¡HOLA MIS BELLAS!
Un capi con varias cositas. Espero que os guste.
Y tranquilas, que aun le queda un tirón al fic. Hay trama para un rato...
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CAPÍTULO 37
Tres días después, el primer envío de ropa llegó. Varias cajas y bolsas invadían la entrada de la casa Cullen.
Todas las mujeres Cullen tomaron el cargamento y se fueron junto con Bella a su apartamento, dispuestas a pasar una mañana de lo más entretenidas.
Ropa de todo tipo empezó a llenar cama, sillas y algún que otro mueble en el dormitorio de la humana. Blusas, camisetas, pantalones, leggins, vestidos, ropa interior, pijamas…
Dentro de una de las cajas que traía la ropa íntima, aparecieron cuatro camisones, que nadie había pedido.
No eran sexys, en plan erótico, pero si muy sensuales.
Y los cuatro con su correspondiente bata.
Las chicas se sonrieron entre ellas al ver los camisones, todos tenían escote o encajes, de un finísimo gusto. Eso tenía que haber sido escogido por Edward.
Bella no se percató del detalle.
- ¿Y esta bolsa? - Preguntó Alice. - Yo no la pedido. - Todas inclinaron los hombros, incluida Bella, que se acercó para ver de que se trataba, sonriendo pensando que todo esto era una broma de las chicas para darle una sorpresa.
- A ver… Es enorme - Bella fue la encargada de abrirla, puesto que iba dirigida a ella.
El interior de la misteriosa bolsa contenía seis conjuntos de gimnasia para premamas. Todos diseñados especialmente para adaptarse a los constantes cambios físicos de la mujer, del mejor de los tejidos y, preciosos.
Sin más, Bella comenzó a sollozar y de sus ojos, cayeron varias lágrimas incontrolables.
- Pero… ¿Qué ocurre? - Esme, con la cara desencajada de preocupación, se acercó a Bella y le acarició un hombro.
- Ya se de quien es esto… - Gimoteó. Rosalie sonreía, mientras se acercó a la humana; ambas se miraron con comprensión. - ¿Tu sabías…? - Rose negó.
- No tenía ni idea. Pero tras ver de qué ropa se trataba, no me fue difícil atacar cabos. - El resto de las chicas contemplaban a Bella enternecidas.
- Ha sido… un detalle muy… especial - Hipaba, completamente emocionada.
- No dejes que las hormonas se apoderen de ti, ya sabes… - Le guiñó un ojo Rosalie.
- Darme un segundo… Ahora vuelvo.
· · ·
Abajo en el salón, los hombres Cullen escuchaban a las mujeres volverse locas con las compras de Bella.
Estaban encantados por ver como Bella , ahora si, iba integrándose con la familia. Ahora lo hacía poco a poco y con sus tiempos. Como debería haber sido en su momento.
Emmet comenzó a sonreír como un tontorrón en cuanto escuchó a Bella disculparse con el resto; gesto que se hizo aun mayor en cuanto sintió a la humana bajando las escaleras.
Entró en el salón como un tsunami, buscando a Emmet. En cuanto sus ojos se encontraron, ambos mostraron sendos gestos de amor fraternal muto.
- Es preciosa… toda la ropa que has elegido. Yo no podría haber tenido mejor gusto. Pero, lo que ha sido una pasada, no es la ropa en si.
Dicho lo cual, apresuró su caminar hacía Emmet, el cual se levantó del sofá como un resorte, abriendo los brazos, esperándola.
Bella se acurrucó entre esos fortísimos brazos, apretándose al enorme cuello de su osote.
- Eres el mejor… El hermano mayor que cualquier chica quisiera tener… Te debo mucho. Pero tendré la eternidad para compensarte. - A Emmet solo le faltó ronronear.
- Con que me eches un pulso, me doy por compensado - Rió, dejando a Bella pasmada.
- ¿Un pulso? - preguntó, eso… pasmada.
- En unos días, tendrás fuerza suficiente para… bueno, para intentarlo - le guiñó un ojo, retándola.
Bella se giró y buscó a Edward con la mirada, que ya estaba con sus ojos fijos en ella. Asintió divertido.
- ¿En serio? Podré…
- No solo si que podrás, sino que seguramente le ganes. - La animó Edward. Los ojos de Bella duplicaron su tamaño.
