¡Holaaa a todos! ¿Cómo están? Yo muy feliz por estar disfrutando mis tan ansiadas vacaciones.

Ahora sí, lo prometido es deuda, luego de tantas tenciones causadas a los personajes (y a ustedes lectores también) quise alivianar las cosas con un capitulo muy al humor del clásico Ranma ½

Ya comienzan los aprietos para Ranma, así que prepárense.

Disclaimer: Ranma ½ es propiedad de Rumiko Takahashi.


13. Las consecuencias de ser impulsivo.

-¡Ya estamos en casa! –Se anunciaron el Sr. y la Sra. Tendo, sonrientes.

-¡Mamá! ¡Papá! –Satori corrió a abrazarlos efusivamente.

-Gracias a Dios están en casa –Los ojos de Happosai se humedecieron al verlos de nuevo.

En su habitación, Akane sintió como la sangre se le congelaba en las venas al escuchar las voces de sus padres. Abrió los ojos con fuerza mientras la mandíbula le llegaba al suelo ¡Pero que estaba a punto de hacer! Aun no podía asimilar la situación en la que se encontraba, muy bochornosa situación en realidad.

-Que estén arriba… que estén arriba… que estén arriba… –Se repetía mentalmente mientras bajaba la mirada con lentitud.

Todo había sucedido tan deprisa que intentaba convencerse a sí misma que aquello era un vil producto de su imaginación, pero al confirmar la prueba del delito reposando sobre sus rodillas, ahogó un grito de espanto.

-¡No puede ser! –Su cara se tornó completamente roja ante la inevitable verdad: Tenía las pantaletas abajo… muy abajo.

La angelical Kasumi se tapó los ojos con vergüenza. Nabiki reía estrepitosamente mientras se frotaba el estomago –¿Pero es que ustedes dos no pueden estar cerca sin dejar que la calentura les gane?

Se levantó con rapidez de la cama y se acomodó la ropa interior donde debía estar, luego pasó las manos de arriba abajo sobre la tela del vestido para alisarlo. Ranma lo había arrugado un poco con sus movimientos.

-O… uch –El muchacho se quejó, intentando levantarse del suelo –¿Por qué mierda hiciste eso? –Preguntó adolorido.

Akane frunció el ceño ante su estúpido cuestionamiento.

Ella regresó a la realidad cuando escuchó a sus padres llegar, pero Ranma seguía hundido en el idilio que estaban a punto de consumar. Lo único que se lo ocurrió en ese momento para apartarlo fue empujarlo con fuerza fuera de la cama.

-¿Realmente crees que es el momento adecuado para esto? –Intentó gritar en susurros.

-No parecías muy molesta hace unos segundos –Dijo poniéndose de pie –¿Qué sucede? ¿Acaso recordaste algo que te echara para atrás?

Los celos afloraban en la voz de Ranma con notoriedad, aunque Akane no pudiera identificarlos.

-Súbete los pantalones, por favor –Pidió con seriedad, desviando la mirada. Sus bóxers, acompañados de una potente erección, estaban a la vista gracias a ella.

Se abrochó los pantalones y se acomodó el cinturón.

-Akane, no hemos terminado todavía.

Ella suspiró, sabía que tenía razón –Lo sé. Pero este no es el mejor momento para hablar de ello.

-¿Por qué no? Últimamente lo único que haces es evitarme cuando yo solo intento acércame a ti…

-¡Tienes novia, Ranma! Esto ya no puede seguir así.

-Si me escucharas, entenderías que…

Lo interrumpió –Lo sé, yo también necesito que me escuches –Acarició su mejilla –Pero ahora no.

Él apretó los puños para contenerse. Tenía la necesidad de tomarla nuevamente y proclamarla como suya solamente.

-Lo prefieres… prefieres quedarte con él.

Akane abrió la puerta de su habitación con lentitud, necesitaba revisar el panorama antes de presentarse con su familia. El pelinegro irguió una ceja pensando que huía.

-¿A dónde vas?

Llevó un dedo hasta sus labios para silenciarlo –Shh, no hagas ruido.

Ambos caminaron con pisadas pausadas por el pasillo. La escalera de la casa tenía dos cerquillas a los lados que se conectaban con las paredes. Akane se asomó cuidadosamente detrás de uno de los muros para observar a la planta de abajo.

-¡Los extrañamos tanto! –Escuchó decir a su madre mientras abrazaba al abuelo Happosai.

El corazón casi se le salía del pecho al observarlos a todos juntos.

-Mamá… Papá –Susurró conmovida.

El pelinegro abrió los ojos sorprendido –¿Tus padres regresaron? ¿Cuándo?

Lo miró apretando los dientes –Justo ahora. Por eso debes irte

Era como si un balde de agua fría cayera sobre su cabeza al descubrir la verdad, ¡No saldría con Mousse! Eso le causaba un enorme alivio… aunque había cosas que no entendía aun.

-Gracias, Akane ya no me cuentas nada –Se hizo el ofendido, cruzándose de brazos.

Respiró profundamente ante sus necedades, no quería tener que golpearlo o insultarlo con su familia en la planta baja de la casa.

-Sal por donde entraste. Ya mañana nos ocuparemos de lo demás – Le dio un leve empujón en el hombro.

