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El último héroe ninja
Parte final
XL
Cinco días habían pasado desde que se había mandado a llamar a la señora Uchiha Uzumaki; durante ese lapso sus dos esposos esperaron impacientes por el aviso de que ya podían pasar por ella en el hospital comunitario del domo; sin embargo, cuando ese momento llegó, lejos de que se sintieran aliviados más se preocuparon debido a que la autoridad les entregó a su esposa en un estado que consideraron deplorable.
Una infección en el estómago con un consecuente lavado fue el diagnóstico y tratamiento que le dieron a la jugadora, la cual para su recuperación sólo le recetaron días de descanso, así como un par de analgésicos; sin embargo, lo más extraño tanto para Sakura como para sus maridos fue la marca en forma de rombo que le tatuaron en la frente y que nadie les explicó el motivo del porque se lo habían hecho.
—¿En serio no te dijeron nada, Sakura-chan?
—Ya sabes que ellos no te dicen nada, Naruto, me mantuvieron dormida todo ese tiempo. —Respondió esta débilmente, acostada en la cama, con su rubio esposo sentado a un lado de ella, mientras que Sasuke de pie, sólo escuchaba y rechinaba los dientes con coraje.
—Esta es la segunda vez que te hacen esto, Sakura, y te devuelven así, no creo que sea sólo una simple infección de estómago.
—Y en tan poco tiempo. —concordó el rubio. —La última vez fue antes de irnos a seguir al siguiente nivel de peleas, pero esa vez no llegaste tan mal, ni te hicieron ninguna marca. —señaló la que tenía en la frente.
Sakura se encorvó en su sitio, sintiendo aun el dolor en sus entrañas, consecuencia del lavado de estomago que le habían practicado, pero que extrañamente le hacía sentir también un enorme vacío y también tristeza, algo que también había sentido las últimas veces que había ido a revisión.
—Ya no me pregunten más, no sé nada… —lloró.
—No, no, no… no te estamos reclamando nada. —consoló Naruto, acariciándola.
—Sólo nos preocupas. —se acercó Sasuke también, hincándose para tomar su mano. —Si de verdad es una infección sólo nos gustaría saber qué lo provoca, para así evitarlo, además… esa marca en tu frente no hace más que hacerme pensar que todo esto es una excusa y están experimentando contigo, y no quiero… no quiero que esos malditos te estén usando de esa forma.
—¿Experimentar? Acaso… ¿Una nueva habilidad, Sasuke-kun?
—¿Crees que sea eso, Sasuke?
—Puede ser, pero no quisiera averiguarlo, por eso, Sakura… —le acarició el cabello. —Confirmo que la estrategia que les expuse es la que debemos llevar a cabo. Sólo nos darás soporte, cuando lo requiramos ¿entendido?
—Sasuke-kun… —volvió a llorar ella, soltándose de él para ahogar sus penas en la almohada.
—Es por tu bien, Sakura-chan. —reprendió Naruto. —Entiende.
—No te pongas así, sabes que para nada dudo de tu capacidad y fuerza, pero como tú siempre lo has dicho, eres el comodín, un comodín sólo se saca cuando es necesario y…
Sakura levantó el rostro, esperando a escuchar a lo siguiente que diría Sasuke, el cual, brindándole una sonrisa poco inusual en él sólo dijo:
—Tú serás la que nos salvé a los dos.
Esas impresionantes palabras se quedarían tatuadas en el corazón de Sakura…
… hasta ese día.
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L
Los meses pasaron, el equipo 7 siguió escalando niveles. Una vez que derrotaron a ese ser extraño con forma de mujer ya no hubo marcha atrás, habían abandonado el domo para siempre; sin embargo, el desafío que le siguió fue como estar en un laberinto sin fin, en donde solamente encontraban batallas, y muy pocas oportunidades para descansar.
Los días en que podían descansar en una cama, hacer el amor a sus anchas se habían acabado, ya no había platillos caseros en su menú, todo lo que podían comer era los alimentos instantáneos que podían adquirir de acuerdo con los recursos que tenían y también en los escenarios en lo que repentinamente se veían envueltos y pocas veces les daba la oportunidad de asearse o tomar agua a llenar; sin embargo, el equipo seguía unido y más fuerte que nunca, creyendo que, entre más difícil se ponía la situación, era porque una gran recompensa estaba cerca, pero para alcanzarla, tenían que seguir peleando contra todo tipo de seres que ya no podía considerar humanos y que por ende, no se apiadaría de ninguno de ellos.
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—¡Vamos, Sasuke!
—¡Hagámoslo!
Gritaron ambos varones lanzando hacia su contrincante con sus nuevos poderes adquiridos, una representación enorme de un zorro humanoide, así como manifestación mítica de un gran guerrero, los dos contra un ser de apariencia pálida y fuera de ese mundo que con un simple golpe derribó a ambos, logrando consumir gran parte de su estamina.
