Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.
Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry potter y sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JK. Rollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.
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"La confusión y el miedo de perder algo que amas, hace que hagas algo impulsivo, aunque no vaya con uno y solo confunda a los demás."_(Hermione Hean Granger)
Pero al entrar, no había nada terrorífico allí, sólo una mesa con siete botellas de diferente tamaño puestas en fila.
–Snape.
Dijo serio Harry, preguntando Garu con seriedad.
–¿Qué tenemos que hacer?
Pasaron el umbral y de inmediato un fuego se encendió detrás de ellos, haciendo sobresaltar a Garu que miró a todos lados. No era un fuego común, era de un color púrpura intenso.
Al mismo tiempo, llamas negras se encendieron delante. Estaban atrapados, Garu se puso nervioso porque jamás había estado en esa situación sin que Pucca estuviera a su lado o interviniera de alguna forma.
–¡Miren!
Hermione cogió un rollo de papel, que estaba cerca de las botellas. Garu y Harry miraron por encima de su hombro para leerlo, pasando sus ojos poco a poco por las letras:
El peligro yace ante ti, mientras la seguridad está detrás, dos queremos ayudarte, cualquiera que encuentres, una entre nosotras siete te dejará adelantarte, otra llevará al que lo beba para atrás, dos contienen sólo vino de ortiga, tres son mortales, esperando escondidos en la fila.
Elige, a menos que quieras quedarte para siempre, para ayudarte en tu elección, te damos cuatro claves:
Primera, por más astucia que tenga el veneno para ocultarse siempre encontrarás alguno al lado izquierdo del vino de ortiga.
Segunda, son diferentes las que están en los extremos, pero si quieres moverte hacia delante, ninguna es tu amiga.
Tercera, como claramente ves, todas tenemos tamaños diferentes: Ni el enano ni el gigante guardan la muerte en su interior.
Cuarta, la segunda a la izquierda y la segunda a la derecha son gemelas una vez que las pruebes, aunque a primera vista sean diferentes.
Hermione dejó escapar un gran suspiro y Harry, sorprendido, vio que sonreía, lo último que había esperado que hiciera. Mientras que su hermano gemelo Garu, estaba perdido, ansioso por primera vez y sin el lado analítico que tanto lo caracterizaba.
Hermione examinó las botellas con una expresión decidida, su mente trabajando rápidamente para desentrañar el acertijo. Harry miró a su amiga con esperanza, pero Garu seguía inquieto, observando el fuego púrpura detrás de ellos y las llamas negras delante.
–¿Sabes qué hacer?
Preguntó curioso Harry, inclinándose hacia Hermione.
–Esto es muy bueno.
Dijo encantada Hermione.
–Esto no es magia… es lógica… es un acertijo. Muchos de los más grandes magos no han tenido una gota de lógica y se quedarían aquí para siempre.
–Pero nosotros también, ¿no?
Dijo ansioso Harry, Garu se quedó callado e intentó calmarse para concentrarse.
–Por supuesto que no.
Dijo decidida Hermione.
–Lo único que necesitamos está en este papel. Siete botellas: tres con veneno, dos con vino, una nos llevará a salvo a través del fuego negro y la otra hacia atrás, por el fuego púrpura.
–Pero, ¿cómo sabremos cuál beber?
Preguntaron ambos gemelos potter, Hermione colocando una mano en su mentón y diciendo seria.
–Denme un minuto.
Hermione leyó el papel varias veces, haciendo esperar a los gemelos y dejar todo en silencio. Luego paseó de un lado al otro de la fila de botellas, murmurando y señalándolas. Al fin, se golpeó las manos.
–Lo tengo.
Dijo segura.
–La más pequeña nos llevará por el fuego negro, hacia la Piedra.
Harry y Garu miraron a la diminuta botella.
–Aquí tal vez hay sólo para dos de nosotros.
Dijo firme Garu, Harry agregó con seriedad.
–No hay más que dos tragos.
Se miraron.
–¿Cuál nos hará volver por entre las llamas púrpura?
Preguntaron ambos gemelos, mientras que Hermione señalaba una botella redonda del extremo derecho de la fila.
–Es esa.
–Tú bebe de ésa.
Dijo tajante Harry, Hermione intentó protestar.
–No, Harry.
–Sí, Hermione, Vuelve, busca a Ron y coge las escobas del cuarto de las llaves voladoras. Con ellas podréis salir por la trampilla sin que os vea Fluffy y allí le dices a Pucca que los acompañe. Id directamente a la lechucería y enviad a Hedwig a Dumbledore, lo necesitamos.
Ordenó aprisa, sin que terminara de dar las indicaciones.
–Puede ser que yo y Garu detengamos un poco a Snape, pero la verdad es que no podemos igualarlo.
–Pero, Harry, Garu… ¿Y si Quien ustedes saben está con él?
Interrogó preocupada Hermione.
–Bueno, ya tuvimos suerte una vez, ¿no?
Dijeron Harry y Garu al unísono, señalando su cicatriz.
–Puede ser que la tengamos de nuevo.
Los labios de Hermione temblaron, y de pronto se lanzó sobre Harry y Garu y los abrazó.
–¡Hermione!
