¡Hola! Aquí Saori-nee retomando a "Las Villanas" con el primer capítulo de este año nuevo 2025. Espero lo disfruten mucho y sin más que decir de momento ¡Comencemos! :D
Las Villanas de Saint Michael's
Capítulo 12 – El Inicio de algo nuevo
Saint Michael's – Salón de Clases
Lunes, primer día de la semana en Saint Michael's. Han pasado unos días desde que Sakura y yo hicimos "eso" en el cubículo de la biblioteca y desde entonces, nuestra relación no ha vuelto a ser la misma. Sólo que mis amigas aún no lo saben.
Aquella mañana, llego a mi salón de clases como siempre y saludo a mis queridas amigas como si nada hubiera cambiado.
– Buenos días, Eiko, Ikue.
– Buenos días, Kurara.
Al ver a mis queridas amigas ya dentro del salón, las saludo y voy con ellas para platicar antes de que inicien las clases
– ¿Cómo están? ¿Qué tal la pasaron el fin de semana?
– Muy bien, Ikue-san me dijo que estaba aburrida, así que fui a quedarme con ella el sábado por la noche y nos desvelamos hasta muy tarde.
– Eiko-san – algo sonrojada.
Voltea conmigo y me dice.
– También te invitamos a ti para que nos acompañaras, pero jamás contestaste ¿Dónde estabas?
– Bueno, yo… estaba ocupada con la investigación para el proyecto de la profesora Sarasa, jaja.
– ¿Ah, sí? – pregunta Eiko con sonrisa algo pícara – Y cuéntanos ¿Cómo te fue con dicha investigación? ¿Tuvieron algún avance el día que te quedaste con Sakura en la biblioteca?
– Bueno… se podría decir que algo así.
Eiko e Ikue se quedan sorprendidas con mi respuesta, aunque no lo noto ya que me pongo a pensar en lo que Sakura y yo hicimos ese día en la biblioteca.
"Y pensar que al final tuvimos que salir corriendo para que no nos regañaran, fue tan divertido" pienso con una sonrisa.
Cabe mencionar que hasta ahora, aún no habíamos recibido ningún regaño por parte de Maki-san o de alguna otra autoridad.
"Me pregunto ¿Por qué no nos habrá delatado? No es como que no seamos amigas, pero tampoco somos tan cercanas ¿Por qué nos estará cubriendo?"
Sea como sea, lo mejor será que más tarde le lleve alguna clase de regalo como agradecimiento por no delatarnos. Tener a la vice presidenta del consejo estudiantil en mi contra sería muy perjudicial, si deseo mantener mi nueva vida escolar en Saint Michael's.
"Además, ahora tengo aún más motivos para quedarme".
Pienso alegre cuando mis amigas me traen de vuelta a la realidad, agitándome.
– Ya cuéntanos, Kurara ¿A qué te refieres con que sí tuviste un avance?
– Acaso ustedes dos… ¿Se besaron?
– Bueno, nosotras…
Pero antes de que pueda responderles, Sakura entra al salón con su hermoso cabello negro y sus preciosos ojos amarillos, se dirige hacia nosotras con una sonrisa, que jamás habíamos visto en ella.
– Muy buenos días, Ikue-san, Eiko-san.
– Buenos días, Sakura-san.
– Y muy buenos días especialmente a ti, lindura.
Sin previo aviso, Sakura me abraza por detrás y me da un pequeño beso en la mejilla, el cual no pasa nada desapercibido ni como un gesto amistoso.
Al vernos, Eiko e Ikue se quedan con la boca abierta, sorprendidas de lo que acaban de ver. Algo sonrojada, les digo.
– Ah, sí. Sobre Sakura y yo, resulta que nosotras…
– ¡¿USTEDES DOS…?!
– ¡No digan nada! – susurro.
– ¡Hhhhhhhmmmmm!
Antes de que puedan gritar lo que vieron, les cubro la boca con fuerza a ambas y sin soltarlas, las llevo fuera del salón conmigo con Sakura confundida detrás de mí.
