"Patamon, ¿porque siempre Patamon?" pensaba para sí T.K. entre rabia y desolación "¿Porque siempre él?"
Era lo que se preguntaba una y otra vez, una y otra vez en la primera guardia que él tenía en la primera noche después de tantos años en el mundo Digimon, pero un mundo Digimon oscuro y triste que no era el que recordaba, ni siquiera había visto ningún Digimon aquel mundo parecía sin vida…
Sabía que estaba siendo cruel y miserable, pero él y su Digimon siempre eran los que llegan al final de todo, los que más sufren… los que morían… porque algo en él volvió a morir a enterarse de la pérdida de Patamon…
-T.K….-llamó una voz a sus espaldas.
-Kari-dijo T.K. de pronto recuperándose de aquellos pensamientos que le asaltaban.
-Es el cambio de guardia, deberías descansar-le dijo Kari con amabilidad pero ella parecía aún más cansada que el.
-Kari me encuentro bien, prefiero seguir, descansa tu mejor…-le pidió T.K., se lo pedía para que Kari, que no parecía bien, descansase, pero también se lo pedía por el mismo, ya que en sus sueños la pérdida de Angemon volvía a él una y otra vez, y se hacía imposible conciliar el sueño.
Pero Kari no se movió, se quedaron un momento mirándose y dentro del pecho de T.K. surgía algo que le lanzaba en pos de ella, era un sentimiento infantil que había cambiado, cada vez que la veía esa sensación de desasosiego y felicidad le abrumaba, a su lado se sentía profundamente confundido, algo que jamás había sentido antes, pero era algo que callaba, ya que decir algo así, podría mal interpretarse por su parte, y recordaba que Tai le había dicho que Kari tenía novio, realmente desde que conoció esa noticia, ese extraño sentimiento se hizo presente en el.
-T.K. lo siento tanto…-le dijo en un susurro Kari mientras una pequeña brisa sacudía su pelo y su vestido blanco.
Sin saber porque, todos al volver al mundo Digimon, había adquirido de forma inexplicable la ropa que había vestido antes de ponerse la ropa de dormir, y era inexplicable, ya que Izzy todavía no había dado con la explicación aún, aunque T.K. sabía que llegaría a ella, el secreto lo perfilaba en Mimi, ya que ella vistió durante todo el día la camiseta azul raída, pero al mundo Digimon apareció con la blusa rosa que se había puesto momentos antes de medianoche.
-Kari no tienes nada que…-empezó a decirle T.K. sintiéndose de pronto abrumado por la cercanía de Kari y a su sentido del olfato se embriagó del olor de la flor del cerezo que parecía desprender Kari.
-Me siento responsable de lo que le paso a Patamon…-dijo Kari en un susurro con lagrimas en los ojos-Nyaromon dice que fue para ayudarme… fue mi responsabilidad… lo siento tanto…-le dijo en un susurro-aunque no lo reconozcas, se lo que piensas-le dijo Kari mirándole directamente con esos ojos anegados de lágrimas, T.K. se sintió vulnerable-aunque pretendas hacerte el fuerte ante los demás, se que sientes una gran tristeza…
-Kari… yo…-empezó a decirle T.K.
-Haré todo lo que pueda para volver a ver a Patamon y a ti feliz…-le dijo Kari mientras daba un paso hacía el, T.K. noto mas el olor del cerezo al ver tan cerca a Kari de él, las lágrimas corrían por sus mejillas, al verla no pudo evitar sentirse tentado más que en su vida de recortar toda la distancia que le separaba de su gran amiga de la infancia y compartir miedos y esperanzas con ella de forma más íntima.
-Kari…-susurro T.K. mientras alzaba la mano y acariciaba la mejilla de Kari, jamás en la vida se había sentido más tentado de besarla como en aquel momento, aunque sabía que estaba mal por su parte ya que ella no le correspondía ya que ella estaba con otro chico que no era él y que esos instintos solo aumentaban más si cabe su propia confusión interna.
-T.K.- empezó a decir Kari, fue la que calmó lo que sentía al coger la mano con la que le acariciaba y se apartaba de él- yo y Nyaromon haremos todo lo que esté en nuestras manos, para que puedas volver a ver a Patamon y que puedas volver a París con Catherine, te lo prometo-le dijo Kari mientras se alejaba de él y le daba la espalda.
T.K. se sorprendió de las palabras de Kari, de pronto se sintió mal, ¿Kari pudo notar lo que pasaba por su mente como había presentido lo que sentía por la pérdida de Patamon? ¿Pensaba que aun estaba con Catherine? ¿Ella pensaba que sería capaz de besarla teniendo novia? Tal vez sí, pero tendría que decirle que él no se permitirá sentir aquello estando con otra chica.
