― ¿No se supone que deberías estar en algún escondite?

― ¿No dijiste que podía quedarme?

―Fue una formalidad.

―Eh… pero pensé que no habría problemas dado que lo ofreciste, además, prometiste que hoy cocinarías langosta.

Un suspiro final fue dado por Emiya cuando supo que no había forma en la que Himiko Toga abandonase la casa. Tampoco se mostró reacio de forma verdadera a dejar que la joven se quede, había más de una habitación libre y podía ver a Jeanne jugar con alguien más sin que estuviera hablando sola. Usualmente era algo que veía en Jeanne debido a que jugaba normalmente sin nadie, el que llegase Toga no fue malo.

―Se supone que recién has aprendido a jugar, ¡¿por qué me ganas tan fácilmente?!

Casi no hubo nada malo. Emiya se corrigió al momento de ver como Jeanne estaba enojada por seguir perdiendo en cada juego con el que se enfrentaba a Toga, no es que la joven fuese buena.

Jeanne era realmente mala jugando videojuegos, eso fue todo lo que pasó para que llegase a esa situación. El orgullo de Jeanne era mucho más grande que su habilidad, Emiya siempre la dejó ganar por eso, y en este momento, el que Toga siguiera ganando solo indicó que no le importó el orgullo de Jeanne.

"Tampoco fue malo." Emiya no pudo evitar pensar al reclinar un codo en la mesa y ver a la distancia desde la entrada del comedor como Jeanne ahora hablaba de forma continua con la joven que mostró interés no en los juegos si no en escuchar lo que diría Jeanne. Fue una visión rara, no esperó nada al unirse al grupo de "villanos" que se habían presentado, solo aceptó debido a las condiciones que se dieron, pero ahora con lo que estaba ganando, no encontró tan molesto el trabajar con ellos al final del día.

Incluso aquel chico, Shigaraki tuvo un cambio bastante "favorable" a la hora de tomar decisiones. Emiya dio un suspiro cuando recordó que ese cambio se dio debido a la cantidad de veces que lo había regañado y dado indicaciones, al final el chico tenía cierto nivel de brillantez propia debido a que comprendía lo que decía. Una situación rara por todo lo que se había originado, pero viendo desde el punto de vista de los marginados, no pudo evitar entender el porqué de sus motivaciones.

Emiya lo sabía, él no era un héroe, por mucho que hubiera alguien que le dijese lo contrario, no había forma en la que pudiera decir que estaba de acuerdo con ese hecho ante la falta de mérito que existió en el momento que se presentó, ahora no había alguien que pudiera llamar héroe en la edad moderna, incluso en el pasado o hace un par de siglos era difícil ganarse aquel título, ¿en el presente con poderes?

Fue casi cómico que no hubiera nadie que pudiera sostener el título héroe como debería.

Emiya entrecerró los ojos y pensó brevemente en una sola persona que había mostrado todo lo que un héroe debería mostrado hasta ahora. Quizá fue molestia o envidia propia del logro que había conseguido, pero All Might fue una muestra del camino que le hubiera gustado seguir, alabado y sin la necesidad de llevar nada al límite, un héroe que podía salvar a todos, incluido al villano.

Gracioso cuanto menos. Emiya pensó en aquella gracia y las complicaciones a la larga que se presentaron debido a que All Might se mostró reacio a dar el golpe final a pesar de saber de las consecuencias que podrían acarrear sus actos, un héroe que solo buscó "salvar", en las sonrisas y el momento a dar.

Algo como eso hizo que Emiya se perdiera en divagaciones hasta que sintió como algo llegaba a su frente. Alzó la mano y vio como fue Jeanne, quien le había arrojado una de las baterías del control remoto del televisor.

― ¿Qué pasa ahora contigo? ―Emiya sonrió.

A pesar del tono y el claro descontento, Jeanne había dejado el entretenimiento cuando se mostró perdido en sus pensamientos, ahora aquella mujer estaba de pie ante él con una mirada que reflejó preocupación, eso y que era obvio que no se mostró tranquila debido a la forma en la que se había espaciado. Por mucho que sonara mal, aquella forma de hablar fue la pregunta con más peso que Jeanne podría dar para mostrar su preocupación genuina por Emiya.

―Solo estaba pensando en lo mal que juegas cada juego ―Jeanne quien estaba viendo a Emiya frunció el ceño y se cruzó de brazos, vio al hombre quien seguía con el codo reposando en la mesada y la sonrisa de burla hacia ella.

―Palabras grandes de alguien que nuca me ha ganado ―Emiya sonrió. Jeanne entrecerró los ojos ante ese pequeño gesto, porque no fue una sonrisa sencilla, era la misma sonrisa que daba cuando estaba burlándose de ella y creía que no se daba cuenta―, ¿qué te pasa?

―Solo estoy sonriendo.

―Tú no sonríes idiota.

― ¿Eso dices luego de jurar hacerme sonreír? ―la voz de Emiya fue suave, dio un paso y se paró frente a Jeanne para tomarla por debajo de la barbilla y hacer que subiera la cabeza para que se vieran a los ojos. La mujer no esperó aquel resultado por lo que se perdió rápidamente en lo que debería hacer.

Toga quien estaba de fondo vio de reojo como aquella pareja comenzó a bromear entre sí, o al menos Emiya fue quien bromeó y Jeanne la que fue susceptible a las burlas. Era difícil de creer a cada que veía una nueva reacción de Jeanne, como realmente alguien como ella había terminado con una visión tan degradada por parte de la sociedad.

¿Aquella mujer que no podía controlar la vergüenza al ser abrazada y ser tomada de la mano era la misma que hizo que muchas personas ardieran sin más?

Incluso el respeto o la idealización que tuvo de ella se fragmentó conforme pasó cada momento, Toga ya no creyó en Jeanne como aquella mujer que iba contra el sistema, solo la vio con la descripción que había dado Emiya.

"Es solo un gato que no sabe como comportarse". Toga recordó aquellas palabras y negó la cabeza para sí, quitó la pausa del juego y se dispuso a jugar ella sola. No es como si Jeanne tuviera oportunidad de ganar de todas formas.

