Otro mes más igual… pensó Sora desalentada cuando termino de mirar las cuentas del mes de Agosto, se sentía culpable… Tai tendría que hacer horas extras en el restaurante para poder llegar a final de mes y que ella entrase en la universidad, el gasto del billete de Kari y esas vacaciones repentinas de Tai en el campamento que habían pasado de niños habían terminado con todos sus ahorros y si en un mes normal tenían dificultades, con aquellos caprichos… la cuenta de ambos estaban en números rojos, nunca pensó que podría llegar a odiar tanto el color de su emblema, ahora era su emblema de amor el que se lo hacía pasar tan mal, al menos económicamente y sobre todo para Tai...

-Izzy y Joe ya llegaron a Japón-le dijo Tai mientras cogía un refresco de la nevera, Sora recordó que era él último que les quedaba y Tai vertió la mitad en un vaso, se lo daba y él se quedaba con el resto en la lata, ante ese gesto de Tai, Sora suspiró, para Tai casi se estaba acostumbrado a hacer aquello, su presupuesto no les permitía ni siquiera tener un refresco para cada uno- pero me dicen que irán directamente al campamento-le contestó Tai mientras miraba su móvil.

-¿Los demás?-le preguntó Sora a Tai mientras también bebía, Kari también ya estaba en casa, la de sus padres, pero a su regreso, Sora la había notado triste y distraída, pero solo lo había notado ella, estaba casi segura que conocía más ella a la hermana de su novio que él mismo Tai.

-T.K. embarca mañana desde París, sólo estará aquí 7 días, ya vuelve el día 3 de Agosto a París y tanto Matt como Mimi cogen el avión el día 31 de Julio, la estrella y la princesa son lo que más se hacen de rogar-se burló Tai mientras terminaba su refresco, Sora le acercó su parte, ya que ella no quería más y Tai lo acepto.

-Al final lo has conseguido-le dijo Sora con cariño, le parecía casi imposible que si consiguiera reunirlos a todos después de tantos años.

-Te dije que lo haría…-le contestó Tai con un guiño restándole importancia.

Sora sintió un nudo en la garganta…

-Tai…-susurro y Tai la miró atentamente-tenemos que hablar…

-¿Que pasa Sora?-le preguntó al momento Tai serio.

-He hecho los cálculos de este mes y para pagar mi matrícula... tendrías que trabajar horas extras en el restaurante si quiero seguir este año en la universidad… no he logrado la beca-le dijo Sora bajando la voz, sintiéndose culpable, Tai tenía una beca deportiva por la que podía estudiar, realmente la beca cubría todo, incluso su residencia, pero habían decidido vivir juntos por eso Tai se había puesto a trabajar en el restaurante, aunque no lo necesitaba y ahora ella necesitaba de su ayuda.

-Me habías asustado-dijo Tai con un sonrisa de medio lado-no hay problema-le respondió simplemente Tai-no me sorprende que no hayas conseguido la beca, trabajas hasta última hora todos los días, aun no sé donde sacas tiempo para estudiar, el mérito es que no hayas suspendido nada, no que tus notas no sean lo suficientes altas para la beca-le dijo Tai restándole importancia.

-Pero eso te condiciona a ti… creo que debería plantar este año, ahorrar y…-empezó a decir Sora.

-¡De eso nada!-sentenció Tai con seguridad-empezamos la carrera juntos y terminaremos juntos, como siempre hemos hecho-dijo Tai, Sora suspiró alicaída, sabía que Tai iba a reaccionar así.

-Y si doblas el turno…-le preguntó Sora-¿Cuando nos veremos tú y yo?

Eso era lo que más temía, no su carrera, ella y Tai llevaban mucho tiempo juntos, pero el tiempo que tenían para compartir juntos se diluía cada día que pasaba mas y mas, ya casi no se veían, hubo una época que ella llegaba a su casa, se acostaba acurrucada a un Tai dormido y a la mañana siguiente se despertaba y él ya se había ido, Tai lo hacía todo por ella, pero ya sin ella, temía que su relación estuviera llegando a un lugar del que no podrían salir los dos juntos.

-¿Recuerdas lo que te dije el primer día que empezamos juntos?-le preguntó Tai en un susurro mientras tomaba su mano.

