Otra vez Geotecnia no lo podía creer, otra vez no podía ser, volvía a salir desalentado de ese maldito examen, era la tercera vez que le pasaba, esa asignatura conseguiría dejar sus sueños en tierra… nunca mejor dicho… tendría que repetir otro año más en la academia por esa maldita asignatura... pensaba desalentado Matt mientras se sentaba en el autobús que le llevaría de vuelta a su residencia en Houston, se veía a sí mismo frustrado en él reflejo del cristal, había crecido y recortado mucho el pelo, pero el resto de cosas seguían allí, casi no había cambiado.

Se recostó en su asiento y sacó su móvil para reproducir música y aislarse del mundo, dudaba que alguien quisiera sentarse con él, ya que tenía un humor de perros, vio varias notificaciones en su móvil, suspiro, tendría que enfrentarse a ellas tarde o temprano.

Natsuko: "Mucha suerte en este importante examen Matt, de verdad espero de todo corazón que todo esté bien. Con Amor. Mamá"

T.K.: "Hermano, ¿qué tal todo?"

Hiroaki: "Matt, nos vemos en New York, Es importante"

Su extraña e independiente familia, casi todos estaban en un lugar del mundo diferente, su madre trabajaba de reportera en la BBC londinense, T.K. estudiaba periodismo en París y su padre aún seguía en Odaiba, pero viajaba a menudo para cubrir noticias, en aquellos días estaba en New York por lo que le había pedido reunirse con él.

Le fastidiaba tener que responder a su madre para decirle que le había ido mal el examen, pero no quería que su relación volviera a enfriarse, T.K. había trabajado mucho para que se reconciliasen de algún modo y no quería fallar en aquello a su hermano pequeño, contestaría a todos más tarde, cuando vio un cuarto mensaje que no le sorprendió ver:

Tai: "Mas te vale dejar de ignorar mis mensajes, cuando llegues a casa conéctate y llámame, te estaré esperando"

Matt suspiró, algunas veces no sabía porque seguía aguantando a Tai, era su mejor amigo, cierto, pero era muy insistente, él no tenía ganas de hablar con nadie, se sentía realmente agobiado con los exámenes, pero ya que por fin el día 10 de Julio los habían acabado todos, no podía alargar más lo que fuera que Tai quisiera decirle.

Llegó relativamente pronto su residencia, subía de prisa los escalones hacia su habitación, podía comprobar como muchos de sus compañeros hacían las maletas para volver a sus hogares, pero él tenía pensado en quedarse en Houston después de visitar a su padre para seguir estudiando, no quería que aquella maldita asignatura truncara su carrera en la NASA, no era un genio como Izzy, pero él no se daría por vencido.

Su cuarto estaba todo desordenado por un momento meditó seriamente ordenar todo antes de llamar a Tai, pero después pensó, se trataba de Tai, le conocía bien, no era una chica a la que pretendía impresionar, cogió su ordenador portátil y lanzó la conferencia a Tai, le contesto al momento.

-¡POR FIN!-le gritó Tai con gesto enfadado, Matt volvió a suspirar y puso cara de mal genio, no tenía ninguna gana de aguantar a Tai, llevaba un mal día y la noche anterior casi no había dormido nada por culpa del examen.

-¿Qué?-le contestó Matt secamente, vio que Tai tomaba aire pacientemente, mala señal.

-¿Donde te habías metido?-le preguntó Tai con serenidad, Matt por el repentino cambio de postura de Tai supuso que le había llamado para pedir un favor, sino ya estaría discutiendo con él porque no había devuelto sus llamadas antes.

-Estudiando-le contestó secamente Matt.

-Si ya…-le contestó Tai con una sonrisa burlona-¿Quién es la chica esta vez?

-No hay ninguna chica-le respondió Matt de pronto incómodo- hablo en serio, he estado estudiando para el último maldito examen que además me ha salido fatal…-le contestó de forma cortante, Tai estaba al corriente de que su vida sentimental no era la más tranquila, no había encontrado aún una chica especial.

-Si, por como veo tu desastre de habitación creo que cualquiera que viese ese basurero... huiría al momento…-le dijo Tai de forma burlona con una sonrisa, Matt se crispo y alzó la mano para cerrar el portátil de un golpe y terminar con esa conversación-¡ESPERA! ¡ESPERA!

-Si solo vienes a insultarme...-le espetó Matt de mal genio.

-¡Necesito que metas todo ese basurero en una maleta y vuelvas a Japón!-le apremio Tai eufóricamente.

-¿Para qué querría volver?-le preguntó Matt al momento, ciertamente se había hecho a la idea de quedarse en los Estados Unidos.

-Es nuestro aniversario, y también él mío y el de Sora, necesito que vuelvas-le dijo Tai sinceramente, Matt de pronto recordó que ya se acercaba el 1 de Agosto-se lo prometí a Sora...

-Lo que necesitas es un anillo y la pregunta para Sora, no me necesitas a mi-le contesto con una sonrisa burlona, Matt vio como las mejillas de su amigo hervían de la vergüenza.

