¡HOLA MIS BELLAS!
Aqui estoy con el siguiente capi.
Este va a gustaros mucho más... Mucho diálogo y, muy divertido.
MIL GRACIAS A TODAS LAS QUE DEJAIS UN COMENTARIO. ME ALEGRAIS EL DIA CON CADA UNO DE ELLOS.
CAPÍTULO 30
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La tarde pasó tediosa. Los buenos ánimos de la familia, se fueron directos a la basura tras el nuevo colapso de Bella. Pero todos intentaban no conjeturar, esperando que ella fuese calmándose.
Intentaban entretener el tiempo en diferentes cosas, pero el silencio reinaba en el salón, donde estaban reunidos; hasta que de pronto, Jasper sonrió divertido. Una sonrisa que usaba pocas veces.
Todos lo miraron rozando el asombro, con preguntas mudas saliendo de sus ojos.
- Estoy pensando… Cuando menciona a Jacob, o incluso con pensar en él, sus sentimientos cambian radicales. Es la única vez que capte en ella odio. - Elish abrió los ojos con sorpresa y pesar.
- Esa no fue la primera ni la única vez - Edward le lanzó una mirada reprobatoria.
- Bueno… es verdad que cuando despertó tras el suceso en el bosque, si que hubo unos destellos de ese sentimiento, pero fue la única vez. - Detalló dedicándole a Edward una mirada de reproche.
- Ella… ¿Odia a Jake? - Preguntó compungida Elish. - Pero… si ellos siempre se llevaron bien… - Toda la sala miró hacía la joven con distintos gestos escépticos. - Bueno, es verdad que últimamente ella no lo soportaba demasiado. Pero al no entender la imprimación, no podía… no puede hacerse ni una idea aproximada… - Suspiró con gran pesar. - Bella es una persona que necesita analizar las cosas. Procesarlas. ¡Oh, Dios! - Elish se llevó las manos a la cara desolada. - Necesito que ella lo entienda… - Gimoteó.
Edward la abrazó de forma tierna.
- Que Jacob sea un licántropo, no ayuda a la causa, pero estoy seguro de que Bella no aceptaría a ningún pretendiente para ti. - Soltó Carlisle divertido. - Aunque fuese un principe heredero de un reino de cuento - lanzó una divertida carcajada. Edward miró a su padre asintiendo.
Realmente todos asintieron a ese comentario.
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Todos giraron la cara hacía la puerta trasera del salón, Jacob estaba a solo unos metros.
La parejita ya se había visto desde el último cambio de Elish. Tal como había dicho, dejó que Jake la viese después de hablar con Bella.
Pero la joven no había querido estar a solas con Jake, por lo que se veían siempre delante de su familia.
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- ¿Sigue encerrada? - Preguntó divertido. Todos asintieron.
Elish alzó la cabeza, aun entre los brazos de su padre, y lo miró de malas maneras.
- Jacob… - lo llamó seria. - Deberías mostrar más consideración con este tema… Con Bella. Está rota y asustada… Papá le ha contado sobre su don y… bueno, ella ha colapsado, y hoy, se ha vuelto a enfadar.
- No se ha enfadado, Elish… Ella estaba aterrada. No de nosotros en sí, si no de lo que somos. - Aclareció Jasper.
- Vaya… lo siento. No pretendía ser insensible. - Jake miró directo hacía Edward.
"He escuchado lo que acabáis de hablar… Sobre los sentimientos que provoco en Bella. Pudiera tener una idea…"
- Jake ha tenido una idea, sobre el problema con Bella. - Elish alzó la cabeza, separándose de su padre y mirándolo con esperanza.
- Podría preguntarle a los mayores, si admitirían explicarle a Bella nuestras leyendas. Sobre todo lo de la imprimación.
- ¡Oh, Jake! - Elish se lanzó a sus brazos. - Eso sería genial.
