¡Holaaaaa queridos! Si, Reiki volvió ¡Yay!
¿Me tardé mucho? Consideren que últimamente estoy actualizando mas rápido que antes, además, la universidad me tiene hasta el tope y no me da tiempo ¡De nada! Estoy rogando para que Diciembre llegue pronto.
A ver, creo que tengo que aclararles ciertas cosas con respecto a este capítulo:
1. ¿Recuerdan el capitulo 7? ¿Dónde Ranma y Akane se ponían melancólicos bajo la lluvia? Bueno, hoy comprenderán el por qué.
2. Para todos aquellos que desean saber cómo comenzó la complicada relación entre Ranma y Akane y como eran sus vidas antes de eso… ¡Lean!
3. Este capítulo esta divido en dos partes, principalmente porque soy malvada y me gusta dejarlos intrigados en la mejor parte y porque quise hacer algo parecido a mi OVA favorita: "Recuerdos despertándose"
¡Bueno! No les quito más el tiempo, disfruten de la lectura :D
Disclaimer: Ranma ½ es propiedad de Rumiko Takahashi.
14. No lo olvides (Parte I)
-¡Oh, no! Parece que va a llover –Exclamó preocupada la mujer de cabellos rojizos.
Nodoka se asomó por la ventana al escuchar las palabras de su cuñada. Afectivamente, el cielo era gris y las nubes lo cubrían en su mayoría –Es verdad.
-Mamá, Tía Nodoka –Ranko se acercó a las mujeres para despedirse –Ya me voy a la universidad, se hace tarde.
-Hija, ten mucho cuidado. No vayas a mojarte –Pidió su madre.
-Descuida, tomaré el autobús –Dijo –No me esperen para almorzar, vendré mas tarde.
-¿Qué? –Exclamaron al unísono –¿A dónde vas?
-Tengo cosas que hacer después de clases –Respondió dándose la vuelta –¡Nos vemos!
-Pero… ¡Ranko! –Su madre quería una explicación más detallada, pero la chica no se detuvo.
Ranma observó atentamente la escena desde el mesón de la cocina, sin inmutarse, del comportamiento de su prima. Desde que le había dicho que el tonto de Ryoga quería verla hoy (Momento en el cual, por cierto, se habían dirigido la palabra por primera vez en días) la sonrisa en su rostro no desaparecía. Para él seguía siendo un misterio esa repentina amistad entre ellos dos, le intriga saber cual era esa "sorpresa" que ocultaban. Una cosa era cierta, si bien él y Ranko tenían sus diferencias, seguía siendo su prima y Ryoga no era de su agrado.
-Yo también me voy –Anunció saliendo de sus pensamientos.
-Que tengas un buen día, cariño –Su madre le dio un beso en la frente –Date prisa o la lluvia te alcanzara.
-Gracias, madre –Se dirigió hasta la puerta y se despidió –¡Adiós!
Una vez fuera de casa, levantó la mirada al cielo. El tono deprimente de aquel día gris compaginaba perfectamente con su agonía. Anoche, al regresar a casa, Shampoo le había dejado un mensaje en el cual le exigía ir al cine después de la escuela para ver una película romántica de dos adolescentes que sufrían de una enfermedad terminal. El tipo de películas que él odia. Su novia ni siquiera se había molestado en preguntarle cómo se encontraba luego de doblarse el tobillo.
-Maldita sea, estoy seguro de que me obligara a ir con ella –Susurró, caminando con las manos en los bolsillos –No podré escaparme, Shampoo es muy lista.
Avanzó hasta el final de la cuadra y se detuvo ante el semáforo en verde, faltaban pocos segundos para la luz de cruce. Frente a él, una joven pareja esperaba cruzar al otro lado también.
Los miró detenidamente, estaban abrazados y se sonreían embobados el uno al otro. El chico sostenía un paraguas sobre la cabeza de ambos, aunque no había empezado a llover aun. Un vacio melancólico invadió su pecho de repente.
-Akane –Pensó con pesar –Los días de lluvia me recuerdan a ella.
La luz del semáforo cambio, y las tres personas esperando para cruzar, avanzaron mientras las gotas empezaban a caer.
-¡Ya nos vamos a la escuela! –Exclamaron los hermanos en coro al llegar a la cocina.
-¡Oh, mis niños! –Naoko sonrió ampliamente –Que bueno verlos con tanto animo.
-Mis amigos y yo tendremos juego hoy después de clases –Comentó Satori con alegría –¿Puedo traerlos a merendar?
-¡Por supuesto! –Respondió la mujer –Pero no hagan desastres.
-No se preocupen, yo los vigilare –Akane acarició el cabello de su hermanito.
-¿No saldrás con tus amigos hoy? –Preguntó su madre.
-No.
Soun, quien leía el periódico despreocupadamente en la mesa de la cocina, añadió: –¿Ni con Ranma?
Sus ojos se oscurecieron ante la pregunta –No lo creo. Ahora tiene novia, ¿recuerdan?
El matrimonio Tendo se miró con sorpresa ante la seria expresión en el rostro de su hija. Sin embargo, decidieron no decir nada más.