-¡Oye, espera! –La tomó por la muñecas –¿Qué esperas que haga con esto?

La chica bajó la mirada ante el movimiento hecho por su cadera. Allí estaba la carpa entre sus pantalones, apuntándole, señalándola como la única responsable de que estuviera en alto.

Se sonrojó inevitablemente –Ocúpate tú mismo.

-¡Esto es obra tuya! –Acusó moviendo la cadera nuevamente.

-¡Eres responsable de tu propio cuerpo! –Puso los brazos en jarra –¿Qué hacías antes para acabar con ese problema?

Él dejó escapar una sonrisa maligna de sus labios, iba a molestarla un poco después de toda la inestabilidad mental que lo había hecho pasar –¿De verdad dejaras que me masturbe en tu casa?

Los colores se le subieron al rostro ante aquella declaración. Una cosa era que ambos fueran amigos con derechos y estuvieran a punto de hacer el amor en ciertas ocasiones, pero otra muy distinta era admitir que se tocara a si mismo luego de sus encuentros pasionales.

Kasumi y Nabiki se miraron entre sí, sentadas en sus respectivos lugares.

-Este chico quiere morir joven –Dijo la diablilla con una mano sobre su flequillo.

-El Señor desde arriba habrá de perdonarlo –El ángel juntó las manos en forma de suplica.

Ranma se dio cuenta de que el aura enojada comenzaba a brotar alrededor de la chica. Quizás no era la mejor idea provocarla con el resto de los Tendo cerca. Antes de que la situación empeorara, decidió alivianarla.

-¡Descuida! El agua fría también funciona. Pasaré por el baño antes de irme –Retrocedió sus pasos hasta el cuarto de baño al final del pasillo.

-Largo –Dijo la joven en un tono sombrío y amenazante.

-¡Adiós! –Le dedicó una sonrisa torcida antes de entrar al tocador.

Akane se tranquilizó cuando el muchacho salió de su vista. No debía pensar en Ranma por ahora. Luego de lo ocurrido en el partido de hoy, le tranquilizaba de sobremanera saber que él estaba bien y que también tenía intenciones de solucionar las cosas con ella, pero definitivamente ese momento debía dedicárselo a sus padres.

Abajo, Soun inspeccionó la sala de estar con la mirada en busca de su hija mayor

-¿Dónde está Akane?

Happosai y Satori se miraron mutuamente sin respuesta.

-Es verdad –Naoko adoptó una pose pensativa –Creí que sería la primera en recibirnos.

-Aquí estoy, mami y papi –La voz de la joven se escuchó desde lo alto de la escalera –Bienvenidos.

Sus progenitores sonrieron al verla. Ella bajó con rapidez hasta ellos y los abrazó con la mayor de las fuerzas, dejando escapar un par de lágrimas.

-Oh, hijita –Su madre le dio un beso en la frente.

-Mira que hermosa estas –Halagó Soun, acariciando su corto cabello.

-¡Qué bueno que están de vuelta! –Los abrazó con más fuerza.

-Deben estar muertos de hambre –Happosai acomodó su inseparable pipa entre sus dedos –Les preparamos una deliciosa cena.

-Gracias por encargarte de todo, papá –Dijo la mujer haciendo una reverencia.

-Yo también ayudé –Intervino Satori, colocando ambos puños a los lados de su cadera.

Las personas a su alrededor rieron con familiaridad.

-No dejemos que la comida se enfríe –Soun se encaminó hasta el comedor –Vayamos todos a cenar.

El timbre de la casa sonó, llamando la atención de todos.

Akane apretó los labios, ¿Quién podría ser a esa hora? –No se preocupen, yo abro.

Satori y Happosai siguieron hasta el comedor para servir la cena mientras Soun y Naoko observaban a su hija abrir la puerta, también les parecía extraño que alguien más llegara tan tarde. La chica, antes que nada, decidió echar un vistazo por la mirilla, pero solo podía distinguir una sombra blanca.

-¿Quién es? –Preguntó con voz áspera.

-Descuida, soy yo.

Abrió los ojos con sorpresa al escuchar la voz del pelinegro al otro lado.

-¿Ryoga? –Abrió la puerta velozmente.

El muchacho tenía el rostro cubierto por un gran ramo de rosas blancas que cargaba entre sus brazos, así que tuvo que ladear el cuello para dejarse ver –Buenas noches.

-¿Qué haces aquí? –Preguntó curiosa. Realmente no lo esperaba.

-Bueno, pensé que debía ser cortes y saludar a tus padres. Entiendes a que me refiero –Respondió haciéndole la insinuación acerca de la relación de ambos.

Ella se encogió de hombros, ¿Por qué ahora todo mundo quería aparecer en el momento menos oportuno?

-Ryoga, no creo que…

-Ryoga, ¿eres tú? –Exclamaron los padres de Akane al oír su nombre.

El chico se adentró en la residencia con amabilidad, deteniéndose frente a los dos adultos.

-Que gusto me da verlos, Sr. y Sra. Tendo. Ha pasado mucho tiempo.

-Muchacho, ¡Pero cómo has crecido! –Exclamó el hombre de bigote.

-Ya tienes dieciocho años ¿cierto? Eres todo un hombre –Naoko estaba igual de sorprendida.