Sora lo recordó...

En aquellos últimos días del instituto las cosas con Tai iban de mal en peor, solo por un motivo, él no le hacía ningún caso, la seguía viendo como una amiga y no como una chica, Tai siempre había sido muy inmaduro y no supo ver que la amistad de Sora había cambiado con respeto a él, para ella Tai ya no solo era un amigo con él que compartía la mayor parte de tiempo, para ella se había convertido en mucho más y Sora le disgustaba al ver que a Tai no le importaba.

Por esa época, Mimi ya estaba en los Estados Unidos y hablar con Kari no la ayudaba especialmente ya que era la hermana de Tai y además era muy joven para entenderla, pero allí había estado su amigo Matt, Matt sin quererlo y muy a su pesar, se convirtió en su confidente, después de Tai y Mimi, era con la persona que más tiempo compartía por su amistad, pero sin saber el motivo, Tai empezó a distanciarse también de ellos dos, Matt le pidió que aclarara las cosas con Tai de una vez por todas al ver que Tai le evitaba a él, por lo cual, también un día 1 de Agosto le tendió una pequeña emboscada a Tai con la ayuda de Matt, los dos por separado fueron hasta aquel campamento que estaba abandonado y allí solo le encontró con Tai.

-Sora…-dijo Tai mientras miraba a los lados-¿Donde está Matt?-le preguntó Tai con gesto serio, Sora se sorprendió al ver aquel cambio de actitud en él despreocupado Tai.

-Le pedí que no me acompañase hoy, ya que por nuestra amistad quería decirte al fin…-intentó explicarse Sora reuniendo todo su valor.

-No hace falta-le contestó inmediatamente Tai-somos amigos, siempre lo fuimos, se lo vuestro y me alegro de verdad-le respondió Tai al momento, pero no parecía realmente alegre.

-¿De qué hablas?-le preguntó Sora al momento confusa.

-De lo tuyo con Matt-dijo Tai con cara de circunstancias.

-¡¿Qué?!-le preguntó Sora sorprendida y sonrojándose- ¡Yo y Matt no tenemos nada!-le contesto al momento molesta, Tai era idiota.

-Entonces… ¿Por que estáis siempre juntos?-dijo Tai confuso sin entender.

-¡Tai! ¡Eres idiota!-le gritó Sora frustrada, ante la cara de asombro de Tai.

-¿Que he hecho yo?-preguntó Tai sin entender y un tanto asombrado ante su enfado.

-¡Ese es el problema! ¡Todo esto es por tu culpa! ¡Porque yo no te importo!-le gritó Sora perdiendo los nervios y la compostura, ya dejo que las lágrimas que reprimía salieran a borbotones de sus ojos.

-¡Claro que me importas!-le contestó Tai al momento acercándose a ella con cuidado intentando depositar una mano sobre su rostro, pero Sora no le dejó.

-¡Sí! ¡Pero solo como una amiga! ¡No te importo como algo más!-le respondió al momento Sora sin pensar, pero se dio cuenta de lo que realmente había dicho al ver la cara sorprendida de Tai-Tai… yo…-intento decir Sora más tranquila.

-Sora eres lo más importante de mi vida-le interrumpió al momento Tai mientras se acercaba a ella y le tomaba el rostro entre las manos-por ti tuve valor, por ti mi emblema reacciono… siempre hemos estado juntos y siempre lo estaremos…-le dijo Tai mientras se acercaba a ella y le besó por primera vez, pero nunca por última vez.

Con el tiempo todos lo supieron, Matt fue el primer y se burló de ellos cuando le metían a él en medio, ya que Tai sentía celos de la buena relación que tenían últimamente, pero después de aquello, todo volvió a la normalidad entre los tres, ya no perdieron su amistad. Tanto T.K., Kari, Joe e Izzy no se sorprendieron e incluso Mimi le dijo que ya era hora de que al fin estuvieran juntos, algunas veces se preguntaba porque no se lo dijeron antes, que así le hubiera ahorrado tantas frustraciones, pero desde entonces se sentía simplemente feliz.

-Siempre estaremos juntos…-dijo Sora en un susurro recordando nítidamente las palabras de Tai.