Eventualmente Toga había llegado a traer parte de sus pertenencias a la casa de Emiya con el pasar de las semanas, no hubo algo así como misiones, luego de la ejecución de la mafia local. La solución que se había presentado con la salida de aquella mafia fue bastante fuerte, las calles no solo habían perdido aun más control, cualquier signo de respeto hacia los demás se fue carcomiendo al punto que la inseguridad fue algo que incluso los propios villanos no podían ignorar, Japón que alguna vez fue un punto clave de modelo de la paz, ahora no era nada más que un nido para cualquier villano que quisiera crecer.

El gobierno no podía dar abasto a todo lo que se dio, cualquier intento de ayudar también iba mermado porque los que pertenecían al ejercito tenían traidores en sus filas, todo fue cuesta abajo, un descenso del cual no se podía salir, y Toga sabía que fue una de las responsables de ese hecho.

No se molestó de todo lo que pasó, no se molestó por lo que sucedió, por lo que se presentó o lo que ocasionó, podía decir que el resto de la liga también estaba igual que ella, sin ningún problema a la hora de pensar en las consecuencias que se dieron ante todo lo que ocasionaron, pero, ¿qué era lo que podían hacer?

No fue lo mismo que en el pasado, la lucha que se daba era por un bien que ellos podían creer como correcto, Spinner fue quien más proclamó que la liga debía seguir lo que pensó como correcto, aun así, no vio que Emiya siguiera los pasos de la liga al pie o como esta debía ser, solo accionaba conforme a la necesidad y escuchó las orientaciones que usualmente le daba Shigaraki con respecto a que debía hacer o como debía pensar.

Nunca le dio una respuesta directa, al final, solo fueron algunas palabras de ayuda y dejó que Shigaraki resolviera el resto, no fue el "mejor camino para un villano" o al menos así fue como Shigaraki lo había planteado en un principio. Con el tiempo Toga lo vio, la actitud de Shigaraki atenuase a lo que alguna vez había sido, ya no estaba aquella persona que presentó mal humor o algo por el estilo, tampoco fue emocional o actuó de la misma forma en la que se había comportado hace meses. El cambio fue notorio.

―Entonces si muevo a alguien con esa habilidad aquí, este podrá conseguir más tiempo, ¿no?

Toga ya no supo cuando la inteligencia de Tomura había alcanzado otro punto en el cual no podía entender lo que hablaba, bueno, era la de él y la de Emiya quien al final del día, ambos parecían conversar de otros temas al momento de jugar ajedrez.

― Correcto, debido a sus características, y la suposición de la capacidad de los demás, sería le mejor elección ―Emiya contestó con calma la pregunta de Tomura, moviendo el mismo juego como si fuese algo natural―, he escuchado de un grupo que los ha invitado.

―Se llaman ejército, pero no tengo una idea clara de quienes son, ni siquiera están presentes en la ciudad.

― ¿Has averiguado algo por tu cuenta?

―Envié a Twice un par de veces, no hay algo real, pero sabemos que son algo más grandes en cantidad de lo esperado, por cierto, el maestro me llamó a mí y al resto, quiere que hagamos algo mientras que se acentúa el enemigo ―Tomura llevó un pulgar a su mentón y reflexionó que movimiento hacer contra el hombre contra el que estaba jugando―, parece ser que no es una orden directa si no algo que ya había dejado en el pasado.

― ¿Irás?

―Debo ir.

―Un sentido de responsabilidad extraño de tu parte.

―Parece ser una prueba.

― ¿Aun deseas probarte ante él? ―una pregunta de Emiya dio debido a la ausencia de Kurogiri. Había controlado el entorno con anterioridad y se aseguró que no hubiera nada que pudiera grabar.

Ahora solo quedó escuchar la pregunta de Tomura. El joven parecía no comprender porque le daba aquella pregunta, no parecía entender en lo absoluto el sentido de libertad cuando se trataba del "sensei" que este habló.

La pregunta llevó en la duda, duda que no supo como tomar debido a la falta de respuesta que se dio por un tiempo.

Tiempo de calidad.

Jeanne jamás creyó en algo como eso o esperó si quiera experimentar si quiera el tiempo de calidad con alguien. La liga se había ido, y la semana en la que Toga había estado visitando continuamente se detuvo, no dejó huellas así que no pasó nada, pero no eliminó el hecho que fue bueno tener alguien con quien jugar por un tiempo. Emiya siempre iba a lo suyo, si bien ocasionalmente lo convencía, no lograba nada real. Tampoco es que quisiera obligarlo, no cuando habían hablado tanto de no cambiar a ninguno del otro.

Podía usar el tiempo para pintar, algo lo cual al final había terminado siendo buena, no fue una habilidad tan notable en su tiempo, pero en la era en donde cualquiera podría brillar por la facilidad de comunicación, algo de habilidad y mucha suerte fue lo que se necesitó para destacar.

―Esto es una estupidez ―Jeanne arrugó el rostro viendo como la media que había esperado para su próximo dibujo fue inexistente, esperaba algo así, pero no por ello significaba que no estaba molesta con el resultado. Su suerte era horrenda, lo sabía, y sabía que si deseaba brillar en algo tan poblado como el arte debía ser buena, ella se consideró buena, pero para los demás no parecía lo suficiente.

Claro, podría hacer uno de esos dibujos de práctica subidos de tono y tener más interacción, pero ella no deseaba que Emiya llegara a ver algo como eso, las burlas no se detendrían, no habría un momento de paz si algo como eso se colaba para Emiya. Lo que sería su condena absoluta sería que descubriera que uno de sus dibujos estaba inspirado en base a su cuerpo, para variar fue el único que obtuvo la fama que ella hubiera deseado. El destino le jugaba malas pasadas sin falta desde que recordaba, su suerte siendo una de las peores que jamás podría haber pedido no ayudó en lo absoluto.

― ¿Qué es estúpido? ―un leve sobresalto de Jeanne hizo que mirase a su lado cuando vio que Emiya había vuelto para estar ahora a su lado.

―No hagas eso…

―Parecías muy concentrada viendo aquel helado en el suelo, sé que puedes ser infantil, pero-.

― ¡No voy a llorar por un helado! ―Jeanne se puso de pie y miró a Emiya quien estaba con un nuevo helado en la mano. El hombre se lo extendió a Jeanne quien ahora de pie miró detenidamente el dulce, dudó un momento antes de rendirse y extender la mano y tomarla―, no lloraría por un helado…

Aquel último susurro se dio con Jeanne llevando el helado a la boca y comenzar a comerlo. Emiya quien la miró fijamente con los ojos entrecerrados mostró una clara idea de que tenía la percepción de lo contrario de Jeanne.

