¡Reiki reportándose por primera vez en el 2014! ¿Cómo están todos? Yo muy bien. Matándome mentalmente desde que comencé la universidad… Apenas y he tenido tiempo para ir a mis clases de pintura que son aparte, por suerte ya estoy apunto de terminar este periodo u.u Pero en fin, vayamos a lo importante…

Les diré que en este capítulo no habrá nada de Ranma/Akane, al menos no directamente, pregúntense ustedes mismos ¿De verdad creen que mientras ellos dos estaban en los suyo no ocurrió alguna otra cosita que podría afectarlos? ¡Piénsenlo! ¿O no esperan eso de mí? ¡Por favor! xD

Además, en esta historia hay otras parejas, tengo que darles algo de campo también mientras Ranma y Akane descansan… Justo y necesario.

Bien, no los interrumpiré más, espero lo disfruten.

Disclaimer: Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi.


10. Todo cae por su propio peso:

La pelirroja miró su reloj de muñeca por vez consecutiva, tan solo eran las dos de la tarde y su irritación no podía ser mayor. Había salido de compras con sus amigas como cualquier domingo en el cual no tuvieran deberes de los que ocuparse, y por tanto, aprovecharía la ocasión para conseguirle un lindo obsequio a su querido tío Genma; el hombre más quisquilloso que conocía.

-¡Vamos Ranko! –Dijo con fastidio una de sus amigas –Ya has visto todas las vidrieras de cosas para hombres ¡Elije cualquier cosa para tu tío!

La chica emitió un leve gruñido que ninguna de las presentes escuchó –No es algo tan sencillo –Se limitó a contestar.

-Es cierto –Comentó otra de las chicas –Si tu tío es igual a tu primo entonces…

-¡Oh, el guapo de Ranma! –Exclamó una joven rubia interrumpiendo a su amiga –No importa que solo sea un niño, es muy atractivo.

-Sin duda, no me molestaría una noche desenfrenada con él –Secundó la quinta y última chica del grupo.

Las otras tres muchachas suspiraron y rieron mientras hacían comentarios alusivos acerca del chico de trenza.

-Pervertidas –Murmuró Ranko mientras una pequeña gota corría por su sien. Estaba acostumbrada a que sus amigas, las cuales eran uno o dos años mayores que ella, estuvieran interesadas en su primo pequeño… ellas y muchas más.

Les dio la espalda mientas continuaban hablando de Ranma. Trataba de visualizar alguna tienda que llamara su atención e intentar conseguir algo para su tío; ¿Tabacos? No contribuirá en ese horrible vicio que tenia, ¿Ropa? Sus padres siempre le regalaban prendas elegantes, ¿Zapatos? ¡Nunca se quitaba los mismos mocasines de hace años! No había ni una sola cosa que pudiera regalarle.

-¡Que frustrante! Tío Genma siempre me da dinero para mis cumpleaños, no sufre tanto –Dijo para sí misma con los brazos en jarra.

Se estaba quedando sin ideas, cuando de repente, notó que la floristería Hibiki estaba al final de la cuadra; era la más famosa de Japón, ni había notado que estaban cerca de ella.

Sonrió recordando algo: su tía Nodoka tenía la peculiar costumbre de comprar flores para los cumpleaños de la familia, y por lo que tenía entendido, ella no se había ocupado de ese detalle aún. Al menos podría ayudar a su tía con algo y excusarse si no conseguía un obsequio.

-¡Ranko! Vamos a almorzar, tenemos hambre –Informó la chica rubia sacándola de sus pensamientos.

La pelirroja chasqueó la lengua sin prestarle mucha atención a sus amigas –Vayan ustedes, después las alcanzo –Empezó a alejarse del grupo en dirección a la floristería.

-Pero… Ranko… –las jóvenes la miraron irse sin entender que haría.

La chica llegó al negocio y abrió la puerta con lentitud, el diverso aroma de flores invadió sus fosas nasales al entrar. Sentía que estaba dentro del cuento de Alicia en el país de las maravillas al verse rodeada de tantas plantas de diferentes tamaños y colores.

-Vaya –Murmuró para sí misma –Con razón es tan famoso.

La floristería Hibiki tenía más de cincuenta años en Japón, había al menos una sucursal en cada ciudad del país y, según tenía entendido, la primera tienda fundada era aquella en la que se encontraba ahora.

-¿Puedo ayudarle en algo señorita? –Preguntó educadamente una voz de mujer.

Ranko salió de su ensoñación al escucharla. Frente a ella, una joven muchacha poco mayor a ella le sonreía esperando una respuesta.

-Sí, yo… Bueno… –Balbuceó sin conseguir una oración lógica. No tenía idea de que estaba buscando exactamente; una flor, si, pero ¿Cuál? No tenía la menor idea de que tan selectiva era su tía.

Las flores que había comprado para su cumpleaños eran rosadas, o ¿moradas? Tal vez eran rojas… ¿Azucenas? ¿Lirios? ¿Claveles? ¡No entendía la diferencia, joder!

La chica encargada de atender la tienda arrugó la frente ante el silencio de la pelirroja. Ranko se dio cuenta de que la joven posiblemente estaba perdiendo la paciencia, debía decirle algo rápido.

Y justo cuando había abierto la boca para pedirle ayuda, alguien llego a interrumpir.

-Aya ¿Estas ocupada? Necesitan que envíes las cuentas de la semana pasada con urgencia –Informó el muchacho pelinegro saliendo del despacho principal de la tienda. No había notado la presencia de la pelirroja.

La empleada le sonrió con dulzura –En seguida joven Ryoga ¿Se los envío al Sr. Hibiki directamente? –Preguntó.

-Por favor, está bastante alterado por ello –Bromeó llevándose las manos a los bolsillos.

Ranko pestañeó visiblemente sorprendida al encontrarse de nuevo con el amigo de Akane, no lo había visto desde aquel día en el U-chan's –Pe…pero si eres…

El chico le dirigió la mirada al darse cuenta de que había una tercera persona en la tienda. La reconoció de inmediato –¡Señorita Ranko pero si es usted!

-Ryoga… –Aun estaba sorprendida de verlo.

El pelinegro se acercó a ella con una radiante sonrisa –Me da mucho gusto verla ¿Qué la trae por aquí? ¿Puedo ayudarle en algo? –Cuestionó tomándola de la mano con delicadeza para luego depositar un suave beso sobre ella.

Ranko se sonrojó levemente ante el contacto y la caballerosidad de Ryoga, parecía mentira que existiera un muchacho así.

La ayudante de la tienda sonrió pícaramente ante la escena que tenía enfrente, al parecer, era mejor dejarlos solos.

-Joven Ryoga, me retirare a cumplir con el pedido de su padre –Anunció dando un par de pasos adelante –Con su permiso –Se inclinó haciendo una reverencia y luego se marchó hasta la oficina.

La pelirroja pestañeó incrédula por lo que había escuchado –Espera… ¿Tu padre? ¿Tu padre es el dueño? –Preguntó visiblemente crispada.

El chico sobó su nuca sintiendo incomodidad por el asunto; Ranko lo notó y se avergonzó al darse cuenta de su indiscreción, pero cuando Akane se lo presentó, había olvidado nombrar su apellido y quizás algún otro detalle acerca de él ¿Cómo iba a saberlo entonces?

-Técnicamente la dueña sigue siendo mi abuela, papá solo es el director general –Respondió con la mirada clavada en el techo.

¡Claro, la vecina de Akane! Eso si lo sabía. En la fiesta de cumpleaños de Akane, cuando tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para distraer a los invitados mientras su primo se encargaba de darle un "feliz" cumpleaños a la de cabellos azules, había conocido a la mujer de edad avanzada, la cual, le había comentado que dedicó toda su vida a la jardinería y junto a su fallecido esposo fundaron la famosa floristería Hibiki. Aunque actualmente estaba retirada y eran sus hijos quienes dirigían el negocio en todo Japón.

Y ahora que también lo recordaba, la Sra. Hibiki mencionó a su nieto mayor, el cual se encontraba en un importante viaje que lo ayudaría en su futuro con la empresa…

-¿Acaso se refería a Ryoga? –Indagó pensativa.

El muchacho carraspeó intentando disipar el silencio que se había creado entre ambos, era muy evidente que estaban nerviosos.

-¿Y bien? ¿Necesitas algo? –Preguntó renovando su atractiva sonrisa.

-Bueno, veras –comenzó a jugar con sus pulgares mientras hablaba –Necesito flores para un hombre.

Irguió una ceja confundido –¿De verdad?

Ella asintió tímidamente.

Permaneció en silencio un par de segundo con la mirada fija en el piso, no sabía porque se había incomodado de repente –¡Ah ya se! –Intentó romper el hielo –¿Acaso es ese raro juego en el cual las chicas le regalan flores o chocolates a sus novios y ellos les dan condones a cambio?

Ranko rió divertida ante el comentario de Ryoga. Conocía ese ritual entre parejas puesto que sus amigos y algunos compañeros de universidad lo habían hecho alguna vez, pero ignoraba completamente que el pelinegro supiera de su existencia, bueno, ¿Era humano después de todo, no?

-Nada de eso –Respondió entre risas –Ni siquiera tengo novio.

-Oh, disculpa –Bajó la mirada nuevamente –No quise ser impertinente.

-No lo eres –Murmuró la chica para sí misma pero Ryoga la había escuchado.

Se sonrieron mutuamente sin algún motivo aparente, estaban cómodos ante la presencia del otro.

-Las flores son para mi tío –Comentó retomando la conversación –Veras, mi tía tiene la costumbre de regalar flores en cada cumpleaños que celebramos en casa…y… como ha estado tan ocupada organizando la celebración de tío Genma, pues, me pareció conveniente ayudarle –Explicó caminando de un lado a otro.

Ryoga observaba atentamente cada paso que daba junto a cada palabra pronunciada. La pelirroja tenía un encanto particular que llamaba su atención de sobremanera, algo en ella le recordaba a una mujer la cual ahora solo vivía en su memoria.

-Es muy amable de tu parte –Dijo cruzándose de brazos –Me agrada el gusto tan peculiar de tu tía.

-Oh, la tía Nodoka es un ángel. No quisiera decepcionarla –Suspiró haciendo un puchero.

El chico ladeó la cabeza en ambas direcciones –Yo me encargare de esto, tus tíos estarán muy felices.

-Te estaría muy agradecida, Ryoga –Sus mejillas se colorearon levemente –Si necesitas que te pague ahora…

-No, ni lo digas –La interrumpió –El dinero es lo de menos.

-Pero…

En ese momento el sonido de la puerta principal interrumpió. Una hermosa mujer rubia hizo aparición, su esbelto cuerpo resaltaba en un largo y elegante vestido color verde acompañado de un lujoso collar de perlas, mientras su cabello dorado caía libremente sobre su espalda. Ranko creyó estar en presencia de una modelo; Ryoga le sonrió con naturalidad.

-Buenas tardes, Kaede –Saludó con una reverencia.

-¡Ryoga querido pero si estás aquí! –Exclamó sorprendida –A esta hora ya te creía fuera.

-Queda tiempo todavía.

-No importa, me alegro de encontrarte ¿adivina qué? –Levantó el dedo índice de manera juguetona –Logre que mi hermano apartara una buena reservación para tu compromiso ¡Muy bueno, eh!

La chica Saotome abrió los ojos de par en par ¿Acaso había dicho "compromiso"?

-¡Muchísimas gracias Kaede! –Se acercó a la mujer y la tomó de las manos –Sabia que me ayudarías, cuando regrese de mi cita con Akane me darás los detalles.

Ahora casi se le desencajaba la mandíbula: Akane, cita… ¡compromiso! ¿Sus oídos la estaban engañando?

-Muero por conocerla ¡Se que todo será perfecto! –Dijo risueña la mujer.

Ranko carraspeó brusca llamando la atención de las dos personas que al parecer se habían inmutado de su presencia. No quería parecer imprudente pero habían dicho demasiadas cosas en menos de dos minutos las cuales habían picado su curiosidad. Debía averiguar qué sucedía de alguna forma.

Ryoga se golpeó levemente la frente con la palma de su mano, avergonzado –Pero que maleducado soy –Se acercó a la muchacha y apoyo las manos en sus hombros –Ranko, ella es Kaede, mi madrastra.

-¿Madrastra? –Murmuró para sí misma.

Kaede juntó ambas manos cerca de su rostro –¡Pero qué niña tan linda! Mucho gusto.

-I… igualmente –Respondió con timidez.

-Ryoga querido, estuve con tu abuela hace unos momentos y… hay un asuntillo que debemos resolver –Comentó cruzándose de brazos –Tu padre quiere que desayunemos todos juntos mañana para discutirlo.

-Lo sé, estuve al teléfono con él –Comentó con cierta pesadez.

Ranko bufó frustrada, nuevamente decían cosas que ella no entendía.

-Además, seria buen momento para que tu padre y tu abuela sepan de tus planes con Akane –Comentó sonriente.

-¿Espera que? –La chica reaccionó a la defensiva cuando retomaron el tema de la Tendo.

-Es precisamente lo que quiero –Dijo el pelinegro.

-Ryoga ¿Qué está pasando? –Ranko se atrevió a preguntar, había algo en todo eso que no era de su agrado.

La mujer rubia se dio cuenta de que probablemente su presencia estaba demás entre ellos dos, por eso decidió retirarse –Sera mejor que te deje con tu amiga –Se excusó Kaede marchando a la oficina –¡Aya preciosa, necesito que me ayudes con algo! –Pidió en voz alta a la empleada del local mientras se alejaba.

La pelirroja suspiró cuando estuvieron solos –No sabía que tus padres estaban separados.

-No es así –El chico inhalo antes de continuar –Mi madre murió hace varios años.

Se mordió la lengua apenada por abrir la boca, que tonta se sentía.

-Poco antes de graduarme, papá y Kaede se conocieron en un jardín botánico con el cual mi familia estaba negociando. Empezaron a salir y ella nos acompañó en los dos años fuera –Narró con cierta felicidad –Hace unos meses se casaron, es una mujer fantástica.

Las palabras de la Sra. Hibiki se repitieron en la mente de Ranko –El viaje que definiría tu futuro con la empresa…–Analizó en voz alta.

El muchacho fijó la vista en el techo –Es curioso que lo digas ¿sabes? Todo el mundo piensa que mientras me fui, solo estuve descansando y malgastando el tiempo mientras todos mis demás compañeros ya estaban en la universidad –Se detuvo y la miró fijamente, luego continuó –No mentiré, claro que tuve la oportunidad de conocer cada país que visité, pero, la mayor parte del tiempo no salía de una oficina donde me enseñaban todo lo relacionado con administrar una empresa.

-De eso se trataba entonces…

-Básicamente. Regresar a Nerima fue como quitarme un gran peso de encima, y pensar que aun me queda un sin fin de cosas por aprender –Comentó cerrando los ojos.

La joven se quedó en silencio un par de segundos, bien, ya sabia algunas cosas de Ryoga que había logrado entender. Bajó la cabeza, no podía evitar compararlo con Ranma, si, con su primo Ranma; Faltaban pocos meses para que él y sus amigos acabaran la escuela secundaria y el chico de trenza no mostraba interés alguno en buscar una universidad. Secretamente deseaba que escogiera una carrera en la misma universidad que ella y pudieran seguir estando juntos, pero él, parecía no querer aterrizar en el mundo real. Era lógico que Akane prefiriera quedarse con alguien cuyos planes a futuro estuvieran definidos…

Ahora que lo recordaba…. ¡Akane!

-Discúlpame, Ranko –El chico se dirigió a la salida de la floristería –Tengo un compromiso pendiente, supongo que volveremos a vernos cuando…

-¡Espera! –Lo detuvo cubriendo la puerta con su cuerpo.

-¿Qué ocurre? –Irguió ambas cejas, confundido.

La pelirroja empezó a sudar con nerviosismo ¿Qué debía preguntarle? Iba a parecer una metiche si le exigía explicaciones sobre lo que había oído, pero ahora, no podía quedarse callada.

-Comprendo que no es mi asunto pero… ¿Recuerdas lo que sucedió en el U-chan's el día que nos conocimos? Tú sabes… luego de la pelea de comida y todo el escándalo –Preguntó sin mirarlo directamente, sentía que estaba haciendo el ridículo.

Ryoga resopló ante la pregunta, entendió perfectamente a que se refería la chica –¿Hablas de Akane y tu primo, cierto? –Ella asintió con timidez –Jamás le pregunte a Akane que pasó exactamente entre ellos, bastó con ver la decepción en sus ojos para entenderlo todo –Respondió con la mirada perdida.

-No creas que voy a defender a Ranma, pero…

-No tienes porque explicarme nada –Interrumpió amablemente –Comprendo que te preocupes, al final ¿todos ustedes son amigos, no?

Ranko asintió de nuevo –Creo que Akane no merecía tal cosa.

-Lo sé, ella es maravillosa –Sonrió con ternura –No puedo esperar a que seamos novios oficiales.

-¿Oficiales? ¿Tan pronto? –La chica irguió una ceja confundida –Pero si yo creí que ella y Ranma…

Sus pensamientos se detuvieron al recordar un interesante detalle que había escuchado en casa antes de salir con sus amigas: Mientras su padre le facilitaba un poco de dinero, a sus oidos llegó la conversación que su madre y tía Nodoka sostenían en la estancia del hogar. La progenitora de Ranma estaba muy feliz por el pastel que habían elegido para su esposo, y cuando la otra mujer se atrevió a preguntarle por la ausencia del adolescente, su cuñada le contestó que de la pastelería se fue a casa de la "linda Akane" para llevarle los deberes. Ranko no era tonta, ella entendía perfectamente el trasfondo de "llevarle la tarea"…vaya que lo entendía.

Lo que quería decir que ambos estaban juntos en ese momento, probablemente, ocupándose de lo que habían dejado pendiente... ¡Por amor a Kamisama que estuviera equivocada!

Ryoga, sin haber notado la expresión de espanto en su compañera, prosiguió –Se que parece una locura, pero, en poco tiempo formalizaremos nuestra relación.

Ranko tragó con dureza –No…novios ¿formales? ¡y Ranma y Akane están justo ahora tiran…! ¡No puede ser!

-¿Ocurre algo malo? –Cuestionó ante el silencio de la joven.

-Y… dices que… ¿Tendrás una cita con Akane? –Titubeó con una gota corriendo por su sien.

-Precisamente.

Se llevó las manos a la boca completamente anonadada –¡No puedo creerlo!

-¿Qué? ¿Cuál es el problema? –Preguntó preocupado.

-¿Akane está jugando con los dos al mismo tiempo? –Pensó apretando los dientes –Quien diría que se volvió capaz de algo así –Murmuró.

-¿Qué dijiste?

-Lo siento, Ryoga –Empujó la puerta con su espalda –Tengo que resolver esto –Y abandonó el lugar con velocidad.

-¡Ranko! –El chico quedó estático al verla correr, pero ella no se detuvo.

La pelirroja aceleró el paso –Si no llego a casa de Akane antes que Ryoga, la cosa se pondrá mucho peor –Estaba empezando a jadear del cansancio –¡Maldición! Justo cuando Ranma estaba empezando a madurar, ¡Ella decide hacerse la dura! ¡Mierda, mierda, mierda!

Tomó el callejón para acortar camino. Esperaba llegar a tiempo.


-Entonces ¿Quieres un helado, Mikado? –Dijo Kuno coquetamente cerca del oído de su novio.

El bailarín rió con picardía y luego besó su mejilla –Me leíste la mente, bombón.

Ambos chicos se tomaron de la mano y emprendieron su camino hasta la heladería del parque.

-Que día tan perfecto –Dijo Sanzenin recostándose en el hombro del castaño.

Kuno suspiró feliz, estaba muy enamorado. Mikado y él tenían días sin verse por sus compromisos con la escuela y los ensayos de su pareja, por eso debían aprovechar el momento. Normalmente los domingos eran los días en los cuales él y Akane ayudaban a Ukyo con el restaurante, pero como ambos tenían citas planeadas, la cocinera no puso quejas.

-Kuno, ¿Sabías que el helado es un buen estimulante antes del sexo? –Dijo en voz provocativa cerca de los labios de Kuno.

El muchacho sonrió perverso al entender las insinuaciones de su novio, era mejor que se dieran prisa con ese helado. Cuando estuvo a punto de atrapar su boca entre la suya, una pareja cerca de ellos captó su atención por completo.

Abrió los ojos como plastos ante la escena: En una de las bancas del parque, un chico de gafas compartía una amena (por lo que se podía apreciar) platica junto a una preciosa jovencita de cabello violáceo.

Tenía que estar equivocado… Por Kamisama que no podían ser ellos…

-¿Qué sucede bombón? –Preguntó el bailarín preocupado por la actitud de su novio.

Kuno seguía sin reaccionar –Esto tiene que ser una broma.

Mikado dirigió la mirada hacia el mismo punto que el castaño observaba, para él, no había nada fuera de lo común –¿Son amigos tuyos? ¿Quieres ir a saludarlos?

