¡Holaaaa! ¿Me esperaban? Yo también me moría por actualizar.
No quiero hablar de la universidad que me tiene con un gran dolor de cabeza (-/-) pero por suerte logré escapar de la rutina y me puse a escribir…
(Kii-chan: Y adivinen que hizo esta vez…)
Esto… bueno, yo… Ay xD ¿Recuerdan que había dicho que este sería un capitulo divertido? Bueno, resulta que cambie un poco las cosas, digo, les aseguro que mi idea original no será desechada, esa sigue siendo parte de lo que sucederá posteriormente… Pero este capítulo, bueno… Solo les pido que no se alteren…
¡Por cierto! Quiero dedicarle este capítulo a mis amigas Andrea y Amanda. Son increíbles, chicas, me alegro de haberlas conocido :D
Disclaimer: Los personajes de Ranma ½ son propiedad de Rumiko Takahashi.
12. Posesión
-¡Esta delicioso, Ukyo!
Ukyo sonrió ampliamente ante la afirmación de Mousse, sabía que el chico no estaba pasando por un buen momento y el simple hecho de alegrarlo un poco la complacía.
-Espero que al menos eso ayude a llenar tu apetito –Dijo preocupada, inclinándose tras la mesa para observar la espalda del chino.
Este le dio un segundo mordisco al Okonomiyaki de camarones antes de contestar –Veras que sí. Debo agradecerle a Shinnosuke, él fue quien me trajo –Insinuó pícaro, guiñándole un ojo al mencionado.
Shinnosuke, que estaba sentado al otro lado de la mesa, frente a Mousse, se sonrojó ante el comentario del chino. Ambos eran mejores amigos y compañeros desde siempre, por ello, estaban juntos en las buenas y en las malas.
-Tuviste mucha suerte de no haber recibido ningún tipo de daño en la columna. Todos temimos al verte caer –Dijo el muchacho seriamente.
Kuno, quien se encontraba al lado de Ukyo, se cruzó de brazos con una expresión seria en el rostro –Si, recibiste un golpe bastante fuerte.
-No fue nada grave, muchachos, es un accidente que puede ocurrirle a cualquier jugador, es todo –Alivió el pelinegro mientras comía despreocupado.
-Me gustaría saber cómo esta Ranma –Comentó el chico de ojos azules –Él también se lesionó.
-Jum, yo no lo creo –Respondió Kuno, observando al techo –Si de verdad estuviera herido, no hubiera desaparecido de esa manera.
-Es verdad –Dijo Ukyo, pensativa –En un momento estaba en el piso y segundos después se marchó de la cancha sin que nadie lo viera. Fue muy extraño.
-Ustedes saben como es Ranma. Aunque estuviera lastimado, no dejaría que nadie lo ayudara. Probablemente en estos momentos esté en casa de Kodachi festejando con los demás –Sentenció Mousse, restándole importancia.
-Sí, es probable –Contestó la chica –¿Ustedes no irán?
-No –Shinnosuke la miró fijamente –Mousse no puede agitarse y no lo dejaré solo, además, se está mucho mejor aquí.
Ambos sonrieron sin apartarse la mirada, estaban perdiéndose en su propio mundo. Kuno los observaba sin perder detalle de la situación, ya sabía con que molestar a Ukyo la próxima vez.
Sin embargo, Mousse no podía apartar sus pensamientos de lo sucedido en el juego. Se preguntaba si de verdad había sido un accidente, ¿Ranma sería capaz? No, no se sabotearía a sí mismo, y ¿Por qué a Mousse? Si bien tenían sus roces por todo el asunto de Shampoo, el baloncesto los unía en equipo… Había algo que no encajaba en todo eso.
Flashback
Era el último minuto de juego. El marcador era igual para los equipos Furinkan y Seisyun, alguno de los dos debía desempatar antes de que terminara el partido. La tensión se sentía en el aire, Furinkan tenía la oportunidad de encestar y llevarse el triunfo. El balón recaía en las manos del jugador estrella.
Ranma respiraba agitadamente mientras gruesas gotas de sudor caían por su frente. Un montón de sentimientos lo invadían, y ninguno de ellos estaba relacionado con el encuentro que se estaba disputando. Durante la mayor parte del juego, su atención estuvo puesta sobre Mousse y Akane, quien observaba todo atentamente desde las gradas. Habían cruzado miradas un par de veces, pero cada vez que sucedía, recordaba la escena de los vestidores. Eso lo enfurecía más.
-Ranma, ¿Qué estas esperando? –Le susurró Hiroshi en posición de defensa.
Ninguno de los jugadores de ambos equipos se había movido aun, estaban esperando a que Ranma llevara a cabo la jugada.
Mousse, inconsciente de lo que ocurría en la mente del chico, le hizo un par de señas indicándole que le diera el pase de la pelota para encestar. Tenía la zona libre y seria mucho más fácil para él.
El pelinegro frunció el ceño, indignado –¿Quieres quedarte con esto también? Ya lo veremos, cegatón.
Finalmente, el jugador estrella empezó a moverse. Los jugadores de Seisyun lo interceptaron para quitarle el balón, pero todos fueron esquivados con muchísima facilidad. Ranma estaba hecho una fiera.
-¡Saotome, tienes que pasarla! –Gritó el entrenador al notar que lo estaban rodeando.
-¡Vamos, Ranma, Vamos! –Corearon las animadoras, emocionadas –¡Furinkan! ¡Furinkan!
-Yo me encargare, ¡Pásala! –Gritó Mousse delante de Ranma.
El joven crujió los dientes, furioso. La victoria seria suya. Mousse no se iba a entrometer de nuevo. Iba a recuperar lo que según él, le había quitado.
-¡Eso jamás! –Gritó adelantándosele a los rivales ágilmente, estaba tan solo a unos pasos de encestar.
