POV KARA

Ahora cuando me despierto, en lugar de una nota, Lena está en la cama conmigo. Me mira fijamente y yo me acerco, paso mis dedos por su cabello. Es un poco más largo de lo que recuerdo —¿Qué estás haciendo? — Mi voz es áspera y apenas tengo los ojos abiertos.

Anoche me agotó. Con todo el sexo, dándome de cenar, haciéndome descansar en la bañera o en el sofá mientras veíamos películas navideñas. La mayor parte de su comida era entre mis piernas. No sé si es porque ha pasado tanto tiempo o porque mis hormonas están por las nubes, pero podía hacerme correr una y otra vez con demasiada facilidad.

No pensé que el resto del año sería así, pero creo que esta va a ser la mejor Navidad de mi vida. Todo lo que siempre quise fue tener mi propia familia y finalmente lo estoy consiguiendo.

—Solo te miraba— Se inclina y presiona su boca contra la mía en un suave beso —Finalmente te encontré y tenía miedo de despertar sin ti—

—Bueno, esta es mi casa. No puedo dejarte aquí— Bromeo. Ella sonríe, pero todavía me siento terrible por cómo sucedieron las cosas —Iba a llamarte en algún momento, pero estaba tan desconsolada. Cada vez que lo hacía, me acobardaba. Estaba tan preocupada por cuál sería tu reacción y por lo que quería que fuera—

—No estoy enojada, cariño. Me habría matado pensar que estabas casada con alguien más. Tacha eso. Lo habría matado, así que lo entiendo— Pasa la mano por mi estómago. Lo ha estado haciendo a menudo —¿Qué vamos a tener? —

—Lo siento— Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

—¿Tanto te disgusta el sexo del bebé? — Sus ojos se abren de par en par y es... es adorable su expresión de pánico cuando mis ojos empiezan a humedecerse.

—No, es solo que deberías haber estado ahí cuando me enteré. Es un niño—

—No llores—Me besa las mejillas —Estaré allí para todas las demás veces porque no me estoy perdiendo nada. Voy a estar pegada a tu trasero— Suelto una risita al pensar en eso. Si bien suena dulce, también suena como un accidente esperando a ocurrir.

Mi estómago ruge fuerte y el calor se precipita a mi rostro —¿Eso es lo que te hace sonrojar? — La carcajada de Lena llena mi pequeño hogar —Tenemos que ir a buscarte comida de verdad. Los cupcakes y las galletas no son suficientes—

—Oye, Nia tiene los mejores cupcakes del estado— Defiendo a mi amiga.

—¿Tiene comida de verdad ahí? — Me hace sentarme en el borde de la cama.

—Sí, tiene unos sándwiches de croissant para desayunar realmente buenos— Mi estómago vuelve a rugir al pensar en ellos.

—No te preocupes. Te daré de comer— Lena se inclina y besa mi barriguita, y las lágrimas vuelven a llenar mis ojos.

—Cariño, no puedes llorar sobre mí todo el tiempo. Me matarás—

—Son lágrimas de felicidad. No cuentan— Digo entre sollozos.

—Bien, podemos derramar lágrimas de felicidad— Me ayuda a ponerme de pie y luego me lleva al baño, donde nos duchamos juntas —Creo que deberíamos ducharnos juntas todas las mañanas para recuperar el tiempo perdido— Me masajea el cuero cabelludo como si estuviera a punto de quejarme.

—Quizás necesitemos una ducha más grande— Digo. Tengo una bonita bañera con patas y una ducha diminuta. Es un espacio reducido para las dos y mi estómago no hará más que crecer.

Los dedos de Lena no tardan en deslizarse entre mis muslos. Me agarro de sus hombros mientras me acaricia el clítoris y me corro. Mis rodillas ceden cuando el orgasmo me golpea, pero no caigo porque Lena está ahí, abrazándome fuerte.

—Pronto conseguiremos un espacio más grande. En este momento, disfruto de que no puedas alejarte de mí— Bromea, y entonces me doy cuenta. No es de Troping. Su vida está en la ciudad. De hecho, sé que es dueña de una empresa muy exitosa ahí porque Olivia mencionó que su prometida y cuñada tenían una empresa juntas. La mujer arrojó dinero por los aires para la boda como si fuera confeti.

Cuando terminamos, Lena me saca de la ducha, me seca el cabello y cuerpo —Voy a buscar mi maleta. Vuelvo enseguida—

—¿Maleta? —

—Sí, está en mi auto— Me da un beso en la cabeza antes de salir del cuarto, después de haberse puesto solo los pantalones y top. Oh, Dios. Un Alpha semidesnuda que sale de mi casa para ir a buscar una maleta a su auto va a ser la comidilla de la ciudad.

Cuando termino de vestirme, Lena está de vuelta con su maleta y mi teléfono está a vibrando en mi mesita de noche. Sí, ya están chismorreando.

—Dos personas me lanzaron bolas de nieve— Dice Lena mientras se ríe y mira por encima del hombro.

—No parece que tengas nieve encima— Miro por encima de su torso semidesnudo.

—Me agaché— Suelto una carcajada y me tapo la boca con la mano —Otros me observaron con enojo y la sheriff está estacionada al final de la calle—

—Genial, ahora realmente no querrás vivir en Troping— Suspiro. Supongo que una tienda de ropa podría funcionar mejor en la ciudad, pero...

—Detente— Me interrumpe Lena —No vamos a ir a ninguna parte—

—¿En serio? —

—En serio— Me tranquiliza —Te amo, Kara. Tú quieres estar aquí, y eso significa que yo quiero estar aquí— Me derrito en ella, ¿Podría esta Alpha ser más perfecta?

—Yo también te amo— Digo, y Lena me besa como si hubiéramos estado separadas durante años. Tengo la sensación de que en algún momento del día de hoy vamos a acabar en el juzgado.

—Además, me encanta lo protectora que es esta ciudad contigo. Este es el tipo de lugar en el que quiero criar a nuestros hijos—

—¡¿Hijos?! Actualmente solo hay un bebé en el horno— Señalo a mi estómago.

—Bueno, después de este habrá otra. Una chica con tus ojos—Abro la boca y luego la cierro, sin saber cómo responder a eso —Nos quedamos. Construiremos una casa o encontraremos algo aquí. Podría ser divertido intentar superar la casa de la dueña del complejo turístico—

—Esa es la mujer de la sheriff—

—Aún mejor— Dice sonriendo.

Creo que Lena encajará en Troping mejor de lo que pensaba.

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No iba a subir está adaptación aún, pero estoy contenta porque terminé de escribir mi fic Llama Gemela, así que aquí les dejo.

Disfruten.

Errores me lo hacen saber por favor.