-¡MATT! ¡Es el día de todos... el día en que conocimos a Agumon y los demás! ¡TENEMOS….! ¡QUE VOLVER A ESTAR LOS OCHO JUNTOS...! ¡¿ACASO TE HAS OLVIDADO DE GABUMON...?!-preguntó Tai atropelladamente.

-¡Claro que no me he olvidado de Gabumon!-le contestó de golpe Matt a Tai-le echo muchísimo de menos…-le respondió Matt mas para sí que para Tai-la puerta está cerrada… Tai, no podemos volver…

-Lo sé, Matt, pero si estamos los ocho juntos… se que para los Digimon también es un día importante, estoy seguro que estén donde estén, ellos, los ocho también están juntos, debemos reunirnos nosotros también aquí… por ellos-le contestó Tai con confianza.

-Me lo pensaré…-dijo sin más Matt mientras cortaba la llamada sin despedirse, odiaba las despedidas desde aquel día que se despidió de Gabumon.

Tai había conseguido tocar una vena sensible, daría muchas cosas por volver a ver a Gabumon una vez más, para comprobar que estaba bien, pero la puerta no se había vuelto a abrir en aquellos doce años, busco entre su desorden, hasta encontrar un pequeño marco donde estaba la foto que le habían sacado Andromon en la aldea del comienzo después de vencer a Apocalymon. Echaba mucho de menos a sus amigos, algunos como Joe, Izzy y Mimi llevaba años sin ver y casi sin saber nada de ellos… si Tai le había prometido a Sora que les reuniría, ese cabezón lo lograría, no era la primera vez que lo hacía.

Volvió a su ordenador, hizo una búsqueda rápida en la página de vuelos que salían de New York rumbo a Japón en unos días...

Cogió su móvil y abrió la conversación de Tai.

"Iré"


Izzy revisaba su bandeja de entrada del correo electrónico, cuando se encontró con un mensaje de Tai.

Distinguido y estimado, Doctor Eminencia:

Me pongo en contacto con usted para instar tanto a usted como a su compañero el Doctor Joe Kido, este donde este, que se dirijan raudos y veloces a su país de origen, porque se acerca la fecha donde conocimos a nuestros compañeros Digimon, quiero cumplir una promesa, pienso reunirnos a todos, cueste lo que cueste, así que deja tus experimentos extraños de los que me has hablado en tu anterior email y que nadie salvo tú y dos o tres más es capaz de entender, encuentra a Joe (ya llevo cerca de doscientos mensajes y aun no me contesta) y venir los dos a Japón.

¿O me vas a decir al igual que Matt que no nos echáis de menos?

Hace más de tres años que no nos vemos y la última vez que nos reunimos todos, los ocho ya hace una década (¿eso son diez años no?)

Ya he convencido a Matt, él más difícil de todos, Mimi no supondrá esfuerzo, podría convencerla si consigo que me deje hablar, T.K. por suerte no es como su hermano, vendrá seguro y Kari solo tendrá que dar orden de adelantar su vuelo, no puedes fallarnos, ni tu ni Joe.

Te echamos mucho de menos Izzy.

Saludos.

Tai.

PD: Besos de parte de Sora.

Este email le había alegrado el día, lo de Estimada Eminencia aún le avergonzaba, Tai y Sora asistieron a una conferencia que había dado hacía unos años en Tokio con relación al CERN y el interventor le presentó como tal, algo que aún le avergonzaba y que Tai se había propuesto a que no lo olvidase.

Minimizó el email y se quedó observando la imagen de fondo que tenía en el monitor de su ordenador personal, era la foto que se habían quitado todos juntos de niños después de la última batalla, se asombraba del poco cambio que había tenido él mismo y Joe, casi se mantienen igual, los mismos rasgos, la misma personalidad, solo habían crecido y él no mucho, seguía siendo muy bajo para su edad.

Se paró a pensar, claro que les echaba de menos, con Joe seguía manteniendo el contacto, pensaba que su amistad se había vuelto más fuerte con los años y las experiencias compartidas, había viajado juntos y compartido apartamento al estudiar en Berlín, cuando acabaron sus estudios, su amistad se hizo mayor cuando Izzy le confesó a Joe que su familia le había adoptado, hasta aquel día nadie de sus amigos lo sabía y luego con la muerte de Shin, solo él había vivido aquel terrible momento con él, ya que los demás se enteraron tarde, porque Joe no quiso decírselo para que no sintieran pena por él, en ese sentido seguía autoimponiéndose a sí mismo como él mayor, él que no quería preocupar a los demás.

También a pesar del miedo, fue el único que apoyó a Joe al querer seguir los pasos de Shin y terminar su dura tarea, sabía que Joe podía ser alguien realmente valiente y entregado si lo necesitaba. Pero tenía muchas ganas de ver a los demás, con Tai y Sora aun había mantenido el contacto, pero casi no los había visto y a los demás hacía mucho tiempo que ni les había visto ni intercambiaba mensajes con ellos.

