¡Holaaa! Si, al fin regresé. Sé que me había propuesto actualizar al menos una vez al mes pero, ¿adivinen? Mi Notebook, la cual estuvo a mi lado desde que inicie en FF y con la que he escrito todos mis fics… Pasó a mejor vida T-T

No tienen ni idea de cuánto sufrí la perdida de mi laptop, allí tenía un sinfín de cosas personales que también se fueron con ella. No hallaba como escribir y no me quedó de otra que utilizar la computadora familiar de la casa (Arriesgándome a que alguien lea los documentos y piensen que estoy loca)

Dejando de lado eso, ¿Cómo están ustedes? ¿Ansiosos por leer? Bueno, no les quito más el tiempo ;)

¡Oh, una última cosa! Ya estamos cerca del 3er aniversario :D Uff, el tiempo vuela…

Disclaimer: Ranma ½ es propiedad de Rumiko Takahashi.


18. Sospechas, dudas y arrepentimientos.

-Amigos… ¿Con derechos?

Ukyo asintió seriamente, aunque no podía negar que la expresión de Shinnosuke se le hacía de lo más graciosa; Había decidido contarle toda la verdad.

-Así es.

Se pasó los dedos por el cabello, pensativo –No te lo puedo creer… Akane y Ranma…

-Por favor, no vayas a decirle que lo sabes –Juntó las manos en suplica –Si te lo conté es porque me preocupa la situación y creo que necesitarán algo de ayuda.

Él se acercó y le acarició la mejilla con ternura –Descuida, puedes contar conmigo. Es lindo que quieras ayudar a tu amiga –Ella le sonrió coquetamente –Pero, todavía me parece increíble lo que acabas de decirme.

-¿En serio lo crees? –Irguió una de sus cejas.

-Es decir, los sentimientos de Akane siempre han sido obvios y –Hizo una pausa –Él tampoco era muy indiferente que digamos aunque andaba tras Shampoo.

-¿Entonces que te sorprende? –Preguntó, curiosa.

-No lo sé, nunca pensé que estuvieran ocultando algo más que un sentimiento platónico –Confesó –Si te doy mi opinión, me parece que Saotome hizo algo realmente malo.

-Pues Akane tampoco es muy inocente.

-Pero ella está enamorada de él, por lo tanto no pensó en las consecuencias –Explicó –Ranma, por su parte, estaba consciente de eso y al mismo tiempo insistía en conquistar a Shampoo.

-Te equivocas, él no lo sabía –Corrigió la cocinera –Akane nunca quiso decirle sus sentimientos por miedo a que la rechazara, más bien, siempre le insistía que entre ellos no hubiera nada más.

-Ukyo, piénsalo bien –Insistió –Saotome podrá ser un idiota por conveniencia pero se da cuenta de todo; más de una vez habrá escuchado cuando hablaban de Akane a sus espaldas y no olvides que es muy amigo de Kodachi, la reina del chisme.

La chica quedó pasmada –Pues, tienes razón pero… Igual siguió con ella.

-Yo lo veo de esta forma –Cruzó los brazos tras la nuca –Si ambos empezaron esa relación es porque existía algo más que los impulsaba… Amor, ¿Tal vez?

-Espera –Ukyo se enderezó sobre su asiento –¿Estás diciendo que Ranma estaba enamorado de Akane y Shampoo al mismo tiempo?

-¡Ese tonto nunca estuvo enamorado de Shampoo! –Bufó –Pero si continuó con Tendo, es posible que la quisiera sin saberlo.

Ella apretó las puños, indignada –¿Qué clase de idiota hace algo como eso sabiendo que lastima a la persona que ama?

-Un idiota llamado: Ranma Saotome –Contestó gracioso, causando que la muchacha se relajara. Luego, retomó la seriedad en su rostro –Sé que parece algo sin sentido pero mi conclusión es esa: Ranma aprecia mucho a Akane, y si en el fondo no sintiera lo mismo que ella, simplemente se hubiera desentendido para no ilusionarla.

-Vaya, ¿Es posible que ese sea el motivo? –Analizó, frotándose la barbilla.

-Algo me dice que lo averiguaremos pronto –Dijo él, abrazándola por los hombros. Ukyo se sonrojó –Ya verás que todos estaremos saliendo muy felices en pareja.

Ella asintió, enternecida –¿Y qué hay de Mousse?

