Había algo que no iba bien, es lo que notaba T.K. al mirar a Kari fijamente, no parecía la misma chica dulce y risueña que recordaba, siempre había tenido ese aire místico que recordaba de niña, al enfrentarse ella sola a muchos enemigos solo acompañada por su poder de luz, pero ahora sentía distante y triste, como si esa luz se apagase…
-Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos, has cambiado, Kari-dijo T.K. intentando aparentar normalidad, pero aun había muchas cosas que aun no le decía con sinceridad.
La miro mas fijamente, Kari había crecido, pero muy poco, era delgada y baja, el a ella le sacaba más de una cabeza de alto, mantenía su pelo corto, pero algo más largo y lo recogía a un lado, como la había visto hacía dos años, también vestía un sencillo vestido corto de color blanco con sandalias que solo potenciaba su imagen onírica, por su parte el vestía un pantalón corto y una camiseta amarilla con sus deportivas verdes, al lado de Kari, ella era todo espiritualidad y el era terrenal..
Pero en lo que más había cambiado… era en lo que le hacía sentir, Kari siempre fue su amiga de la niñez, la hermana pequeña de Tai, la que dependió de él en la batalla de Piedmon, al lado de quien siempre lucho por la afinidad entre Patamon y Gatomon… pero todo había cambiado, muchas de las veces con las que estaba con Catherine le decía una y otra vez que lamentaba no saber nada de Kari, desde casi el principio Catherine le decía que Kari se estaba interponiendo entre ellos, T.K. se enfadaba cada vez que decía aquello, como si el silencio de alguien podía interponerse entre ellos… pero ciertamente, el silencio de Kari resultaba mucho más duro para el que cualquier discusión con Catherine, lo que desemboco en el final.
-Si… han cambiado muchas cosas-le respondió Kari mientras bajaba la mirada, parecía que no quería mirarle a los ojos.
-¿Por qué no me has respondido a nada? ¿Por qué no supe nada de ti en estos años?-le preguntó directamente T.K. dando un paso adelante y ahora Kari le miro directamente.
-No puedo responderte a eso…-le dijo Kari mientras le miraba a los ojos.
-¿He hecho algo mal?-le preguntó T.K. mortificado, pensó que le había hecho algo malo a Kari por eso ella se alejo tanto de él, ella simplemente le esbozo una tierna sonrisa y negó con la cabeza-¿Entonces?-preguntó T.K. con más insistencia dando un paso hacía ella y ella retrocedió hasta el cristal-no sé que he hecho, pero tuvo que ser algo muy importante como para que…-empezó a decir T.K.
-Se trataba de mi-le dijo Kari mientras se rodeaba a sí misma con sus brazos, como para protegerse, T.K. se sintió desconcertado y dio dos pasos hacía atrás-se trata solo de mi… no tuvo nada que ver contigo… nunca me has hecho nada malo queriendo T.K…
-¿Y sin querer?-le preguntó T.K. no se sentía satisfecho con aquella respuesta, Kari le miro abrumada...
Pero Kari no respondió a nada ya que su teléfono móvil y el de ella empezaron a sonar al unisonó, T.K. maldijo en silencio, ya que había esperado años para tener aquella conversación y ahora que estaba tan cerca de la respuesta, no la iba a tener.
Quien llamaba era su hermano Matt.
-T.K., ya estamos todos en Japón, Tai me pide que te avise mientras él habla con Kari, vamos de camino, no os retraséis-le dijo sin mas Matt, hacía bastante tiempo que no veía ni hablaba con su hermano.
-Matt, yo también me alegro de hablar contigo-le respondió sarcásticamente a su hermano, Matt simplemente bufo con fastidio, las muestras de afecto, no eran frecuentes en Matt-estaremos allí, no te preocupes-le dijo simplemente T.K. mientras colgaba, miro a Kari y ella también la vio hablando con Tai, pero al contrario que con el… ella sonreía y se veía feliz al hablar con su hermano Tai.
-Sí, no te preocupes hermano, se lo importante que es para ti y Sora-le dijo Kari sonriendo, en eses momentos T.K. veía a la Kari que recordaba de la niñez-estaré allí, no te preocupes, yo también tengo muchas ganas de ver al resto… Adiós-se despidió Kari al fin.
T.K. y Kari volvieron a mirarse y para lamento de T.K. la sonrisa de Kari desaparecía una vez más, era mejor no volver a insistir con el tema, ya que al final no iba a mejorar nada.
-¿Nos vamos?-le preguntó con amabilidad, aunque aun se sentía dolido.
-Si-le respondió simplemente Kari.