-No lo olvides-le respondió Tai con seguridad, Sora solo pudo sonreír.

Pero otro terrible pensamiento se abría paso en ella… Tai la quería más de lo que ella le quería a él.


-Gracias, Joe, pero no tenías que acompañarme a Nanao Ishikawa-le dijo Izzy con tono neutro.

-No te preocupes Izzy-le respondió Joe sin darle importancia-aún tenemos unos días antes de la reunión, además aunque te dejasen este coche, tú no sabes conducir, como esperabas volver-se rió Joe mientras seguía transitando en las autopistas de Japón.

Joe seguía al volante del caro coche cedido por el CERN para Izzy, ciertamente quería acompañar a Izzy aquel día, Izzy no se lo decía, pero le conocía lo suficiente para saber que no era capaz de pasar por aquel trago él solo, la madre de Izzy llevaba unos meses enferma y todo lo que sabía él, es que la enfermedad cada vez se hacía más fuerte, como médico que era, sabía lo que significaba porque era la peor parte de su trabajo.

Los padres de Izzy abandonaron Odaiba cuando diagnosticaron a Yoshie su enfermedad, Joe siempre les estuvo muy agradecido a los Izumi, desde niño, aun antes de ir al mundo digital, conocía a Izzy porque su familia y la de él vivían en él mismo bloque de apartamentos y siempre recordaba el matrimonio Izumi como personas afables y sus peripecias con los Digimon vagando por Japón hacía al menos 12 años solo mejoró la impresión que Joe tenía sobre ellos, porque supieron apoyarles, no solo a Izzy, sino a todos, aunque no entendieran del todo lo que pasaba.

Además, Joe si no acompañaba a Izzy ya no tenía a donde ir, él no se llevaba nada bien con su padre, siempre había sido una persona muy estricta, pero desde la muerte de Shin se habían distanciado cada vez más, solo mantenía un poco el contacto con su madre, pero no le había dicho que había vuelto a Japón, realmente no sabía si quería decírselo o debía decírselo, en otras circunstancias, habría hecho lo que Izzy consideraba correcto, porque una cosa si era cierta, Izzy casi nunca se equivocaba, pero no pasaba por su mejor momento y quería mostrar el mismo apoyo que le había mostrado él cuando había fallecido Shin y tal vez podría ayudar… aunque eso le parecía muy difícil dado el estado de la enfermedad de Yoshie.

Masami Izumi, él padre adoptivo de Izzy, les recibió en la puerta, al igual que su mujer era un hombre atento y amable, le recordaba muchísimo a Izzy, en la actitud se semejaban enormemente, él les invitó a entrar en la pequeña casa que tenían a las afueras de Nanao, en la península de Ishikawa.

-¿Cómo va todo?-le preguntó Joe a Masami una vez que vio a Izzy desaparecer por las escaleras a ver a su madre al cuarto.

-Compruébalo tu mismo, lo entenderás mejor que yo…-le respondió Masami con cansancio y con enorme tristeza, Joe cogió los documentos que le tendía Masami, pero al abrirlos y buscar algunas palabras clave en este informe, sus terribles sospechas se hicieron reales.

No podía hacer nada, Yoshie era joven, pero la medicación no conseguía hacer retroceder la enfermedad, no había nada que hacer… era consciente de que a pesar de que Izzy no era médico, en el momento que viera aquel informe también se daría cuenta, no por menos, el emblema de Izzy era el Conocimiento, Izzy era extremadamente inteligente.

-¡Joe!-le llamó jovialmente Yoshie ya que venía acompañada de Izzy-como me alegro de verte, ¿qué tal todo?-le preguntó con una sonrisa, Joe se asombro que a pesar de la enfermedad, la señora Izumi mostrara tanta vitalidad.

-Bastante bien-le respondió Joe, aunque no quería ahondar en los temas de guerra, no quería preocupar a esa mujer, ella ya tenía muchas cosas de las que preocuparse-¿qué tal todo por aquí?-preguntó Joe, pero no pudo evitar fijarse en la abatida mirada de su compañero.

-Podría ser peor-le dijo con una simple sonrisa Yoshie-Masami, ¿me ayudas a preparar algo de comer para los chicos?-le preguntó con cariño a su marido-deben de estar exhaustos del viaje…

-Mama, no hace falta…-empezó a decir Izzy de inmediato.