El castaño suspiró, no quería decir nada pero sabía que cuando todo se resolviera, su amigo seria el mayor perjudicado –Estará bien –Mintió.

Ukyo no dijo nada más y se recostó en su hombro. En silencio disfrutaban la compañía del otro, sentados lejos de todos en una de las banca del parque; era sábado después de todo.

En el mismo parque pero sentados en otras bancas, los otros amigos intentaban resolver el mismo problema que Shinnosuke y Ukyo trataban (Solo que, en este caso, se aplica el nuevo factor extra)

-¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! –Akane estaba histérica, jalándose del cabello y gritando como desquiciada –¡¿Qué fue lo que hice?! ¡¿Por qué?!

-Vamos, linda, tienes que tranquilizarte –Sanzenin la abrazaba amistosamente, buscando consolarla.

El angel Kasumi y la diablilla Nabiki se sobaron la cabeza pues el escándalo que tenía la joven les causaba un punzante dolor –Oh, no.

Una gota corrió por la sien de Kuno, también estaba sumamente irritado –Pues lo hecho, hecho está –Le apuntó con el dedo índice –En lugar de lloriquear como una tonta, deberías estar feliz de haberle dicho que lo amabas.

-¡¿Te volviste loco?! –Replicó, enfadada –Si no lo hice antes, mucho menos debí hacerlo ahora.

-Tú ya no tienes nada que perder –Dijo el bailarín cerca de su oído –Al contrario, es él quien debe darse cuenta de sus errores.

-Pues yo creo que lo hiciste justo a tiempo –Su amigo puso los brazos en jarra.

-¿Justo a tiempo? –Un tic se formó en el ojo de la muchacha –¿Pensarías lo mismo si fuera Mikado quien se le declara a su amigo con derechos el día antes de comprometerse contigo?

Los dos castaños intercambiaron una mirada incrédula.

-Ese fue un muy mal ejemplo –Sanzenin se encogió en su lugar, ofendido.

-Pues créeme que no me gustaría ser el engañado mientras él prefiera a otro chico –Respondió Kuno con naturalidad.

-Bombón, sabes que jamás te haría algo como eso –Farfulló su novio, a lo que Kuno le sonrió como respuesta.

La vena en la frente de Akane se hinchó; sus amigos intentaban ayudarla, pero en realidad no le servían de mucho.

Todo por culpa de ese maldito impulso, ¿En que estaba pensando cuando decidió decirle a Ranma, en medio de la desesperación, que lo amaba y ya no quería seguir sufriendo por él? Aparte de eso, lo rechazó al besarla. Estaba sorprendida de sí misma.

Su amigo se sentó en el lado libre de la banca y así ella quedó en medio de la pareja –No deberías estar arrepentida.

Suspiró, serenándose –No lo sé. Lo hice mal, no fue el mejor momento.

-Lo fue –Kuno y Mikado cruzaron miradas con cierto temor –¿Ya olvidaste que pasará hoy?

-La cena –Respondió con pesar.

-Linda, escúchame –Sanzenin le abrazó de nuevo –Para poder comenzar un nuevo capítulo, a veces no basta solamente con pasar la página. Tienes que cerrar todo el libro y empezar en uno nuevo.

Ella no dijo nada, solo se dejó abrazar por el novio de su amigo mientras sollozaba.

-Vas a llegar a tu casa y te pondrás más hermosa que nunca –Exigió el otro castaño sin sonar severo –Y esta noche serás muy feliz porque te lo mereces.

-No se puede ser feliz con una mentira, Kuno –Aseguró ella, hipando.

Las dos conciencias de la chica se quedaron muy quietas en los hombros de esta, escuchando con atención.

-¿No lo entiendes, verdad? –El bailarín apretó su mano izquierda.

A la par, el otro muchacho hizo lo mismo con su mano derecha –La mentira ya terminó, Akane. Ahora eres tú quien decide si esto será verdad o no.

La muchacha sintió como si un puñal le hubiera desgarrado el pecho desde adentro. Por supuesto que también lo era, estaba engañando a Ryoga, a Ranma, a sus familias y, más importante, a ella misma.

Estuvo a punto de arrojarse sobre el regazo de alguno de sus dos amigos para seguir llorando amargamente, pero en ese momento, Ukyo y Shinnosuke aparecieron con las manos entrelazadas.

