¡Mis hermosos lectores! ¡Feliz Navidad a todos! Estoy muy feliz, me acaban de dar la noticia de que fui aceptada en la escuela de periodismo ¡Ya es oficial que mis clases empezaran el próximo año! ¿Cómo están todos? Imagino que esperaban saber que pasara con Ranma y Akane xD Bueno, primero que nada les dire que este capítulo tiene:
¡ALERTA LEMON, ALERTA LEMON!
(Kii-chan: No le hagan caso, no llega a ser 'lemon' exactamente e.e)
Bueno, bueno, no es un lemon completo pero sé que todos esperaban que se pusieran intentos, temo que pronto me veré obligada a cambiar la categoría del fic xD
(Kii-chan: Y a escribir escenas más largas…)
¡Como decía! Con el frio que está haciendo últimamente es hora de que los chicos entren en calor :3
Disclaimer: Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi.
9. Planes y decisiones
Akane POV
Mis rodillas ya me estaban matando, las mejillas me dolían por sonreír tan ampliamente y los músculos de las manos se me estaban entumiendo por sostenerlas entrelazadas sobre mi pecho. Había transcurrido otro segundo en el cual mi mirada seguía fija en el computador de la sala, observando inocentemente a mis padres al otro lado de la pantalla, aún no se habían dignado hablar.
Mi padre me miraba acusadoramente con el ceño fruncido mientras mi madre pestañeaba repetidamente sorprendida, ya imaginaba el tipo de ideas que estaban cruzando por su mente en aquel momento.
-¿Podrías repetirlo de nuevo, Akane? –Exigió mi padre como si no hubiera escuchado lo que segundos atrás les planteé a ambos.
Me moví un poco para cambiar mi pose suplicante a una un poco más rígida y cómoda que la que tenía, debía parecer firme ante mis propósitos.
Aclaré mi garganta y fijé la mirada en la diminuta cámara web del computador, estaba vez iría "directo al grano"
-A Ryoga y a mí nos gustaría cenar juntos con su familia y la mía la próxima semana, cuando ustedes ya hayan vuelto de trabajar –Dije sin rodeos.
Mi padre enarcó una ceja cuando termine de hablar, estaba sospechando algo.
-¿Y eso porque?
Tragué en seco tratando de pensar rápido en algo que no fuera la formalización de nuestro "noviazgo"
-Vamos papá ¿Qué tiene de malo? –Fingí inocencia –Ryoga estuvo fuera por dos años y siempre fuimos amigos ¿Ya olvidaste los días cuando nos llevabas al parque a comer helado?
Pude lograr que un destello de nostalgia irradiara en sus ojos al hacerlo viajar hacia el pasado, antes del nacimiento de mi hermano, Ryoga era como el hijo varón que papá deseaba; yo sabía que le apreciaba lo suficiente como para dejarlo ser mi novio, aún así, no les revelaría las verdaderas intenciones de la cena familiar.
-Yo pienso que es una maravillosa idea –Dijo risueña mi madre –Hace mucho tiempo que no compartimos juntos.
Mi rostro irradió felicidad ante las palabras de mamá, sabía que si ella estaba de acuerdo sería un hecho que la familia Tendo y Hibiki celebrarían mi noviazgo con Ryoga.
-Yo tampoco tengo problema en asistir –Comunicó el abuelo Happosai desde su cómodo asiento en el sofá –Solo espero recibir comida deliciosa de parte de una linda camarera.
Una gota corrió por mi sien ante el comentario de mi abuelo, jamás me acostumbraría a lo libertino que demostraba ser incluso frente a sus nietos, pero, ¡a quien engañaba! También estaba de mi parte, ya eran dos a favor.
-Si de verdad habrá buena comida entonces iré –Habló Satori sentado junto al abuelo.
No podía creer que hasta mi hermano menor aceptara ¡Era demasiado bueno para ser cierto!
-¿Entonces qué dices papá? –Le pregunté portando la más angelical expresión.
Pasaron varios segundos en los cuales solo se frotaba el bigote de manera pensativa, mi madre tuvo que carraspear fuertemente para sacarlo de su trance y convencerlo finalmente.
-De acuerdo Akane, que se haga la voluntad de ambos –Aceptó casi en suspiro.
Junte mis manos en señal de emoción, ya era un hecho que sucedería.
-¡Muchas gracias! –Exclamé feliz a la pantalla donde ambos nos veían.
Estaba tan aliviada al saber que mi familia no sería un problema. Me preocupaba mucho que todos en casa pusieran alguna excusa y no pudiera llevarse a cabo mi plan con Ryoga, pero afortunadamente ya solo estaba a mitad de camino para cambiar mi situación sentimental.
-Tu padre y yo saldremos mañana a Tokio para una última reunión, en tres días estaremos de vuelta en casa –Comunicó mi madre con su típica sonrisa.
Pude escuchar como el abuelo y Satori vitorearon ante lo que mamá dijo, había pasado más de un mes desde que ella y papá salieron de viaje por todo Japón ocupándose de asuntos de la oficina, ya hacían demasiada falta entre nosotros.
-Muero por abrazarlos –Les susurré dulcemente sin apartar la vista de la pantalla.
-Imagino que el abuelo los ha cuidado bien durante este mes ¿verdad Happy? –Cuestionó mi padre con intenciones de molestarlo en sus palabras.
Reí con fuerza al observar como mi abuelo se tensaba ante la amenazadora imagen de papá en la pantalla del computador, casi podía jurar que él realmente ocultaba algo al quedarse mudo durante casi dos minutos.