-No, esto no está bien –Susurró sin prestarle atención al bailarín –¿Acaso ya le contó todo?

Se mordió el labio pensativo. Akane le había contado lo sucedido en la biblioteca con Ranma hace dos días, sabían que existía una pequeña posibilidad de que Mousse los hubiera visto y luego Shampoo se enterara también, pero Kuno realmente no se preocupaba por ello… hasta ahora.

-Tengo que llamar a Akane ¡Pero ya! –Exclamó sacando su teléfono celular.

Sanzenin lo observaba en silencio mientras efectuaba la llamada, estaba esperando el momento oportuno para preguntarle que sucedía.

-¡Maldita sea, Akane, contesta el puto teléfono! –Gritó exasperado al oír la contestadora.

-Cariño, ¿Es muy importante? –Preguntó con timidez el chico.

Kuno resopló sin contestarle. Nuevamente el teléfono sonaba sin que la joven de cabello azul respondiera, ya no tenía nada más que hacer.

-¡Siempre estas cerca de tu celular y cuando es verdaderamente urgente no eres capaz de contestar! –Le gritó a la bocina, antes de que la contestadora se escuchara de nuevo –No me dejas opción, Akane. Escucha con claridad este mensaje y es mejor que también te sientes…


-Ya… ya estoy llegando… ¡Falta poco! –Ranko se estaba quedando sin aire mientras seguía corriendo a casa de Akane, ya solo le faltaba una cuadra.

Al momento de cruzar la esquina, algo en su camino causó que chocara y cayera. Algo firme pero bastante suave como para no lastimarla. Algo que ella conocía muy bien.

-¡Demonios! –Exclamó sobándose la columna y sin mirar al frente.

-¿Ranko?

Al oír su nombre reaccionó con los ojos bien abiertos –¡Ranma, eres tú!

El chico esbozó una mueca confundido –¿Qué estás haciendo aquí?

-Ranma, tienes que escucharme –Se levantó con rapidez y tomó las manos de su primo –Hay algo que debes saber.

Se soltó desviando la mirada –Lo siento, tendrá que ser después. Debo hacer algo importante.

-Tú no lo entiendes. Es Akane…

-Justamente de Akane se trata –Interrumpió apartándose –Iré a terminar con Shampoo.

-¿Qué? –Exclamó horrorizada

-¿Qué mierda te sucede? –Llevó sus manos a las caderas –¡Pensé que te alegrarías!

-¡Sí! Pero no son los motivos que crees –Explicó acercándose a él.

Ranma se apartó –Lo que tengas que decirme puede esperar, ahora tengo que hacer lo que debí haber hecho hace mucho tiempo.

Ranko lo miró jadeando aun agitada, ahora que lo detallaba mejor podía darse cuenta de que su ropa y cabello estaban desordenados… justo lo que temía.

-Acaso… acaso ustedes dos… ¿Estuvieron juntos?

-No tengo porque contarte eso –Respondió sin verla a la cara.

Ella retrocedió incrédula –¡Al menos escúchame!

-¡Joder Ranko! Me estás haciendo perder el tiempo. Iré a casa de Shampoo a terminar con ella ¡Ahora! Y después de que eso pase puedes contarme lo que quieras –Le gritó cabreado.

La pelirroja apretó los dientes enojada, ¿Pero qué estaba haciendo? Obviamente este no era su problema, no tenia porque entrometerse aunque se tratara de su primo menor. Ya no lo cuidaría más –¿Sabes qué? ¡Lárgate! Haz lo que quieras, pero te lo advierto, no vengas llorando cuando sepas que intente advertirte.

El chico bufó sin prestarle mucha atención, su prima siempre solía dramatizar las cosas –Como digas –Farfulló antes de dejarla sola.

Ranko no se inmutó ante la ida de Ranma, ahora que lo pensaba con claridad, el Karma era quien estaba metiendo sus manos en esto, todo esto se lo había buscado él mismo.

-Sentir pena por Ranma, ¡Por favor! Más debería preocuparme el pobre de Ryoga –Dijo para sí misma con los brazos cruzados –Ryoga…


Suspiró profundamente mientras bajaba las escaleras, estaba nerviosa; tenía miedo de mirar a Ryoga a los ojos.