-Muy bien, nosotros nos iremos a la oficina en una hora –Informó el hombre de bigote, levantándose de la mesa –Trataremos de salir temprano para traer la cena.
-¡Hamburguesas! –Exclamó el niño, eufórico. Su hermana asintió con la cabeza.
-Su abuelo ya hizo demasiado durante un mes, así que dejémoslo descansar –Dijo la mujer.
-Como digan –Akane tomó a Satori del brazo y se dieron la vuelta –Que tengan un buen día, ¡Los vemos mas tarde!
Los hermanos Tendo salieron de casa sin percatarse del mal clima que se estaba avecinando. Estaban un par de pasos lejos de casa cuando sintieron un par de gotas mojarles el cabello.
-¡Oh, no! –El pelinegro se llevó las manos a la cabeza.
-Lluvia –Murmuró la chica con la mirada en el cielo.
-¡Akane! ¡Satori! –La voz de su madre llamándolos los alertó.
-Mamá –La vieron correr hacia ellos a toda velocidad, con un par de objetos en sus manos.
-¡Oh, cielos! Vaya que somos distraídos –Dijo tendiéndoles lo que traía.
Los tomaron con curiosidad, identificando lo que eran –¿Paraguas?
-Sí, cuando su padre y yo estuvimos en Kioto, pasamos por una pequeña tienda de recuerdos y les compramos esto. Según los vendedores, cada uno representa una buena fortuna –Extendió una de sus manos para sentir la lluvia –Fue un regalo muy acertado, ¿cierto?
El pequeño Satori fue el primer en abrir el paraguas y colocarlo sobre su cabeza. Era de color azul brillante y tenia dibujos de tréboles en todas partes.
-Suerte –Leyó la inscripción escrita en kanjis junto a los tréboles –Oh.
Akane imitó la acción de su hermano y abrió el paraguas. El suyo era rosa pálido, con corazones y la inscripción que decía:
-Amor –Susurró la chica.
La luz de un rayo atravesó el cielo, y después de eso, el fiero sonido del trueno resonó.
-¡Apresúrense! La tormenta va a empeorar –Pidió Naoko cubriéndose con las manos y corriendo de regreso a casa.
Los hermanos se tomaron de la mano, sosteniendo los paraguas con la libre. Tuvieron que aumentar la velocidad de sus pasos cuando el suelo estaba tan mojado, que el agua podía entrar a sus zapatos y empaparles los pies.
-No creo en estas cosas –Dijo la joven mientras observaba los corazones en el obsequio de sus padres. El comentario había sido para ella misma, pero Satori lo escuchó.
-Si fuera tú, no cuestionaría a un paraguas debajo de una tormenta –Bromeó.
Rió levemente para luego darle un suave apretón en la mano –Todavía no lograras entenderlo, y cuando ese día llegue, espero que no cometas tantos errores.
El niño la miró confundido –¿De qué estás hablando?
Otro trueno los aturdió, obligándolos a caminar con más prisa que antes.
Para Akane, los días lluviosos solo significan una cosa: Ranma. Hacia aproximadamente unos cinco o seis meses, en un día muy parecido a ese, que había comenzando todo. No exactamente todo, antes de eso ya tenían una amistad común y corriente. El chico de trenza había llegado como el alumno nuevo en el curso pasado, él y Mouse ya se conocían desde niños, sin embargo, Akane fue la escogida para mostrarle la escuela.
-Hermana –Satori interrumpió sus pensamientos –Recuérdale a Ranma que prometió enseñarme a jugar baloncesto.
Suspiró. No podía negarse a sí misma que había sentido "mariposas" desde el primer instante en que lo vio. Cuando se convirtió en su amiga y lo conoció más a fondo, fue inevitable enamorarse perdidamente de ese muchacho que solo le arrancaba sonrisas. Pero todo cambio cuando un día, sin siquiera haberlo sabido de antemano, se le declaró a Shampoo (Que para ese entonces, había terminado con Mousse por tercera vez consecutiva) En ese momento, todo cambio. Las discusiones entre ambos comenzaron, los reclamos, los celos de Akane, los insultos de Ranma y por supuesto: el sufrimiento.
Y así fue hasta aquel día en el que su complicada relación había dado inicio.
Flashback:
Aquella era una mañana de lluvia. Nerima se veía opacada por las espesas nubes grises, aunque las aceras brillaban a causa de las frías y gruesas gotas de agua. Los estudiantes de la secundaria Furinkan se refugiaban en el recinto, algunos de los profesores no habían logrado llegar todavía, otros estaban de malhumor.
-¡Que tormenta tan espantosa! –Se quejó Hinako al llegar con sus alumnos. Su atuendo estaba totalmente empapado y su cabello se despeinó con la brisa –¡Seguramente voy a enfermarme!
El grupo de estudiantes la miraban con gracia, los berrinches de su profesora siempre los hacía reír.
Kuno bostezo, aburrido –Yo desearía estar en mi casa, con un chico guapo mientras nos abrigamos del frio.
-Oh, Tatewaki –Ukyo se inclinó sobre su asiento –Dejaste a tu ultimo novio hace menos de una semana.