―La última lloraste porque se te cayó-.

― ¡No lloré por un helado! ―Jeanne miró a su alrededor y como una vez más, había caído en el ojo público, la vergüenza que sintió Jeanne comenzó a escalar. Se suponía que ambos habían ido a otra ciudad debido a que era mucho más segura, por lo cual ahí decidieron salir, no es como que realmente necesitaran salir siempre.

Al menos eso fue lo que Jeanne pensó al principio, de la nada Emiya había estado controlando más lo que hacía en cuanto a su alimentación y hábitos se tratase. No fue culpa de ella que prefería estar en casa, por lo cual ahora estaban en la situación actual, con Emiya y ella en una de las plazas dentro del parque de la ciudad de Deica.

La ciudad a diferenciad e las demás, no parecía haber caído en ningún tipo de conflicto, ya fuese interno o por los alrededores, no hubo villanos, tampoco civiles que buscaban conflicto con el desorden, fue una visión extraña para lo que uno podría tener en los últimos meses de caos total, era como si la ciudad completa hubiera puesto una pared ante la caída interna del país.

―Vamos, no te desanimes ―Emiya le dio un par de palmadas a Jeanne, cosa que sabía que molestaría a la mujer, por tratarla de forma infantil. Aun así, lo hizo, no pudo contenerse, Emiya al ver la expresión de Jeanne de vergüenza pasar a una de molestia le hizo sonreír de lado. Por mucho que aquella mujer clamase que era madura o su actuar era mejor, los pequeños signos nunca se fueron, desde el momento que llegaron hasta el día de hoy, Emiya podía decir que conocía perfectamente a Jeanne―, probablemente te animarás si sigues caminando.

―No quería salir hoy…

―Una rutina es algo importante.

― ¿Seguro que no deseabas simplemente burlarte de mí? ―Emiya dio un suspiro ante aquel comentario de Jeanne. Se acercó y puso una mano en el banco, tomó aquella boina con sombrera simple de color purpura que le había regalado a Jeanne, no dudó a la hora de bajarlo y ponerlo sobre la cabeza de Jeanne.

Llevaba un conjunto simple, un suéter largo color rosa oscuro, medias negras y sus botas con un abrigo negro que no estaba prendido, la boina con sombrera fue un regalo que al principio Jeanne no gustó del todo, había visto aquello y recordó la moda que se presentó en Francia, Emiya solo pensó que se vería bien en Jeanne, al final fue algo adorable, el verla ahora, cuando el hombre le puso la boina Jeanne parecía calmarse, siempre fue así, o al menos ahora era así, y Emiya se dio cuenta de ese detalle, como Jeanne al momento en que era tocada ya no reaccionó de forma hostil, ahora fue al contrario, con el tacto que le dio, por más simple que fuese como una mano en la cabeza mientras que le acomodaba aquella boina, Jeanne se comportó de forma suave.

Emiya agradecía que era el único que podía ver eso en Jeanne, después de todo, el rechazo que sintió la mujer hacia los demás si bien estaba atenuado, no estaba extinto.

―Puedo vestirme sola ―Jeanne se acomodó ella misma la boina a pesar que la desarregló, solo quiso llevar la contraria por la situación de vergüenza que sintió, y Emiya los sabía.

― ¿Es en serio? ―la pregunta simple de Emiya hizo que Jeanne resoplara y continuara con su helado―, lo del helado solo pasó una vez, ¿me oíste?

Jeanne lo reconoció de aquella vez, fue verano y estaba tan emocionada para tomar un solo helado, no encontró uno en toda la ciudad y al momento en que lo encontró, en su estupor un niño le movió el brazo haciendo que el cono caiga al suelo.

―Claro, claro ―Emiya extendió la mano y esperó que Jeanne la tomara con su mano libre, la albina vio aquella mano extendida, nuevamente quiso decir algo, que no estaba bien como la estaba mimando en público, pero desvió la mirada y extendió la mano para tomar la de Emiya y al momento del contacto entrelazar los dedos.

―Vayamos a ver el campo de flores, dijeron que ya habían salido en esta época ―el invierno estaba casi siempre presente en aquel lugar, la noche era bastante fría, pero había atenuado el frío extremo haciendo que ahora la primavera llegase de a poco.

―Como era de esperarse de alguien de origen tan humilde, querer ver algo como eso-,

Un codo golpeó a Emiya en las costillas, Jeanne sabía que el hombre si quería lo hubiera esquivado, pero aun así se dejó golpear. No se molestó, quiso realmente molestarse, pero al final al ver el rostro de Emiya tan brillante y con una sonrisa tan natural.

¿Cómo podría enojarse con el hombre?

―Solo vamos, también tenías curiosidad.

―Si la princesa lo ordena ―un cambio de campesina a princesa, Jeanne antes hubiera reaccionado, hubiera dicho que dejara los juegos o que no estaba para que se burlara de ella.

―Más vale-. ―Jeanne intentó hablar, la vergüenza carcomió su mente cuando miró de reojo a Emiya expectante, iba a seguirle la corriente del juego de la princesa, algo como eso no debería causarle tanta vergüenza, ¿por qué aún seguía sintiendo algo como eso después de pasar incluso noches con Emiya?

― ¿Sí?

Apretando la mano que tenía sujeta la de Emiya, Jeanne miró a otro lado, el sonrojo presente, pero una ligera sonrisa aun en el rostro, por más dudara y lo que sentía al verse ante el ojo de todos, no pudo hacerlo, no pudo evitar corresponder.

Ya no se trataba de lo que ella hubiera hecho en el pasado o lo que hizo antes de llegar en aquel lugar, ahora se trataba del momento en el cual estaba viviendo.

―Más vale que puedas complacer a esta princesa ―un tono dudoso, un rostro rojo y palabras que salieron casi en un tartamudeo en un principio.

Jeanne sintió como Emiya se quedo quietó de la nada y se giró, pero un abrazo fue lo que recibió como si intentara comprobar que ella estaba ahí, que era real y que o era una jugada de su mente.

―Estoy aquí, soy real ―Jeanne le dio ligeras palmaditas a Emiya, sabía lo que estaba pensando el hombre.

Creía que lo que estaba viviendo era demasiado real para ser cierto.

―… ―no hubo respuestas de Emiya, fue como si se hubiera perdido en lo que estaba buscando, Jeanne dio un leve suspiro, no se molestó en siquiera apartar o pensar en mover a Emiya, solo correspondió el abrazo y cerró los ojos, ella podía esperar, una vez que Emiya abriera los ojos podría verla a ella y saber que era real.