Por supuesto: Era sábado, estaban en el parque y sus dos amigos tenían la compañía de sus respectivas parejas, ¿Con que derecho ella iba y les arruinaba el fin de semana con sus ridículos problemas de amor no correspondido? Se consideraba una tonta egoísta por no pensar también en ellos que siempre le ayudaban.

-Siento que Akane está a punto del suicidio –Bufó la diablilla, mirando al cielo.

-Voy a rezar por su alma –Dijo el ángel, con las manos juntas en oración.

Guardó silencio; sus amigos la miraban esperando su reacción, pero ella no hizo más que dejar escapar una solitaria lágrima, la última, se convenció de que así seria.

Ladeó el rostro para encontrarse con la mirada curiosa de Mikado, él no esperaba que le sonriera con tanta complicidad.

-Sanzenin, ¿Me ayudarías? –Le preguntó en un tono de voz muy distante a la tristeza.

El muchacho se emocionó pues comprendió al instante: Además de ser el coreógrafo principal en su grupo de baile, también era el maquillista y estilista de las bailarinas.

-¡Te verás como una princesa! –Exclamó, alzando los brazos.

Kuno, Ukyo y Shinnosuke resoplaron complacidos por la amenidad que había surgido de repente alrededor de Akane.

Por lo visto, tomó la decisión de que esa noche si fuera tan importante como se planeaba.


El delicioso olor a café y pasteles inundó sus fosas nasales al momento de ingresar en la elegante cafetería. El dulce ambiente que la rodeaba la distrajo por pocos segundos, cuando escucho la voz grave del muchacho que la había citado, recordó porque estuvo nerviosa en todo el camino desde casa.

-Ranko, ya llegaste.

Tragó saliva, desconcertada. Algo estaba mal, él siempre le saludaba con formalidad y en tono de voz gentil.

-Buenos días, Ryoga –Respondió con disimulo.

El muchacho lucia serio y eso solo preocupaba más a Ranko, ¿Qué paso con su sonrisa y su caballerosidad? O ¿Acaso se había molestado con ella? Necesitaba saberlo. Precisamente ayer decidió terminar de acordar el encargo por teléfono, no soportaría mirar a Ryoga sabiendo que hoy se comprometería con otra chica.

Pero, para su mala suerte, el chico le había enviado un mensaje de carácter urgente esa mañana donde le pedía que se encontraran.

-Por favor, siéntate –El chico le acercó la silla; ella no dijo nada y se sentó en silencio.

-¿Está todo bien? –No pudo resistirse a preguntar.

Él le hizo una seña al camarero para que trajera las bebidas que pagó antes de que Ranko llegara. Ella mordió su labio inferior con impaciencia.

-Necesitaba verte –Admitió finalmente.

Sus ojos azules se abrieron de par en par, estaba segura de haber escuchado correctamente pero por culpa del humo denso que flotaba desde las tazas de café, el rostro de Ryoga era borroso.

-¿Eh? –Musitó.

-Discúlpame, no debí pedirte que vinieras. Hoy es el cumpleaños de tu tío y sé que estás atareada…

-No, descuida. Por algo estoy aquí contigo –Quiso decírselo, pero no lo hizo.

-Sin embargo, tenía que verte. Hoy… Ahora –Su mirada se clavó fijamente en el rostro de Ranko.

El corazón de la pelirroja se aceleró violentamente. Ella también deseaba verle y hacerle saber de alguna forma sus sentimientos por él.

-También es un día importante para ti –Musitó con cierto deje de tristeza.

Ryoga suspiró –De eso se trata.

-¿Huh?

-Primero que nada, quisiera darte una cosa –Se llevó una mano al bolsillo del pantalón, mientras la joven lo observaba sin pestañear.

-¿Un medallón? –Toda su atención de fijó en el brillante objeto de plata que colgaba de los dedos de Ryoga.

-Era de mi madre –Dijo nostálgico.

-Y… ¿Y quieres dármelo a mí? –Su expresión denotaba sorpresa total –No podría.

-Claro que sí. Yo quiero que tú lo tengas.

Ella se quedó sin palabras y tomó el medallón tímidamente. Lo detalló más de cerca: Era una delicada cadena con el colgante de un corazón. A pesar de ser antiguo, se notaba que era bastante caro.