-¡Ranma, ten cuidado! –Advirtió Daisuke al notar que un jugador de Seisyun se acercaba a quitarle el balón por la espalda.
-¡Saotome, pásala de una buena vez! –Pidió el chino una última vez, corriendo hasta él.
Su sangre se calentó al escuchar a Mousse nuevamente. Ya estaba cansándose –¡Deja de molestar!
Cuando ambos estuvieron cerca, el chico de trenza cruzó su pie con la pierna de Mousse para apartarlo. Intentaría saltar después de eso y encestaría ganando el partido, pero su movimiento fue tan brusco que causo la pérdida del equilibrio en Mousse. Este cayó dolorosamente, golpeándose la cadera y la espalda con fuerza. Todo el mundo se paralizó en ese momento.
-¡Mousse! –Gritó Shinnosuke con los ojos abiertos.
Akane se levantó de su asiento con ambas manos sobre su boca –¡Oh, no! ¡Mousse!
Sin embargo, la tensión aumentó al observar que el jugador estrella también estaba cayendo. Al querer realizar su salto, Ranma apartó el tobillo en la dirección equivocada, causando que este chocara con el cuerpo de Mousse y se doblara levemente al intentar elevarse.
La pelota salió volando de sus manos en dirección a la canasta del equipo Seisyun. Con tres segundos restantes, el balón giró graciosamente sobre el aro metálico para finalmente entrar en la cesta, anunciando la victoria de Furinkan.
Los gritos se hicieron presentes cuando el silbato sonó y el marcador cambió sus resultados. Los estudiantes de Furinkan vitorearon felices, los jugadores se abrazaban unos a otros y las animadoras arrojaban confeti al aire. Los rivales de Seisyun desalojaron el gimnasio con los ojos en blanco, ellos no tenían nada que celebrar.
Akane se abrió paso en la cancha junto a Ukyo y Kuno, quería llegar a donde estaba su amigo –¿Estás bien, Mousse? –Le preguntó inclinándose sobre él.
El chino apretó los ojos, adolorido. Jamás había recibido un golpe así en pleno partido.
-¡Ayúdenme a llevarlo a la enfermería! ¡Rápido! –Exigió Shinnosuke, desesperado.
El resto del equipo se acercó para auxiliarlo. Estaban muy preocupados, Mousse solía ser resistente.
-Lleven a Saotome también –Dijo el entrenador de brazos cruzados.
-¡Ranma! –Exclamaron Hiroshi y Daisuke.
-Oh, no puede ser, ¡Ranma! –Akane se levantó para buscarlo con la mirada. Sintió miedo de que algo malo le sucediera.
Pero no había rastro de él. El jugador estrella había desaparecido inesperadamente.
-Pero que… –Kuno irguió las cejas mientras Ukyo se llevaba las manos a la boca.
-¡Mi amado Ranma! –Akari comenzó a llorar dramáticamente.
Shampoo se mantuvo al margen de la situación, observando en silencio todo lo que sucedía.
Kodachi dio un paso adelante, haciéndose escuchar –Lleven a Mousse a la enfermería. Mis amigas y yo buscaremos a Ranma.
Fin del Flashback
-Me pregunto si de verdad está bien –El chino dejó escapar un suspiro y siguió comiendo, tratando de olvidar el asunto.
La luna empezaba a brillar sobre el cielo nocturno de Nerima. La noche era fresca y tranquila, ningún sonido molesto perpetraba la calma en los vecindarios.
En una modesta casa tradicional, los Saotome se sentaban a la mesa para cenar en familia.
-¡Gracias por la comida! –Exclamaron Genma, su hermano y su cuñada.
-¡Gracias por la comida, tía Nodoka! –Agradeció Ranko, sirviendo los cuencos de comida.
La mujer sonrió débilmente. Esa noche era su turno de preparar la cena, y aunque es algo que suele hacer bastante animada, esta vez no había cocinado como normalmente lo haría. Su rostro denotaba preocupación absoluta.
-¿Te ocurre algo, Nodoka? –Preguntó el padre de Ranko.
Ella suspiro –Estoy preocupada por Ranma. Ya es tarde y él no ha aparecido, ni siquiera llama para saber dónde está.
La pelirroja frunció el ceño –Idiota.
-Descuida, querida, nuestro hijo está bien. Es un Saotome después de todo. Seguro que se entretuvo por ahí y perdió la noción de tiempo –Dijo Genma, despreocupado.
-Pero Nodoka tiene razón, ya es muy tarde –Comentó su cuñada con la mirada puesta sobre el reloj de pared –Hija, ¿No sabes nada de tu primo?
Ranko casi se atraganta ante la pregunta de su madre –No –Contestó con la boca llena de comida.
-¿Segura? ¿No has hablado con él? –Cuestionó su padre.
La chica tragó con dureza –Por favor, papá, yo no tengo que estar cuidando de Ranma todo el tiempo, él sabe lo que hace.
El hombre abrió la boca para reprender la respuesta de su hija, pero su hermano se le adelantó.
-Mi sobrina tiene razón. Mi hijo ya es un hombre y hay que dejarlo actuar como tal.
-¡Por favor, Genma! –Nodoka lo miró ceñuda –Ranma solo tiene dieciséis años, cualquier cosa podría pasarle.
Ranko dejó el plato sobre la mesa y miró a sus tíos fijamente, no quería que pelearan por culpa del hijo insensato que tenían –De acuerdo, les diré –Los adultos pusieron su atención sobre ella –Hoy era el partido contra la escuela Seisyun, ¿Recuerdan? Me entere que Furinkan les ganó.
-¡Por supuesto! –Genma alzó los ojos al cielo –Si fueron los campeones, Ranma debe estar celebrando con sus amigos.