Fuera del salón de clases
Una vez a solas en el pasillo, les digo.
– Muy bien, ahora escúchenme ustedes dos, voy a liberarlas, pero cuando lo haga, no quiero que emitan ningún grito ni digan nada de lo que les voy a decir ¿Entendido?
Ambas asienten con la cabeza en señal de afirmación y las libero, pero cuando lo hago.
– ¡¿USTEDES DOS…?!
– ¡¿Qué les acabo de decir?!
– Lo sentimos, Kurara, es sólo que… ¿En verdad ustedes dos…? Bueno.
– ¿Están saliendo? – completa Eiko la pregunta de Ikue.
– Eso… así es.
– ¡¿EN SERIO?!
– ¡Cielos, ustedes dos! ¿Es que no pueden guardar silencio?
– ¡No podemos! ¡Esto es tan emocionante!
– ¿Desde cuándo están saliendo?
– ¿Quién se le declaro a quién?
– ¿Dónde se declararon?
– Tranquilas, por favor. Prometo que les explicaré todo, pero por ahora lo único que tienen que saber es que… así es.
Entrelazo mis dedos con los de Sakura y les digo.
– Sakura y yo… estamos saliendo. ¿Okay?
– Kurara-chan…
– Kurara…
– ¡Que felicidad!
Las dos se lanzan sobre mí y me dan un fuerte abrazo, abrazando y felicitando también a Sakura.
– Muchas gracias, amigas. Pero por favor, no se lo vayan a andar diciendo a nadie ¿Okay?
– ¿Por qué no?
– ¿Acaso están en una relación secreta? ¿Eh?
– Bueno… no exactamente.
Si bien no deseo que mi relación con Sakura sea algo secreto, tampoco quiero que se convierta en algo de lo que toda la escuela se entere, debido a los problemas y comentarios que una relación como la nuestra podría causar.
"Y especialmente, no quisiera que la noticia de nuestra relación llegara a oídos de su novia predestinada, Saki" Aún no tengo idea de cómo voy a reaccionar cuando nos la encontremos.
Para que no noten mis preocupaciones, les digo.
– Sólo no queremos llamar la atención de todo el mundo. Queremos poder estar un rato tranquilas, solo nosotras dos ¿Esta bien?
– De acuerdo, de acuerdo, descuida.
– Sabes que tu secreto esta a salvo con nosotras, Kurara.
– Chicas.
Las cuatro sonreímos y nos quedamos platicando un ratito más ahí en el pasillo, antes de que llegue la maestra.
– ¿Quién diría que incluso la siempre malhumorada Kurara encontraría el amor algún día? – menciona Eiko – Eso sin duda es algo para celebrarse.
Voltea con Ikue y le dice de broma.
– Más te vale que no se te ocurra conseguir una pareja antes que yo ¿Eh?
– E-Eiko-chan.
La breve reacción desalentadora de Ikue al escuchar esto, se ve interrumpida cuando de repente Eiko hace una mueca rara y entonces.
– ¡ACHU!
Suelta un gran estornudo, que llama la atención de todas.
– Eiko-chan ¿Estás bien?
– Sí, por supuesto ¿Por qué lo preguntas? Sólo fue un pequeño… ¡ACHUUU!
Tras soltar un segundo gran estornudo, todas volteamos a verla algo preocupadas y dice.
– Ay, no.
Saint Michael's – Salón de Clases
Al día siguiente en Saint Michael's, faltan sólo 2 minutos para que comience la primera clase y Eiko todavía no ha llegado.
– Que raro, normalmente a esta hora, ya debió haber llegado. ¿Dónde estará?
Volteo con Ikue, quien luce un tanto preocupada y le pregunto.
– Ikue, por casualidad ¿Eiko no te dijo nada al respecto sobre si llegaría tarde?
– No, no me ha dicho desde ayer que regresamos juntas a casa, ni tampoco me la encontré hoy en el lugar donde siempre nos encontramos.
– ¿Dónde siempre se encuentran? – pregunta curiosa Sakura.