Él dejó escapar una leve risa –Estas flores son para usted, Sra. Tendo. Mi abuela dijo que le gustarían.

-¡Oh, vaya! –Acunó el ramo entre sus brazos –¡Están preciosas! No has dejado de ser un joven muy detallista. Dale las gracias a tu abuela. Mañana pasare a saludarla.

Ryoga se frotó la nuca, ruborizado.

-¿Por qué no te quedas a cenar? –Propuso Soun –Creo que sería muy interesante saber que ha sido de ti durante estos dos años.

-¡Me encantaría! –Aceptó chocando las palmas –Por supuesto, si Akane también está de acuerdo.

La mencionada tragó en seco al sentirse observada por las tres personas frente a ella. ¡Era obvio que no estaba de acuerdo! Ya había tenido que lidiar con Ranma hace unos momentos, y tener a Ryoga cerca solo lograría hacer que sus sentimientos se alteraran más.

-Cla… Claro que sí. Quédate –Mintió resignada.

Sus padres sonrieron y se dieron la vuelta para ingresar al comedor.

-Las pondré en agua –Comentaba Naoko mientras su esposo la abrazaba por la cintura.

Cuando ambos estuvieron lejos, Akane se atrevió hablar –Ryoga, ¿Qué estás haciendo?

-Tranquila, solo quería saludar.

-Y ahora te quedaras a cenar –Se cruzó de brazos –Estas cambiando los planes.

-Claro que no –Se acercó y la tomó por los hombros –No estoy haciendo eso, sigue en pie nuestro plan inicial de reunir a las familias. Pero entiéndeme, sería muy descortés si los rechazara y no quiero que cambien su opinión sobre mí.

-Pero si ya ves que te adoran, siempre lo han hecho –Colocó ambas manos en el pecho de él.

-Lo sé, pero solo me conocen como "el pequeño Ryoga" y si quiero que empiecen a verme como "Ryoga: el novio de su hija" debo empezar por algún lado –Explicó tiernamente, juntando su frente con la de ella –No hare nada malo, solo platicare un poco con ellos y luego me iré.

Akane quedó embobada ante sus palabras, la elocuencia de Ryoga no tenia limites. Ella deseaba no tener que lastimarlo, pero ¿Qué hubiera pasado si sus padres hubieran llegado diez minutos después? ¿De verdad se habría acostado con Ranma y después tendría que enfrentarse a Ryoga como si nada? Y si ambos lograban resolver su complicada relación ¿Cómo se lo explicaría después?

Quería salir huyendo lejos, pero al tener los labios de su supuesto novio tan cerca, era víctima de la inmovilidad.

Ranma salía del baño, respirando con tranquilidad. Era un alivio haber acabado con su erección, aunque hubiera preferido deshacerla de otra forma, no saldría a la calle con ella a cuestas.

-Bueno, supongo que debo irme o Akane me matará –Dijo para sí mismo, luego clavo la mirada en el techo –Mierda, las cosas empeoraron tanto que yo ni siquiera sabía que sus padres estaban de regreso. Soy un idiota.

Se suponía que debía ir hasta la habitación de Akane, que estaba a menos de diez pasos de distancia, e irse por la ventana como de costumbre. Pero había algo que lo obligaba a quedarse, no sabía porque pero quería darle un último vistazo.

-Claro, Ranma, cava tu propia tumba –Pensó sarcástico al acercarse al mismo punto de la escalera donde había estado antes.

Se asomó sigilosamente con el fin de que no lo vieran, llevándose así una gran sorpresa ante la escena que ocurría en el piso de abajo: Akane y su amiguito estaban abrazados melosamente y a punto de besarse…

-¿Qué mierda es esta?

Apretó los puños con fuerza, tenía que estar volviéndose loco definitivamente, ¿No se suponía que Akane ahora era novia de Mousse? Bueno, no se suponía, eso no lo había confirmado aun, ¿Pero por que iba a besar al imbécil de Ryoga? Si, Jamás olvidaría su nombre ni la vergonzosa escena que ambos protagonizaron en el U-chan's. Era como si la furia que le provocó en ese momento invadiera de nuevo su cuerpo, impulsándolo a irse contra él y molerlo a golpes.

Desde el primer momento, la cercanía que le profesaba a Akane le incomodaba y la repudiaba de sobremanera, y ahora que estaba a punto de besarla, sabía que estaba en lo correcto.

Iba a detener lo que estaba sucediendo en ese preciso momento.

-¡Hermana! –Satori salió del comedor, con sus padres y abuelo tras él –La cena esta servi… –Calló al observarlos.

Los tres adultos abrieron los ojos de par en par al ver a Ryoga y Akane tan cerca, hasta que una potente voz resonó con alegría en toda la casa.

-¡Buenas noches, familia Tendo!

Todos observaron como el chico de trenza bajaba las escaleras con una enorme sonrisa en el rostro y los brazos abiertos.

-¿Ranma? –Naoko y Soun irguieron una ceja.

-¡Ranma! –Satori se alegraba de verlo.

Akane, por su parte, sentía como la vena en su frente se hinchaba rápidamente –Ran…ma…

-¿Qué hace aquí? –Ryoga desaprobó con la mirada su presencia.