―Te esperaré, así que tomate tu tiempo ―Jeanne no fue la más paciente, ella misma lo sabía, aun así, no pudo ir contra aquella muestra que tanto había estado esperando, quizá estaba obrando mal al hacer que la dependencia de Emiya hacia ella solo incrementara, en todo caso no quiso decir que estaba molesta con el resultado o que algo como eso la hiciera sentir que hizo algo mal.

Ella amaba lo suficiente a Emiya para quererlo incluso si este no podía amarse a sí mismo.

Solo buscó que su afecto llegase a Emiya para que entendiera que incluso si no podía creer que alguien llegara a amarlo, no significaba que no existiera fuera de su mente. Las dudas solo aparecieron una vez que su relación fue más fuerte y Jeanne no supo al principio que hacer.

¿Cómo hacerle entender a alguien tan idiota que podía ser amado?

Sabía que él no dudaba de sus palabras, pero su corazón, a diferencia del acero que era su mente, era simple cristal, cristal que ella estaba haciendo lo posible para moldearlo con su fuego.

Incluso si la mancha no podía salir como la tinta no significaba que el fuego no pudiera fundir el metal para hacerle entender que incluso el frágil cristal podía estar libre y sin ningún peligro.

Ella sería el fuego que moldearía aquel cristal, pero al mismo tiempo que quemaría todo lo que pudiera hacer daño a ese frágil fragmento que se asomó de entre tanto metal. Jamás rompería algo como ese pequeño fragmento, Jeanne lo supo, incluso si Emiya no pudiera expresarlo del todo como ella, no significaba que él la amase menos.

Que él no pudiera amarse a sí mismo no significaba que no pudiera a amar a otros, y ella quien era el foco del único interés y amor del hombre, se sintió cuidada, porque todo el amor que aquel cuenco de cristal que era el corazón del hombre, ella pudo tomarlo todo, por mucho que fuese exceso no se molestó, fue lo que buscó, fue lo que deseó y lo que aguardó a la hora de ayudarlo.

No importó si era un amor que se vertía del cuenco como una canilla abierta sin cerrar, ella podía tomarlo todo.

Ella amaba a Emiya, no, a Shirou Emiya, quien fue alguna vez humano después de todo.

La vuelta a la ciudad no fue con complicaciones, la mayor parte del viaje fue por problemas para ingresar, pero nada más allá de eso. Emiya miró los alrededores de la parte exterior de la ciudad, donde más hubo aquella destrucción, el centro se mantuvo en cierto grado aun con suficiente orden para vivir, la posibilidad de robo era alta, pero aun podía llegar al punto de una falsa paz dentro de la ciudad. La protección por parte de algunas bandas o criminales fue algo que se extendió con rapidez, en el corto plazo que la paz colapsó dentro de las ciudades, es que se extendieron tarifas de protección.

La "protección" que brindaron algunas bandas se podrían extender o ser más costosas dependiendo de la zona, con la caída de la mafia aquellas pequeñas bandas habían comenzado a formarse y juntarse en organizaciones de mayor tamaño.

La mala fama de Jeanne había hecho que la mayoría no pensara mucho a la hora de si quiera ir por la parte en la que ellos vivían, Emiya por primera vez agradeció el mal comportamiento de Jeanne, de alguna forma siendo positivo, en un cuadrante negativo, pero aun así positivo de alguna forma.

No fue un hecho a bajas lenguas el que ella estaba viviendo en aquel lugar, por lo cual, muchas bandas pensaron solo en dejar la zona de lado, fue en este momento, tras un tiempo y nuevas bandas establecidas que Emiya notó rostros que no reconoció en el área. Dado que habían crecido en números y las organizaciones se extendían tanto en extensión como en cantidad, ahora decidieron que era un momento para moverse.

― ¿De verdad están esperando fuera de casa? ―Jeanne estaba sentada en el lado del acompañante viendo como Emiya se quedó a una cierta distancia antes de llegar. Dado que la parte baja de donde vivían estaba preparado para un restaurante, era obvio que vendrían con la intención de buscar alguna cuota de "protección" para que no pasara ningún "accidente".

―Las demás zonas habían caído en extorsión, no es una sorpresa, piensa en que la mafia que controlaba casi todo se ha ido, ahora no queda nada en la ciudad que retenga a nadie ―Emiya miró hacia adelante, siguiendo con el avance ya casi sin velocidad.

―No pueden simplemente quedarse fuera…

―Podría arreglar todo si-.

―Te golpearé si vuelves a decir algo como eso ―Jeanne vio como Emiya parecía complacido con la respuesta.

Se dio cuenta que solo se estaba burlando de ella una vez.

Entrecerró los ojos y quiso decir algo más, pero una vez llegaron hasta la entrada lateral se dio cuenta que las personas que estaban alrededor del local ya estaban rodeando el vehículo. Jeanne terminó de entrecerrar los ojos y los cerró, respiró hondo y luego suspiró.

― ¿Preocupada? ―una pregunta a modo de burla. Jeanne sabía que la pregunta de Emiya iba a ello, pero no dijo nada, la respuesta era un "sí, estoy preocupada", pero más específicamente de las acciones de Emiya.

Aun no había logrado que su comportamiento volviera a la cautela y el pensamiento racional antes de buscar algo como defenderla cuando no era necesario, la albina comprendía perfectamente que lo que Emiya haría no sería simplemente escuchar algo contra ella. Por mucho que le hiciera feliz el saber como este se preocupó por ella, no significaba que todas las acciones que eran positivas hacia ella fuesen positivas para los demás. Una comprensión que antes no había tenido y ahora que tenía sentido para ella no pudo evitar pensar en lo poco racional que había sido en el pasado.

Una mala pasada de suerte, una mala pasada que solo se extendía constantemente y ahora de vuelta a la realidad no pudo hacer mucho más que mirar hacia Emiya quien parecía meditar en su accionar próximo.

Solo esperaba que no hiciera algo que fuese más allá de su ser. Jeanne estuvo feliz de haber hecho que Emiya sea más consciente de lo que desea, más egoísta demostrado que un intento de fachada que no le interesó nada.

Lo único malo es que ese egoísmo se convirtió en algo aterrador para cualquiera que no fuese ella.

Creyó que lo estaba arreglando, pero solo lo estaba arruinando de otra forma.

