¡Nuevamente hola a todos! ¿Cómo han estado en estos últimos meses? Seguro estaban esperándome, lo se xD
(Kii-chan: Señorita modestia…)
¿Vieron la nueva imagen de portada? Creo que se apega mucho mas a la historia.
Oigan si no me equivoco esta historia ¡Ya casi tiene un año! ¡Sí! Dentro de un mes exactamente "Simplemente amigos… ¿Con derechos?" celebrara su primer año en FF ¡Que orgullosa me siento!
Bueno, bueno suficiente. Sé que estaban esperando el capitulo así que dejemos las presentaciones de lado y vayamos a leer :D
Disclaimer: Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi
6. ¡Están juntos! …Pero no juntos.
Ukyo volvió a suspirar con pesadez, era la cuarta vez que limpiaba el piso del local y aún lucía sucio, estaba segura de que su padre se enfadaría. Kuno por su parte esperaba a que su finísima camisa italiana se secara, tardaría días en quitarle la mancha y el olor a comida. Los dos amigos más que enojados estaban anonadados ante la situación que acababa de pasar; la guapa pelirroja que los acompañaba solo sonreía.
-Cielos Ukyo, esta comida es realmente deliciosa –Felicitaba la de cabellos rojizos mientras se relamía los labios.
-Qué bueno que te guste –Respondió sin ánimos.
-Eres una excelente cocinera –Halagó levantándose de la mesa en la cual comía –Dime cuanto tengo que pagarte, no solo por la comida. Te compensare los daños que causo el revoltoso de mi primo –Se cruzó de brazos.
-Claro que no Ranko, por favor. Tú no tienes porque pagarme nada –Alegó apenada.
-¡Por supuesto que sí! Lo que causo Ranma es inaceptable, una completa vergüenza –Apretó sus puños mientras hablaba.
-Pues no fue completamente su culpa –Comentó Kuno apretando los dientes. Utilizando sobre su pecho la típica camiseta blanca masculina, su camisa italiana, aun llena de comida, retozaba sobre el respaldar de una silla –No perdonare a Akane por esto.
-Con el desastre que esos dos causaron es una suerte que el U-chan's siga en una pieza –Suspiró nuevamente la castaña, trapeando el suelo con fuerza.
-¡Y todo para que! Ya verás que terminaran toqueteándose como siempre lo hacen, ese es el final de la historia –Bufó el chico cruzándose de brazos.
-Bueno les aseguró que una vez que Shampoo haga sentir mal a Ranma como siempre ocurre el probablemente lo haga, pero ¿Qué pasa si Akane tiene suerte con este muchacho? –Habló esta vez la pelirroja, completamente consiente de la situación entre su primo y la chica Tendo.
-Aunque tenga suerte ira con Ranma, lo sabemos, no podrá controlar sus sentimientos –Contestó Ukyo.
-Créanme, yo más que nadie detesto a la niña malcriada de Shampoo por jugar con los sentimientos de mi primo, y lo que más quisiera es que el muy idiota abriera los ojos y se diera cuenta de quien realmente merece su amor –Ranko hablaba seriamente –Pero precisamente porque se cuanto ah tenido que pasar Akane por culpa de Ranma, pienso que no le dará el beneficio de la situación tan fácilmente.
-Bueno, Akane cuando quiere puede ser bastante vengativa, pero no es el caso cuando esta con Ranma –Dijo el castaño pensativo.
-Ah decir verdad, creo que nos sorprendió hoy a todos –Divagó la joven cocinera recordando lo sucedido.
FlashBack
La tarde era tranquila. El negocio estaba abarrotado de clientes para la alegría de Ukyo, hacia semanas que no veía tanta gente llegar así al restaurante que su padre había inaugurado en su honor. El trabajo era arduo y el aroma ha Okonomiyakis abundaba en el lugar. Tan atareada se encontraba que tuvo que pedir ayuda extra.
