Capitulo 1

Un avión se movía rápidamente por el Océano Atlántico, su destino era la ciudad portuaria llamada "Meteoro" en Estados Unidos, en dicho avión una joven chica japonesa yacía dormida al lado de su padre.

-Relena…Relena despierta.

-¿qué paso?

-ya estamos por aterrizar, ¿qué tal dormiste?

-bien papá, pero me muero de ganas de bajarme del avión.

-sí, opino lo mismo.

El avión aterrizó suavemente en la pista de aterrizaje, Relena Darlian no perdió el tiempo y salió rápidamente para estirar sus piernas y brazos, era una joven muy amable, casi nunca levantaba el tono de su voz y siempre obedecía a sus padres, padre e hija abordaron la limusina rosa que ya los esperaba a la salida del aeropuerto, una vez que el vehículo empezó a moverse por las calles Relena exclamo:

-fue bueno pasar el año nuevo en Japón junto con Zechs, ¿no lo crees papá?

-si y ahora a ver que nos espera el año 1995.

-si a ver que nos espera.

Relena expresaba esas palabras con algo de decepción, últimamente sentía que se movía por inercia, no había nada interesante por lo que despertarse, el viaje a Tokyo para estar con su hermano Zechs fue estimulante pero ahora debía volver a la normalidad, el transito de la ciudad solía ser un caos, algunos vehículos empezaron a llenar el aire con sus bocinas y uno que otro insulto, la chica no pudo evitar mirar hacia la acera buscando distraerse un poco y fue entonces algo llamo su atención.

Un joven de nacionalidad japonesa, cabello corto castaño, una sudadera de Judas Priest, jeans rasgados un poco grandes para su talle, botas militares marrón claro pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos, algo en esos ojos era tan…poderoso, como ver los ojos de un lobo o un tigre al acecho, pero la limusina se puso en marcha nuevamente y aquel joven se perdió en aquella jungla de concreto. Relena no le dio demasiada importancia, supuso que lo que le llamo la atención fue el hecho de que ambos tenían la misma nacionalidad, algo muy superficial, aunque pudiera parecer lo contrario. Junto con el atardecer llegaron a su mansión, una gran casa de dos plantas ubicada en las afueras de la ciudad, fue construida en el año 1930 y desde entonces ha sido el hogar de gente de mucho poder, empresarios, políticos, en el caso del padre de Relena un embajador japón. El exterior estaba compuesto por una fachada simétrica de piedra caliza blanca, decorada con intrincados relieves que representan escenas bucólicas y alegorías de la abundancia. Un amplio pórtico con columnas corintias se abre hacia un par de imponentes puertas de madera oscura, talladas con escenas mitológicas y rematadas con detalles en pan de oro desgastado.

Relena llego a su habitación, una gran cama con dosel le esperaba, su escritorio de madera de nogal tenia varios libros, algunos ya estaban leídos como Romeo y Julieta, Otelo, El Señor De Los Anillos y otros estaban a la espera de ser explorados como El Retrato de Dorian Gray, El Ultimo Mohicano, El Conde de Montecristo, por mencionar algunos títulos. Sus paredes estaban pintadas de rosa maiot, se echo sobre su cama y su mirada fue directo hacia la amplia ventana y a través del cristal se podía ver La Luna, a Relena siempre le había gustado ver la Luna desde que tenia memoria, algo en ella le llamaba poderosamente la atención.

-necesito algo en mi vida, pero no sé qué.

Sus parpados se pusieron poco a poco pesados a punto tal de que cuando se dio cuenta había caído en el sueño y las horas pasaron para dar paso al nuevo día.

Semanas después Relena recibió la visita de una "amiga", era más bien hija de un amigo de su padre Dorothy Catalonia, ella podía ser algo insoportable y presumida, pero Relena ya había aprendido a tolerarla.

-la fiesta de año nuevo fue…estuvo bien, pero para la próxima debería buscarme una ciudad de mejor categoría.

-¿mejor categoría que Paris Dorothy?

-no lo sé, tal vez yo sea el problema, soy demasiado perfecta para este mundo.

-lo que tu digas.

Ambas bebían un poco de te en los jardines de la propiedad, dichos jardines que rodeaban la mansión eran geométricos y meticulosamente cuidados, evocando el estilo de jardins à la française. Caminos de grava se entrelazaban entre setos recortados, fuentes ornamentales y estatuas clásicas cubiertas de musgo, reflejando el decaimiento de su antigua gloria. En el centro del jardín principal, una fuente monumental con querubines y ninfas expulsaba agua en cascadas elegantes.

-en fin, ¿cómo esta Zechs?, ¿sigue soltero?

-temo decepcionarte, pero está en una relación.

-¿y quién es la afortunada?

-se llama Lucrecia Noin y al igual que él forma parte del equipo de esgrima de Japón.

-pues deben hacer linda pareja.

-supongo, parece una buena mujer…oye Dorothy, ¿estás de humor para algo de esgrima?

-¿tan temprano? Supongo que podría, ¿vamos a la sala de práctica?

