Chapitre 16
Reflecting Light
I rode the Pain Down, Got off And Looked up
Looked into Your Eyes
Comenzó a llover a cántaros. Todos mandaron mensajes al chat grupal sobre que estaban atorados en sus casas y no les dejaban salir con el clima así. Los únicos que alcanzaron llegar al barco fueron Marinette y Adrien. Marinette cosía en el taller de la escuela y Adrien en su día con la psicóloga. La llovizna les agarró a más de medio camino al barco, era mejor ir a refugiarse ahí que a sus casas. La lluvia empeoró después que salieron de la cocina con sándwiches y sodas, tuvieron que refugiarse en la habitación de Luka.
No pusieron música, ni películas, solo escuchaban el relajante sonido de la lluvia contra la ventana, contra el río que corría con fuerza y mecía el barco. No prendieron la luz, sería arruinar un perfecto día nublado.
Están recostados en la cama, Adrien solo se quitó el saco del uniforme y Marinette se deshizo de sus colitas. Solo están viendo al techo, hablando del día, de lo que hicieron en clases. Se dieron la mano y jugaron con sus dedos, entrelazados sin dejar de hablar.
Sin darse cuenta Marinette rodeó sus piernas contra las de él, y esta abrazada a su cintura.
En otro momento Adrien tiene su cabeza acomodada en el espacio del cuello Marinette, casi en su pecho.
Después de un rato ya están abrazados el uno contra el otro, hablando casi en susurros, sin estar dispuestos a moverse o dejar de darse calor entre ellos, no querían recurrir a la manta bajo de ellos.
— ¿Esta?— Marinette le recorrió la manga a su brazo. Le estaba buscando lunares al principio y luego encontró pequeñas cicatrices. Adrien tenía una mancha casi en el codo, era café, pequeña y con un pliege.
— Nathaniel tenía unas bengalas por el cuatro de julio. Estábamos en su patio jugando con ellas y Nino sin querer me quemó el brazo con la suya. No me volvieron a dejar jugar bengalas.
Adrien tomó la mano de Marinette y vio que tenía una cicatriz justo en la palma de su mano. Rosada, lisa, entre el dorso y el índice. Se veía dolorosa.
— ¿Qué pasó aquí?
— Tenía cinco años, quería ayudar a mi papá y tomé una charola de baguettes directamente del horno—mostró que su otra tenía la misma marca—. Los guantes se volvieron mis mejores amigos.
Adrien besó la cicatriz de su mano, ella suspiró.
Marinette encontró un lunar debajo del cuello de Adrien, se estiró un poco y sus labios tocaron ese punto. La risa se escapó de él, no era lo que Marinette esperaba, un Adrien que se retorció por cosquillas.
— Eres cosquilloso— alzó su vista, sus manos jalaron la camisa de él.
—No—dijo, con muy poca convicció le apretó las costillas con la yema de sus dedos. Adrien se contorsionó — ¡No, espera!
Marinette se subió a su cintura y le comenzó a hacer cosquillas en el estómago, en las costillas y en el cuello. Adrien se reía tanto que tenía unas lagrimitas y eso no dejaba que pudiera tomarle las manos para detenerla de su ataque. Adrien gritó que le llevaría a dónde ella quisiera a cenar pero que se detuviera, ella aceptó la oferta con una sonrisa triunfal.
Se volvió a acomodar contra él, solo que ahora ella estaba recostada en el pecho de Adrien. Él le dijo abusiva con tono divertido y su mejilla se acomodó contra su cabello.
Se quedaron dormidos hasta que el celular de Adrien retumbó por la silenciosa habitación, era Emily que le preguntó a su hijo dónde estaba y cuándo volvería. La lluvia cesó y debían volver a casa.
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The Last Open Windows All Around
My Dark Heart Lit up the Skies
Han pasado dos semanas desde que Kim y Marinette terminaron.
O algo así como terminar, porque en realidad no hubo una plática, nadie dijoterminamos . Tiene el vago recuerdo de decir en frente de todos, frente a Kim, "ex-novia" en esa caótica noche.
Luka le dijo que aunque él es un ser que prefiere siempre decir las cosas claramente y que una plática hace que todo sea sano, no le debe nada de eso a Kim. Primero era ella, sus sentimientos y sobre todo su paz. ¿Por qué vas a buscarlo si te hace mal? El te hizo daño con otra persona, ¿qué más hay que decir? le dijo, teniéndola en sus brazos para consolarla.
