Los exámenes de curso siempre eran una época complicada que hacía que todo el mundo perdiera la poca cordura que tenían. Estos que se avecinaban tenían un tinte especial al ser orquestados por la mismísima lengua divina, haciendo que todos en la estrella polar se lo tomaran completamente en serio.
Todos menos Soma por supuesto.
Él había tomado suficientemente en serio toda su carrera escolar como para echarse a morir por un teatro de Erina, sin embargo la preparación que sus compañeros estaban tomando con respecto al asunto le había dado la oportunidad que había estado esperando por tanto tiempo… finalmente iba a estar a solas con ella.
Había sido paciente, tratando de encontrarse con ella de forma casual a la salida de darse un baño. Subiéndose el ego cuando ella perdía su mirada en el torso descubierto del chico, tiñendo de carmín sus mejillas y después encerrándose en su habitación, y él con la oreja bien puesta en la pared para deleitarse en la música que los gemidos de ella componían.
Era un maldito enfermo
Cuando no se entretenía tramando esos encuentros para excitarla, se dejaba decirle ahora frases subliminales, que él bien sabía podían otorgarle el trofeo de sus fantasías
-Este plato está excelente Megumi-
-Lo dices en serio Soma-kun? No… no le cambiarías nada?-
-En lo absoluto- una mirada depredadora se apoderó de los ojos del chico mientras se dio permiso de observarla de arriba abajo -muero por probar el plato principal-
El recuerdo de ella temblando de pies a cabeza e inventando una excusa para huir a toda prisa todavía lo llenaba de satisfacción, aún más porque esa noche la había escuchado masturbarse dos veces.
De cuando en cuando se preguntaba si Megumi tenía sospechas de que él era un espectador oculto (y muchas veces un participante oculto también) de sus sesiones de autocomplacencia, pero rápidamente descartaba ese pensamiento: Ella no tendría el valor de verlo a la cara nunca más de haberlo sabido.
Y por ello Soma era aún más precavido, sabía que un movimiento en falso podía hacer que la perdiera para siempre… si Megumi se enteraba de que sus aventuras sexuales eran bien conocidas por el objeto de su deseo, era capaz de borrar su existencia de la academia en menos de lo que le tomaba a Soma preparar el desayuno.
Tenía que ser cauteloso mientras no decidiera su siguiente paso, pero bendita Erina y su locura de hacer un solo examen maestro donde los estudiantes debían preparar un plato exótico basándose en cocina de otros países, que había logrado que esa noche todos los miembros de la estrella polar, a excepción de los dos amigos, tuvieran listas las maletas para irse a diferentes excursiones el día siguiente con tal perfeccionar sus recetas.
Y como tradición de la residencia, esa noche habían montado una fiesta cuya resaca definitivamente les acompañaría los días de excursión.
Todos estaban de buen ánimo gracias a una serie de mezclas de licores que Rioko había conseguido y preparado especialmente para la ocasión: sake combinado con jengibre, licor de caña y sandía traído desde Costa Rica, un agave de edición limitada desde México. Tan a pecho se lo había tomado la experta en licores que tenía todo un bar a su disposición y desplegaba un show de Barman profesional.
Y todo aquello solo prometía una borrachera tal que el mismo Marui había dejado de objetar sobre el uso de su cuarto hacía unas tres copas atrás.
Soma por lo general evitaba pasarse de copas, ya había tenido una horrorosa experiencia pasándose de listo durante la celebración por la selección de otoño y el resultado solo le había traído dolores de cabeza y la pérdida temporal de su gusto por la cocina (es que no podía estar cerca de olores fuertes como condimentos sin tener arcadas o migraña). No señor, el licor definitivamente no era lo suyo.
Sin embargo, no había perdido de vista a una persona que si que la estaba pasando genial degustando todos los sabores que Rioko había aportado a la noche..
Megumi tenía las mejillas más encendidas que de costumbre, además hablaba mucho más relajada y menos ceremoniosa que siempre, y portaba un pequeño exceso de confianza que la hacía descuidar a ratos la forma correcta de sentarse, haciendo que la falda que llevaba subiera un par de pulgadas más de lo que una señorita bien educada que estaría dispuesta a revelar.
Todo ello era un paraíso infernal para Soma, que encargado de la parrilla improvisada que habían construido, había descuidado un par de ocasiones el punto perfecto de cocción de la carne (ganándose bastantes reproches de Erina) por culpa de la hermosa vista de las piernas de su compañera.