-Es… es muy valioso –Murmuró –¿Por qué quieres que lo tenga yo? Deberías… deberías dárselo a tu novia.

-De eso quería hablarte –Soltó –¿Recuerdas aquel día que vinimos aquí y te conté…?

Le interrumpió –Si, si lo recuerdo –La verdad, para ella era doloroso recordar esa conversación –Acaso… ¿Te iras?

El muchacho guardó silencio durante un par de segundos, luego se limitó a contestar –Dentro de una semana.

Ranko sintió como si un balde de agua le cayera encima. Cuando Ryoga se desahogó, contándole lo que sucedía, no tenía definidos sus sentimientos y no era tan difícil entenderlo. Pero ahora, comprendía que lo amaba y el tener que lidiar con él siendo novio de otra y además, marchándose, la mataban.

Ella nunca había sido una chica sentimental y mucho menos se ha enamorado, pero Ryoga lo cambió todo. Tal vez ese era su karma por juzgar tanto a su bobo primo y a Akane.

Oh, Akane…

-Vaya, es muy pronto –Dijo, apretando los labios –Akane se pondrá triste.

-No se verá nada bien formalizar nuestra relación hoy sabiendo que no estaré mucho tiempo aquí –Agregó él.

Ella asintió tímidamente. En realidad, no le estaba prestando atención –Aja.

-Ranko, a pesar de que ya he hablado contigo acerca de esto, nunca me has dicho que piensas realmente.

La chica pestañeó repetidamente ante ese planteamiento –¿A qué te refieres?

-Quiero saber qué opinas acerca de mi relación con Akane –Dijo firme.

Ella tuvo que morderse la lengua, ¿Qué quería que le dijera? ¿Qué le parecía maravilloso que se comprometiera con la chica que su primo tuvo primero? ¿O que debía ser ella a quien él ame?

-Pues… ella es una chica muy dulce –Balbuceó.

-Eso no responde mi pregunta –Golpeteó la mesa, alternando cada dedo.

-Ryoga, yo… –Estaba comenzando a sentirse intimidada –No podría decirte.

-¿Por qué?

-No… lo entenderías.

-¿Es por tu primo?

-¡No! Sabes que jamás defendería al torpe de Ranma.

-Ranko –Él se levantó y se arrodilló frente a la silla donde ella estaba, causando que se sonrojara –¿Comprendes lo que estar con una persona… pero amando a otra?

El pulso se le congeló –¿Me estás diciendo que tienes dudas? –La mirada gacha del chico fue la decepcionante respuesta que recibió –¿Es eso? ¿Estás enamorado de otra mujer?

El pelinegro desvió sus orbes hasta las azules pupilas de la joven, llegando a mirar en lo más profundo de su alma –Si te digo la verdad…


La jovencita tocó la puerta por tercera vez, y luego de unos segundos, una mujer mayor apareció para darle la bienvenida a la casa.

-Buenas tardes, Sra. Cologne –Saludó cordialmente.

-Sayuri, que bueno que viniste –Respondió de igual forma –Sé que mi nieta se alegrará.

-¿Cómo está Shampoo? –Preguntó preocupada –La he estado llamando desde ayer pero no me contesta.

La mujer mayor dejó escapar un suspiro –La pobrecilla no ha querido comer ni hablar con nadie. Está de muy mal humor.

Ambas llegaron hasta la habitación de la china, su abuela tocó pero nadie respondió.

-¡Haber dicho que no querer nada! –Gritó la chica luego de que golpearan la puerta un par de veces más.

-Shampoo, tu amiguita Sayuri vino a verte –Informó Cologne –No seas grosera y recíbela como se debe.

-¡No! –Bramó, irritada.

La castaña dio un paso adelante –Shampoo, por favor, tengo que hablar contigo. Sé que estás enojada pero confía en lo que te digo.

Hubo un efímero silencio que se disipó cuando la china entreabrió la puerta de su habitación.

-Será mejor que vaya a preparar té. Después de un rato, tú también lo necesitaras –La anciana se retiró, con la esperanza de que la compañera de su nieta pudiera consolarla.

-Oye, ¿estás bien? –Cuestionó Sayuri, sentándose en la cama.

Ella lucia demacrada; tenía el cabello hecho una maraña, la ojeras marcadas y la uñas masticadas y sin pintar. No había ni el más mínimo rastro de la Shampoo que siempre parecía una muñeca Barbie.