—Sasuke-kun, Naruto! —gritó Sakura, lista para llenarlos de nuevo de energía, misma que había aprendido a acumular en grandes cantidades gracias al sello de su frente.
Sin embargo, antes de que pudiera intervenir, aquel ser se interpuso en sus intenciones y alejó a ambos hombres de ella, con una violencia tal que les eliminó más de su estamina.
Era el momento de intervenir en la pelea, pensó Sakura, haría de cebo para darle la oportunidad a sus esposos de levantarse; pero cuando se dispuso a cambiar de posición con el más cercano, aquel ser, con una velocidad impresionante de nuevo le ganó ventaja y con una saña, atacó a los dos hombres hasta que finalmente con una técnica que venía acumulando desde minutos atrás, les arrancó un brazo a cada uno, Sasuke perdiendo parte de su brazo izquierdo y Naruto el derecho.
Sakura quedó horrorizada ante la violencia y el sadismo de aquel acto que, para cuando alcanzó a reaccionar, vio que aquel ser ahora iba contra ella, mientras que una cuenta regresiva se manifestó por encima de los hombres que se desangraban con rapidez.
—¡NOOOOOOOO!
Imaginándose lo que indicaban esos números, Sakura se lanzó con su puño cargado con todo el chakra que tenía contra el enemigo, quien debilitado por usar su técnica especial que le consumió tanto chakra como estamina, no pareció calcular la fuerza y voluntad de la jugadora, la cual furiosa, lo hizo añicos en cuanto su puño chocó con su cabeza, quitándole así el resto de su estamina.
La victoria se le otorgó al equipo 7; sin embargo, eso no fue suficiente para que Sasuke como Naruto se recuperaran de la herida de gravedad que tenían.
—¡No, no!… ¡ustedes no! —chilló Sakura, quitándose los guantes de las manos para comenzar a suministrarles de su chakra curativo.
La perdida de sangre había provocado que tanto Sasuke como Naruto estuvieran en shock por lo que no eran conscientes de lo mucho que su esposa estaba sufriendo por ellos.
—Yo los voy a salvar, por favor, resistan.
Con las lágrimas saliendo a nos más poder de sus ojos, Sakura se concentró para curar a los dos al mismo tiempo; sin embargo, sus reservas de chakra pronto comenzaron a acabarse; había utilizado todo lo que tenía para deshacerse del enemigo; si seguía así no podría curar del todo ninguna de las dos heridas, ni siquiera para detener el sangrado, pero había otra opción, pensó, así que cuando su primera opción se agotó, comenzó a usar la segunda opción, la única que le quedaba.
Utilizaría su energía vital.
—Perdónenme Sasuke-kun, Naruto… pero no dejaré que mueran, ¡¿Entendido?!
Ambos varones debilitados, ignorantes de lo que pasaba, terminaron inconscientes al momento que Sakura comenzó a suministrarles su energía vital.
—No se enojen conmigo, por favor, pero los amo demasiado como para dejar que se mueran.
Sakura observó como su barra de vida comenzaba a consumirse a gran velocidad conforme los seguía curando. Eran heridas graves, pero lo estaba consiguiendo, si seguía con el ritmo que tenía le quedaría una mínima cantidad de vida, sólo esperaba que fuera lo suficiente para poder vivir, aunque fuera un poco con los dos fuera del domo; sin embargo…
—¡No, debes darles toda tu vida!
Escuchó dentro de su cabeza, tal cual como si fuera una instrucción de la autoridad; entonces cayó en una especie de parálisis en donde su cuerpo sólo siguió suministrando más y más energía vital, hasta que esta consumió por completo y los dos hombres, antes heridos, quedaron sanados y algo más.
Mientras que la jugadora de cabello rosa, aun dentro de aquella parálisis, lo único que alcanzó a ver fue a los dos hombres que amaba sanos, sonrió para sus adentros, viendo que había logrado conseguir su objetivo.
—Sasuke-kun, Naruto… los… amo… tienen… que salir… de… aquí.
Pronunciando su último deseo, la jugadora cayó sin vida en medio de ellos, ante la atenta mirada de un espectador lejano que sólo vio como el perfil de Sakura Uchiha Uzumaki se entintaba con un color gris, con una inscripción que la mostraba como baja del equipo.
"Lo siento. Era necesario."
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LI
Adoloridos de todo el cuerpo, sobre todo del brazo y la espalda, Sasuke y Naruto se reincorporaron con dificultad en su lugar, al hacerlo, lo primero que notaron ambos, fue un aviso luminoso a unos metros por encima de ellos que indicaba que el equipo 7 había ganado la batalla, y por debajo de dicho anuncio había un portal abierto para que cruzaran al siguiente nivel.
—¿Cómo? Entonces… —balbuceó Naruto confundido. —Sakura-chan…
—ella… ¿derrotó a esa cosa? —se volvió Sasuke a quien "dormía" entre ellos. —Sakura… tú…
Tocó su mano para despertarla, pero tan pronto lo hizo sintió la frialdad en su piel, una que difería por mucho a su temperatura normal.