- Haré lo que sea para que Bella acepte plenamente esto. Llevas días sin acercarte a mí… Y ha sido decir esto, y tu actitud ha cambiado. - Miró para su imprimada con amor. - Te juro que idearé lo que sea. - Edward los miraba sonriente.
"Si Bella bajara ahora, y los viese así, acaramelados, creo que podría darle un infarto"
Edward asintió y sonrió a las palabras de Jasper, discretamente.
- ¿Por qué no salis un rato y dais un paseo? - Les propuso Edward.
Elish, que seguía junto a Jake, él con su mano en su cintura, se separó un paso y un ligerísimo rubor adornó sus mejillas.
- Elish… - la llamó Carlisle condescendiente.
- Ella… - se mordió el labio, mirando hacía arriba.
Tenía a su imprimado a su lado, mirándola con todo su amor. Sabía que deseaba estar con ella a solas; lo sabía porque era lo mismo que ella quería; pero el saber que Bella estaba en contra, la hacía sentirse mal.
- Bella no se enterará… - Emmet le guiñó un ojo cómplice.
- Además, ella no entiende vuestros sentimientos. A parte de que es lo que dijo Carlisle… Te protege de una forma tan intensa, que ningún chico le valdría para tí - Le sonrió Alice.
- Vale. - Jake y ella se sonrieron - Hace días que no estamos ni un ratito a solas. Demos un paseo por el bosque. - Elish le sonrió de forma especial.
Jake, y todos, entendieron esa sonrisa. Ella quería a su "lobo" y correr por el bosque.
Antes de salir, Elish miró hacía su abuelo.
- Ve tranquila. No creo que salga de su apartamento - En sus ojos, quedó clara su desilusión.
Concretaron que Jacob hablaría con los ancianos de la tribu y los convencería de aceptar reunirse con Bella. El tema complicado, sería convencer a Bella para que subiera allí.
Los chicos, tras alargarse la conversación, se excusaron y tomados de la mano, abandonaron el salón por la puerta trasera.
El resto seguiría allí conjeturando, pero a la parejita ya les entraron prisas por pasar ese rato juntos.
El día estaba acabando, pero aun había claridad, así que se fueron para aprovechar lo que quedaba de luz.
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Está oscureciendo… ¿Qué hora será…? Ummm, son las ocho. He estado horas, desconectada. Va a explotarme la cabeza. Hace frío… me he dejado la ventana abierta."
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Jake se transformó y Elish, de un salto grácil, se subió en su lomo. Él dio unas vueltas y la chica rió, mientras le acariciaba el pelaje.
Caminando despacio, fue atravesando el jardín en dirección al bosque.
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"¡Ese chucho otra vez!… Pero… ¡Joder! Se ha transformado en ese lobo gigante, delante de mi niña… Pero… ¡Esta niña es tonta! ¿Y si la hiere con una de sus horripilantes patas? Edward es gilipollas…"
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- No adivinaríais… - La cara de Edward era una mezcla entre divertida y preocupada. - Bella acaba de ver a Jake transformarse y a Elish subirse encima de él. Sus pensamientos no tienen desperdicio - Sin darse ni cuenta, su sonrisa torcida asomó en sus perfectos labios.
- Pues vaya casualidad… - Emmet mostró la culpabilidad en su cara, al recordar que le había dicho a su sobrina que Bella no se enteraría.
De pronto, la puerta del apartamento de Bella se abrió y todos pudieron escuchar perfectamente sus pasos apurados y enfadados, escaleras abajo.
- ¿Va a venir aquí? - Preguntó Rose. Alice comenzó a reír.
- Hermanito… prepárate, porque va el segundo round con Bella.
A Edward no le dio tiempo a contestar ya que la mencionada entró en el salón como un huracán.
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- ¡Tu…! - Lo fulminó con la mirada. - Que tenga que discutir esto contigo, otra vez… - Gruñó mientras meneaba la cabeza con disgusto. - ¿Sabes lo que acaba de hacer tu hija? - le recriminó, señalándolo con su dedo índice.
