la Sra. Uley (la madre de Sam) y algunas mujeres más, charlaban de lo bien que había salido todo y lo estupendo que lo estaban pasando, cuando Emily, la esposa de Sam, embarazadísima de 7 meses, se acercó al grupo con alguna chica más.
- ¡Oh! Hola Emily - Rose la contemplaba como si fuese una magnífica obra de arte, casi babeando.
- Hola chicas.
- ¿Cómo está mi nuera favorita? - Bromeó la Sra. Uley ante las risas de las demás.
- Pues bueno… gigante, y con una vejiga muy pequeña - Bromeó la futura mamá, rodando los ojos con gracia.
- Claro, es normal… Ahora ya no te queda nada. - Respondió Rose.
- Um - gesticuló Emily. - Se está moviendo. - La chica miró directa a la vampira, que hacía esfuerzos hercúleos por no alzar la mano hacía su tripa. - ¿Quieres sentirlo? - Rose abrió los ojos perpleja; pero en dos segundos cambió su rictus para uno de ilusión infantil.
- ¡Claro! - Rose puso con exagerada suavidad la mano y comenzó a abrir los ojos hasta casi salirse de sus cuencas. - ¡Dios! Es… indescriptible.
El resto de mujeres observaban la escena con ojos tiernos. Todas sabían el gran significado de ese gesto entre la mujer de un lobo y una vampira.
Todas, excepto Bella. La cual, a parte de no saber nada, se mantenía un paso por detrás de las mujeres. Lo que menos le apetecía, y en salva guarda a su salud mental, era estar contemplando la tripa de Emily.
Ella en esa fecha aun no estaría de ese tiempo, pero ya tendría una evidente tripa de embarazada.
"22 semanas…"
Agachó la cara con pesadumbre y suspiró. Al levantarla y girarla se encontró de lleno con la mirada escrutadora de Edward.
Se tensó, pestañeando seguido y ladeó la cara con violencia. La única salida era volver a acercarse a las chicas… a esa barriguita preciosa y llena de vida.
Pero como un haz de luz, Jacob llegó para sacarla a bailar.
- Te estoy viendo que te estás agobiando un poco - le guiñó un ojo cómplice. - Creo que todavía eres algo joven para estar en esa reunión. - Le comentó con dulzura e inocencia.
- Si… creo que me viene grande, aún - Rodó los ojos, disimulando como una gran actriz.
- Pues volvamos a bailar. - Bella asintió meneando la cabeza enérgica.
Al que no convenció ni un ápice, fue a Edward, que se quedó pensativo.
Tras observarla y estudiar tanto sus gestos como los pensamientos que alguna vez se le escapaban, cada vez tenía más claro que a Bella le había pasado algo con un bebé: Un bebé que no llegó a nacer.
"Lo averiguaré. Dalo por seguro" Pensó Edward, como dirigiéndose a Bella.
Ya era cuestión de orgullo propio el descifrar lo ocurrido.
·
La noche continuó entre risas, charlas y bailes.
Ya entrada la madrugada, el Dj, por orden de los mayores, avisó que la velada estaba llegando a su fin y que iba a pinchar música más lenta, para ir acabando.
Tal como el Dj avisó, la música fue siendo más melódica y por tanto, más romántica.
Edward comenzó a enloquecer con los pensamientos de Seth.
Café Quijano: watch?v=wGZJRVcwZIY
"Se que no tengo nada que hacer con Bella… pero, es tan fácil enamorarse de ella… Es tan preciosa, tan risueña y divertida… Pero yo no sería suficiente para ella. Además… ¿Cómo se tomaría que soy un lobo? Seth… sácate estas ideas locas de la cabeza. Pero… teniendo su cuerpo tan cerca del mío, me hace desearla aun más."
El vampiro tuvo que hacer gala de todo su autodominio para no gruñir.
Jasper le dedicó una mirada un tanto arrogante y Edward bufó, resignado.
"Sácala a bailar" Le "ordenó" su hermano. "No lo pienses y hazlo"
·
- ¿Me permites este baile? - Sin pensarlo, como le "sugirió" Jasper, Edward se posicionó al lado de la pareja.
Bella abrió los ojos hasta el infinito. Jamás hubiese imaginado que Edward le pidiera bailar, y menos, un bolero como este.
- Claro… Debes ser el único que faltabas por bailar con Bella. - Seth se separó, soltándose de la chica. - Toda tuya.
Edward se posicionó delante de Bella, y sin esperar a que ella reaccionase, ya que seguía pasmada, la tomó por la mano y acercó sus cuerpos, pasando a su vez, la otra mano por la espalda de la chica, haciéndola temblar… Y no precisamente de frío.
