Parte 7

XXXIV

Después de la primera noche de Sakura y Naruto, la relación entre todos los miembros del equipo 7 comenzó a fluir con más naturalidad.

Increíblemente, los tres encontraron el balance para estar en la intimidad tal cual Sakura lo había sugerido, siempre a puerta cerrada del otro, más no inaudible, algo a lo que los varones se tuvieron que acostumbrar, hasta que llegó el momento (meses después) en que la misma Sakura les permitió ser espectador del otro, más no involucrarse al mismo tiempo, algo que cambió cuando al poco tiempo, ella les permitió compartir el momento; con algunas restricciones, pero también con nuevos acercamientos, cuando experimentaron lo "oral", cosa que Sakura aprendió en un inicio con Sasuke y después puso en práctica con Naruto, para finalmente los tres experimentarlo de forma simultánea.

Aun así, su relación no sólo era algo basado en lo sexual como muchos pensaban, realmente había una armonía envidiable en ese equipo.

En el ámbito social, parecía que sólo eran ellos tres en el domo, pues a veces se les podía ver haciendo la despensa, Naruto tomando la mano de Sakura, Sasuke llevando bolsas, o también se les podía ver paseando por los alrededores, Sasuke llevando de caballito a Sakura, mientras Naruto llevaba las mochilas de los almuerzos, ni que decir de las tardes de juegos de mesa donde Naruto siempre era vencido por su novia o hermano.

Sin embargo, pese a lo felices que eran, pronto comenzaron a surgir las problemáticas de las que Kakashi le contó a Sasuke, justo cuando la autoridad dejó saber algunos comentarios por parte de los seguidores del equipo, donde la mayoría de los espectadores le reprochaban a Sakura el ser una mujer fácil, una puta, una zorra, una desvergonzada que tenía sexo con dos al mismo tiempo, una promiscua barata de lo peor.

Mientras que a Sasuke y Naruto, los insultaban principalmente por ser "perros arrastrados" de la "perra en celo", pero a la vez los trataban de persuadir de dejar a su novia con el argumento de que había mejores mujeres tal como Ino, Hinata, Karin, Shion y otra fila de féminas que por sobre todo destacaban por sus atributos físicos, estas cosas generalmente las ignoraban ambos jugadores; sin embargo, les enfurecía que se refirieran a Sakura tan despectivamente, incluso que muchos argumentaran que ellos dos realmente tenían preferencias de otro tipo y que Sakura les impedía vivir ese amor o era solamente su excusa para que nadie se diera cuenta. Puros delirios.

La cosa empeoró, cuando los tres se enteraron de que las ganancias que obtenían eran porque la gente los observaba en la intimidad, pagaban incluso por ello. Enterarse los hizo sentirse estúpidos, desprevenidos e ingenuos, comprendieron porque de la nada su cuenta aparecía con mucho dinero, algo que ellos creían que era por las batallas que tenían. Lamentablemente de ese modo, aprendieron a que la privacidad era algo por lo que tenían que pagar.

El que su relación prácticamente fuera televisada para un montón de espectadores quebrantó el corazón de Sakura que, afligida, llegó un momento en que no pudo lidiar con tanta presión y se negó a tener cualquier tipo de contacto con sus novios, incluso negándoles un simple beso.

La gente fuera del domo parecía odiarla sólo por ser amada por sus hombres, lo mismo pasando en el interior que no sólo tenía a quienes la odiaban, también a quienes la acosaban, haciéndole repugnantes propuestas que la invitaban a ser parte de orgías, insinuando que a ella le gustaba meterse con cualquier hombre, cuando ella solamente le pertenecía a dos, no le interesaba nadie más.

Sasuke y Naruto, al ver que su querida novia estaba en peligro de dejarse caer por esos comentarios y acciones, se pusieron de acuerdo para hacer algo que los dos creyeron aplacarían en parte a los jugadores y espectadores que dudaban del amor que sentían por ella.

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—Sakura…

—Sakura-chan.

Entraron ambos a la oscura habitación en donde su novia se ocultaba llorosa y avergonzada después de recibir una repugnante propuesta, así como diversas reclamaciones.

—Sí… ya sé que me dirán, que no le tome importancia a esas cosas, que solamente importamos los tres y nadie más.

—Sí, pero no vinimos a eso, Sakura. —se acercó Sasuke a ella.