-¡Aquí tienes más platos limpios Ukyo! –Gritó Akane con varios platos en las manos, llevándolos directamente a su amiga que se encargaba de la parrilla.
La cocinera emitió una seña para que los dejara donde pudiera alcanzarlos, ya tenía varios pedidos preparándose en la parrillera.
-Debo admitirlo Akane, tu amiga es muy buena cocinando –Comentó el chico de cabello negro en el oído de la mencionada. Ryoga había ofrecido su ayuda cuando escucho la desesperada llamada de auxilio por parte de Ukyo hacia Akane, al parecer necesitaba de alguien que se encargara de servir los pedidos, y allí estaba él.
-No conozco a nadie que lo haga mejor que Ukyo. Su sueño es convertirse en una de las chefs más reconocidas de Japón –Relató la de cabellos azules en respuesta.
-¡Ryoga! ¡Otro pedido para la mesa seis! –Interrumpió la cocinera. El pelinegro se encargó nuevamente de la comida.
Akane sonrió ampliamente, le gustaba estar allí laborando con sus amigos. Caminó hasta la parrilla, situándose justo al lado de su mejor amiga, tenían que discutirlo de inmediato – ¿No te parece extraño verlos juntos? –Preguntó en un susurro.
Ukyo subió un poco la mirada para observar a lo que Akane se refería. En la mesa más cerca a la parrillera, Kuno y su cita, el joven bailarín Mikado Sanzenin, reían coquetamente mientras se miraban risueños.
-Jamás había visto a Kuno tan feliz –Respondió retomando su labor.
-Parece que tenemos una relación seria en puerta –Canturreó con picardía.
La castaña emitió una modesta risa ante el comentario, Kuno no solía ser una persona que tuviera relaciones serias, disfrutaba de su libertad.
-Y ya que tenemos el tema presente –Dijo de la nada, dándole la vuelta a una de sus exquisiteces – ¿Podrías explicarme que está pasando entre tú y Ryoga?
Akane sintió como la sangre le subía a la cabeza, no deseaba que el joven mencionado escuchara aquella pregunta.
-Ukyo ¿Qué cosas dices? –Desvió la conversación con nerviosismo.
-¡Por favor! Desde que tu amigo de la infancia volvió lo único que has hecho es pasar la mayor parte de tu día con él, eso cuando no estamos en la escuela ¿O me lo vas a negar? –Cuestionó.
-Tú misma lo has dicho, es mi amigo de la infancia. Estoy retomando el tiempo perdido con él –Se defendió.
-A mi me parece que es un chico apuesto –Añadió mirándola con complicidad.
-Bueno, si…quizás –Su rostro completamente sonrojado la delataba.
-Ademas, Ryoga me parece un muchacho sumamente serio con el cual valdría la pena mantener una relación, y sabes bien porque te lo digo –La encaró seriamente.
-No pretendas comparar a Ranma y a Ryoga –Se cruzo de brazos con el cenó fruncido.
-Cierto, no puedo compararlos –Respondió sarcásticamente, sirviendo dos Okonomiyakis en sus respectivos platos.
Akane suspiró, sabía que Ukyo tenía razón. Ryoga era todo lo contrario a Ranma, le llevaba dos años por lo tanto era mucho más maduro que el chico de trenza, tener una relación con él aseguraría el éxito sentimental que cualquier chica desearía tener, pero ¿Sentiría acaso la misma pasión que Ranma le inspiraba?
-¿Por qué demonios pienso estas cosas? Se supone que Ryoga y yo somos… como hermanos –Pensó con inseguridad mientras seguía con la mirada las acciones que el pelinegro daba. Su corazón se acelero.
En ese momento, la puerta del local se abrió y dos nuevos clientes ingresaron al lugar, dos personas bastante familiares, una hermosa chica de figura curvilínea acompañada por un apuesto muchacho de gafas.
-¡Ni-hao! –Saludó la china acercándose hasta las dos amigas.