Al mismo tiempo, verla expuesta en frente de todos sus amigos le generaba un sentimiento agrio, Megumi no era consciente del pequeño espectáculo que brindaba por lo que Soma quería actuar cual caballero y de cuando en cuando abandonaba su puesto de parrilla solo para ir a hacerle conversación a la peliazul, haciendo de forma sutil que ella cambiase su posición de forma tal que quedaba cubierta de nuevo.
El sabía que era un hipócrita, de ser solo ellos dos en la habitación no solo habría disfrutado la vista, habría alentado a la chica a mostrarle más… todo de ser posible.
Pero ello era un show que quería guardar para el mismo, y por nada del mundo estaba dispuesto a compartir tal privilegio con ninguno de sus compañeros.
Vio el objeto de su deseo levantarse y tambaleando dirigirse a la puerta, no sin antes tener un desastroso tropiezo con Rioko que llevaba los últimos restos del licor de sandía, bañando a la peliazul con su contenido.
-No te preocupes Rioko-Chan, solo debo ir a cambiarme y vuelvo- dijo la chica en lo que parecía un trabalenguas y Soma vio como ella abandonaba el cuarto para dirigirse al piso de arriba…
Al piso desierto de arriba
Sin curiosos,
Sin que nadie interrumpiera..
La mente de Soma iba a mil…
Estaba seguro, quería ir a atacar
Así que subió sin dudarlo tras ella, sin saber a ciencia cierta qué tanto podría atreverse. Ella estaba ebria a más no poder y sabía que él no se aprovecharía de ella
Pero..si pudiera probar… solo un poco..
La encontró apoyada sobre la puerta de su habitación, teniendo problemas con la llave que parecía escurrirse en sus manos
-Parece que ocupas ayuda con eso Tadokoro-
Ella detuvo la titánica labor de colocar la llave de forma correcta y se giró para verlo, se veía absolutamente radiante.
-oh Soma-kun….creo que podría aceptar la ayuda, necesito quitarme esto- dijo tomando los bordes de su falda- el licor estaba excelente, pero encima mío se siente algo pegajoso
Era lo que menos necesitaba oír, un sabor exótico sobre el delicioso bocadillo que se le hacía Megumi
-ahhh Tadokoro, en verdad tenía ganas de probar ese licor pero ahora lo traes todo encima-
-lo siento jeje…mmm a menos a que te arriesgues a probarlo de mi cuerpo, creo que te quedarás con las ganas-
Maldita sea! Aquello era una invitación, sabía que ella lo deseaba, solo tenía que decir que si. Pero… ella estaba borracha, él sabía que ella no actuaría así, no tan arriesgada, no tan sensualmente tentadora.
Se acercó a ella viéndola fijamente a los ojos, su corazón quería salir de su pecho, tomó sus delicadas manos mientras trataba de decidir qué era lo mejor para ambos.
Retiró la llave de sus manos, abrió la puerta y la hizo girar para que entrara en la instancia
-creo que debes descansar Tadokoro- aquel no era el momento correcto, ella podría arrepentirse después.
Megumi sentía que había subido a una montaña rusa y era devuelta al piso con una velocidad impresionante. Sentía que se había equivocado horriblemente leyendo las sutiles señales que Soma le había dado todo ese tiempo y ahora él la rechazaba porque nunca había sido más que la boba mejor amiga.
Una mejor amiga estúpidamente enamorada de él.
Cerró los ojos decepcionada -buenas noches Soma-kun-
Ella dio un paso al frente lista para ir a tener una de las peores noche de su vida… pero sintió un brazo masculino que rodeaba su cintura, haciendo que su espalda chocara contra el chico.
Él la tenía atrapada en un estrecho abrazo, sentía todo su torso pegado a la espalda de ella, y la boca de él se posó suavemente en la parte trasera de su cuello. La otra mano de él fue a enredarse en sus cabellos para tirar levemente de ellos y hacer que la chica hiciera su cabeza a un lado, descubriendo su cuello por ó a Soma posar sus labios en el área despejada, primero suavemente para después añadir su lengua a la faena.
Sentía que estaba siendo devorada y aquello le hizo soltar un leve gemido.
Y con ello Soma salió del hechizo para recordar que no quería que las cosas pasaran así entre ellos. Se acercó a la oreja de la chica
-terminaremos esto mañana, buenas noches Megumi-
Espero que les guste este nuevo update.
Tails Is FLUFFY is an honor to get a review from you, I love your work
Liam Kilico tambien me encantan, son demasiado inspiradores.