-Vaya –Nodoka se sonrojó, avergonzada –Había olvidado que planché su uniforme esta mañana. Se ve tan guapo cuando está en la cancha, ¿Verdad?
-Entonces es eso, mi sobrino está disfrutando su momento con sus compañeros. Ya aparecerá para contarnos como le fue –Dijo el hermano de Genma, causando las risas de los demás excepto la de Ranko.
-Espero que sea eso y no que Shampoo y Akane lo hayan asesinado por ser un traidor inmaduro –Pensó ocurrente.
Su padre cortó sus pensamientos al hablarle con reproche –Por cierto, Ranko, tú tampoco eres muy inocente que digamos. Saliste de casa poco después de las nueve de la mañana y volviste cuando ya estaba atardeciendo, ¿Dónde estuviste todo el día?
Ella sonrió embobada al recordarlo: Había pasado todo el día con Ryoga. Luego de charlar en la cafetería, caminaron sin rumbo mientras reían, compartían ideas, planes y experiencias. Descubrieron tantas cosas el uno del otro que parecía que se conocían desde hacia muchísimo tiempo. Había algo muy especial en él, y ella quería descubrirlo.
-Solo estaba… con un muy buen amigo.
-¡OUCH!
El galeno levantó la vista al escuchar el quejido emitido por su joven paciente. No era la primera vez que se lesionaba el tobillo, pero por suerte, esta era la menos grave de sus magulladuras.
Apartó sus dedos del muchacho y se los llevó al rostro para acomodarse las gafas –Allí es donde está la contusión.
Él frunció las cejas y contestó con sarcasmo –¿Tú crees?
-Tienes que aprender a ser cuidadoso, Ranma. No siempre voy a poder curarte de tus despistes –Dijo el médico, presionado el tobillo del chico nuevamente.
El pelinegro rodó los ojos –Lo siento, tío Tofu, no volverá a suceder.
-Eres un excelente jugador, no deberían ocurrirte estas cosas.
-Estaba distraído, ¿De acuerdo? –Gruñó, cruzado de brazos.
El hombre lo miró extrañado –¿En medio de un partido? Eso es bastante inusual en ti.
Suspiró y se encogió de hombros –Preferiría no hablar de ello –Farfulló.
-Ya está –Tofu dio los últimos toqueteos sobre el tobillo de su sobrino y sonrió –Dime si aun duele.
El muchacho movió su extremidad levemente en varias direcciones, comprobando que efectivamente, el dolor en su tobillo había desaparecido.
-En lo absoluto, ¡Gracias, tío Tofu! –Exclamó eufórico.
Se quitó los guantes y los guardó en el bolsillo de su bata médica –Que bueno que así sea, pero estás advertido. Procura que no suceda de nuevo.
-Lo hare –Contestó él, colocándose de vuelta los zapatos.
Un breve silencio se formó en el consultorio de Tofu. El castaño aseaba sus manos en el lavabo mientras el chico terminaba de acomodarse; el sonido del agua era lo único que se escuchaba.
-Mmm, Por cierto, Ranma –El médico rompió el silencio –Nodoka me llamó hace un par de días bastante inquieta.
El adolescente clavó la mirada sobre su tío con curiosidad –¿Por qué?
-Pues, me comentó que tenías novia –Se apartó del lavamanos y se sentó a su lado –Y al parecer le preocupa el hecho de que no estés "preparado" para ella.
El rostro del chico se pintó furiosamente rojo, mientras un espeso humo empezaba a escapar por sus orejas –¿Cómo dices?
Se quitó los anteojos y los frotó contra su manga para limpiarlos –Quiere que te de información de cómo funciona tu cuerpo en ese momento, y de cómo lograr que el cuerpo de tu novia funcione también.
Ranma se cayó de espaldas al escucharlo. Era una suerte que estuviera en un consultorio médico –¡Yo no necesito eso!
El galeno contuvo su risa, sabiendo que lo último que diría terminaría de desquiciar a su sobrino –También estaría sumamente agradecida si les facilito anticonceptivos a ambos.
-¡Tío Tofu! –Gritó sumamente avergonzado –¡Espero no vayas hacerle caso realmente!
Se colocó las gafas y le sonrió para brindarle confianza –No dramatices tanto, Ranma. Eres el único hijo de mi hermana y es normal que tenga ese tipo de preocupaciones. Pero descuida, no te haré pasar por tal bochorno.
-Gracias –Dijo resoplando.
-Sin embargo, hay algo que si te diré –Su tono se escuchó serio –No quiero sonar anticuado ni nada por el estilo, pero si vas a tener sexo con tu novia que sea porque realmente te sientes cómodo con ella, no por simple placer.
-Eso lo sé.
-Los jóvenes de tu edad se toman la sexualidad a la ligera, y lo que no saben es que probablemente terminen arrepintiéndose de sus errores cuando sean adultos –Reflexionó.
Ranma suspiró pensativo –Yo ya me estoy arrepintiendo desde hace un rato.
-Mi punto es: No tomes decisiones a la ligera. Eres muy joven para cometer esos errores.
El chico suspiró agradecido, sentía un profundo respeto por su tío –Muchas gracias, tío. Sé que tienes toda la razón.
-Confió en ti, Ranma –Colocó la mano en su hombro –Y me gustaría conocer a esa noviecita tuya ¿Es la chica de la que estabas enamorado? ¿Shampoo, no es cierto? Entonces estoy seguro de que no tendrás problemas con lo que te dije hace un rato.
Apartó la mirada lejos de su tío y le contestó inseguro de sus palabras –Eso… creo.
-Bueno, ya se está haciendo tarde –Tofu observó el reloj de su consultorio –Será mejor que vayas a casa a descansar. No hace falta que tengas reposo pero si gustas puedes faltar a la escuela mañana. Llamaré a Nodoka para explicarle todo.