—Vinimos a preguntarte algo, Sakura chan. —le siguió Naruto.

—¿Preguntarme algo?

Ambos hombres asintieron al mismo tiempo y se arrodillaron frente a ella.

—Sakura/Sakura-chan…

¿Te quieres casar con nosotros?

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XXXV

El día de la esperada boda llegó, en medio de la noche, a la luz de la luna, en una capilla ausente de público, sólo con un dron frente al altar como "testigo" y "sacerdote", un trio de enamorados hicieron sus respectivos votos de amor.

"Con estos anillos, juramos solemnemente estar juntos los tres en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, más allá de la muerte, por siempre y para siempre"

Prometieron los tres mientras se entregaban sus respectivos anillos, Sakura viendo como su dedo anular era adornado por una argolla plateada con un pequeño rubí, este de parte de su querido Sasuke, y por encima de esta una argolla dorada con grabados de parte de su amado Naruto.

Ella les entregó una argolla lisa plateada y dorada respectivamente, que tenía por su interior el grabado de las iniciales de sus nombres juntas (NSS), y finalmente Sasuke y Naruto también compartieron argollas dorada y plateada a su contraparte como símbolo y promesa de que también estarían juntos para amar y proteger a su esposa, y protegerse y amarse también entre ambos.

Quedando en evidencia física su unión por medio de los anillos y, bajo el poder de la autoridad, se declaró oficial el matrimonio Uchiha-Uzumaki, por ende, Sakura tomó el apellido de sus maridos.

Después, en la privacidad de su departamento, le siguió la luna de miel, donde los tres avanzaron un peldaño más en la intimidad, cuando Sakura, después de haber estado evadiendo algunas indirectas sugerencias, se permitió y les permitió a sus esposos experimentar la intimidad con su otra cavidad.

Sasuke, como era de esperarse fue el que tuvo el privilegio de hacerlo primero, por sugerencia de Sakura y del mismo Naruto quien estaba consiente de que a veces él perdía el control, y lo menos que quería era lastimar a su esposa.

Entonces sucedió, fue incómodo y doloroso para Sakura la primera vez, pero con la gentileza y sutileza del Uchiha, pronto aquella forma de unión se hizo común en el matrimonio.

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XXXVI

—Dios, eso estuvo grandioso…

Sonrió una exhausta Sakura, dejándose caer en medio de sus maridos, una vez que Naruto, también agotado, le hizo espacio, mientras que Sasuke, aun en su sitio, se movió únicamente para cobijarlos y a él mismo con la sábana.

—Mañana se nos acaba el tiempo de la privacidad, la autoridad no nos permitirá que compremos otra mensualidad. —recordó Sasuke, estabilizando poco a poco su respiración.

—Teníamos que hacer que valiera la pena ¿no es así, Sakura-chan? — abrazó Naruto su esposa por detrás, besándole el hombro, mientras que Sasuke se acomodó a fin de dejar que su brazo le sirviera a su esposa como almohada, mientras que con su otra mano libre le acariciaba de la cintura hacia abajo y viceversa.

—Sí, los amo a los dos mucho… quiero que lo sepan, antes de que me restrinja un poco para no darles de que hablar a esos malditos imbéciles.

—Lo sabemos, Sakura-chan… aunque es bonito escucharlo cada vez que lo dices.

—Aww… ¿en serio? ¿Y tú Sasuke-kun? ¿Te gusta también que les diga que los amo?

—Por supuesto. —respondió este con su típica seriedad, acercándose a ella para robarle un beso.

Con las respiraciones ya aplacadas, Sakura se acomodó bien entre ellos de manera que los tres quedaron recostados en la amplia cama, mirando hacia al techo.

—¿Creen que la autoridad nos haga ir ya a las batallas? —preguntó Sakura con melancolía.

—Han estado muy aplacados, supongo que han estado ganando bien con lo que nosotros o demás participantes damos de qué hablar. —respondió Naruto.

—Pero no me extrañaría que lo hicieran ya si nosotros no nos acercamos, algo que se supone deberíamos hacer para avanzar, aunque sea un poco más. —consideró Sasuke.

Naruto se enserió, dándole la razón a su hermano, por más que estuvieran disfrutando los tres de esos increíbles momentos, el domo no dejaba de ser una prisión del cual únicamente podrían salir librando diferentes batallas.