- ¡Ufff! Eso será apoteósico… - Los ojos de la humana brillaron de emoción ante semejante reto.
- Yo no he dicho cuándo echaremos ese pulso… - Contestó Emmet socarrón, ganándose malas miradas de los presentes.
- Vamos Emmet, no seas tramposo… - Añadió Jasper, divertido por la trama - Tiene que ser dentro de los primeros meses de convertida. - Bella lo miró frunciendo el ceño. - Durante tu primer año, serás más fuerte… Mucho más, porque tu sangre humana sigue en tu organismo y te da más fuerza física. Cuando se acerca el primer año de convertida se va debilitando hasta que quede la fuerza que - inclinó los hombros - vayas a tener. Ni aumentará ni disminuirá. Se quedará así, por siempre.
Bella lo meditó unos segundos. Hasta que su mirada maliciosa inundó su rostro.
- Pues será en los primeros seis meses. - Le alzó la ceja, estirando su mano. Emmet se la tomó y dieron un quite, firmando un acuerdo. - Tenemos un trato. Tienes testigos. Así que luego no vale echarse a trás. Estás advertido. - Emmet rió, soltando una gran carcajada.
- ¿Por qué no estrenas uno de los conjuntos, bajas y bailamos? - A Bella se le descompuso la cara, mostrando una clara preocupación. Sus manos, de forma inconsciente, volaron hacía su vientre.
El huésped dio un quite, haciendo a Bella bajar la mirada.
- Tu… ¿Quieres bailar? - Preguntó con la voz cargada de duda y temor. Otra patadita, un poco más fuerte.
- Bella, estando ya embarazada bailaste varias veces y no ocurrió nada. - Tomó la palabra Carlisle, dándose cuenta del miedo de la futura mamá. - A un bebé humano tampoco le pasaría nada porque su madre bailara, y mucho menos si el cuerpo de esta, estuviese acostumbrado… Menos le va a ocurrir al tuyo. Tu vientre, está más duro, mucho más, que el de una simple humana.
- Y si… ¿Y si me caigo?
- ¿Crees que dejaría que cayeras? ¿Que algo te ocurriese? - Emmet se posicionó delante de ella, tomándola por los brazos y mirándola muy serio. Bella negó. - ¡Pues sube a cambiarte! Bailaremos despacio… - le dijo con voz suave y mimosa.
Como un acto reflejo, Bella miró hacía Edward. Él asintió mientras sonreía de forma dulce a la par que simpática.
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Cuando subió, las chicas le tenían ya un conjunto escogido.
- ¡Este! Aun no tienes demasiada barriga, así que estarás brutal con él. - Elish bailaba sobre sus pies, emocionada.
- No te quitaría esa emoción por nada… - La voz de Bella se perdió al observar el conjunto en cuestión, abriendo los ojos como platos. - ¿Este? - Preguntó casi exclamando.
- ¿Qué pasa con este? - Contestó preguntando de vuelta Alice. - Es precioso. - La vampira miraba la ropa con cara de no entender, pero lo que estaba haciendo era una actuación de oscar.
- Es… demasiado… ¡todo! - Bella exclamó, mientras su pecho subía y bajaba, agitado. Sobretodo al recordar la conversación con Edward de hacía un par de días.
- Si lo dices por Emmet, a él no le molestará para nada, Bella. - Añadió Rose, uniéndose a la función teatral de Alice - Él te mira como familia, no hay nada sexual en esto.
- Ya… - Bella seguía respirando, y ahogándose por saber cómo rebatirlas. - Ya pero es… transparente y la falda pantalón… creo que tengo bragas que tapan más.
- O… ¿es que hay algún otro motivo? - Añadió Elish. - Bella, debes tener confianza con nosotras, vamos a pasar la eternidad juntas… La confianza entre nosotros, es la clave de unión en la familia - Bella tragó saliva, mientras asentía.
- No puedo decirlo, porque… - Suspiró y en su cara se dibujó una mueca traviesa - lo pensaríais. - Alzó las cejas, mirándolas con intención.
Todas, inclusive Esme, no pudo aguantar las carcajadas. Bella las miró enfurruñada, pero la sonrisa se le escapaba por la arruguitas de los ojos, hasta que acabó uniéndose al resto de féminas.