-¡Pero qué clase de desconfianza es esa Yerno! ¡Me ofendes! –Protesto haciéndose la víctima.
-Sé que mi padre hace un buen trabajo –Suavizó mamá dulcemente, cosa que logró tranquilizar al abuelo.
¡Cu cu! ¡Cu cu!
El reloj de madera de la cocina empezó a sonar escuchándose en el lugar donde nos encontrábamos. Mi hermano Satori bostezó mientras se tallaba los ojos, ya se estaba haciendo tarde y era normal que todos estuviéramos cansados.
-Los amamos mucho familia, buenas noches –Se despidieron mamá y papá casi al unísono antes de apagar la cámara web que tenían de su lado, yo me encargue de apagar la maquina mientras Satori hacia lo mismo con las luces y el abuelo aseguraba la casa con llave.
Cuando todo estaba en completa calma los tres nos dimos las buenas noches y nos dirigimos cada uno a nuestras recamaras, por supuesto, yo no entre a mi habitación hasta ver que mi hermano cerrara la puerta de la suya.
-Siempre siendo una buena hermana mayor, bien hecho mi dulce Akane –Felicitó la angelical kasumi acariciándome el cabello, yo sonreí complacida de al menos saber cumplir con mi deber fraternal.
El silencio de mi habitación se vio alterado a causa de mi fuerte suspiro, no podía evitarlo, tenía muchas emociones revoloteando mi interior que no me atrevía a exteriorizar frente a mi familia, ¿Estaba realmente feliz o solo quería convencerme a mi misma de ello? Durante la conferencia en video con mis padres me sentía aliviada de que todos aceptaran ir a la cena, pero ahora que estaba sola, no me hallaba tan tranquila.
Una voz en mi cabeza gritaba "¡Culpable, culpable!" cada vez que recordaba el verdadero motivo en mi insistencia por realizar la bendita cena de formalización.
-¡Maldita sea! –Grité desplomándome sobre el colchón de mi cama.
¿Por qué tuvo que besarme? ¿Por qué tuvo que ocurrir lo ocurrió hoy en la biblioteca? ¿Por qué Ranma tenía que ser tan egoísta y no dejarme libre de una vez?
Ahora más que nunca debía relacionarme con Ryoga y dejarle bien en claro el mensaje a Saotome, que se enterara que si bien el no tenía ningún tipo de respeto por su novia, yo si me comprometería en ser una mujer digna para mi galante novio.
Ahh, lo sé, soy la persona más despreciable del mundo por tan repugnante plan.
-Tienes todo mi respeto ganado Akane, eso jamás se me habría ocurrido ni a mí –Se burló la diablilla Nabiki en mi hombro.
Tomé una de mis almohadas y la presione contra mi rostro en un vano intento de oscurecer las imágenes que se repetían en mi cabeza, sin embargo, lo que más lograba alterarme no era el recuerdo de Ranma besándome o queriendo hacer las paces conmigo, lo que realmente lograba ponerme los vellos de punta era el rostro acusador de Mousse mirándonos.
Un cosquilleo nervioso me recorrió por dentro ¿Sera que él realmente nos había visto? Su expresión no reflejaba ningún tipo de asombro, lo que podía significar que no nos vio, pero ¿y si en realidad si lo hizo? ¿Se lo habría dicho a Shampoo? Tenía miedo de que nuestro secreto fuera descubierto.
Y ahora que había tomado la decisión de estar con mi amigo de infancia ¿Qué clase de impresión iba a dejar? Todos en la escuela me tenían bajo la etiqueta de ser una chica centrada sin interés en andar con un montón de muchachos a la vez ¿Ahora qué sería? La cualquiera que besaba a un chico con novia y después hacia todo un montaje de película para enseriarse con su pretendiente.
-¡Tonta, tonta, tonta! –Repetí golpeándome la cara con la almohada, estaba en medio de una crisis.
Seguramente mientras yo estaba a punto de un ataque cardiaco en mi habitación, el idiota de Ranma debía estar elevando su ego más allá del infinito gracias a sus recientes acciones ¡Si tan solo pudiera asesinarlo con mis propias manos, mierda!
-¿No te parece sospechoso? –Comentó la diablilla intentando cizañar mis ideas –Yo creo que el chico te extraña.
Separé la almohada de mi rostro robóticamente, estaba tratando de procesar esas palabras:
"Te extraña… te extraña… ¡Te extraña!"
Mi corazón se aceleró violentamente ante aquella posibilidad, no, Ranma no me extrañaba ¿O acaso era por eso que quería volver conmigo? ¿Habrá notado la verdad frente a sus ojos mientras estuvimos distanciados?
-¿Akane? ¿Qué sucede linda? –Dijo preocupada Kasumi cerca de mi oído.
No pude evitar sonreír como una imbécil al darme cuenta de las tonterías en las que estaba pensando, Ranma extrañándome ¡Por favor! Era la cosa más absurda del mundo.
-Ya hiciste tu elección Akane, no dejas que sus idioteces te afecten –Me dije a mi misma intentando relajar los latidos de mi corazón.
Me acomodé con suavidad sobre mi cama intentando dormir, si continuaba despierta mis pensamientos solo lograrían perturbarme más y acabaría echándome para atrás como siempre sucedía, esta vez había tomado una decisión y me apegaría a ella.
Además, mañana comenzaba el fin de semana, no había nada que pudiera afectarme ya.
Fin del POV de Akane.
Ranma POV
No podía despegar mis ojos de aquel pequeño tumulto de hojas sabiendo que esos desquiciados papeles fueron el motivo de mi insomnio, repitiendo el pesar que sentí al tomarlos en mis manos. El maldito sentimiento de culpa que no me dejaba tranquilo.