—Entonces, hagámoslo. Sasuke-kun, Naruto…. sigamos avanzando.

—Sakura/Sakura-chan

—Es lo que debemos hacer ¿no?

Ambos hombres asintieron con seriedad y melancolía, pues odiaban tener que exponer a su esposa y exponerse el uno al otro para seguir avanzando.

—Porque debemos salir de este domo. —siguió alentando Sakura, tomando la mano de ambos. —Porque saben… además de salir del domo, que es un gran premio… saben… yo… bueno yo…

—Ya suéltalo, Sakura. —pidió Sasuke, viendo extraño que estuviera titubeando tanto.

—Sí… ¿qué te traes, Sakura-chan? —rio Naruto, al considerar que su esposa se veía linda toda nerviosa.

—¡Shannaro! Ya… yo… si salimos de aquí… quisiera…

—¡¿Qué?! —cuestionaron los dos, ansiosos de saber qué pasaba dentro de aquella cabecita rosada.

—Quisiera tener un hijo de cada uno.

—¿Eh?!

Naruto se sobresaltó, Sasuke se sonrojó, los dos se reincorporaron en la cama como si no creyeran lo que habían escuchado.

Sakura aun acostada en su sitio, rio al ver la reacción.

—¿Qué? Es algo normal de un matrimonio ¿no? Si salimos de aquí, la autoridad me regresará mi capacidad de concebir, así que quiero tener un hijo de cada uno de ustedes. ¿entendido? O… ¿no quieren?

—¡Yo por supuesto que sí, Sakura-chan! —se lanzó Naruto a abrazarla.

—¿Un hijo? —suspiró Sasuke, comenzando a imaginar cómo sería tener uno pequeñito, producto de la unión de Sakura y él.

—¿Sasuke-kun? —llamó su esposa al verlo ido.

—Esa sonrisa que tiene Sasuke me hace creer que ya se está imaginando cómo sería un hijo suyo y tuyo ¿o me equivoco, Teme? —se burló su hermano.

—Cállate, Usuratonkachi. —renegó sonrojado.

—Awww… ¿En serio, Sasuke-kun? ¿Qué te estás imaginando?!

Sasuke soltó un bufido y volvió acostarse para abrazar a su esposa al ras que Naruto lo hacía.

—Mejor dime tú, por lo que veo llevas pensando mucho en esto ¿no?

Sakura sonrió, colocando un dedo en la barbilla como si estuviera pensando en ello.

—¡por supuesto!

—¿eh? ¿y cómo los imaginas Sakura-chan?

—Bueno, un hijo o hija de Sasuke-kun… lo veo…todo parecido a él, su cabello, sus ojos, incluso creo que hasta su personalidad.

Sasuke alzó una ceja confundido, tratando de imaginarse aquello.

—Contigo Naruto, un niño o niña con un increíble cabello como el tuyo y enormes ojos azules, o verdes como los míos.

—¿En serio? Sería muy apuesto o muy bella.

—¿Por qué un hijo mío no se parecería a ti, Sakura? —cuestionó Sasuke confundido. —¿qué tal si tenemos un hijo con tu color de cabello, o con el color de tus ojos?

—Aww… es que… eres demasiado apuesto, Sasuke-kun… si es una viva imagen de ti, sería muy atractivo o hermosa.

—Oye, Sakura-chan… ¿qué me estás tratando de decir? —jugueteó Naruto, haciéndole cosquillas.

—¡Nada! —rio esta, encorvándose para evitar las cosquillas. —De hecho, creo que un hijo parecido completamente a ti sería muy apuesto o hermosa, Naruto.

—Pues nosotros queremos que se parezcan también a su madre. —le reprochó Sasuke, haciéndole más cosquillas.

—Con un hermoso cabello rosa.

—Y enormes ojos verdes.

—Tu personalidad.

—Tu inteligencia

—Tu belleza y hermosa sonrisa.

—Tu forma de amar.

—¡Ya, ya! —pidió Sakura en medio de las risas. —Ya, ustedes ganan… haré lo que pueda. —respiró agotada.

—Así nos gusta, Sakura-chan… entonces hagámoslo, hagamos nuestro mejor esfuerzo para salir de aquí.

—Sí, hagámoslo… antes de que la autoridad nos obligue, puedo ir a investigar eso mañana, cuales son los siguientes niveles.