-No es lo que piensas –La joven intento excusarse, aunque esa no era la frase indicada.

-¡Sr. y Sra. Tendo, que bueno verlos! –Ranma se acercó a ellos y los tomó de las manos, sacudiéndolas de arriba abajo –¿Cómo han estado? ¿Tuvieron buen viaje?

La madre de Akane y Satori sonrió amablemente, el "amigo" de su hija siempre había sido de su agrado.

-Hola, Ranma –Le dirigió la mirada a la adolescente –Akane, ¿Por qué no nos dijiste que lo habías invitado? Es un gusto tenerlo en casa.

La aludida se encogió de hombros, tratando de contener la aparición de su furiosa aura roja.

-¡Ranma! –Satori jaló de su camisa para que lo notara –¿Por qué no has vuelto más? Prometiste que me enseñarías a jugar baloncesto.

El chico de trenza sonrió conmovido, siempre deseó tener un hermano menor y el pequeño Tendo era parecido a uno –Por supuesto que lo haré, amiguito.

Happosai achicó los ojos, al contrario de los demás, el joven de ojos azules no era de su agrado. Aunque jamás lo dijera en voz alta, sabía que las intenciones de ese chico con su nieta no eran muy santas. Él, siendo bastante de libertino de por sí, no complacía eso para su inocente pequeña.

-¿Qué hacías allá arriba, jovencito? –Preguntó dando un golpe con el bastón.

Ranma lo miró con una sonrisa hipócrita, tampoco le agradaba mucho el viejo desquiciado que Akane tenía por abuelo –Me dieron ganas de pasar al baño.

El anciano torció el gesto –¿Y en qué momento llegaste? No recuerdo haberte visto entrar.

A Akane se le cortó la respiración por un segundo, ¡Por amor a Kamisama que no descubrieran la verdad!

Ranma amplió su sonrisa y le propinó un codazo en la cabeza –¡Ay, abuelo, que dices! Ya estas tan senil que olvidas las cosas.

Happosai gruñó, y en respuesta, golpeó al chico con su bastón en el mismo lugar –¡Yo no soy tu abuelo, muchacho altanero!

-¡Ranma! –Akane endureció la voz –¿No crees que ya deberías irte? Es un poco tarde.

Soun frunció las cejas –Hija, no seas maleducada. Aun no hemos cenado.

-¿¡También se quedará a cenar!? –Dijeron Ryoga y Akane al unísono.

-Ustedes son tan amables –El chico de trenza continuó con su falsa alegría.

-Bueno, ya la comida está servida –Informó el hombre de bigote –Pondré otro plato para ti, Ranma.

-Muchísimas gracias.

-Ryoga, querido –Dijo Naoko –¿Podrías ayudarme con la botella de vino?

El joven sonrío encantado –Con mucho gusto, Sra. Tendo.

Ingresaron al comedor en completa calma, dejando a solas a Ranma y Akane en la sala de estar.

Cuando estuvieron solos, ambos se miraron echando chispas por los ojos, estaban completamente enojados. Sin medir el nivel de sus voces, se gritaron en coro:

-¿¡Qué mierda estás haciendo!?

-¡Te dije que te fueras, necio! –Reclamó ella.

-¡Oh, lo siento! ¡No fue mi intención interrumpirte con "tus padres"! –Enfatizó las comillas con los dedos.

-¡Deberías estar con tu novia y no aquí, haciéndome la vida imposible!

-¡Al menos no soy yo quien tiene secretos! –Dio un paso adelante –¿Qué es lo que pretendes, Akane?

La chica abrió la boca para responder, pero alguien más hablo por ella:

-A mi me gustaría saber lo mismo –Dijo Ryoga tranquilamente, observando todo desde las puerta del comedor.

Los adolescentes lo miraron fijamente. Akane tembló nerviosa ante la seria imagen que Ryoga le dedicaba, mientras Ranma lo observaba disparando desprecio por las pupilas.

-Ryoga, yo…

El chico la silencio moviendo la cabeza –Vamos, los esperan para comer.

Ambos caminaron en silencio tras el chico de la bandana. Una vez en el comedor, todos procedieron a cenar. Ranma y Akane estaban sentados uno al lado del otro para su mala fortuna. La tensión entre ambos era evidente, pero solo Ryoga podía notarla.

-Extrañaba mucho tu comida, papá –Comentó la mujer de cabellos azules.

-Esta delicioso, Happi –Secundó Soun.

El anciano sonrió agradecido –Es bueno saberlo.

Ryoga tomó la copa entre sus dedos y la movió con delicadeza antes de probar el vino. De un momento a otro se había empezado a sentir incomodo, sospechaba lo que estaba sucediendo, pero aun así, actuaria como si no comprendiera la situación.

-Entonces, Sr. y Sra. Tendo, ¿Por qué no nos cuentan que tal estuvo el trabajo?

La mujer hizo un ademan con la mano antes de contestar –Oh, Ryoga, realmente no hay nada interesante que contar. Tú ya sabes cómo es eso: Viajes agotadores, largas reuniones de oficina, revisar contratos aun más agotadores y dar un montón de consejos legales que probablemente no escucharan.