— No me dijiste que hoy había galletas de tu papá— Zoé alcanzó a Marinette en la cafetería. Se sentó a su lado en la mesa en dónde solo estaba ella con su almuerzo. Lleva un plato lleno de galletas, casi todas de chocolate— Dios, están deliciosas.
— ¿Solo vas a comer eso?
— Ah, ya comí. Este es el postre— aún no se acostumbra al estómago de Zoé.
— Hola, bonita.
Luka llegó por detrás y le dio un beso en la mejilla a su novia, le bajó la boina a Marinette ( ¡ey!) y se sentó frente a ellas. Zoé le ofreció galletas y él tomó una de nueces que había en la bandeja, ella la tomó para él.
— ¿Qué sucede? Te ves muy pensativa— Zoé quitaba pedazos de chispas grandes y se los comía.
Marinette sumió los labios y alternó su vista en ambos. Sus mejores amigos estaban frente a ella, si alguien iba a escuchar ellos eran los más indicados.
— Estoy pensando cuando es buen momento para decirle a Adrien que me gusta.
— ¿Cómo pensando? ¿No se lo dijiste después del concierto?— Zoé volteó a ver a Luka, el cual negó con la cabeza porque lo sabía de parte de Marinette y del mismo Adrien— . No entiendo, ibas a decírselo ese día.
— No… bueno, no así. Iba a esperar un poco después de terminar con Kim para decirlo. Luego fue desastroso y me sentí herida, así que necesité un poco más de tiempo. Pero ahora no sé si es muy pronto decirle a Adrien que lo quiero después de terminar con alguien que me gustaba. ¿Está bien eso? ¿No es muy pronto? Además que…
— Para, para—Zoé detuvo a su amiga de ese ataque de verborrea que le estaba dando—. Marinette, ya no eran novios, desde antes del concierto ya no estaban juntos. Tú esperaste, como una buena chica, verlo en persona para poder terminar adecuadamente. Y él— tomó las manos de ella— te engañaba con otra. No le debiste días de duelo, y definitivamente no le debes más tiempo.
Marinette, por instinto, volteó a ver a Luka. Él se terminó desde hace rato su galleta y tomó otra de zarzamora que también le llevó Zoé. Se encogió de hombros.
— Yo hubiera apoyado el plan de haber salido con él al segundo de decirle a Kim "terminamos"— Marinette le lanzó un chícharo de su ensalada, Zoé se rió—. ¡Oye! No siempre puedo ser el más maduro.
— Es tiempo, Marinette.
Marinette suspiró y asintió a sus amigos. No solo ellos tenían razón, en su corazón también lo sentía.
— ¿Por qué sigues aquí?— Zoé la regañó con la mirada.
— ¿ Porque estamos por entrar a clases?— Marinette dijo confundida. Luka soltó un bufido entre su sonrisa y ella le retó con la mirada.
— Ay, claro. No. Te conozco. Vas a seguir pensando y te vas a arrepentir. Tienes que ir ahorita.
— Zoé, Adrien también está en clases.
— ¿Irás saliendo de clases? — Luka cuestionó. Su sonrisa no era burlona, era de interés en sus amigos.
— Si, cuando acaben las clases.
— Yo te llevaré— dictó Zoé, convencida de que no le daría tiempo a su amiga para darle la vuelta.
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Now That I've Worn out the World
I'm on My Knees in Fascination, Looking Through the Night
And the Moon's Never Seen Me Before
But I'm Reflecting Light
Ese día no tenían actividades en sus clubes, quedaron en que irían a comer pizza los cuatro y harían la tarea que habían pospuesto por dos semanas. Esperaron a Nino un momento en el salón, cuando lo vieron entrar se veía frustrado, enojado más bien y ese ya vamonos fue tan secó que les tomó desprevenidos.
Alix iba contando animada sobre la exposición que su papá quería montar en su galería con un nuevo artista local que había encontrado en su último viaje. Nath supo de quién era al escuchar el nombre y dijo que le gustaría ver esa exposición pronto, quería ver sus obras en persona.
Cruzaron el umbral de la entrada, no tocaron las escaleras aún y Alya gritó el nombre de Nino, venía algo sofocada y alegaba algo de que aún no terminaban de hablar. Nath, Alix y Adrien se miraron y con eso decidieron darles espacio y esperar a Nino, de lejitos .
Adrien bajó la vista y encontró a Marinette sentada en el descanso del barandal de piedra de la escalera. Lleva un short de mezclilla oscuro y unas medias negras, con ese suéter rosa de corazones rojos de botones. Se ve adorable. Le encanta cuando lleva el cabello suelto.