– Ah, permíteme explicarte – le digo – Ya que Eiko e Ikue han vivido a sólo un par de cuadras de distancia desde que éramos niñas, desde siempre han tenido la costumbre de encontrarse para ir y regresar juntas de clases.
– Así es, pero como el día de hoy no encontré a Eiko, supuse que se habría adelantado sin mí, así que me vine yo sola. Me pregunto si debí haberla ido a buscar a su casa primero.
– Descuida, no creo que eso haya sido necesario – le digo para tranquilizarla – seguro que sólo se quedó dormida. Ya ves como es cuando se desvela. Que no te sorprenda si llega hasta la segunda o la tercera hora.
– Kurara-chan.
Le digo para tranquilizarla, cuando en ese momento, cuando sólo faltan unos segundos para iniciar la clase, Eiko entra al salón.
– ¡¿Eiko-chan?!
Eiko entra tambaleándose, notándose algo desorientada y portando un cubrebocas, así como unos lentes oscuros y una bufanda rodeando su garganta.
De no ser por su característico cabello color verde azulado a la altura de sus hombros, ni siquiera la habría reconocido.
A diferente de Ikue quien de inmediato la reconoce y al verla tambaleándose de esa manera, se levanta y va corriendo con ella para ayudarla con Sakura y conmigo detrás de ella.
– Buenos días, chicas – dice Eiko con la voz algo ronca.
– Eiko ¿Estás bien? – le pregunto algo preocupada.
– Sí, como nunca, amigas ¿Por qué lo preguntan? ¡ACHU! – estornuda.
– Bueno, es que tú…
– Ah ¿Hablan de esto? – haciendo referencia a su cubrebocas y bufanda – sólo lo traigo porque mi mamá insistió en que lo llevara, ya que amanecí con algo de gripa, pero no es nada grave.
– Eiko-san…
Las tres la miramos algo preocupadas. Especialmente Ikue quien, aunque luce bastante preocupada, no dice nada e intenta llevarla hasta su lugar.
– Descuida, Ikue, no tienes que ayudarme, puedo llegar yo sola.
– Eiko.
Tras rechazar su ayuda, con un poco de esfuerzo logra llegar hasta su lugar y una vez sentada, notamos lo cansada que se ve, como si se fuera a quedar dormida en cualquier momento.
Sin embargo, antes de que podamos hablar con ella y preguntarle más de cómo se siente, la maestra Sarasa entra al salón y comienza la clase.
– Muy buenos días alumnas, vamos a dar comienzo a la clase de hoy.
– Ugh.
Espero que todo salga bien.
Más tarde ese día
Durante toda la primera hora, la clase se da con normalidad, con Eiko tomando notas de la clase e incluso preguntándole a Ikue un par de cosas.
Sin embargo, ya para la segunda hora, comenzamos a notar cómo Eiko tiene una pinta cada vez peor. Su piel luce más pálida, sus ojos más cansados e incluso se tambalea de vez en cuando, como si se fuera a quedar dormida.
"Será mejor que ahorita que sea el receso, la llevemos a la enfermería, sólo para comprobar que este bien" – me digo a mi misma preocupada por nuestra terca amiga.
Sin embargo durante la tercera hora, cuando estamos en una sesión de lectura, la profesora Sarasa la llama y le pide.
– Eiko-san ¿Podrías ayudarnos a leer el tercer párrafo de la página 45, por favor?
– ¿Uh? Sí, claro – menciona en voz muy baja, bastante confundida, desorientada.
Sin embargo durante un tiempo se queda ahí sentada, tambaleandose, como si no se quisiera levantar
– Eiko-chan ¿te encuentras bien? – le pregunta Ikue bastante preocupada.
No le responde, se continua tambaleando en su lugar. Y cuando finalmente intenta ponerse de pie para leer la lectura.
– ¡Eiko-san!
Eiko cae al suelo causando un estrepitoso ruido que llama la atención de todas en el salón. Especialmente la de Ikue quien tan pronto ve caer a su amiga, se levanta de inmediato y va corriendo con ella.
– ¡Eiko-chan, despierta por favor! ¡Eiko-chan!
