¡Feliz 2016! Ya sé, no me odien ni me maten u.u recuerden que mi notebook estaba muerta, ¡Pero volvió!
Cuéntenme, ¿Cómo les fue en navidad? ¿Me esperaban? Hehe, bueno, espero les ayude a comenzar muy bien el año a todos n.n
Oh, este capítulo va dedicado a mi queridísima amiga y fan #1: Andrea :*
Disclaimer: Ranma ½ es propiedad de Rumiko Takahashi.
21. Cuando las oportunidades llegan…
La carcajada de Mousse había causado que Akane frunciera el ceño. Como iban prácticamente solos en el autobús, el eco de su risa la irritaba un poco.
-¿Por qué te ríes? –Cuestionó, inflando las mejillas.
-Akane –Él le acarició el cabello, despeinándola –¿Cómo pueden pasarles cosas tan… extrañas?
-¿Qué significa eso? –Irguió una ceja.
-¿Te parece poco el hecho de que no solo se encontraran en el mismo restaurante, sino que también sus padres fueran amigos desde hace años? –Desvió la mirada fuera de la ventana del Bus –Es obvio que el destino los quiere juntos.
Se sonrojó –Como sea.
-Pero me alivia saber que al final las cosas terminaron así –La miró a ella de nuevo –Como te dije una vez, estarías cayendo en el mismo juego de Shampoo. Eso solo traería más problemas.
-Pues, a mí me alegra que Ryoga se haya enamorado de una chica como Ranko y viceversa –Sonrió –Definitivamente, fue lo mejor.
La muchacha se recostó en el respaldar de su asiento, sintiendo el movimiento del autobús en su espalda. Su cabeza se sentía ligera al igual que su pecho, pues estar libre de aquel peso que implicaba su falsa relación con Ryoga le llenaba de paz.
Tenía un poco de sueño, pues la noche anterior se había quedado despierta junto a su amigo de infancia para resolver ciertas cosas que no se dijeron en el restaurante. Sentados en la acera que conectaba ambas casas, charlaron buena parte de la madrugada.
Akane estaba completamente feliz por Ryoga y Ranko. Aunque quisiera sentirse ofendida o incluso traicionada, no podía hacerlo, no con ellos; quería demasiado a su vecino como para utilizarlo de esa forma, y Ranko fue quien mas alcahueteó su relación con Ranma… Merecían estar juntos.
Le contentaba saber que ambos serian novios oficiales una vez que el chico de bandana regresara de su viaje, el cual, solo duraría tres semanas.
-Y… ¿Ranma y tú están bien? –El chino rompió el silencio con esa pregunta.
Ella suspiró –Eso creo. Dijo que quería ser solo amigos mientras recuperaba mi confianza y terminaba con tu ex.
-Él no te quiere solo como su amiga –Comentó, viendo fuera de la ventana –Y lo sabes.
-No ha dicho que me ama, Mousse –Dijo entre dientes.
-Y tampoco lo hará, es Saotome. Aun así, deberías conocerlo.
-Solo quiero que se esfuerce un poco –Susurró con una diminuta sonrisa.
Mousse bufó –De verdad lo amas.
-¿No te alegraría que terminara con Shampoo? –Cuestionó, tímida –Después de todo, ustedes estuvieron juntos hace poco.
-Shh, recuerda que solo tú sabes eso –Se llevó el índice a los labios.
-Lo siento –Se cubrió la boca.
Él se acomodó las gafas –Me alegraría, sí. Pero a diferencia de ustedes, las cosas entre Shampoo y yo no se resuelven tan fácilmente.
-Yo pensaba eso de Ranma y ya ves que me ha sorprendido bastante.
Rió –Bueno, creo que tienes razón.
El autobús se detuvo, y la voz del conductor les alertó que habían llegado a su destino.
-Aquí estamos, chicos. Universidad experimental de Nerima.
Ambos se bajaron del vehículo y admiraron el campus que conformaba una de las más prestigiosas universidades de Japón. Akane sonrío, fascinada; esa podría tratarse de su próxima casa de estudios.
-Por cierto, gracias por acompañarme –Le dijo al chico.
-Me parece raro que tus amigos no vinieran –Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta –Pensé que estarían todo el día abordándote.
Un suspiro cansino escapó de sus labios, pues en realidad, si lo habían hecho; antes de que Ryoga y ella se reunieran a hablar, Ukyo y Kuno estuvieron toda la mañana en su casa.
-Bueno, digamos que estaban ocupados viendo otras universidades –Respondió, no era mentira después de todo –La verdad me sorprende que quisieras venir.
-¿Por qué?
-Pensé que volverías a China luego de la graduación.
Torció la boca –Si, ese era el plan pero… Ya que Shampoo y yo terminamos, debo tener otra opción.
-¿Qué tiene que ver?