-¡Como querer que yo estar bien! –Gruñó –¡¿No ver todo lo que estar pasándome?!

-Escucha, eres mi amiga así que seré sincera contigo –Se puso de pie al ver como la otra chica se arrojaba bocarriba sobre la cama –Todo mundo se creyó ese cuento de que Mousse y Akane son novios, pero la verdad es…

-¡Esos maldito traidores! –Interrumpió, apretando la almohada.

-Shampoo, hay algo que no… –De nuevo, no terminó de hablar.

-¡Todo este tiempo yo creer que Akane ser mi amiga! ¡Cuando ella revolcarse con mi novio a mis espaldas! –Dramatizó.

-No, ellos no son…

-¡El supuesto novio de Akane siempre ser Mousse! –No dejaba de llorar –¡Y yo todavía entregarme a él y casi terminar con Ranma! ¡Hijo de la…!

-¡Shampoo! –Sayuri alzó la voz para callarla, ya había escuchado demasiadas sandeces en diez segundos –¿Podrías escucharme?

-¿Qué? –Enterró el rostro en el cojín.

La castaña se sentó de regreso a su lado y le acaricio el cabello –¿Ibas a terminar con Ranma?

Ella asintió sin despegarse de la almohada –Mousse y yo estar juntos la noche anterior. Todavía lo amo, Ranma saberlo.

-¿Y esa no te parece prueba suficiente? –Analizó –Tú conoces a Mousse, ante todas las cosas él es un chico leal. Si fuera novio de Akane, no iba a aceptar estar contigo.

No dijo nada, pues las palabras de su amiga resonaban como cañones en su conciencia.

-Realmente no sé porque se inventó ese rumor pero de una cosa estoy segura: Mousse no es el novio de Akane –Proclamó.

-¿Cómo saberlo? –Preguntó, insegura.

-Hace poco la vi con su verdadero novio. Es decir, no pude ver su rostro pero definitivamente, ese no era Mousse.

-Pero… Mousse no negarme nada –Musitó.

-Tal vez está queriendo sacar ventaja para que sientas celos. Recuerda que sigue enojado por lo tuyo con Ranma –Dijo, trenzando un mechón de su cabello –Incluso él parece bastante molesto.

-Ser cierto –La china comenzó a recordar la actitud de su novio desde el día del partido: La furia en su voz cuando le dijo que Mousse y Akane tenían una relación, su incomodidad cuando ambos se aparecieron en el gimnasio y otras actitudes extrañas que notó en el transcurso del día de ayer –A Ranma afectarle bastante.

-Bueno, Akane es su mejor amiga. A lo mejor le parece una mala idea que tu ex novio quiera algo con ella –Seguía distraída con el cabello de Shampoo –Hipotéticamente hablando.

-Pero si ellos ser mejores amigos, ¿Por qué Ranma reaccionar así? –Estaba analizando profundamente la situación –Él debería saber que el novio de Akane no ser Mousse, ¿Ella no presentárselo nunca?

Sayuri detuvo su tarea de trenzado y se llevó un dedo a la barbilla –Mmm, tienes razón.

La violácea se acomodó para mirar de frente a su amiga –¿Tú alguna vez creer eso de que Akane sentir amor por Ranma?

-Pues, todo el mundo siempre pensó eso –Meditó –Personalmente yo creo que si era obvia la atracción pero, como de la noche a la mañana surgió el asunto de su novio, no fue algo muy serio.

La mente de la china no dejó de rememorar la peculiar amistad entre su ahora novio y la supuesta novia de su ex. Todo era sospechoso: Los no tan disimulados celos entre ambos, las peleas y discusiones, la complicidad que se guardaban, la manera en la que Ranma siempre la buscaba cuando sufría por culpa suya…

-¿Te ocurre algo? –A la castaña le extrañó el silencio de su compañera.

-Sayuri, aquí haber gato encerrado –Proclamó, levantándose –O por lo menos tres.

-¿Por qué lo dices?

-Mousse, Ranma y Akane estar ocultándome algo –Murmuró, audible.

-Pero… ¿Qué podrían estarte escondiendo? –La castaña se sintió curiosa.

Ella chasqueó la lengua y frunció la mirada, luciendo como la Shampoo de siempre –Eso tener que averiguarlo.