-¿Y eso qué? ¿No tengo derecho a seguir con mi vida?
Akane, sentada junto a sus dos amigos, no le prestaba la más mínima atención a la conversación que estos llevaban. Estaba concentrada en las dos personas sentadas a tres asientos de distancia de ella.
-Entonces, Shampoo –Ranma la tomó de las manos –¿Te parece si vamos a comer después de clases?
-Ranma ser muy dulce –Contestó –Pero, ¿Ser seguro salir con tanta lluvia?
-Descuida, yo te cuidaré.
La joven suspiró, entristecida. Cada vez que los veía juntos, algo dentro de ella se rompía. Jamás imaginó que se fijaría en Shampoo ¡Pero si es la novia de Mousse! Bueno… era.
-Sabes, no deberías ser tan obvia –Susurró el castaño con malicia.
Ella salió de sus pensamientos –¿Qué dices?
-Akane –Su amiga colocó la mano en su hombro –Se que es duro para ti, pero no ganaras nada torturándote de esa forma.
-No sé a qué se refieren –Dijo cruzándose de brazos.
-Deja de fingir –Reprochó Kuno –Somos tus mejores amigos. Sabemos lo que sientes por Ranma.
-¡Baja la voz! –Se sobresaltó mientras su rostro se sonrojaba –¿Por qué siempre molestan con eso?
-Solo queremos ayudarte –Ukyo le acarició el cabello –Es una situación complicada.
-Y si Mousse estuviera aquí, Ranma tendría un escritorio cruzándole la cabeza –Ironizó el chico. Era probable que Mousse estuviera retrasado por culpa de la tormenta.
-Es mi amigo, se supone que lo apoye –Murmuró, recostándose en su asiento.
-Pero tus sentimientos te indican lo contrario –Prosiguió la cocinera –Eso no te hace una mala persona.
-¿Te digo que deberías hacer? –Ambas chicas miraron a Kuno –Dile que te gusta.
-¡Estás loco!
-¡Vamos, Akane! ¿Qué tiene de malo?
-¡Olvidalo, Kuno! –La chica golpeó el escritorio con los puños –¡Ni de chiste haría eso!
-¿Ocurre algo, Señorita Tendo? –Preguntó la profesora ante el golpe.
Ella se avergonzó –N…no… ¡Todo bajo control, Señorita Hinako!
-Piénsalo un poco –Ukyo le acarició el cabello de nuevo –Ranma te quiere y aprecia mucho. Si le abres tu corazón, se dará cuenta de lo que es amar de verdad.
-Solo te pedimos que recuerdes esto –Dijo el castaño con seriedad –Shampoo le romperá el corazón y se sentirá solo.
Akane se quedó en silencio. No estaba entre sus opciones decirle a Ranma lo que sentía por él. Si hacia eso, seguramente se alejaría de ella y no volvería hablarle nunca más. Shampoo era más bonita, fuerte, sexy y tenia habilidades culinarias tan buenas como las de Ukyo, ¿Por qué se fijaría entonces en el patito feo que tenía por mejor amiga?
Habían pasado varias horas y era tiempo para almorzar. La tormenta no cesaba todavía. El sonido de las ambulancias retumbaba con fuerza en la calle, al parecer, algunos arboles habían caído por culpa de la lluvia.
Akane estaba sola en la zona de casilleros, revolviendo sus cosas sin querer encontrar un objeto en específico. Se sentía confundida, las palabras de Kuno y Ukyo no salían de su cabeza.
-Decirle lo que siento… No puedo hacer eso.
Tan sumida estaba en sus pensamientos que no había notado la presencia del chico de trenza a sus espaldas.
-¿Todavía estas enojada, verdad?
Se sorprendió al escucharlo –¿Qué es lo que quieres?
-Saber si estas molesta.
-¿Por qué? ¿Por haberme dejado plantada o por no apoyar tu estúpido enamoramiento? –Escupió con sarcasmo.
-Ambas.
Rodó los ojos –Olvídalo, Ranma.
-Akane, ya te pedí disculpas –Se acercó a ella –Íbamos a estudiar para matemáticas, lo sé. Pero Shampoo estaba muy triste y quise llevarla a tomar una malteada, te lo expliqué ¿O no?
-Sí, un millón de veces –Trató de controlarse –También te expliqué lo que yo pienso.
-Por favor, eres la única persona que pido que me entienda, ¿Nunca has estado enamorada? –Preguntó.
La chica lo miró fijamente. Sus ojos estaban a punto de aguarse. No tenía idea de lo irónica que era su pregunta –Si.
-Entonces sabes lo que se siente. Yo quiero luchar por Shampoo. Sé que ella…
Akane lo interrumpió –Ella regresará con Mousse.
El chico la miró fijamente, conteniendo su irritación –No cuento contigo ¿verdad?
-Sabes que si –Se acercó y lo tomó de la mano con dulzura –Pero en esto solo saldrás lastimado. No te mereces eso.
-Pero yo la amo, Akane.
Oír esas palabras era totalmente doloroso, pero debía fingir que no le importaba –¿No crees que podrías, no lo sé, interesarte en otra chica?