—¿Sakura?
—¿Hmm? —se volvió Naruto hacia su esposa, viendo que no despertaba. —¿Sakura-chan?
La movió sutilmente, pero al igual que Sasuke, sintió algo extraño, la sintió no sólo helada, sino también muy rígida.
—¡¿Sakura-chan?!
La movió con más fuerza, girándola de su posición para que quedara recostada boca arriba; sin embargo, fue en ese momento que ambos los vieron, Sakura, su esposa, su compañera de equipo, su amiga, cómplice, amante, yacía sin vida, con sus ojos abiertos, pero ausentes de ese brillo color esmeralda que a ambos les gustaba.
—¡Sakura-Chan! —gritó Naruto, moviéndose rápidamente para sostenerla, pero se encontró con una nueva sorpresa, no tenía mas de la mitad del brazo derecho.
Sasuke al notarlo, quedó petrificado, más al notar que estaba en la misma condición, entonces recordó todo, la herida de gravedad que ambos habían sufrido; sin embargo, esa herida ahora estaba completamente cerrada. ¿Por qué? ¿Cómo?
—No…
Asustado, abrió su perfil para ver la información de los integrantes del equipo, y entonces lo entendió al ver la baja.
Sakura los había sanado usando su vida.
Para cuando lo comprendió, Naruto había logrado sostener a su amada en su único brazo, pidiéndole a gritos que despertara, algo que no sería posible pues su esposa había muerto para devolverle la vida a ellos.
—¡SAAAAASUKEEEEE! ¡SAKURA-CHA! ¿QUÉ HACEMOS?!
Sasuke estaba sin palabras, aun viendo como idiota el perfil de su esposa apagado en su pantalla, cuando en eso, ambos jugadores recibieron un cruel mensaje de la autoridad. Uno en donde les mostraba los últimos minutos de su amada, su último deseo, así como su herencia.
"Sasuke Uchiha, ha heredado la habilidad del genjutsu"
"Naruto Uzumaki, ha heredado la habilidad curativa"
"Se les pide por favor continuar con su travesía, el siguiente nivel los espera"
—¡QUE TONTERÍA! —gritó Naruto al cielo. —¡Devuélvanos a Sakura-chan! —exigió furioso. —devuélvanla a nosotros. —chilló, desmoronándose sobre el cuerpo de su amada. —Sakura-chan, por favor… despierta… ¡DESPIERTA! Por favor, despierta…
—Está muerta, Naruto. —musitó el sombrío Sasuke, acercándose únicamente para cerrarle los ojos a su amada.
—¡NO! ¡¿Qué haces, Sasuke!?
—¡DEBEMOS SEGUIR! ¡NO SEAS ESTÚPIDO!
—¿SIN ELLA? ¡¿QUIERES IRTE SIN ELLA?!
—¡SU ÚLTIMO DESEO ERA QUE SALIERAMOS DE AQUÍ! ¡SI LA AMAS DE VERDAD! ¡CUMPLE CON SU ÚLTIMA VOLUNTAD! ¡GRANDÍSIMO IDIOTA!
—¡no! ¡No quiero! Sasuke… ¿cómo?
—Vamos, Naruto… déjala… nos odiará si nos quedamos aquí.
Hablándole con más sutileza y haciendo uso de su único brazo, Sasuke apartó a su difunta esposa de su hermano, dándole un último beso en la frente.
Sintiendo aquello como la resignación, a Naruto no le quedó de otra más que darle también un último beso en aquella bonita frente, para después levantarse y a tientas seguir junto con Sasuke hacia aquel portal, dejando atrás el cuerpo de aquella mujer que ambos habían amado tanto.
En cuanto cruzaron, una panorama más agradable y campirano apareció frente a ellos, muy diferente al árido campo de batalla anterior.
Mirando hacia atrás, vieron como la autoridad cerró el portal de golpe, teniendo así una última y muy fugaz imagen del cuerpo de su esposa.
—Sakura-chan… —musitó Naruto aun sin creerlo, pero dispuesto a cumplir con su última voluntad, decidido, avanzó un paso hacia su nuevo destino, cuando escuchó un extraño ruido detrás. —¿Sasuke?
El aludido, echado sobre sus rodillas, respiraba agitadamente, con su mirada completamente perdida en un vacío, como si intentara reprimir todo lo que estaba sintiendo; sin embargo, llegó a su límite, cuando vio que ya no había marcha atrás y nunca más volvería a ver a su amada.
—Sasuke…—musitó Naruto angustiado, viendo a Sasuke por primera vez muy vulnerable.
Entonces el Uchiha estalló en llanto, dando un desgarrador grito que le heló la piel a Naruto, y más al escuchar lo que su hermano gritaba, mientras golpeaba la tierra con el puño.