-¡Shampoo, Mousse! –Exclamaron sorprendidas al verlos.
-Parece que tienes mucho trabajo ¿No Ukyo? –Bromeó Mousse poniendo sus brazos en jarra.
-Sí, pero tengo algo de ayuda –Contestó con timidez –Oigan, ¿Y qué hacen ustedes por aquí?
-Bueno, nosotros pasar toda el día haciendo servicio comunitario con gatos del refugio –Comentó Shampoo con una sonrisa –Así que ahora estar muertos de hambre.
-¿Podrías prepararnos dos Okonomiyakis de camarón, por favor? –Ordenó el chico de gafas.
-Si, por supuesto. Tomen una mesa y enseguida estarán listos –La castaña retomó su labor en la parrilla, indicando un par de mesas libres cerca de las ventanas.
Akane observó a los dos chinos caminar hasta la mesa mientras se sonreían el uno el otro, sería muy extraño para ella ser testigo de una cita entre ellos.
-Vaya –Musitó la voz de su Kuno quien se había acercado a ella –Parece que tendrás el resto de la tarde ocupada si Ranma se entera de lo que Shampoo está haciendo –Insinuó cruzado de brazos.
-No bromees –Refunfuñó –Ranma ni siquiera sabe que están aquí.
-Pues tarde o temprano se enterara –Añadió Ukyo mirándola fijamente.
La de cabellos azules trago en seco, esta vez, no estaba tan segura de querer consolar a Ranma.
Fin del FlashBack
-Y pensar que hasta entonces iba todo tan normal –Dijo la castaña para sí misma mientras regresaba a la realidad.
-Cielos, siento que el resto fue mi culpa –Comentó Ranko nerviosa, mordisqueándose las uñas.
FlashBack
Su estomago rugió por tercera vez, no había comido nada en varias horas. Había pasado toda la tarde entretenida en su sesión de compras con su primo que habían pasado la hora del almuerzo.
-¡Ranma tengo mucha hambre! –Exclamó la pelirroja frotándose el abdomen.
-¿Crees que yo no? –Dijo sarcástico, apretando las bolsas que cargaba en sus manos –Vayamos por unas hamburguesas, se donde venden las mejores –Propuso
-¡Oh no! Las hamburguesas tienen muchos carbohidratos –Se negó arrugando el entrecejo.
-¿Y qué quieres entonces? ¡No pretenderás hacerme comer una ensalada, me oíste Ranko! –Le gritó con desagrado.
-Tampoco me apetece una –Murmuró rodando los ojos – ¡Espera! ¿Qué el restaurante de la amiga de Akane no está a dos cuadras de aquí? –Recordó con una amplia sonrisa.
¿Quieres ir al U-chan's? No creo que sea una buena idea –Dudó.
-¿Crees que te encontraras con Akane? No sabía que le tenias miedo –Insinuó, ella conocía sus debilidades.
-Que tonterías –Bufó entre dientes.
-¡Entonces vamos! –Se acercó y lo tomo del brazo, causando cierta incomodidad en su primo un año menor –Ambos tenemos mucha hambre –y lo jaló camino al restaurante.
En el Uchan's, Ukyo y Akane observaban a Ryoga servir de camarero a Shampoo y Mousse, Kuno las acompañaba puesto que su cita estaba en el baño, tenían una buena tertulia entre ellos.
-Todavía no entiendo como no han vuelto a ser una pareja de nuevo –Comentó la cocinera apoyando sus codos en la barra.
-Seguro es mucho más divertido ser "Ex's con derechos" que una pareja formal –Bromeó el castaño de forma seria pero sarcástica.
Akane frunció el ceño ante el comentario, sabía que de cierta forma se trataba de una indirecta para ella.
-Ukyo –Apareció Ryoga ante ellos con gesto de preocupación –Tus amigos quieren unas bebidas ¿Podrías decirme donde está la hielera? –Preguntó sosteniendo dos vasos de vidrio en cada una de sus manos.