-Está bien –Se inclinó para hacer una corta reverencia –Gracias por todo nuevamente.
-Salúdame a toda la familia, los veré en el cumpleaños de tu padre.
-Sí, ¡Adiós, tío Tofu! –Levantó su mano como despedida mientras se alejaba.
-¡Cuidate, Ranma!
Una vez fuera del consultorio, Ranma se llevó ambas manos a los bolsillos del pantalón, tomándose un momento para meditar lo que ocurrió ese día en la escuela mientras jugaban contra Seisyun. Estaba indignado, cabreado, cansado y, aunque quisiera negarlo, deprimido. Bajó la mirada para observar su tobillo recién curado; solo una cosa pasaba por su mente al recordarlo…
-A ella no le importó. Solo se preocupó por Mousse…
Flashback
Sentía el ardor insoportable hacer presencia en su tobillo y parte del pie. Se había lastimado nuevamente, aunque no fuera la primera vez, odiaba tener que lastimarse siempre en el mismo lugar.
Sabía que Mousse estaba en las mismas condiciones que él, escuchó el horrible estruendo provocado por su caída, caída que había sido su culpa. Bien, eso lo hacía sentir culpable, no quería lastimar a Mousse realmente, no era tan descorazonado ¿O tal vez si? Después de todo, solo eso supo hacer últimamente, herir a las personas que quería.
-¡Abran paso, por favor!
Abrió los ojos como platos al escuchar la voz de Akane acercándose ¿Acaso iba por él? Esa idea lo hacía sentir emocionado. Necesitaba verla, necesitaba que ella lo mirara a los ojos y le dijera que todo estaba bien… Pero eso, no fue lo que sucedió.
-¿Estás bien, Mousse?
Tuvo que ladear la cabeza para observarla directamente, ver como se preocupaba por Mousse y no por él. La sangre empezó a hervirle de sobremanera al recordar que (según su propia paranoia, claro está) su amiga con derechos y el ex novio de su ahora novia, salían juntos. No se quedaría así. Ya no se sentía culpable por lo que le había sucedido a Mousse, ahora debía saldar cuentas con Akane, no quedaría libre hasta que le diera una explicación.
Cegado por su injustificada ira, sacó impulsos de la poca fuerza que le quedaba para salir del gimnasio mientras nadie se diera cuenta. A pesar del punzante dolor en su extremidad, desapareció entre los visitantes de Seisyun que también se marchaban.
Fin del Flashback
Sus ojos se ensombrecieron melancólicos. Ahora que lo pensaba claramente, no tenia porque molestarse si Akane y Mousse habían decidido ser novios, él era novio de Shampoo y es lógico que ellos decidieran seguir con su vida.
Pero ¿Por qué con Mousse? El mismo chico que en un principio le impidió consolidar su relación con Shampoo… ¿Cómo es que se había interesado en él?
-¡Mierda! ¿Por qué tienen que sucederme estas cosas? –Gruñó con las manos en la cabeza –No tiene porque importarme lo que ellos hagan, si Akane es tan tonta como para dejarme por Mousse, entonces olvidare esta tontería y me dedicare a mi novia ¡Es a ella a quien yo quiero! … ¿Verdad?
El sonido de su teléfono celular lo sacó de su odisea. Hace horas que no lo revisaba y por ello había olvidado que lo tenía. Lo sacó del bolsillo trasero y observó el nombre que aparecía en la pantalla, la persona que lo llamaba: Shampoo. Dudó varios segundos si debía contestarle o no. Sabía que debía estar preocupada, y también sabía que si le contestaba, ella le pediría con el mayor tono erótico posible que fuera hasta la fiesta de Kodachi para que se encerraran en alguna de las habitaciones a tirar por primera vez en motivo de "celebración".
-¿Y cuál es el problema? Shampoo es mi novia, y es a ella a quien debo hacerle el amor como un loco…
Su dedo se acercó hasta el botón verde para contestarle, no le importaba nada ya. Fue entonces cuando las palabras de su tío se repitieron en su mente como un eco:
"No tomes decisiones a la ligera. Eres muy joven para cometer esos errores."
-Pero, si lo hago… Akane, ella…
Presionó el botón rojo cancelando la llamada de Shampoo. Esto no había terminado aun, iba a resolverlo como fuera posible.
Guardó su celular en el mismo lugar donde lo tenía antes y emprendió rumbo hacia la residencia Tendo con un único pensamiento en mente:
-Akane es mía y no me la van a quitar.
-¡Satori! ¡Saca el vino del congelador, ahora!
-¡En seguida, abuelo!
La noche era atareada para Happosai y su nieto menor, Satori. Debían tener la cena preparada antes de que Soun y Naoko llegaran a casa, ya tenían un mes sin verlos, debía ser perfecto. Akane entró en la cocina mientras se frotaba el cabello con una toalla, estaba saliendo de la ducha y quería supervisar que tan ocupados estaban su abuelo y hermano.
-¿Necesitan ayuda? Puedo revisar el horno si quieren–Preguntó sonriéndoles dulcemente.
Nieto y abuelo se miraron entre sí con pánico. Sabían que Akane era muy inteligente y talentosa en ciertas cosas, pero no se le daban muy bien las tareas del hogar, sobretodo la cocina. Por más que lo intentara, siempre causaba un desastre cuando quería cocinar.
-Eh… Akane, tesoro… ¿Por qué mejor no terminas de arreglarte? No querrás estar en esas fachas cuando tus padres lleguen –Alegó el anciano, nervioso.
La chica bajó la mirada para observar la bata de baño, quizás su abuelo tenía razón, pero echarles una mano no le quitaría tiempo –¡Oh, vamos! Eso puedo hacerlo en un segundo. Dejen que los ayude.
-No, hermana –Salió Satori a detenerla –Tú ya hiciste mucho hoy. Nosotros nos encargamos del resto.
