¡HOLA MIS BELLAS!

AQUÍ ESTOY.

Os he dado un días para ver si alguna lectora se animaba a dejar algun comentario más... Bueno, capi a capi, parece que poquito a poquito, comenta alguna más.

Vamos con el capi de la reunión en la reserva... ¡Veremos a ver cómo le va a Bella!


CAPÍTULO 3


Bella estuvo entretenida buscando información sobre los exámenes que sus alumnos debían hacer en menos de un mes, averiguando que se habían suspendido por la pandemia.

Eso la hizo suspirar tranquila, ya que llevaba casi dos semanas sin subir a dar clase. Se sintió egoísta por pensar únicamente en ella, pero la situación era… delicada.

Bajó a comer, intentando adivinar qué publico tendría esa vez. Para su sorpresa, no había nadie.

Cuando estaba limpiando, escuchó voces venir del salón. Inhaló aire, dándose ánimos y se encaminó hasta allí. Aun quedaban casi dos horas para la cita.

·

- Pero… ¿Por qué? - Protestaba Emmet. - No entiendo porque tomas tu las decisiones. - Su tono enfadado contra Edward.

- Porque si… Me parece una locura. Ella podría asustarse… - Calló de golpe.

La fragancia de Bella le llegó al cerebro, reconociéndola.

Todos se giraron, gratamente sorprendidos de su presencia.

- Por mi no os cortéis… Podéis seguir discutiendo - Inclinó los hombros.

- Es por ti. - Soltó Emmet; automáticamente Edward gruñó.

- ¿Acabas de gruñir? - Le preguntó Bella con los ojos abiertos, pero con una clara mueca divertida. La que rápidamente cambió por una de desinterés.

- ¿Te importa? - Bella pestañeó, haciendo un mohín de fastidio con los labios.

- Para nada… Pero lo que si me importa es la parte donde yo aparezco. - Respondió seria.

- Emmet quiere ir a la Push por el bosque. - Alice fue la que lo dijo, ya que Emmet y Edward no contestaron; estaban más entretenidos matándose con la mirada.

- ¿Caminando? ¿Hasta la Push? Eso podría llevarme días.

- Nadie dijo nada de caminar… - Emmet la miró con ojos traviesos.

- Miedo me das cuando me miras así… - Bella se mordió el labio inferior, mostrando una cara igual de traviesa que la de Emmet.

- Te llevaría yo… corriendo. - Bella frunció el ceño.

Por la mente de Bella, comenzaron a pasar imágenes, recreando lo que ella supuso, ante la propuesta de Emmet.

- Exacto… A caballito. - Respondió Edward. Bella lo miró mal, para pasar su mirada a Emmet.

- Pero… ¿A caballito hasta la Push? Eso son varios kilómetros…

- ¿Tienes miedo a que me canse? Soy el vampiro más fuerte de la casa - Se aduló a si mismo.

- Pero no el más rápido. - Respondió Edward pagado de si mismo. Emmet le rodó lo ojos.

- No se si será buena idea… - A Bella comenzaron a invadirle los nervios.

Emmet, en un movimiento invisible, se acercó a Bella y tomándola por los brazos, la subió a su espalda; a caballito.

- ¡Ahhhh! - Gritó espantada Bella.

Edward rodó los ojos malhumorado.

- Te lo dije… - Pero Edward no concluyó su frase, ya que Bella comenzó a reírse. - No me jodas… - Murmuró Edward pasmado.

- Vamos a hacer una prueba… No sea que te marees. - Bella asintió entusiasmada. - Sujetate fuerte, el corcel va a salir al galope.

- Emmet…. ¡la puertaaaa!

Antes de que Bella concluyera la frase, salian por la susodicha al jardín.

·

Emmet corrió con Bella fuertemente sujeta a él, hasta el punto del acantilado. Ayudó a Bella a bajarse de su espalda, controlando no estuviera mareada; pero solo trastabilló un par de pasos, y recobró el equilibrio.

El rostro de Bella resplandecía de felicidad.

- Que sitio tan hermoso - murmuró mirando las vistas maravillada.

Era un saliente donde se divisaba el océano en su magnitud; pero lo que hacía el sitio especial, era que a la derecha, podía verse como el agua se dividía, haciendo unas formas mágicas.

- Ahí, donde se divide el mar, es la entrada a la First Beach. La playa de la Push. - Le explicó Emmet. - Este verano, te llevaré. - Le prometió y Bella asintió entusiasmada. - Las rocas, forman una especie de cala, al fondo de la playa, y los jefes Quileutes, nos la han cedido para nuestro disfrute exclusivo. - Bella asentía maravillada.