-¡Ya estoy en casa! –Anunció la pelirroja, entrando a su hogar. Al pasar por la sala, se llevó la sorpresa de encontrar a su primo, en posición de descanso, sobre la mesa del comedor –¿Ranma?

-Hmf –El chico ni siquiera se movió.

-¿Por qué estás tan decaído? –Movió una de las sillas para sentarse junto a él –Parece que te aplastó un panda.

-Hmf –De nuevo, no se movió.

Su prima se inclinó cerca, apoyando la barbilla en las manos –¿Estás así por Akane? –Inquirió –¿Será que ya sabe lo de Ryoga?

Finalmente, irguió los hombros y le habló con claridad –Ella… me dijo que me amaba.

-¡¿Qué?! –Sus puños golpearon la mesa –¡Dime que estás de bromeando!

-¿Cómo carajos voy a estar bromeando con algo así? –Cruzó los brazos –Ella dijo que me amaba, pero estaba cansada de eso y no quería que siguiera entrometiéndome en su vida.

-No puedo creerlo… justo en este momento es cuando decide decírtelo.

-¿Por qué lo tomas tan naturalmente? –Cuestionó.

-¿En serio? ¿Seguirás haciéndote el desentendido con los sentimientos de Akane? –Lo señaló con el dedo –Ranma, tú sabes bien que eso siempre fue un hecho.

-Bueno, tal vez si… –Se ruborizó –¡No! Ella es mi mejor amiga, eso de su amor por mí no… podía ser.

-¿Entonces por qué ahora estás tan sufrido?

-¡Porque no quiero perderla!

La pelirroja se sobó las sienes, airada –Necesitas ayuda psicológica, primito.

Él suspiró –Muchas veces escuché decir que ella estaba enamorada de mí, por eso siempre le advertí que no podían existir sentimientos entre nosotros –Admitió –Pero en el fondo quería que fuese solo mía.

-Sé que querías protegerla, pero ya ves cómo terminó todo esto –Dijo, acariciando la mano del chico sobre la mesa.

-Quería ir a su casa hoy y hablar con ella pero no pude hacerlo. No me sentí fuerte –Los ojos se le aguaron, pero no iba llorar frente a su prima –Ahora me odia.

-Lamente decirte, que esto es tu culpa –Habló con suavidad para no que se sintiera peor –Te dejaste llevar por las demás personas y no por lo que tu propio corazón te decía. Tuviste tu oportunidad con Akane pero ya es muy tarde… ya no puedes hacer nada.

-Pero, Ranko, yo la am… –No pudo terminar la oración.

-¿Tú la qué? –Lo retó a decirlo, pero aun así no lo hizo –No la amas, Ranma, acéptalo.

-Yo la…

-Ya no vale la pena decirte mentiras que te consuelen –La muchacha también sonaba dolida –Déjala en paz, ella ahora está con un chico mejor.

Sus ojos se abrieron, incrédulos –¿Qué dices?

-No me preguntes más, solo eso sé –Se alejó lentamente de la mesa y tomó camino a su habitación –Mejor nos damos prisa, se hace tarde para el cumpleaños de tío Genma.

-Ranko, espera.

Ella no le hizo caso –Tengo que estar en el Naniwa una hora antes para arreglarlo todo, ¿Me acompañaras?

Asintió tímidamente y luego su prima se retiró. Algo andaba mal con Ranko, él por su parte tenía sus motivos para sentirse miserable pero ¿Por qué ella estaría así?


La noche cayó sobre Nerima, y en la residencia Tendo, la familia se preparaba para su cena con los Hibiki.

-¡Oh, quedaste preciosa! –Exclamó Mikado, dándole los últimos toques a Akane.

La muchacha tenía un vestido rosa pálido, de tirantes, hasta las rodillas; zapatillas blancas de tacón y las puntas del cabello onduladas. Sanzenin le maquilló de manera sencilla pero elegante, como toda una princesa.

-Nuestra niña ha crecido tanto, U-chan –Kuno se abrazó a su amiga, fingiendo llanto.

-Estás linda, Akane –Halagó la castaña.

Ella se miró en el espejo de su habitación. Lo que vio la dejó satisfecha.

-Muchas gracias, Sanzenin –Agradeció. Se dio cuenta de que el ultimo integrante en su habitación estaba distante –¿Pasa algo, Shinnosuke?