- Sois terribles… No sabéis lo que es tener a Edward… "cachondo" - deletreó la palabra haciendo mímica, para no emitir ningún sonido.
- Nosotras no… pero tu si. Y… te encanta - Alice la miró con diversión pícara. - Te chifla tenerlo a tus pies… olisqueándote… - Eso, sacó otra ronda de risas.
- Está bien… vosotras ganáis, pero cuando tenga que ir a protegerme con vosotras, luego no os quejéis - Respondió la humana, haciéndose la damisela en apuros. - Traer la ropa… - Rodó los ojos, exagerando el gesto.
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Los chicos habían escuchado la cháchara de las chicas, y estaban pletóricos de emoción al ver el buen rollito que reinaba entre ellas. El como Bella iba acercándose y dejándolas a ellas hacer lo mismo, siempre marcando su ritmo.
Cuando Bella deletreó la palabra, supusieron que haciendo mímica, no pudieron aguantar la risa, incluso Carlisle que estaba enfrascado en trabajo del hospital, no pudo evitar unas carcajadas.
- No quiero ni imaginarme el conjuntito… - Emmet alzó las cejas, picando a Edward; el cual suspiró exagerando un tanto el gesto.
- Le prometí que mantendría mis manos quietas mientras el huésped siga ahí dentro. - Les informó. - Ambos nos comprometimos a ser buenos… - rodó los ojos.
- ¿No podeís tener sexo? ¿Por qué? - Jasper dirigió la mirada a Carlisle. El cual inclinó los hombros.
- Bella está físicamente perfecta, su cuerpo está adaptándose mucho mejor de lo esperado al embarazo. No veo motivos por los que no podáis… O, ¿ella tiene alguna molestia? - Edward negó.
- No quiere, por el bebé. Se comunica con ella, y… bueno, supongo que tendrá miedo a que él o ella, pueda ver mi pene embistiendo - Edward meneó la cabeza, aguantando las carcajadas. El que no las aguantó fue Emmet. - ¡Calla! Las chicas están bajando… No quiero tener que decirle a Bella de qué estábamos hablando… - Rodó los ojos exagerando un gesto de terror.
- Hola chicos… - Elish entró acompañada de Alice. Ambas vestidas con conjuntos deportivos. - Vamos a bailar con Bella.
- Ella no quiere hacerlo sola - murmuró Elish, y miró con disculpa hacía su tío Emmet. - No es que no se fije de ti, pero… tiene miedo.
- Vamos Bella… no seas tonta… - Se escuchó a Rosalie murmurar. Edward meneó la cabeza divertido.
- Pasa Bella… o saldré yo a por ti. - El suspiro de la humana, se escuchó por toda la estancia. - Pues tendré que ir yo… - murmuró chistoso.
Según Edward atravesó la puerta del salón, se encontró de lleno con Rose convenciendo a Bella. Bueno… a la Diosa que ahora ocupaba el cuerpo de Bella.
- ¡Joder! - Murmuró con los ojos literalmente pegado al cuerpo de la humana. Se acercó a ella con aire felino; Bella se mordió el labio, intentando poner cara de inocente - Ahora entiendo el revuelo por el conjunto de ropa. - Suspiró exageradamente - ¿Así pretendes que tenga mis manos alejadas de ti? No me facilitas la tarea Bella… - le ronroneó con una voz tan sexy que Bella se sintió humedecer. Edward alzó la cara y sin ningún disimulo, olfateó. Clavó sus ojos oscurecidos en los de la chica. - Ahora, me lo facilitas mucho, muchísimo menos.
- Fueron ellas - Contestó Bella con tono angelical. Edward dio otro paso. Estaban a veinte centímetros.
- Por mucho que me mires con esos ojitos de cordero, no sirve de nada… - El pecho del vampiro subía y bajaba agitado.
- Edward… - lo llamó Rosalie condescendiente. - Da igual que te pongas en plan sexy… hasta que nazca el bebé no vas a poder echar un polvo… Así que, no te tortures, y a Bella menos. - Edward puso cara de niño pequeño entristecido, pero ante la última frase de su hermana, su mirada felina volvió. Alzó una ceja, interrogativo.
- Estoy sobre hormonada… ¿piensas que no me tiraría sobre ti ahora mismo? - Le contestó Bella con su pulso disparado. Edward se llevó la mano a la cara.
