Butterfly
Ser un abogado no es tarea fácil, y cuidar a una niña de 4 años tampoco lo es, ya con 30 años Levi nunca pensó que su hermano menor metiera la pata y terminará embarazando a su mejor amiga.
Con una vida agitada y un trabajo agobiante, se le suma una pequeña llamada Sol, a la cual tiene que cuidar en su tiempo libre mientras Farlan e Isabel trabajan.
¿Qué puede salir mal en un recital de jardín de niños? Pues una jodidamente sexy maestra vestida de mariposa.
[...]
Esa vosecilla chillona lo atormentaría hasta en sus sueños, de eso estaba seguro. Sol saltaba sin parar de un mueble a otro, sus impecables y pulcros muebles.
Mientras la "dulce" niña de cabello rojizo saltaba de un lado a otro, a sus padres no parecía molestarle. Farlan e Isabel se miraron y sonrieron avergonzados, mientras que Levi no quitaba sus dagas azules del par, él azabache no se veía contento, parecía como si en cualquier momento estallaría. Y así lo era.
–¡Bajate de mis malditos sillones mocosa malcriada! –Ahí estaba el Levi de siempre. Gruñón, antipático y sarcástico.
Sol bajó del sofá y corrió junto a su madre, escondiéndose detrás de ella, Isabel suspiró y solo miró de sosplayo a su novio. Levi volvió a tomar la compostura y tomó su lugar en la silla. Si perdiera la compostura en su trabajo, de seguro le quitaban todos sus casos, pero no estaban en un tribunal ni frente a un juez, estaban en su casa y si esa niña no se comportaba, la lanzaría por la ventana.
–¿Quieren que YO me haga cargo de eso? –Isabel mordió su labio y acarició el cabello rojizo de su pequeña hija. Más que nadie ella sabía cómo era Levi (un ogro gruñón) No se negaría, pero tampoco sería fácil de convencer. –¿Les comió la lengua la niña o como?
–Solo serán un par de días.
–No me convences Farlan. Y me estoy enojando.
[...]
–¿Una flor?
Sol saltaba energéticamente y entre sus pequeñas manos estaba un colorido dibujo de una flor.
Había pasado casi un mes desde que esa pequeña savandija había llegado a su casa, aunque sus comienzos habían sido muy difíciles, ahora ninguno quería estar lejos del otro, tal vez era una maldición vudú que le había lanzado Isabel, pero de cierta forma le había tomado cariño a la niña.
–La maestra nos pidió que dibujaran una flor y yo la hice de muchos colores. –Se notaba su felicidad, pero el azabache no era la persona que elogiara a los demás.
–Eso es poco realista. –Sol lo miró con el ceño fruncido y le sacó la lengua. No estaba ofendido, pero eso había sido grosero.
–Pero bonito ¿Verdad preciosa?
Una chica de cabello miel se acercó y le entregó su mochila a la pequeña. Sol agradeció y entró al auto de Levi tarareando una irritante canción.
–No debería decirle eso a su hija.
Por poco y le da un infarto.
–Esa cosa no es mi hija, soy su tío y gracias al cielo que solo soy eso. –El pelinegro subió a su auto y se fue de ahí, la próxima vez dejarían que la niñera la recogiera, eso no se volvería repetir.
[...]
Los agudos gritos del otro lado de la puerta lo estaban matando. Abrió la puerta y Ninfa parecía asustada, Sol estaba hecha un mar de lágrimas y no paraba de llorar, tomó su rostro entre sus manos y le habló.
–Iré a tu estúpida presentación, pero por amor a Dios, deja de llorar.
–Está bien, es el viernes a las 3. –La pelirroja secó sus lágrimas como si nada hubiese pasado y se fue a su habitación.
Levi estaba incrédulo, ¿Era siquiera eso posible?
–Maldita mocosa manipuladora y-
–¡Señor Levi!
Las horas pasaron y Ninfa se fue, cuando por fin se liberó de su trabajo, Sol llegó como el espíritu de Navidad. Tenía una caja cartón, tijeras, pegamento y muchos otros materiales de manualidades, y como dueña y señora de la casa se acomodó justo en el centro de su oficina a recortar.
–¿Se puede saber que haces? –El computador se cerró de golpe y Levi la miró con duda mezclada con enojo.