-Pues, al volver a China íbamos a casarnos.
Ella se detuvo –¿Casarse? ¿Tan pronto?
-Bueno, Shampoo y yo teníamos mucho tiempo de novios así que… estábamos algo así como comprometidos ante los ojos de nuestras familias.
-¿Es en serio? –Sus ojos se abrieron como platos.
Resopló, era difícil hablar de eso –Algo así. Ambos somos descendientes de las Amazonas Chinas y aun en estos tiempos, las tribus mantienen ciertas normas que hay que cumplir.
-Espera, eso quiere decir que si Ranma y Shampoo no terminan, ¿Tendrá que casarse con ella? –Su corazón se aceleró ante esa suposición.
El chico alzó la mirada y murmuró –Quien sabe.
Akane no dijo nada, pues pensar en ello la dejó en shock. Ranma no podía casarse con Shampoo, no podía ser tan idiota como para dejar que eso pasase.
-Bueno, podrías ser una buena dama de honor –Dijo Nabiki, mirándose las uñas.
-¡Oye, no digas esas cosas! –Regañó Kasumi.
Ambos seguían en silencio, hasta que un joven muchacho se les acercó.
-Disculpen, ¿Puedo ayudarles en algo?
Miraron al chico que les hablaba: era un adolescente de unos dieciocho años, cabello negro y ondulado, y ojos verdes. Este les sonreía de manera cordial, esperando una respuesta de su parte.
-¿Quién eres? –Cuestiono Mousse.
Hizo una reverencia –Mi nombre es Ryuu Kumon, soy parte del consejo estudiantil. Si no me equivoco, ustedes no son de aquí, ¿verdad?
-Pues, no –Respondió Akane –Venimos a echarle un vistazo a la universidad.
-¿Están interesados en estudiar aquí, no? –Se dio la vuelta, indicando que lo siguieran –Será todo un honor para mí guiarlos, ¿De dónde vienen?
-Mi amigo Mousse y yo somos de aquí, de Nerima –Explicó la chica –Somos de la secundaria Furinkan. Yo me llamo Akane.
-Es un placer conocerlos, Mousse y Akane –Los miró de reojo –Tengo una amiga que se graduó en esa misma escuela el año pasado.
-¿Estará hablando de Ranko? –Pensó ella. La prima de Ranma estudiaba en aquella universidad.
-¿Ya saben que carrera escogerán? –Preguntó Ryuu.
El chino se arrimó las gafas –Aun no, pero nos gustaría informarnos un poco más.
-Bueno, les aconsejo que tomen pronto una decisión –Llegaron hasta el modulo de información, donde tomó unos volantes y se los ofreció a los dos amigos –Los exámenes de ingreso comenzarán a finales del próximo mes –Cruzó los brazos –No querrán que se les pase el tiempo y no hayan pensado en nada.
-Tiene razón en eso –Akane ojeó el folleto, entusiasmada –No quisiera tener que esperar al próximo año.
-No creo que tengan que preocuparse mucho, aquí encontraran muy buenas opciones –Dijo –Síganme y les mostraré.
-¿Vamos con él? –Susurró Mouse en el oído de su amiga.
Sonrió –Claro, no perdamos la oportunidad.
El joven Kumon les dio un recorrido por los pasillos y algunos salones del instituto, explicándoles a detalle lo más resaltante e importante acerca de la Universidad Experimental de Nerima. Akane estaba fascinada con todo lo que el muchacho les decía, eso aumentaba sus ganas de ingresar a la universidad.
Sentía que tenía un futuro prometedor por delante.
-¡Oh, que no se me olvide! –Exclamó, llevándolos hasta una de las canchas –También cuentan con una gran variedad de clubes y electivas que les favorecerán a la hora de solicitar créditos extra.
-Vaya, la verdad no se ve nada mal –Dijo Mousse.
-La verdad, creo que he quedado maravillada –Admitió la chica –No pensé que estar en la universidad fuera tan… interesante.
-Realmente espero una cantidad exorbitante de solicitantes a ingreso en el próximo curso –Comentó Ryuu –A pesar de que solo ustedes han venido hoy, hemos tenido varios visitantes esta semana.
-¿Por eso nos reconociste? –Bromeó el chino.
-Pues, me gusta ayudar a los futuros ingresados –Se sobó la nuca –Al igual que contribuir en darle vida a mi casa de estudios.
-Parece que eres muy diligente, Ryuu –Halagó Akane, sonriendo.
El universitario se sonrojó levemente, sobando su nuca –Pues…
-¡Ryuu! –Le llamó un muchacho de la misma edad –Ya va a comenzar la clase.
-¡En seguida voy, Sentaro! –Le dijo –¡Ponlos a calentar mientras tanto!
-¿Tienes algo que hacer? –Cuestionó la chica.