- Cada vez me ayudas menos…
- Venga hermanito… quedan menos de tres semanas… Si has pasado años en sequía, podrás aguantar 20 días.
- Si, pero entonces no estaba Bella - Ambos se sonrieron. Esa simple frase decía mucho. Lo decía todo.
- Deja a Bella, papá… - Elish le alzó una ceja, mostrando su molestia. - ¿En serio vas a hacer este numerito delante de mí? - Meneó la cabeza con fastidio.
Una vez Elish tomó de la mano de Bella, y tiró de ella, sacándola de la jaula de su padre, sonrió manipuladora; Bella la acompañó en su sonrisita.
Justo entrando en el salón, la chica giró la cara a sabiendas que Edward estaría mirándola, como así fue, y le gesticuló con los labios:
"Te quiero"
Y le guiñó un ojo. Edward se quedó allí plantado, embobado. Ella le había dicho que lo quería… aunque fuese mudo. Su pecho se hinchó de emoción y esperanza.
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Las chicas pusieron esterillas de yoga en el suelo y música adecuada, y con gran paciencia de su parte, comenzaron a hacer ejercicios especiales para embarazadas.
Bella llevaba tiempo sin bailar, y sabían de su miedo a hacerse daño a ella y sobretodo al bebé, por lo que empezaron por algo fácil.
Tras eso, recogieron y pusieron música más movida, de la favorita de Bella, y comenzaron a bailar sueltas. Sin pasos elaborados, solo moviéndose con libertad; disfrutando de la música y la compañía. Bella se fue soltando, bailando con más confianza.
Cuando se encontraba ya algo cansada, pero muy feliz, le dio unos golpecitos a su tripa. El huésped se había quedado quieto, sin ningún movimiento, desde que su madre había comenzado a bailar.
- ¿Sigues ahí? ¿Te gusta sentir a mamá bailar? - Le habló con ternura. No tardó en contestar, dándole varios golpecitos rítmicos. - ¡No os lo vais a creer! - Todas dejaron de bailar y se arremolinaron frente a Bella. - Me ha contestado, ¡marcando un ritmo! - Todas alucinaron ante eso. - Vuelve a hacerlo, por favor… - Bella se levantó la camiseta y todas, observaron los movimientos del bebé sobre la piel del abdomen de Bella.
- ¡Guauuu! Eso significa que escucha, y comprende la música. - Alucinó Elish. - Bella… ¿Tienes idea de que acordes puedan ser?
- No creo que sean de nada… será un ritmo, para darme a entender que está cómodo… Espera…
Bella se fue al reproductor y puso una canción… aquella canción que la hizo bailar en la reserva, delante de todos.
Luna
En cuanto la música de la canción comenzó a sonar, el huésped se movió… De forma suave, rítmica.
Bella mantenía sus dos manos en su tripa, con la cara asombrada.
- Edward… Ven.
El nombrado tardó cuatro segundos en presentarse, mirándola con dulzura. La estampa que mostraba Bella era para recordar por toda la eternidad:
Ella balanceándose al ritmo de la música, y acariciando su tripa al compás. Pequeños bultitos se veían a través de su piel. Era su hijo, bailando con su madre.
- Es… indescriptiblemente hermoso - Esme se acercó a su hijo, el cual asintió a las palabras de su madre, y lo tomó por el brazo.
Su hija lo tomó del otro y sus hermanas a ambos lados por detrás de Elish y Esme. Entre todas, comenzaron a balancearse, moviendo al son a Edward.
Bella levantó la cabeza, y su sonrisa fue tan amplia y tan llena de luz al ver la preciosa estampa delante de ella, que podría haber iluminado, ella sola, un estado entero.
Bella estiró una mano en dirección a Edward, invitándolo a acercarse. Él no lo pensó ni un segundo.
Tomó la mano que le ofrecía, acortando totalmente la distancia, pegándose a ella, y pasó su brazo por la espalda de Bella atrayéndola hacía él; la otra mano, la situó encima del vientre de su amada, enlazando los dedos con los de Bella.
Se miraron a los ojos, de una forma dulce y tierna. La mirada de unos padres emocionados, y exultantes de alegría por sentir a su bebé… Con el corazón rebosante de amor, porque el resultado de ese amor mutuo, resultó en el pequeño bultito que asomaba del vientre materno.