–Estoy haciendo mi disfraz –Le contestó si mirarle.
–¿Disfraz? ¿Qué disfraz?
–El de mañana, soy una flor amarilla. –La niña le mostró su cuaderno en el cual específicamente estaba escrito que debían llevar una máscara de flor para Sol. No se podía negar que la letra de la maestra de la pelirroja era muy bonita, tanto que lo hacía dudar de su propia escritura.
–¿Y lo vienes a decir a esta hora?, eres única Sol.
–Gracias. –Sol se miró las uñas egocéntrica, pero pronto cayó en cuenta de un pequeño detalle –¡Me has llamado por mi nombre! ¿Entonces si me quieres?
–Claro que te quiero, solo que eres una niña berrinchuda. –Ahora vamos a hacer esta porquería.
[...]
Farlan no sabía que hacer, reír, llorar o cagarse del miedo, porque su hija y su hermano estaban llenos de brillantes dorados, ¿Solo era un recital que podía salir mal? caminó hasta ellos y revisó que estuvieran respirando, si lo estaban.
Era una lástima.
Guardó cada cosa en su lugar y fue a preparar algo para el desayuno, podía reírse toda la mañana de su hermano, pero al menos debía agradecerle por ayudar a su hija.
–Farlan, ¿Qué hora es? –Un adormilado Levi llegó a su lado, una cosa era segura, Levi había terminado solo la flor de su hija.
–Son las 10.
–Me voy a arreglar, para el recital.
–¿Tan temprano? –Sirvió el huevo frito en un plato y miró a Levi completamente confundido.
–Si.
Pronto Sol despertó y Farlan le sirvió el desayuno.
–Disfruta mientras puedas cariño, no todos los días tienes un tío millonario en tu vida.
[...]
–¡Tío deséame suerte!
–La suerte no existe. –Sol hizo un puchero y miró a su tío realmente triste.
–Existe si crees en ella. –Se defendió la pequeña arrebatando de sus manos la brillosa flor. –Por eso no tienes novia.
–¿Qué?
–Un golpe bajo para mí hermanito, digo. Soy padre, ¡Sol!
Si las miradas matarán Farlan ya estaría a tres metros bajo tierra, era como si millones de dagas congeladas lo atravesaran a la vez. Sabía que jugar con eso lo mataría, pero ¿Quien era él para no reírse de la triste vida amorosa de su hermano?
–Sol, ya vamos a comenzar ¿estás lista?
–¡Si!
–Oh, cuánto lo siento, no puede ser soy una mal educada, me llamo Mikasa, soy la maestra de Sol.
–No habíamos tenido el placer de conocernos señorita Azumabito. Soy Farlan, es todo un placer. Ah, ese es mi hermano Levi.
–Un gustó, si me disculpan. –Azabache se retiró y se llevó consigo a Sol.
–Es una chica muy linda
–cállate o Isabel te va a meter un sartenazo. –Levi se cruzó de brazos y miró el escenario. ¿Por qué tanta payasada para un recital de niños? Pensaba él. –Aparte, se viste como monja ¿Quien va a querer venir a esta porquería?
Eso no lo pensó. Farlan no pudo contenerse y estalló en risas, de alguna forma vivir con Isabel le estaba haciendo daño. Bueno, el rubio no podía negar que su hermano tenía razón ¿Quien se pone un vestido que llega hasta los talones? Además de mangas largas y de color canela, ese sería un vestido que usaría su abuela.
–Cállate, ya va a empezar.
Las luces se apagaron y el telón se abrió mostrando "un bosque". Isabel llegó y lo primero que hizo fue sacar su teléfono y comenzar a grabar, Farlan y Levi la imitaron y comenzaron a grabar de distintos ángulos.
–Esta obra se llama Todos los seres vivos.
¿A eso le llaman obra? Solo hubiesen dejado recital y sin ningún problema.
El recital siguió sin problema, pero a Levi le intrigaba algo ¿Dónde estaba Sol? Una maestra salió al escenario vestida de abeja, se veía adorable vestida de esa manera, pero para el pelinegro no era relevante.
Sol apareció con una sonrisa y comenzó a hablar sobre las abejas, la polinización y lo fundamental que eran para la vida.