Flashback (POV normal)
Miraba incrédulo a la chica que tenia frente a sus ojos aún con las manos extendidas sosteniendo la tarea sin completar de la profesora Hinako; su cerebro trabajaba con fuerza intentando formular una buena pregunta para ella, pero la mirada de reproche que la castaña tenia sobre él lograba congelarle los nervios.
-Ukyo, yo… que se supone… –Balbuceó torpemente.
-La mayor parte está hecha, solo debes terminar lo que dice la nota de encima –Explicó señalando el diminuto papel amarillo que reposaba sobre las demás hojas.
-¿Pero… y Akane? –Cuestionó con timidez.
-Akane ya hizo suficiente ¿O acaso también esperabas que te complaciera esto? –Expresó con palabras serias e insinuantes.
El pelinegro tragó saliva con fuerza, jamás imagino que hasta las palabras de Ukyo lo hirieran tanto.
-Procura entregárselo a Hinako el lunes –Informó dándose la vuelta para marchar, pero antes, le dio una pequeña advertencia –Y no molestes más a Akane.
Se paralizó como un total debilucho, si no tuviera el trabajo escolar en sus manos hubiera apretado sus puños en señal de frustración.
Fin del flashback
Me lleve las manos al cabello completamente derrotado, incluso el desprecio que su mejor amiga profesaba me hacía sentir completamente despreciable ¿Tantas molestias le había causado?
Jamás pensé que acabaría utilizándola de esa manera, y dolía mucho más al saber que solo se alejaba cuando intentaba acercarme, algo que nunca, ni en mis más locas pesadillas hubiera sucedido antes.
El suave golpeteo en la puerta de mi habitación me sacó de mis pensamientos, a estas horas de la mañana solo podía tratarse de una persona.
-Ranma, hijo ¿Estás despierto? –Preguntó mi madre entrando despacio.
-Si –Respondí sin darle la cara, no quería que notara mis profundas ojeras.
-¿Sucede algo? No sueles despertar tan temprano –Argumentó sentándose sobre mi colchón.
-Solo quise madrugar, tengo deberes –La evite aun con la mirada gacha.
La oí suspirar con pesadez, mi madre siempre sabia cuando algo ocurría. No quería causarle preocupaciones, pero tampoco podía explicarle el asunto para luego decepcionarla ante mis acciones "Poco caballerosas".
-Entiendo –Murmuró sin preguntar nada más. Si bien ella se preocupaba, jamás se atrevía a entrometerse más allá de lo que yo dijera.
Le sonreí disimuladamente con intenciones de no parecer tan frívolo, mi madre no tenía la culpa de nada.
-Quería pedirte un favor –Me dijo tomando mis manos entre las suyas – ¿No te importa?
-Para nada ¿Qué necesitas?
-Quisiera que me acompañaras a escoger un pastel mañana para tu padre –Me comentó sonriente.
¡Cierto! La semana próxima el viejo cumpliría años y todos en casa estaban planeando una especie de comida familiar para celebrarlo. Con tantas cosas encima, ya se me había olvidado.
-Iré contigo –Acepté acariciando sus manos –Pero sabes que no soy bueno en ese tipo de cosas, mamá.
-¡Tonterías! Tienes los mismo gustos de tu padre, sin dudas quedara complacido con el pastel.
Reí aliviado de escucharla. Mi padre y yo siempre le causábamos dolores de cabeza gracias a nuestras constantes peleas y ocurrencias, pero aun así, Nodoka Saotome nos amaba y daba la vida por nosotros.
Noté que aclaró su garganta y se llevo las manos al pecho con intenciones de querer decirme algo mas, sus acciones hablaban por si solas.
-No quiero presionarte, cariñó –Me dijo luego de unos segundos de silencio –Pero me parecería un gesto muy tierno si invitaras a tu novia para conocerla.
Sudé frio al escuchar su segunda petición. De acuerdo, ella sabía que solía estar enamorado de una chica y que quería conquistarla; sin embargo, de no haber sido por una "sutil" discusión con Ranko nadie en la familia se hubiera enterado de que ya éramos novios.
-Madre, yo… no creo que sea… buena idea –Tartamudeé nervioso.
-No te estoy obligando hijo mío, solo digo que si quieres puedes llevarla –Me tranquilizó al notarme tenso.
Resoplé aliviado, presentar a Shampoo con mi familia solo significaba una cosa que quería evitar a toda costa: Tener una relación totalmente seria con ella.
Cielos ¿De verdad estaba pensando así? Tal vez hace semanas atrás un Ranma diferente y enamorado de aquella hermosa china estaría más que encantado de mostrarla a todo el mundo como su novia, pero, ahora sabía que esa podría ser la decisión más errada que tomaría en mi vida.
Sin embargo, pensándolo bien ¿Debería hablar directamente con ella y dejarla, o simplemente empezar a evitarla y que se diera cuenta sola por sí sola?
Lo sé, soy un poco hombre.
-¡Oh! ¿Sabes a quien si deberías invitar?
Preguntó completamente emocionada, yo solo me encogí de hombros.
-¡Akane tiene que asistir! Hace tanto que no la veo –Expresó llevándose las manos a las mejillas.
Sentí como el piso se ablandaba bajo mis pies al escuchar su nombre, como si todo el universo conspirara en mi contra para recordarme lo estúpido que había sido al alejarla de mí.
-¿No te parece una idea estupenda? –Cuestionó sin abandonar su sonrisa –Akane siempre ah sido más que bienvenida entre nosotros.