-Mi amigo Sentaro y yo dirigimos el club de artes marciales –Explicó –A pesar de no ser algo muy común, tenemos muchos chicos interesados en la clase.
-¿Dijiste artes marciales? –Ella abrió los ojos sorprendida.
-Sí, ¿Por qué?
-Yo… solía practicarlas cuando era niña. Mi abuelo me enseñó.
-¿En serio? –Ryuu sonrió –Entonces supongo que te tendremos en el club próximamente.
-Claro –Mousse la tomó por los hombros –Es seguro que ingresarás.
Agachó la frente –No lo sé. Deje de practicar hace muchos años… No era tan buena.
-Oye, si quieres mi amigo y yo podemos ayudarte a que retomes la disciplina –Ofreció Ryuu –Sí de verdad te apasionan, serás mejor de lo que piensas.
-¿Tú crees?
Asintió –También podría practicar contigo en tu tiempo libre… Solo si gustas.
Los ojos de Akane brillaron ante la propuesta del muchacho. Las artes marciales eran una parte importante de su vida y sin duda quería volver a practicarlas y sentir que de verdad servía para ello.
-¡Estaría encantada! –Sonrió ampliamente.
El joven Kumon la miró embelesado mientras reía, esa sí que era una chica bonita, y practicaba artes marciales, eso era bastante inusual en una joven de su edad.
-¡Ryuu! –Su amigo, Sentaro, volvió a llamarle a unos metros de distancia –¡En serio necesito que vengas!
-¡Esta bien, ya voy! –Contestó –Lo siento, chicos, debo dejarlos.
-No te preocupes, nos ayudaste mucho –Dijo Mousse.
-Así es. Gracias –Akane hizo una pequeña reverencia.
-Una última recomendación: Regresen al modulo de información y pídanle a la secretaria las planillas de pre-inscripción para la prueba de admisión –Comentó, poniendo los brazos en jarra –Sí esperan a los últimos días, tal vez las vacantes estén saturadas y no puedan presentar el examen.
-Sí, lo haremos de una vez –La chica le dedicó una última sonrisa, mientras se daba la vuelta –¡Hasta pronto, Ryuu!
Ella y Mousse se fueron, platicando entre sí, mientras el joven universitario miraba atentamente a la chica marchar. De acuerdo, no es que la hubiese conocido por completo en menos de diez minutos, pero a leguas se notaba que era bastante interesante.
Y por algún motivo, esperaba tenerla en la universidad el próximo semestre.
Dos horas después, el chico Kumon decidió pasar por la recepción a verificar si los dos estudiantes de secundaria, y más específicamente la chica, habían registrado su pre-inscripción para el examen de admisión.
No había dejado de pensar en eso durante toda la clase.
-Disculpe usted, Sra. Yamada –Dijo con voz cordial a la recepcionista –¿Por casualidad vinieron aquí dos estudiantes de la secundaria Furinkan?, Iban a llenar las solicitudes de ingreso.
La mujer de mediana edad, que resolvía el crucigrama del periódico bastante entretenida, alzó la vista para responderle al muchacho –Oh, sí. Hace ya un rato que se fueron.
-Vaya, que bueno –Resopló aliviado, eso lo complacía.
-¿Son amigos tuyos? –Cuestionó, mordiendo el borrador de su lapicero.
-Eh, no precisamente, pero…
Lo interrumpió –Porque a la chica se le cayó esto mientras buscaba con que escribir en su mochila y no se dio cuenta –Le extendió el objeto.
Ryuu lo tomó para detallarlo: Era un pañuelo de tela, color crema, doblado delicadamente y que tenía las iniciales "AT" bordadas en la esquina –¿Dice que es de la muchacha?
-Sí –Se concentró de nuevo en el crucigrama –¿La conoces?
Tardó unos segundos en responder, mientras miraba fijamente el pañuelo en su mano; la única referencia que tenia de ella era la secundaria Furinkan, pero si podía llegar allí, la encontraría.
Ladeó una sonrisa sin apartar sus ojos del objeto de tela –Sí, yo se lo regresaré.
-¡No tienes idea, Akane! –La castaña alzó los brazos, emocionada –¡La escuela de cocina es increíble! Y muchas de las clases son impartidas por los mejores chefs de Japón.
Su amiga apretó las agujetas de sus zapatos deportivos, oyéndola atenta –Me alegro por ti, Ukyo. Ese siempre ha sido tu sueño.
-¡Por supuesto! –Juntó las manos, soñadora –¡No sabes lo feliz que soy!
Desde que Akane y Ukyo eran amigas, el mayor anhelo de la segunda era ingresar a la sede en Nerima de la escuela culinaria de Japón y ampliar sus conocimientos en la cocina. Lo que más quería, era convertir al U'chans en un restaurante de renombre internacionalmente.
-Sabes que tienes mi apoyo –Le guiñó el ojo, y luego se colocó la camiseta de gimnasia.