-Quiero volver a ver a Patamon… pero en París ya no me queda nada…-dijo a la espalda de Kari y el se dio la vuelta, iría a descansar, no esperaba ninguna respuesta de Kari.
Entró en aquella pequeña cueva que habían encontrado y vio a Tai y Sora dormir abrazados, pero tenían el gesto preocupados como Joe, Izzy, Mimi y su hermano, pero solo en ese momento deseo tener a Kari como él tenía a Sora, pero apartó aquellos pensamientos de su cabeza, aquello no podía pasar, porque a pesar de que ya no estaba con Catherine, Kari si que esta con alguien.
Así que vio al final de la cueva a Nyaromon, aún seguía profundamente debilitada, tanto que todavía no había ascendido al nivel de Salamon, aunque lo había intentado, sabía que junto con él, era quien más sentía la pérdida de Patamon, lo pudo ver en sus ojos tristes, no necesito nada más, tampoco ni en lo más profundo de su resentimiento con el mundo que le había vuelto a alejar de Patamon, no culpaba a Nyaromon, así que se acurruco a su lado para darle calor y protección, sus Digimon siempre les habían protegido, ahora era el turno de protegerlos ellos.
Y Nyaromon se hizo un ovillo contra él y el calor de la pequeña Digimon, resultó muy reconfortante, pero sabía que al lado de Kari, seria todavía mejor y por una vez las pesadillas le dieron una tregua.
A la mañana siguiente siguieron su camino, ciertamente sabía que era de día y de noche ya que Nyaromon se lo decían, porque el mundo no cambiaba, la oscuridad se hacía dueña de todo a su paso.
Tardaron toda una mañana en llegar a la aldea del comienzo, pero lo que allí hallaron… fue la total desolación… la ciudad del comienzo se encontraba en ruinas…
-Está igual a como la dejaron los amos oscuros…-dijo en un susurro Mimi mientras se acercaba a un digihuevo todo destruido…
T.K. no quiso mirar dos veces para ver si aquel huevo era de su Digimon, se sentía desolado, ahora sí que no se sentía con fuerzas de inculcar ánimos en los demás y tragar el solo con lo que sentía por dentro. Por pura desesperación y por pura rabia golpeó con todas sus fuerzas a una roca cercana ante la cara de asombro de sus compañeros y la sangre manaba a chorros entre sus nudillos.
-¡T.K.!-exclamó Mimi horrorizada mientras le miraba pero a T.K. eso le daba igual, no le importaban las miradas reprochadoras de Matt, ni las asustadas y condescendientes de los demás, era más que evidente que Patamon no iba a volver con él.
-T.K.-le llamo Nyaromon con una enorme tristeza destilando en sus ojos castaños una vez que saltó a sus brazos, eso fue lo único que le hizo sentirse mal a T.K. por su estúpida reacción, ella estaba preocupada, si el perdía la esperanza, ¿quién mantendría la de los demás? hacía doce años las dudas de Matt casi destruye la amistad de todos llevándolos por caminos distintos, solo porque él era el portador de aquel emblema, no, él no podía fallar, no podía fallarle con tanta facilidad a Patamon.
-Te lo prometí…-dijo simplemente Kari en un susurro…
Y de pronto una potente luz emano de su dispositivo digital, marchando una guía ante la cara de estupor de todos e incluida la suya misma, Kari siguió andando siguiendo su luz, pasando entre los digihuevos de piedra y llegó ante un digihuevo que parecía hecho de roca, pero que T.K. se emocionó al reconocer aquellas líneas distintivas del digihuevo que había acabado en sus manos después de la batalla contra Devimon, pero sus esperanzas volvieron a decaer al ver que era un huevo de piedra, que la oscuridad había destruido aquella vida… la oscuridad impedía que él y Patamon se volvieran a reencontrar.
-Es de piedra…-dijo T.K. desesperanzado, pero los ojos de Kari ya no asomaban lágrimas en ellos, sino en decisión.
-Te prometí que volveríamos a ver a Patamon-dijo Kari con esa seguridad que solo tenía ella, cogió entre sus manos el digihuevo que estaba seguro que pertenecía a Patamon y su luz brilló con toda la fuerza que fue posible, sus amigos y su hermano gritaron con asombro pero T.K. no lo hizo, ya que si deseaba con todas sus fuerzas volver a ver a Patamon.
Una vez que la luz se apagó Kari estaba de pie con un digihuevo en sus manos, blanco con unas líneas horizontales que lo rodeaban, era brillante tal y como recordaba de la niñez, Kari hizo que la oscuridad desapareciera del digihuevo de Patamon.
-¡KARI!-gritó una voz aguda y T.K. vio a sus pies a Salamon, en la luz, Nyaromon digievoluciono en Salamon-¡El poder de tu luz sigue siendo fuerte!