Suspiré con pesadez ante sus palabras. Cuando Akane y yo aún éramos amigos solía venir todo el tiempo a casa para hacer las tareas, hablar de nuestros problemas y, para que negarlo, besarnos hasta el cansancio cuando estábamos solos. Todos en mi familia le tenían mucho afecto.
Un minuto, ahora que lo pensaba bien, si la invitaba al cumpleaños de mi padre ella no podría negarse sabiendo que esperaban su asistencia, y siendo así, tendría la oportunidad perfecta para arreglar las cosas entre nosotros ¡Era brillante!
Me levanté de mi asiento y tomé las manos de mamá mirándola complacido –Sin duda madre, es la mejor idea del mundo.
Ella me acarició el rostro con el reverso de su mano –¿La invitaras?
-¡Por supuesto! –Exclamé confiado antes de recordar que necesitaba una excusa para hablarle –Pero…
Temía que Akane me volvería a ignorar si no conseguía un motivo la suficientemente importante como para escucharme, de lo contrario, se repetiría el episodio de la biblioteca.
Poco me importaba si Mousse nos había visto o no, solo deseaba que jamás hubiera aparecido a interrumpirnos.
-¿Qué ocurre hijo? –Preguntó preocupada al notar la expresión de molestia en mi rostro.
Me relaje queriendo evitar su inquietud, cada vez era más victima de mis emociones –Nada, es solo que…
Trate de pensar rápidamente en una buena respuesta, un buen pretexto que pudiera utilizar tanto en mi madre como en Akane, algo lo suficientemente bueno como para convencerlas.
Y entonces, como si de una luz divina se tratara, recordé aquello que podría ayudarme a llevar acabo mis planes: La tarea de Hinako.
Si bien Ukyo había dicho que Akane me ponía a cargo de finalizar el trabajo escolar, dudo mucho que en el fondo ella no estuviera preocupada por lo que pudiera hacer, es demasiado aplicada como para no querer supervisarlo todo.
-Es solo que… me gustaría invitarla personalmente –Completé la oración sonriendo –Iré a su casa mañana por la tarde después de acompañarte –Tomé nuevamente sus manos –Y le llevare los deberes terminados.
-Oh, Ranma –Pude ver como sus ojos brillaban de orgullo –Siempre tan considerado.
-¡El desayuno está listo! ¡Todos a comer! –Anunció la voz de Ranko desde la planta baja, eso causo que mi madre se apartara y emprendiera su camino fuera de mi habitación.
-Adelántate, yo bajare enseguida –Le dije al verla voltearse hacia mí antes de salir, ella me sonrió para marcharse.
Una vez solo me llevé las manos al rostro afligido, gruñendo inseguro de mí mismo. Aunque se me había ocurrida una idea lo suficientemente buena como para funcionar, las dudas en mi cabeza eran demasiadas para mitigarlas.
Pero respire decidido, no me iba a quedar con los brazos cruzados y mucho menos iba a perder lo que era mío.
Mañana iba a encargarme de poner en marcha mi plan. Hoy, tenía tarea por hacer.
Fin del POV de Ranma.
El brillante sol de domingo por la tarde iluminaba vigorosamente la ciudad de Nerima, la brisa soplaba y las flores primaverales hacían presencia adornando las esquinas.
El chico de trenza caminaba nerviosamente hasta la casa de la chica Tendo, aferrándose al bolso que se cruzaba de lado en su torax. En su cabeza, una especie de guión mental se escribía con respecto a la situación que ocurriría en cuanto llegara a la residencia de Akane.
Como de costumbre y gracias a su confiada actitud, en su mente todo salía a la perfección como si se tratara de una película donde el protagonista salía triunfante, estaba convencido de que el encanto Saotome no perdería su efecto esta vez.
Un par de minutos después ya se encontraba frente a la casa de los Tendo, tragó en seco al observar la imponente casa de color crema abriéndose paso ante sus ojos; la última vez que había estado allí, termino adolorido cortesía del golpe de Akane.
-Bien, llegó la hora –Se dijo a sí mismo con seguridad.
-Me temo que llegaste en mal momento jovencito –Dijo la rasposa voz de mujer a sus espaldas.
Ranma se giró desentendido a ver a la anciana que le había hablado. Como siempre, la vecina de Akane estaba ocupada cuidando las flores que crecían en su amplio jardín, atendiendo pétalo por pétalo como si de un tesoro se tratase.
Dejó las tijeras de jardinero a un lado y le dirigió su atenta mirada al muchacho que conocía de antemano por estar siempre con la chica de cabello azul, aunque no recordara su nombre, aquel rostro lo había visto muchas más veces por esos lares que las dos presencias de los dos mejores amigos de Akane –Happosai llevó a Satori a su práctica de Futbol hace horas.
El chico de trenza se mordió la lengua al saber que la casa estaba vacía. Era Domingo, él sabía que el hermanito de Akane tenía practica y normalmente solía acompañarlo junto a su abuelo, eso cuando no estaba en el U'chans con Ukyo y Kuno.
-¡Maldición! –Exclamó golpeándose el rostro con la palma de la mano –Necesito hablar con Akane ahora.
-¡Oh! –La mujer se encargaba de las flores nuevamente sin mirar la expresión furica de Ranma –La dulce Akane aun está adentro –Informó.
Los ojos del chico se abrieron como platos, nuevamente había recuperado su típica confianza al saber que su objetivo no se había ido de casa. Se dio la vuelta con rapidez y corrió hasta la parte trasera de la residencia Tendo, lugar donde se encontraba el ventanal de la habitación de la joven.