Dijeron asombrados los gemelos Potter, diciendo conmovida Hermione.
–Garu, Harry… Son unos grandes magos, ya lo saben.
–No somos tan buenos como tú.
Contestaron muy incómodos, mientras ella los soltaba.
–¡Yo!
Exclamó alagada Hermione.
–¡Libros! ¡Inteligencia! Hay cosas mucho más importantes, amistad y valentía y… ¡Oh, Harry, Garu, tengan cuidado!
–Bebe primero.
Dijo serio Harry, Garu ansioso cuestionó.
–Estás segura de cuál es cuál, ¿no?
–Totalmente.
Dijo convencida Hermione, asintiendo para tranquilizar a Garu y al mismo Harry. Se tomó de un trago el contenido de la botellita redondeada y se estremeció, era obvio que el sabor no le había gustado para nada.
–No es veneno, ¿verdad?
Dijo Harry con voz nerviosa, Garu solo miró a Hermione preocupado.
–No… pero parece hielo y sabe un poco amargo.
Respondió un poco asqueada Hermione, apresurándola Garu con decisión.
–Rápido, vete, antes de que se termine el efecto.
–Buena suerte… Tengan cuidado…
Dijo rápidamente Hermione, diciendo ansioso Harry.
–¡VETE!
Hermione asintió calmadamente, pero antes de irse, besó sin pensar los labios de Harry y luego los de Garu. luego, antes de que los gemelos pudieran decir algo, giró en redondo y pasó directamente a través del fuego púrpura.
Garu y Harry se quedaron de pie, mirando la figura de Hermione desvanecerse entre las llamas púrpuras, mientras el eco de sus palabras resonaba en sus mentes. El beso que Hermione les había dado parecía estar marcado en sus labios, un acto inesperado que ambos no habían visto venir.
La confusión se reflejaba en sus ojos, y por un momento, el riesgo de la situación pareció desvanecerse en la niebla de sus emociones. Garu, aunque generalmente tan analítico y calculador, sentía una mezcla de emociones que no sabía cómo procesar.
Hermione había sido su amiga, su compañera en tantas aventuras de estudio en Hogwarts, pero ese beso… No podía negar la extraña calidez que se había apoderado de él, un sentimiento que era tan inesperado como desconcertante.
Le había gustado el beso que Hermione le había dado, pero sé odiaba así mismo por disfrutarlo. Aún no tenía bien definido la relación que tenía con Pucca, pero él beso de Hermione que había recibido, aunque dulce, lo hacía sentir como sí traicionara a su no novia.
Ahora entendía la molestia contra Hermione que Pucca tenía, pero es que Pucca no podía enojarse con nadie más que con él por no evitarlo. No deseaba contarle a Pucca, porque esto solo la haría enojar con todos y haría que sé desquitara con Hermione.
Y sinceramente no quería que hiciera eso, pues el único culpable era él por confundir su corazón sin tener justificación, así como Pucca la tenía. Pues lo quisiera o no, sí ella le hiciera lo mismo él no podría enfadarse con Pucca debido a la poción pasada que Jing Jing le dio.
Y sí, sabía de sobra que entre Destiny, Ronnie y Draco se la quitaron. Pero no significaba que no pudiera a ver efectos secundarios, que a pesar de ser una semidiosa jamás podría evitar como quisiera.
Miró a Harry, buscando alguna pista, alguna palabra que pudiera ayudarle a entender lo que acababan de vivir. Harry, por otro lado, también estaba atónito.
Sabía que había algo especial en su relación con Hermione, algo que no podía ser ignorado. Lo supo cuando la vio entrar a su compartimento del expreso de Hogwarts, Pero ese beso...
Había sido diferente, un beso que lo hizo temblar de pies a cabeza. Había sido un acto lleno de urgencia, de preocupación, de despedida, como sí por un momento correspondiera a su sentir y temiera perderlo.
Pero entonces recordó que también había besado a Garu, y su sentir emocionado titiló en una mescla de alegría y celos porque también su hermano recibiera ese beso que Harry sentía que solo debía de ser para él. Hermione se había alejado de ellos por un momento, y aunque su corazón latía con fuerza.
La misión seguía siendo lo más importante, así que ambos hermanos sacudieron la cabeza para despejarse. Harry y Garu respiraron profundamente y Harry cogió la más pequeña de las botellas, decidido a acabar con esto y cuando saliera aclararía eso. Se enfrentaron a las llamas negras, dando su último suspiro antes de ir a la batalla.
–Allá vamos.
Dijeron firmes, y se bebieron cada uno el contenido de un trago. Era realmente como si tragaran hielo, además de que Hermione tenía razón, sabía un poquito amargo.
Garu dejó la botella y fue hacia delante, junto a él venía Harry dispuesto a enfrentarlo todo. Se dieron ánimo al ver que las llamas negras lamían sus cuerpos, pero no los quemaban.
Durante un momento no pudieron ver más que fuego oscuro, un fuego que si no fuera por la poción los quemaría vivos. Luego se encontraron al otro lado, en la última habitación.
Ya había alguien allí, al parecer eran dos personas. Pero no eran los Snape, y para el desconcierto de los gemelos tampoco era Voldemort.