Akane casi se cae de frente ante los empujones que su hermano le daba para sacarla de la cocina, era obvio que no la querían allí.
-Pe… pero Satori…
-¡Cuando estés lista, puedes ayudarme a sacar los cubiertos! –Exclamó fingiendo demencia, mientras terminaba de empujarla hasta la escaleras –¡Nos vemos!
-¡Satori! –Gritó furiosa mientras el niño corría de regreso a la cocina, cerrando la puerta en un azote para que ella no regresara –Me las pagaran…
No tuvo mas remedio que subir las escaleras y encerrarse en su habitación. Hoy no iba a pelear con su abuelo y su hermano, no, hoy iba a dedicarse completamente a darles una cálida bienvenida a sus padres.
-Seguramente te traerán muchos regalos –Dijo la diablilla Nabiki en tono codicioso.
-Eso no es importante. Akane solo quiere abrazarlos de nuevo –El ángel Kasumi se cruzó de brazos.
La chica se alejó del armario cuando encontró el vestido que se pondría, lo colocó sobre la cama y se acercó a la peinadora para darle un vistazo a su cabello. Se miraba curiosa cuando la fotografía que tenía sobre el borde del espejo llamó su atención. Sonrió. Era la foto que ella y su familia se habían tomado hace un par de meses atrás, cuando sus padres celebran su vigésimo aniversario de bodas.
Realmente los extrañaba. Naoko y Soun eran un digno ejemplo de admiración, ambos se casaron siendo muy jóvenes y hoy en día seguían amándose como nunca. Según las historias que su abuelo Happosai le contaba, cuando ellos eran adolescentes su noviazgo no fue sencillo y de allí partió la decisión de casarse cuando ambos tuvieran la mayoría de edad, no estaban dispuestos a que nada los separara. Estudiaron y trabajaron muy duro para convertirse en lo que hoy eran: Dos talentosos abogados quienes se encargaban de dirigir las acciones legales de una de las compañías más influyentes de Japón y, lo más importante de todo, dos amorosos y admirables padres de familia.
La mirada de Akane se entristeció mientras un suspiro escapaba de su boca. Se preguntaba si ella tendría la suerte que sus padres tuvieron o si su historia sería completamente diferente. Con Ryoga las cosas podrían ser tan perfectas como en un cuento de hadas, e igual de aburridas también. Por supuesto, ella soñaba con su merecido final feliz y escuchar las campanas del "y vivieron felices por siempre" al final de su propia historia. Pero ella no era una princesa, y definitivamente, el príncipe se había perdido entre las páginas.
-Aterriza, Cenicienta, lo mas cercano que vives de la fantasía es la película porno que tú y tu fogoso "amiguito" casi protagonizan –Se burló la diablilla mientras se acomodaba el cabello.
La joven se sonrojó furiosamente ante ese comentario. Odiaba que su conciencia siempre la molestara con eso.
-¡No le digas esas cosas! –Reprendió Kasumi.
-Ranma –Susurró suavemente. Había recordado lo de esta mañana y no podía evitar preocuparse –Y pensar que no hemos podido hablar todavía –Entonces, una idea cruzó por su mente –¡Ya lo sé! Mañana saldré muy temprano y antes de ir a la escuela, pasare por su casa y no iremos juntos ¡Al menos tendré la oportunidad de hablarle sin que nos interrumpan!
Ambas partes de su conciencia se miraron entre sí con incredulidad, estaban de acuerdo en una cosa:
-Te encanta sufrir, Akane.
Comenzó a tararear alegremente mientras se vestía. Utilizaría el mismo vestido blanco que lució en su fiesta de cumpleaños; no tenía mangas y solo llegaba hasta la mitad de sus muslos, resaltando así su fina figura y realzando sus pechos.
Cuando terminó de vestirse se miró con cuidado en el espejo, se sentía hermosa vestida así.
Pero ella no era la única que lo pensaba. Al otro lado de la ventana, un par de ojos azules la miraban con deseo, deseo que poco a poco se iba transformando en enojo.
Tenía pocos segundos de haber llegado a la casa de los Tendo, todas las luces estaban encendidas así que eso le indicaba que Happosai y Satori estaban en casa con Akane. No debía pensar mucho en qué hacer para encontrarla, simplemente utilizaría el método antiguo: subir por su ventana y entrar en su habitación. Eso era sencillo, y así lo hizo. Se llevó una gran sorpresa al verla tan arreglada, observándose en el espejo para asegurarse de lucir bien.
Sus pupilas se dilataron al detallarla. Estaba vestida igual que en su cumpleaños… igual de provocativa y jodidamente sexy que en su cumpleaños. Era imposible que lo olvidara, aquella noche fue la primera vez que estuvo dispuesto a llegar más lejos con ella, y por poco lo logran, pero el sonido de la fiesta en la planta de abajo no les permitió seguir. Mientras se dedicaban a fajar apasionadamente, Ranma había olvidado que Shampoo era una de las invitadas y le había pedido que bailaran juntos (Y ahora que lo recordaba con más exactitud, en aquel momento ella y Mousse estaban en una de sus acostumbradas separaciones) Tal vez, esa debió haber sido su primera pista para saber que esto sucedería.
No pudo evitarlo, en el momento en el cual la vio luciendo como un endemoniado ángel seductor, su mente no pudo procesar nada más. Cuando comenzaron a besarse apasionadamente, mientras Ranko se encargaba de cubrirles las espaldas, y las caricias hicieron aparición también, una fuerte llama se encendió en su interior, un deseo incontrolable por fundirse con ella hasta quedar agotados sobre la cama.