Al irse con prisa y sin decir nada, la mujer no notó la ausencia del muchacho, por lo tanto, el resto de su oración quedo en el aire y lejos del campo auditivo de Ranma.
-Pero no creo que tenga mucho tiempo, tiene una cita con mi nieto dentro de poco.
Abrió la ventana desde afuera con cuidado, para él no había sido difícil puesto que no era la primera vez que lo hacía, como tampoco era la primera vez que escalaba por las lianas en espiral que crecían en la pared de la casa con ayuda de los ladrillos y piedras de la estructura.
Se acomodó en el marco de la ventana con ambas piernas a los lados, tomó el bolso que llevaba consigo y lo inspeccionó con ambas manos para asegurarse de que el trabajo ya terminado de Hinako estuviera intacto. Luego de comprobar que todo estaba en orden, se adentro por completo a la habitación de la chica y cerró el ventanal silenciosamente.
Suspiró decepcionado al notar que el aposento estaba vacío. Sabía que si tocaba al timbre Akane lo vería desde la mirilla de la puerta y no le abriría, por ello debía actuar como en los viejos tiempos y entrar desde su habitación donde ella solía esperarlo.
Un aroma conocido inundó sus fosas nasales. El perfume con olor a uvas emanaba en cada rincón del cuarto, era la fragancia característica de Akane; Dulce, embriagante, cautivadora, perfecta para seducir los sentidos.
Recordaba el relajante efecto que ese aroma causaba en su cuerpo. Mucho antes del primer beso entre ambos, cuando la palabra "amigos" se ejercía correctamente en ellos, cuando la sola presencia y el apoyo de su mejor amiga lo alentaban ante cualquier dificultad que se le presentara.
-Dios, Akane. Cuanta falta me haces –Susurró recostándose en la cama de la chica.
Al sentir la suavidad de las almohadas no pudo evitar recordar la petición de Shampoo, su insistencia en querer hacer el amor con él mientras lo incitaba con mensajes o fotos eróticas de ella, todo aquello era la mayor tentación que cualquier hombre podría tener, y no iba a negarlo, incluso él se veía maravillado ante aquella belleza femenina obligándolo a tomar largos baños de agua fría.
-Hmf –Gruño irritado restregando sus ojos.
Pero ¿Qué ganaría con eso? Además de perder el poco respeto que le quedaba por Shampoo y por si mismo, sin mencionar lo que podría pensar Akane si se enterase.
Ambas chicas eran tan diferentes entre sí. Shampoo fue la chica de la cual se enamoró a primera vista a pesar de estar vinculada a su amigo Mousse; Akane le sonrió amablemente desde la primera vez y se convirtió en su cómplice. Lastimosamente, al final ninguna había resultado ser lo que él creía; mientras la chica de sus sueños se tornaba en la novia empalagosa y completamente contraria a la que él quería, su mejor amiga a la cual utilizó en sus momentos de debilidad siempre había sido exactamente lo que él necesitaba.
Se maldecía por haberse dado cuenta en el momento menos oportuno.
El sonido de la puerta abriéndose atrajo su atención, indicándole que Akane aparecería en cualquier momento. Se puso de pie con rapidez y fijó su vista en la entrada del dormitorio.
Akane tenía los ojos cerrados y la guardia completamente baja, su concentración estaba puesta en el pequeño aparato reproductor que sostenía con una de sus manos. Ranma la miró embelesado, su cuerpo estaba cubierto por la corta y afelpada bata de baño color rosa mientras su cabello se sostenía en una toalla del mismo color, no era necesario adivinar que acababa de salir de la ducha, las gotas de agua aun corrían frescas por su piel.
La chica seguía sumergida en la canción que se reproducía en sus oídos, aun no había abierto los ojos y mucho menos había notado al intruso que se encontraba frente a ella. Con total naturalidad dirigió su mano libre hasta la pared en busca del interruptor, a pesar de que la luz solar se filtraba irradiando total claridad en su alcoba, no podía abandonar la costumbre de encender la bombilla cada vez que estaba allí.
Ranma tragó en seco al notar como Akane abría lo ojos, fijaba su aterrada mirada sobre él y dejaba caer el aparato de música; su cuerpo tembló y que casi perdía el equilibro al retroceder temerosa. La siguiente acción obligó al pelinegro a reaccionar e impedirla:
-¡Akane, no! –Se movió rápido hasta ella al verla abrir la boca para gritar, con audacia le cubrió los labios con una de sus manos mientras la sostenía fuertemente con el otro brazo.
Ella sacudió su cuerpo violentamente con intenciones de soltarse, trató de patear pero Ranma apretaba sus piernas entre las de él, incluso, mordisquearle la palma de la mano era inservible pues no parecía molestarse.
Ya estaba perdiendo la calma, el miedo infundado corría por sus nervios y Ranma pudo notarlo.
-Te voy a soltar, pero por favor, promete que no gritaras –Suplicó cerca de su oído.
Sin más remedio, Akane asintió temblorosamente a la petición del chico. Sintió el mayor de los alivios al verse libre de las manos del joven de trenza.
Inhaló profundamente tratando de recuperar fuerzas. El corazón aun le latía aceleradamente gracias al susto.
-No fue mi intención asustarte, yo solo quería… –Intentó disculparse igualmente nervioso.
La de cabellos azules se volteó a encararlo sumamente molesta, su pálido rostro se había pintado de color escarlata para resaltar con su creciente aura, ahora, el asustado era él.
-¿¡Qué demonios crees que estás haciendo!? ¿¡Te volviste loco!? –Empezó a reclamarle en voz alta – ¿¡Como se te ocurre venir a mi casa estando yo así!?