El muchacho dejó escapar una risa –No se subestime, Sra. Tendo. Mi padre me comentó que el Sr. Nakamura está muy entusiasmado con ese negocio, y no lo dudo, mire que sacarlos de casa durante un mes demuestra que será fructífero.

Soun entrelazó ambas manos bajo su barbilla –Pensé que tu padre y nuestro jefe habían roto relaciones.

-No, simplemente dejaron de negociar durante un tiempo –Le dio otro sorbo al vino –No se sorprendan si pronto les llega un documento con el apellido "Hibiki" a sus escritorios.

-¡Oh, vaya! Más trabajo –Suspiró Naoko con cansancio.

-No se preocupen. Ustedes solo tendrán que revisar las clausulas para su aprobación en Japón. Mi padre y Nakamura serán quienes lo presente en los países de fuera.

-¡Vaya, Ryoga! –El de bigote lucia sorprendido –Ya hablas como todo un hombre de negocios. Fueron dos años muy bien aprovechados en el exterior.

-Fue una experiencia interesante.

Ranma escuchaba atentamente la conversación, no entendía ni una sola palabra de lo que hablaban. Por lo visto, Ryoga venía de una familia influyente y seria el magnate dueño de quien sabe qué cosa. Debía admitir que se trataba de un rival difícil.

-¿Y qué hay de ti, Ranma? –Naoko dirigió su atención al muchacho –¿Cómo va la escuela?

Se rascó la mejilla, nervioso –Oh, bueno… estoy mejorando bastante.

Akane lo miró con reproche, sabía que eso era una gran mentira.

-Imagino que si –Sonrió la mujer –Faltan solo un par de meses para la graduación, ¿Ya sabes a que te dedicaras en la universidad?

-Mmm, no todavía –Respondió mirando al suelo –Pero no me preocupo demasiado, pronto pensaré en algo.

Los rostros de Soun y Naoko se desencajaron, esperaban una respuesta diferente.

Happosai dejó escapar una risa sarcástica y cruzó los brazos –Probablemente te acepten en la universidad para idiotas.

Golpeó la mesa con una mano y se levantó de golpe –¡Escúcheme, Anciano!

-¡Oye, Ranma! –Satori interrumpió la discusión –¿Y que pasó con aquella chica bonita de la que tanto me hablabas? ¿Lograste algo con ella?

Tuvo que tragar con fuerza al sentir como el aire se calentaba a su alrededor. La peligrosa esencia del enojo inminente crecía alrededor de la chica sentada a su lado. Sabía que lo más prudente era salir corriendo antes de que ella lo asesinara; si tan solo pudiera hacer eso…

Akane apretó los puños, indignada ¿Cómo se atrevía hablarle de Shampoo a su hermanito? ¡No la respetaba ni en su propia casa! Claro, no es como si tuviera que hacerlo pero… ¡Al carajo! Iba a darle un poco de su propio merecido.

Respiró profundamente y puso la mejor cara de dulzura fingida:

-Oh ¿Te refieres a Shampoo? ¡Pero si ya es su novia! ¿No es una excelente noticia?

El niño abrió los ojos con sorpresa –¡Woah!

-¿Tienes novia, Ranma? –Preguntó la madre de Akane y Satori.

-Vaya Don Juan –Dijo Soun.

El chico movió las manos en señal de negación –¡No, no, no, no! No es así…

-¡Claro que sí! –La joven juntó ambas manos cerca de su rostro –Están saliendo desde hace unas semanas… No tienes por qué negarlo.

Le clavó la mirada, furioso, ella no tenía derecho a decir semejante descaro –Lo dices como si tú no negaras ciertas cosas también.

Tanto Akane como Ryoga cambiaron su semblante ante ese comentario. Ambos lo interpretaron de maneras distintas, pero bastante acertadas de cierta forma.

-¿Qué significa eso? –Al hombre de bigote ya le estaba intrigando la conversación.

-Si, Akane, ¿Qué significa? –Secundó el chico de bandana.

La chica se mordió el labio, sintiéndose acusada por un crimen –Yo… no sé de qué estás hablando.

-¿Segura? –Se cruzó de brazos –Podría darte una pista.

Akane se paralizó, su presión disminuía rápidamente.

El ángel Kasumi y la diablilla Nabiki se acurrucaron en los hombros de la chica con cierto temor, no se veía bien lo que sucedía.

-No puede ser, ¿Ranma será capaz de revelar el secreto? –Murmuró la conciencia buena.

Happosai se levantó y golpeó el suelo con la mesa, llamando la atención de los presentes –¡Ya fue suficiente! No sé quién te dio derecho de venir a nuestra casa y humillar a mi nieta, pero esta noche es para recibir a mi hija y a mi yerno luego de tanto tiempo fuera. Aquí siempre te hemos recibido con los brazos abiertos, ¡Así que lo mínimo que deberías hacer es comportarte!

El muchacho miró avergonzado a la familia de Akane, era cierto, estaba dejándose llevar por sus bobos impulsos y por lo tanto, faltándole el respeto a un grupo de personas que siempre han sido generosas con él, incluyendo a la misma Akane.

Se acomodó en su silla con la mirada baja, mientras murmuraba un apenado "Lo siento".

