Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de Masami Kurumada y toda su banda.
19. ... Cuando Alguien Invade tu Espacio Personal.
Violate se encontraba en silencio, observando como Touma hablaba animadamente con un grupo de recién llegados al orfanato. Un par de días antes Touma le había contado de la posibilidad de que esas personas visitaran el lugar, asegurándole que era una visita rutinaria donde lo único que hacían los desconocidos era asegurarse de que todo esté en orden.
A pesar de que ella no se sentía del todo cómoda con la idea de que un grupo de desconocidos se acercara al orfanato justo cuando ya todo estaba en orden, ignorando que en el pasado su situación no había sido del todo buena y esas personas no habían asomado ni la nariz, decidió tragarse sus palabras y sonreír cuando Touma llamó la atención sobre ella, haciendo que la mirada de los cuatro hombres se centrara en ella.
—Chicos, ella es Violate, nuestro contacto con la gente de servicios sociales de la ciudad —señalo mientras invitaba a Violate a acercarse—. Violate, ellos son Douglas, Junkers, Curtiss y Bleriot, los chicos del gobierno.
—Touma, nunca nos dijiste que había una nueva chica trabajando con ustedes.
—Si, y menos que era tan bonita.
Violate resistió las ganas de voltear los ojos, o de hacer una mueca de asco, en especial cuando notó que Touma, detrás de los cuatro hombres, negó levemente con la cabeza, para después juntar las dos manos, pidiéndole algo de paciencia. Ella de verdad quiso hacerle caso a su amigo y buscar en su interior el más mínimo rastro de paciencia, pero le fue imposible cuando Douglas, el más grande de todos, se acercó a ella para, sin tener consideración alguna por su espacio personal, pasar a darle un abrazo como forma de saludo antes de un beso en cada mejilla.
Antes de que pudiera reaccionar, el resto de desconocidos se acercó a ella para repetir el fraternal, y no solicitado, saludo, para mayor fastidio de la mujer.
Había muchas cosas que sacaban de quicio a Violate, y entre las muchas de esas cosas se encontraba el que otros invadieran su espacio personal, en especial si eran desconocidos. Sintiendo el inicio de una burbujeante molestia arder desde su interior, Violate cerró el puño derecho, preparada para darle un golpe al último de los desconocidos, incluso levantó la mano lista para hacerlo, hasta que sintió que alguien detenía su mano y la bajaba, antes de que todos los hombres se percataran de sus acciones.
Al mirar a la derecha, y justo después de que el último hombre se alejara de ella, noto que Shaka estaba a su lado, sosteniendo su mano.
—Oh, chicos, ¿recuerdan a Shaka? ¿nuestro psicólogo? ahora es nuestro jefe.
Las palabras de Touma hicieron que Violate se relajara un poco mas, y que Shaka la soltara para poder atender a los desconocidos invasores de espacio personal. Al menos, mientras veía a Shaka ser saludado con el mismo entusiasmo con el que la saludaron a ella, y veía al rubio alejarse de la misma forma que ella había tratado segundos atrás, sabía que no era la única que valoraba su espacio personal.
