POV KARA
Mi cuerpo se funde con el suyo, y todavía no puedo creer que esté aquí. Mi corazón revolotea de emoción, pero al mismo tiempo, las lágrimas ruedan por mis mejillas. Lena se aparta y veo que sus cejas se fruncen.
—Cariño— Su voz resuena en mi piel, pero no suelta mi cabello ni me abraza con fuerza. ¿Cómo es posible que los ojos de alguien estén llenos de compasión y de ira al mismo tiempo? —No me beses como si te diera pena verme—
Lentamente, comienza a pasar sus dedos por mi cabello y quiero inclinarme hacia su toque. Sé que la he extrañado, pero verla en persona lo hace diez veces peor. Estaba segura de que en mi mente había hecho que Lena pareciera más hermosa de lo que realmente era. Sin embargo, aquí está, en todo su esplendor, dejándome sin aliento.
—¿Por qué estás aquí? — Debe haber descubierto que estoy embarazada. ¿Cómo lo logró? Esto un desastre en muchos niveles.
—¿Por qué estoy aquí? — Repite, y cuando doy un paso atrás, ella da otro al frente hasta que… Me quedo clavada en la encimera de la cocina.
—Me dejaste sin dejar rastro—
—Fue una aventura de una noche— Digo de golpe, y su nariz se ensancha. Me doy cuenta que está tratando de mantener su ira bajo control, pero está tan cerca de la superficie. ¿Por qué eso me excita? Basta, Kara. ¡Es una mujer casada! No es mía y no debería quererla.
—Tú y yo sabemos que no fue una aventura de una noche. Recibiste mi nota. Ya no estaba, así que sé que la viste—
—La vi— Admito —Y te iba a llamar—
—¿Ibas a llamarme? — Repite, pero hay un tono acusador en su voz.
—¿Qué eres, una lora? ¿Por qué repites lo que digo? — Resoplo. Soy yo la que debería estar enojada —No puedes irrumpir en mi casa. De hecho, creo que deberías irte— Señalo hacia la puerta —Llamaré a la sheriff— Alex no puede estar lejos; sólo se fue hace unos instantes.
—¿Qué va a hacer? ¿Dispararme con una pistola de juguete? ¿Este pueblo tiene celdas? —
—Sí— Puede que sea una sala de descanso con máquinas expendedoras, pero Lena no necesita saber eso.
Lena coloca sus manos a ambos lados del mostrador, atrapándome —¿Qué voy a hacer contigo, Kara? —
¿Qué demonios significa eso? Levanto la mano para golpearla, pero fácilmente me agarra por la muñeca.
—Te vas a lastimar la mano, dulzura— Dice justo antes de tener la audacia de besar el centro de mi palma. En lugar de darle una bofetada, hago lo mejor que se me ocurre. Intento darle un rodillazo en las pelotas, pero una vez más es demasiado rápida. Por supuesto lo es, tienes que ser muy hábil para acostarte con una mujer al azar la noche antes de su boda y luego planear acostarte con ella nuevamente después de la boda.
—Lo que vas a hacer conmigo es dejarme en paz— Levanto la barbilla, intentando ser fuerte. No quiero que sepa lo mucho que me afecta. Si lo supiera, estaré acabada.
—Te he dejado sola durante meses, cariño. Se terminó el tiempo—
—¿Se terminó el tiempo? —
—¿Y ahora quién repite a quién? — La miro con enojo —No había terminado contigo—
—Oh, ¿Necesitabas un par de folladas más? — Lena me suelta la muñeca y frunce el ceño.
—Puede que hayamos follado un poco, pero te hice el amor la primera vez. Las dos lo sabemos— Su voz se suaviza y mis ojos comienzan a llorar. Bajo la cabeza mientras las lágrimas comienzan a correr por mi rostro. Me hizo el amor y sueño con esa noche muy a menudo. Fue mágico, pero ahora el recuerdo es horrible.
—No puedo hacer esto ahora— Susurro. La mano de Lena llega a mi barbilla. para hacerme mirarla de nuevo.
—Dime que no sentiste lo que había entre nosotras y me iré por esa puerta y nunca volverás a verme— Abro la boca para decir exactamente eso, pero no me da la oportunidad —Mentira. Pasaré el resto de mi vida intentando que veas que estás destinada a ser mía—
—¡¿Cómo puedes decir eso?! — Grito. Estoy muy enojada con ella, aunque sea la razón por la que tengo a este bebé en mi vientre. Para colmo, dice las cosas más dulces y no entiendo nada. Debo tener el cerebro revuelto junto con una dosis gigante de hormonas.
—¿Cómo no decirlo? Puedes llamarme loca todo lo que quieras, pero supe en cuanto te vi que serías mía. Toda esa mierda sobre el amor a primera vista no es ninguna mierda después de todo— Murmura la última parte —Estaba perdida, Kara. Una sola mirada y supe que serías mi mundo entero—
—Pero luego te fuiste— Le recuerdo. Una cosa habría sido que cambiara de opinión y cancelara su boda. Habría sido terrible, pero la gente no puede evitar de quién se enamora. Pero eso no fue lo que pasó. Me abandonó y se casó con ella.
—No tenía otra opción. Tenía que irme, pero iba a volver—
—No tenías otra opción— Me burlo. Intento empujar su pecho, necesito alejarme. Su olor solo le recuerda a mi cuerpo esa noche que compartimos. El deseo se acumula en mi interior y todo está en desorden porque está casada —No voy a ser tu amante. Ahora muévete— Digo con más fuerza.
Lena se tambalea un paso hacia atrás y yo me deslizo de entre ella y el mostrador para intentar escapar. ¿Adónde diablos voy? Es mi maldita casa, una pequeña, pero necesito respirar un segundo.
Un segundo después, me sigue hasta la sala de estar —¿Crees que estoy casada? — Levanta su mano, que no tiene ningún anillo.
—No tener un anillo en el dedo no prueba nada—
—Si fueras mi esposa, ese anillo nunca se iría de mi dedo, ni tampoco el mío dejaría el tuyo— Su tono no deja lugar al desacuerdo.
—Eres una loca, ¿Lo sabías? —
—Si estoy loca, tú me hiciste así. Me he estado volviendo loca desde que te fuiste. Toda mi oficina me odia. Nadie puede soportar estar cerca de mí porque me he convertido en una zombi demente—
—A lo mejor es que eres una idiota—Sonrío
—No me presiones. Estoy nerviosa y ansiosa por desquitarme con ese exuberante trasero tuyo—
—¿Estás diciendo que estoy gorda? — Susurro
—No voy a mentir, cariño. Recuerdo cada centímetro de ti. Ahora mismo, te ves más gorda y no me quejo ni un poco por eso— Se lame los labios como si estuviera pensando en poner sus manos y su boca sobre mí.
—Es que estoy embarazada, idiota— Lo digo con mala intención, pero la muy idiota sonríe. Una sonrisa enorme y orgullosa.
—Quizás no sea tuyo— Intento de nuevo, porque quiero hacerla enojar, y no funciona.
—No importa. Es mío ahora—
Mi boca se abre y pasa unos segundos antes de que pueda hablar de nuevo —Realmente estás loca. Probablemente por eso tu esposa ya se divorció de ti— Ahora es ella la que me mira como si hubiera perdido la cabeza.