Akane frunció el ceño, debía sacar a Ranma de su casa en ese mismo instante o le causaría un problema mayor. Sabía que no iba a librarse del interrogatorio que su padre le haría cuando estuvieran a solas. Soun Tendo no era estúpido y, por la expresión que cargaba en su rostro, podía adivinar que algo realmente grave estaba sucediendo. Además, no solo tendría que enfrentarlo a él, Ryoga también estaba levantando sospechas.

Deslizó sus dedos con delicadeza por el borde de la mesa, logrando tirar el tenedor que reposaba a la derecha de Ranma, con mucha precisión, al suelo.

-¡Ranma! –Se llevó las manos al rostro con fingida impresión –¡Se te cayó un cubierto!

-¿Eh? –Miró incrédulo al suelo.

-Sí. Fíjate –Dijo inclinándose bajo la mesa, al mismo tiempo, tomó por la trenza al chico para jalarlo junto con ella –¿¡Que pasa contigo!? –Gritó en un susurro.

-¡Ouch! ¡Eso duele! –Se quejó sobando su nuca.

-¿Ibas a revelar nuestro secreto frente a toda mi familia? ¿¡Te volviste loco!?

-¿De qué hablas? ¡Por supuesto que no!

-Ranma, no pretendas jugar conmigo –Acercó su rostro al de él –Claramente te dije que te fueras y no me obedeciste, esta no es la manera de resolver las cosas.

-Yo no pretendía quedarme –Respondió achicando los ojos.

-¿Y por qué lo hiciste?

-Pues en primer lugar me ocultaste lo tuyo con Mousse.

Ella irguió una ceja, confundida –¿Mousse?

-Y en segundo… –La tomó por los hombros y la acercó mucho mas a él –Te vi a punto de besar a ese idiota de tu amigo.

Ahora sí se sentía nerviosa. De acuerdo, por más que Ranma la buscara seguía siendo el novio de Shampoo, así que ella tenía derecho a seguir con su vida también, pero gracias a los últimos eventos ocurridos, no estaba lista (y mucho menos segura) de querer revelar su "relación" con Ryoga aun.

-Vayaaa –La diablilla Nabiki sonrió con picardía –¿Acaso alguien esta celoso?

-¿Y eso qué? –Respondió fingiendo indiferencia.

-¿Y eso qué? –Repitió ingenuo –¿Vas por la vida teniendo novios en secreto y besando a otros chicos sin decirme nada?

A estas alturas sentía la necesidad de abofetearlo con fuerza. Se detuvo al recordar que estaba en su propia casa y con su familia en la misma habitación.

-¡Es que no tengo que decírtelo! ¡Tú ya tienes una novia! ¡Shampoo! ¡La chica de la que estabas perdidamente enamorado! –Trató de no alzar la voz.

-Sí, y yo jamás te la oculté –Se excusó patéticamente.

La sangre comenzó a hervirle –Maldito imbécil –Pensó controlándose –¿Cuál es el problema? ¿Acaso ya se te olvidó tu propia e importante regla?

Silencio. Las palabras de Akane resonaron en su cabeza, recordándole todas las veces en las cuales le había dicho aquella frase que era la base principal de su amistad con derechos:

"Nada de sentimientos"

Lo sintió como una puñalada en el corazón, pero como siempre, su orgullo debía salir a flote y sacarlo de esas situaciones.

-Ya quisieras…

La chica se molestó por eso, ¿Qué carajos pretendía entonces? –¡Eres un idiota!

Él también se molestó –¿A quién le dices idiota, niña tonta?

No se habían dado cuenta que, en medio de su acalorada discusión, se levantaron del suelo de golpe. Estaban a la vista de todos, siendo observados con mucha atención.

-¡Llamaré a Ranko en este mismo instante para que te largues! –Amenazó.

-¡Adelante! ¡Como si tuviera miedo de ella!

Al escuchar su nombre, la expresión en el rostro de Ryoga se suavizó. Recordó que debía haber llamado a la pelirroja hace unas horas pero no lo hizo.

-¡Oye, Ranma! ¿Podrías decirle a tu prima que pase mañana por la tienda… por favor? –Pidió tranquilamente.

-¡No creas que te lo pasaré por…!

-¡Ay, si! ¡Mira como…!

Ambos se callaron repentinamente, dándose unos segundos para procesar las palabras de Ryoga. Se voltearon robóticamente a mirarlo con los ojos bien abiertos, diciendo al unísono:

-¿A Ranko?

-Si –Asintió –¿Ranko es tu prima no?

-Pe… pero… pero… ¿Cómo la conoces? –Preguntó incrédulo.

Akane se cruzó de brazos mientras una gota bajaba por su sien –Idiota, se conocieron en el restaurante de Ukyo, ¿Recuerdas?

El chico se encogió de hombros ante su respuesta sarcástica –Si lo recuerdo, boba, pero no que se hayan vuelto tan buenos amigos.

Nuevamente se miraron echando chispas.

-Estoy ayudándola con algo –Comentó sin querer dar muchos detalles –Es una sorpresa.

-¿Ah sí? –El chico de trenza sospechaba que se trataba de algo más.

Akane también veía extraña esa repentina amistad entre Ranko y Ryoga, ¿En qué momento sucedió? Y mas importante aun ¿Por qué no se lo había dicho antes?

