Flufftober 2024
Día 30: Primera vez
Esa noche los besos se habían salido de control, ya se habían acostumbrado a sus sesiones de besos a pesar de que solo llevaban unas semanas así, ninguno de los dos lo veía mal, después de todo, iban a casarse, aunque aún no hubieran fijado una fecha.
Pero, el ambiente en la habitación era demasiado caliente y tentador y la mirada de su compañero les decía que querían seguir, no habían hablado antes sobre ello, ya que el único acuerdo silencioso que tenían era que dejarían todo fluir, ellos sabrían cuando era el momento, no tenían porqué planearlo.
Entonces, ¿esa era esa noche?
Al parecer sí.
Pero, Wolfram tenía que asegurarse, no quería echar todo lo obtenido a la basura y que su tímido prometido retrocediera después de tanto tiempo.
—¿Realmente puedo…?
Estaban a escasos centímetros de distancia, así que pudo ver perfectamente como el rostro de Yuuri se puso totalmente rojo. Abrió y cerró la boca varias veces y aunque su respuesta llegó después de unos segundos, sintió que habían pasado horas.
—Sí, es solo que…no sé…
—¿No sabes qué cosa? —dijo sumamente despacio, seguía sin querer asustarlo.
—No sé qué debería hacer…
Se notaba claramente que a pesar de que Yuuri quería seguir, la inseguridad era algo que lo estaba haciendo dudar.
—¿Me dejas enseñarte?
No estaba seguro de cómo, pero Yuuri sabía que Wolfram nunca había estado con alguien antes, así que no dudaba de él y no tenía porqué hacerlo, pero dado que en Shin Makoku las relaciones entre dos hombres era totalmente aceptado, asumía que entre su educación elemental también incluía educación sexual más amplia, pero nunca quiso ahondar en el tema porque no quería saber cuándo Greta llegaría a esa parte, pero ese no era un buen momento para pensar en su hija… a menos que planeara darle ya un hermanito y ese no era aún el caso…
—Solo ten cuidado…
—Por supuesto. Te haré sentir muy bien.
Ya con esa frase Yuuri ya se sentía desfallecer, la cara sexy y cautivadora de Wolfram era una cosa de otro mundo, literalmente.
Yuuri al principio, había pensado que iría arriba, pero se dio cuenta de que no tenía idea de cómo, así que prefería que él tomara el control mientras aprendía, gracias a esa conclusión ya se había imaginado que se sentiría estar abajo y realmente estaba listo para morder un par de almohadas, era mejor esa posición que ver a Wolfram de frente, eso sería mucho más vergonzoso.
Wolfram respiró hondo antes de continuar, no quería perder el control, quería que su primera vez fuera muy dulce y llena de mimos, por lo que comenzó a darle pequeños besos por todo el rostro para relajarlo. Lo cual parecía que funcionaba, al notar como Yuuri cerraba los ojos y se dedicaba a sentir.
Con solo saber lo que estaban a punto de hacer se estaba poniendo bastante duro y realmente quería lograr que Yuuri se pusiera igual, así que estaba preparado para tomarse su tiempo.
Con un beso profundo en la boca, distrajo al pelinegro, para comenzar a desabrochar su pijama. Sus dedos temblaban un poco por lo que fue un poco difícil desabrocharlos, pero Yuuri parecía que no se percató de ello, estaba totalmente distraído con el beso, pero pronto, sus manos soltaron las sábanas y llegaron a las piernas de su prometido, acariciándolas y subiendo poco a poco su camisón.
Wolfram rio un poco ante ello y después de quitarle la parte superior de su pijama, cortó el beso para poder deshacerse de su propia ropa, pero Yuuri fue más rápido, quitándoselo de un tirón. Le encantaba que pusiera todo de su parte.
Siguió con los besos, mientras acariciaba la entrepierna de su prometido por sobre la ropa, ya se habían tocado hasta ese punto algunas veces, pero ahora se sentía diferente, además, de que ya había logrado que Yuuri estuviera muy excitado.
Decidió que era momento de quitar el resto de la ropa, solo estorbaba, así que le bajó los pantalones y la ropa interior de ambos que ya no tapaban nada.
Los besos descendieron a su pecho y a sus tetillas, dejándolas erectas mientras Yuuri se aferraba a su rubio cabello.
Llegó hasta su estómago, entreteniéndose un poco con su ombligo mientras su mano comenzaba a bajar a su miembro.
Yuuri saltó un poco cuando su mano lo tocó, pero los besos de Wolfram volvieron a subir a su boca para entretenerlo, lo cual funcionaba de maravillaba. El rubio masajeo su erección lentamente, subiendo y bajando, tocándolo como si fuera lo más maravilloso de Shin Makoku, aunque todo el momento lo era en sí, siempre que fuera Yuuri quien estuviera a su lado.
Wolfram dejó su boca para continuar, tenía en mente algo, pero no sabía si Yuuri estaba de acuerdo con ello, pero tenía que intentarlo.
Bajó completamente hasta quedar frente a su miembro y Yuuri supo enseguida lo que quería hacer, y la verdad era que tenía mucha curiosidad al respecto, incluso lo intentaría después de aprender un poco.
Wolfram lo miró a los ojos para poder pedir permiso, pero no fue necesario decir nada, la mirada de Yuuri lo decía todo.
Tomó su pene con su mano y lamió la punta. Yuuri tuvo que cerrar los ojos, al principio quería ver, pero las sensaciones eran abrumadoras y lo obligaban a cerrar los ojos. La lengua de Wolfram comenzó a hacer su trabajo, subía y bajaba y se enredaba por toda la longitud, sacándole varios gemidos en el proceso a su prometido, quien, aunque ya se había imaginado como se sentiría, la realidad superaba cualquier cosa que su mente hubiera creado.
Sin embargo, aunque sabía que podría terminar solo así, Wolfram tenía otros planes.
Se alejó un poco y cuando Yuuri lo sintió, abrió los ojos y lo encontró yendo a la mesita que tenían junto a su cama.
—Espera…—le dijo un poco desesperado, lo que alarmó a Wolfram. ¿Acaso ya no quería…?
Yuuri tuvo que seguir hablando para darse a entender por más vergonzoso que fuera.
—Solo un momento, es solo que…yo también quiero…
La mirada de sorpresa de Wolf le decía que sí había entendido el mensaje, así que regresó junto a él y se recostó sobre las almohadas sin decir nada y sin mirarlo, pero Yuuri notó que se puso muy rojo.
Yuuri también notó cuan excitado estaba su prometido, le agradaba la idea y aunque no tuviera idea aún de lo que estaba por hacer, realmente tenía muchas ganas de llevarlo a su boca y probarlo, solo esperaba hacerlo igual de bien o por lo menos cerca.
Se agachó frente a él e imitó lo que hizo, lo agarró suavemente y subió y bajó su mano, estaba caliente y muy duro, así se sentía el de él cuando se masturbaba. Sacó su lengua y lamió ligeramente, sabía raro e incluso podía sentir el calor que emanaba en su boca. Se aventuró y lamió desde la base hasta la punta. Notó entonces que, a diferencia de él, Wolfram si lo estaba mirando. Eso lo puso más nervioso, pero como pudo, siguió con su labor y comenzó a chupar como pensaba que Wolfram se lo había hecho antes.
Lo sintió retorcer las piernas y también uno que otro gemido. Tuvo que sonreír satisfecho, parecía que le gustaba, eso era bueno, podía sentirse orgulloso.
Pero, de un momento a otro, Wolfram lo empujó y cayó de espaldas contra el colchón. Se veía muy desesperado, como si lo que acababa de hacerle lo hubiera animado aún más.
Rio. No pudo evitarlo, era bueno saber que todo iba bien entre ellos.
Wolfram rio con él, al parecer por la misma razón.
Entonces, volvió a alejarse para sacar de su cajón una botella. Yuuri ni siquiera la había visto antes, pero sabía lo que era, después de todo, él también tenía una guardada para la ocasión.
Decidió por su cuenta, darse la vuelta y acostarse boca abajo. Sintió a Wolfram acercarse hasta él.
—¿Así? ¿Seguro? —susurró en su oído.
Yuuri solo asintió.
—Está bien, pero dime si te duele.
Volvió a asentir.
Wolfram abrió el frasco y cuidadosamente puso un poco en la entrada de Yuuri. Éste se estremeció un poco por la fría sensación, pero no se movió de su posición.
Le habían enseñado sobre el tema, como a todos, pero hacerlo era más difícil y no quería que Yuuri sufriera, ahora se arrepentía de haberle dicho que le enseñaría, hubiera preferido que Yuuri lo maltratara a él…
Nervioso, pero cuidadosamente, metió poco a poco un dedo. Yuuri se aferró a las sábanas al sentir al intruso en su cuerpo. Wolfram se atrevió a meter un segundo dedo y esperó un poco para moverlos.
Los sacó y volvió a meter un par de veces, viendo cuales eran las reacciones de su prometido.
Yuuri se sentía extraño, pero no había dolor y eso era muy importante.
—¿Estás bien?
—Sí—dijo como pudo.
—¿No te duele?
—No, no me duele.
—¿Sigo?
—Sí, sigue…
Wolfram agarró más lubricante, le puso más a Yuuri y se puso también él. Tendría que ser paciente y cuidadoso.
—Ahí voy…—avisó.
Yuuri se sostuvo con más fuerza, mientras sentía a Wolfram entrar en él. Era incluso más raro que sus dedos, pero el lubricante ayudaba, aunque sintió que Wolfram tardó mucho, probablemente lo estaba haciendo con precaución y se lo agradecía.
—¿Estás bien? —volvió a preguntarle.
—Sí, ¿ya entraste?