-Claro, Akane te llevara –Señalo a su amiga mientras lo miraba sonriente.
-Eh… si –La de cabellos azules irguió una ceja ante las intenciones de Ukyo, sin embargo, no le prestó mucha atención –Ven conmigo Ryoga –Lo guió hasta la parte trasera de la cocina.
Ukyo dejo escapar una risa picara cuando le dieron la espalda, estaba convencida de que sería muy divertido si Ryoga decidiera robarle un beso estando en aquella fría habitación. Kuno no pasó por alto aquella situación.
-¿Y esos dos que se traen? –Cuestionó fingiendo desinterés.
La chica suspiro con desganó –Supongo, que no deberíamos ser tan optimistas tratándose de Akane.
Kuno abrió la boca nuevamente para decir algo, sin embargo, sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de la puerta principal abriéndose nuevamente.
-¡Buenas tardes a todos! – Se pronunció la pelirroja animadamente, moviendo su mano de un lado a otro. El chico a su lado no emitió palabra alguna.
Kuno y Ukyo emitieron un audible "Ahh" al notar la presencia de los primos Saotome, era como si algún bromista residente de los cielos se hubiera encargado de ponerlos a todos juntos en el mismo lugar para ser parte de una malvada broma, una malvada pero quizás interesante broma.
-Me da mucho gusto verlos muchachos –Clamó acercándose a los de cabello castaño.
-Ranko tu…tu y Ranma… – La cocinera se trabó en sus palabras, aun seguía en estado de Shock.
-¿Qué ocurre? ¿Hay algún problema? –Cuestionó irguiendo una ceja.
Los dos amigos no contestaron, solo se miraron entre sí dudosos sin saber que decir. Ranma, sin embargo, ya había notado la presencia de dos personas comiendo animadamente cerca de él.
-Shampoo…
-¡Hola Ranma! –Saludó Mousse sonriente. La china no dijo nada, también se había sorprendido de verlo allí.
-¿Qué hacen aquí… juntos? –Cuestionó con la mirada fija sobre la chica.
-Solo estar comiendo –Contestó seria, se sentía incomoda con la presencia de Ranma allí.
El chico de trenza apretó los puños, todavía no entendía cómo era posible que ella aun prefiriera al tonto de Mousse que solo la hizo sufrir cuando salían ¿Aún lo amaba? ¿Acaso nunca tendría una oportunidad para estar con ella?
-Ranma –La voz de Ranko lo sacó de sus pensamientos –Me parece que estas interrumpiendo la cita de tus amigos ¿Por qué no los dejas solos?
Frunció el ceño, su prima adoraba humillarlo cuando la situación tenía que ver con Shampoo. Le gritaba, aconsejaba, discutía y lo protegía pues se trataba del bienestar de su propia sangre, pero Ranma jamás escuchaba lo que Ranko decía.
-Eso no es una cita ¿Lo entiendes? –Protestó por lo bajo, negado a aceptar la realidad frente a sus ojos.
-¿Acaso estas ciego? ¡Claro que lo es! –Contraatacó señalando la mesa donde comían los chinos.
-Te dije que no. Ya no quiero que hablemos de esto –Sentenció tratando de controlarse.
La pelirroja lo miró con lastima, sentía que su primo estaba a punto de perder la razón y todo por "una zorra que no valía la pena" como ella solía decirle, tenía tantas ganas de vengarse de ella. De pronto hubo algo lo cual llamó su atención, algo lo cual estaba segura heriría el orgullo machista y posesivo de Ranma.
-Tienes razón, eso no es una cita –Alegó sonriendo de lado – ¡Eso! Si lo es –Señaló hacia la parte trasera de la cocina.