-¿Otra? –Abrió los ojos con impresión –¿Quién?
-Una chica que si esté enamorada de ti. No alguien que solo te quiera cerca cuando su novio la deja.
-Mmm –Se frotó la barbilla –Espero que no estés hablando de Akari. Es muy linda, pero está loca y no creo que…
-¡Idiota, por supuesto que no hablo de ella! –Cortó colérica, con el rostro totalmente rojo. Aunque sabía que el enamoramiento de Akari con Ranma jamás pasaría de ser solo un sentimiento obsesivo, le desagradaba de sobremanera lo atosigante que podía ser.
-¿Entonces?
Se quedó callada, ¿Debía decirle lo que sentía por él? No, ella no hacia ese tipo de cosas. Además, era obvio que la iban a rechazar y que iba a perder a su mejor amigo y compañero. Arriesgar tanto no era una opción para ella –Pues…
-¡Ranma! –La voz de Kodachi llamó la atención de ambos –¡Por fin te encuentro! ¡Ya ordené el almuerzo!
Akane frunció el ceño. Contrario a lo que muchos podrían pensar, a ella no le molestaba la cercana amistad que había nacido entre Ranma y Kodachi. La campeona del grupo gimnasta de Furinkan se había interesado en uno de los compañeros de equipo del chico de trenza, así que se acercó a él para que le ayudara. Desde entonces son buenos amigos.
Así es, eso no le molestaba en lo absoluto. Conocía a Kodachi demasiado bien como para saber que, si había una sola persona en el mundo con la cual pudiera llevarse, podía guardar una pequeña esperanza en ella. Sin embargo, no le gustaba que fuera tan inoportuna, metiche e igual de encimosa que Akari.
-Lo siento, me entretuve con Akane –Se excusó.
-Oh, claro –Dijo con desinterés –Hola, Akane.
La chica copió la sonrisa hipócrita con la cual Kodachi le saludaba. Para Ranma no era ninguna sorpresa aquel gesto, pero no decía nada al respecto.
-¿Shampoo está comiendo con sus amigas o puedo invitarla con nosotros? –Preguntó.
La pelinegra rodó los ojos. Si bien Ranma la había ayudado en su relación actual, tampoco compartía la idea de estuviera detrás de Shampoo como un perro faldero. Al menos en eso, podía estar de acuerdo con Akane.
-Ni siquiera la vi con sus amigas, hace un buen rato que no sé donde está.
El chico de trenza alzó las cejas, intrigado. ¿Dónde podía estar? Jamás se perdía la hora del almuerzo, era muy importante para ella llevar a cabo las tres comidas del día –Que extraño.
-¡No importa! ¡Vamos ya que nos están esperando! –Exclamó azorada. En menos de un segundo lo había tomado del brazo para arrastrarlo.
-¡Aun tenemos una conversación pendiente, Akane! –Le dijo antes de desaparecer junto a Kodachi.
La chica Tendo suspiró, cuando a Ranma se le metía una idea entre ceja y ceja, era imposible hacerlo desistir. Aunque lo intentara, no se iba a librar del tema hasta aclararlo.
En la cafetería, Akane observaba fijamente como Ranma almorzaba con Kodachi y algunos compañeros de equipo. Él no lo decía, pero ella había notado que desde que empezó toda la discusión por Shampoo, evitaba almorzar a su lado.
Estaba pensando que había sido una muy mala idea decirle que se fijara en otra chica, ¿Qué pasaba si le hacía caso? Obviamente no sería ella la elegida. A pesar de que era un chico tímido y algo tosco con las personas que no conocía, al ser el mejor jugador del equipo de baloncesto era objeto de deseo de muchas chicas. Él lo sabía, y aunque muchas veces le gustaba presumir de ello para molestar, siempre pasaba de ellas como lo hacía con Akari.
Tenía miedo de que esta vez les prestara atención y empezara a volverse un Don Juan para olvidar a Shampoo.
-Ay, cariño –Kuno la abrazó levemente –Me preocupa tanto lo que pasa por esa cabecita tuya.
-Estoy bien –Respondió cerrando los ojos –Simplemente no le daré importancia.
-Bueno, si de verdad logras hacer eso te considerare mi heroína –Bromeó.
Ukyo se acercaba a ellos con el postre en una bandeja. Alguien la tropezó pero por suerte el impacto no la hizo caer.
-Lo siento, Kounji –Shinnosuke se disculpó sin mucho interés y siguió su camino.
-Sí, descuida –Ella respondió de igual forma e hizo lo mismo.
-Vamos, algo de dulce te alegrará –El castaño tomó la bandeja de manos de su amiga y la acercó hasta Akane.
-No –Ella se negó –Lo que necesito es ir al baño. Los veré en el salón.
Los castaños se miraron entre sí con preocupación. Su amiga sufría y aunque quisieran ayudarla, no podrían si ella no se arriesgaba a hablar de sus sentimientos.
Ranma se dio cuenta de que Akane estaba saliendo del comedor. Tenía que hablar con ella en ese preciso momento.
-Disculpen, amigos –Se excusó levantándose de la mesa –Debo hacer algo.