El suave sonido de un maullido seductor irrumpió el lugar. Allí, en la ventana abierta del comedor, una coqueta gata de color purpura meneaba su cola de lado a lado en busca de su dueño.

-Parece que Shampis te busca, Ryoga –Dijo Satori en tono de broma.

-Ven aquí, preciosa –El chico de bandana extendió los brazos para que el minino se acomodara entre ellos –No puedo dejarte sola por unos momentos.

La gata Shampis era la mascota de Ryoga desde hace mucho tiempo atrás. Sin embargo, cuando este debió viajar con su padre durante dos años, su abuela había sido la encargada de cuidarla hasta su regreso. Desde entonces, la coqueta felina era mucho más apegada a su amo, y por lo tanto, más celosa también.

-Se nota que te extrañó –Comentó Naoko con los brazos en jarra.

El chico acarició suavemente el pelaje de su mascota mientras esta ronroneaba complacida. Tuvo que detenerse al escuchar un grito de espanto proveniente de uno de los miembros de esa desastrosa cena.

-¿Qué?

En una de las esquinas del comedor, Ranma se abrazaba a sí mismo con pánico. Su rostro dibujaba una mueca de terror absoluto, le temblaban las manos y el color de su piel había empalidecido.

-¡Aléjala, aléjala, aléjala! –Gritó asustado.

-¿Qué te sucede, Ranma? ¿Estás bien? –Cuestionó Soun.

-¡Aléjenla de mi! ¡No la quiero cerca!

-Akane, ¿Qué le pasa? –Naoko estaba empezando a preocuparse.

La chica rodó los ojos y gruñó por lo bajo –Ailurofobia.

-¿Cómo dices? –Sus padres y abuelo abrieron los ojos con sorpresa.

-¿Y eso qué es? –Preguntó Satori, confundido.

Happosai observó el estado de Ranma con detenimiento y le explico a su nieto lo que sucedía –Se trata de un trastorno persistente que incita a la persona que lo sufre a tenerle un miedo compulsivo a los gatos. No son capaces de observar a uno, mucho menos tenerlo cerca.

-¿Miedo a los gatos? Qué tontería –Espetó el niño con decepción.

-Mmm, creo que Ranko me había mencionado algo como esto –Pensó Ryoga con seriedad.

Sin darse cuenta, la minina saltó de sus brazos y camino a paso lento hasta un atemorizado Ranma. Al tener a la gata tan cerca, su estado de pánico aumento.

-Ga… ga… ga… ga… ¡Gatoooo! –Gritó desesperado.

La gatita dejó escapar un coqueto maullido antes de saltar encima del pobre muchacho, el cual empezó a correr asustado con el animal guindando de su trenza.

-¡Shampis! –Le llamó su dueño pero no le hizo caso.

-¡Quítenmela de encima! ¡Auxilio! ¡Ahhh!

-¡Ranma! ¡Si no dejas de correr no te soltara! –Akane fue tras él.

El chico de ojos azules corrió fuera de la residencia Tendo y se tropezó con el escalón de la acera. En el impacto, la gata se soltó de su trenza y aterrizó algunos metros más lejos.

-¿Estás bien? –La voz de la chica sonaba preocupada.

Saber que estaba ahí, velando por su bienestar, le agradaba enormemente. Pero al notar la sonrisa burlona que le dirigía, sintió furia nuevamente.

-¿Acaso vas a burlarte de mí? –Bufó apretando los dientes.

Ella se inclinó para que sus ojos se miraran frente a frente –Tú te lo buscaste.

-Escúchame, Akane, lo único que quiero es…

Lo interrumpió –Tus tontos impulsos fueron los responsables de que esto sucediera. Si realmente quieres resolverlo debes aceptar sus consecuencias también.

-Pues eso haré –Respondió decidido –¿Acaso crees que mentía cuando dije que te necesitaba de regreso?

Su pequeño corazón se aceleró al escucharlo decir eso. Aquellas palabras no habían salido de su mente, cada día las recordaba con claridad.

La gatita se puso de pie nuevamente, saltando por segunda vez sobre Ranma. El chico volvió a aterrorizarse y se levantó de golpe para correr con la minina sobre él.

-¡Odio a los gatos! –Gritó a todo pulmón.

Los Tendo y Ryoga salieron de la casa con prisa al escuchar el último grito de Ranma.

-¿No te preocupa Shampis? –Preguntó Naoko al observar como el muchacho huía con la mascota encima.

El pelinegro negó conteniendo su risa –Ella sabe como regresar a casa.

Akane quedó pensativa. Quizás estaba siendo demasiado dura, después de todo ¿No era ella quien deseaba que Ranma quisiera estar a su lado? Al parecer, todavía existía la minina posibilidad de que las cosas entre ellos sucedieran de manera definitiva, debía averiguarlo, aunque en el proceso lastimara a una de las personas que más quería en su vida.

Al final, sin importar cuánto se esforzara, terminarían siendo víctimas de sus infantiles impulsos también.