Abrió los ojos incrédulo ¿Akane? ¿Qué hacía allí? Y lo más importante ¿Por qué parecía tan feliz con la compañía de aquel chico a su lado? El mismo chico que le había regalado las dichosas rosas azules semanas atrás.
Akane sintió a su corazón detenerse, no era posible que ahora Ranma también estuviera allí ¿Faltaba que otra cosa sucediese?
-Akane cariño ¿Cómo estás? –Ranko se acercó a ella con los brazos abiertos.
-Hmf… Hola –Enmudeció.
-Veo que tienes buena compañía ¿Quién es tu amigo? –Preguntó sin recato.
-Amn, él es Ryoga… un viejo amigo –Lo presentó con timidez –Ryoga, ella es Ranko.
-Es un placer conocerla señorita Ranko –Dijo cortésmente, tomándola de la mano.
-¡Pero qué caballero! –Exclamó encantada –Sin duda, el placer es todo mío.
-Llevare las bebidas –Avisó mirando a Akane –Si se le ofrece algo, por favor avíseme –Advirtió mirando a Ranko esta vez.
La pelirroja observó a Ryoga alejarse, había quedado sorprendida ante semejante prospecto.
-Ranko, será mejor que yo me vaya –Dijo Ranma a sus espaldas –Si quieres quedarte ya es tu problema.
El chico de ojos azules giró sobre sus talones para irse, sin embargo, Akane lo detuvo.
-Ranma, espera –Se situó frente a él –Creo que debí haberte advertido –Se excusó apenada.
-Bah, que importa –Respondió tajante –De todas formas me iré, no creo que sea conveniente para ti que tu "amiguito" descubra nuestro pequeño secreto.
Levantó una ceja incrédula – ¿Cómo dices?
-Oh, disculpa ¿O acaso planeas tener más de uno a la vez? –Aludió con veneno en sus palabras.
Akane apretó los puños sintiéndose ofendida, su aura estaba comenzando a irradiar – ¿Estas insinuado que soy una cualquiera?
-Pues si el saco te queda…
Fue suficiente para que Akane descargara una fuerte bofetada en el rostro de Ranma ¿Cómo se atrevía a decirle eso? Ella que solo trataba de hacerlo sentir mejor por lo que acaba de pasar con Shampoo y él, como siempre, la insultaba.
-¡Eres un maldito cabrón Saotome! –Gritó encolerizada.
Ranma sintió su mejilla arder como si se tratase el mismísimo infierno, era la bofetada más dolorosa que había recibido por parte de Akane, le había dolido hasta lo más profundo.
-Te arrepentirás –Amenazó sujetándola peligrosamente por los hombros y acercando su rostro al suyo, la chica emitió un leve quejido ante la presión.
-¡Suéltala! –Exigió Ryoga seriamente.
-Este no es tu asunto.
-No me quedare de brazos cruzados viendo como molestas a Akane.
Los dos pelinegros se miraron fijamente echando chispas, el odio irradiaba a su alrededor, el ambiente se había tornado tenso y silencio, todos en el Uchan's habían dejado su tranquila comida para observar la peculiar escena.
-Esto no será bueno –Kuno se cubrió los ojos con las manos, a su lado Ukyo había hecho un gesto parecido.
-¿Tatewaki? –La cita de Kuno, Mikado, no entendía muy bien lo que estaba sucediendo.
-Alguien tiene que enseñarte modales –Opinó el de bandana tronando los nudillos.
-No soy tan dócil como crees –Respondió Saotome furioso, empujando con fuerza a Ryoga.
Ryoga ocupó el balance necesario para no caer de espaldas, sin embargo, había tropezado con una pila de platos los cuales cayeron al suelo rompiéndose estrepitosamente uno tras otro.
Los testigos se llevaron las manos a la boca anonadados.
-¡Ranma! –Amonestó Ranko indignada.
Akane tronó los dientes tratando de pensar en algo para detenerlos, sabía que tratándose de orgullo ni Ranma ni Ryoga lo dejarían por las buenas. Una idea pasó por su mente, eso distraería a todos los que estaban en el restaurante.