—¡TE FALLÉ, TE FALLÉ, PER-DO-NA-ME, SAKURA, TE FALLÉ! REGRESA… TE NECESITAMOS…
A Naruto se le rompió más al corazón, sin embargo, un repentino pensamiento cruzó su mente; Sasuke, por muchos años había cuidado de Sakura y de él, era el que los había guiado y el que siempre había estado más enfocado para que salieran de ese estúpido juego.
Era tiempo de devolverle el favor, ahora él, con la habilidad curativa de su esposa, se había convertido en el nuevo comodín, y juraba por su esposa que utilizaría todo su poder para sacar, aunque fuera sólo a Sasuke de ahí.
—Te lo prometo, Sakura-chan. Sasuke, te sacaré de aquí.
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LII
Llegó un momento en que las batallas ya no parecían ser sólo para ganar un juego, realmente había alguien detrás que deseaba aniquilarlos.
Fue el pensamiento de Sasuke, cuando después de varios ataques junto con Naruto, el enemigo logró herirlo de gravedad en el ojo, para luego empuñarlo con varios objetos metálicos por diversas partes del cuerpo, dejándolo así en gran desventaja, casi moribundo; sin embargo, cuando la situación pareció que iría en su contra, el escandaloso grito de su acompañante, que había sido abatido unos ataques atrás, resurgió de nuevo, para interponerse entre su enemigo y él.
—¡No dejaré que te mueras, Sasuke! ¡Tú vas a salir de aquí!
—¿Qué haces?!
Sin darle oportunidad a la réplica, Naruto comenzó a darle directamente su energía vital para curarlo.
—No, Naruto…
—¡Cállate! una vez te dije que si te hacía falta un riñón yo con gusto te daría el mío! Ha llegado la hora de mostrarte cuan cierto era.
—No…
Y mientras él sentía el subidón de energía, Naruto fue perdiendo la suya al ras que le daba energía de más por un comando en su cabeza que hizo que le drenara de golpe toda su vitalidad, algo que en los últimos segundos del Uzumaki no pasó por desapercibido, intuyendo quien estaba involucrado detrás de aquel acto al escucharlo decir: "Lo siento, es necesario"
—Así que es él…—pensó ante de desplomarse sin energía encima de Sasuke.
—¡Naruto! —Lo sostuvo el Uchiha en su único brazo, viendo que todas sus heridas de gravedad ya estaban cerradas. —¿Por qué lo hiciste, estúpido?
—Por-qué… qui-se…—respondió este pausadamente, con una sonrisa en los labios. —Sasuke… Sakura-chan… se enojará conmigo.
—No digas idioteces. Claro que no lo hará.
—Ah… que bien, entonces creo… que… todo estará bien, si tú… cumples… con…su voluntad, con… nuestro… sueño.
—No, ¿sin ti? ¿sin ella?
Naruto ahogó un grito, sintiendo como las pocas fuerzas que tenía se le iban; al ras que veía al cielo donde algo curioso comenzó a pasar, una especie de intervención por parte de algo extraño, probablemente la autoridad o alguien más.
—Sasuke… —musitó. —Ahora… creo… que… ya sé… porque… el juego se llama… así…sólo uno… podía salir… y ese, amigo… serás… tú.
Dichas aquellas palabras, Naruto se desvaneció en el brazo de Sasuke, este, atónito, sólo pudo sentir que nuevamente había fallado con su propósito, mientras que todo a su alrededor se iba abajo, incluyendo a aquel enemigo que fue derrotado por otros seres, para cuando reparó en aquello, vio como un montón de escombros caerían sobre él, y no le importó, sólo quiso morir para reunirse con sus seres amados en el otro mundo; sin embargo, antes de que esto sucediera, sintió como alguien lo apartó de su hermano y también del peligro.
Luego todo se volvió negro.
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LIII
—Sasuke-kun, despierta, despierta dormilón.
"Esa voz"
El Uchiha abrió los ojos, dando varios parpadeos, pues la luz que había en la habitación era demasiado fuerte que lo cegaba.
—Sasuke-kun
Recuperando la visión, abrió los ojos de golpe al encontrarse frente a frente con su querida y sonriente esposa, ambos desnudos, reposando sobre una suave cama con sábanas blancas.
—Ya estás a salvo, Sasuke-kun… ya todo terminó.
—Sakura… —quiso llorar de la emoción.
—Anda, Teme, no seas flojo, ya levántate, es hora de desayunar.
Entonces aquella otra voz, hizo saltar a su corazón de emoción, era Naruto, quien, acostado del otro lado de la cama, se reincorporaba para darle los buenos días junto con su hermosa esposa.
Sasuke comenzó a llorar, mostrando cuan feliz estaba por verlos ahí con él, intactos y a salvo. ¡Vivos!
—Están aquí… los dos, entonces… todo fue un…
Acercó su mano hacia su esposa, pero antes de que pudiera tocarla, todo frente a él desapareció: Sakura, Naruto, la luz. Todo se volvió oscuro y se encontró solo en una habitación extraña.