Si, esa había sido la primera vez que Ranma deseaba hacer algo más que besarla y tocarla como manera de desahogo. Esa vez no estaba frustrado o enojado con Shampoo por ser indiferente a sus sentimientos. Al contrario, en ese momento la chica que supuestamente amaba le había pedido ser su compañero de baile en la fiesta, pero él solo deseaba estar a solas con su mejor amiga. Luego de eso, las cosas se normalizaron por motivos ajenos a su voluntad, la mayoría relacionados con Shampoo y la manía que tenia Akane de ignorarlo y alejarlo cuando la china parecía corresponderle. Los fajes no pasaban de ser solo eso, parecía que ellos eran los únicos amigos con derechos del mundo que no se atrevían a follar.
Quizás ella tuvo razón cuando dijo que había sido lo mejor al no dejar que eso sucediera. Akane no merecía ser tratada como una prostituta sin paga mientras Ranma solo iba tras de Shampoo. Pero ahora que había caído en la cruda realidad que formaba parte de su tonto capricho, entendía que realmente deseaba estar con ella de esa manera.
Recordar esa parte de su relación con Akane y verla así de espectacular solo causaban que se preguntara una cosa: ¿Por qué estaba vestida tan elegantemente? Obviamente no era para andar en su casa, ¿Acaso iba a salir? No era tan tarde pero tampoco era una hora en la cual ella acostumbrara estar fuera, de hecho, Akane nunca salía por las noches…
No tenía sentido que estuviera tan arreglada… No hasta que una disparatada idea invadió su cabeza.
-La fiesta de Kodachi…
Su equipo había sido el ganador en el encuentro contra Seisyun, y toda Furinkan estaba invitada a la gran mansión de Kodachi para celebrar con la mayor de las fiestas. La joven Tendo no solía asistir a ese tipo de eventos y él lo sabía, pero ahora, si tenía un motivo por el cual ir y convivir con todas las personas que anteriormente no eran de su agrado: Su "novio" Mousse.
Apretó los puños con tanta fuerza que sus nudillos se tornaron blancos. Por supuesto que esa tenía que ser la razón, se había vestido así para acompañarlo en un momento tan importante como ese. Seguramente estaban pensando anunciarles a todos que ahora tenían una relación. Ella debía pensar que él estaría en la fiesta y le restregaría en la cara que ahora salía con el ex novio de su novia, Y Mousse iba a besarla y tocarla melosamente frente a la china para demostrarle que se había interesado en alguien más… Alguien que llevaba la marca Saotome por todos lados.
Cuando la imaginación de Ranma dejó de trabajar, su instinto actuó por sí solo, causando que el chico abriera la ventana violentamente.
-Ya veras, Akane –Pensó poseído por sus propias ideas.
La chica se asustó por completo al escuchar el impacto de su ventana abriéndose. La sorpresa fue muchísimo mayor al ver a Ranma ingresando a la habitación, observándola fija y amenazadoramente.
-Ra… Ranma –Estaba incrédula ante su presencia.
-Hola, Akane –Dijo de forma sombría.
Ella tragó saliva y retrocedió dos pasos. Quería verlo y hablar con él, pero tenerlo allí tan inesperadamente y con esa expresión seria en el rostro la ponía nerviosa.
-Yo… yo creí que te habías lastimado en la cancha…
-Oh, lo notaste –Ironizó –Descuida, mi tío ya se encargó.
Respiró aliviada con esa respuesta, pero aun estaba intranquila con su interrupción –No deberías estar aquí…
Frunció el ceño y se tronó los nudillos –¿Por qué? ¿Acaso esperas a alguien más?
-Ranma… –Se acercó lentamente a él –Si te lastimaste deberías estar en casa descansando.
-¡Ja! ¿Acaso me estas subestimando? –Su tono de voz era peligroso, y Akane pudo terminar de comprobarlo cuando se acercó fieramente y la acorraló entre la peinadora y su cuerpo –Que equivocada estas si lo haces.
El corazón de la joven se descontroló al verse atrapada por Ranma. Se sonrojó de golpe al recordar el último encuentro que habían tenido en ese lugar, cuando casi hacían el amor de no ser interrumpidos.
-¿Qué haces? Ranma, no deberíamos… –Trató de empujarlo pero fue inútil. Ese no era el momento adecuado, sus padres llegarían en cualquier minuto.
El pelinegro ejerció mayor presión sobre la figura femenina para que no se atreviera a huir –¿Y por qué no? Yo no veo ningún problema.
Ella frunció el ceño ante sus cinismo –Tú sabes cuál es el problema, eso aun no está resuelto ¿recuerdas? Además, este no es el momento para resolverlo tampoco.
-¿Por qué? ¿Tienes planes? –Su mirada se posó insinuante sobre su vestido.
-Si –Respondió alzándole el rostro –Me alegra ver que estas bien. Pero de verdad, Ranma, ahora no podremos. Debes irte.
Esa fue la mecha que quemó la poca paciencia que le quedaba. Ya no podía soportar más que ella actuara como si nada sucediera. Le recordaría quien era él y de lo que era capaz.
Rápidamente pero sin ejercer fuerza para lastimarla, la tomó por los hombros y acercó su rostro al de ella para tenerla a solo centímetros –Ya basta, Akane. No tienes que seguir ocultándolo.
-¿Ocultar que? –Estaba empezando a asustarla.
-Lo sé todo –Dijo resaltando la última palabra.
-Sigo sin entender…
-¡Joder, Akane, no juegues conmigo! –Gritó descontrolado –¡Lo descubrí aunque quieras ocultarlo!
-Ranma, baja la voz –Pidió llevándose un dedo a la boca. Satori y Happosai podrían oírlo desde abajo.
-¡No me iré de aquí hasta que me des una explicación! –Su voz era cada vez más potente.
-¡Te digo que no sé de qué mierda hablas! –Respondió en gritos también.
-¡De Mousse! ¡De eso hablo!