Una mano se posó en el capo del auto, Jeanne alzó la cabeza y vio a uno de los cuatro que estaban cerca, había otros dos en la entrada de la casa y otros seis en los alrededores. Pareciera que no creyeron que se podría dialogar correctamente y trajeron a cuantos pudieron.

―Parece gente bastante fuerte ―Jeanne rodó los ojos con el comentario de Emiya. El hombre solo estaba sonriendo amablemente de la nada, lo cual significaba dos cosas, y la mujer era consciente que, si esa sonrisa no era para ella, entonces solo significaba una cosa en particular.

Que Emiya estaba por hacer algo que no sería bueno para nadie.

―Me encargaré de todo.

― ¿No tienes miedo que alguien se de cuenta?

―Ya hay alguien en camino.

Jeanne no dijo nada ante las palabras de Emiya, si aquella persona creía que había alguien en movimiento entonces lo más probables es que sea cierto.

― ¿No dejarás que se encargué simplemente? ―Jeanne alzó una ceja y miró a Emiya quien le dio una sonrisa sencilla.

Aquello no fue un buen indicio.

―Ya me ha visto hacer algo molesto, ¿no sería obvio mostrar lo mismo una vez más?

― ¿De qué hablas?

―Una muestra de patrón, resolución simple y conocimiento básico de la forma de actuar ―Emiya dio las palabras con simpleza, pero Jeanne solo se quedó observando al hombre.

― ¿De qué demonios estás hablando ahora?

―Idiota como siempre entonces ―fue el turno de Jeanne para sonreír, solo que en su caso fue para intentar soportar la frustración que sintió en aquel momento, el músculo del cuerpo de Jeanne se tensó, su brazo estaba preparado para dar un golpe a Emiya si abría una vez más la boca.

Un beso.

Los ojos de Jeanne se abrieron cuando aquella persona con la cual estaba enojada por completo de repente le dio un beso en la boca, no fue algo largo, pero hubo suficiente contacto, aquello y la mano que se puso sobre su brazo hizo que Jeanne bajara lentamente la mano sin que se diera cuenta. Al final la mujer miró solo sus pies y no dijo nada más.

―Solo encárgate rápido…

Una voz suave, no hubo el mismo enojo de hace unos instantes, aquello fue suficiente para que Emiya se bajara del vehículo sin problema alguna, con el humor renovado y paz mayor. El polarizado del auto era de alta graduación, usualmente no estaba permitido a menos que se cumplan ciertas condiciones, cosa que Emiya logró hace tiempo, y agradeció en aquel momento debido a que se mostró sin problema alguno sin pensar en Jeanne quien probablemente vería todo, pero nadie la señalaría.

Emiya abrió los ojos con sorpresa ante esa forma de pensar, miró hacia adelante, las personas reunidas y para la expresión que presentó para el resto probablemente se vería como si hubiera estado en sorpresa al bajarse, pero Emiya se preguntó como había llegado a esa línea de pensamientos que había tenido.

Emiya supo que era incorrecto como pensó, el mero hecho de tener la idea de tener a Jeanne bajo llave o solo siendo él con la posibilidad de verla.

No fue un pensamiento correcto, no fue algo que un humano normal haría, tampoco lo que sería algo sano para si quiera pensar, pero aun así, dentro de la línea de pensamiento de Emiya algo como eso, que sería ir contra todo lo que sería bueno para Jeanne, se formuló con una idea coherente.

―Que desagradable.

El comentario de Emiya no fue dado a las personas que ahora estaban a su alrededor, fue hacia él mismo quien había caído en un pensamiento tan bajo, solo porque deseaba monopolizar algo que había encontrado y pensó como "propio".

Jeanne quien veía todo desde fuera del auto, observó como Emiya parecía dar un par de palabras, ella no se sorprendió de que la persona que estaba en frente se molestara ni bien Emiya dijo un par de palabras, aquello era algo insignia del hombre, el poder hacer que cualquiera se enojase por más temple que tuviese, ella podía incluso relacionar que esa era una de las habilidades de Emiya.

No pasó mucho para que el que parecía el más fuerte del lugar se asomara, características de insecto en los brazos y los ojos, algo que Jeanne encontró bastante desagradable a la vista. El tamaño de esa persona era mayor a la del humano, ¿quizá pasara los dos metros?, no es que importase.

Un insecto por grande que fuese seguía siendo solo eso.

Emiya vio aquella mano parecida recubierta por una coraza, sería extraño que él, un humano normal, lograse romper algo como eso, y por segunda vez, aquel héroe en vez de interferir de forma directa se quedó al margen para verlo, le pareció curioso cuanto menos por como tuvo una fe ciega en sus habilidades, no había demostrado mucho, entonces-.

¿Por qué creyó que la situación podía ser manejada por él?

No fue la primera, aquel conejo también se había quedado al margen, ¿acaso no consideraban que podía fallar?, no, no fue el caso, incluso desde esta distancia y por la forma en la que estaba su postura pudo decir que llegaría al instante. No sabía que tan rápida era para ajustarse a la reacción del héroe, pero no importó, conocía el límite humano que nadie.

¿Cómo no poder disimular lo que había practicado ser toda su vida?

Una mano cubierta por el armazón del hombre insecto se asomó e intentó tomar a Emiya por el cuello del saco que portó. Un movimiento de giro sobre sus propios pies y antes que la persona con mutación supiera ahora estaba solo tomando el saco vacío, abajo sin que pudiera reaccionar, estaba ahora Emiya quien tomó el antebrazo del hombre.

Un fuerte sonido de ruptura se escuchó al momento que Emiya giró el brazo del hombre hacia otro ángulo. No se trató de romper o no, solo siguió con lo que podía disimular como "humano", las artes marciales ya existían desde antes, alguien que pudiera hacer lo que hacía ya quedó en el registro hace mucho tiempo.

Claro estaba, si es que incluso no habían borrado a aquellas personas del a historia.

No necesitó romper el caparazón o algo parecido, solo necesitó girar un poco las articulaciones, por mucho que el hombre tuviera una coraza externa bastante resistente, no significaba que algo como eso aplicara a las articulaciones, necesitaban una forma para estar, un medio para sostenerse y moverse, por algo fueron llamadas armaduras y no escudos.

―De verdad que es espectáculo.

― ¿No te lo dije? ―la voz animada sonó de fondo, era obvia la diversión que se demostró con solo unas palabras―, es un bastardo fuerte.