El muchacho tenía la mirada perdida fuera de la ventana de Akane, pues no podía evitar sumergirse en sus pensamientos.

-Solo pensaba en… ya que vas a formalizar tu noviazgo con otro chico, ¿Qué pasara con lo de Mousse? Digo, no creo que a tu novio le agrade esa mentira –Comentó.

Ukyo, Kuno y Mikado se miraron entre sí; Akane puso los brazos en jarra.

-Es verdad pero, no lo sé, tendremos que pensar en alguna solución –Respondió –Intenté llamar a Mousse esta mañana pero…

-Él no está –Se adelantó a decir –Su madre me dijo que anoche tomó un tren a Shibuya para pasar el fin de semana con su padre. Creo que quiere estar alejado del drama por un rato.

-Es comprensible –Murmuró.

-Oye –La cocinera colocó la mano en el hombro de su amiga –Ya te preocuparas por eso después. No es momento para eso.

El timbre sonó, llamando la atención de los residentes.

-Ese debe ser tu caballero de brillante armadura –Bromeó el bailarín.

-Buena suerte, Akane –Deseó Kuno.

-¿Ustedes que harán? –Preguntó a sus amigos.

-Todavía tenemos tiempo de ir a ver una película –Respondió la chica –Esperaremos a que te vayas.

La joven Tendo salió de su alcoba para atender a la visita y, no estaba de más, vigilar a su familia.

-¿Están listos? –Sus padres, hermano y abuelo estaban en la estancia del hogar.

-¿Por qué tenemos que usar estas cosas? –Satori jalaba del moño en su cuello con incomodidad.

-Es una cena formal, campeón. Hay que verse a la altura –Soun se agachó para acomodar a su hijo. Él lucía un traje gris con corbata roja.

-Es verdad –Naoko utilizaba un vestido negro, muy ceñido a su cuerpo. Estaba pintando sus labios frente al espejo de la sala –Hace mucho que nos vemos al padre de Ryoga y tampoco conocemos a su esposa. Debemos darles una buena impresión.

El abuelo Happosai se apoyó en su bastón; hace horas que se había arreglado con una camisa blanca y pantalón de vestir –A todas estas, ¿Dónde comeremos?

-En el restaurante Naniwa, abuelo –Akane pasó de largo, rumbo a la puerta –La madrastra de Ryoga es hermana del dueño.

-¡¿El Naniwa?! –El anciano casi cae de la impresión –¡Ese lugar es carísimo!

La chica ignoró los comentarios de su abuelo sobre las mujeres adineradas que comían allí y le abrió a su novio. Sonrió ampliamente al verlo tan apuesto y sin la cinta en la cabeza. Quería decirle lo guapo que estaba pero él habló primero.

-Te ves bellísima.

Ella rió, apenada –Tú tampoco estás mal –Apretó su mano, nerviosa –¿Estás listo para esto?

El joven la miró fijamente, inexpresivo, su silencio fue tanto que Akane pensó que huiría.

-No voy a arrepentirme ahora –Respondió finalmente, tranquilizando a su futura novia.

Justo encima de ellos estaba ubicado el balcón de la casa, en el cual, los amigos de Akane observaban la escena con detalle.

-¿Está bien que los espiemos? –Shinnosuke no sentía aquello correcto.

-Descuida, esto es mejor que el cine –Dijo Kuno, sin dejar de prestar atención a la pareja –Además, es gratis.

Al tener a Ryoga tan cerca, Akane tuvo un inesperado impulso que le invadía por primera vez. Colocando ambas manos en el pecho del muchacho, puso sus pies en puntillas y le dio un suave beso en los labios.

Los cuatro castaños casi se atragantan por lo que veían, ¿Quién pensaría que su amiga fuera tan atrevida?

-Akane –Ukyo abrió los ojos como platos.

Rápidamente cortó con el beso al no sentirse correspondida, ¿Lo que hizo estuvo mal?

-Lo siento –Sus mejillas se incendiaron de la vergüenza.

-No, discúlpame a mí. Es que me sorprendiste –Le abrazó cálidamente para compensar su falta.

Las conciencias de Akane aparecieron con pose pensativa sobre la cabeza de la chica.

-¿También te das cuenta de que algo pasa, no? –La diablilla se cruzó de brazos.