-¿A dónde vas? –Preguntó Kodachi.
-Ya les dije. Es algo importante –Se limitó a responder.
-¿Vas a buscar a Shampoo? –Hiroshi lo miró con picardía.
Daisuke clavó la mirada en la mesa donde comían Yuka, Asami, Sayuri y Hiroko, las amigas de Shampoo, sin la china –Es cierto, no está.
-Etto… ¡Si, iré por ella! –Mintió alejándose del grupo.
Kodachi bufó mientras apoyaba la barbilla entre sus manos –Es mi amigo y lo quiero, pero si tienen que romperle el corazón para que aprenda, que ocurra rápido.
Los demás se limitaron a asentir con la cabeza.
Ranma estaba a solo dos pasos de Akane, cuando cierta chica se interpuso en su camino.
-¡Ranma, amor mío! –Akari lo abrazó por el cuello –¿Qué estás haciendo? ¿Puedo acompañarte?
-¡Akari! –Sus brazos lo dejaban sin aire –¡No me dejas respirar!
-¡Sé que te quito el aliento! –Se restregó feliz contra el cuerpo masculino –¡Causas el mismo efecto en mi!
Akane se había detenido al escuchar el nombre de Ranma salir de los labios de Akari. Ver como se dejaba toquetear por ella la enfermaba, ¿No se suponía que eso le desagradaba?
-Tengo algo para ti –Murmuró sensualmente en su odio.
-¿Qué cosa? –Dijo tratando de quitársela de encima.
La chica le tendió un pañuelo rosa, el cual estaba envuelto con un delicado nudo encima.
-Preparé galletas –Su sonrisa era amplia –Son especiales para Ranma. Apuesto a que nadie lo había hecho antes.
El chico de trenza tragó en seco con cierto temor, en realidad, alguien si lo había hecho.
Hace un tiempo atrás, Akane tuvo la brillante de idea de hornear galletas de animalitos para el cumpleaños de su hermano, Satori. Como era la primera vez que lo hacía y no tenía experiencia en la cocina, le pidió a Ranma que la acompañara y fuera el primero en probarlas. La joven de cabellos azules estaba tan emocionada ese día, que había alegado que aquella tanda de galletas eran especiales porque, si bien quería practicar para su hermanito, las estaba preparando para su mejor amigo.
Él se sentía feliz ante el detalle que la chica quería darle. Era la primera vez en su vida que una persona fuera de su círculo familiar hacia algo parecido, y aunque trató de fingir que sabían a gloria, una vez que las probó, vomitó. Eran horribles, saladas y demasiado duras como para poder tragarlas. Su tío Tofu tuvo que recetarle un buen protector estomacal.
Sin duda, esa fue la peor comida que tuvo que probar en su vida (Y eso que a veces debía comer lo que su padre preparaba) pero solo porque Akane las había horneado, las apreciaba.
Tendo no se movió de su lugar en ningún momento. Vio como Akari le regalaba las galletas a Ranma, y por si fuera poco, la expresión en su rostro le indicaba que seguramente estaba recordando el episodio con las galletas de animales.
-Imbécil… Cabrón insensible –Espetó entre dientes. Su aura roja comenzaba a crecer.
Un escalofrío cruzó por su espalda ante el inminente peligro de una Akane enojada. Sabía que su amiga tenía el carácter del mismísimo demonio. Debía escapar de Akari ¡Ya!
-Están hechas con amor –La pelinegra se llevó ambas manos al pecho –Con el amor que siento por ti.
-Akari, hablaremos después –No le prestó atención a sus palabras, simplemente la apartó del camino y fue por Akane.
-Pero… ¡Mi amor! –Quiso detenerlo, pero no lo logró.
-¡Akane, espera! –Ranma había salido de la cafetería por Akane. Ella caminaba veloz delante de él.
-¿Qué pasa? ¿No estabas con Akari? –Escupió molesta.
El chico achicó los ojos y sonrió de lado –No tienes por qué estar celosa.
Aquello lo había dicho en tono de broma, pero ella solo se enojó más.
-¿¡Qué mierda te ocurre!? –Gritó alterada –¡Como si debiera estarlo!
La expresión en el rostro de Ranma era seria –Vaya, ahora ni siquiera puedo jugar contigo.
Ella se cruzó de brazos, irritada. En el fondo si estaba celosa –¿Sabes lo que digo de los presumidos, no?
-Vale, vale, pero eso no viene al caso –Cambió el tema con facilidad –No terminamos nuestra conversación de hace rato.
-¿Qué quieres saber exactamente? –Llevó sus dedos hasta la sien –Solo dije lo que pensaba.
-Y por eso eres mi mejor amiga –Dijo con una atractiva sonrisa, tomándola por los hombros –Porque siempre has sido sincera conmigo.
Esas palabras le pesaron en el alma –No soy del todo honesta –Pensó.
-Akane, ya está bien de pelear por el asunto. Como mi mejor amiga, quiero que estés en el cuadro cuando Shampoo acepte ser mi novia y…
La chica lo cortó, furica –¿¡De verdad vas a seguir con eso!? ¡Ya basta, Ranma! ¡Eso nunca pasará!