—… sueño… —susurró en shock, teniendo muy presente la imagen de su esposa en su cabeza.
—Sasuke. —murmuró alguien en la oscuridad.
El instinto puso de nuevo al Uchiha, quien, revolviéndose en la cama, sólo se rejuntó lo más que pudo a la cabecera, esperando que aquel que lo acompañaba hiciera acto de presencia.
Aquella persona, en medio de la oscuridad sólo se levantó con tranquilidad, y acudió a la pequeña lamparilla que reposaba sobre el mueble a un lado de la cama. La encendió.
—Por fin despertaste.
Sasuke quedó en shock al ver de quién se trataba Itachi.
—Itachi.
—No te preocupes, hermanito, estás a salvo.
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LIV
Después del shock inicial y un no tan grato reencuentro, Itachi Uchiha, le explicó a su hermano a grandes rasgos lo que había ocurrido con él. Desde su reclutamiento, hasta su increíble avance por los niveles del juego, hasta que finalmente encontró un fallo en estos y escapó con las personas que hacía equipo, un tipo llamado Kisame, así como una chica llamada Izumi, su actual pareja.
Le contó que ese falló, otros jugadores lo habían encontrado, mismas personas que pronto se reagruparon para formar un grupo llamado "Akatsuki", una organización que llevaba años planeando la derroca de la autoridad; la cual vengativa, se desquitó de una forma u otra con los seres que ellos amaban.
—Fue por eso por lo que te reclutaron, Sasuke. —explicaba Itachi, mientras le daba un recorrido a su hermanito por las instalaciones de la organización, la cual yacía a varios metros bajo tierra. —para vengarse de mí, lo siento mucho.
—Por eso nunca te encontré. —reflexionó el menor pensante. —pero… si estabas en todo esto ¡¿por qué no hiciste nada para sacarme de ahí y a mi equipo?! —reclamó, tomando con rudeza de la capa que portaba. —¡¿Por qué no hiciste nada?!
El grupo de personas que laboraban a su alrededor, se pusieron a la defensiva, ya que aun no confiaban del todo en el nuevo, y claramente perturbado, recluta.
—Cálmate, Sasuke, no es tan fácil como crees. —se lo quitó Itachi de encima. — además…
—¿Además?
—Necesitaba que te volvieras más fuerte, a la autoridad le encanta experimentar con los jugadores, poner ingeniosas armas en ellos como si fueran ratas de laboratorio, si por algo se ensañaron conmigo es porque me vieron potencial, mismo que pensaron podían sacarte a ti… por eso… yo y los Akatsuki nos adelantamos.
—¿Qué quieres decir?
—No fue coincidencia que adquirieras esos poderes en el otorgamiento de habilidades, Sasuke. Yo me aseguré de que te tocaran esas habilidades, así como las habilidades de tus compañeros de equipo.
El menor, se paralizó, sudando en frío.
—Compañeros de equipo que tampoco fue coincidencia que te tocaran. —se unió otra voz a la conversación.
—Kisame. —regañó Itachi, pidiendo en silencio por prudencia.
—Lo siento. —dijo este burlonamente. —sólo vine para avisar que ya acomodamos a todos lo que pudimos, sólo queda decidir que hacer con ellos.
Itachi resopló, había esperado que aquel aviso no se hubiera dado enfrente de Sasuke que estaba aun más confundido.
—¿De qué hablan?
—Tarde o temprano te vas a enterar. —respondió Itachi. —Síguenos…
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LV
—Pero… ¿qué es esto? —Sasuke de nuevo se conmocionó, al ver el montón de cadáveres que estaban acomodados en fila en una especie de hangar.,
Cuerpos de muchas personas que conocían del domo: Kakashi, Jiraiya, Tsunade, la fastidiosa Ino, Shikamaru, Kiba, Shino, Chouji, Hinata, Lee, Neji, Tenten, Karin, hasta los jefes de niveles como Gaara y Obito estaban ahí entre otros más.
—La autoridad está cayendo, Sasuke, por lo que este mismo decidió acabar con todos los integrantes del domo de un solo golpe al considerar que serían como armas si eran liberados por los Akatsuki.
Estaba sin palabras, si bien muchas personas de ese domo no le caían bien, no le pareció justo el final que habían tenido, menos para esas personas que si había llegado a estimar y lo ayudaron también en su recorrido, así como a Naruto y Sakura.
—Sasuke… también los recuperamos a ellos. —avisó Itachi con precaución.
—¿Ellos?
El menor, intuyendo a lo que se refería, se echó a correr entre las largas filas de cadáveres en busca de quienes amaba, y a quienes encontró juntos a un lado del otro.
Inevitablemente las lágrimas comenzaron a caer, al ras que la ira lo empezaba a consumir por tal injusticia.
—Podemos hacerles un sepelio o lo que quieras, lo que te haga sentir en paz contigo mismo. —ofreció Itachi, indiferente al sentir de su hermano. —Después debemos seguir, la guerra apenas está empezando y te necesitamos.