–Las abejas forman una parte muy importante en la vida y sin ellas la vida en la tierra no sería posible.
–¿Está exagerando o…?
–No lo sé, Rick, parece falso.
–Los seres vivos son importantes, desde el león más grande, hasta la hormiga más pequeña.
Ahora que lo notaba, era el único hombre en esa sala, aparte de Farlan. Miró a los lados y tragó duro, ¿No era un recital de jardín de niños? ¿Arriba era abajo? La maestra que vestía de monja tenía puesto un traje de mariposa, simplemente no dejaba nada a la imaginación.
–Cálmate Levi. –Susurró Farlan a su oído.–Sé que no has tenido sexo en años, pero-
–Cállate pedazo de mierda, o te vuelvo a golpear dónde te duele y no podrás tener más hijos del demonio.
Farlan puso sus manos en la zona adolorida y ahogó un grito mordiendo su mano. Estaban en la última fila y no habían muchas personas ¿Quién lo notaría?
Haciendo zoom al vídeo, dejó grabando justo a la maestra vestida de una sexy mariposa.
Una mouseherramienta misterio que nos ayudará más tarde, le dijo su voz interna dejando escapar la risa del carismático Ratón. Podría ser un amargado, pero los clásicos nunca pasaban de moda.
El rubio se acercó más al pelinegro y miraron a la bonita mariposa asiática juntos.
Aunque parecía una buena idea, Isabel esperaba a que Farlan volteara su vista para darle un fuerte golpe y Mikasa no era idiota, pudo notar claramente a Farlan conteniendo la risa, se lo habría esperado del rubio, pero de Levi nunca.
La pelirroja tomó cartas en el asunto y pisó el zapato de Farlan con su tacón. El rubio se levantó y salió del lugar, solo para llegar a los baños y soltar un grito para nada varonil.
Desde que había visto a ese hombre recoger a Sol, no había podido sacarlo de su cabeza, tal vez era su apariencia, incluso su bien parecido o quizás esos imnotizantes ojos naval, pero simplemente cada tarde esperaba con ansias volver a verlo, muchas veces intentó devolverle alguna pertenencia a la niña, no obstante, terminaba acomodándose y ordenandole a Petra que lo hiciera. Pero ahora había conseguido llamar su atención y no podía desaprovechar una oportunidad como esa.
¿Era siquiera posible? ¿En verdad estaba pasando? O mejor dicho ¿Qué estaba pasando?
Nuevamente la maestra entró en escena con los niños, el recital estaba apunto de terminar y todos se reunieron en el centro del escenario, mientras cantaban una canción a la que ni siquiera le prestó atención, solo podía concentrarse en la bonita sonrisa de la pelinegra.
Levi dejó de lado su celular y la miró directamente, ella también lo miraba, sentía que en cualquier segundo despertaría.
–Hacer un hijo no suena tan mal.
[...]
Otra vez en el mismo lugar, su espalda dolía y el despertador era un martirio para su resaca, acompañar a su mejor amigo Erwin a beber no había sido la mejor idea y ahora se arrepentía…
Cansado, se levantó y fue a preparar una taza de té. Tal vez podían llamarlo idiota, pero recordaba ese día a la perfección, incluso lo que pasó después del recital de Sol con la sexy maestra vestida de mariposa. Estaba grabado en su mente y nunca lo olvidaría.
–Buenos días…
Ella lo recibió con una genuina sonrisa, se sentó junto a ella y depositó un suave beso en su cabeza.
En silencio bebieron té, así podían pasar todo el día juntos. Nunca se cansaría de su compañía y una vez que conocieran a sus hijos, la amaría mucho más.
–Estoy feliz de haberme casado contigo Mikasa.
–Yo también estoy muy feliz Levi…
Podía sentir los leves movimientos en el vientre de Mikasa, no podía estar más ansioso por conocer a sus hijos. Tal vez… sería tan mal padre como Farlan y de seguro los malcriaba, pero los amaría a ellos y a Mikasa.
–Oye, ¿Todavía tienes ese traje de mariposa?
Fin
Mínimo te saqué una sonrisa, me divertí muchísimo escribiendo esta historia, espero que les haya gustado y bueno, me despido.
Chauuu