Las chicas se fueron discretamente, dándoles un poco de privacidad a la pareja; aunque todo lo que rodeaba al bebé era familiar, ese, era un momento que debían disfrutar los papás.
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Edward cambió la postura de las manos, y posicionó a Bella para bailar. Era algo que tenía pendiente hacer con ella desde hacía mucho, sobre todo desde que la había visto bailar a través del ventanuco de la biblioteca, cuando regresó de su exilio.
Una balada romántica llenó el ambiente, haciéndolo aun más propicio. Eso fue una gentileza de Alice.
- Baila conmigo, Bella - Le propuso Edward; su voz era tan suave y dulce, que nadie en su sano juicio hubiese rechazado la invitación. - No te dejaré caer… ¡jamás! - La miró fijo a los ojos. Bella suspiró, romanticona, asintiendo.
Ambos comenzaron a danzar despacio, acompasados.
- Por cierto… - le habló Bella, pero siguió bailando - Gracias por los camisones. Son preciosos. - Edward sonrió, más que tierno, divertido.
- Estás aprendiendo a disimular muy bien, ¿sabes? Casi me da miedo, pensando en cuando seas como yo.
- Pues ahora… No hay vuelta atrás. - Respondió ella siguiendo el tono divertido.
- No volvería a atrás, por nada. - La voz del vampiro sonó solemne.
Alice los miró unos segundos a través de una visión de ellos bailando, para que Edward se viese con Bella. Como una visión en 3D.
Tras un suspiro tierno, la vampira cortó la comunicación. Pero el regalo fue más que agradecido por Edward. Que como había imaginado en su día, ellos dos, hacían mejor pareja de baile que Bella con Emmet.
Ellos eran la pareja perfecta, en todo.
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- Parece que las cosas empiezan a calmarse, pero de verdad. - Emmet, dejó escapar una sonrisa tierna, cosa extraña en él.
- Han sido unas semanas, difíciles - contestó el comentario Esme - Pero ha merecido la pena. Ellos se aman tanto…
- Hacen una pareja preciosa - Añadió Rose. - Hubiese sido una pena que no acabaran juntos. Nunca había visto a Edward comportarse como ahora…
- Porque se enamoró de Bella desde el principio - Contestó Alice. - Solo que por aquel entonces, Edward estaba muy cerrado. Los sentimientos que rodeaban lo acontecido con Amelia, estaban a flor de piel.
- Él se había mentalizado a no volver a sentir nada por nadie. No había tenido suerte la primera vez, y no estaba dispuesto a intentarlo con nadie - Reveló Jasper, lo que realmente todos ya sabían. - Pero, - Sonrió mostrando felicidad - nadie contaba con Bella. Él, menos que nadie.
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Mientras la pareja bailaba, ajena a todo y todos, disfrutando de su tregua, a unos pocos kilómetros de allí, dos amigos discutían:
Jacob llevaba varios días esquivando todo lo posible a Seth. Desde que había pasado aquello en la reserva, cuando la barbacoa, que él descubrió el estado de Bella, lo había estado volviendo loco preguntando sobre ella.
Al principio Jacob le daba cara y le contestaba a sus martilleante preguntas suponiendo que él estaba preocupado por la chica; ellos habían creado una bonita amistad y era lógico que Seth quisiera saber de su amiga. Pero desde hacía una semana, la insistencia de Seth se había vuelto agobiante… Casi rozando lo enfermizo.
- Seth… Por favor… - Jacob rodó los ojos, hastiado del acoso de su camarada - Desde ayer… bueno, realmente no han pasado 24 horas - Gesticuló con los ojos - no ha habido ningún cambio. No sé qué quieres que te diga… ¡Déjame un poco en paz, tío! - Seth apretaba la boca, fastidiado. Controlando su lengua.
- Estoy preocupado por ella… Me siento fatal de haberme descontrolado así, y ser yo quien desvelara su embarazo.
- Lo se… - La voz de Jake mostraba su aburrimiento - Ya me lo has dicho 100 veces. - Bufó - Y se lo he dicho a Bella, y ella no te culpa de nada… Realmente, ¿de qué iba a culparte? - gesticuló con los brazos. - Que su embarazo se supiera, era cuestión de días. Y por lo de descontrolarte, también estás libre de cargas. Ella no le dio importancia.