-¡Calmate, Akane! –Hiso el ademan de tranquilizarla con las manos –No es lo que piensas, además, ¿Cómo iba a saber que estabas en la ducha?
-¡No tienes respeto, Ranma! –Le gritó enfurecida –¡Nadie te dio el derecho de meterte en mi cuarto!
El chico de trenza la miró incredulidad, como queriendo insinuarle el error cometido en su oración.
-¿Disculpa? ¿Quién fue la que tuvo la idea de hacerme escalar por la ventana cuando sus familiares estuvieran en casa? –Acusó cruzándose de brazos.
Sus mejillas se tornaron completamente rojas de furia y vergüenza, era inevitable negar que ese "pasadizo" había sido idea suya cuando Ranma se escapaba de casa para estar con ella.
Ladeó la cabeza buscando cambiar el tema –Te dije que no debías acercarte a mí.
-Eso no me a quedo claro aún –Respondió llevándose las manos a la nuca.
Akane crujió los dientes ante su cinismo. Justo cuando iba a insultarlo, él la interrumpió –No vine a pelear contigo, Akane. Necesito que me escuches.
La chica relajó su pose de combate al notar la sinceridad que parecía aflorar de Ranma, aunque su sexto sentido le advertía que debía correrlo a golpes de allí, su corazón estaba interesado en oír lo que diría.
-Primero que nada –Aclaró su garganta mientras se acercaba al bolso de lado que había dejado sobre la cama de la chica –Quiero asegurarme de que hice un buen trabajo.
La muchacha pestañeó repetidamente al verlo sacar un impecable informe empastado, sus manos temblorosas lo tomaron con sumo cuidado.
Ranma se deleito al ver las diferentes expresiones de gusto que pasaban por el rostro de Akane, se sentía orgulloso de haberla hecho sonreír luego de tanto tiempo.
-Es increíble –Murmuró ella pasando las paginas. Todo estaba en perfecto orden, cada párrafo, cada anexo, cada mínimo detalle; incluso la portada era amarillo brillante, el color favorito de Hinako –Estoy sorprendida.
-Estoy seguro de que aprobaremos con la más alta calificación –Afirmó con las manos en la espalda –Después de todo, tú hiciste la mayor parte, yo solo lo completé.
-Realmente te esforzaste, nunca te había visto trabajar así –Bufó dejando la tarea sobre su escritorio.
-Yo no pero tu si, por eso quería hacerlo bien –Comentó mirando la alfombra bajo sus pies.
-Si lo hiciste –Dijo sonriéndole, en el fondo se sentía emocionada por saber que Ranma había pensado en ella.
El chico le sonrió de regreso, se sentía complacido de volver a ver aquella hermosa sonrisa que solo Akane tenía. Mientras sus ojos azules recorrían el rostro aún húmedo, pudo percatarse como una larga y escurridiza gota se resbalaba camino abajo por el cuello blanquecino de su compañera, trazando un curioso camino entre las nítidas pecas de su pecho y acabando en la abertura de la bata de baño.
Sus pupilas se dilataron al notar la leve separación en la vestidura afelpada y como sus pechos resaltaban a causa de la humedad; obviamente la había visto sin camisa varias veces, pero siempre tenía aquel molesto brasier que nunca había logrado quitarle. Sus ojos no se detuvieron en el leve escote, poco a poco fueron recorriendo las pronunciadas curvas que se ajustaban a la diminuta pieza, la cual por cierto, no llegaba más allá de sus muslos.
Estaba extasiado solo con mirarla, era hermosa en todas las formas posibles, y aunque no la hubiera hecho suya, se sentía dichoso por haber sido el único en acercarse tan íntimamente a ella.
Akane empezaba a sentirse incomoda, no le molestaba que Ranma la mirara de esa forma, solo que no quería dejarse llevar y cometer un terrible error.
-Bueno, si eso era todo ya te puedes ir –Anunció cubriéndose con los brazos.
-¿Eh? –El muchacho salió de su ensoñación al escucharla. Un rubor delator se pintó en sus mejillas –¡No, espera!
-¿Y ahora qué?
-Bueno es que… también vine hacerte una invitación –Dijo sobándose la nuca.
-¿Invitación? –Irguió una ceja incrédula.
-Sip –Se acercó quedando a pocos pasos de ella –Veras, la próxima semana es el cumpleaños de mi padre y… –Aclaró su garganta antes de seguir –…Nos harías muy felices si asistieras.
-¿Los haría?
-¡Claro! Mamá siempre pregunta por ti al igual que papá y mis tíos –Admitió con dulzura.
-¿De verdad? –Akane aun seguía incrédula.
-¿Crees que te mentiría? Prácticamente vivías con nosotros, es lógico que se preocupen por ti –Dijo tomándola por los hombros.
La chica Tendo se apartó apenada recordando su semi-desnudez –No me parece correcto.
Frunció el ceño al ver que le costaría convencerla –Mi familia no tiene nada que ver con tu enojo.
-No estoy enojada Ranma, tú conoces mis motivos – Le recordó con seriedad.
Suspiró derrotado – ¿No te has dado cuenta de nada verdad? Si insisto en hacer las paces contigo es porque…
Akane pestañeó esperando una respuesta, cada segundo que transcurría sin oír la voz de Ranma la alteraba ¿Qué querría decirle él?
Los ojos azules se clavaron en las pupilas bien abiertas de la joven; Un hilo nervioso le atravesaba la garganta dejándolo sin aliento, necesitaba urgentemente decirle aquellas palabras si no existía otra manera de acercase a ella.