Salieron juntos del edificio, caminaron uno al lado del otro en completo silencio hasta que una sensación de inquietud se hizo presa de él, vio como Kari también se detuvo y miraba fijamente al mar.
-¿Que es esta sensación?-preguntó T.K. preocupado mientras miraba a Kari y veía que los ojos de ella el miedo.
-¿Tu también lo sientes?-le preguntó Kari con miedo y pavor, T.K. no entendía lo que era eso que le hacía sentirse así a Kari, ella iba a dar un paso hacia el mar.
-¡KARI!-grito T.K.
T.K. se adelanto al momento, cogió la mano de Kari y tiro de ella hacía el, estaba preocupado porque vio pasar al momento un coche a gran velocidad y si no fuera por él, había llevado a Kari por delante.
-T.K…-dijo Kari asustada mientras le miraba a él.
-¡¿En qué pensabas Kari?! ¡¿No ves que casi te atropellan?!-le preguntó T.K. disgustado, pero al ver sus ojos marrones asustados, la furia se disipo al momento-¿Estás bien?-le preguntó más calmado y preocupado mientras ponía ambas manos sobre sus hombros, se dio cuenta de que Kari temblaba, algo estaba pasando con ella.
-Sí, estoy bien, gracias, T.K…-le dijo simplemente mientras seguía caminado, T.K. aun quería preguntarle algunas cosas, pero no era el momento.
No tardaron en llagar a sus casas, T.K. no quería separarse de Kari, menos después de lo que había pasado, pero no había una forma racional para ir con ella ya que vivía en el edificio de enfrente. El subió a toda prisa al apartamento de su padre, cogió rápidamente las cosas que había dejado preparadas y volvió a bajar, se sintió aliviado cuando vio a Kari también bajar llevando un pequeño bolso para la acampada, Tai les había dicho que Joe, como no pensó el cuándo se lo dijo, se ocuparía de llevar las tiendas y demás enseres.
Se sentaron en el banco a esperar a que llegaran los demás en silencio, mas de una vez se sintió tentado a preguntarle a Kari porque hacía aquello, pero…
-Alguien me llamaba… notaba su voz…-le contesto en un susurro Kari, T.K. la miro sin entender.
-¿Una voz? ¿La reconocías?-le preguntó T.K. recordando como una esencia del mundo digital había utilizado el cuerpo de Kari para comunicarse con ellos, era posible que lo volvieran a hacer.
-No, no la reconocí, no sé quien es… pero…-le dijo en un susurro Kari, pero no se atrevió a terminar la frase.
-¿Pero?-le animo T.K. mientras se acercaba más a ella.
-Se que la próxima vez que me llame iré…-le dijo sin más Kari mientras agarraba con fuerza su falda, T.K. no entendía nada de lo que sucedía, pero Kari era mucho más espiritual y mística que cualquiera de ellos, si ella le decía aquello, estaba convencido de que era cierto, sobre todo al ver que estaba tan asustada...
-No te dejare irte, Kari-le contesto T.K. con aplomo y seguridad-ya lo he impedido una vez, lo volveré a hacer, nadie te llevara-le dijo mientras volví a coger sus manos con cuidado y esta vez ella le agarro con fuerza.
-Gracias…-le dijo con un susurro Kari, mientras le miraba fijamente, T.K. de pronto sintió que algo en el despertaba al momento, un sentimiento que hacía mucho tiempo que no sentía, tiro de las manos de ella y la abrazo con fuerza, no entendía lo que sucedía, pero no quería volver a perderla a pesar de que ella le quería lejos, no iba a dejar que nadie la apartase de él, la protegería...
Se separaron al momento al escuchar el ruido de un coche, T.K. aparto la vista de Kari, el se sentía sonrojado por su repentina reacción, un enorme y elegante coche apareció ante ellos y de él empezaron a bajar todos sus amigos de la infancia a los que recordaba con nitidez, al levantarse vio en la cara de todos el asombro por que sin dudas era el más alto de todos, su hermano tenía mucha razón, había crecido mucho en aquellos años.
-Matt-llamo T.K. mientras saludaba a su hermano, este simplemente esbozo una sonrisa prepotente, ciertamente Matt no dejaría que las emociones se reflejaran, menos ahora que nunca. Estaba vestido con sus pantalones vaqueros raídos, su calzado gastado y una camiseta oscura, aunque físicamente estaba igual a la última vez que le vio, con el pelo tan corto
-¡T.K.!-grito una voz al momento y una espesa cabellera castaña le nublo la vista, si Matt no daba rienda suelta a sus emociones, Mimi era todo lo contrario a él-¡Estas enorme! ¡Y tan guapo! ¡KARI!-le dijo sin mas mientras se soltaba de su cuello y daba otro abrazo como el que le había dado a él a Kari. Ella estaba guapísima, tal cual recordaba T.K. era esbelta y su melena brillaba como sus ojos castaños, le llamo la atención que vestía una camiseta azul gastada y una falda corta vaquera con unas sandalias que le hacían más alta de lo que era.