Los ojos avellanos se abrieron desconcertados por lo que Ranma había dicho, ahora realmente no le entendía.
-¿De Mousse? ¿Qué tiene que ver Mousse?
La respuesta del chico de trenza quedó en el aire al ser interrumpido por la suave voz del integrante más joven de la familia Tendo.
-¡Hermana! ¿Está todo bien? ¡Escuché gritos!
Palideció a causa de un nuevo susto –Oh, no ¡Satori!
-¿Hermana? –El niño se acercaba cada vez más a la habitación de Akane.
La respiración se le cortó, y para colmo de males, Ranma no cambia su posición de reclamo.
-¡Quiero que me lo expliques de una buena vez!
-¡Ranma, cállate! –Lo miró furiosa.
El golpeteo en la puerta y la voz de Satori la puso en alerta –¡Akane! ¿Estás allí?
-¡Mierda!
-¡No puedo creer que pretendieras ocultarme algo así! –Seguía insistente, sin notar que el hermano de Akane estaba al otro lado de la puerta.
Ranma no parecía comprender el lio en el que iba a meterla si lo encontraban en su cuarto. No entendía a que se debía su escándalo pero debía detenerlo, y teniendo a su hermanito menor a escasos metros de ellos, hizo la única cosa que se le ocurrió para callarlo.
-¡Y luego de lo que casi pa…! –Los labios de Akane sobre los suyos le impidieron continuar.
-¿Hermana? –Satori tocó una vez más a la puerta.
-¡Satori, ya no molestes a tu hermana y ven a terminar de ayudarme!
El niño obedeció y se alejó de la alcoba de su hermana –¡Ya voy, abuelo!
La tensión desapareció del cuerpo de Akane al escuchar los pasos de Satori alejándose, solo había un pequeño detalle, no se había separado de Ranma todavía. Por su parte, el chico de trenza se paralizó durante unos segundos al sentir el beso de la chica. Eso era algo que realmente no esperaba, sin embargo, reaccionó de golpe al recordar el motivo por el que estaba allí.
-¿¡Y ahora por qué carajos me está besando!? ¿Cree que con esto evitará el tema de su noviecito? Claro que no. Te demostraré quien es mejor, Akane.
En un rápido movimiento, introdujo su lengua en la boca de su compañera para profundizar el beso. Akane se asusto ante ese contacto, intentó alejarse pero Ranma la tomó por la cintura con fuerza.
-No… no lo hagas… detente –Dijo con dificultad entre cada beso.
-Admítelo. Admite que beso mejor que Mousse –Pensó posesivo mientras la devoraba.
Lentamente sus manos ascendieron sobre la espalda de la joven, acariciándola seductoramente con las yemas de los dedos. Akane pudo sentir como sus vellos se erizaban y las piernas comenzaban a temblarle, debía detener a Ranma o caería ante la tentación de nuevo.
-Ranma… por favor… –Dijo débilmente.
El chico de trenza llevó sus labios hasta el blanco cuello de ella, trazando un delicioso camino de besos hacia sus clavículas –¿De verdad quieres que me detenga? –Preguntó ronco.
Ella no pudo responderle, estaba hipnotizada por sus caricias. Ranma sonrió complacido. Bajó los tirantes del vestido para besarle los hombros con vehemencia, luego sus manos descendieron hasta los glúteos de ella, acariciándolos de manera circular.
-¡Hmm! –Un gemido escapó de su garganta sin querer evitarlo.
Nuevamente se besaron sin detener la caricia que Ranma llevaba a cabo. La muchacha enredó los dedos en el cabello azabache del chico. Sus lenguas peleaban fieras en un beso salvaje. Sin darse cuenta, terminaron cayendo sobre la cama, estando ella encima de él.
-¡Ah! –El pelinegro había gemido estaba vez. Akane realizaba pequeñas succiones en su cuello mientras colaba las manos por debajo de su camisa.
Él acarició las torneadas piernas con suavidad hasta llegar al borde del vestido, dudo en levantarlo pero un nuevo beso por parte de Akane lo incitó a proseguir con su cometido. Con una mano tocaba las piernas y nalgas femeninas por debajo del vestido, mientras que la otra apretaba delicadamente uno de sus pechos.
La chica se acomodó a horcajadas sobre la cadera de Ranma para que sus intimidades entraran en contacto. Ambos gimieron. Akane podía sentir la punzante erección levantarse por debajo de su ropa interior, deseaba poder sentirla por completo dentro de ella.
Parecían haberse sincronizado mentalmente al cambiar de posiciones, ahora era Ranma quien estaba en la posición dominante. El vestido se había levantado durante el movimiento, dejando las bragas de Akane a la vista.
Ranma jamás había visto esa zona tan expuesta, lo máximo que había llegado a verla era sin camisa pero con el estúpido sostén encima. Sabía que perdería la cordura. La joven de cabellos azules lo jaló de la camisa para que continuaran besándose.
Se moría de ganas por bajarle los pantalones, y lentamente sus manos se dirigieron hasta el cinturón para quitárselo, hasta que una caricia totalmente inesperada la sacó de base.
-¡Oh, ah! –Jadeó al sentir los dedos de Ranma frotando su punto débil.
Se atrevió a meter su mano en la ropa interior, palpando en carne viva la sensible intimidad que empezaba a humedecerse. Akane le mordió los labios al sentir como la acariciaba allí abajo. Ranma hizo lo mismo con la boca de ella mientras continuaba tocándola.
Los dos estaban excitándose como nunca antes gracias a los recientes roces que experimentaban. La chica quería probar lo mismo que su amante, tocarlo en esa zona de su cuerpo.
-¡Akane! –Gruñó al sentir como presionaba su rígido miembro.