Sasuke, sin escucharlo, se acercó a los cuerpos de sus seres amados.
—¿En serio no había manera de sacarnos a los tres a salvo?
—Sasuke… si quieres que sea sincero, mi única prioridad siempre fuiste tú, tus compañeros, a quienes, por supuesto agradezco lo que hicieron por ti, no eran sólo más que unas herramientas que usé para dicho fin.
—¿Herramientas? ¡¿HERRAMIENTAS!? ¡YO LOS AMABA! —Explotó Sasuke en llanto. —¡Y ASÍ COMO ME LOS DISTE, QUIERO QUE ME LOS DEVUELVAS!
—Por favor, chico, realmente no los amabas. —se burló Kisame. —Todo estuvo arreglado por tu hermano para que ustedes funcionaran como equipo, no era amor de verdad, sólo se dejaron llevar por las circunstancias y la situación en las que se encontraban. Era algo que se pudo haber dado con cualquier otra persona.
—¿Eso crees, maldito imbécil? Porque si es así… ¿cómo puedes explicar que tenga este maldito vacío en el corazón que no creo que nada pueda reemplazar? ¡NI SIQUIERA TÚ, ITACHI! No te des tanta importancia, amo más a Sakura y Naruto, más que mi propia vida… ellos debieron salir, YO NO.
—Lo lamento, Sasuke, pero no era opción, como te dije, tú eres mi hermano, y por ende mi única prioridad, así que me encargué de ponerte en un equipo que cumpliera con las características necesarias para lograr mi objetivo: una chica que por sus cualidades, sabría manejar muy bien la habilidad de la curación, y un chico que soportaría la carga de un gran poder como el del zorro; por supuesto los dos tenían un instinto protector demasiado alto que estaba seguro que te protegerían de todo cuando llegara el momento.
Sasuke rechinó los dientes al escucharlo.
—Eres… un… maldito.
—Lo que pasó después, se salió de mi control, la verdad no esperé que llegaras a amarlos, pensé que sólo los utilizarías como al inicio lo hiciste.
—Pues los amé, debiste darte cuenta de esto, estúpido imbécil. ¡QUIERO QUE ME LOS DEVUELVAS!
—Eso es imposible, ya olvídate de eso y mejor sigue con tu vida, te necesitamos cuerdo para esta guerra.
Sasuke rio, sintiendo que comenzaba a enloquecer.
—Me importa una mierda su estúpida guerra, por mi la autoridad y tú pueden irse al maldito infierno, yo no me quedaré aquí para verlo.
Dicho aquello, se abalanzó a la bolsa de herramientas que sabía Naruto tenía y de ahí sacó un filoso kunai que se puso al cuello, Itachi y Kisame reaccionaron lento, y sólo con un ademán le pidieron calmarse.
—Sasuke, cálmate, entiende, te necesitamos, al morir Naruto te heredó la habilidad curativa y regenerativa de Sakura junto con la del zorro. ¿No lo entiendes? Eres ahora invencible, justo lo que necesitamos para ganar.
—Que lástima, por que no lo haré, hasta nunca Itachi.
—¡BASTA!
Entonces el agudo grito de una chica sobresaltó a los presentes, Sasuke se detuvo de sus intenciones, sintiendo sólo un ligero hilo de sangre que le escurrió por el cuello.
Confundido, miró a la chica de cabello largo castaño que se acercaba a ellos con expresión preocupada.
—Sasuke, sino no haces esto por nosotros, hay alguien por la que al menos creo que debes hacerlo.
—Izumi, no…—reprendió Itachi al intuir lo que pretendía.
Pero la chica firme en su decisión e ir en contra de su pareja, lo ignoró.
—Sasuke, no pienses que se trata de un chantaje emocional de mi parte, comprendo lo que estás sintiendo, en serio lo hago, sé que amaste a tu esposa y a tu hermano Naruto más que a nadie en el mundo, pero al menos, antes de que tomes una decisión sobre esta guerra creo que debes conocer a alguien, alguien quien, en definitiva, te necesitará y mucho.
—¿Alguien?... ¿quién?
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LVI
—¿Qué significa esto? ¿Se trata de un engaño? —derramó Sasuke más lágrimas, frente a una incubadora en donde reposaba una pequeña bebé de piel aperlada y cabello negro, y la cual estaba etiquetada como "Sarada Uchiha", nombre que Sakura una vez le había dicho le gustaría para una hija suya y de él.
—No, Sasuke… es tu hija y de Sakura.
—No… —negó este con la cabeza. —¿Están tratando de engañarme? ¿Cómo es posible? —chilló, sin dejar de ver a la bebé y en especial su frentesita, la cual tenía cierta similitud a la de la mujer que amaba.
—La autoridad. —explicó Izumi con tristeza. —al parecer con el tiempo se le metió la idea de que crear un nuevo juego, un juego con los hijos de los jugadores del domo: una "nueva generación" como cínicamente lo iban a llamar.