Cuando finalmente la voz se dignó a salirle de la cuerdas vocales, la chica de cabello azul escuchó las palabras que rápidamente calaron en su corazón:
-… Te necesito a mi lado, Akane.
Una guerra empezó a disputarse entre su mente y sus sentimientos, lo estaba haciendo de nuevo, estaba jugando con ella como si fuera una muñeca de trapo sin una pizca de decencia.
-No es verdad, no es verdad –Se repetía mentalmente mientras apretaba los puños.
La duda la invadió ¿La necesitaba como persona o necesitaba el trato físico que ella le daba en busca de consuelo? ¿Tendría problemas con Shampoo y por eso la quería? O ¿Había descubierto sentimientos encontrados y por eso la "necesitaba"? fue entonces cuando las palabras de su conciencia Nabiki sonaron en su cabeza:
"Yo creo que el chico te extraña"
Entonces, la cálida sensación de sus brazos rodeándola calló sus pensamientos.
Ranma había aprovechado su descuido para acercarse y abrazarla con fuerza contra él. La bata de baño estaba húmeda, fría y lograba congelarle el pecho, fue entonces cuando la necesidad por brindarle más de su calor aumentó y la estrechó más contra su cuerpo.
El corazón de Akane latía con fiereza; no importaba cuanto intentara controlarse, Ranma siempre iba a alterar sus sentimientos con el más mínimo gesto.
Lo amaba… lo amaba con locura.
-Bésame, Ranma –Exigió con necesidad cerca de su oído, olvidando así, sus intenciones de mantenerlo lejos.
El chico de trenza se acercó lentamente hasta su boca y la rozó con sensualidad, permitiéndose disfrutar del dulce sabor de sus labios; aunque habían pasado dos días desde que la besó en la biblioteca de la escuela, sentía que había sido una eternidad.
La joven llevo sus manos hasta la melena azabache de Ranma, enredados sus dedos entre los rebeldes cabellos y presionando sus caras en busca de profundizar el beso, sus lenguas jugaban y se tocaban entre sí con fervor. A medida que el momento se tornaba más apasionado, el calor en ambos cuerpos se intensificaba mezclándose con la humedad que aun escurría por la figura femenina.
Akane jadeó levemente al sentirse sofocada por la mezcla de temperaturas, el pelinegro apenas le daba oportunidad para respirar cómodamente, la tenia sujetada fuertemente por la cintura.
-Ra…ranma ¡Mm! –Suspiró al sentir los besos del chico sobre su cuello, el contacto con el agua los volvía más excitantes.
Las manos masculinas abandonaron su posición en las caderas de Akane y cobraron vida acariciando su espalda; aunque la suave sensación de la felpa era agradable a su tacto, él deseaba sentir la piel de su compañera.
La situación se estaba volviendo cada vez más intensa, la chica se aferró a la camisa de Ranma y lentamente la fue jalando hacia arriba.
Se acercaron hasta la cama y cayeron en ella con suavidad mientras volvían a besarse con fiereza. El pelinegro se movió con agilidad para terminar de quitarse la prenda que Akane atacaba; al ver el pecho descubierto de él, se lanzó a llenarlo de besos y pequeñas mordidas.
Ranma se deleitaba con las lamidas que recorrían su tórax, frenéticamente dirigió sus dedos hasta la abertura de la bata de baño y la fue separando, dándose una mayor visibilidad del inicio de los senos de la joven.
-¡Ahh! –Akane gimió con fuerza al sentir como Ranma apretaba sus pechos aún por encima de la bata de baño.
Sus pezones se estaban endureciendo entre las manos masculinas, las cuales masajeaban la zona de forma circular; era Ranma quien tenía la posición dominante.
-Demonios, Akane… ¡Te deseo tanto! –Pensó completamente excitado, la dureza empezaba a nacer en la parte baja de su anatomía.
-Solo quiero ser tuya, Ranma… solo tuya –Akane se acercó hasta sus labios y lo besó con lujuria.
La chica de cabello azul delineaba el borde de los pantalones del pelinegro con sus dedos, apretando de vez en cuando sus nalgas para poder escucharlo jadear ahogadamente en su garganta. Ella podía sentir su virilidad frotarse una y otra vez contra su intimidad poco cubierta por la prenda, de no ser por el nudo en la cinta, la bata de baño estaría completamente abierta.
Ranma gimió con fuerza cuando Akane levantó las caderas con ímpetu para rodearlo con sus piernas, era demasiado evidente la falta de ropa interior en la joven y eso solo lograba descontrolarlo más. Nuevamente llevó sus labios hasta el cuello de la chica, trazando un camino de besos entre la abertura de la bata de baño.
Simultáneamente, ambos llevaron sus manos hasta cierto punto que desencadenaría la locura, Akane llegó hasta el cierre del pantalón de él y Ranma tiró con agilidad del nudo en la vestidura de ella.
¡DING! ¡DONG!
El sonido del timbre los alertó y se separaron de golpe, ambos estaban completamente sonrojados y evitaron mirarse a los ojos mientras se levantaban de la cama.
-Por Dios… que –Akane estaba demasiado avergonzada como para decir algo coherente, solo le dio la espalda al muchacho mientras ataba de regreso el nudo de su bata.
Ranma se colocó la camisa y empezó a jugar con sus pulgares en silencio, estaba buscando las palabras correctas antes de decirlas para no quedar mal.
El timbre volvió a sonar aumentando el nerviosismo en la joven, ella sabía de quien se trataba y eso causo que el sentimiento de culpa naciera en ella.