—Ouh… pero, Sasuke-kun pensé que haríamos las compras mañana.

—Vayan ustedes, y reunámonos a la hora de la comida. ¿está bien?

—¡entendido!

Quedando el plan hecho, el matrimonio siguió hablando de sus planes a futuro, imaginándose a sus hijos y como los nombrarían.

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Al día siguiente, en el almacén donde los competidores podían surtirse de comida, Sakura se encontraba realizando la selección de alimentos que le gustaba a su familia, algo de fideos para ramen y sus respectivos ingredientes para Naruto, arroz y demás ingredientes para hacer los onigiris que a Sasuke le gustaban, así como una variedad de carnes, pescados, frutas y verduras que se podían dar el lujo de conseguir dado a los ingresos que tenían como equipo.

—Bien, creo que ya tengo todo lo de la lista. —musitó, viendo el papelito que llevaba en mano. —Shannaro, son muchas cosas y Naruto ya se tardó, dijo que sólo le iba entregar aquellos manuscritos al pervertido ese.

No dispuesta a esperar dentro del almacén, Sakura se aproximó a la caja a pagar; sin embargo, el robot que fungía como cajero comenzó a cobrarle de más por cada producto, una cantidad exorbitante por lo que la jugadora le pidió parar puesto que el gasto estaba excediendo a lo que su familia tenía en su cuenta.

—Pero que demonios… ¿Por qué me está cobrando todo tan caro?!

—"Va a llevar los productos ¿sí o no, señora Uchiha Uzumaki?"

—¿Por qué no me responde? ¿Por qué me están cobrando tanto por esto? Antes lo había comprado y…

Va a llevar los productos… ¿sí o no?

Viendo que sería imposible hablar con la máquina, Sakura optó sólo por escoger unas cuantas cosas, lo suficiente para sobrellevar unos días de buena alimentación.

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—Malditos ladrones de mierda. —gruñó, viendo desde afuera del almacén como a otros competidores les permitían comprar a un precio más justo.

—No te ofusques, frentona… es normal. —escuchó detrás de ella.

—¡Ino!

Sakura tragó saliva, viendo como aquella rubia que hacía meses le había puesto entre la espada y la pared se acercaba como si nada para observar lo mismo que ella veía.

Desde su enfrentamiento ya no habían vuelto a hablar, pero había escuchado de Shikamaru que Ino se había tranquilizado cuando por fin encontró a alguien que la comprendiera, un jugador llamado Sai, que llevaba menos de dos años en el domo, siendo uno de los primeros jugadores que sólo tenían a dos personas en su equipo; viéndola parecía otra mujer, muy diferente a Hinata, aquella chica que había visto cuando su equipo se enfrentó al suyo, donde Naruto (muy a su pesar) fue el que la venció utilizando su habilidad del zorro, lo cual ocasionó que aparentemente esta se rindiera y dejara de insistir con él, dejándola sólo en un estado de resignación y tristeza como a muchas personas que residían en el domo.

—¿Qué quieres decir Ino?

—Poder adquisitivo, frentona. —explicó Yamanaka. —No puede haber ricos y pobres en el domo, así que… cuando la autoridad considera que un equipo está obteniendo más que otros, eleva para ellos el precio a lo que considera "justo"

—¡¿Qué?!

—Se lo hicieron a Shikamaru, cuando comenzó a compartir cuenta con Temari, él dice que es una patraña y que en realidad es para obligar a uno a seguir peleando porque no importa cuanto sexo vendamos con nuestras parejas…

Sakura gruñó al escuchar decir aquello.

—Lo que le interesa al domo es que generemos ganancias peleando los unos contra los otros.

Dicha la explicación, Ino Yamanaka se retiró, dejando a Sakura pensativa.

XXXVII

Para subsistir tenían que seguir peleando, el equipo 7 se vio envuelto en las batallas después de que todo el dinero generado ya no valiera nada dentro del domo.

Conformen avanzaban, nuevas habilidades se fueron desbloqueando, uno de estas era de que podían hacer relevos, algo que aprendieron cuando vencieron al jefe de nivel y antiguo compañero de Kakashi, Obito. Ya no tenían que esperar a ver a uno de ellos caer para poder seguir con la batalla, lo que les ahorraba en parte estamina y podían intercambiar habilidades de acuerdo con la situación.