Relena tenia algo entre manos y ya que tenia a Dorothy con ella se puso manos a la obra:

-de hecho, quería probar algo distinto, pero debe quedar entre nosotras.

-oh un secreto, de acuerdo. ¿Que tienes en mente?

Ambas seguían en el jardín con las espadas ya listas para la acción, pero Dorothy no pudo evitar preguntar algo:

-¿segura que quieres pelear sin ninguna protección? Te recuerdo que he practicado esto más tiempo que tú.

-entonces no tienes que preocuparte de que vaya a lastimarte.

-de acuerdo, es tu problema Relena.

-cuando quieras.

-¡ya!

Caminaban en círculos mirándose la una a la otra y marcando distancia con sus espadas, Dorothy no podía evitar sonreír, le gustaba la adrenalina y al mismo tiempo no podía evitar preguntarse que intentaba hacer Relena con todo esto, esta ultima inicio el ataque, el choque de sus armas parecía música barroca siendo ejecutada en un piano, el combate no tardo en ponerse serio, parecía que ambas estuviesen buscando matarse.

-has mejorado Relena, debo admitirlo.

Relena sentía como su corazón latía con fuerza por la emoción del combate, incluso sonreía un poco.

-Zechs es un buen maestro.

Hizo una movida atrevida, con un rápido movimiento corto parte de los mechones del rubio cabello de Dorothy, la chica al ver que sus cabellos le fueron arrebatados no pudo evitar entrar en colera, contraatacado con un rápido movimiento el cual fue dirigido a la piel de Relena que no pudo evitar arrodillarse y llevarse su mano a la zona lastimada, fue en ese momento que el duelo finalizo.

-¡agh mi cuello!.

-deja de llorar Relena, solo fue un pequeño corte.

-¿cómo estas tan segura?

Decía Relena con su mano aun en su cuello.

-no eres la primera que me reta a pelear de esa forma.

Relena con algunas dudas saco su mano de su cuello para ver cuanta sangre perdía, por suerte no fue mucha, solo era un pequeño corte.

-creo que dejara marca.

-pues te lo mereces por intentar ser temeraria, ¿quieres un consejo?

-¿cuál es? ¿mantener la guardia?

-ten sexo o consíguete un novio.

-¿de qué hablas Dorothy?

-estas buscando emoción, no estaba segura si era eso o no, pero al verte sonreír durante la pelea me quedo claro, así que buscaba saciar tu aburrimiento con algo ligeramente menos peligroso que pelear con espadas.

Relena se sentía avergonzada, su frustración no podía justificar sus actos por lo que exclamo:

-perdón por lo de tu cabello Dorothy.

-por suerte para ti vuelve a crecer, no es para tanto.


Relena estaba en el centro de la ciudad hablando con una amiga llamada Hilde Schbeiker, ambas estaban en el mismo club de lectura, pero lo que más les gustaba hacer eran las películas, Hilde cargaba consigo un VHS de la película "El Guardaespaldas" mientras se dirigían rápidamente al Blockbuster, Hilde exclamo:

-eso me pasa por olvidadiza, espero que lleguemos a tiempo.

-descuida yo pagare por la demora si quieres Hilde.

-jaja tranquila no se trata de eso.

En los últimos metros empezaron a correr y por poco le ponen el VHS en la boca al empleado, ambas salieron triunfantes de su predicamento:

-bueno, eso fue divertido, ¿tienes algo que hacer Relena?

-¿en un viernes por la noche? Dormir y mucho jaja, es broma, ¿que tienes en mente?

-veras, hay un chico, es cantante y guitarrista, es muy guapo y hoy dará un show.

-y quieres que te acompañe a verlo, de acuerdo.

-hay un detalle que no te mencionado Relena.

-¿y cuál es?

-el show es en "Las Colonias".

Las Colonias era uno de los sectores de ciudad Meteoro, estaba ubicada cerca del puerto, pero no es un lugar para ir a dar un paseo por la noche a menos que salieras con un ejército, pero Relena encontró la idea muy atractiva, meterse en un lugar peligroso, no parecía querer esforzarse por seguir el consejo de Dorothy, pero tampoco podía actuar así todo el tiempo, supuso que una pequeña visita saciaría su necesidad por emociones fuertes.

-vamos.

-¿segura Relena?

-por supuesto.

-pero antes de eso, hay que hablar de tu ropa.

-¿qué tiene de malo? Es un vestido mixi y una blusa de encaje.

-si, pero a donde vamos a ir…vas a desencajar, vamos a mi departamento te daré algunas ropas para que puedas pasar disimulada.

Ambas tomaron un taxi, podrían haber ido en la limusina de Relena pero esta noche debía ser diferente, sería diferente.

-¿y como se llama el cantante?

-Duo Maxwell.

Decía Hilde mientras que Relena se probaba algo de ropa, no estaba segura si se sentiría cómoda, pero tenia que salir de su zona de confort.

-jeans y una playera de Pink Floyd, estas perfecta Relena.

-si tú lo dices.