Flufftober 2024

Día 23: Confesión borracha

Se suponía que su prometido, había rechazado todo tipo de vino desde que llegó a Shin Makoku porque dañaría su cuerpo y crecimiento como deportista, entonces ¿por qué ahora se nota que estaba un poco borracho?

—No es para tanto—rio Yuuri, logrando que por lo menos Wolfram comprobara que solo es un borracho feliz y no uno impertinente.

—¿Qué bebiste y por qué lo bebiste, Yuuri?

—Nada, te lo prometo.

Wolfram miró a su alrededor, antes de ir a la cama, tomaba una copa de vino de vez en cuando, esa noche era una de ellas, pero su hermano lo había llamado y al parecer Yuuri se había tomado su copa en su ausencia y para colmo, estaba tan cansado ese día que había elegido un vino fuerte.

—Fue un error, no me di cuenta—volvió a reír el Maou.

—Un trago te lo acepto, pero ¿cómo no te vas a dar cuenta de lo que estás tomando hasta que ya lo terminaste? No te creo nada, Yuuri.

En verdad no le creía nada, siempre era muy estricto con ese tema y que de repente se equivocara y se tomara toda la copa no tenía sentido.
De todas maneras, fuera la razón que fuera ya no había nada qué hacer, simplemente esperaba que se fuera a dormir y lo llevaría por la mañana con Gisella en caso de resaca.

Yuuri obedientemente se recostó en la cama y se cubrió con las sábanas, pero cuando Wolfram iba a apagar las velas, Yuuri lo detuvo.

—¿Podemos hablar un poco antes de dormir?

Wolfram resopló enojado.

—Solo un poco, ya es tarde.

Wolfram giró, de manera que quedó frente a su prometido.

—¿De qué quieres hablar?

—Sabes, hoy estaba nervioso.

—¿Nervioso? ¿Por qué?

—Porque quería hablar contigo.

Wolfram frunció el ceño. ¿Estaba nervioso por hablar con él?

—Por eso decidí tomar tu vino, el alcohol te da valor, ¿no?

—¿Por qué te daría valor el alcohol? ¿Y por qué necesitarías valor para hablar conmigo?

Así que, esa era la razón, pero a Wolfram no le estaba gustando nada la charla.

—Es que quería decirte algo importante.

—¿Qué?

Se escuchaba perfectamente su voz nerviosa.

—Tienes unos ojos muy bonitos, son tan verdes que me recuerdan al fondo de un lago.

Wolfram no pudo decir nada, este Yuuri estaba siendo bastante honesto, casi nunca era así.

—Tus pestañas son muy largas, nunca había visto a alguien con pestañas así.

El rubio se estaba interesando más en esa plática.

—Siempre he pensado que eres más bonito que cualquier chica que hubiera conocido y seguramente mucho más bonito también que cualquier otra chica desconocida.

Ok, la plática estaba yendo por un rumbo diferente del que creía al principio.

—¿Sabes? Yo…

Un gran bostezo lo interrumpió y Wolfram comenzó a desesperarse cuando lo vio cerrar los ojos, listo para dormir, pero él quería seguir escuchando.

—Tú a mi…

Y no hubo más remedio, Yuuri se había quedado dormido.

Mucho más que frustrado, Wolfram le dio la espalda, ¿para qué tomó el vino para darse valor si se iba a quedar dormido sin decirle eso importante?

Pero, al parecer su prometido no estaba tan dormido como creyó.

Sintió cómo se acercó más a él, pasando su brazo sobre su cintura e incluso sintió un breve y pequeño beso en su cuello.

—Me gustas mucho, Wolf.

Pero, lamentablemente Yuuri se quedó dormido enseguida. Wolfram giró para verlo a la cara e intentar despertarlo y que repitiera aquello, pero terminó dándole pena despertarlo.

—¿Cómo puedes decir algo así y quedarte dormido, novato?

Pero, definitivamente Wolfram no dejaría las cosas así, ya vería su Majestad Yuuri cuando despertara, pero mientras tanto, Wolfram se acurrucó en los brazos del Maou y cerró los ojos para dormir, pensando en lo lindo que esas palabras se escuchaban en su boca.