Se había dejado llevar y con ello también había olvidado sus planes de hace dos días, los motivos que la habían obligado a mantener a Ranma lejos y sobre todo, la cita que tendría con Ryoga hoy para planear su cena de formalización.
-¿¡Qué acabo de hacer!? Estuve a punto de acostarme con Ranma… ¡Soy una cualquiera! –Pensó cerca del colapso.
El chico de trenza tragó en seco acercándose a la chica, extendió su mano queriendo tocarle el hombro y brindarle algo de seguridad –A…Akane, lo que paso… lo que paso no fue, no creas que…
Aún de espaldas ella se encogió de hombros deseando olvidar lo que había sucedido segundos atrás, no podía seguir cerca de Ranma.
-Lárgate… lárgate ahora –Le exigió con voz firme.
-Debemos hablar, Akane. Esto no fue un error, fue… –Intentó explicarse, pero ella lo interrumpió.
-¡No quiero hablar de ello ahora! ¡Por favor, vete de aquí! –Gritó dándose la vuelta y mostrando las lágrimas que corrían por su rostro.
Ranma sintió como algo se quebraba dentro de él al verla llorar, tenía la necesidad de abrazarla y jurarle que estaría con ella hasta que todos los problemas se acabaran, pero por ahora, lo mejor era dejarla sola.
-¡Hola Ryoga! –Saludó con una sonrisa fingida –Discúlpame, aún no estoy lista.
-Oh –El chico chasqueó los dientes apenado –No, discúlpame tú a mí, es temprano aún.
Akane se ocultó avergonzada tras la puerta entre abierta de su casa, no podía mirarlo sin recordar lo que había sucedido en su habitación.
-Ryoga, tenemos que hablar –Dijo en un susurro recargándose contra la entrada.
-¡Lo sé! Te tengo una excelente noticia, la nueva esposa de mi padre me ayudara a organizar la comida ¿No te parece genial? Es una mujer muy refinada, seguro todo saldrá perfecto –Se adelantó a decir él sin notar el tono de preocupación de la joven.
Se mordió el labio mortificada, sentía que era la persona más baja del universo y que Ryoga no se merecía nada de lo que estaba haciendo; tan solo quería que se la tragara la tierra.
-¿Podrías esperar en la sala, por favor? –Pidió abriendo la puerta por completo.
-¡Claro! Tomate tu tiempo, te esperare cuanto sea necesario –Respondió sin mirarla directamente al ver que traía ropa de baño.
Akane sonrió ante su caballerosidad, eso solo lo hacía sentir peor.
-Oh, Akane –Dijo el Angel Kasumi con tristeza.
-Que lio –La diablilla Nabiki movió la cabeza de lado a lado mostrando una seriedad nada característica en ella.
La chica de cabello azul sabía que no era la primera vez que Ranma actuaba de manera amable para seducirla, sin embargo, había notado un gramo de sinceridad no visto antes en él, la forma protectora en la cual la abrazó y la firmeza al decirle que la necesitaba era algo nuevo.
¿Pero que iba hacer? ¿Echarse para atrás después de haberse repetido miles de veces que ya había tomado una decisión? ¿O acaso se había adelantado a la circunstancias?
Ryoga estaba en la sala esperando por ella, pero Ranma seguía revoloteando en su corazón.
Un par de cuadras más lejos, el chico de trenza corría a paso veloz hasta la casa de su actual novia; no se ocultaría más, terminaría con ella cara a cara y de la mejor forma posible, después de lo que había pasado, estaba seguro de lo que haría.
Al igual que Akane, Ranma había tomado una decisión que buena o mala, acabaría dejando un corazón roto como resultado.
No sé si ya lo habrán notado, pero, Ranma aún no sabe de las intenciones de Ryoga con Akane x) No, no fue un descuido, esta fríamente calculado…
Originalmente Mousse aparecería en este capítulo, pero decidí darles un 'respiro' y no causarles problemas graves al menos por ahora..
Respondiendo Reviews:
Candy: Jajaja, Supongo que este capítulo fue de tu agrado xD
Guest: Oye, lo siento mucho, no fue mi intención, podría decirse que también entiendo la situación (no exactamente de esa forma) y sé que es frustrante… Siento lo de tu notebook, espero puedas continuar en sintonía. (:
AkaneSaotomee: Jeje, bueno… Cada pareja tiene su toque humorístico xD Pero claro, todos queremos a Ranma y Akane juntos.
Pame-Chan Neko: Jajajajaja, bueno, la verdad tratare de esforzarme, gracias por el consejo xD Saludos!
Evanmychem: Química, física… Ranma y Akane son la combinación perfecta ;)
BUBU30: Créeme que tu comentario me causo mucha risa xD Sobretodo lo de la friendzone ¡Tu amiga tiene toda la razón! Y es la mejor venganza…
Teddy's Circus: Completamente estúpidos -.- y aunque no me guste admitirlo Akane no se queda atrás, pero claro, es una mujer enamorada u.u
Barby: Bueno… pronto sabrás si tenías razón xD
ANGIE14: ¡Gracias! (:
CONEJA: Akane tiene unas cuentas cosas por decir, quizás suceda pronto.
Akarly: ¿Parece sencillo verdad? Pero este par no sabe hacer las cosas asi, so… tendrán que sufrir x)
Elianamz-bv: Muajaja, no te preocupes que eso hare…
Bueno queridos, nuevamente les deseo feliz Navidad y prospero año nuevo, que todos sus deseos se hagan realidad y nos leeremos en el 2014!
Esperare sus Reviews!
Peace out! (:
