¡Hola mis amados lectores! Sí, no están alucinando, he venido a actualizar luego de un mes desde el capítulo anterior, ¿Todo un logro no?

Les explicare: Como ya les había comentado, en enero comencé la universidad; hace unas semanas culminé el primer trimestre en periodismo y a partir de este lunes comenzare nuevamente, esta vez, con el segundo trimestre.

Tuve un par de días libres así que me puse a escribir, los próximos tres meses serán un poco complicados por mis estudios y no quisiera atrasarme mucho con los fics. Decidí actualizar primero al más largo y los demás puede que para el próximo mes sean actualizados (Por si alguno lee también en los fandoms de "Enredados" y "Hey Arnold!")

Irónicamente, este ha sido el capítulo más largo que he hecho (19 páginas de Word) y fue el que en menos tiempo escribí. Me sentí satisfecha al terminarlo, abordé en detalles como nunca antes… supongo que quería darle un toque de realismo.

¡Oh! ¡Ya casi llegamos a los dos años! "Simplemente amigos...¿Con derechos?" se acerca a su aniversario... ¡Gracias por compartir conmigo estos dos maravillosos años de Ranma y compañía!

Disclaimer: Los personajes de Ranma ½ son propiedad de Rumiko Takahashi.


11. Malentendidos

-Akane, linda ¿Te sientes bien? –Preguntó preocupada la angelical Kasumi.

-Pudiste haberte maquillado un poco antes de salir de casa –Murmuró la diablilla Nabiki cruzada de brazos.

La chica movió los hombros para callar las vocecitas de ambas partes de su conciencia. Era cierto que su aspecto esa mañana era bastante deplorable, como si no hubiera podido conciliar el sueño en toda la noche.

-¿A quién quiero engañar? He dormido mejor –Murmuró tallándose los ojos.

Ayer, al llegar de su cita con Ryoga, varias imágenes se repitieron como una pesadilla durante toda la noche: imágenes de los últimos acontecimientos, de un Ryoga profundamente herido por su culpa mientras Ranma y Shampoo parecían burlarse de ella, de la famosa cena de formalización resultando un caos total y otras tantas cosas que la estaban mortificando últimamente.

Pero sobretodo, aquello que menos podía sacarse de la cabeza era la voz de Ranma diciendo:

"Te necesito a mi lado, Akane"

-Ranma… –Su corazón se aceleraba al recordarlo: Sus palabras, sus caricias, sus besos, su protector abrazo… Todo aquello se sentía tan diferente, tan… sincero.

Sin embargo, el sentimiento de culpa no dejaba de perseguirla. Ryoga estaba tan entusiasmado planificando una cena perfecta para sus familias y siendo el novio ideal mientras ella no era sincera con él.

-Debí haberle dicho la verdad, no se merece esto –Se lamentó arrepentida.

Hubiera preferido quedarse en casa. Su dolor de cabeza aumentaba a cada paso que daba para llegar a la escuela, además, sus padres llegaban esta noche, alguien debía ordenar la casa y prepararles una rica cena de bienvenida…

¡Pero no! Su abuelo tuvo que insistir en que fuera a clases, que se mantuviera lo más alejada posible de la cocina y de cualquier cosa que pudiera romper, ¿Por quién carajos la tomaba? Al menos en casa hubiera hecho algo productivo, hoy en la escuela seguramente las clases serian suspendidas luego de la primera hora debido al juego de baloncesto contra la escuela Seisyun.

Y para colmo debía entregar la desdichada tarea de Hinako, ese condenado trabajo en pareja que solo le había traído problemas. Más valía que la profesora la aprobara ¡Y con la más alta calificación! Porque si no fuera así, iba a terminar perdiendo la poca pizca de cordura que aún le quedaba.

-¡Akane! –La llamaron mientras caminaba vagamente por la entrada de la escuela.

Ella se encogió de hombros al escuchar ambas voces –Buenos días chicos –Dijo sin mucho ánimo.

Ukyo y Kuno se miraron mutuamente confundidos, esperaban que el estado de ánimo de su amiga fuera diferente, algo más… insano.

-Te ves horrible –Soltó el chico sin ningún tipo de delicadeza. Ukyo le propinó un codazo ante su comentario.

-Ustedes no tienen idea de lo que sucedió ayer –Bufó llevándose las manos a la cabeza.

Los castaños se miraron nuevamente sin entender –¡Por supuesto que sí! –Exclamaron al unísono.

Akane irguió ambas cejas –¿Cómo pueden saberlo si no hemos hablado desde el sábado?

Kuno se llevó las manos a la cintura, obviamente no estaban hablando de la misma cosa –Akane, ayer estuve llamándote toda la tarde urgentemente y no contestaste.

-Dejé mi teléfono en casa, ¿Qué era tan importante?

El chico ignoró la pregunta y se golpeó la frente con la palma de la mano –¿Y acaso no lo revisaste después? ¡Si mi vida hubiera dependido de ello estaría muerto por tu culpa!

-Con razón no está al borde de la histeria, pero, parece que nos perdemos de algo más –Comentó Ukyo cruzada de brazos.

-Lo siento, tengo demasiadas cosas en mente y mi teléfono celular no es una de ellas –Dijo sacando el aparato de su bolsillo.

-¡Maldición, Akane! –Gritó exasperado –¡No quiero que me culpes después!

-¿Pero qué pasa? –Preguntó irritada.

-¡Revisa el puto teléfono joder! –Exigió apretando los puños.

La chica de cabellos azules bufó molesta pero decidió hacerle caso. Al observar la pantalla de su celular se dio cuenta de que tenía un par de llamadas perdidas y un mensaje de voz sin escuchar, marcó el número de buzón y acercó la bocina a su oído para escucharlo.

Su rostro pasó por un sinfín de muecas de espanto mientas escuchaba el mensaje atentamente. Sus amigos pudieron notar como las manos y las piernas le temblaban, llegando así a dejar el teléfono caer cuando la grabación terminó.

-A… ¿Akane? –Ukyo sintió miedo de su reacción.

La chica de cabellos azules se quedó paralizada en la misma posición por un par de segundos, con la mano aun cerca de su rostro simulando sostener el teléfono celular antes de soltarlo. La expresión de susto lentamente se convirtió en una sombría cara de furia.

-¡Kuno! –Le gritó saliendo de su trance. El pobre chico ni siquiera notó el momento en el cual su amiga lo estrangulaba por la bufanda –¿!Por qué no me dijeron antes!?

El castaño tronó los dientes y la empujó para soltar el agarre –Serás necia, ¡Que no me culpes! ¡Si hubieras contestado el teléfono a tiempo nos estaríamos evitando esto!

La muchacha de ojos azules negó con la cabeza –No lo creo. Aunque le hayas advertido en el momento precisó, dudo mucho que Akane pudiera hacer algo para evitarlo.

-No puede ser –Murmuró Tendo con la vista clavada en el suelo –Mousse le contó todo a Shampoo. Ya lo sabe.

-Quizás no fue así –Razonó la cocinera –Si Shampoo ya se hubiera enterado probablemente estaría en este mismo instante yéndose contra ti y contra Ranma.

-Y conociendo lo entrometidos que son en esta escuela, ya serian la comidilla de todos –Añadió Kuno acomodándose la camisa.

-No es posible, ¿Por qué otro motivo iban a estar Mousse y Shampoo juntos? Desde que terminaron no se han hablado más –Cuestionó la de cabellos azules.

-Los celos de Mousse hacia Ranma son muy obvios, pero él siempre ha sido más maduro que Shampoo en cuanto a su relación –Inquirió nuevamente la castaña –Todos sabemos que el supuesto noviazgo de Ranma y Shampoo es una tonta treta de ella para hacerlo enojar.

-Tiene sentido –El chico se llevó las manos a los bolsillos –Probablemente fue satisfactorio para él ver que Ranma no le es tan benevolente a su adorada Shampoo como dice serlo.

-¡Sí! Es como si todo hubiera resultado al contrario de lo que originalmente se creía que ocurriría –Finalizó Ukyo levantando el dedo índice, mientras Kuno asentía rápidamente con la cabeza.

Una pequeña gota corrió por la sien de Akane cuando sus amigos dijeron sus conclusiones, no podían estar hablando en serio –¿!Pero que mierda acaban de decir!? –Exclamó con las manos en el aire.

Kuno bufó fastidiado –Entonces, ¿Cuál es tu plan?

La chica lo pensó por unos segundos, solo se le ocurría una cosa –¿Dónde está Ranma?

-No lo hemos visto –Dijo su amiga –La directiva canceló nuestras clases para que el equipo pudiera practicar antes del juego.

Sus ojos se abrieron incrédulos –¿Y Hinako?

-Se enojo porque no la dejaron dar su clase y golpeó al director en la cabeza con un martillo de goma –Explicó el muchacho aguantando una carcajada –Dios sabrá porque carga con eso.

Akane se llevo las manos al cabello en señal de frustración, ¿Qué el karma o quien estuviera encargado de su mala suerte no se cansaba de joderla? No salía de una cosa para estar metida en otra.

-Sabes, no es tan malo –Su amigo intentó alentarla –Fue solo un beso, no sabrá de todo lo demás.

-No creo que Ranma sea capaz de decirle eso tampoco, no se arriesgaría de esa forma –Secundó la cocinera.

La joven dejó escapar un suspiro. Sus amigos no lo decían con mala intención, en parte era cierto, pero, ellos tampoco tenían idea de lo que había sucedido, cuando estuvieron a punto de hacer el amor y Ranma había mostrado una actitud completamente nueva con ella.

¿Sera que tenían razón? O ¿Todo eso era una señal de que Ranma y Shampoo debían separarse para que ambos pudieran estar finalmente juntos?

-¡Ayúdenme a buscarlo! –Pidió con las manos juntas.

-¡Oh no! No nos metas en esto –Opuso Kuno mientras Ukyo negaba con la cabeza.

-¡Vamos! –Insistió –Solo necesito que me ayuden a encontrarlo, luego de eso yo hablare con él.

Los castaños se miraron no muy convencidos –Hay muchas cosas que no nos has dicho aun –Señaló el chico.

-Eso lo discutiremos después –Alegó aumentando su suplica –¡Por favor!

-Está bien –Aceptó la de ojos azules –Supongo que es mejor que nada.

Akane sonrío agradecida –Yo lo buscare en el gimnasio y el patio. Ustedes revisen el resto del edificio –Indicó antes de salir corriendo lejos de sus amigos.

Kuno gruñó mientras la vena de su frente crecía –Al principio todo este asunto era entretenido, ahora es una total molestia.

-Akane nunca aprenderá –Suspiró Ukyo.

-Oh, descuida. Ranma, Akane, Ryoga y Shampoo tendrán el noviazgo perfecto, les servirá de mucho –Dijo sarcástico.

La castaña emitió una leve risa que fue interrumpida por el llamado de una voz masculina –¡Ukyo!

Ella volteó y sonrió ampliamente al verlo –¡Hola Shinnosuke!

El muchacho le sonrió de regreso e intentó acercarse a ella, pero, al formar parte del equipo deportivo también, algunos compañeros lo tomaron del brazo y se lo llevaron al gimnasio antes de que pudiera llegar hasta Ukyo.

-¡Vayaaa! –Clamó su amigo con picardía –Eso sí es algo nuevo. No sabía que el guapetón de Shinnosuke y tú fueran amigos, U-chan.

Se sonrojó visiblemente ante los ojos de Kuno. Esa era una historia divertida, Ukyo y Shinnosuke habían estado en la misma clase durante cinco años y jamás habían intercambiado más de tres palabras en todo ese tiempo. Todo cambió ese fin de semana en el U-chan's.

-Venga ya –Empujó a Kuno hasta el interior de la escuela, aun tenían que buscar a Ranma –Te cuento en el camino.


Esa mañana la floristería Hibiki se encontraba abarrotada. Ryoga y su abuela ayudaban a Aya, la asistente de la tienda, luego de haberse reunido a desayunar con su padre y su esposa, Kaede. El pelinegro estaba demasiado distraído, no podía sacarse de la cabeza toda la conversación que tuvieron esa mañana, él sabía que su próximo viaje seria tal cual como su padre y el resto de los socios querían, sin embargo, jamás pensó que tendría que irse tan pronto.

-Demonios, con esto mis planes se vienen abajo, ¿Qué le voy a decir a Akane? –Pensó afligido.

-¡Ryoga! –Llamó la Sra. Hibiki sosteniendo una pequeña, pero pesada, bolsa de fertilizante –Ayúdame con esto. Tu abuela ya no es tan fuerte como antes.

El muchacho suspiró sin cambiar su estado de ánimo –¡En seguida!

Mientras Ryoga y su abuela se encargaban de las bolsas de fertilizante, la campanilla de la puerta sonó anunciando la llegada de un nuevo cliente. Aya, que se encontraba tramitando los pagos en la caja registradora, levantó la mirada para observar a la persona recién ingresa en la tienda. Le agradó ver a la misma jovencita que había estado ayer mismo en ese sitio.

-¡Joven Ryoga! –Anunció la chica –Me parece que lo buscan.

El chico la miró confundido sin entender a que se refería, luego de que Aya le hiciera un gesto con la mirada para darle a entender que tenía que voltear, lo hizo, y una brillante sonrisa se dibujo en su rostro al ver a la bella pelirroja.

-¡Señorita Ranko! –Exclamó acercándose a ella.

La muchacha se sonrojó al tenerlo enfrente, no esperaba que la reconociera tan rápido entre tanta gente –Bueno días, Ryoga.

Ambos adolescentes se miraban fijamente mientras sonreían, sin mediar palabra durante algunos segundos que parecían ser bastante largos.

Ranko esperaba que Ryoga no la cuestionara por su huida de ayer, luego de la discusión con Ranma y la competencia de quien pasaba del otro por mayor tiempo en casa, quería evadir el tema en donde ambos varones se involucraban con Akane. También esperaba que ellos no se hubieran casado ayer durante su cita y que ahora estuvieran esperando a su primer bebé (De acuerdo, esa era una idea absurda)

-Parece que tienen buena clientela esta mañana –Dijo queriendo parecer casual.

El pelinegro río por lo bajo –La mayoría de las personas prefieren comprar flores mientras estén lo suficientemente frescas.

-Ya lo creo. A nadie le gustan las flores marchitas.

Luego de otra leve risilla por parte de ambos, el silencio se hizo presente de nuevo. Ryoga no quería mencionar lo sucedido ayer, sabía que eso la incomodaría. Luego de observarla un poco más, notó algo que llamó su atención, se preguntaba que hacia allí a esas horas.

-Oye, ¿No tenias clases hoy? –Preguntó inocentemente, no quería parecer grosero.

Ella negó con la cabeza –No, suelo tener los lunes libres. Las clases universitarias son divertidas ¿no crees?

-Puedo verlo. Me alegra que hayas vuelto tan pronto.

-¡Por supuesto! –Exclamó juntando sus manos –Dejamos un asunto pendiente, y dudo mucho que las flores para mi tío aparezcan mágicamente en la puerta de mi casa.

Ryoga rió de nuevo. Estuvo a punto de decirle: "Sabes, eres encantadora", hasta que su abuela se situó a su lado con el ceño fruncido.

-Tenemos demasiada gente que atender y no estás ayudando –Le reclamó.

El pelinegro sobó su nuca y Ranko se presionó los labios con dos dedos, abochornada. Era su culpa por estar distrayendo a Ryoga.

-Lo… lo siento, Sra. Hibiki. Es mi culpa, yo inicié la plática –Pidió disculpas intentando apaciguar la tensión.

La anciana cambió su expresión al reconocer a la joven –¡Oh, pero si eres tú! Si, ¡Te recuerdo! –Tomó sus manos con dulzura –Eres la adorable jovencita que estaba en la fiesta de Akane, ¡Que gusto verte de nuevo!

Los adolescentes exhalaron aliviados al ver la sonrisa en el rostro de la mujer.

-También es un gusto, Sra. Hibiki.

-No sabía que también eras amiga de mi nieto –Soltó a Ranko y se dirigió al muchacho, propinándole un coscorrón –¡Ryoga! Espero estés atendiendo bien a la señorita.

Él se quejó, llevándose las manos al lugar que su abuela había golpeado. La pelirroja carcajeó al verlo.

-No se preocupe. De hecho, me está ayudando con un regalo. Mi tío cumplirá años en poco tiempo y su esposa siempre suele regalarle flores, pero este vez yo me encargare de ese detalle en su nombre –Le contó ruborizada.

La mujer abrió los ojos con sorpresa –¡Oh! Ese es un gesto muy romántico. Cuando mi marido estaba vivo, le dejaba una flor cada mañana junto a su taza de café. Por supuesto, al ser florista llegaba a cansarse de ver flores hasta en el desayuno, pero yo nunca dejé de hacerlo hasta el día que murió –Comentó sintiendo nostalgia; una lagrima empezaba a nacer en sus ojos.

Ryoga bajó la mirada ante el relato. Él también extrañaba a su abuelo enormemente.

Ranko no sabía que decir, no tenía intenciones de hacer que ella se deprimiera –Lo… lo siento…

La anciana recobró la sonrisa repentinamente –¡Pero no pierdan tiempo! ¡Ryoga! Lleva a la jovencita a la cafetería que está cerca de aquí. Allí podrán charlar tranquilamente.

Ambos rostros juveniles se tiñeron de color escarlata al verse empujados por la abuela del pelinegro a la salida.

-Pe…pero abuela…

-Sra. Hibiki, no es necesario. Además, Ryoga tiene que trabajar…

-¡Tonterías! –Exclamó deteniéndose frente a la puerta –Aya y yo podemos encargarnos, ¿Verdad querida?

La asistente, escuchando todo desde el mostrador, detuvo su tarea con un grupo de clientes y le sonrió a esas tres personas en específico –¡Por supuesto!

-Pero… –El joven intentó protestar de nuevo, mas su abuela no lo dejó.

-¡Y más vale que su familia quede satisfecha! –Amenazó endureciendo su expresión de nuevo.

Los jóvenes tragaron en seco, para ser una mujer mayor, tenía bastante carácter.

-Como digas –Respondió con un hilo de voz.

La anciana recobró la sonrisa y se dio la vuelta con tranquilidad –¡Que orgullosa me siento!

Cuando ambos estuvieron afuera, Ryoga dejó escapar un suspiro de alivio, salir de la floristería lo calmaba un poco.

-¿Pasa algo malo? –Preguntó la chica.

A la mente del chico llegó la conversación que había tenido con su padre esa mañana, mientras su abuela y Kaede los miraban en silencio, ellas no podían decir nada aunque quisieran… y él tampoco podía. Deseaba hablar con alguien en quien pudiera confiar, obviamente no podía decirle nada a Akane aun, y al notar el brillo en los ojos azules de Ranko, comprendía que tenía un ángel justo enfrente.

-Ranko… ¿Puedo confiar en ti?

Ella se sonrojo levemente ante la pregunta –Me… me ofendería si no lo hicieras.

Él sonrió ante el gesto y rozó su mano con suavidad para guiarla a la cafetería que mencionó su abuela.

-¿En qué piensas, Ranko? ¡Contrólate! –Se reprendió mentalmente ante la sensación producida por la caricia.

Ambos caminaron sonrientes hasta la cafetería… Por algún motivo, estaban nerviosos.

Cuando la abuela de Ryoga se acercó al mostrador, Aya la miró con un deje de complicidad –Cuando su nieto vuelva le reclamará por eso.

La anciana sonrió con ternura –Desde que él y su padre se reunieron hace rato, Ryoga parece haber tomado a mal la noticia. Estoy segura de que esa adorable jovencita lo animará al menos un poco.


El calor estaba aumentando en aquel pequeño armario a medida que las caricias y besos se intensificaban. El lugar era bastante apretado y estaba lleno de artículos de limpieza y una que otra caja vieja amontonada, era incomodo sí, pero eso no le impedía a la pareja desatar su pasión…

…O mejor dicho, no le impedía a Shampoo asaltar la poca resistencia de Ranma.

La china había desabotonado el inicio de la camisa del muchacho, permitiéndose así trazar un sensual camino besos sobre su piel. El pelinegro tragaba con fuerza ante las acciones de su novia, su cara era roja como la sangre aunque no pudiera notarse debido a la poca luz.

-Sha… shampoo, es…escúchame –Tartamudeó jadeante. Tenía las manos puestas sobre las pronunciadas caderas de la chica, le era difícil producir movimiento alguno.

Ella sonrió maliciosa mientras restregaba su intimidad contra el creciente bulto en los pantalones del chico. Ahogando un gemido, dijo:

-Poder esperar para después, ahora estar en algo más entretenido.

-¡Ouh! –Se quejó al sentir como le propinaba un doloroso mordisco en la clavícula.

¿Eso le parecía sexy? No le gustó para nada, no era una caricia estimulante a su parecer. Shampoo tenía una manera de seducción demasiado brusca, excitante no lo negaba, pero no de la manera agradable a la que estaba acostumbrado… la que realmente le gustaba.

Ahora entendía porque los brazos y hombros de Mousse siempre estaban marcados con esas pequeñas mordeduras y moretones, la china parecía querer saltar sobre su presa cada vez que la tenía en frente.

-No Shampoo, debemos hablar –Protestó recobrando la cordura. Había sujetado las manos de la joven para detenerla.

Se mordió el labio inferior aun perdida en la lujuria –¿Ser tan importante como para detenernos?

El chico se encogió de hombros y ladeó la cadera para concluir el roce entre la intimidad de Shampoo y su erección inconclusa –Ayer fui a tu casa a buscarte y no estabas…

-¡Ahh! –Una sonrisa depravada se formó en su rostro –¿Ranma estar celoso?

Su cara se tornó confusa –¿Por qué habría de estarlo?

La chica se soltó de su agarre y se aferró a la camisa del pelinegro, jalándola hacia atrás para quitársela –¿Jamás escuchar que una buena sesión de sexo ser de buena suerte antes de un partido?

Él tragó en seco, perplejo –¿En dónde? ¿En China?

Shampoo ya estaba perdiendo la paciencia, acostarse con Ranma se estaba convirtiendo en una odisea – ¡Un buen novio hacerle amor a su novia sin poner excusa!

La pareja empezó a forcejar; ella quería abalanzarse sobre Ranma y bajarle los pantalones a la fuerza, pero él no iba a dejarla.

-¡Maldita sea! No puedo dejar que siga provocándome, ¡Tengo que romper con ella ya mismo! –Él chico estaba desesperado, si alejaba sus pensamientos de Akane, iba a ceder ante Shampoo…

Y eso, era lo último que deseaba.

-¡Ranma ser de Shampoo! –Gritó la chica saltando sobre el muchacho.

El chico de trenza perdió el agarre sobre su novia y no pudo impedir que esta cayera sobre él. El impacto de Shampoo fue tan fuerte, que Ranma perdió el equilibrio, causando que su espalda golpeara la puerta, la abriera, y ellos se desplomaran en el suelo.

-¡Ouh! –Gruñó adolorido. No se había percatado de que la china estaba besando su cuello desenfrenadamente.

El chico tenía los ojos cerrados, ese golpe dejó su espalda y cabeza ardiendo con esa tipica molestia parecida a una quemadura. Sintió entonces los labios de Shampoo cerca de su barbilla, ¡Tenía que terminar con ella de una vez!

-Parece que encontramos a Ranma –La voz sarcástica del castaño llamó la atención de ambos.

El pelinegro abrió los ojos de golpe para encontrase con Kuno y Ukyo de pie frente a ellos. Pudo notar como lo reprochaban con la mirada, o eso parecía desde su posición, los estaba viendo prácticamente de cabeza.

Los amigos no se inmutaron en absoluto ante la escena que observaban: Ranma y Shampoo con medio cuerpo dentro del armario del conserje y la otra mitad asomándose por el pasillo de la escuela, ambos totalmente agitados y con las ropas arrugadas, Se veía venir.

-No creo que sea correcto interrumpirlos –Dijo Ukyo con las manos en la cadera.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del chico de trenza, ¿Por qué precisamente tenían que ser los dos amigos de Akane quienes lo encontraran en aquella situación? Esta vez, literalmente, ¡No era lo que parecía! No estaba a punto de tener relaciones con Shampoo… o mejor dicho, si estaba ¡Pero no por voluntad propia! ¿No era obvio que su novia intentaba violarlo? (Por más trillado que sonora) Ellos debían comprenderlo, pues si Akane se enterase, estaría totalmente jodido.

-¡No, no, no! ¡Ukyo, Kuno, no es lo que creen! –Justificó moviendo las manos en el aire.

-¿Ah no? –Kuno se cruzó de brazos.

-Ser muy normal que los novios hagan el amor –La china se acomodó a horcajadas sobre las cadera de Ranma –No tener que explicarlo.

-Eso es cierto –Dijo Kuno antes de ponerse de cuclillas para quedar un poco mas arriba del rostro de Ranma, aun se observaban en direcciones opuestas –O al menos a nosotros no, ¿Sabes por qué te buscábamos?

El pelinegro pestañeó continuamente mientras los ojos del castaño se clavaban en los suyos.

- Ayudábamos a Akane –Confesó con una sonrisa de cinismo –Al parecer quiere hablar contigo.

Reaccionó de golpe ante las palabras de Kuno, ¡Akane lo buscaba! Y él aun allí sin poder romper con su novia, joder con su mala suerte, parecía que nunca acabaría. Empleó toda su fuerza para levantarse de un brinco, ni siquiera le dio oportunidad a Shampoo de quitarse primero y evitar que se golpeara gracias al movimiento, era mejor aclarar lo sucedido.

-¿De verdad Akane quiere verme? –Preguntó acomodándose la camisa.

Los dos castaños ladearon la mirada al notar el bulto en los pantalones de Ranma, no era la típica erección punzante que suelen tener todos los hombres al estar completamente excitados, pero aun así podía notarse.

-S…si –Respondió Ukyo abochornada –Descuida, le diremos que estas ocupado.

-Ella lo entenderá –Kuno se encogió de hombros –Siempre lo hace, como la buena amiga que es.

El joven de ojos azules sabía que la intención de ambos era hacerlo sentir malo, si lo estaban logrando pero él no iba a demostrarlo –¡Esperen, esperen, esperen!

-¡Oh! –La china se levantó del suelo con una sonrisa –¿Ranma y Akane hacer las paces? ¡Bien! A Shampoo no parecerle bonito que ustedes enemistarse –Exclamó juntando las manos, ella había notado que desde hacía un tiempo ya no eran amigos.

Una gota corrió por las sienes de Ukyo y Kuno, preguntándose cómo podía ser tan ingenua. Ranma se puso nervioso ante el comentario, estaba tan fuera de lugar.

-Hay algo que ustedes deben saber –Murmuró solo para que los dos amigos lo escucharan.

Ellos se miraron extrañados, ¿Con que mentiría esta vez?

El chico de trenza se acercó a su novia y le sonrió de forma manipuladora –Shampoo, linda ¿Podrías esperar aquí mientras hablo con Kuno y Ukyo, por favor?

Ella asintió con un encantador gesto en el rostro –Lo que Ranma diga.

Él le devolvió el gesto, se acercó a los amigos de Akane, los tomó por el brazo y los alejó a una distancia lo suficientemente prudente de Shampoo.

-Chicos ustedes no lo entienden –Explicó con los puños cerrados –Lo único que realmente quiero ahora es terminar mi relación con Shampoo, he estado intentándolo.

Ukyo y Kuno lo miraron con incredulidad, tenían el ceño levemente fruncido.

-Creo que lo estás haciendo mal –Dijo la cocinera con sarcasmo.

-¡No! –Se llevó las manos al cabello –Ayer fui a su casa a terminarla y no estaba. Hace unos momentos intente hablar con ella y me arrastró hasta allí intentando que lo hiciéramos, ¡Pero no se lo permití!

El castaño dejo escapar una risa picara al escucharlo –Se cómo es eso, utilicé la "técnica de la seducción" muchísimas veces con la mayoría de mis ex novios, supongo que te creo –Dijo Kuno rascándose la mejilla.

Ukyo se tapó el rostro con una de sus manos, si Mikado escuchara esa confesión probablemente se enojaría. Miró al pelinegro con bastante seriedad al concentrarse de nuevo en la conversación –En ese caso debo decir que eres bastante débil, Ranma, te estás dejando manipular con facilidad.

-Sé que es mi culpa, pero ya no voy a flaquear. Después de lo que sucedió ayer con Akane, estoy más decidido que nunca –Proclamó tronando sus nudillos.

La mirada de ambos amigos se desencajó –¿Disculpa?

-¿Qué? ¿Akane no les contó aun? –Eso le sorprendió, creía que ya ambos lo sabían todo, jamás le había molestado que ellos conocieran su secreto con Akane.

Negaron con la cabeza en un movimiento perfectamente coordinado, seguramente se refería a lo mismo que Akane había mencionado ese mañana. Ranma tragó en seco mientras jugaba con sus pulgares, no le importaba contárselos el mismo, así que se les acercó un poco más y habló en un susurro.

-¿¡Qué ustedes qué!? –Gritaron a todo pulmón al escuchar la confesión, el pelinegro se había sonrojado con fuerza.

-¡Esa ingrata! ¿Cómo es que no nos había dicho? –Kuno se mostraba ofendido con fingida pose de sufrimiento.

Ukyo notó como la china los miraba curiosa, parecía querer acercarse en cualquier momento –Ahora estoy más convencida, Shampoo no sabe nada. Si Ranma se atreve a dejarla por Akane, no quiero pensar en cómo se vengará –Salió de sus pensamientos para dirigirse al chico de trenza –Ranma, dime la verdad, ¿Qué sucederá entre ustedes ahora?

-¿Eh? –La miró confundido.

-Entre tú y Akane, ¿Cómo serán las cosas ahora? –Aclaró.

Él bajo la mirada pensativo –Pues… volveremos a estar juntos.

-Estar juntos no implica que vayan a comenzar un noviazgo serio –Explicó.

-U-chan tiene razón –Secundó Kuno –Cuando te refieres a "estar juntos", ¿Quieres decir que serán novios? ¿Ya no más de amigos con derechos?

Ranma quedó fuera de base ante ese planteamiento, ¿Novios? Eso jamás se le había ocurrido. La extrañaba, la necesitaba, la quería de regreso con él… pero nunca había pensado en ella como su novia.

Kuno suspiró ante el silencio del pelinegro. Tenía el presentimiento de que Akane saldría lastimada de nuevo –Al menos, ¿Estas enamorado de ella? –Sabía que era absurdo preguntarlo, hasta hace poco decía estar enamorado de Shampoo, pero debía intentarlo.

Ranma seguía con la mirada clavada en el suelo –E…namo…rado… ¿De Akane?

-¡Saotome, allí estas! –Gritó Mariko, llegando por el otro extremo del pasillo.

El mencionado, Shampoo y los amigos de Akane concentraron su atención en la capitana de porristas que corría hacia su dirección. Tras ella, Akari y el cuarteto de chicas que también eran sus compañeras de clases, sonreían deteniendo el paso.

-¡Ranma, estas bien! –Exclamó Akari guindándose de su cuello.

El pelinegro sujetó sus brazos en un intento por alejarla. Shampoo ladeó la cabeza en señal de negación, el comportamiento de Akari siempre le había parecido absurdo.

-Menos mal que te encontramos –Dijo Asami –Todo el mundo está esperándote, ya va a empezar el entrenamiento.

Bajó la mirada avergonzado –Lo siento.

-El entrenador está muy enojado –Informó Hiroko.

-Y ni hablar de Kodachi –Añadió la porrista, cruzando sus brazos –Si no hubiera venido yo en su lugar, estaría ahorcándote ahora mismo.

-Mejor date prisa –Dijo Yuka.

-¡Lo hare! –Se apresuró al gimnasio donde lo esperaban, no sin antes soltarse de Akari.

-¡Y cúbrete un poco, Saotome! –Bromeó Mariko haciendo clara referencia al bulto en sus pantalones. Ukyo y Kuno rieron ante el comentario.

El chico de ojos azules enrojeció apenado y puso ambas manos en aquella zona de su cuerpo.

-¡Hazle caso! ¡No creo que a Akane le guste mucho ver eso! –Insinuó el castaño con ganas de molestarlo un poco más.

-Cierto, ¡Akane! –Se detuvo al recordarla, lo más probable es que se la encontrara entre la multitud.

-¡Oh, hablando de Akane! –Exclamó Sayuri emocionada –Les tengo un chisme. Ayer mi hermana me pidió que le acompañara a comprar un par de cosas para su boda, y cuando pasamos frente aquel restaurante costoso que está en la avenida principal, ¡La vi con su novio!

Ranma giró incrédulo al escucharla –¿Con quién?

-¿De verdad? ¿Y qué tal es? –Preguntó Yuka interesada.

-¿Es guapo? –Secundó Hiroko.

-¡Cuéntanos Sayuri! –Pidió Asami.

Ukyo y Kuno se miraron pasmados, habían olvidado que Akane saldría con Ryoga para planificar la formalización de su relación, y hace unos minutos Ranma les había dicho lo que casi pasa entre los dos… ¡Ambas cosas el mismo día! ¿Eso era posible? No podían creerlo viniendo de Akane.

-No pude ver bien su rostro, estaba de espaldas –Respondió Sayuri –Pero podía notarse que se trata de un joven alto, musculoso y con el cabello negro.

-¡Vaya! Akane tener que presentarlo pronto –Shampoo se unió a la conversación –Nosotros poder tener cita doble, ¿verdad Ranma?

El chico de trenza apretó los puños sin entender, ¿Akane tenía novio? ¡Era una equivocación! Si, el recordaba que todas sus amigas creían que la chica salía con alguien desde el asunto del chupetón en su cuello, pero el causante de dicha marca había sido él. No, Akane no podía estar con alguien más, y mucho menos luego de casi haber estado juntos… Sayuri tenía que haberse equivocado de persona.

-Saotome, ¿todavía aquí? –La porrista llamó su atención.

Ranma volvió a la realidad desechando sus pensamientos, por supuesto que se trataba de una equivocación, Akane no tenía novio alguno.

Retomó su camino y bajo al gimnasio con rapidez mientras Kuno y Ukyo lo miraban preocupados, ahora sí, las cosas serian mucho más complicadas.


Akane había llegado hasta la cancha, la mayoría del equipo estaba reunido pero sin comenzar el entrenamiento; las porristas practicaban su rutina aunque la capitana se encontraba ausente; Kodachi y el entrenador tenían cara de pocos amigos, mejor no se les acercaba; toda la escuela estaba amontonada en las gradas para presenciar el entrenamiento y posteriormente el partido contra la escuela Seisyun… pero no había rastro de Ranma.

-¡Shinnosuke! –Se acercó a su compañero de curso al reconocerlo –¿No sabes dónde está Ranma?

El jugador se frotó la barbilla, pensativo –Todos lo estamos buscando, el muy tonto decide desaparecer cuando más lo necesitan.

La chica chasqueó la lengua –Demonios. Necesito hablarle cuanto antes. Si el juego inicia no habrá tiempo.

-Bueno, revisa los vestidores si quieres, puede que ya esté allí –Sugirió.

-¿Puedo hacer eso?

-¡Claro! Pero que sea rápido, ya se perdió mucho tiempo –Sonrió –Yo distraigo al entrenador, ¡Date prisa!

Los ojos de la muchacha brillaron –Te lo agradezco mucho, Shinnosuke.

-Lo que sea por los amigos de Ukyo –Dijo antes de marcharse a cumplir su cometido.

Ella irguió una ceja sin comprender, ¿Qué tenía que ver Ukyo?, bueno, ahora no importaba, ya le preguntaría después a su amiga de que se trataba.

Caminó sigilosamente hasta los vestidores, por suerte nadie la había visto abrir la puerta. Respiró aliviada al darse cuenta de que a simple vista no habían más jugadores allí, así se evitaba sus comentarios pervertidos. Avanzó lentamente entre las columnas de casilleros que dividían el espacio, debía revisar con cuidado.

-¡Ranma! ¿Estás aquí? –Preguntó provocando que se escuchara un eco –¡Ranma!

Un sonido se escucho al final del vestidor, esperaba que se tratase de él, iba a averiguarlo. Se acercó lentamente hasta allí y se asomó con cuidado.

-¿Ranma eres tú?

El chico se sobresaltó al ver a la intrusa en cuestión –¡Tendo!

La chica se cubrió los ojos, sorprendida también –¡Mousse! ¡Lo lamento!

-Que… ¿Qué estás haciendo aquí? –Preguntó apretando su camisa con fuerza, aun no se la había colocado.

Ella se sonrojó al detallar su pecho descubierto, al único chico que había visto sin camisa así de cerca era al muchacho de trenza –Perdóname, yo… yo estaba buscando a Ranma.

-Ah –Apartó la mirada hacia el suelo –Pues aquí no está… aunque debería.

Tragó saliva nerviosa, se preguntaba qué clase de ideas pasaban por la cabeza de Mousse. Se llevó ambas manos al pecho, si no podía hablar con Ranma, quizás era mejor idea aclarar las cosas con él.

-Pe…pero… no es para lo que piensas –Dijo tomando coraje.

Él la miró confundido –¿Cómo?

-Tú sabes… no malinterpretes.

Irguió ambas cejas –No entiendo.

La joven inhalo profundamente, necesitaba de mucho impulso para decirlo –Se que nos viste en la biblioteca, Mousse.

El pelinegro dejo escapar una sonrisa de medio lado –Si, si los vi.

Akane sintió una opresión en su pecho con aquella declaración, tenía la pequeña esperanza de que él dijera que no sabía a qué se refería o algo por el estilo, pero era todo lo contrario y para más ¡Se estaba riendo de ella!

-No es como piensas, entre Ranma y yo no ocurre nada, eso fue…

-Está bien, Akane –Interrumpió colgándose la camiseta al hombro –No soy quien para que me des una explicación.

-Pero, ¿Por qué le contaste a Shampoo? No es como…

-¿Shampoo? –La cortó de nuevo –Ella no lo sabe.

-¿No? –Abrió los ojos con sorpresa –Pe…pero… Kuno te vio con ella en el parque.

El chino recostó su espalda contra los casilleros cerrados –Oh, cierto. También recuerdo haberlo visto paseando de la mano con su novio. Pero créeme que no se trataba de eso, si quisiera que Shampoo lo supiera, se lo hubiese contado hace mucho tiempo…

Akane se congeló momentáneamente, Mousse tenía que estar tomándole el pelo –¿Qué quieres decir?

Suspiró llevándose las manos a la nuca, aunque ese no fuera su asunto, era mejor no quedar como un entrometido involuntariamente –Siempre lo he sabido, Akane, tú y Ranma son amigos con derechos.

Su mandíbula casi llega al suelo, ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién se lo dijo?, era obvio que no podía negárselo, ¿Acaso alguien más lo sabía? Estaba al borde un infarto.

-¿Cómo te enteraste? –Preguntó mientras temblaba.

-No fue apropósito, simplemente los vi –Respondió –Los vi muchísimas veces a decir verdad.

Ella se quedó callada, muriendo de vergüenza –Mierda, mierda, mierda, mierda…

-Sin embargo –Prosiguió –Llegué a la conclusión de que no podían ser novios. Ranma profesaba su supuesto enamoramiento por mi novia a los cuatro vientos, y tú solo estabas allí, detrás de él.

Bajo la mirada escondiendo el color escarlata en su rostro y las pequeñas lagrimas que nacían en sus ojos, recordar eso era doloroso –Mierda…

-Si tanto te preocupa, nadie más lo sabe, todos son unos tontos –Dijo queriendo subir su ánimo.

-¡Todo eso fue antes! –Gritó mostrando su rabia –Ahora él es novio de Shampoo, yo no tengo nada que ver.

-¿Y porque se estaban besando en la biblioteca?

-¡Él me besó a mí! ¡Es un idiota que no me deja en paz!

-¿Y todavía crees que esta tan enamorado de Shampoo como lo afirma?

-¿Eh?

Mousse se acercó a ella tan solo unos pasos –No creas que me agrada esta situación, aborrezco a los hombres que no saben tratar a una mujer –Clavó sus ojos en los de ella –Pero tanto Shampoo como Ranma se tienen merecido lo que está sucediendo.

-¿No te molesta que engañe a Shampoo?

-Por supuesto que me molesta –Respondió frunciendo el ceño –A pesar de todas las cosas yo la quiero y sería capaz de matarlo si la hace sufrir, pero, también conozco lo despiadada que es.

-Mousse…

-¿Por qué crees que estábamos en el parque ayer? Siempre hace lo mismo, me llamó porque quería que habláramos muy seriamente. Durante la mayor parte de la conversación, tuve que escucharla decir que tan buen y amoroso novio era Ranma, eso me enferma –Comentó mostrando sus celos –Yo solo pensaba: "Si supieras lo que tu novio hace a tus espaldas, seguramente lo castrarías con alguno de los artilugios de tu bisabuela"

Akane junto sus dedos índices de manera temblorosa –No… no es tanto así… nosotros nunca hemos hecho… no llegamos a…

El pelinegro comprendió lo que quería decirle, eso sí lo había tomado por sorpresa –Vaya, Saotome es un cobarde.

-Pero entonces, ¿Quieres decir que Shampoo solo está utilizando a Ranma para molestarte? –Preguntó retomando la conversación inicial, probablemente, Kuno y Ukyo si tenían razón después de todo.

-Siempre fue así –Contestó quitándose la camisa del hombro –Recordaras que durante nuestro noviazgo rompíamos y volvíamos muchísimas veces, durante ese tiempo, Ranma era solo su patético señuelo.

-Grandísima zorra, guarra, desvergonzada… –Ella apretó sus nudillos tratando de contenerse.

-Shampoo no es mala, Akane –Quiso amenizar la plática –Es solo que esta acostumbrada a que las cosas sean como ella quiere, y eso no he podido cambiarlo ni yo mismo.

-Lo entiendo –Murmuró mientras pensaba en el comportamiento de Ranma.

Mousse carraspeó levemente antes de añadir otra cosa –También se que tienes novio, ¡No pongas esa cara! Como dije antes, no fue intencional, simplemente siempre estoy en el lugar incorrecto para enterarme de esas cosas –Emitió otro carraspeo y siguió –Tus amigos son unos escandalosos, estuvieron comentándolo en voz alta mientras formaban detrás de mí en el comedor.

La vena en su frente creció –Ese par de inútiles…

-No te voy a juzgar, no puedo ponerme en tu lugar para saber cómo te sientes pero, piensa si realmente vale la pena arriesgarlo todo por Ranma.

Los latidos en el corazón de Akane se aceleraron. Mousse le había cuestionado exactamente lo mismo que ella se preguntaba, se sentía raro que alguien más se lo dijera –¿Qué crees que deba hacer?

-Por favor, no me lo preguntes –Respondió alzando las manos como defensa –Creo que ya te dije bastante, además, comprenderás que soy el menos indicado para esto.

La chica sonrió, sabía que de alguna forma u otra, trataba de proteger a Shampoo –Muchas gracias, Mousse.

Él le devolvió la sonrisa –Tenemos más en común de lo que parece, Tendo. Dudo mucho que esta sea la última vez que tengamos esta conversación.

Asintió segura de lo mismo –¿Puedo preguntarte una última cosa?

-Adelante.

-¿Vas a volver con Shampoo?

El chino se quedó en silencio por varios minutos, estaba pensando con cuidado que responder –No creas que sucederá eventualmente.

Sintió un gran peso caerse de sus hombros ante aquella respuesta. Tenía el presentimiento de que Mousse le estaba ocultando algo de su conversación con Shampoo, pero probablemente solo les incumbía a ellos dos, sabía lo que tenía que saber y eso era suficiente para ella.

Ranma entró en el vestidor resoplando de alivio, todo el mundo estaba enojado con él por haberse atrasado, pero ya se les pasaría cuando él se encargara de ganar el partido.

-Que pesados –Murmuró rascándose la mejilla.

A lo lejos escuchó un par de voces que llamaron su atención, se suponía que el resto del equipo ya estaba en la cancha. Silenciosamente se acercó hasta el fondo del vestidor, agachándose bajo una de las bancas para observar con cuidado.

-Me agradó hablar contigo, Akane –Dijo apoyando una de sus manos en el hombro de ella.

La muchacha se sonrojo, el chino aun seguía sin camisa –A mi también, Mousse. Gracias.

-¿Pero que hace Akane aquí? ¡Y con Mousse! –Pensó el chico de trenza entre sorprendido y furioso –¿De cuando acá tiene esa confianza con ella?

-Mejor date prisa, deben estar esperándote –Advirtió la chica preocupada.

-Keh –Resopló él –El "jugador estrella" es quien les importa.

-Eres tan bueno como él, te he visto en los juegos –Alentó sonriente.

Ranma crujió los dientes, le molestó intensamente que se atreviera a compararlos –Akane, ¿Cómo te atreves?

-Bueno, si te quedas a ver el partido pensaré que te la debo si encesto –Dijo queriendo sonar agradable, luego de aquella platica, era mejor alegrarla de nuevo. Jamás había soportado ver a una mujer triste.

Ella se rió más animada, definitivamente se sentía más tranquila.

Su sonrisa solo lograba incrementar la ira que Ranma estaba experimentando, lo que sus ojos veían no tenía sentido alguno –¿Pero qué carajo es esto? ¡Se coquetean como si nada!

Fue entonces cuando recordó lo que Sayuri había contado hace un rato:

"¡La vi con su novio!"

Un chico alto, musculoso y… de cabello negro… exactamente igual que Mousse. ¡No, no, no, no y no! Tenía que estar alucinando, Akane y Mousse no podían ser novios, ¡Ella no podía ser novia de nadie! Y Mousse, ¿Qué pasaba con él? ¿Acaso lo hacía para darle la revancha a Shampoo? En nombre de Kamisama, estaba a punto de molerlo a golpes –¡No lo voy a permitir!

-Sera mejor que me vaya –Dijo la chica jugando con sus pulgares –Nos veremos después.

-¡Espera! –La detuvo mientras se colocaba la camiseta con rapidez –También debo salir. La acción en la cancha aguarda.

Akane le dedicó una última sonrisa antes de que ambos salieran de los vestidores. Ninguno se había percatado de que Ranma los observaba bajo la banca, su aura denotaba peligro inminente, jamás en su vida se había sentido tan posesivo.

Cuando pudo salir de su escondite, levantó los nudillos y los hizo tronar frente a su rostro, estaba seguro que durante el partido no se ocuparía exactamente de derrotar al equipo contrario. ¿Cómo Akane ya andaba con otro así como así? Seguramente era por eso que lo estaba alejando y ni siquiera se había atrevido a contárselo. Luego de todo lo que habían vivido juntos ¡Quería al inepto de Mousse! No lo aceptaba y muchos menos iba a dejarlo pasar.

Él conocía al sentimiento que lo estaba invadiendo, esa furia que lo recorría tenía un solo nombre, el cual, no se atrevería a decir en voz alta.

-¡Pero se van a enterar! –Amenazó cabreado ante la soledad del vestidor.

Este solo podía describirse como un día lleno de malentendidos.


Bueno, bueno, bueno… ¡No me maten! Ya sé que varios reclamos me van a llegar, Pero entonces, ¿Cómo pretenden que haga sufrir a Ranma si no lo pongo en aprietos? Prometo que no pasara de nuevo… no tan explícito… quizás solo un poco…

Seré sincera, yo tampoco soy fan del ship "Ryoga/Ranko", siempre lo he visto como una especie de Yaoi bizarro, pero ya que estamos en un Universo Alterno no me molesta tanto… eso le agrega emoción al asunto.

Vieron que también tenemos un nuevo personaje. No sé si ya existía el Ukyo/Shinnosuke (Es decir, probablemente si existe pero no he visto fics al respecto aun) pero yo quise atreverme a experimentar un poco, creo que eso quedo claro al emparejar a Kuno con Mikado xD

Ahora vamos a lo más importante. Sí, siempre estuvo en mi argumento el que Mousse supiera del secreto y tuviera esta conversación con Akane. Lo de Ranma fue algo que se me ocurrió a último minuto, pero me agradó bastante la idea, aun debo pensar si su "enojo" (Recuerden que él no quiere llamarlo por su verdadero nombre) se desatara antes de descubrir que el pobre chico es inocente… ya lo veremos, opinen al respecto ;)

Respondiendo Reviews:

Naty: Jejeje, descuida, descuida. Como se pudo ver las cosas tomaron un rumbo diferente (Para Ranma) y de una u otra forma esto tiene que llevarlo a concretarse con sus verdaderos sentimientos.

BUBU30: Con gusto te lo mando xD Pero ojo para que no se pierda. Veo que compartimos la misma opinión de Ranko y Ryoga, pero su Ship afectara de manera positiva a los demás personajes.

Kikko: Of course she isn't, but Ranko is taking her own point of view. The problem is exactly that, Akane doesn't know about Ranma decision of breaking up with Shampoo and he doesn't know about the thing between she and Ryoga.

Akaneyamileth17: No, Ranma no sabe de eso aun. Se enterara pronto, pero por ahora, le toca al pobre de Mousse.

Azucenas45: ¡Claro que lo hare sufrir! ¡Saludos! (:

Bry: Sabes, leyendo tu Review me di cuenta de que realmente les tengo la vida complicada a los personajes, y acabo de complicárselas más Jajaja, Me alegra que disfruten la tortura, no me cuesta nada ponerlos en situaciones difíciles xD

CONEJA: Creo que lo de Ranko no será tan complicado como lo que tendrá que hacer Ranma… espero.

Xandryx: ¡Hola! Oye, ni que lo digas, yo soy feliz interactuando con mis lectores, es por ustedes que sigo aquí con más ganas de escribir que nunca, ¡Tu comentario me llenó de mucha felicidad, te lo agradezco! :D Como veras, si va para largo. Cuando inicie el fic hace dos años, tenía planeado que solo se trataran de 20 capítulos, pero ya vamos por el 11 y ellos aún no logran arreglarse, lo que viene será un reto, pero estoy encantada de escribirlo.

Linakane: Lo creas o no ya varias personas me lo han dicho, y eso me hace sentir extraña, es como: "Voy a escribir un fic alterno acerca de una situación real que se le asemeja" y me doy cuenta de que muchas personas se sienten igual… De alguna forma me siento más conectada con mis lectores por ello.

Les adelanto que ya tengo visualizado el próximo capítulo, y si logro plasmarlo tal cual está en mi mente, les aseguro que van a divertirse mucho con el.

Los leo en sus Reviews y espero que todos tengan un excelente fin de mes.

Peace out! #PrayForVenezuela.