Además estaba Tentomon, aceptó seguir sus estudios en el CERN para intentar averiguar algo del mundo digital, alguna forma de abrir la puerta para poder volver a ver a Tentomon, era lo que le explicaba a Tai en aquel email que él decía que no había entendido nada, pero sus estudios no tuvieron éxito, tal vez al volver a ver a sus amigos y recordar sus aventuras su motivación volvía a fluir y podría volver a ver a Tentomon otra vez

Definitivamente, Tai contaría con él y también con Joe.


Al fin la tormenta de arena remetía y por fin podía enviar un mensaje de localización, se sentía aliviado, no solo que por fin llego el mensaje para llevarle de nuevo a la base de operaciones con los heridos y los suministros que necesitaba, también agradecida de que Izzy no se enfrentará a la llamada de último recurso, esa que decía que se encontraba en paradero desconocido, esa misma llamada que había recibido él de Shin, y que solo significó que cuando le encontraron, ya había fallecido en el fuego cruzado a manos de la avanzadilla de guerra.

-Japón 2-le gritó una esbelta mujer de pelo negro y tez oscura a su espalda, era Cuba, en la organización de médicos para ONG a la que pertenecía, era más fácil llamarse unos a otros por su país de origen que intentar pronunciar bien los nombres-¿has mandado la señal?-le preguntó mientras tomaba las constantes de una mujer embarazada a punto de dar a luz.

-Sí, no van a tardar en llegar, la señal ha sido enviada correctamente-le contestó Joe en perfecto inglés, la lengua internacional.

El equipo de rescate no tardó en llegar, como había pronosticado, cosa de la que se sentía aliviado Joe, la mujer se había puesto de parto y ni él, ni Cuba tenían los medios para atenderla correctamente, él y Cuba habían dejado a la mujer con sus compañeros, sabía que todo iba a ir bien para ella...

-Enhorabuena, Japón 2, tu hermano estaría orgulloso de ti-le contesto Cuba con una sonrisa triste, Joe sabía que ella y su hermano habían trabajado e incluso sospechaba que habían tenido algo juntos.

-Muchas gracias-le contestó Joe de verdad agradecido, después de todo, seguir con la labor de su hermano le llenaba profundamente, a pesar del peligro que corrían, su familia no le entendieron, menos después del fallecimiento de Shin, pero Izzy fue el único que le animo, por eso él era su contacto de emergencia.

-Japón 2-le llamó desde el mando Canadá, un hombre rudo de porte adusto, alto y calvo, había sido militar, ahora trabajaba para ellos-tu teléfono personal no ha dejado de sonar…-le dijo con cuidado

Joe se preocupo al momento, desbloqueó su móvil y observó su foto de fondo, la foto que se había tomado en el mundo Digimon, Joe casi no recordaba haberla puesto de fondo, pero abrió la parte de los mensajes y vio que tenía cientos de mensajes, pero de una misma persona.

Tai: "Joe…" "Joeee…" "Joe…" "JOE…" "Joeeeee Joeeeeeeee…" y así sucesivamente hasta llegar a los… ¡SEISCIENTOS SETENTA Y NUEVE MENSAJES!

-¿Ha pasado algo malo?-le preguntó Cuba preocupada.

-No… solo un amigo que está completamente mal de la cabeza…-dijo Joe suspirando.

"¡Tai, más vale que sea importante, casi me da un ataque al corazón al ver tantos mensajes!"-respondió Joe mientras se cambiaba de ropa.

"¡Al fin!"-respondió Tai- "Y tan melodramático como siempre"

"¿Que quieres Tai?"-le preguntó Joe con resignación, Tai no iba a cambiar nunca.

"Necesito que vuelvas a Japón para él 1 de Agosto"-le pidió Tai al momento- "Sabes lo que es para todos"

Joe se quedo mirando la pantalla de su móvil, cierto, estaba cerca de ser el 1 de Agosto y hacía doce años que no había vuelto a saber nada de Gomamon y le echaba de menos, pero no solo a él, sino también al resto de sus compañeros que hacía muchísimo tiempo que no veía, solo mantenía el contacto habitual con Izzy.

"No sé si pueda hacerlo"-le contestó tristemente Joe, le encantaría ir, pero tenía unas grandes obligaciones allí.

"Vamos a estar todos, necesito que vengas Joe"-le pidió una vez más Tai.

-¿Qué sucede?-le preguntó Canadá, que era el jefe de su equipo.

-El 1 de agosto es una fecha especial y mi amigo me pide que vuelva a Japón, pero tengo un deber aquí-le dijo Joe con aplomo, no iba a ir, Tai tendría que entenderlo.

-Eso mismo dijo él chico pelirrojo que dirías, por eso me ha enviado un billete de avión directamente, para que no te eches atrás, ya he hecho los cambios para cubrir tu ausencia, debes ir, en este trabajo hay que mantener las cosas que son importantes-le contestó Canadá.

-¿Es chico pelirrojo? ¿Izzy?-le preguntó Joe, claro, si Tai estaba hablando con él, seguro que ya había hablado con Izzy anteriormente e Izzy estaba en contacto directo con su supervisor. Si Izzy había decidido ir, él también tenía que hacerlo.

"Cuenta conmigo Tai"-le respondió Joe con una gran sonrisa tomando el billete que le había comprado Izzy.