Frunció el ceño –¿Por qué te comportas como si de verdad desearas eso? ¡Si fueras mi amiga estarías de mi lado!
-¿¡Ahora no soy tu amiga!? –Akane se estaba ofendiendo –¡Justamente porque me importas quiero que abras los ojos!
-Estoy tratando de ser amable contigo –Su voz era amenazante –No me provoques.
-Oh, vaya ¡Lo lamento! –Habló con sarcasmo –Creo que no me di cuenta de que es la primera vez que tratas de quedar bien conmigo desde que te le declaraste a Shampoo.
-¿La primera vez? –Abrió los ojos desconcertado.
-¡Si, la primera! Desde que todo esto empezó me has dejado de lado. Ya no vas a estudiar a mi casa, no salimos juntos, faltas a tus compromisos ¡Ya ni siquiera me llamas! Estas tan ocupado malgastando tu tiempo en Shampoo, que no ves los que tienes enfrente –El enojo y los celos estaban hablando por ella –Es más, ni siquiera te importa si me molesto contigo y dejo de hablarte, ¡Lo dejas pasar con un carajo!
Ranma no respondió, estaba tratando de procesar todo lo que le había dicho. Akane respiraba agitadamente, presa de sus propios sentimientos, era por eso que jamás los exteriorizaba, y justo ahora, se arrepentía de lo que dijo.
-Sabes –El muchacho se adelantó hablar –Cualquiera pensaría que estás celosa de verdad.
La muchacha abrió los ojos como platos, y siendo manipulada por sus propios impulsos, se atrevió a llegar mucho más lejos de lo normal: Levantó la mano en el aire y la agitó brutalmente contra la mejilla de Ranma.
¡Plaf! El sonido de la cachetada resonó en todo el pasillo y parte de la cafetería. La cabeza de Ranma se ladeó con violencia, haciéndolo caer al suelo. La mano de Akane seguía extendida en el aire, palpitando caliente.
El pelinegro se sujetó el rostro, adolorido. La piel le quemaba por fuera, y por dentro un naciente enojo lo carcomía. Akane, su mejor amiga, la chica dulce que jamás lo había dejado solo desde que se conocieron, lo golpeó.
Y no era aquella bestial bofetada que le propinó lo que más dolía…
-Como… pudiste… –Susurró débilmente, hablar le costaba.
Akane se llevó las manos a la boca, anonadada por lo que había hecho. Se había pasado de la raya y estaba segura de que Ranma no la perdonaría.
-Ra… Ranma, yo… No quise hacerlo, perdóname.
-¡Te has vuelto loca! –Gritó colérico. Su mejilla estaba completamente roja –¡Niña boba y demente!
Ella apretó los puños con fuerza –¡Idiota!
-¡Señorita Tendo! ¡Señor Saotome! –Ambos pestañaron incrédulos al ver a su profesora –¿Qué ocurre aquí?
-Se… Señorita Hinako –Ranma se puso de pie lentamente. Akane no se atrevía a hablar.
A espaldas de su profesora, el resto de sus compañeros los observaban con atención.
-¡Akane! –Akari dio un paso adelante. Tenía el ceño fruncido –¡Me las pagaras por haber golpeado a mi Ranma! ¡Perra!
-¡Akari, para! –Asami y Sayuri la sujetaron por los brazos mientras le gritaba como loca a la chica de cabellos azules.
Kuno se inclinó hacia Ukyo y le susurro en el oído: –Creo que las cosas se salieron de control.
La castaña asintió con la cabeza –Y te apuesto a que no se termina aquí.
-¿Y bien? ¿No piensan decir nada? –La infantil mujer se cruzó de brazos.
Ambos se quedaron en silencio.
-¡Pero si usted ya vio lo que pasó! –Akari pataleaba hecha una fiera mientras sus amigas la apresaban sin mucho éxito –¡Esa marimacho se volvió loca y atacó a Ranma! ¡Pudo haberlo matado!
-Akari, no seas exagerada –Asami hablaba entre dientes.
-Y no te metas –Secundó Sayuri –Si son mejores amigos y están peleando de esa forma, entonces es grave.
Akane jugó con sus pulgares, avergonzada –Es mi culpa, Señorita Hinako.
-Tendo, esta conducta me sorprende, no es propia de usted.
-Lo sé, lo siento.
-Además –Se llevó las manos a la cadera –Tengo entendido que ustedes dos son inseparables, jamás pensé en verlos en una situación como esta.
La chica se sonrojó mientras observaba el suelo. El pelinegro se sentía herido por dentro y por fuera, mirar a Akane solo lo haría sentir peor.
-¡Castíguela! ¡Castíguela! –Gritó Akari.
-Me temo que tendré que castigarlos a ambos –Proclamó con voz serena –A causa de la lluvia, hoy podrán irse a casa. Pero mañana, ambos se quedaron conmigo después de clases.
Ninguno protestó y se limitaron a contestarle –Si, Señorita Hinako.
-Muy bien –Respondió ella –Volvamos al salón.