- Ya… pero, me siento mal. - Seth gesticulaba nervioso. Más bien, ansioso. - Y, ¿Edward, está molesto? Se puso muy serio y… muy en plan vampiro - meneó la cabeza divertido por sus palabras.
- ¿Edward? - Preguntó extrañado Jake. - Claro que no está enfadado. Se puso serio porque sabía que ya estabas descontrolado y tuvo miedo por Bella… Es normal que se pusiera así. Estabas a menos de dos metros de ella.
- Ya… Me alegro que ninguno me lo tenga en cuenta. Tampoco quiero que él piense nada raro… Se que es muy celoso y no quiero que malinterprete mi preocupación por Bella, con algo que no es.
- No lo hace… - soltó Jake hastiado. - Déjalo ya, Seth, en serio… Resultas muy cansino.
- Me gustaría ir a verla. - Soltó con timidez. Jake lo miró pasmado.
- ¿A quién, a Bella? - Preguntó alucinado.
- Si… A Bella. Llevarle unas flores, y disculparme en persona. Ver cómo está, cómo lleva el embarazo. - Jake cada vez flipaba más. - Tiene que ser una noticia aterradora.
Jacob miró hacía su amigo con el ceño fruncido, Seth era un gran chico, y tenía una parte sensible… pequeña, pero la tenía, pero ese interés, lo desconcertaba. Lo había visto tontear con muchas chicas, pero con ninguna había tenido la obsesión que parecía tener ahora con Bella.
- Seth, no se si será buena idea. - Seth frunció el ceño, molesto. - Bella está bien. Elish me lo ha dicho, que está llevando el embarazo mucho mejor de lo que esperaban. Está contenta, ilusionada; incluso su miedo inicial ha desaparecido… Siente algo de temor por el parto y el saber que seguido será transformada, pero bien. - Le relató con tono un tanto molesto. Ya había perdido la cuenta de las veces que le había repetido lo mismo.
- Si… Ya se que me lo has dicho, pero… igualmente… - Seth respiraba algo forzado, nervioso. Intranquilo. - Me gustaría verla… - Jake negó.
- Se lo comentaré a Edward, pero no se… Ahora ella está tranquila y las cosas empiezan a funcionar en la familia…
- Elish es tu imprimada, ellos son tu familia, y yo tu hermano de manada… Todos somos familia. - Insistió.
- ¡Vale! - Acabó por alzar la voz. - Ya te he dicho que se lo diré, así que no me marees más.
Seth, algo enfurruñado se fue y Jake se quedó mirando como marchaba, con un visible enfado.
Pestañeó sorprendido por la actitud del chico. Nunca, jamás, había visto a Seth alterado o angustiado por algo, o por alguien, como ahora.
Por un segundo, llegó a pasarle la idea de que se hubiese imprimado con Bella, pero lo descartó rápidamente ya que lo habría visto en su mente, aparte de que tendría que haber sucedido cuando conoció a Bella; la imprimación era instantánea, no con efecto retardado. Pero aunque descartó lo que sería más preocupante, no pudo evitar seguir intranquilo ante la actitud de Seth.
Le comentaría a Edward la intención del chico, a ver qué opinaba él, como prometió, pero omitiría esa extraña obsesión.
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Seth no dudaba de la palabra de su amigo y camarada… Ellos siempre habían mantenido desde niños una gran amistad, la cual se forjó cuando ambos se convirtieron en licántropos y más aun cuando, tras un tiempo, el Viejo Quil descubrió en él, el Beta perfecto para Jacob.
Pero algo que no entendía lo mantenía ansioso de saber cómo estaba Bella; de verla con sus propios ojos. Era como una necesidad que le oprimía el pecho. Esperaría unos días más, para darle a Jake el margen de confianza, si tras ese tiempo no veía resultados, tendría que tomar otra serie de acciones.
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Capi bonito y romántico. Que ya iba tocando.
Las cosas empiezan a funcionar entre todos. Y Edward y Bella, hacen una pareja tan linda y tan... ardiente...
Pero... el último párrafo... ¿Qué pensais que le ocurre a Seth?
ESPERO VUESTROS REVIEWS
¡MORDISQUITOSSSSSSS!