―El músculo que porta no parece ser solo de adorno como muchos claman.

―Creí que lo habías visto en el pasado.

―Lo hice.

― ¿Y por qué te sorprendes?

― ¿Crees que todos los días alguien puede ir detener sin más a un grupo de personas con peculiaridad careciendo de una?

―Eso es lo que lo hace mejor.

―Solo te complace porque es fuerte.

― ¿Alguna vez has dedicado tanto tiempo que pierdes la cuenta en una sola cosa por estúpida que parezca?

― ¿Mirko?

―Horas, cientos o quizá miles, mi peculiaridad no era en un principio algo que destaque en combate, fui yo quien la hizo fuerte, ahora, creo que nunca has sufrido de ello.

―En un principio no podía controlar la transformación con la voluntad que tengo.

―Aun así, una vez que lograste algo como eso, todo se volvió rutinario, ¿no?

―Bueno…

― ¡Es eso! ―Mirko se puso de pie y señaló hacia abajo, donde la persona, alguien sin peculiaridad estaba de pie, no hubo si quiera un solo rasguño en él―, te pedí que no interfirieras porque sus ojos lo decían.

― ¿Decían algo?

― "Quiero luchar".

―No todos están trastornados como tú.

La risa de Mirko salió tras aquel comentario.

―Ese sujeto, está mucho más loco que yo, sé que deseabas intervenir de inmediato, pero lo viste ―Mirko calmó un poco su voz y cruzó los brazos―, romper las reglas y dejar que algo así pase, una suspensión sería poco para lo que pasaríamos.

―Aun así, me hiciste no intervenir.

―Él lo deseaba.

―No lo sabes.

―Es notorio.

― ¿Por qué lo crees?

―Porque aquella persona sonrió, ¿notaste la expresión que puso cuando aquel sujeto grande cayó al suelo?

―Mirko…

―Cállate, tampoco estaba con la idea de dejar pasar todo, ya estaba aquí debido a que se habían movilizado varias personas, pero pensar que sería para ir por aquella tienda ―un último suspiro se dio por parte de Mirko antes de ver de reojo a la persona a su lado―. La esposa de ese sujeto no se movido desde que todo comenzó, el polarizado es bastante alto, pero aun puedo ver el reflejo del teléfono desde adentro.

―Ya tuvimos suficientes problemas con él, la persona encargada de su investigación se metió en problemas porque habían hecho varias investigaciones sin documentación.

― ¿No lo dejaron ir sin más con un golpe en la mano? ―una expresión que Mirko usó para decir que simplemente le habían advertido a la persona que no lo hiciera de vuelta―. Por mucho que lo investiguen no hay nada, y aun así, al ver esto, sabes que algo no está bien.

―Sospechas de él.

― ¿No lo haces tú también?, Ryuko.

―… ―al momento no respondió, pero luego de unos segundos de silencio extendido decidió dar un simple "sí".

―Si has practicado algún arte marcial sabes reconocer de inmediato cuando alguien de verdad conoce del verdadero negocio, lo miré desde lejos un par de veces debido al músculo que portó, era extraño.

― ¿Puedes decir tanto por ver solo los brazos?

―Músculo compacto, no hay desperdicio en su físico, y la forma en la que se mueve, la postura, como respira, todo gritaba que sabía mucho más allá de lo básico.

―A donde quieres llegar.

―Lo descartaron como el tirador, pero eso no significa que no esté en algo más.

Ryuko entrecerró los ojos viendo a su compañera quien estaba dando comentarios que cualquiera tomaría como "inteligente", no es que Mirko fuese una idiota, pero no era el cuchillo más afilado en la cocina, por lo cual el ver que estaba dando suposiciones que ella misma había pensado se le hizo extraño.

― ¿Ya llamaste a que vengan a limpiar?

―Llegaron en un par de minutos, ambos ya entraron en la casa ―Mirko había visto como Emiya le había abierto la puerta a Jeanne y como ellos habían entrado como si todo lo que pasó en la calle no fuese nada―, será mejor decir que simplemente fueron interceptados.

― ¿No querías investigar a Emiya-san?

―No.

― ¿Eh? ―Ryuko no comprendió porque de la nada Mirko negó el deseo de seguir cuando había mostrado mucho interés.

―Más allá del cuerpo no puedo decir nada más, solo digamos que es… ¿instinto?

― ¿De verdad? ―Ryuko suspiró y se puso de pie―, hacerme un pedido tan estúpido para que fuese a nada.

―Oye, solo puedo decir que entrenó bastante el cuerpo, no tengo idea del resto.

―Y aquí creyendo que debería darte crédito de algo…

―Solo olvídalo, la zona había estado tranquila, probablemente esto servirá como muestra para el resto.

―Espera, ¿lo dejaste así por eso?

― ¿No es obvio?, los métodos refinados usuales fallan ahora, además, ¿no habíamos comprobado con anterioridad que no tenían armas?

―Eres la que dijo algo como eso.

― ¿No me creías?

―Hablar de esto es solo un dolor de cabeza ―Ryuko se pellizcó la parte superior del puente de la nariz―, no importa de todos modos, pero algo como esto-.

―No debería repetirse, bla y bla ―Mirko hizo de menos aquello antes de estirar los brazos y mirara a la calle―, también hubiera querido calentar, pero era innecesario.

―Pasar tiempo con Nejire hizo que pierdas el poco profesionalismo que tenías.

―Oh vamos, no fue tan malo.

―Esto no es cómo tú, usualmente estarías salto en primera línea para lidiar con los villanos, ¿qué te detiene tanto?

―Ser un conejo.

― ¿Un conejo?

―Mi instinto me dice cuando entrar o cuando no, usualmente es un buen estímulo para ir más allá del límite.

―Falta un pero ahí.

―Cuanta exigencia ―Mirko llevó una mano a su antebrazo y pensó en como decir lo que pasaba con ella―, usualmente cuando hay enemigos que hacen que mis instintos salten eso solo me emociona más, pero cuando ese sujeto está presente… me instinto no me dice que salte, no he intervenido la última vez y esta vez por ello, te llamé en el caso que no pudiera hacerlo.

― ¿Hacer qué?

―Que mis piernas se movieran hacia adelante.

― ¿Mirko?

―Mi instinto me dice "corre", cada vez que ese sujeto está presente.