"Dios… que escalofrío… Seguro que lo ha notado. Pero su mano en mi espalda, rozándome con esa… sensualidad… ¡Ummm!"
Edward giró sutilmente la cara para poder sonreír y dejar ir toda la soberbia que ese pensamiento le había regalado.
"Que pareja tan bonita hacen" - Esme
"Edward al final, seguirá mi consejo… No hace falta casarse con ellas, ¡jaja! - Emmet
"¡Vaya! Están bailando juntos… No se cómo sentirme con esto." - Charlie
Edward bloqueó todos los pensamientos, y disfrutó de ese baile.
Con Amelia había bailado dos veces, una el día de la boda y porque ella se vio obligada y la otra no llego ni a un baile completo, cuando estaban empezando a coquetear.
¡Qué diferente era bailar con Bella!
Seguía su ritmo y se amoldaba a él, como si estuviera hecha a su semejanza. Y eso que ella estaba súmamente nerviosa. Podía escuchar y, notar, los brincos enfurecidos de su corazón y como su cuerpo, aunque sin perder el ritmo del suave baile, temblaba.
Sus pupilas brillantes y su respiración agitada, completaban el cuadro para asegurarle al vampiro que ella estaba nerviosa, pero encantada con que él, la hubiera sacado a bailar.
- Con esta canción tan bonita, damos por concluida la velada. Espero que todos lo hayáis pasado tan bien como yo. - La voz del Dj retumbó.
Aunque estaba alta y ponía fin a la fiesta, no consiguió sacar de la burbuja inesperada, que habían creado a su alrededor Edward y Bella.
La segunda vez que habló el Dj, despidiéndose, fue cuando la "parejita" fue consciente de que aunque se habían separado, seguían tomados por una mano y muy juntos".
- Ha sido muy agradable bailar contigo. - Comentó Edward; prefirió decir algo antes de que el momento se volviera incómodo, ya que Bella había perdido la capacidad del habla. - Estaba esperando a que pusieran alguna canción más… lenta. - el vampiro se acercó un poco a la cara de Bella, susurrándole al oído. - No pienses que no iba a sacarte a bailar. - Bella inhaló una exagerada bocanada de aire de puro éxtasis.
- Para mí… también a sido muy agradable y… - se mordió el labio - pensé que no me lo pedirías.
Ambos se miraron un instante; Bella con cara sonrosada, con una mezcla entre inocencia y sensualidad. Edward le regaló su sonrisa torcida; la sexy.
"Mi instinto no falla nunca. Solo por como se miraron durante todo el día, sabía que había algo. Y ahora… habría que estar ciego para no darse cuenta." El pensamiento de la señora Nou, entró alto y claro en la mente de Edward, haciéndolo separarse de Bella de forma un tanto brusca.
"Ahí está de vuelta. Ya me parecía que era demasiado dulce… Solo fue un baile. Se perfectamente como un baile puede llegar a calentarte la sangre… Eres un arrogante. Punto… No hay más que sacar de ti"
- Chicos, los llamó Carlisle. Es hora de despedirse.
"Edward, no te agobies por lo que puedas estar escuchando. Sin ningún tipo de malicia te digo que, realmente hacéis una bonita pareja. Sin más." Le habló Carlisle observando la pose erguida y seria de su hijo.
Bella se escabulló de Edward y se fue directa hacía Charlie.
- No hace falta que te pregunte lo bien que lo has pasado. - Sonrió él.
- ¡Uf, si! Me ha encantado todo… El ayudar, la gente, la comida… la fiesta. - Rió alegre.
- Verte bailar me ha gustado muchísimo - Bella bajó la cara. - ¡Eh! Ahora no vale vergüenzas ni lamentos. ¿Tu no te sientes genial? - Ella asintió sin dudar.
Se despidieron hasta la noche del día siguiente, y tras tener que ser rescatada por Elish, ya que la gente de la reserva no la soltaba, consiguió, al fin, meterse en el coche.
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Una vez acomodada, de pronto, se sintió desfallecer. Todo el esfuerzo del día, le cayó encima como una losa, haciéndola desparramar en el asiento.
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Tres vampiros con un gran olfato, detectaron un aroma extremadamente dulce en sus pupilas gustativas…
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Ya se que he tardado, mucho... muchísimo, pero... ¿A qué ha merecido la pena la espera?
El capi no ha podido ser más completo. Hemos descubierto cosas, Edward al fin, ha sido consciente, en parte, de que estaba celoso. Y... ¡ha sacado a bailar a Bella! ¡Menudo momentazo!
Y, qué pasa en el coche?... ¿Qué han olido nuestros vampiros?
MILES DE BESOSSSSSSS Y GRACIAS POR LAS QUE SEGUIS AHÍ.