"Dolor… y… ¡Oh! Un nuevo sentimiento… Pérdida. Teme perder a Elish por Jacob."
- Tranquila… Jake no dejaría que le sucediese nada. - Le aclaró con suvaidad; pero a Bella no pareció importarle.
- ¡Se ha transformado en un chucho gigante y ella se ha subido a su lomo! Se la ha llevado al bosque. - Su pecho subía y bajaba agitado. Edward asintió con calma - ¿Y si le hace daño? - Aunque intentó mantener el nivel de enfado, envolvió esa pregunta en la más pura ternura y preocupación.
- No le hará nada, Bella. Estate tranquila. - Contestó ahora Jasper mirándola fijamente.
- ¡Ahora no! - Le alzó la mano. - No quiero que me calmes, quiero estar así… Pienso más estando alterada. - El nombrando sonrió y asintió. Pero siguió mandando olas de calma, quería comprobar algo.
- Osea, ¿qué estás de acuerdo con esa relación? - Volvió a encarar a Edward.
- Bella, a mi también me repugnan los chuchos tanto o más que a ti, - Le contestó Rose - Pero como te dijo ayer mi hermano, nadie puede evitarlo.
- ¡Jasper, joder! Te he dicho que pares. - Jasper sonrió abiertamente, alzando las manos en disculpa.
- Está bien… ya paro. Pero tus sentimientos, se apoderan de ti. Tienes un poquito de genio. - Su rostro serio, pero las comisuras de sus labios y ojos, dejaban entrever su sonrisa.
- Ojalá pueda concebir… Sería tan bonito… - Soltó de golpe Esme. - Elish está tan ilusionada…
- ¡Esme! - Bella la miró perpleja, cortando la perorata de la matriarca. - ¿Cómo puedes pensar que eso fuese bonito? - La miró mostrando su repugnancia ante esa situación. Esme se la quedó mirando de forma suave, hasta que adornó su bello rostro con una linda mirada.
- ¿Por qué me estás mirando así? - Frunció el ceño y, sin poder evitarlo, dio un paso atrás.
- Te miró así, porque Elish es nacida de una mezcla de especies, pero lo estás obviando a propósito. Y te miró así, porque has salido de tu apartamento, le has dado cara a Edward, tras vuestro enfado y te has plantado aquí delante de todos, solo por intentar proteger a mi nieta. Solo por eso, tendrías mi eterno corazón - Bella no respiraba ante la declaración de Esme - Aunque bueno, tanto el mío, como el de todos te los has ganado por méritos propios.
Bella pestañeó, agobiada. Muy agobiada.
Esme tenía razón. Se había plantado delante de Edward, cuando ayer habían tenido una bronca de aupa, y delante del resto..
"Y ahora… ¿Qué? ¿Qué se supone que debo responder…? No puedo pensar. No me llega oxígeno suficiente al cerebro. Es la primera vez desde que lo se, que estamos todos juntos…"
- Ahora si. - Alzó la mirada en dirección a Jasper, el cual ya estaba mirándola. - Pero solo un poco… Lo justo para que no me de un infarto cerebral - Rodó los ojos.
Y como era habitual, ella hizo algo que dejó a toda la sala pasmada:
Cerró los ojos, bajó los brazos, relajándolos y comenzó a respirar profundo.
A los 32 segundos, volvió a abrir los ojos y se sintió recuperada.
- ¿Qué pasa? ¿Y esas caras? Es menos traumático si lo espero. Mi cerebro y mi cuerpo aceptan su influjo sin poner resistencia, si no, es… angustiante.
- Exacto. Muy bien, Bella… Eres extraordinaria. - La alabó Jasper asombrado y complacido a partes iguales. Ella le dedicó un mohín divertido.