Sasuke se alteró al escuchar aquello.
—Al principio, como tenían el control de la reproducción en el domo, mandaron a llamar a todos, mujeres y hombres por igual, para extraerles tanto óvulos como esperma, ocultando esto con supuestas revisiones médicas. Recordarás cuando los hacían llamar a revisión ¿no?
—Sí.
—Intentaron las concepciones con la técnica del in vitro, pero la tecnología que tenían no era suficiente para recrear todo lo que puede hacer un vientre materno, muchas "muestras" se desecharon en estos experimentos.
—Entonces, fue que se les ocurrió la grandiosa idea de regular el ciclo de ovulación en las jugadoras, para que una vez que fuera fecundadas les pudieran extraer el producto al cabo de unas semanas de la concepción, para después pasar a los fetos a una máquina que fungía como un vientre falso. —continuó Itachi. —Nuevamente, muchos productos se perdieron, fue entonces que decidieron dejarlos gestarse por más tiempo, entre las 10 a 12 semanas concluyeron eran suficientes para que los productos siguieran viviendo en ese aparato.
Sasuke comenzó a hiperventilarse al recordar varias cosas que habían pasado en el domo, esas revisiones que al principio eran frecuentes entre jugadores varones y femeninos, y que después se hicieron más frecuentes entre las jugadoras femeninas, en especial en aquellas que tenían pareja.
—En total, Sakura tuvo tres hijos tuyos, Sasuke. —reveló Itachi, intuyendo lo que su hermano pensaba. —Todos se los quitó la autoridad, y sólo Sarada fue la que sobrevivió en ese vientre artificial, fue a la que le extrajeron en su última revisión, Sakura tenía 11 semanas de embarazo cuando lo hicieron y como moneda de cambio, habilitaron un nivel más en su habilidad curativa para seguir experimentando con ella.
—Con Naruto tuvo dos hijos. —siguió Izumi. —El primero no sobrevivió ya que lo extrajeron en la primera semana de gestación, y el segundo…
—¿Sobrevivió? —preguntó esperanzado de al menos tener algo de su hermano y Sakura vivo con ellos.
—Sobrevivió al término de la gestación en el vientre artificial, también lo extrajeron de su madre a las 11 semanas, antes de que fueran aquella batalla en donde Naruto fue herido de gravedad; sin embargo…
—¿Qué?
—En el enfrentamiento que tuvimos, cuando por fin te sacamos de ese lugar, y que la autoridad decidió acabar con todos, también planeó hacerlo con los bebés que estaban criando, entre estos el bebé de Naruto y Sakura, el cual dejaron sin oxígeno. Lo siento Sasuke, cuando llegó el equipo, el pequeño ya tenía más 5 minutos sin respirar, no hubo manera de rescatarlo. Era idéntico a su padre.
Al escuchar aquello, el lloroso Sasuke se dejó caer al lado de la incubadora de su hija, sintiendo todo aquello muy injusto, perder al hijo de Naruto y Sakura fue como volver a ver a su amada esposa y hermano muertos de nuevo.
—Hay algo más que debes de saber…
—¡¿Qué?! ¡¿Más?! ¿Ahora que atrocidad me dirás, Itachi?!
—¿Recuerdas las pruebas in vitro que te mencioné? Tus muestras con las de Sakura y otras chicas o chicos con las que quisieron combinarte o combinarla a ella fallaron, así que, ten la tranquilidad de que Sarada es tú única hija, y que es de tu esposa.
—Ya déjate de rodeos Itachi, ¿qué es lo que quieres decir?
—No sucedió lo mismo con las muestras de Naruto. —reveló este con precaución. —Revisando los registros, vimos que una muestra Naruto con la de otra chica sí dio un resultado positivo, esa muestra… vimos que llegó al término de la gestación, sin embargo, al parecer era un pedido especial…
—¿Eso que quiere decir?
—Hay un hijo de Naruto, Sasuke… uno que fue concebido por medios artificiales con la muestra de Hinata Hyuga. Un pedido especial, aparentemente hecho por el líder de ese clan y que le fue entregado, unos días antes de nuestro ataque.
Sasuke rabió al escuchar aquello, con los ojos enrojecidos por la ira se puso de nuevo en pie, miró a su hija que, inocente de toda esa maldad, no sabía aún de las atrocidades que la humanidad era capaz de hacer, y juraba por su maldita vida que jamás permitiría que su pequeña pasara por lo mismo que él.
Decidido, aceptó unirse a Itachi, no por él ni su estúpida organización, únicamente lo haría por su hija y también por el hijo perdido de Naruto, que le importaba un carajo quien fuera la madre y su familia materna, era el hijo de su amigo, su hermano, por ende, ese niño perdido era suyo.
Era su hijo también.
Fin.
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Epilogo.