Sin embargo, así como obtuvieron nuevas ventajas, también los enemigos se hicieron cada vez más poderosos que incluso parecían no ser humanos, en especial esa jefa de nivel, un ser con apariencia femenina algo extraña llamada Kaguya.

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—¡Es imposible! ¡Tenemos que rendirnos! —gritó Sakura, después de ver a Sasuke derrotado con sólo unos cuantos golpes que parecieron extraerle todo el chakra y casi toda la estamina de no ser porque Naruto entró de relevo.

Sin embargo, cuando su rubio esposo se encontró en la misma situación, se determinó en parar la pelea, cuando un grito desgarrador resonó en el campo de batalla.

Naruto había sido herido de gravedad, un hoyo en su abdomen chorreando de sangre fue lo que tanto Sakura y Sasuke vieron, cuando una vez derrotado, aquel ser arremetió pese a que ya no contaba con más estamina y chakra y la autoridad le había dado la victoria parcial a esa tipa.

—No puede ser… ¡NAAARUTOOOOO!

—¡Narutoooooo! —gritó Sasuke yendo a tientas detrás de su esposa. —¡Paren la pelea! ¡ESTO FUE TRAMPA! ¡ESTO FUE TRAMPA! ¡MALDITOS!

¿Se rinde el equipo 7? —preguntó el burlesco presentador virtual. —Perderán todo lo que han ganado hasta este momento…

—¡ME VALE, PAREN LA PELEA!

Dicho aquello, Kaguya desapareció del campo de batalla, así como la arena, sólo quedaron los miembros del equipo 7 varados en medio de la nada, uno de ellos, desangrándose a morir.

—Naruto, mi amor… por favor… —rogó Sakura, dándole todo su chakra curativo que parecía no hacer mucho efecto contra la herida que tenía.

—¿Puedes curarlo, Sakura? —preguntó Sasuke, apenas logrando estar en pie debido a la poca estamina que le quedaba, asustándose cuando vio las barras de chakra y estamina de su esposa que poco a poco se iban reduciendo.

—No permitiré que muera, Sasuke-kun… no lo dejaré morir, ni a ti… —lloró esta, tratando de dar lo mejor de sí.

Sasuke, preocupado vio como la estamina y chakra de su esposa estaban llegando al límite y a Naruto le faltaba aun por sanar, hasta que llegó el final.

Sakura había agotado sus recursos, sin embargo, increíblemente siguió sanando a su hermano, aunque le pareció extraño, el chakra generalmente verde ahora se veía blanco, pero había algo más, su esposa había entrado en una especie de trance, en donde solamente estaba enfocada en curar a Naruto, el cual, al tener su herida ya cerrada, pronto comenzó a llenarse de estamina con esta misma energía.

—No, ¡Sakura, ya! —le apartó Sasuke, tomándola de las manos, pero al hacerlo también sintió un subidón de energía que le llenó su barra de estamina hasta la mitad. —¡Mierda!

La soltó bruscamente. Sakura quedó entonces tendida en el suelo, totalmente debilitada, al mismo tiempo que Naruto, tambaleante, se levantaba confundido.

—Sakura…— chilló Sasuke, tomando a su esposa en brazos. —Sakura, amor…responde…

—Sasuke… ¿qué le pasa a Sakura-chan? —preguntó Naruto, aun confundido, mareado y a punto de caerse del cansancio.

—Maldita sea.

Alterado, Sasuke no respondió; abriendo el perfil del equipo, usó el poco dinero que les quedaba para comprar algo de estamina tanto para Naruto como para su esposa, al menos lo suficiente para que los tres pudieran volver a casa en pie.

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XXXVIII

El equipo 7 llegó derrotado a su departamento y completamente quebrado, tanto económicamente como espiritualmente. Perder la batalla les hizo sentir como en sus inicios cuando niños, donde no tenían más que una miserable bolsa de arroz para comer.

Sin energía y sin dinero para comprarla les hacía ver su mala racha, hasta que…

—Sasuke-kun… bésame… —pidió la mareada Sakura, lanzándose a sus brazos.

—¿Qué dices? —replicó Sasuke, tratando de sostenerla debido a lo debilitada que estaba.