Los alumnos de Hinako se dieron la vuelta y la siguieron camino a su aula correspondiente. Todos ellos, incluyendo a la profesora, cuchicheaban acerca de lo sucedido entre Ranma y Akane. Los dos amigos se sentían incómodos y no se atrevían a decirse nada.
-Sinceramente, Ranma –Comentó Kodachi, caminando delante de él –Quizás debas escoger mejor a tus amigos.
Kuno y Ukyo la miraron con desprecio por el comentario, pero Akane no tuvo reacción alguna.
Iba tímida, dos pasos más atrás de Ranma, mirándolo de reojo con cautela. Necesitaba decirle algo, pedirle que no la odiara y la desterrara de su vida por siempre. Si tan solo pudiera…
-¡Silencio, ya! –Exclamó Hinako antes de abrir la puerta del salón –Que no se hable más del asunto.
Los estudiantes se quedaron callados ante la petición de su profesora, aunque eso no quería decir que no seguirían tocando el tema al salir de clases.
Cuando la profesora abrió la puerta, todos quedaron estupefactos ante la escena que tenían enfrente.
-¡Oh, Mousse! –Gimió la china mientras el mencionado le sujetaba el trasero.
Shampoo estaba sentada sobre el escritorio de Hinako, con las piernas entrelazadas en la cadera de Mousse y el vestido levantado hasta la cadera. El muchacho besaba su cuello con vehemencia y acariciaba cada rincón del cuerpo femenino, mientras ella metía sus manos por debajo de la camisa de él.
-¡Pero qué…! –Kodachi se llevó las manos a la boca. Su novio la sujetó por los hombros, igualmente sorprendido.
Shinnosuke rodó los ojos, le parecía el colmo que no solo su mejor amigo llegara tarde, sino que también montara semejante espectáculo. Daisuke y Hiroshi tragaron en seco. Las amigas de Shampoo se taparon los ojos y Akari sonrió maliciosamente.
-¡Oh woah! –Exclamó Hinako, mirando la escena interesada. No parecía querer detenerlos.
Ranma clavó la mirada en el suelo y apretó los puños con fuerza, tenía los ojos aguados. Se sentía patético y herido, traicionado. No era la primera vez que los veía besarse, pero aquello era demasiado, sin contar, que se suponía tendrían una cita después de clases. Era obvio que no sucedería, nuevamente, lo había rechazado…
-¿Ranma? –Akane se asustó al verlo temblar.
Kuno y Ukyo se miraron entre sí preocupados, temían que eso sucediera.
-Oh, no –Suspiró la cocinera.
-Yo me encargo –Dijo el castaño, buscando al chico de trenza con la mirada –Ranma, amigo, esto… ¿Ranma?
Pero él no estaba allí, no había rastro ni suyo ni de la jovencita a su lado.
-¿Y Akane? ¿Desaparecieron? –Ukyo se encogió de hombros.
Ninguno de los otros estudiantes notó la repentina ausencia de Ranma y Akane, salvo Kuno y Ukyo. Todos estaban concentrados en la picante escena que protagonizaban Shampoo y Mousse.
-Parece que ya volvieron –Dijo Hiroko por lo bajo, sus tres amigas asintieron en silencio.
-¡Ranma, detente, Ranma! –La voz de Akane resonaba en las escaleras de Furinkan.
El pelinegro corría delante de ella a toda velocidad, bajando hasta el primer piso sin darle tregua a la chica para que lo alcanzara. Ambos llegaron hasta la entrada y siguieron corriendo, el agua aun caía a cantaros y apenas salieron quedaron empapados. Ranma se tropezó con uno de los escalones de afuera y cayó contra el frio suelo de piedra.
-¡Ranma! –La joven se arrodilló a su lado –¿Estás bien?
-Déjame solo –Dijo en tono lúgubre. El flequillo le caía con pesadez sobre los ojos por la lluvia.
-Ranma, sabias que esto iba a pasar. Shampoo siempre vuelve con Mousse, ¡Siempre!
-¡Pero no es justo! –Gritó a la par del sonido de un trueno –¡Soy yo quien la ama! Mousse no la hace feliz realmente, yo podría…
-No, eso no lo sabes –Lo interrumpió, acariciando su cabello húmedo –La relación de Mousse y Shampoo es complicada, pero ambos luchan por ella… así es el amor.
Con toda su furia, golpeó el suelo con el puño cerrado. Sangró –El amor es una mierda.
Ella le sonrió –Lo es, pero algún día será mejor de los que piensas.
Sin pensarlo, Ranma se arrojó a sus brazos, llorando. Ya no estaba enojado con ella, ni sentía dolor por la bofetada que le había dado; necesitaba abrazarla, sentir que no estaba solo y que aquel vacio que Shampoo le provocaba iba a desaparecer.
-Akane, quédate conmigo, por favor –Pidió, mirándola fijamente a los ojos.
Su corazón se aceleró –No te dejaré.
Estaban abrazados, con la fría lluvia resbalando por sus cuerpos y una agradable calidez rodeándolos. Akane siempre estuvo enamorada de él, pero jamás había experimentado aquel nerviosismo. Desde el primer momento, Ranma se había sentido compenetrado con ella, pero esta vez, el sentimiento era diferente.