- ¡Genial! Es un sitio muy… especial - lo miró con ternura. Emmet rió pillo.

- Cuando Edward se entere de que te he traído justamente aquí, va a entrar en cólera. - No quería volver sobre el tema de Edward, pero su rostro gritaba su curiosidad. - Este, es su sitio de pensar. Aquí, estamos a 3,2 kilómetros. Lo justo para no escucharnos… De ninguna manera - le alzó las cejas. - Y contestando a tu curiosidad - la miró con intención - querría haberte traído él. Si no lo piensas, no tiene porque enterarse. - Le alzó las cejas.

Emmet sabía que diciéndole eso a Bella, sería lo primero que pensaría nada más ver a Edward.

Por supuesto que no quería que discutieran, pero le disgustaba verlos así, distantes entre ellos, cuando se amaban desesperadamente. Así que iba a intentar lanzarles un anzuelo.

A un paso más suave, volvieron a la casa. Bella tenía que prepararse para su cita con los jefes de la tribu.

·

"Aquí te traigo a tu princesa, sana, salva y feliz"

Emmet entró en el salón, frenando suavemente. Cuando fue a ayudar a Bella, esta se apoyó en su mano, pero bajó de su espalda de un brinco.

- Muy bien, Bellita… Le vas tomando el truco - Ambos se sonrieron.

Toda la sala miraba la escena con felicidad. Bella, consciente o, no tanto, iba entrando en su naturaleza de una forma que los dejaba asombrados.

- ¿Qué tal el paseo, Bella? - Le preguntó Elish risueña - No te has mareado.

- No… para nada. Ha sido… ¡Lo más! - Rió.

Edward y ella, hicieron contacto visual y tal como supuso Emmet…

"Sería muy romántico ir allí con él… Pero… ¿romántico sería el término correcto? Ni tan siquiera debo pensarlo…"

La imagen del acantilado, entró en la mente de Edward, al igual que el pensamiento de Bella.

- ¡Emmet! - Gruñó, enfadado. - La has llevado… ¡Joder! - Emmet se inclinó de hombros, restándole importancia.

Bella no pudo evitarlo, algo que no sabría explicar la impulsó a acercarse a Edward; aunque quedando a una distancia razonable, por supuesto.

- Edward… Yo… - Tomó aire; sus mejillas sonrojadas.

- Tu, ¿qué? - Soltó con tono ofensivo.

- ¡Nada! - Recalcó la palabra mirándolo con rabia.

"Vuelves a ser el completo gilipollas de antes… Cada día tengo más claro que aquel, eres tu en realidad"

Edward la miraba con dureza, y respirando como un león. Bella lo miraba con el ceño fruncido, respirando de igual forma.

La única diferencia era el brillo en los ojos de ella.

- Voy a subir a cambiarme… En veinte minutos estoy lista, Emmet.

Bella tenía que pasar al lado de Edward para salir del salón, pero no se achantó, lo esquivó más que a propósito, lanzándole una mirada envenenada.

·

·

A las tres y veinte minutos, Bella bajaba al salón, lista para irse.

Se había vestido casual:

Un pantalón tipo jogger, de los que aprietan en el puño, largo hasta por encima del tobillo, en gris oscuro. Una camiseta floja, pero dejando claras sus curvas, y escote generoso, en negro. Complementaba con una cazadora biker en piel negra.

Se había puesto una cola alta, dejando caer unos mechones por su cara y cardando el inicio de la cola, dándole un aire muy chic. Se maquilló suave, pero marcando sus ojos con raya negra y un par de pasadas de mascara de pestañas.

Una palabra que la definía: Arrebatadora.

Edward la miró conteniendo la respiración. Si Bella se hubiese detenido a mirarlo un solo segundo, habría podido vislumbrar sin duda alguna, el deseo que salía de sus ojos.

- Estas preciosa - La aduló Carlisle. Bella se ruborizó.

- Gracias… Llevaba tantos días sin mis mínimos que me veo hasta rara, ¡jaja! - Rió. - Además, quiero saludar a mis alumnos, y que me vean como siempre, no hecha un adefesio.

- ¿Sabes que algunos de tus adorados alumnos, también son licántropos? - Le soltó Edward con maldad.

"Edward, te estás pasando" Alice.

"Eres un gilipollas. Esa actitud con Bella, no te traerá nada bueno" Emmet

"Edward, ¡Basta! No te permito estos ataques. ¿Qué pretendes? ¿Perderla?" Carlisle

Los pensamientos de la familia fueron llegando, pero solo uno se quedó grabado en su mente: El de Bella.