-Estas hermosa –Le dijo cuando ya había terminado de arreglarse.

Akane le sonrió levemente cuando estuvo frente a él. La culpabilidad la carcomía por dentro.

-Démonos prisa, debemos hablar de muchas cosas –Dijo mientras la tomaba de la mano.

-Ryoga, espera –Lo detuvo.

-¿Ocurre algo malo? –Preguntó aferrándose a su agarre.

La chica tragó en seco; sabía que debía decirle la verdad, Ryoga no se lo merecía.

-Yo… –Notó que algo en su bolsillo se encontraba ausente y cambio rápidamente el tema –¡Deje mi celular arriba!

Ryoga rió con ternura –Ve por el, te espero aquí.

-No –Negó sin ánimos –No me hará falta de todas formas.

El pelinegro se acercó lentamente y depositó con dulzura un beso sobre la blanca mejilla de la chica. Akane se sonrojó reviviendo los sentimientos de culpa.

Caminaron fuera de la residencia Tendo y tomaron camino al lugar de su cita. Era mejor que cada uno pensara con claridad lo que le diría al otro.

Cada decisión abarcaba su propia consecuencia, así como cada causa tenía su efecto, y las victimas, ya estaban empezando a caer.


Bien, ¿Qué quieren que diga? Ya sé que los dejé con más dudas esta vez, además de que insinué la posibilidad de juntar a Ranko y Ryoga… O quizás no lo haga ¿Ustedes que opinan?

¿Recuerdan que dije que Mousse saldría en el capitulo anterior pero al final no quise ponerlo? Bueno, ya vieron la "escena eliminada" que le pone más leña al fuego… ¡Apuesten, apuesten que sucederá ahora!

Respondiendo Reviews:

Kikko: OMG, you catched my point. Ranma doesn't love Akane, He doesn't love her yet. Yes, he has his feelings for her, but he's still a selfish fool that needs to learn a little lesson before know what love really is… And Akane, well, she will learn her own lesson too.

Guest: Que vergüenza, pero no se mucho portugués :S Y no confió demasiado en los traductores, pero me hace muy feliz saber que tengo lectores aun fuera del español (: La verdad, yo no diría exactamente que Shampoo se vengara, eso está muy visto, tengo otros planes para ella…

Barby: ¡Muchas gracias! (:

BUBU30: Hahaha, supongo que nos alegramos mutuamente xD No tengo excusas, los dos son un parte de bombones ¿Quién podría resistirse?

Teddy's Circus: Uh, descontrol, eso me gusta xD ¿Cómo resumirías este? Sería una palabra que la pobre Akane usaría de tatuaje en la frente xD

Yuchyram: Bueno, no quiero desilusionar ni mucho menos spolear a nadie, peerooo… Esa cara no se verá por ahora xD

Yosshino: ¡Hola! Bueno, yo como autora también me frustro demasiado con Akane, lo admito, yo suelo tener su mismo comportamiento muchísimas veces aunque la situación es completamente diferente, pero aun así es difícil plasmar sus emociones y contradicciones… Bueno, enviare a Ryoga de paseo a México para que lo busques xD

Lonelygirlukyo: ¡Ohh! Hahaha, si bueno, cosas de la vida xD Espero que al menos ya tengas de donde leer aparte de tu celular :P

AkaneSaotomee: Espero no haberte hecho extrañarla un poco más :( En serio, me fue difícil actualizar en estos meses por la Uni.

Candy: Algunas veces me digo a mi misma que no cambiare de categoría, pero luego me doy cuenta de que si los dejo sin lemon me van a odiar, y no quisiera eso xD

Misaki12: Hehe, no importa, la intensidad es buena a su manera, además, es una adicción sana xD

Naty: No sere tan mala de hacerlos sufrir a todos… bueno, un poquito, lo necesario, lo que ustedes crean conveniente xD

Calcioycobalto: Tú lo has dicho… Ojala existirá :/

Bry: Vaya, creo que realmente te impacte xD Me gustaron tus palabras, describen exactamente los sentimientos que Ranma no dice… bien.

Akaneyamileth17: Bien, espero este te haya gustado (:

Bueno mis lectores, agárrense que ya después de esto saben que viene lo bueno *Risa maligna*

Los leo en los Reviews y la cita es para el próximo capítulo, cuídense mucho.

Peace Out! #PrayForVenezuela.