—Sí, ¿te parece si me muevo?
—Hazlo.
El primer movimiento se sintió aún más extraño e incómodo, pero no estaba mal tampoco.
Wolfram tragó saliva y comenzó a moverse. Un poquito para adentro, un poquito para afuera, lentamente. Pasados un par de minutos y viendo que todo iba bien, le puso un poco más de fuerza y rapidez, fue en ese momento cuando escuchó a Yuuri. No quiso seguir preguntando y parecía que por el sonido se estaba sintiendo bien.
Siguió con ese ritmo un par de veces más y decidió que podía acelerar más. Así lo hizo y por el gemido de Yuuri supo que era bien recibido. Sonrió. Había aguantado mucho esa lentitud por su bien, pero parecía que podía ir un poco más allá.
Con cada nueva estocada, escuchaba a Yuuri gemir, siendo música para sus oídos.
Yuuri por su parte, tuvo que sostenerse de la almohada, sí era un buen elemento para acompañarlo. Definitivamente agradecía la lentitud de Wolfram, pero ese nuevo ritmo era muy bueno.
De un momento a otro, con un golpe duro, sintió a Yuuri estremecerse y soltar un grito ahogado. No sabía bien si había terminado o no, así que volvió a repetirlo, solo para descifrar que había tocado un lugar en especial. Más que emocionado, lo golpeó varias veces más.
El maou nunca había sentido algo como eso, nunca se había estimulado así y definitivamente estuvo bien que él fuera el de abajo, por lo menos mientras aprendía, pero debía reconocer que eso se sentía muy bien, demasiado bien. Incluso, se dio cuenta que estaba babeando la almohada, no podía resistirlo.
Pero, sintió a Wolfram acercarse a su oído.
—Date la vuelta.
—Oh no—pensó Yuuri, su cara estaba de seguro hecha un desastre, no quería que lo viera, era muy vergonzoso.
Sintió unos besos en la espalda, hasta que tuvo el valor de moverse, no sin antes limpiar su boca disimuladamente.
Wolfram salió de él y lo ayudó, volviendo a penetrar desde esa posición.
Se sentía distinto, pero igual de bien, pero tuvo que agarrar la almohada esta vez para taparse la cara.
Escuchó a Wolfram reír levemente, pero no le importaba, no tenía el valor de mirarlo.
Estuvieron unos momentos así, probando la posición, hasta que Wolfram logró volver a tocar su zona sensible.
Yuuri se estaba desesperando, se sentía endemoniadamente bien, pero quería tocarse, y a la vez no quería destaparse la cara.
De pronto, sintió a Wolfram inclinarse más sobre él y tuvo que abrir más las piernas para darle más acceso.
Lo sentía cerca de su rostro, pero lo mejor era que ahora había una fricción entre sus cuerpos, estimulándolo más.
Wolfram fue el que no aguantó más el no poder verle la cara y le arrebató la almohada de golpe, así que Yuuri ni siquiera tuvo tiempo de resistirse.
A pesar de estar avergonzado de que Wolfram viera la expresión en su rostro, era aún más excitante poder ver la de Wolfram tan cerca. Se veía tan sexy, estaba sonrojado y sudoroso, parecía un depredador, y a la vez parecía tan feliz y radiante.
Se acercó a su boca y lo besó con ganas. Wolfram correspondió de igual manera, sin dejar de moverse, pero Yuuri tuvo que soltar su boca unos momentos después, al sentir el momento cerca.
Abrió la boca intentando respirar, mientras las sensaciones se arremolinaban en su entrepierna. Wolfram aceleró y la fricción fue mayor también.
Para Wolfram no había mejor vista que observar a Yuuri disfrutar de su primer orgasmo juntos. La sensación de su cuerpo bajo de él era inexplicable.
Con un gemido largo, pero sin aliento, Yuuri terminó y cuando aún sentía todas las sensaciones en su punto máximo, sintió que Wolfram terminó dentro de él, sin embargo, no se detuvo enseguida, dio unas pocas estocadas más y salió, para desplomarse a su lado sin una pizca de energía, pero totalmente despampanante.
Yuuri lo escuchaba respirar agitado, pero él estaba igual.
No se movieron en un rato, hasta que Wolfram habló cuando recuperó un poco el aliento.
—¿Te lastimé?
—No…fue…—Yuuri suspiró—, no sé cómo describirlo, pero te agradecería que hiciéramos esto a diario—no supo como pudo ser tan honesto, pero necesitaba repetir.
Wolfram rio.
—Estoy de acuerdo con la idea.
Aún agotado, Yuuri se dio la vuelta para mirarlo.
—Te amo.
Wolfram se acercó más para abrazarlo.
—Yo también te amo.
Debían de limpiarse un poco, aunque fuera y vestirse de nuevo si no querían resfriarse, pero ese momento y ese abrazo era algo especial y no lo dejarían pasar, ya harían el resto después.