― ¿Estará bien dejarlo todo de esta forma? ―Jeanne estaba viendo desde una de las ventas el exterior―, creí que no te pasarías.

―No hizo nada fuera de lo creíble ―la voz de Emiya no sonó en la sala.

―Aun debemos trabajar en tu sentido común.

― ¿Eres tú quien me hablará de sentido común? ―Jeanne chasqueó la lengua ante el comentario de Emiya.

―Intento ayudar aquí, ¿sabes?

―Lo haces solo con estar aquí, eso es todo lo que necesito ―una vez más Jeanne quiso enojarse, pero su enfado se vio ofuscado por las palabras dadas por Emiya. La mujer simplemente dio un suspiro y se giró sobre sus talones.

―Bien, lo que sea, ¿por cuánto tiempo seguirás jugando con los villanos?

―No mucho, he encontrado los laboratorios del doctor, además, hay un traidor que se unió recientemente.

Jeanne alzó una ceja ante aquel comentario.

―Si se ha unido recientemente, ¿no es más un espía que un traidor?

―Lo sería, si es que fuese parte de los héroes.

―Oh…

―No lo entiendes, ¿verdad? ―una burla más hacia su intelecto; Jeanne respiró hondo y miró hacia el pasillo donde estaba Emiya, se dio media vuelta y caminó hasta ir a la habitación y lo encontró―, ¿estás apurada?

Debido a la pelea anterior, Emiya había arruinado la ropa que llevaba puesta, por lo que terminó tomando una ducha rápida, se había quedado a la salida del baño luego de terminar para hablar con Jeanne. La mujer se encontró al hombre de pie ahora, frente a ella, vistiendo nada más que una toalla y dejando al descubierto la parte superior de su cuerpo, músculo que incluso parecía esculpido debido a la perfección de estos es lo que recibió Jeanne al entrar donde sabía que sería problemático.

―Yo… ―los ojos de Jeanne fueron a parar a un lugar―. No soy tan estúpida para no entender…

―Puedo dudar de eso ―la mano que usualmente iba al cabello de Jeanne, fue a parar en la mejilla. Jeanne intentó mantener la mirada arriba, pero al final tragó cuando la mano de Emiya se posó en su mentón e hizo que levantara la cabeza―, lo de santa pervertida no fue tan erróneo, a fin de cuentas.

―Cállate ―no era ni de asomo la primera vez que Jeanne veía aquello, pero incluso ahora, cuando una mano se posó en su cintura e hizo que estuviera pegada al pecho de Emiya, no pudo evitarlo―. Bueno, supongo que podríamos dejar la conversación para otro momento.

―Ni siquiera te molestas en negarlo en este punto.

― ¿Acaso puedes culpar a una mujer al caer ante las palabras del diablo? ―aquella respuesta hizo que Emiya abriera los ojos, el nerviosismo de Jeanne creció al darse cuenta de las implicaciones que había dado―. Ah… simplemente me arruinaste.

Resignación. Jeanne se resignó y movió los brazos al cuello de Emiya antes de abrazarlo, ella no es que se hubiera rendido del todo, simplemente no se rindió, ¿quizá solo actuó como debía?, aquella pregunta se dio en la mente de Jeanne como forma de calmarse a sí misma por su actuar.

―No creo que pueda arruinar algo que ya estaba roto.

― ¿Y lo dices tú?

―Puedo decirlo, porque eres tú quien me arruinó más.

―Eh… ―Jeanne extendió aquella expresión por un par de segundos―. Puede que no estés consciente de como eras antes que te tomara.

―Oh, ¿y era?

―Alguien que no podía sonreír como lo hace ahora ―Jeanne dio aquel comentario con respecto a la sonrisa que cargó Emiya conforme más acercó su rostro a ella. Nunca había sido alguien que despliegue sus emociones o muestre gusto por el tacto, incluso pensó que jamás podría estar tranquila con alguien si quiera dándole un abrazo.

Ahora era ella misma quien se acercó al hombre para que este la abrazara, Emiya fue lo opuesto, por todas las historias que aprendió, el hombre era alguien que disfrutó de una vida libertina, algo bastante molesto para recordar, pero ahora en el momento en donde estaban, con los ojos del hombre únicamente fijos en ella sin que la mente de este pudiera estar en otra persona que no fuese ella.

Quizá fuese egoísta el desear monopolizar tanto a Emiya, pero Jeanne sintió que era algo que no podía evitar. Fue un caso compartido en ambos lados, contrario a lo que eran y al mismo tiempo siendo lo mismo, pero bajo otra visión de su yo de quien se trataba.

Jeanne siendo alguien que jamás logró sostener la mano de nadie, deseando que no la soltaran nunca más una vez había aprendido del gusto del tacto. Y Emiya siendo alguien que nunca pudo sostener permanentemente la mano de nadie, pero con el deseo de nunca soltar la mano de alguien.

―La situación solo empeora con los días, ya no es posible el mantener todo fuera del radar como antes.

¿Preocupado?

― ¿Sabes cuántos laboratorios debí abandonar en los últimos meses?

Parece que la has estad pasando mal.

― ¡Debería ser tú trabajo prevenir que esto pase!

No soy ningún perro guardián para algo como eso.

― ¡Deberías estar pendiente! ―el descontento, molestia y alteración se mostró en el hombre el cual veía la pantalla de su ordenador, una de las tantas pantallas de la sala, las cuales eran muchas, cubriendo casi todo el lugar―. Sabes que puedo liberar la información.

¿Y qué hará después?

La pregunta hizo que el hombre ante el monitor abriera los ojos, vio hacia el frente y observó como el contacto, que no era nada más que una silueta predeterminada, en su cabeza, pudo decir que esa sonrisa molesta estaba presente sin siquiera verlo de frente.

― ¿Hacer después?

Si me vuelve a llamar de manera tan arbitraria, no me importa lo que pase a continuación, tome mayor consciencia de que nuestro trato no es tan cercano o soy algún subordinado de usted.

El hombre frente a los múltiples monitores arrugó la frente, las venas se le marcaron en el cuello y parte de la cara cuando el enojo creció ante la falta de disposición por parte de aquella persona. Él era el doctor, la persona en la que "el maestro" más confiaba, y aun así, aquella persona se atrevía simplemente ignorarlo.