Los años habían pasado, y después de una brutal guerra en donde una nefasta autoridad cayó ante el poder del grupo Akatsuki y una sociedad harta de tanta crueldad, Sasuke finalmente huyó de toda esa porquería que bien sabía no terminaría en una utopía, menos cuando a su hermano se le ocurrió que podría ocupar el puesto de un servidor público en el nuevo gobierno.
No le interesaba, nunca le interesó, y como tal, una vez que el último líder la autoridad cayó, él se fue, llevándose únicamente a los dos seres que ahora más amaba, tan intensamente como había y seguía amando a sus compañeros de equipo, aunque de una forma diferente.
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—Sarada ya sabe leer unas cuantas cosas, Boruto, es el que está teniendo un poco de dificultad, pero se esfuerza, pensé que se le dificultaría más por ser tu hijo, Naruto, pero no, en realidad es bastante inteligente. —contó un encapuchado Sasuke, sentando frente a una lápida, que yacía a medio ocultar en un extenso llano cubierto por una amarillosa hierba alta y algunas flores. —Sakura, siento que nuestra hija crece con cada día que pasa, y aunque en rasgos se parece mucho a mí, creo que conforme vaya creciendo se verá igual a ti, aunque no tenga esos hermosos ojos verdes o tu curioso cabello color rosa. —resopló. — pero… supongo tú eres feliz por cómo es nuestra hija, lo que siempre quisiste… ¿no es así?
—Papi, papi… ¡aquí están las flores que me pediste para mamá y papá Naruto. — se acercó una pequeña niña de cabellos negros, con un pequeño ramo que tenía unas flores moradas.
—Bien hecho, Sarada, a mamá y papá Naruto le gustarán.
La niña sonrió feliz de haber cumplido bien con su misión de conseguir un ramo hermoso.
—Papá Sasuke, yo sólo encontré esto. —se acercó un pequeño niño rubio, llevando un par de espigas y dientes de león con él. —¿Le gustarán a mamá Sakura y papá?
Sasuke se giró hacia el niño, pues con su ojo perdido y el cual era ahora cubierto por un parche, no tenía plena visibilidad de su alrededor a menos de que se moviera.
—Por supuesto.
Juntó los ramitos de sus dos hijos, y con una hierba las ató, para después proceder a ponerlas por encima de la lápida y enseguida dar sus respetos a los yacían en cenizas ahí.
—Papi, ¿Boruto y yo podemos jugar por los alrededores antes de irnos? —pidió la niña después de saludar y hablar con su mamá en pensamiento.
—Sólo no se alejen demasiado.
—¡sí! ¡Vamos, Sarada! —celebró el pequeño, tomando la mano de su "amiga/hermana" para juntos correr por entre toda la hierba mientras Sasuke observaba.
Sarada, su pequeña, aquella que casi Itachi le estuvo punto a arrebatar para hacerle pasar por su hija antes de que Izumi le dijera la verdad, era curiosa, seria en ocasiones, orgullosa, pero también muy alegre, energética y hermosa como la madre, amaba a esa niña con todo su corazón y sabía que era capaz de matar a quien se atreviera hacerle daño o siquiera lo pensaba.
Mientras que Boruto, observó al niño, aquel tan parecido a Naruto y a la vez no, le sorprendió lo rápido que se había adaptado a su estilo de vida nómada después de una miserable vida en la casa Hyuga, donde el patriarca, aquel que había pagado millones para tener un pedazo de su hija con él, decidió ignorarlo al ver lo poco que el pequeño se parecía a la madre, aquella chica que también se había vuelto loca por el dominio de la autoridad y que nunca dejó de amar a Naruto.
No fue difícil hacerse del niño, recordó Sasuke, si el mismo abuelo materno se lo entregó cuando el karma se la cobró y muy caro, al momento que logró experimentar con las últimas muestras de Naruto y su hija Hinata cuyo resultado fue una niña que murió a los 5 meses de gestación en el vientre artificial.
Fueron cinco niños perdidos en total por negligencia y estupidez, cuyas existencias para dar fe de que existieron, sólo fueron grabadas en la lápida como pequeños capullos de flores sin abrir, alrededor del nombre de la madre y/o padre.
Sasuke, no sabía lo que el futuro le tenía deparado, ni a sus hijos, aquellos que, aún no muy conscientes de sus orígenes, eran como un reflejo del equipo 7, pero ahora con dos personas.
No sabía si sus hijos crecerían y se vería como ahora lo hacían, como un par de hermanos, o si en una de esas, sus sentimientos también florecerían tal cual le pasó a él, a su amada y a su querido hermano.
Aun faltaba mucho para saberlo, pensó Sasuke sonriendo levemente, sin embargo, al considerarlo, creyó que, si algo así llegase a pasar, sería como ver su sueño cumplido.
Lo que Sakura, Naruto y él siempre quisieron.
Fin.
Y eso fue todo, algo raro, pero concluido, espero les haya gustado. Sí fue así, lo pueden recomendar, y sí, pues ni modo, se hizo lo que se pudo.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
27 de enero de 2025