Ella manoseaba con desesperación la entrepierna del pelinegro, quería encontrar el cierre para bajarlo y lograr un toque directo, pero estaba tan pérdida en la lujuria que solo lograba frotarlo ávidamente.
Quiso darle la revancha y brindarle más satisfacción de la que ambos estaban sintiendo. Pronto su lengua cobró vida sobre el ajustado escote. Akane vibró deseosa, entrelazando sus piernas con las de Ranma para aumentar la presión anteriormente creada por él.
-Te haré mía –Dijo con voz profunda y agitada cerca de su oído.
La muchacha sonrió con picardía ante esas palabras. A esas alturas ya no pensaba claramente. Con salvajismo desabotonó los pantalones del muchacho mientras él, le jalaba las bragas con la misma fuerza.
Ambos estaban poseídos por una pasión indescriptible. Las ganas de pertenecer el uno al otro estaban a punto de ser consumadas… pero fueron interrumpidos.
¡Vamos! ¡Díganlo todos! ¡Digan que soy una emperatriz del mal y que me odian por cortarla en el mejor momento! … De acuerdo, no quiero que me odien :c Tengan compasión de mi, si no fuera así no habría historia t.t
Haber… creo que no tengo muchos puntos que aclarar esta vez. Ah, bueno, ya apareció el Dr. Tofu ¿Qué? ¿De verdad les sorprende que sea tío de Ranma? Si fui capaz de shipear a Kuno y a Mikado, cualquier cosa es posible (Ríe como demente) Ono es el hermano menor de Nodoka, por lo tanto podría decirse que su apellido de soltera es "Tofu" (Ranma Saotome Tofu… que loco ¿no?)
Y, con respecto a la relación que se está desarrollando entre Ryoga y Ranko, les diré que se me está haciendo difícil plantear cual de los dos dará el primer paso, Ranko descubrió cosas interesantes que mas adelante tomaran su lugar, pero aun así, su romance se me hace difícil ¿me dan alguna sugerencia?
Respondiendo reviews:
Natalia Saotome Tendo: ¡Amigaaa! Que felicidad me da leerte por aquí. Siento que me vas a odiar al llegar al final del capítulo, soy consciente de que les corté el momento de la forma mas cruel posible *Hace la pose del tigre caído* pero… pero… pero… tranquila que prometo remediarlo… o eso creo, todavía no lo tengo claro xD en fin, ¿Cómo estas, Naty? Todavía tengo que ir a leerte, no creas que me olvide de ti. Te adoro, amiga mía, miles de abrazos y saludos.
Guest: ¡Vaya! Créeme que recibir tantos reviews de tu parte me hizo muy feliz, pude notar la emoción que te causo cada capítulo y esa es una gran satisfacción para una como escritora… Realmente espero seguir teniéndote como lector/a y que me tengas un poco de paciencia xD No soy tan mala, sabes, solo me gusta hacer sufrir un poco (solo un poco) tanto a los personajes de la trama como a los lectores, pero todo se compensa a medida que la historia avanza… Muchísimas gracias por los comentarios :D
Azucenas45: ¡Hola! Me alegro mucho de que disfrutes la lectura, y descuida, le "daré muy duro" a Ranma xD
Xandryx: El personaje de Mousse es de mis favoritos, aun no lo he desarrollado en su totalidad pero ya tendrá su momento. A decir verdad, los protagonistas son Ranma y Akane, por supuesto, pero cada personaje tiene su historia personal y quiero darle su lugar a cada uno… Con respecto a los celos de Ranma, ya ves que pueden llegar lejos.
Yuchyram: De verdad espero no haberte decepcionado con el capitulo. Nunca estuvo en mis planes escribir el partido (a excepción de los flashes) Pero si estas esperando un reclamo por parte de Ranma y una intervención romántica de Ryoga… Te aseguro que la tendrás.
CONEJA: No, no, recordemos que él se niega rotundamente a llamarlos "celos" pero descuida, terminara aceptándolos.
Bry: Mi querida Bry, siento que tú serás la que más sufrirá con este capítulo. Yo no soy tan cruel como la sensei Rumiko :c yo si tengo intención de terminar el fic (posiblemente me tarde dos años mas, pero, lo terminaré) Por favor, trata de no llegar a un colapso al terminar de leer, no quiero ser la culpable T-T Jejeje, saluditos.
Indie-1298girl: Hola, hola. Espero seguir teniéndote por acá. Saludos desde Venezuela hasta Perú :D
Mary: Jajaja, no creo llegar a ser tan cruel como para dejar a Shampoo sola, ella tampoco es que es tan mala, solo es Shampoo siendo Shampoo xP
Mariliz1987: ¡Hola y mucho gusto! Se me hizo muy grato tener una opinión como la tuya, pues a fin de cuentas es lo que busco. El tema de los amigos con derechos es algo delicado y tienes bastante razón al decir que normalmente la mujer se ve denigrada por ello. Sin embargo, yo me he dedicado a escribir un (¿Triangulo? ¿Cuadrado? Quizás sea un pentágono) amoroso que mezcle situaciones divertidas, románticas, fogosas y por supuesto, dramáticas xD Dándole protagonismo no solo a la relación de Ranma y Akane, sino también a los demás personajes que intervienen en la historia. Realmente espero que siga siendo de tu agrado al transcurrir :D Te mando un fuerte abrazo. Saludos.
Olii's-Chan: Ya sigo, ya sigo. Descuida xD
Alexbonita: Jajaja, voy a terminar pensando que de verdad soy una escritora malvada que no le da tregua a nadie xD Los enredos son necesarios para llegar al final feliz, así que todo valdrá la pena.
(Se coloca el casco y la armadura como protección) Bueno, los leo a todos en sus reviews… se que serán comprensivos c:
¡Un gran abrazo para todos y que Julio los llene de bendiciones!
Peace Out! #PrayForVenezuela.