-¡Pelea de comida! –Exclamó a todo pulmón arrojando un Okonomiyaki al aire.
El alimento sobrevoló parte del Uchan's escurriendo restos de salsa por las paredes y el piso, hasta que finalmente aterrizo sobre el pecho de Kuno manchando su elegante camisa.
-¡Akane! –Reclamó el castaño enfadado.
Ranma sonrió de medio lado, era ingenioso. No tardó ni dos minutos en vaciar un copa llena de agua sobre el rosto de Ryoga.
El pelinegro se llevó las manos al cabello para sentir el líquido escurriendo por sus sienes; ese muchacho insolente ya lo había humillado suficiente.
Hubo un grupo de jóvenes que aplaudieron y silbaron ante lo ocurrido, dejando de lado la calma para unirse a la peculiar confrontación arrojando sus deliciosos Okonomiyakis alrededor del restaurante.
Comida, bebidas, platos voladores y servilletas volaban por todo el Uchan's aumentando el desastre causado por la pelea de comida.
-¡Basta por favor! ¡Deténganse! –Pedía Ukyo desesperada, su restaurante se estaba viniendo al piso.
Nadie parecía escuchar las suplicas de la pobre cocinera, todos estaban fuera de control arrojando alimentos por doquier.
Ranko se había escondido bajo una de las mesas para evitar ser atacada, no quería que su lindo vestido se ensuciara.
Ranma tomó su último objetivo, un Okonomiyaki de queso el cual estaba seguro arruinaría el cabello de Ryoga, estaba decidido a desquitarse por completo de ese chico. Preparó su puntería para arrojarlo, cuando una acalorada discusión llamó la atención de los participantes en la pelea de comida.
-¡No Mousse, no ser mi culpa esta vez! ¡Tú nunca ver tus errores! –Gritó enojada la china, sacudiendo su ropa.
-¿Mis errores? La reina del egocentrismo siempre tiene que estar libre de culpas verdad –Contraatacó Mousse, dirigiéndose a la puerta del local – ¡Solo sabes pensar en ti misma Shampoo!
-Si así ser ¿Por qué pensar que yo perder mi tiempo arreglando lo nuestro? –La chica estaba al borde de las lágrimas.
-¡Entonces ya no tienes porque perder el tiempo! ¡Estar contigo no es más que un error! ¡Siempre ah sido así! –Agravió antes de marcharse.
Las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de la china, las palabras de su ex-novio se clavaron en su alma. Cubrió su rostro sintiéndose herida para después correr a esconderse en el baño de damas.
-¡Shampoo! –Ranma corrió tras ella, estaba tan concentrado en desquitarse de Ryoga que había olvidado que Shampoo y Mousse estaban allí, hubiera aprovechado la oportunidad para irse contra el chino también.
La de cabellos violáceos estaba de rodillas en el piso, ocultando su cara tras sus palmas mientras lloraba amargamente.
-No llores por favor –Le pidió el pelinegro con suavidad.
-No tener remedio Ranma. Jamás poder ser feliz con Mousse –Sollozó sin alivio.
El chico la abrazó contra si con fuerza, con cariño, demostrándole que dependiendo de él nunca iba a estar sola.
-Deja que yo te haga feliz –Susurró en su oído.
Shampoo alzó su rostro húmedo para mirarlo fijamente con intriga.
-Dame una oportunidad, Shampoo. Yo te querré como Mousse nunca lo hizo. Yo te cuidare y apreciare como te lo mereces. Solo dame una oportunidad, te lo pido –Pidió con dulzura, con toda la sinceridad que su amor por Shampoo podía demostrar
La china sintió a su corazón estrujarse en su pecho, ella sabía que Ranma tenía sentimientos verdaderos, siempre se lo demostraba y por ello se había ganado un poco de su cariño, sin embargo, no podía engañarse a sí misma queriendo reemplazar lo que aun sentía por Mousse.