-Me alegro de volver a verte-le dijo Joe con una sonrisa, T.K. se quedo sorprendido, Joe había cambiado mucho, después de él era el más alto, seguía llevando gafas, pero estaba mucho mas fuerte físicamente que antes, sabía que estaba obligado a estar en forma, dado su trabajo, pero no se imaginaba a Joe así, vestía una camiseta clara con cazadora y unos pantalones claros...
-Ya no eres el pequeño T.K.-le dijo sin más Izzy con la misma sonrisa-ni tu ni Kari seguís siendo los niños que recordamos…-añadió Izzy pero el mas o menos seguía siendo el chico que recordaba, más solemne eso sí, pero tenía la misma sonrisa discreta y afable, vestía con un pantalón corto y camisa de color claro, Izzy apenas si había cambiado.
-Al verles sobre todo a ellos se nota lo mucho que hemos cambiado y el tiempo que ha pasado…-dijo pensativamente Sora mientras se acercaba a él y se daba un abrazo pero más contenido que en de Mimi. Ella también no había cambiado mucho desde la última vez que la vio, mantenía su color de pelo tan caracteristico y vestía de forma más discreta, una sencilla camiseta roja de tirantes con unos pantalones cortos negro al igual que sus deportivas.
-Venga-dijo de pronto Tai, mientras le guiñaba un ojo a T.K.-se supone que esto es una acampada, no un viaje de la tercera edad-rió Tai, T.K. también vio que el también había cambiado, tenía el pelo corto, se había dejado barba y llevaba puesto unos pantalones cortos negros y su camiseta del equipo de fútbol, ya que era completamente blanca y llevaba la bandera de Japón con el escudo de Odaiba y su nombre y el número 10 a la espalda.
Todos sonrieron a la ocurrencia de Tai, pero T.K. no puedo dejar de notar que Kari después de saludar a los demás al igual que él, permanecía al lado de Tai y parecía contenta y serena, no parecía la misma chica asustadiza de antes.
Todos subieron en el gran coche, que supo que era un préstamo a Izzy ya que la universidad de Tokio quería tentar a Izzy para que realizarse sus investigaciones en Japón, y como había dicho Joe, Izzy se dejaba querer.
Joe conducía e Izzy iba de copiloto, destres de ellos, iban las chicas, Sora, Kari y Mimi, y detrás Tai, el mismo y Matt, en el trayecto escucharon varias risas y comentarios de lo que estaban haciendo en eses momentos, lo cierto es que T.K. noto a su hermano más silencioso que de costumbre, aunque no le dio mas importancia. Mimi como se esperaba hizo una de las suyas, le preguntó a Tai cuando le iba a pedir matrimonio a Sora mientras este bebía, T.K. vio a Tai todo sonrojado y empezó a toser ya que se había atragantado con la bebida y Sora se escondía en su asiento avergonzada mientras el resto se reían de ellos,. T.K. se alegro al ver a Kari tan risueña.
El camino se hizo muy corto, no tardaron nada en llegar, lo cierto es que Joe conducía muy bien para llevar mucho tiempo fuera de Japón, una vez que llegaron T.K. no pudo evitar sentir nostalgia de las cosas que habían vivido allí, hacía doce años había ido a aquel campamento para estrechar un poco los lazos con Matt porque casi no se había visto desde que sus padres se había separado, pero no solo estrecho los lazos con su hermano, también lo había hecho con increíbles personas que ahora le acompañaba y con los Digimon, echaba tanto de menos a Patamon…
No tardaron en montar el campamento, el templo donde se había refugiado en aquella precipitada ventisca estaba prácticamente derruido por el paso del tiempo, las hiedras destrozaban casi todo la estructura, no se sentía tan distinto, pero el tiempo había pasado irremediablemente.
Una vez levantadas las tiendas, principalmente gracias a Joe y a Izzy, se reunieron los ocho alrededor de una hoguera en el centro.
-¡Chicos tengo un regalo para todos!-anuncio Mimi con voz cantarina.
-La chica de rosa que no viene de rosa-se burlo Tai y los demás rieron-no me fio de los regalos de la No chica de rosa…
-¿Queréis a la chica de rosa?-preguntó Mimi fingiendo indignación.