- Bueno… yo… - se mordió el labio - Voy a subir ya… Cuando regrese Elish, podéis…
- Espérala aquí, con nosotros. - Emmet se levantó del sofá animado. Bella lo miró entre sus pestañas. - Por favor… - le suplicó - ¿No me tendrás miedo ahora, verdad Bellita? - Emmet estaba usando un tono suave e implorante, a propósito. Un "pequeño truquito de vampiros".
- No… no te tengo miedo. - Susurró. Emmet sonrió abiertamente, dejando marcar sus encantadores hoyuelos.
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Alice, meneando la cabeza, se acercó a ella y le tendió la mano. Mano que sabía sería tomada.
Bella alzó la suya y la vampira, una vez con su mano entre las de ella, tiró suavemente, llevándola hasta uno de los sofás pequeños.
- Has arriesgado mucho ofreciéndole la mano a Bella. - Comentó Edward como si tal cosa. Bella no lo miró, haciendo un gran esfuerzo.
Él y Alice se comunicaron a su forma; esa simple frase llevaba un plan elaborado.
- Sabía perfectamente que Bella me cedería la suya. - Respondió despreocupada, mirando hacía la nombrada.
Bella la miró sin entender, hasta que frunció el ceño y recordó:
"Si, hay otros otros miembros en la familia que tenemos dones. Alice puede ver el futuro, tiene el poder de la precognición."
Su cara cambió a una de sorpresa.
- ¡Oh! - Alice sonrió divertida.
- Voy a tener que molestarme por ese "oh" y esa cara de fascinación - Puso una exagerada, y falsa, cara de ofensa, para acabar riendo - Con el de Jasper te pusiste a gritar y con el de Edward casi te da un infarto… - Meneó la cabeza, volviendo a hacer teatro de que estaba decepcionada.
- Pero el tuyo… es… - Gesticuló con los ojos. - ¡Alucinante!
Todos se quedaron así… alucinados al escuchar a Bella.
Carlisle se sentó en el sofá pequeño, cerca de ellas, por si había preguntas y Bella lo necesitara.
Edward por el contrario, se sentó en el butacón, alejado. Sabía que su cercanía no era bien recibida. Rose se sentó en reposabrazos, para darle apoyo a su hermano. Emmet y Jasper lo hicieron en el sofá grande.
Esme se fue a la cocina para llevarle la cena al salón; así comería con todos.
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- Bueno… aprovecha que estoy de un humor espléndido, por ahora - rodó los ojos - Mientras dure el efecto del sedante de Jasper.
Se giró hacía Alice, pero se volvió a voltear hacía el nombrado.
- ¿Puedes modificar cualquier estado de ánimo? - Lo miró directamente. - Me refiero… ¿podrías hacerme reír a carcajadas? O… ¿Enfadarme sin motivo?
- Pues no se decirte… El que más uso es el "sedante", por cierto, muy sutil y apropiado nombre. En una casa con siete vampiros, hay que mandar olas de calma casi constantemente. Somos muy temperamentales. - La miró divertido.
Edward sonrió divertido, intentando ser discreto; él sabía lo que Jasper iba a hacer. Pero Bella vio el gesto, frunciendo las cejas. No le dio tiempo a gesticular más, ya que de pronto, se lanzó a reír. A carcajadas.
De sus ojos brotaron dos lágrimas y tuvo que sujetarse la tripa.
Todos rieron ante eso; incluso Jasper soltó una breve risa. Era vitalizante, a la par que divertido, ver así a Bella.
Jasper paró, y modificó el estado de humor, calmándola. Intentando sugestionar a Bella para que su buen humor volviese. Ese era el truco para que siguiera con ellos en el salón.
Bella se limpió la cara por las lágrimas y respiró. Su rostro llenó de luz y sus mejillas sonrojadas. Se giró hacía Jasper mirándolo divertida.
- ¡Eso ha sido… alucinante! No tenía ni idea de porque me reía, pero no podía parar - pestañeó sorprendida, pero sin perder el gesto gracioso.