Escondió su rostro en el pecho de Ranma mientras este la apretaba contra él, tenía a la chica que amaba entre sus brazos, entonces ¿Por qué se sentía incompleto? Quizás era porque aun no asimilaba que finalmente tendría la oportunidad que esperaba, por eso solo se limitaba a abrazarla y sonreír
Akane había sido testigo observando desde el marco de la puerta del baño, se había acabado, sus temores finalmente se habían hecho realidad, había perdido a Ranma.
Dio varios pasos hacia atrás alejándose de ahí, ya no podía seguir viéndolos abrazarse, ya no podía fingir ser la fuerte de la historia cuando en realidad era quien más sufría. Lágrimas traicioneras brotaron de sus ojos, había fingido por mucho tiempo.
-Ranma no ¡Baka!
Dos suaves manos se apoyaron en sus hombros brindándole seguridad, aquel delicado tacto la estremecía de una manera distinta, algo que Ranma jamás le había brindado y ya jamás lo haría…Jamás lo sabría.
-Ya… lo entiendo todo –Dijo Ryoga cálidamente a su espalda.
La conocía perfectamente, sabía que aquellas lagrimas tenían un motivo bien fundamentado, pocas veces en su vida la había visto llorar, y esas lagrimas, eran las lagrimas de una enamorada con el corazón roto.
Akane ahogó un chillido tratando de cortar el llanto, no debía seguir torturándose más. Se dio la vuelta para abrazar a Ryoga con fuerza, sabiendo que solo él podría ayudarla.
El pelinegro acarició su cabello con ternura, a partir de ahora no la abandonaría.
Kuno, Ukyo y Ranko suspiraron resignados, no querían ser pesimistas pero simplemente ya sabían que esperar de aquella circunstancia que siempre se tornaba en un círculo vicioso.
Fin del FlashBack
-Shampoo lastimara a Ranma, lo sé –Comentó Ranko cruzada de brazos.
-Bueno, ahora que Ranma sale con Shampoo y Akane sale con Ryoga es mejor que los dejemos vivir a cada uno en su propia mentira –Clamó Kuno, ya se estaba hartando de ello.
Las dos chicas asintieron sin remedio, sabiendo que ya no podían hacer nada más que dejarlos salir con la persona que quisieran aunque no fuera la correcta.
Ya era oficial, Estaban juntos… pero, Ranma sin Akane y Akane sin Ranma.
Ahora viene la gran pregunta ¿Las cosas se quedaran así? ¿Ustedes que opinan?
No se ustedes, pero yo pienso que después de tantas peleas, malentendidos, momentos acalorados y situaciones incomodas, ya debería llegar la hora de tener un momento "Dulce" "Romántico" ¿O me equivoco? ¡Entonces no se pierdan el próximo capítulo!
Respondiendo Reviews:
Lobo De Sombras: Lamento la tardanza, espero disfrutes el capitulo :D
Akane-san099: Bueno ya ves que llego Ryoga para ser el héroe de Akane, como siempre tan adorable (^_^)
Akarly: ¡Muchísimas gracias!
Alexbonita: También espero poder terminarla lo antes posible, hare lo mejor que pueda.
Always mssb: Los pelotazos se quedaran cortos, eso te lo aseguro xD
Wiloend: Es como yo siempre digo, el valor de las cosas solo se aprende por las malas, y lamentablemente Ranma es demasiado cabezota como para irse por las buenas ¿o no?
Akane192530: Espero te hayas divertido con este también (: ¡Saludos!
Leslietendo: ¡Por supuesto que sí! =D
AkaneSaotome: Créeme que si las tengo :/ y a partir de ahora serán muchas más, sin embargo, no descuidare mis historias.
Esperare sus Reviews ¡Es el pago que les pido como trabajadora! ;)
Cuidense!
Peace out! (;