-Pues claro que si-le contesto Sora mientras Mimi se metía en la tienda que compartiría con Kari.
Al momento salió vistiendo una blusa rosa, que hizo que todos soltaran una carcajada al recordar el estrafalario sombrero de Mimi y que en opinión de T.K. le quedaba muchísimo mejor que la camiseta descolorida.
-¡Perfecto!-le felicito Sora riendo, pero Mimi le tendió lo que a T.K. le pareció un folio y los ojos de Sora se anegaron en lagrimas-Piyomon…
Y Mimi fue dando a los demás los dibujos, T.K. se quedo son palabras al ver al suyo, estaba retratado la primera vez que había visto a Poyomon después de la batalla con Devimon, un niño sonreía abiertamente, hacía tanto que no sonreía así, pero en eso momento lo hizo al verse a sí mismo después de tanto tiempo.
-Mimi… ¿Lo has hecho tu todo?-preguntó Izzy asombrado.
-Si-dijo Mimi muy contenta de sí misma, no era para menos, T.K. estaba impresionado.
-Mimi, eres un artista…-felicito Joe impresionado, Mimi parecía realmente muy satisfecha, porque hasta Tai miraba su retrato, se había quedado sin palabras como él y Kari.
-El mío está terminado-dijo Matt al momento mientras miraba detenidamente a Mimi.
-Lo termine en el avión mientras dormías-le informo Mimi con cuidado.
-¿Lo terminaste después de...?-le preguntó Matt sorprendido, Mimi simplemente asintió, T.K. no entendía nada, y por lo que veía los demás estaban igual que él, ya que no recordaba que su hermano tuviera mucho trato con la estrafalaria Mimi-Gracias…-le dijo Matt.
-Esos son para vosotros, pero tengo más…-dijo Mimi mientras sacaba más cuadernos y se los enseñaba.
T.K. y los demás se deshicieron en cumplidos para Mimi, había retratado los sucesos más importantes y las felices en el mundo digital, T.K. no pudo evitar observar que hasta la propia Mimi, les colocaban a él y a Kari siempre unidos, una imagen de Angemon y Angewomon con ellos dos, se hizo pronto en su favorita, junto la que tenía ya. Izzy le había pedido digitalizar sus dibujos para que así todos lo tuvieran, Mimi acepto encantada para entusiasmo de los demás.
-Bueno chicos, ya es oficialmente el 1 de agosto-dijo Tai bostezando mientras miraba el reloj, era cierto, ya era medianoche.
-Me preguntó como estará Piyomon y los demás…-dijo Sora en un suspiro mirando al cielo.
-Seguro que están todos juntos como nosotros-dijo Mimi con nostalgia.
Y el silencio se hizo de pronto entre todos… recordando a sus compañeros.
-Creo que deberíamos dormir un poco…-dijo Joe al momento al ver el desanimo general-la mayoría estamos cansados de nuestros viajes…-dijo Joe y todos miraron que Mimi casi se quedaba dormida allí.
-Tienes razón- asintió Izzy y se fue para la tienda que compartía con Joe.
Sora y Tai también desaparecieron en su tienda y Kari cogía a una dormida Mimi para meterla adentro, pero T.K. no podía de dejar de mirar a Kari.
-Vamos hermano-le dijo Matt con una sonrisa burlona.
-Si vamos…-dijo T.K. pero había visto algo en los ojos de Kari que le había preocupado.
Mimi dormía plácidamente a su lado, pero el frió le hacía presa de él, notaba que el frió penetraba a través de su saco de dormir, era imposible seguir allí, los susurros se hicieron fuertes… ya había pasado algunas horas desde que el campamento estaba en silencio, pero ella notaba las cosas que les rodeaban, pero los demás no las notaban como ella, las sobras le hacían mas fuertes, sentía miedo de que les hiciese daño a sus amigos y a su hermano… pero las sombras solo venían a por ella…
Salió con sigilo de su tienda, aun había ascuas en la hoguera, pero nadie parecía despierto, se sintió tentada de ir a la tienda de T.K., el también los había presentido en Odaiba cuando la habían llamado, pero se dijo a si misma que tenía que dejar al margen de todo a T.K.
Camino con cuidado hasta el rió que discurría cerca del campamento, donde su hermano y los demás viajaron por primera vez al mundo digital… y la niebla volvió a ella… entre la niebla veía acercarse las sobras a través del agua… sabía que ese momento llegaría, que al fin vendrían a por ella…
-Dueña de luz
-Dueña de luz
-Dueña de luz
Ahora oía sus voces nítidamente, no eran susurros, le estaban llamando a ella, su emblema era la luz, se sentía tan atemorizada que se quedo paralizada mientras esas sombras se acercaban cada vez más a ella, no sabía lo que eran, no podía luchar contra ellas, notaba el agua llegar a sus pies...