A ver, a ver, a ver ¿De qué les hablo esta vez? Me pareció que todo quedó lo bastante claro. Quise respetar la relación original entre Ranma y Happosai, creo que hasta en un U/A sería extraño que se llevaran bien xD Y con respeto a la "adorable" mascota de Ryoga, pff, ¿A que no se esperaban que el novio de Akane amara a los gatos mientras Ranma los odia? *Risa malvada* Todo sea por molestarlo un poco xD

¡Ahhh! Creo que lo mas importante es ¿Ya sabe Ranma lo que sucede entre Akane y Ryoga? Sí y no. Los vio, eso lo sabemos, pero no conoce lo demás todavía, así que podría decirse que es solo el comienzo.

Respondiendo Reviews:

Natalia Saotome Tendo: ¡Hola amiga! De hecho no, ni yo sé aun en qué momento y en cual circunstancia se dará la primera vez de ambos, pero eso sí, no será hasta que maduren y se resuelvan. Con Ryoga y Ranko creo que terminará siendo algo mutuo, pero los dos se tienen que poner las pilas o estarán peor que Ranma y Akane Hahaha. Bueno, amiguita, espero te haya gustado el capitulo y te divirtieras con él, ya estamos entrando en la parte buena. Te mando mil abrazos, ya vi que actualizaste así que iré a leerte en un rato… Te adoro! Saludos! :D

Mary: Jejeje ¡No soy mala! Solo que me gusta la intriga. Ranko y Ryoga se están ganando sus fans y eso me agrada, son dos personajes con muchísimo potencial y quiero sacarlos del molde "Yaoi" al que están atados (No cuenta si hablamos de un fic tradicional… allí si me parecería raro)

Bry: Querida, definitivamente deberías ser escritora xD ¡Lo digo en serio! Yo seria de tus lectoras. Me encanta la manera en la que te integras a las historias y sufres y vives igual que los personajes (No es mi intención que sufras :c tratare de no hacerlo) Tranquila, a Ranma no va a violarlo nadie que no sea Akane, así que trata de no colapsar hasta que eso momento llegue xD Saludos, espero tu comentario!

Ana: No fue parte de su imaginación, realmente ocurrió. Akane aun es un poco débil, pero como se puede apreciar, está endureciendo su carácter. Ya Ranma también está aprendiendo como son las cosas. Ellos no van a madurar de golpe, y por lo tanto, deben pasar por ese tipo de cosas para hacerlo. PD: ¡No! D: ¡No me secuestren! ¡Yo si le daré un final a la historia! ¡Tengan compasión!

Aurora: No, no y no ¡No hay nadie peor que Rumiko! Yo sigo sus pasos pero ella sigue siendo la reina de la maldad xD ¡Yo comparto tu amor por Inuyasha! Ese fue el primer anime que me hizo entrar en mi fase de desesperación (Ranma ½ lo vi muchos años después) Yo sufría junto a Kagome T-T Pero al final, logró estar con su querido inuyasha :D (Ven… Rumi es amor cuando quiere) Oye, no me molesto para nada el spam de reviews que dejaste ¡Al contrario! Me encantó saber lo emocionante que se te hizo la historia, ese tipo de cosas son las que me animan a seguir escribiendo. Jejeje, tu nombre me hace recordar a la bella durmiente :D Bueno, te mando un abrazo gigante y espero leer tus comentarios pronto.

Aurora y Bry: Para nada xD No me molesta que utilicen esto para planear su conspiración contra Rumiko, me hacen reír demasiado Hahaha. Yo las apoyo en la causa, si me necesitan como cómplice para llevarlo a cabo me dicen xD

Vanesa: ¡Oh, sí! Eso es lo que mas sobra… Saludos.

CONEJA: Los celos de Ranma serán mucho peores… Con Shampoo, bueno, ya sabemos que ella quedará en segundo plano para él.

Xandryx: Espero haberte sacado del hilo xD Me disculpo por el final del capítulo anterior pero tenía que hacerlo xD Ya se pondrán "cómodos" después. Besos.

Azucenas45: ¡Sigo, sigo! Jeje (:

YuchyRam: Hahaha, técnicamente quienes interrumpieron si fueron sus papás pero no abriendo la puerta xD Tan mala no soy como para hacer algo así.

Ishy-24: Lo siento, lo siento, lo siento :c Espero no haberte causado un ataque como a los demás xD Ojala disfrutaras del capítulo. Besos!

BUBU30: ¡Tranquila! Lo importante es que puedes comentar en cualquier momento xD El U/A es parte fundamental de esta historia así que me hace feliz saber que te gusta. Lo sé, yo también pienso que Akane y Mousse serian adorables juntos… tal vez considere hacerlo… ¡OK, NO ME CREAN! xD Bueno, dentro de lo que cabe puede decirse que nuestra situación es "estable" pero ahí vamos, muchas gracias por preocuparte (: Ahora estoy de vacaciones pero me toca regresar a principios de Septiembre D: Lo sé, es horrible… Jeje, habrán muchos mas, descuida. Te mando un abrazo enorme :D

Queridos míos, eso es todo por ahora. Les adelanto que para la próxima nos centraremos en el punto de vista de Ranma, quiero que sea algo así como un capítulo especial, espérenlo.

Les envío cientos de miles de millones de buenas vibras y espero leerlos a todos en sus Reviews.

¡Felices vacaciones para todos!

Peace Out! #PrayForVenezuela.