- Bueno… es tu turno - Bella se volteó hacía Alice - Aprovecha antes de que vuelva a colapsar - Rodó los ojos, con guasa.
Alice la miró con ternura y alegría.
Esta era una de las varias visiones que había tenido. De las visiones serias; a tener en cuenta.
Si conseguían que permaneciese en el salón más tiempo que no solo el hablar con Edward de Elish, la visión cambiaba a esta, y marcaría un antes y un después en su relación.
- Mi don me hace ver en mi mente imágenes, de un futuro venidero. Suele ser de un futuro inmediato, pero alguna vez, tengo visiones sobre acontecimientos a largo plazo. Todo depende del apego que tenga con el protagonista, de la sintonía con él. Todo depende de lo que decida.
- ¿De lo que decida?
Alice le explicó como funcionaba su don, ante una atenta y fascinada Bella.
Tras un largo rato hablando, con alguna pregunta puntual de Bella, se dio la explicación por finalizada.
Mientras, Esme le llevó una cena a la que no podría negarse: Unos espaguetis con queso y bacon, y un vaso grande de refresco de cola.
A parte de que le encantaba la pasta, al sentirse tranquila y, por qué no, cómoda, se comió todo el plato y se bebió todo vaso de refresco.
- Asi que… ¿todo se basa en la decisión?
- Principalmente. A veces, tengo visiones de cosas venideras, aunque la persona no las haya pensado o planeado. Pero esas son muy escasas.
- Vaya… - Bella se quedó meditabunda; sopesando la explicación de Alice.
- Y… cuando te llegan esas visiones, ¿te duele? - preguntó con duda y con una clara preocupación. Alice le lanzó una mirada cargada de amor.
- No cielo. Si estoy muy concentrada en forzar que me entre alguna visión, siento una sensación rara en la cabeza… Tu lo llamarías agobio, como una molestia - Bella asintió.
- ¿Has tenido muchas visiones mías? - Bella sonrió pícara, Alice le devolvió el mismo gesto. - ¿Alguna cosa que debería saber…? - Abrió los ojos con curiosidad y un punto de temor, pero sin abandonar el tono chistoso.
- ¿Qué quieres saber? ¿Si te he visto convertida en uno de los nuestros? - Le soltó de golpe, dejando a Bella pasmada.
"¡Joder, qué directa! Carlisle me dijo que era muy obvia, que me salían subtítulos en la frente. ¿Es eso? ¿Ellos ven que yo quiero convertirme? Pero… no he reflexionado sobre eso… Necesito más datos, más… todo… Yo no creo querer eso…"
- ¿Sería mucho pedir, que lo que has pensado, lo digas en voz alta? O, ¿era algo para que solo Edward escuchara? - Soltó Emmet, lanzándole un cebo.
A Bella se le saltó un latido. Con unas agallas que no sabía muy bien de donde habían salido, giró la cara para mirar directamente a Edward.
- Es… ofensivo e invasivo. - Le dijo con sus ojos fijos en los de él.
- Siento que mi don, no te parezca tan fascinante. - Le respondió él. Su rostro y su voz, un lamento.
- ¡Porqué no es igual! - Contestó irritada. - Los pensamientos, son palabras que no quieres decir en voz alta; la mayoría, inconscientes; y lo que menos quieres es que alguien esté escuchándolos. - Su voz cortante, al igual que su mirada.
- Haya paz. - Intervino Carlisle. - No empecéis como ayer - Le lanzó una mirada rápida pero intensa a Edward y una condescendiente a Bella. La cual rodó los ojos y soltó un bufido.