-No te preocupes Izzy, cocinar no requiere ningún esfuerzo-le dijo Yoshie depositando un beso en su mejilla, y tanto ella como Masami desaparecieron por la cocina.

Izzy sin decirle ni una palabra salió de la acogedora casa, Joe sabía que era que necesitaba hablar en privado con él, a pesar de la actitud de Yoshie, su aspecto no dejaba dudas de que la enfermedad estaba haciendo mella en ella. Joe salió al jardín, cerca de donde habían dejado el coche que le habían facilitado a Izzy.

-Lo que le han dicho a mi padre, es cierto, ¿verdad?-le preguntó Izzy de espaldas-¿se puede hacer algo por ella?-le preguntó Izzy dándose la vuelta y mirándole atentamente, Joe simplemente le tendió el expediente médico-lo que sea, prefiero oírlo de ti-le pidió Izzy, no le pedía condescendencia, sino lo que simbolizaba su emblema, Sinceridad.

-Lo siento Izzy…-dijo sin mas Joe, no tenía nada más que decirle… hasta que-deberías volver a Japón, puedes seguir con tu investigación aquí, así que podrás aprovechar y ella disfrutara de tu compañía, creo que es lo mejor…-le contesto inmediatamente Joe.

-Pero… ¿Y tú?-le preguntó Izzy, Joe tenía que reconocer que se había vuelto muy dependiente de Izzy, con los viajes, Izzy arreglaba la mayor parte de sus cosas, como aquel vuelo a Japón.

-Me las arreglaré, no puedo depender siempre de ti-le contestó Joe con tranquilidad-si pudiera aprovechar el tiempo con Shin, lo habría hecho, quédate Izzy-le pidió Joe al momento y él le miró detenidamente, aunque se lo decía mas por él, el propio Izzy necesitaba quedarse más que Yoshie.

-Gracias, Joe, así lo haré… -le respondió Izzy, Joe le conocía lo suficiente para saber que contenía el aliento, ciertamente aquello le estaba afectando enormemente a Izzy y a Joe también...


No había entendido la insistencia de su padre con verle en New York a toda costa, pero vio que el tema era grave, cuando no solo vio a su padre, sino también a su madre allí para recibirle, la última vez que les había visto juntos le dieron la peor noticia de su vida, la que se separaban y su hermano dejaría de vivir con él y al igual que en aquella ocasión, lo que le dijeron no era nada bueno.

Su padre se iba a quedar sin trabajo, el magnate, el jefe de su padre iba a cerrar Fuji TV ya que no producía los suficientes beneficios, así que en vez de ayudar e incentivar el negocio, ese personaje decidió cerrar la cadena.

Cuando sus padres le dieron la noticia, ya podía presentir por donde iba a tirar la conversación, su padre ya estaba en una edad que le sería muy difícil seguir trabajando, o encontrar trabajo siquiera, su madre aún mantenía el suyo, pero el peso económico de la carrera de Matt y de la carrera de T.K. no podía recaer sobre ella, hasta entonces sus padres se había unido para subsanar los gatos académicos de los dos, pero ahora… había que elegir…

Y la elección era sencilla hasta para él, Matt de siete asignaturas que había cursado en su último año, solo había aprobado la mitad y con notas mediocres, mientras que T.K. sacaba notas perfectas en París, además se trataba de su hermano pequeño, sus padres hablaron con Matt primero porque no se atrevían a cortarle el grifo directamente, quería que él tomara la decisión por ellos.

¿Qué iba a hacer? ¿Pedirles que sacaran a su hermano pequeño de periodismo para que él pudiera seguir suspendiendo Geotecnia? No podía hacerlo, no podía hacerle eso a su hermano pequeño, T.K. ya era bastante más alto que él, pero para él seguía siendo un niño que le necesitaba, sus padres le dijeron que T.K. no sabía nada de aquello, pero no había nada que saber, la decisión por su parte ya estaba tomada, T.K. no tenía nada que saber, volvería a Odaiba con su padre, al final era imposible que se convirtiera en astronauta, tenía que abandonar ese sueño estúpido.