El ángel asintió –Como si no hubiera suficientes problemas ya.

-Ya todos están en el auto –Avisó él, soltando el abrazo –Los esperamos allá.

-Bien, voy por mi familia –Ella giró sobre sus talones para entrar en la casa.

Cuando estuvo solo, exhaló con fuerza para sacar la frustración que llevaba dentro. Akane sería su novia a partir de ahora, tenía que dedicarle sus gestos a ella, pero en el momento que ella lo besó, su mente y corazón solo procesaban otro que beso que recibió ese mismo día de otra chica.


-¿Ya nos vamos, Akane? –Preguntó su padre al verla entrar de regresó.

Quería llevarse los dedos a la boca y acariciar sus labios. No se sintió bien, más allá del hecho de que no le correspondió, no estuvo bien en ningún sentido.

Pero Ryoga tenía razón, era tarde para echarse atrás…

-Sí, ya es hora.


Quiero aclarar que… Bueno, en realidad creo que fui bastante clara xD

Si, ya sé, siento haber puesto a Akane un poco emocional al principio pero bueno, recordemos que es un poco sensible y ni ella misma se cree lo que hizo… No quiere decir que volverá a ser la de antes.

Habrá que esperar a que se encuentren en el restaurante y ver qué sucede… O si Shampoo los descubre… lo que ocurra primero.

Respondiendo Reviews:

Sav21samydeanspn: Si conocer a Ryoga y no le gusta que sea tan cercano a Akane, pero ni sospecha de su noviazgo xD pero está apunto de descubrirlo.

Ana: Oh, sí, Akane ahora tiene el girl power activado. Creo que este tambien fue algo corto, pero el que sigue será mejor y más divertido xD ¡Saludos!

Pame-Chan 19: De hecho, a mí me agrada darle protagonismo a cada pareja pero sin dejar de enfocarnos en Ranma y Akane… Ellos tienen que aprender de alguna forma xD

The-girl-of-pig-tailed: ¡Porque así es mucho más divertido! Jajaja :D

Anne Saotome Tendo: Bueno, creo que como dije aquí en parte es para sacar ventaja y también para ayudar a Akane, después de todo, ya la considera su amiga. Besos!

Yeki: ¡Hola! No te preocupes, comenta todo lo que quieras. Después de todo, esa es mi motivación. Bueno, yo te recomiendo esperar al próximo capítulo para saber que harán Ryoga y Akane, me alegra mucho que me sigas, ojala sea así siempre (:

CONEJA: Bueno, ya era hora de que lo hiciera xD

Xandryx: Inconsciente pero ya está aprendiendo u.u Ryoga y Ranko si, son las más maduros pero, como todos los enamorados, cabezas dura a la hora de admitir sus sentimientos.

Bry: Y se puede poner peor xD pero yo no soy tan malvada, mujajaja. Saludos!

Asdkfg: Yo tampoco soy fan de esa pareja cuando los shippean siendo Ranma hombre, pero en los universos alternos, cuando es solo Ranko, no es tan malo (:

Linaakane: En realidad, ahora si me tarde t.t pero ya saben que no fue mi culpa jeje, eso es cierto, la espera vale la pena.

Hakufa: Me alegra muchísimo que te guste :D y jamás lo abandonaría, es mi fic consentido3

Guest: LOOOL, listo, listo jajaja xD

Miu-nia: ¿Eso es algo bueno o algo malo? xD

BUBU30: ¡Hola! Qué bueno que estés de nuevo por aquí, siempre es un placer ser recordada por mis lectores. Créeme que ya me han pedido tanto Mousse/Akane que lo estoy considerando xD okno, aunque podría… Naah. Pues si /: las cosas no andan muy bien por aquí que digamos pero bueno, estamos en la lucha. Dios nos tenderá su mano tarde o temprano.

Bueno, todavía me queda una semana para adelantar el capítulo de Inuyasha: Lazos de sangre a través del tiempo y me encantaría escribir un one-shot de mi pequeña nueva obsesión, el hermano menor de Ranma e Inuyasha: Kyoukai no Rinne.

Si gustan pueden creer la campaña "Una laptop para Reiki" y colaborar con la reparación de mi Notebook t.t okno, tampoco así xD

¡Muchas buenas vibras para todos y nos leemos en la próxima actualización!

Peace out! (: #PrayForVenezuela!