-Dueña de luz
-Dueña de luz
-Dueña de luz
.Una de esas criaturas alargo su mano hacía ella…
-¡KARI!-vocifero alguien a su espalda y Kari vio como la sombra de ojos ambarinos miraba a su espalda y pronunciaba algo que por fin la hizo reaccionar..
-El guardián debe desaparecer...
-¡JAMAS!-grito Kari haciendo acopio de las pocas fuerzas que sentía, se dio la vuelta y empezó a correr, no podía dejar que le hicieran daño a él-¡NO! ¡T.K.!-grito mientras corría hacía el a través de la niebla, no le veía, pero no podía dejar que se acercase mas o le harían daño
Y Kari al fin le encontró entre la niebla, tenía el gesto asustado, pero le sonrió al reconocerla y ella también lo hizo aliviada… Y de pronto su dispositivo reacciono, su luz ilumino todo el lugar y la oscuridad con la niebla desapareció…
-Kari…-le llamo T.K. a través de la luz que emanaba de su dispositivo.
-Alguien me está llamando-dijo Kari mientras cogía su dispositivo, nunca jamás, se había separado de él.
-¡No dejare que esas sombras vuelvan a ti!-dijo T.K. con fuerza mientras le tomaba del brazo y la abrazaba, Kari sentía la calidez que emanaba del cuerpo de T.K. también se sentía protegida y arropada-¡Jamás dejare que se vuelvan a acercar a ti! ¡Te lo prometo!-le contesto T.K. con arrojo, Kari se quedo sorprendida de que T.K. también los viera.
-Pero ahora quien me llama no son ellos… es Gatomon…-dijo Kari mirando a los ojos azules de T.K. y en el cielo se formo una aurora de increíble colores con una gran vórtice de luz en el centro-Gatomon me está pidiendo ayuda, T.K…-le dijo Kari, pero T.K. no la soltó.
-¡¿QUE PASA AQUI?!-preguntó con enfado Tai, Kari miro a su hermano que venía acompañado de los demás...
-Gatomon… Gatomon me está llamando hermano-dijo Kari y a pesar de todo se separo de los reconfortantes brazos de T.K. y camino hacia la aurora.
-Nuestros dispositivos no reaccionan-dijo Sora al momento mientras se adelantaba a su lado al igual que Tai.
-Es extraño… ¿Puede ser que el de Kari si reaccione porque ella no estuvo aquí hace doce años?-preguntó Izzy mientras miraba su dispositivo.
-Sea lo que sea, Kari no irá sola-dijo T.K. con aplomo- si Gatomon está llamando a Kari, todos los demás están en peligro… Kari no debe ir sola, yo voy a ir con ella-dijo T.K. con seguridad y le volvió a tomar de la mano, aquella en la que el dispositivo aun brillaba con fuerza con la fuerza de su luz...
-Si nuestros dispositivos no reaccionan no podemos cruzar la barrera-dijo Joe al momento.
-Si nuestros dispositivos no reaccionan… entonces… Palmon y los demás… ¿les habrá pasado algo malo?-preguntó Mimi con lagrimas en los ojos.
-Sea lo que sea no voy a dejar a mi hermana sola, si ella puede cruzar lo hare yo también-dijo Tai con valentía mientras cogía la su otra mano.
-Yo también iré-dijo Sora mientras tomaba la mano de Tai.
-Sin dudas, no pienso quedarme aquí-dijo Matt mientras cogía del brazo a su hermano T.K.
-No me vais a dejar atrás-dijo al momento Mimi y sorprendentemente se agarro con fuerza del brazo de Matt.
-No seré yo el que se queda-dijo Izzy mientras le tendía una mano a Mimi que ella acepto aunque seguía fuertemente agarrada a Matt.
-Tal vez esto si sea un reencuentro al final-dijo Joe mientras tomaba la mano de Sora.
-Iremos todos contigo Kari-le dijo T.K. sin miedo, pero Kari solo tenía miedo en eses momentos de una cosa, de lo que habían dicho la sombras de ojos ambarinos, su guardián era el…
Pero Gatomon la necesitaba, no podía dudar ahora, alzo la mano junto con T.K., alzo su dispositivo al vórtice de luz y una fuerza les adentro en el persiguiendo ese reencuentro.