-El vuelo número 947 con destino Tokio, embarque por la puerta 8-anunció la voz en inglés por todo el aeropuerto, aquel era su vuelo, la voz volvió a repetir el mensaje en francés y japonés.

Colocó su equipaje en la cinta transportadora pero no puedo evitar seguir con la mirada a una estrafalaria maleta toda rosa que pasaba ante sus ojos, casi le pareció anecdótico, odiaba ese color, pero todo lo que simbolizaba el mundo Digimon era de aquel color, las formas bebé de casi todos los Digimon, algunos paisajes y aquel sombrero vaquero... que era la único que aún quedaba en ellos en el mundo digital, de su paso por aquel mundo, lo vio volando por la corriente mientras veía como Gabumon y los demás se alejaban cada vez más, lo último que vio del mundo Digimon fue aquel sombrero dando vueltas en la corriente de aire.

Dejó su maleta azul, del mismo color de su emblema y se dirigió hacía la entrada de pasajeros mientras volvía a aislarse del mundo con su música, no quería pensar mucho en lo que le habían dicho sus padres, pero no pudo evitarlo, ciertamente no se consideraba un buen amigo, por eso jamás acabo de entender porque él tenía aquel emblema, pero si había alguien que quería por encima de todo, y ese era a T.K. no podía permitir que su hermano renunciase a sus sueños.

Llegó a su asiento y se recostó, agradeció que su asiento diese a la ventanilla, aún no sabía con quien compartiría trayecto, solo esperaba que fuese alguien silencioso ya que quería aprovechar para dormir y dejar de pensar en su futuro.

Pero en eso no tuvo suerte, pensó para sus adentro con fastidio, minutos antes de que cerraran las puertas apareció una chica japonesa más o menos de su edad, alta, de pelo castaño y que a Matt le parecería preciosa si no hubiera reconocido de inmediato las marcas de la ropa que llevaba, aquella era la típica niña rica que tanto odiaba, suspiro con fastidio mientras la chica preciosa se acomodaba en el asiento de al lado y se puso a de inmediato a buscar en su caro y enorme bolso…

"El pintalabios"-pensó para sus adentros Matt con sorna, nadie era tan hermosa por casualidad, seguro que le levantaba varias horas antes del amanecer para arreglarse, pero le sorprendió al comprobar que no era el pintalabios lo que sacó de su bolso, sino varias pinturas de dibujo y una goma del pelo, utilizo la goma para recoger su pelo, pero del cual había dejado algunos mechones sin atar, lo que le daba un aspecto descuidado, se saco su caro abrigo y dejó ver una camiseta azul raída y descolorida.

"Una niña rica venida a menos"-pensó Matt con diversión- "De pronto el viaje se pone interesante"

De forma disimulada siguió mirando a la chica que tenía a su lado, también era japonesa al igual que él y debían de tener la misma edad, pero ella parecía que ignoraba completamente su existencia, eso un poco le molesto, ya que la chica ignoraba a Matt, pero a Matt, la chica no le resultaba indiferente.

Sacó un cuaderno de dibujo, bajo la mesa auxiliar y lo colocó encima y al abrirlo, Matt se quedo en Shock…

-¡Gabumon…!-gritó de pronto mientras ignoraba el grito de la chica asustada y se acercaba el dibujo, no era posible, era Gabumon… ¡y él mismo!, en sus aventuras en el mundo digital mientras tocaba la armónica, Gabumon estaba a su lado, como siempre que tocaba la armónica, era increíble como alguien dibujara tan bien y con tanto cuidado, Matt se sorprendía al recordar que el cuerno de Gabumon no solo era amarillo, sino que había dibujos en el, casi lo había olvidado, pero aquella chica lo recordaba aún mejor que él mismo, el dibujó estaba sin terminar…

Matt con cuidado despegó la mirada del dibujo para mirar a la chica, la chica de pelo castaño y ojos castaños que le devolvieron su mirada de sorpresa al reconocerle… se sintió avergonzado al momento por haber tenido aquellos primeros pensamientos, por no haberla reconocido, había cambiado tanto que en esos diez años en lo que no se había visto…

-Mimi...


Si alguien tiene alguna duda inicial, poneros en contacto conmigo y la solucionare encantada :)

SSS