Le alcanzó con una sonrisa y le saludó, dijo que no esperaba verla ese día. Ella continuó sentada, tenía una sonrisa tímida y sus manos eran un nudo entre ellas. Adrien arqueó una ceja, se veía distinta. Adorable, pero le era extraño.
— Vine a decirte algo.
— Claro, lo que sea.
Marinette volteó la mirada y vio a Nathaniel junto a Alix, ambos le sonrieron y movieron las manos como si la empujaran; Nino también estaba ahí con Alya, pero parece que no se han dado cuenta de su presencia. Hay más alumnos, pero esos no importan mucho. O si.
— Ven, ven— Marinette le hizo una seña con la mano para que se acercara. Él se inclinó un poco. Marinette le jaló de la solapa de su cuello.
Murmuró en su oído lo que fue a decirle. Luego le empujó para dejarlo de regreso en dónde estaba originalmente.
Adrien tenía una enorme y radiante sonrisa. Es la primera vez que le ve ese rostro, más que nunca le gustan sus ojos. Marinette se río al verlo así y de un saltó bajó del descanso.
— Bueno, eso era todo.
Dijo burlona y dio media vuelta para irse, pero Adrien le detuvo y la jaló con suavidad del brazo. La atrajó hacia él y la besó.
Te quiero, Adrien.
Marinette le dijo aquellas palabras que llevaba esperando más tiempo del que había estado consciente. La ha querido hace meses y por fin puede tenerla para él.
— También te quiero, Marinette— murmuró contra su boca.
Adrien la abrazó de la cintura y ella se estiró de puntas para alcanzarlo, se aferra a él al rodear su cuello. No sabe cómo describir ese beso, siente tanto cariño cuando sus labios se acarician y al mismo tiempo siente las ganas de él por su lengua acariciando su labio inferior. El corazón de Marinette bailotea y se le olvida dónde están.
Chiflidos y bromas la regresan a la realidad, a ambos.
— Agreste, déjala respirar.
— Eso es todo, Agreste.
Marinette se río y escondió la cabeza en el cuello de Adrien, pero volteó a ver a Nath y Alix, que levantan los puños en victoria y hacen gestos silenciosos para vitorearlos.
Nino y Alya se dieron cuenta de lo que pasaba cuando todos empezaron a hacer bulla y mofas sobre Adrien. Nino grito un ¡Así se hace, hermano! y Alya no sabía qué decir o cómo actuar, solo se aferró al brazo de su novio para no hacer algo frente a él.
— Nunca creí que vendrían a confesarse conmigo a la salida de la escuela. Me siento en un anime.
— Ya—le dio un empujoncito, Adrien no le concedió que se apartaran—. Dios, qué pena. No debí hacerle caso a Zoé.
— ¿Por qué? Tú escúchala, ella es sabia—Marinette le mostró la lengua, él hizo un amago de morderla y ella se sonrojó—. Oye, ya que me quieres, y yo te quiero, quiero decir que somos…— hizo con su dedo una seña de juntarlos.
— No sé a qué te refieres, no te entiendo.
— ¿Novio y novia? ¿Tú y yo?
Marinette se estiró y le dejó un pequeño beso en sus labios.
— Si, mon chaton .
Iban a volver a besarse, pero Nino se colgó de los hombros de Adrien y le jaló hacia atrás. Alix y Nath se acercaron también.
— Oigan, tortolitos, no les quiero interrumpir el momento, pero tu novio— Marinette sonrió encantada, sonaba excelente— tiene una gran y enorme tarea pendiente.
— Rayos. ¿No puedo…?—volteó a ver a Nath para que le diera apoyo.
— Lo siento, necesitamos empezar, avanzar y si se puede terminar— Nath negó varias veces con la cabeza.
— Pero Marinette puede venir con nosotros— Alix pasó su brazo con el de ella—. Es justo que ahora tu novia pase tiempo con tus mejores amigos y que conozca tus lugares favoritos. ¿Vienes?
— Me parece muy bien— dijo Marinette, emocionada.
Los cinco se fueron hacia el restaurante.
Nadie le preguntó a Nino qué pasó con Alya.
Salut~:
Cortito, pero había esperado por por fin llegar hasta aquí 3.
Es hora de cerrando ideas, de ir jalando un poco los hilos y buscar entre las ideas que fui perdiendo en el camino.
Empieza la temporada de frío y escribir con guantes no es opción. ¡Pero haré lo más que pueda!
Corazoncitos azules a todos~.