- Bueno… yo me voy a ir a la cama… Estoy agotada, otra vez. - alzó la mirada al techo con pesadez. - Es mi estado habitual estos días… - Soltó el aire de forma sonora. - Y Elish no acaba de llegar…
"Ese… Ese… chucho, seguro que se está follando a mi pequeña. Si pudiera despellejarlo… Sería capaz de asarlo y comérmelo con tal de separarlo de ella"
- ¡Jajajaja! - Edward no lo pudo evitar y las carcajadas salieron de sus labios. Bella abrió los ojos, poniéndo una cara de niña pillada en una travesura. - Lo siento… Pero ha sido muy divertido. - Sonrió mostrando sus perfectos dientes. - Rose estaría encantada de ayudarte a llevar tu idea a cabo.
La nombrada gesticuló ante la sopresa de su mención.
- Si es hacerle algo al chucho, estaría complacida de ayudarte… - Le alzó las cejas. - De la parte física, me ocupo yo. - Y soltó una risa cantarina, a la par que malévola.
- Rosalie… No debes pensar así de Jacob. Él ahora es como tu sobrino. - Rose meneó la cabeza con desdén, rodando los ojos con antipatía ante la regañina de Esme.
- Podíamos despellejarlo, lo asamos y me lo como. Todo el tema de la sangre, te lo dejo a ti - Le respondió Bella, dedicándole a Rose un alzamiento de cejas, cómplices.
- ¡Bella! - La reprendió Carlisle. - Se que te duele, pero hacerle algo a él, sería matar a Elish. Piensa eso. Quédate con esa idea. - La miró fijamente.
- ¡Joder, que si! - Todos sonrieron ante su respuesta. Emmet se desternillaba de risa y Carlisle resopló. - ¿Me ves capaz, física y moralmente, de hacer algo así?
- Ahora no… pero, en un futuro… - Carlisle ladeó la cabeza, clavándole la mirada con intención. Bella entendió perfectamente a qué se refería el vampiro.
- Bueno… ahora si estoy al punto de empezar a colapsar… - Bella se levantó de un brinco del sofá. - Esme, mil gracias por la cena; no era consciente del hambre que tenía… Siempre atenta a todo… - se mordió el labio.
"Tengo que disculparme por lo del otro día… Ese lanzamiento de bandeja… ¡Joder! ¿Por qué me cuesta tanto? ¿Por qué es una vampira?"
Se giró un poco, sin llegar a estar frente a Edward.
- Cállate la boca. Quiero decirlo yo misma. - Gruñó. - Esme, yo… - tragó y respiró. - Siento muchísimo el desprecio del otro día, de lanzar la bandeja con la comida al suelo. De verdad que lo siento, estuvo fuera de lugar, pero yo…
- Bella, cielo. Muchísimas gracias. Acepto encantada tus disculpas, pero no tenías porqué. Era entendible que estuvieras enfadada.
- ¿Al suelo? - Preguntó Edward mirándola con una ceja alzada. Bella se llenó de aire, sintiendo la ira apoderarse de su raciocinio.
- No… tienes razón. Fue contra tu puerta. - Se giró completamente y le dio cara. - Realmente quería lanzártela a tí, y en tu lugar, estaba tu puerta. ¿Te vale la explicación así? - Edward asintió, mostrando una sonrisita pilla.
"En vez de estar aquí, invadiendo mi cerebro y subiendo mis revoluciones cardíacas, podías ir a echarle un ojo a Elish. A ver si está bien… yo… te lo… bueno, yo… me quedaría más tranquila"
Edward dio dos pasos acercándose. Bella retrocedió de espaldas esos mismos pasos.
- En ningún momento te dije que te acercaras. - Edward se paró, la miró fijo a los ojos haciendo a Bella respirar hondo, y se acercó otros dos pasos. Aun había distancia entre ellos, más de un metro.
- Se que mi don es invasivo. No eres la primera persona que me lo dice - Edward le lanzó una mirada a Rose, que le alzó las cejas, simpática y cómplice. - Pero tiene su punto también. - Sonrió tímido - Conmigo, puedes comunicarte de una forma, diferente. Como ahora mismo has echo.