"Me duele… Tanto que hasta llega al dolor físico… ¿Será este el Edward real? ¿Todo fue una artimaña para alimentar su altísimo ego?"

Su respiración se atoró en sus inservibles pulmones, y un calambrazo de lo que sería dolor, le atravesó la columna.

Esta vez se había pasado.

- Perdona, no quería…

- ¿Vamos Emmet? - Bella le dio la espalda a Edward, como si no lo hubiese escuchado. - Echemos una super carrera - El vampiro miró hacía su hermano, movió la cabeza con reproche, para pasar a sonreír a Bella.

- Jasper y yo, os acompañamos. ¿Quieres? - Le preguntó Alice. Bella asintió entusiasmada.

- El resto subimos en coche. A la gente de la reserva no le gusta vernos llegar a todos juntos, corriendo - Aclaró Carlisle. Bella volvió a asentir.

Emmet se inclinó y Bella supo perfectamente qué hacer. Tomó impulso y de un brinco, se enganchó a su espalda. El vampiro la atrapó por la doblez de sus rodillas, y una vez segura, salió volando.

Tras él, Alice, Jasper y… Edward.

·

Llegaron por la antigua divisoria, alejados de las casas, donde Jacob los esperaba; estaba avisado por Elish.

Emmet redujo el paso, para no entrar trotando como una manada de ñus. Sabía que a las gentes de la Reserva no les gustaba, incluso a algunos aun los asustaba.

- ¡Guauuu! Ha sido bestial. - Reía Bella emocionada. - Creo que has ido más rápido, incluso, que antes. - Se meneaba excitaba en la espalda del vampiro.

- Hola… Llegáis pronto. - Los saludó Jake divertido. - Hola Bella - La sonrió afectivo. - Me alegra verte tan animada.

- Hola Jacob - Lo saludó un tanto seria, mientras bajaba de la espalda del vampiro. - Esto… ¿Va a durar mucho? - Jake pestañeó sorprendido, rozando lo ofendido.

- Un par de horas. ¿Tienes prisa? - Le soltó alzándole una ceja.

"¿Viene de mal humor, o a sido al verme a mí?"

Edward, que se había quedado por detrás de Emmet, le hizo un gesto con la cara que Jake interpretó rápido.

"Habéis vuelto a tener movida, ¿no?"

Edward asintió.

- Quiero saludar a mis alumnos, e ir a la clase. Dejé allí papeles, y ya que las clases no se van a volver a retomar pronto, quiero dejarla recogida. Simplemente.

- Genial… Se lo diré a los chicos. Estarán encantados de saludarte. Todos te hemos echado de menos por aquí. - Bella se contrajo ante ese comentario, sintiéndose un tanto "mal" por ser tan déspota con Jake.

- ¡Bella! - Leah junto con Seth, llegaron apresurados junto a ellos; contentos de ver a la chica.

- ¡Leah! - Le devolvió el saludo emocionada de verla.

Ambas jóvenes se abrazaron afectuosas. No podían considerarse "amigas", pero habían creado una relación bonita. Leah le había abierto las puertas de su casa para desayunar y fue de las primeras que fue amistosa con ella.

Todos contuvieron el aliento ante el gesto, ya que Bella no suponía que Leah fuese una licántropa.

- Hola Bella… ¡Ya me dirás como has echo para que los ancianos te reciban en una audiencia privada! - La saludó de forma simpática Seth; el cual se fue acercando para abrazarla.

Pero Bella, dándose cuenta de su intención, dio un paso hacía atrás, poniéndose en parte tras Emmet, a modo de protección, y sujetándose a su brazo.

- ¡Ehhh! No te voy a morder. - Le alzó las cejas pillo.

- Te vi - Le soltó Bella entre dientes. - Lo recuerdo todo… Vi como, si, - recalcó - muerdes. - Lo miró con una ceja alzada.

- ¡Vamos! Era un chupasangre de los chungos. - Meneó el brazo, restándole importancia. Dio un paso, acercándose y Emmet dio un paso a la izquierda cubriendo en su totalidad a Bella.

- Seth… Para. - La voz de Edward, fría y cortante, sobresaltó a Bella. No sabía que estaba allí.

"¿También ha venido corriendo?"

Edward se adelantó, quedando un paso por delante de Bella, cubriendo a la chica.

- ¡Ehh, vamos! ¿Qué pensáis que le voy a hacer? - El chico se quedó algo pasmado ante la barrera de los vampiros sobre Bella, observando. - ¡Cómo han cambiado las cosas en unos días! Protegiendo lo tuyo, ¿eh, Edward? - Le guiñó un ojo con camaraderia. - Bueno, estaba claro. Te llevas lo mejorcito.

- Aquí nadie se lleva a nadie… ¿Qué estupideces estás diciendo? - Gruñó Bella asomando la cabeza desde detrás de Edward.

- ¿Estupidez? - Preguntó Seth, casi exclamando. - Si tienes todo su olor incrustado en la piel - Rió ante la cara de pasmo de Bella.

¿Qué huele a mí? ¿Cómo es posible que pueda tener mi olor sobre su piel, si hace siete días que no la toco?

Pensó Edward descolocado ante el comentario de Seth.

- Vamos Bella… ¿No vas a salir de entre tus protectores y saludarme? Con lo bien que lo pasábamos en los desayunos… - Seth le puso unos traviesos pucheros.

Emmet miró para Bella divertido, esperando su reacción.

Edward ni se movió.

"¿Por qué no empezamos con esto ya? Cuánto antes comencemos, antes terminamos… Ha sido una estupidez venir"

- ¿Por que no vamos subiendo? - Contestó Edward, respondiendo ante los pensamientos de Bella.

- Deja que te ponga en antecedentes - Jake movió la cabeza, chistoso, buscando la cara de Bella. - Se que te sientes protegida entre ellos, pero aquí, nadie te hará nada. En serio. - Su voz se volvió solemne y su rostro dejó toda broma.

Bella, tras lanzar un suspiro, que más bien parecía un gruñido, salió de detrás de los vampiros.

Pero algo la impulsó a quedarse cerca de Edward. No se tocaban. No se miraban, pero ambos sabían que el otro estaba ahí; cerca.

·

Jake comenzó a relatarle a Bella como comenzaría la reunión, la presentación con los ancianos y sus rollos ceremoniosos.

Aunque Jake intentó sacar su vena divertida, se veía a una legua que se tomaba eso muy enserio; todas esas leyendas y ceremonias, eran su vida.

"Parece mayor… Muy responsable y adulto, hablando de esas ceremonias… Y, ¿quiere arrastrar a Elish a esto? Ella es una vampira… Es… mi niña…"

Edward no pudo ocultar por completo la sonrisa que se le escapó al escuchar a Bella. Sobretodo la última frase… Estaba cargada de ternura.

- Jacob - Lo llamó cuando todos comenzaron a moverse hacía donde se celebraría la reunión. - ¿Tu estás seguro de todo esto? - Le preguntó Bella con calma; incluso destilaba un pequeño toque de dolor.

- ¿De la reunión? - Preguntó confuso. Bella negó. Jake frunció el ceño, comprendiendo. - Te refieres… a Elish y a mi. - Bella suspiró, asintiendo mientras bajaba la mirada.

- Yo… No digo que la conozca mejor que tu, ni mucho menos, pero… Es una niña… No tiene ni 3 años… - Meneó la cabeza - Entiende a lo que me refiero… - Jake asintió - No ha salido de aquí. De entre su casa y la reserva. No ha visto mundo, no ha conocido gente… ¿No va a ir a la universidad? Y ya no solo por el hecho de tener un título, si no, por la experiencia en si. La vas a encerrar de por vida aquí, a criar los hijos que consiga darte, siendo eso… una niña. - Retahiló sintiendo como el dolor y la rabia la consumían.

- Bella, yo no le voy a hacer nada. No es algo que le imponga. Ella llevará esta vida que tu pareces detestar, de forma voluntaria y feliz. - Explicó de forma calma.

- ¿Detestar? - Preguntó asombrada. - ¡Claro que la detestaría! Una persona con una educación e intelecto como el nuestro, acabaría odiando esto. Solo sería cuestión de tiempo. - Sentenció un tanto molesta por la palabra.

- Pues entonces tu, estás dentro de ese tiempo - La miró alzándole una ceja - ¿Por qué no estás todavía en París, Bella? - Le preguntó, mirándola con la cabeza ladeada, casi chistoso.

- ¿Por qué estamos en una pandemia mundial? - Le preguntó en respuesta con tonito respondón. - ¿Te parece esa buena razón?

- Hace un par de semanas, nadie preveía esto, y en ningún momento te vi organizando tu viaje. - Le respondió usando un tono similar. Pero su mirada estaba cargada de picardía. Ambos sabían por donde iba Jake… Él no se refería exclusivamente a Elish, y ella lo sabía.

- Porque hace un par de semanas, yo vivía en un mundo "normal"... - Habló entre dientes, intentando contener su genio - Porque Elish y yo, íbamos a ir a la universidad juntas, porque te diré, don sabiondo, que ella tiene la ilusión de ir. De que vayamos juntas. - Lo fulminó con la mirada.

- Nadie le quita de ir… Es su propia decisión.

- ¿Cómo va a ir, si la vas a poner a parir como una coneja? - Escupió, dejando salir su rabia y su dolor.

A Emmet se le escapó una risa, pero Edward lo miró fulminándolo y haciéndolo callar. El tema era serio y Bella necesitaba sacarse eso que la carcomía, con Jacob.

- ¡Oh, vamos, Bella! Eso no es así… Estás siendo muy cerrada, muy escéptica. - Bella abrió los ojos ofendida. - La imprimación no es un cargo, ni una obligación. Es amor… Amor incondicional… Hacer actos de amor por el otro. No hay sacrificios. ¿Tu no cambiarías por Edward, llegado el momento? - Bella se quedó traspuesta. Su corazón se saltó un latido. Tomó aire y puso su mirada de gata.

- No. - Sono tajante.

"No sigas metiéndote… no vuelvas con el tema… Por favor… No me hagas mostrar mi debilidad delante de Edward…"

- Y no estamos hablando de mí. Si no de Elish… de vosotros. - Jake sonrió socarrón, lanzando una breve, pero intensa, mirada a Edward.

- Sigues sin querer entenderlo… y creo que por mucho que los ancianos te expliquen… Estás cerrada a entender. - meneó la cabeza abatido.

Edward se puso tenso, al escuchar un pensamiento de Jake. Pero para cuando quiso pararlo, él ya había comenzado a hablar.

- Elish debería aplicar un poco de su don contigo… Así estarías más abierta… - Comentó el chico con naturalidad; casi como un pensamiento en voz alta. Bella pestañeó y abrió los ojos al infinito.

- ¡Don! ¿Cómo que su don? - Su voz rozando el grito.

Jake se quedó pasmado; su rostro se descompuso en una mueca de culpa absoluta y, sorpresa.

"Pero… ¿No lo sabía?"

Edward negó.

- Bella… - La suave voz de Elish le llegó a Bella por su derecha. Bella dio un paso atrás, por inercia. - Por favor… Déjame que te explique, antes de que colapses - le sonrió tímida. Bella tragó hondo y Elish entendió que podía hablar.

- No culpes a nadie, esto es algo exclusivamente mío. Quería decírtelo yo, pero… no encontré momento. - Voz y mirada culpables - Estos dos últimos días, parecía que te ibas acercando poco a poco a nosotros, y conmigo… estabas a nada de que las cosas volviesen a ser como antes, y… fui cobarde y, egoísta. Lo sé y aceptó que te enfades conmigo. - Voz suplicante. - Eso fue exactamente lo que pasó, para no revelarte lo que somos. Yo me negué, metiendo la duda en papá y Carlisle… En todos. Tenía tanto miedo a perderte, que…

- ¿Qué don?

- Puedo modificar los sentimientos.

- ¿Otra empática?

- No. Jasper lo hace en el estado de ánimo… Acuérdate de las carcajadas - Sonrió tímida. - Yo lo hago con los sentimientos. Puedo hacer que odies a alguien sin motivo, por ejemplo. - Bella sintió como se le disparaba el pulso en las venas.

- Y al contrario… También. Que un alguien, se enamore de otro alguien… ¿no? - la miró con la respiración jadeante.

- Noooo… Se por donde vas, y no. Te equivocas. Jamás he influido en tus sentimientos por mi padre. Nunca, nunca. - Le juró.

"¿Seguro? ¿Puede ser todo una mentira tan enorme y elaborada?"

- Vuestro amor es puro… Natural. Por favor Bella, creeme. - Suplicaba.

- ¿Con que me influiste? - Elish se mordió el labio. - Lo sabía, pero que acabes de hacer ese gesto, me lo confirma. ¿Con qué? - Alzó la voz, endureciendo su tono.

- Para que no vieses… las diferencias entre nosotros y tu. - Le contestó casi en un susurro. Bella frunció el ceño. - Cuando se fue papá, estabas triste - Bella apretó los ojos con fuerza y, dolor. - Ahí, te apliqué un poco de ánimo. Una ayuda para sacarte del estado depresivo, y volviste a ser tu. Al estar convaleciente, te quedaste en casa durante días, y… todos nos percatamos que comenzabas a ver cosas que… te chocaban. Entonces, por decisión mía, exclusiva, comencé a modificar eso, volviéndolo a mi favor. Haciendo que estuvieses más abierta a nosotros, más integrada y, por supuesto, obviando esos comportamientos extraños.

Bella había dado otro paso hacía atrás, abrumada por lo que Elish le contaba. Sintiéndose por un momento, perdida. En su retroceso, se topó con el pecho de Edward contra su espalda, giró levemente la cara, pero tenía la cabeza distraída y no fue consciente.

- Por eso, nada te parecía raro… Tu cerebro estaba influenciado para que pasara por alto cualquier… anomalía. - Elish seguía con la mirada culpable, pero tenía un brillo pícaro.

"Por eso… Por eso no fui consciente de nada cuando nos acostamos"

Bella giró la mano, agarrándose de forma inconsciente a la camisa de Edward. Él, notando su respiración y latidos agitados, tomó su mano, apretándosela con cuidado; transmitiéndole fuerza y apoyo. Ella se aferró a su mano como a un salvavidas.

"Esto… Esto lo explica todo. ¿Por eso no fui consciente de nada? Por eso, no fui consciente de que no te latía el corazón, ¿verdad?"

Bella giró la cabeza, mirando directamente a Edward, el cual asintió con una liviana sonrisa.

Al bajar la mirada, se percató de que ella y Edward estaban tomados de la mano. De ahí, que sintiera el cosquilleó en su extremidad. Era por su tacto.

"Echaba de menos la sensación de cosquillitas… de electricidad"

Edward bajó la cabeza, pero sin acercarse de forma "peligrosa", y le susurró al oído:

- Yo también. - Bella se estremeció.

Entonces, tomó una decisión. Era el todo o el nada.

- ¿Como lo haces? - Elish frunció el ceño sin acabar de entender. - El modificar un sentimiento. ¿Cómo funciona? ¿Cuánto dura el efecto?

- Lo pienso, retengo el sentimiento a modificar en mi mente y me concentro en él. Te miró fijamente y tus ojos se quedan como hipnotizados con los míos. Son unos segundos. Y el efecto es instantáneo. Y durar… unas horas. Al no ser una vampira completa, mi don es todavía un poco débil. - Explicó Elish, no sabiendo cómo sentirse ante la reacción buena de Bella.

- Vale… Bien. Pues hazlo ahora. - Elish pestañeó alucinada.

El resto de la audiencia, incluidos el resto de los Cullen y de los lobos, que estaban a unos metros escuchando, se sobrecogió ante la petición de Bella.

- Pero… ¿Qué haga, el qué?

- Influirme - Soltó Bella segura; Elish estaba pasmada. - Quiero que modifiques mi escepticismo… Que hagas que sea más abierta a comprender y entender.

- Pero Bella… no será solo con una cosa. Tu mente se abrirá a todo. - Le explicó con cuidado.

- Vale, bien… ¡Mejor! Estoy cansada de esto. Cansada de no entender, de negarme a comprender este mundo. Necesito verlo desde otra perspectiva. Será como drogarme, pero sin los efectos secundarios - Sonrió, meneando la cabeza, ante su propio ejemplo.

- ¿Segura? - Bella asintió.

Su mano, que seguía unida a la de Edward, la apretó; aunque estuviera segura, no dejaba de estar asustada y ese arrebatador vampiro, tenía un efecto sobre ella misma, que no era capaz de entender.

Elish se acercó a ella, con suavidad y poco a poco, fue atrapando su mirada hasta que Bella, ya fue incapaz de apartar los ojos.

La semi vampira se concentró y tras unos pocos segundos, pestañeó y se separó unos centímetros de Bella.

La humana, parpadeó, confusa y ambas se miraron. Elish alzó las cejas, interrogativa.

- Me estás poniendo nerviosa - Bella le sacó la lengua y Elish meneó la cabeza divertida.

- Bueno… No es algo que se vea instantáneamente - meditó. - Tras la reunión, veremos a ver… - Se inclinó de hombros.

- Los ancianos nos esperan… ¿Bella?

Bella, que ya había divisado a Carlisle, apuró el paso hasta ponerse a su lado. Pegada a él, sería el término más apropiado.

- Tranquila - La miró cariñosamente. Ella asintió, mientras se mordía el labio.

·

Caminaron hasta una zona detrás de las casas, al otro lado de por donde habían llegado corriendo.

Una hoguera, bordeada por varias mantitas de confección india haciendo de sillas. En un extremo, un hombre de aspecto muy mayor, muy anciano estaba en lo que sería el centro del círculo.

Tras él, comenzaron a aparecer un montón de lobos, que tomaron asiento tras ese anciano. A su lado, Billy, el padre de Jacob, Harry y Sue Clearwater y otro hombre de aspecto bastante maduro.

- Hola Bella…

- Hola.

- Jacob ya te ha explicado que esto que vamos a hacer, revelándote nuestras leyendas, es una excepción única, ¿no es así?

- Si. Y estoy muy agradecida por esta consideración. - Contestó muy educada. El Viejo Quil asintió conforme.

"Menudo derroche de modestia… Empezamos mal…"

Edward hizo un mohín con los labios, conteniendo la sonrisa.

Él ya había sido invitado a un acto igual a este, cuando Jacob se imprimó de Elish, y los jefes vieron apropiado invitarlo para explicarle sobre la imprimación que el Alfa de la manada había sufrido con su hija.

Primero presentó a los lobos, quedándose Bella sorprendida. No reconocía a los lobos, pero si sus nombres; y tal como le había dicho Edward, tres de sus alumnos, estaban allí, convertidos en lobos.

Jared, Paul y… Leah.

El Viejo Quil, comenzó con la historia de los fríos, aunque la resumió para no alargar la reunión.

Bella ni pestañeaba, atenta y alucinada con la historia.

Tras entrar en situación, comenzó con el quit de la cuestión, que era la imprimación. Entre él y el resto del consejo, fueron detallándole a Bella en lo que consistía. Le explicaron la magia del amor…

No es como el amor a primera vista; es más… Mucho más. Es como, si la gravedad se moviera de repente. Ya no es la tierra la que te retiene, ella es quien lo hace. Te conviertes en lo que necesita que seas… Un amigo, un protector, o un amante.

No verán a ninguna otra persona en el mundo. El imprimado es todo lo que importa.

Aunque se sigue queriendo al resto de la gente que te importaba, harás lo mejor para tu imprimado, sin sentir que pierdes nada por el camino, ya que la felicidad de la pareja, es lo único importante.

No existen sacrificios, solo la felicidad del otro.

El uno sin el otro, estarían incompletos. Intentar separar a unos imprimados, es causarles dolor sentimental, e incluso físico. La sensación puede ser tan apabullante, tan terriblemente dolorosa, que pueden llegar a buscar la muerte.

·

Bella tenía los ojos abiertos como platos y sus latidos retumbaban, audibles para los oídos desarrollados.

Giró la cara y buscó a Elish. Ambas se miraron, y la vampira supo que Bella lo había entendido. Bella también buscó a Edward, y le dedicó una sonrisa tímida y discreta.

"Lo entiendo… Ya lo entendía antes, pero no quería verlo"

Edward le sonrió de forma tierna en respuesta.

- En un lenguaje más coloquial, - tomo la palabra Sue - Intentamos que entiendas que Elish no va a dejar nada atrás. No se despertará un día pensando que ha perdido su vida… Como puede pasarle a una pareja enamorada, normal. Y que no está obligada por Jake a nada; todo lo hace porque quiere. Porque desea esta vida con él.

"Es como si describieran un amor tóxico… Un amor… enfermizo. Pero algo dentro de mí, me hace aceptarlo. Ver que en el fondo… Es un sentimiento lleno de amor incondicional. Casi es envidiable"

Tras alguna intervención más del resto del consejo, se hizo un silencio cómodo. El cual fue roto por Jacob.

- Bella… ¿Tienes alguna pregunta? Puedes preguntar lo que quieras. - La animó. Ella negó.

- ¿Lo has comprendido? - Le preguntó Sue.

- Tienes libertad para ser sincera. - Añadió El Viejo Quil.

- Yo… lo entiendo. Puedo ver lo que decis. Aunque sigue resultándome… exagerado.

- Eso es normal. - Respondió Sue ante el asentimiento del resto. - Si no estás imprimada, es lógico que te resulte así. Exagerado. Buena palabra - Reflexionó.

- Al ser humana, puramente, - Añadió El Viejo Quil - Tu mente no está preparada para entender este tipo de amor, de compromiso. Los humanos, tienden a pensar en el futuro con un "Y si…". Cuando te enamores de alguien, - Bella dejó de respirar - pero me refiero a un amor… - El Viejo suspiró - que te cale los huesos, que haga que tu corazón lata frenético solo con tener a esa persona delante, que… con una simple caricia te haga estremecer… Entonces ahí, podrás entenderlo casi por completo. - El anciano miró hacía Bella con una sonrisa enternecida, pero con un brillo especial en los ojos; los cuales giró discretamente hacia Edward.

"¡Oh…! Estaba tan ofuscada, no queriendo que me pusieran a mi de ejemplo, que no vi eso. Pero… Él no me ama así… y yo, debo sacarme la idea de la cabeza porque si no… ¡Cállate!"

Edward, muy atento a los pensamientos de Bella, dejó salir una muy leve sonrisita ante su ¡Cállate!. Pero el pensamiento lo dejó hundido; ella seguía pensando, aun influenciada por Elish, que él no la amaba tal y como le había declarado… Su comportamiento de estos últimos días, estaba haciendo el efecto contrario al que él pretendía.

Porque sí, era un castigo. Bella funcionaba al contrario. Necesitaba la lección, para aprenderla; y aunque es cierto que se sintió muy ofendido, dolido con aquel comentario que hizo cuando sufrió la pesadilla y la besó, lo usó como táctica para que ella creyese que se alejaba.

Debió estar más atento a sus pensamientos, a los que escuchaba, ya que al estar ella más tranquila, comenzó a vedarlos.

Este último pensamiento, se lo dejó más que claro… Ella seguía pensando que había sido un entretenimiento… Creía que él se dedicaba a seducir mujeres humanas, hasta que acababa con ellas. Y esa idea, estaba seguro, le iba a costar mucho sacarla de su terca cabecita.

·

Elish y Bella se fueron a dar un paseo por la playa, charlando sobre la reunión. Había algunos puntos que la humana aun le costaba asimilar, pero gracias al influjo de Elish, su mente estaba más abierta a razonar.

- Aunque pudiese parecer que me molesta tu insistencia en separarme de Jacob, no lo veo así. En serio. Se que lo haces porque te preocupas por mí… porque me quieres sinceramente.

- Claro que te quiero… Aunque estos días haya estado un poco esquiva, o a la defensiva… descubrir todos los secretos y, más en la forma en que sucedió... - Ambas rodaron los ojos, exagerando un gesto de horror - Creo que me merecía esos días de rabieta.

- Por supuesto que si. Tenías todo el derecho a ponerte como quisieras.

- De todo esto, solo lamento el no poder ir contigo a la universidad… Lo hubiésemos pasado genial. - El tono de Bella se vino abajo.

- Ahora tengo que centrarme en intentar ser madre… No sabemos cuantos óvulos tendré. No puedo perder la oportunidad. - Lamentó Elish.

- ¡Eh, nena! Claro… Aunque seas joven… No te quedes sin hijos. Inténtalo. - La animó, guardando para si, su propia tristeza.

- Pero podré ir más adelante… Podremos. - Sonrió animada.

- Bueno… si no soy demasiado vieja y me confundan con una profesora - Rodó los ojos.

Elish se la quedó mirando, mordiéndose el labio. Bella alzó las cejas, dándole pie a que hablara.

- Si tu… - Inspiró hondo - Si te convirtieras, el tiempo dejaría de ser un impedimento. - Soltó de carrerilla. Bella suspiró, con cierto agobio.

- Yo, no me he parado demasiado en pensar en eso. Es una idea tentadora, no te voy a mentir, pero aun con la mente más abierta - Se sonrieron cómplices - Me parece un poco demasiado. Tengo que pensarlo mucho… Muchísimo. - Meditó - Carlisle ya me aviso de que era una decisión irrevocable, y eso me asusta.

- Si… Así es. Irrevocable. Pero, Bella… No tienes porque pensar en transformarte solo por mi padre. - Bella suspiró, pero se quedó mirando la cara consternada de Elish con curiosidad. - Se que Carlisle te haría el cambio sin dudar, cuando tu se lo pidieras, sin tener que ser pareja de papá. Ninguno de nosotros quiere perderte, te queremos con nosotros, por siempre.

- ¡Chicas! - Las llamó Jake corriendo hacía ellas. - Están esperando a Bella. Tus alumnos quieren saludarte.

Bella y Elish se sonrieron, y apuraron el paso hacía las casas, dejando el tema zanjado.

Zanjado entre ellas, pero Bella, con esa información tenía para pensar largo y tendido.

¿Ser vampira, sin Edward?

¿Unirse a la familia, como una igual?

Si. Si que había pensado más en ese idea de lo que le había confesado a Elish. Y ahora, con su mente más abierta, fue consciente de que si. La idea de ser vampira, como ellos, estaba ahí. Solo tenía que darle algunas vueltas.


Al final, gracias al don de Elihs, la reunión en la reserva, ha ido mucho mejor de lo esperado.

Y gran confesión final de Bella... ¿Así que había pensado en su cambio, más de lo que daba a entender?

¿Vosotras qué decis...? También habíais sacado en "contexto" que Bella si había barajado la idea?

¿O creeís que ella, en el fondo, sigue con dudas?

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