No sabían que había sucedido, ni tampoco quien fue el primero en dar el acercamiento crucial. No sabían si todo aquello era causa de la nostalgia, la tristeza o quizás el cariño. A lo mejor era el afecto que causaba la lluvia y los obligaba a buscar abrigo. No sabían cómo, ni por qué sus rostros se habían acercado tanto que ahora compartían un torpe e inexperto primer beso. No lo sabían, y tampoco querían averiguarlo…
Akane acariciaba el cabello del chico mientras sus lenguas empezaban a conocerse. Sus labios se amoldaban a la perfección y ambos pensaban que el sabor era exquisito. Ranma la tomó con fuerza de la cintura para acercarla; estaba consciente de que besaba a Akane, pero no quería dejarla ir.
Con la lluvia como testigo, siguieron besándose sin pensar en nadie más que ellos.
Fin del Flashback.
Ranma se llevó las manos a los bolsillos del pantalón y suspiró con fuerza. El camino a la escuela parecía ser más largo de lo normal y la lluvia aumentaba cada segundo. Se sentía demasiado frustrado como para pensar con claridad, su mente solo mezclaba ideas que lo enojaban.
-Shampoo siempre vuelve con Mousse –Gruñó entre dientes –¡Ah, claro, pero ahora se quedó contigo!
Tronó de nuevo, y resignado a que nunca terminaría de llegar a Furinkan, se sentó en la acera. Ojala pudiera mandarlas a ambas a la mierda y seguir su vida como antes, sin chicas, sin problemas. Pero existían aquellos momentos, recuerdos, besos, caricias y sentimientos que aunque quisiera, no podría olvidar.
Fin.
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¡Pero del capítulo! La historia sigue xD
Aww, si supieran cuanto tiempo tuve este capítulo en mente ¡Años! Diría yo, peroooo, como siempre, le agregué el elemento sorpresa.
A veeer, ¿Qué por qué lo deje hasta allí? Ya se los dije, y todavía faltan cosas por explicar que vienen en el próximo capítulo, tengan paciencia xD *Se coloca casco y protección*
Respondiendo Reviews:
Natalia Saotome Tendo: ¡Amigaaaa! No sabes cuánto te extraño :( ¡Vuelve pronto! Pues sí, los enamorados tenemos serios problemas, no aprendemos ni cambiamos ¡con nada! ¿Frustrante, cierto? Y así es, las cosas se van a poner de cabeza, pero les quise dar un poco de tranquilidad en estos dos capítulos especiales, van a necesitarlo xD Yo no dejo de pensar en tus actualizaciones :c Te mando un súper abrazo, Naty, esperando con ansias que vuelvas con estos lares y que te haya ido excelente, ¡Besos!
Yuchyram: A ver, por ahora podría decirse que los tres dejaron pasar la situación "por debajo de la mesa" y Akane estará tranquila por los momentos, pero no durara mucho xD Ahora, con respecto a terminar con Shampoo me pones difícil como responder sin hacer spoiler, así que tocara esperar x)
Ana: Jajaja, Se ve que no le tienes compasión a nadie xD Calma, calma, que todo tomará su lugar y ya saben que yo para complicarles la vida no tengo problema x) ¡Saludos!
Aurora: ¡Aurora, tu también cálmate! xD siento que las estoy adentrando a todas en un gran círculo de frustración… ¡Pero Ryoga es chévere! :c quiérelo un poquito… Ojala fuera la hija perdida de Rumiko t.t pero sigo sus pasos. Ahora, ni hablemos de Inuyasha porque nos vamos a llevar un largooo rato en eso Jajaja, ¡Saludos, Bella durmiente!
Sav21samydeanspn: Jeje, ¡Que agradable tener un nuevo lector por aquí! Muchísimas gracias por leer :D
Mariliz1987: En eso tienes razón, el padre de Akane no es ningún tonto… pero eso se verá más adelante, y Ryoga, para que decir, él sabe que sucede.
Xandryx: No, gracias a ti por leer :D ¡Abrazos!
Bry: ¡Oh, querida, siempre me haces reír! Creo que este capítulo te va a gustar mucho, espero ansiosamente tu análisis al respecto porque siempre me animan a sorprenderlos a todos en cada capítulo… PD: ¡Tienes que ver Inuyasha!
CONEJA: ¡Eso es muy cierto! Pero ya se está dando cuenta de que no es así.
Bry y Ana: Baah, ustedes saben que me encanta leerlas xD así que siempre son bienvenidas a este espacio… ¡Saben cómo alegrarme el dia! :D
MichideSaotome: ¡Bienvenida! Es un honor saberlo, espero sigas por aquí. Saludos.
Mmm, creo que no se me olvida nada.
Recuerden, estos son dos capítulos especiales así que hay que esperar el siguiente para terminar de entender la relación de nuestros adorados protagonistas.
Alguna queja, reclamo, amenaza o acusación háganmela llegar por Review :P
Nos leeremos en el próximo capítulo, ¡Kilos de buenas vibras para todos!
Peace Out! #PrayForVenezuela.