—Tenemos que hacerlo, démosles algo que ver… necesitamos el dinero para recuperarnos. —le susurró. —Naruto…—se fue a brazos de su otro marido. —Bésame también…

—Sakura-chan… espera. — pidió este débil, tratando de soportar el peso de su propio cuerpo.

—Háganme el amor, quiero estar con los dos, sentirlos dentro de mí, tocando mi cuerpo… —rogó, sintiéndose más débil. —por favor… los necesito…

—Calma Sakura. —pidió Sasuke, sosteniéndola. —No tenemos que hacer esto, no así…

—Tenemos que, cariño… lo sabes… ¿no es así?... ¿no es así, Sasuke-kun? Por favor, hazlo… te necesito… y a Naruto.

—Maldita sea…

Con mucho pesar, Sasuke cargó a su esposa entre brazos para llevarla a la cama.

—Naruto ¡andando!

—Espera… Sasuke… Sakura-chan… perdón.

Se reprochó este susurrante, siguiéndolos, comprendiendo que no había de otra. Confortándose de cierta manera cuando se unió a su esposa en conjunto con Sasuke, viendo que los tres estaban ahí, vivos, vivos para seguir amándose solamente como ellos sabían.

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XXXIX

Ahora tenían que enfrentarse de nuevo a esa tipa, Sakura, aun encerrada en el baño, no se sentía preparada a pesar de los casi tres meses que habían pasado, meses en los cuales tuvieron que repetir algunos niveles más bajos para conseguir dinero y subsistir, pese a lo mal que la pasaron después de aquella derrota.

—No puedo, no puedo…. No puedo perderlos.

Luego, con el plan de Sasuke, no podía dejar de pensar en que algo podría salir mal, las memorias de ver a Naruto herido la mataban, imaginarse a Sasuke en la misma situación la terminaban de destrozar; sin embargo, sabía que no podían huir de la batalla por demasiado tiempo, sabía que debían seguir o la autoridad se las ingenierías para seguir lucrando con ellos.

—Esto es demasiado… no puedo… no me siento bien…

Frente al espejo del lavabo, Sakura vio como su piel se empalidecía al mismo tiempo que sentía como todo su cuerpo comenzaba a hervir, y la piel la sentía como si un millón de hormigas le pasaran por encima. Se mareó y como tal corrió al retrete donde dejó salir su pesar con dolorosas y ruidosas arcadas.

—¡SAKURA /SAKURA-CHAN!

Detrás de la puerta, Sasuke y Naruto preocupados comenzaron a llamarla, pero al no recibir respuesta, entraron encontrándose con su esposa decaída en el retrete, tratando aun de expulsar cosas de su cuerpo.

—Mierda… Sakura…— musitó Sasuke, poniéndose de cuclillas junto a ella, dándole un masaje en la espalda.

—Tranquila, Sakura-chan. —lo imitó Naruto, quien sólo ayudó apartándole el cabello de la cara para que no se ensuciara. —Tranquila…

—Lo siento… ya estoy bien. —les confió esta, apartándolos sutilmente. —Ya me siento mejor…

—¿Estás segura? Si te duele algo…

—Tal vez es porque no he comido nada, Sasuke-kun… es mejor que no pase nada, no quiero que la autoridad me mande a llamar.

—Pues entonces a comer. —ordenó Naruto, ayudándole a ponerse de pie. —El Teme te preparó un rico desayuno.

Sakura se dejó ayudar, sin embargo, al sólo salir del baño y oler la comida, nuevamente sintió nauseas que la hicieron empujar tanto a Naruto como a Sasuke para ir directamente al baño, donde vomitó aun más de lo que había expulsado en las primeras arcadas.

—Sakura… ¿qué tienes?

—Shannaro… no me puedo enfermar, Sasuke-kun o sino…

En eso, las pantallas virtuales del equipo se desplegaron por si solas con un aviso.

"Sakura Uchiha Uzumaki, se le solicita su presencia en el centro médico de la autoridad para una evaluación de rutina."

Al escuchar el aviso, Sakura se dejó caer agotada en el retrete, mientras que Sasuke y Naruto se preocuparon.

Ir a revisión médica con la autoridad para una mujer, implicaba estar ausente por unos días lejos de sus equipos.

Continuará.

Notas de autora: puede que sea apresurado, pero probablemente el próximo capitulo sea el final de estas aventuras o quien sabe XD.

Gracias por leer a los que se andan paseando por aquí.

11 de enero de 2025