Nunca había sido un objetivo a tratar, solo había llegado la casualidad de que Jeanne D'Arc había cometido un error que no se pudo solucionar y aquello terminó con la convocatoria de Archer para que la organización actúe como un mediador. Fue un favor que costó bastante caro. No simplemente se podría cubrir algo como un asesinato a cuatro personas. Jeanne D'Arc había hecho algo así y debería haber quedado condenada hace mucho tiempo, pero Archer siempre intervino haciendo favores y al final, debido a que estaba bajo la amenaza de que todo lo que había hecho Jeanne con el tiempo se filtrase, es que habían logrado tener algo semejante a un "seguro".

Ahora esos seguros estaban siendo destruidos por culpa de la falta de organización de la propia sociedad. El doctor había estado bien todo este tiempo, pero había ocurrido algo que hizo que los héroes vieran en donde anteriormente nunca se hubieran molestado en observar, aquello fue gracias al descontrol total, a la falta de orden, ¿por qué reprimirse?, las investigaciones se adelantaron, el caos creó leyes provisorias que aumentaron aun más la decisión de los héroes.

Fue como si tuvieran el mando en un estado de excepción debido a la facilidad con la que podían librar muchos resultados que usualmente serían en contra. No fue bueno, si bien el descontrol aumento y todo estalló contra los héroes, no significaba que su autoridad en base a las leyes y normas fuese en declive como la visión pública que tenían. La forma en la que los villanos habían acorralado a la sociedad generó que el control para mantener los retazos de control vaya en aumento.

Si eso es todo lo que tienes que decir, entonces-.

― ¡Dame un aviso! ―no llegaría a nada, el doctor lo sabía, incluso "el maestro" le había dado indicaciones de tratar con Archer de una forma específica, a palabras de este era para prevenir problemas en los planes, que llegado el momento sería él quien diera la noticia de que hacer.

¿Un aviso?

―Sé que tienes buenos ojos, puedes hacerlo, ¿no?

No.

Silencio. El doctor miró casi de forma incrédula como la persona había rechazado tan directamente algo mínimo.

― ¿Sabes que puedo liberarlo?

En el momento que lo hagas, no habrá nada para que sigas con vida, no interfiero como lo prometí, guardan los hechos y no me moveré, ¿cuánto tiempo creer que me tomaría terminar con todos ustedes?

― ¿Nos amenazas?

Es una promesa, has tú trabajo y eso es todo, ayudaré cuando vea posible, pero no sigo ordenes de ustedes.

―…

Encárgate de tus problemas, además, ¿no sería peligroso que pierdas todas tus bases?

― ¿Crees que no puedo mantener información fuera de tu alcance?

No puedes.

― ¿Y por qué no has hecho algo entonces? ―la paciencia del doctor se agotó, miró la pantalla ahora con furia, estaba pie viendo aquel contacto, pero no hubo respuesta inmediata.

Algo se quebró.

Antes que el hombre se diera cuenta la pantalla principal que estaba observando estaba rota, la pared tras de él con un agujero y una fecha de hierro clavada en la pantalla en donde estaba viendo hasta hace unos momentos. Su sombra la cual estaba reflejada por la pantalla ahora apagada de la pantalla dio justo una visión que hizo que el doctor poco después de ver aquello se cayera al suelo.

Tenía seguros en caso de que algo como eso pasara, por eso había dejado la mayor parte de seguros con respecto a su vida para que Archer no se atreviera a ejecutarlo.

Esa pequeña demostración fue lo que hizo que el doctor sintiera que no lograría nada insistir más con aquel hombre.

La flecha que había aterrizado sobre el monitor, había ido de forma descendiente y pasó casi rozando su cabeza y se incrustó en monitor ante él, dejando que al momento que la pantalla se apagase y su reflejo se asomase es que pudiera verlo.

La fecha incrustada en su reflejo era exactamente como ver una flecha que había pasado por su cabeza.

Aun hay quienes me investigan, si me contactas que sea por algún agente, no vuelvas a llamar.

Una risa seca salió del doctor ante lo que vio. Sabía que la peculiaridad de Archer daba algo con respecto al tiro, pero no supo jamás del todo como funcionaba, verla en acción siempre fue algo increíble.

Tendría que ver una forma de hacer que Archer volverá a actuar como antes, porque pareciera que el informe de Kurogiri no era una exageración.

Archer de verdad parecía presentar signos de dejar la liga sin más.

―Como si pudiera permitir eso, el sueño del maestro aun no se ha logrado… ―de pie se quedó viendo aquella flecha de hierro, pero antes que pudiera tomarla simplemente se disolvió en el aire.

Las cosas estaban complicadas para el doctor. No sabía como los héroes seguían avanzando hacia sus laboratorios, su mejor carta no fue posible de jugar en aquel momento y el resto de la liga estaba fuera por entrenamiento.

Quiso maldecir a Archer al no escuchar como en pasado, el comportamiento extraño había comenzado desde que Jeanne D'Arc había vuelto, era notorio el interés del hombre en dejarlo todo para simplemente vivir como un civil más, cualquiera podría decirlo.

Alguien que no mostró interés en nada repentinamente mostró signos de alejarse por centrarse en algo más.

― ¿Es el amor una fuerza tan molesta? ―el doctor suspiró y vio la pared tras él.

Un agujero que había pasado varios pisos y se detuvo justo en frente a él.

Era obvia la intención de Archer, pero no podría hacerlo, no si quería mantener todo lo que había hecho Jeanne fuera, él era el único que tenía toda la información de esa mujer, alguien que había hecho tantos crimines alrededor del mundo ahora estaba libre y jugando a la casita.

Le era difícil de creer.

Buenas.

¿Les gustó el capítulo?

Lamento no haber logrado actualizar el 6 de enero como había estado previsto, tengo ya terminada otra actualización, probablemente la suba mañana u hoy en unas horas.

Como sea, espero que el capítulo sea del agrado general. Siendo sinceros creí que había hecho alguna actualización de tinta en noviembre, pero fue en junio… bueno, eso fue antes de que tuviera el problema actual que tengo, como sea, estoy esforzándome para volver como es debido.

Espero que el capítulo les guste y perdón el tiempo pasado.

Si deseas apoyarme un poco, de momento no tengo las comisiones activas, sería yendo a patre on, está como reydepicas o en mi perfil, no importa como lo busquen.

Y eso, espero que la hayan pasado bien y lamento la demora, tengo actividades encimadas y eso me dificulta.

No tardaré para la próxima actualización de tinta, así que tranquilos.

Les deseo lo mejor.

Rey de picas fuera.