- ¿Lo harás? Lo que te pedí. - Bella cortó el discurso de Edward. Cuando él hablaba, toda su atención se centraba en él; su capacidad de reacción quedaba anulada y eso la angustiaba.
- Por supuesto. Si me lo pides tu… haría cualquier cosa… Menos una. - la miró alzándole una ceja.
- Pues… gracias. - Bella omitió totalmente a propósito el último comentario de Edward. - La veré mañana. Estoy cansada y… colapsada - meneó la cabeza. - No quiero arriesgarme a decir algo que… bueno, de lo que seguramente me arrepentiría.
- Eso es una decisión muy sabía - Añadió Carlisle.
- Y de un amor incondicional - Agregó Jasper.
- Buenas noches… - Bella se quedó parada un segundo. Otra pregunta se arremolinaba en su cerebro, pero no quería alargar más la velada. Realmente estaba agotada.
- Bella, - la llamó Carlisle haciéndola volverse. - Estoy sintiendo tu cerebro funcionar desde aquí. - La miró chistoso.
- Entre tu y yo, no hay dos kilómetros… - Soltó con el tono chistoso.
- ¿Y bien?... - Carlisle omitió el comentario chistoso.
- Las noches… - se mordió el labio, y unos coloretes rojos, adornaron sus mejillas.
"Si me dice que duermen en ataúdes, que hay escondidos en un sótano, creo que podría desmayarme"
- ¿Por qué no tomas asiento? - Le comentó Edward. Bella abrió los ojos horrorizada.
- ¿En serio? - Le preguntó a él; sin darse cuenta estaba comunicándose a la forma de Edward. Dio un paso hacía atrás.
- Me refería a que tomaras asiento para no quedarte de pie. No he contestado a lo que pensaste… - Edward sonrió, con un lindo brillo en sus ojos. Bella sintió que le faltaba el aire.
- ¿Podéis traducir? - Preguntó Carlisle divertido. - Observo que estás tomándole el punto a hablar con Edward a su manera.
- No estoy tomando nada. - Bufó - Solo quería saber cómo dormís.
- ¡Ah, eso! Tiene una respuesta muy sencilla.
- ¡Madre mía! - Gimió con los ojos espantados.
- ¿Quieres verlos? - Le preguntó Emmet animado.
Bella se llevó una mano al pecho, mirándolo horrorizada.
- Emmet… - lo reprendió Edward, pero con una cara y con un tono bromista. - No Bella… Nada de ataúdes. Simplemente, no dormimos.
- ¡Jajaja! Lo siento Bella… Pero me lo dejaste a huevo - Siguió riendo a carcajadas Emmet, ella le dedicó un mohín con sus labios.
- ¿No dormís? - Todos negaron. - ¿Nada? - Volvieron a negar. - Joder… qué cosa tan rara. - Alguna risita se sintió de fondo.
- ¿Y tu…? - Bella calló de golpe, mordiéndose el labio.
"Y… mientras yo dormía… ¿Qué hiciste tu esas horas?"
- Tengo que contestarte en voz alta… - La miró Edward risueño - Pero, si quieres, puedo hacerlo en privado.
- No hará falta - Le respondió alzándole una ceja. - No necesito irme a dos kilómetros contigo - ladeó la cabeza un tanto soberbía.
- Lo que hacía era verte a ti dormir. Eso hice durante tus horas de sueño.
Bella se puso de todos los colores de forma instantánea.
- ¡Joder! ¿Tenías que decir eso? - le recriminó sintiendo como le ardía esa parte de su cara.
Emmet estaba doblado de risa. El resto intentaba aguantar, para no sofocar más a la chica.
- Jasper… - cuando se giró, la cara del vampiro estaba contorsionada, por aguantar la risa - ¿Tu también? ¿En serio? Yo que te creía el más serio de todos… - Movió la cabeza, exagerando su molestia. - ¿Podrías dormir a Emmet…? O mejor… ¿Dejarlo en coma durante un rato?