-¿El poder de la luz de Kari?-preguntó Joe confuso a Izzy.
-No es la primera vez que comprobamos que el emblema de Kari es diferente al del resto…-dijo Izzy pensativamente, pero T.K. no le importaba nada de lo que le dijeran.
-Lo has conseguido… me lo has prometido y solo tu podías conseguirlo-le dijo T.K. con enorme gratitud a Kari, en ese momento no le importo su confusión interna y aunque sabía que no era correcto la rodeo con fuerza con sus brazos, en aquel momento la luz de Kari incluso había desterrado las cosas que le asustaban y aunque estaba en presencia de Tai y de los demás, estaba seguro de lo que estaba sintiendo-Kari yo…
-Niños elegidos…-dijo de pronto una voz profunda que no conocían a sus espaldas, T.K. en ese momento se dio la vuelta preocupado, interponiéndose entre Kari y el digihuevo que ella portaba de Patamon, tenía que protegerlos a ambos, ahora que había descubierto que Kari era lo que más necesitaba en su vida-aunque ya no sois niños…
Quien hablaba se presentó ante ellos, se trataba sin lugar a dudas de un Digimon, de un Digimon enorme... tenía una constitución muy parecida a la de un oso gigante, pero su pelaje frondoso era de una tonalidad azul oscuro, tenía unas enormes garras reforzadas con metal de color rojo y una media luna sobre los ojos rojos, T.K. jamás en su vida había visto a aquel Digimon, pero había algo en el que le resultaba familiar.
-¿Quién eres?-preguntó Matt de forma amenazante, tanto él como Tai se interponen entre el Digimon y Sora y Mimi como hacían Joe e Izzy.
-Es Grizzlymon-les informo inmediatamente Salamon-no es un Digimon malvado pero… en este mundo…-dijo la Digimon, pero permanecía alerta como los demás.
-Cierto, soy Grizzlymon-respondió el Digimon-pero los niños elegidos me conocisteis como Elecmon-respondió el Digimon y T.K. no puedo evitar sentirse aliviado y a la vez emocionado, eso resolvía porque sentía esa familiaridad con aquel Digimon.
-¿Elecmon?-preguntó Mimi emocionada adelantándose a lo demás y esquivando a los chicos y se tiró a abrazar al enorme Digimon-te habíamos echado de menos… ¡has digievolucionado!-dijo Mimi evidentemente, T.K. dejó de sentirse tenso y se acercó al Digimon al igual que los demás.
-Si he evolucionado, al igual que vosotros, jóvenes elegidos-dijo Grizzlymon mientras les miraba a todos-habéis cambiado mucho todos, pero hay algunas cosas que se mantienen-dijo mientras miraba detenidamente a Kari y al Digihuevo de Patamon que aún estaba entre sus manos, T.K. estaba deseando cogerlo, pero tenía miedo que en sus manos el digihuevo se volviera a convertir en piedra por culpa de la oscuridad-cuando ese digihuevo llegó aquí presentí que era de mi viejo amigo Patamon, temí que como el resto de los digihuevos no pudiera crecer y se quedase como piedra para toda la eternidad, pero la luz volvió a este mundo, la luz de la vida…-dijo Grizzlymon mirando con detenimiento a Kari- solo tú puedes devolver la vida a este mundo y hacer que desaparezcan las sombras y el dios oscuro que asoló el mundo…-les dijo Grizzlymon.
T.K. se quedó sorprendido de las palabras de Grizzlymon, por eso aquel ser llamaba a Kari, porque era la única que podía destruir su oscuridad del mundo Digimon.
-Mi poder no es suficiente…-empezó a decir Kari con miedo entendiendo ella también las palabras de Grizzlymon.
-Sola no, pero con tus aliados si… no ponemos perder la luz que nos da vida, no podemos perder la esperanza ahora, esa esperanza debe volver y tú la traes de vuelta-dijo Grizzlymon mientras miraba fijamente el digihuevo de Patamon… T.K. se dio cuenta gracias a las palabras de Grizzlymon que Kari les necesitaba a ellos, pero devolver la vida al mundo Digimon, por eso la luz de Kari pudo devolver la vida al digihuevo de Patamon.
-Grizzlymon, ¿puedes decirnos qué ha sucedido con el mundo Digimon y con nuestros compañeros?-preguntó inmediatamente Sora a Grizzlymon.
-Eso yo no lo sé, pero lo que sé es que estáis en peligro, el palacio de Mervamon está cerca-informo Grizzlymon- y toda pequeña Luz se hace grande entre tanta oscuridad, os llevaré a un lugar seguro, puede que allí encontréis respuestas...