- De poder ser, sería genial, creeme. - Jasper y Emmet se lanzaron una mirada cómplice.
"¿Así que… verme dormir? Eso sería aburrido…"
- No, no lo fue. - Le respondió Edward. - Además, no dormiste mucho. - Edward se dio cuenta de como había sonado eso, y su rostro mostró una clara verguenza. De poder, estaría rojo como un tomate.
La que se volvió a poner roja, incluso más que antes, fue Bella; que se quedó completamente fuera de juego.
- ¡Vaya, vaya! - Emmet le lanzó a Bella una mirada cargada de picardía, mientras la pobre humana negaba con súplica. - ¿Así que eres una fierecilla? Bueno, viendo el genio que tienes, en el sexo no podía ser de otra forma. - Soltó con simpleza.
- ¡Madre mía! ¿Cómo se ha podido retorcer tanto la conversación? - Gimoteó Bella, tapándose la cara con las manos.
"¿Se puede saber por qué has dicho eso? Eres gilipollas."
- Discúlpame… No quería que sonara así… Aunque es… - Bella alzó la mano, mirándolo con los ojos desorbitados.
- No se te ocurra acabar esa frase. - Inhaló una exagerada bocanada de oxígeno. - Entonces, retomando el tema principal y único, no tengo que bajar a hurtadillas, ya que no voy a despertaros. - Todos negaron. - Bien… pues me voy a despedir aquí, antes de sufrir otro ataque de vergüenza. - Rodó los ojos. - Lo dicho… Buenas noches.
- Buenas noches cielo. Le diremos a Elish que la estuviste esperando - Bella asintió a las palabras de Carlisle.
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Se fue en dirección a la cocina, tomó unas chucherías y algo de beber y se subió a su apartamento.
Por mucho que Emmet la avergonzara, debía reconocerse a sí misma que estaba pasándoselo bomba. Pero el tema, se estaba llendo de madre. Sobretodo por tener a Edward atento a cada pensamiento; y que la mirara con esos ojos brillantes, esa mirada arrebatadora…
"Cada vez que me mira así… ¿Pero será verdad? Todo lo que dice sentir por mí, ¿Será cierto, o un mero teatro de seducción? ¿Puede alguien fingir de esa forma? Todo parecía tan real… Y ahora, cuando se dejaba llevar, me miraba de esa forma que hace que mis bragas tiemblen… ¡Mierda Bella… cállate! (Gruñido)"
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Se puso cómoda y escogió una película en una de las plataformas de streaming. Se quedó adormilada en el sofá, y ya de madrugada, se fue casi arrastrando a la cama.
Esa noche tuvo una pesadilla angustiosa:
Soñó con Edward:
La protegía de los lobos. La tomaba entre sus brazos, sacándola del peligro. Corriendo veloz, lejos de los animales, con ella entre sus brazos, protegida. Cuando la tuvo a solas, comenzó a seducirla, besándola como había echo aquel día, aquel único día; cuando estuvo rendida a él, sus colmillos se alargaron y con una mirada aterradora, bajó su cabeza, y con violencia, la mordió en el cuello. Sintió como succionaba, ocasionándole un gran dolor. Paró, sintiendo como rasgaba su piel al sacar sus colmillos de su carótida, y le susurró al oído, con tono malévolo:
- Eres mía… Solo mía. Para mi disfrute… No puedes evitarme. -
Despertó sobre saltada y con el cuerpo perlado de sudor. Su respiración se entrecortaba al recordar tan espeluznante sueño y unas ganas tremendas de llorar, se apoderaron de sus ojos.
Se metió en la ducha, para intentar sacarse esas horribles imágenes de la cabeza, pero lo único que consiguió fue lanzarse a llorar desconsolada.
·
·
Entretenida conversación, ¿no creeís?
¿Esto será un acercamiento entre Bella y la familia?
ESPERO VUESTRAS OPINIONES.
MORDISQUITOS!