-¿Y cómo les fue a ti y a Mousse? –Preguntó, sentándose a su lado en la banqueta del vestidor –¿La universidad experimental es tan asombrosa como dicen?
-La verdad, me emocionó mucho la idea de estudiar allí –Se puso de pie –Jamás había pensado tanto en la universidad como ahora.
-¿No te parece incomodo estudiar cerca de Ranko de nuevo?
Rodó los ojos –¿Por qué creen que Ranko y yo somos enemigas? Ella nunca fue la del problema.
-No, pero sigues siendo la chica que besó a su ahora novio –Bromeó, apretando los labios para imitar un beso.
El rostro de Akane se incendió ante el comentario –¡Cállate!
La diablilla Nabiki se partió de la risa, mientras el ángel Kasumi movía la cabeza de lado a lado en desaprobación.
-¡Akane! ¡Ukyo! –Llamó Hiroko, quien junto a Yuka, salía del vestidor de chicas a la clase de deportes –¡Ya vamos a comenzar!
-¡Sí! –Ukyo se levanto y tomó de la muñeca a su amiga para irse –¡Vamos!
El silbato del profesor sonó, reuniendo a todos los alumnos a su alrededor –Muchachos, hoy tendremos otro juego de voleibol: Chicos vs. Chicas –Ojeó el listado que tenía en las manos para verificar que la asistencia fuera exacta al dividir los equipos –La última vez, las ganadoras fueron las chicas. Veamos quien es el mejor hoy –Sonó el silbato de nuevo y dijo –¡Organícense!
Antes de unirse a su grupo, Akane pudo divisar al chino entre sus compañeros, y sonriente, se le acercó –¿Vas a jugar, Mousse? ¿Ya estás mejor de la espalda?
-Bueno, eso es lo que comprobaré –Se acomodó el flequillo –Ya viste que puedo caminar bien.
-Pero no es lo mismo que… –Sus palabras se cortaron cuando la potente voz de cierta chica gritó su nombre.
-¡Akane!
Los alumnos quedaron en silencio, un silencio bastante incomodo, al observar como Shampoo y Akane estaban frente a frente. La joven de cabello azul dio dos pasos hacia atrás; Mousse estaba preparado por si debía defender a su amiga de la furia de su ex; Ranma, que estaba junto a Kuno y Shinnosuke, sintió como la sangre se le subía a la cabeza… ¿Qué estaba ocurriendo?
-No puede ser –Musitó, siendo escuchado por los castaños.
-Eso te pasa por no saber controlar a tus locas –Dijo Kuno cerca de su oído como regaño, a lo que Shinnosuke asintió imperceptiblemente.
Ukyo se mordió el labio, preocupada; Kodachi y Akari fruncieron el ceño, preguntándose por qué la china era tan problemática; Yuka, Hiroko y Asami tenían la boca en forma de "O", a diferencia de Sayuri, que suspiró no tan sorprendida.
-Sha… Shampoo –La Tendo tartamudeó con miedo.
-Akane –La violácea apretó los puños, acercándose lentamente.
-¿Qué vas a hacer, Shampoo? –Mousse se puso en medio de ambas.
De pronto, el semblante de Shampoo cambió: Sus labios se curvaron hacia abajo, sus ojos se cristalizaron y su aura se pintó mucho más pacifica –¡Oh, Akane! ¡Yo sentirlo! –Exclamó entre lágrimas, mientras apartaba al chico de gafas y abrazaba a la chica.
Ranma casi cae de espaldas. Bien, sabía que su novia podía ser un poco loca (Para no decir demente) pero ¿Qué demonios le pasaba ahora?
Akane se sonrojó ante la naciente cantidad de murmullos por parte de sus compañeros, y Shampoo colgando se su cuello como un adorno de Navidad, no era muy cómodo tampoco.
-¿Lo sientes? –Levantó el rostro de ella con sus manos para verla mejor y entender a que se refería.
Asintió, dejando que una lagrima rodara por los dedos de Akane –Yo saberlo ya. Saber que tú y Mousse no ser novios.
Los mencionados se miraron entre sí, bastante confusos. A su vez, los comentarios de sus compañeros se hacían más fuertes.
-Pero, Shampoo…
-¡Yo saber que todo eso ser un malentendido! –La abrazó más fuerte –¡Ser muy injusta con ustedes!
-¿Entonces Mousse y Akane no tienen nada? –Kodachi cruzó los brazos.
El chino alzó la voz para que lo escucharan –La verdad es que no. Akane fue considerada al ayudarme luego de mi caída –Mintió –Eso es todo.
-¿Y por qué Ranma dijo que eran novios? –Cuestionó Daisuke, causando que toda la atención se centrara en el chico de la trenza.
Él comenzó a sudar frio pues todos lo miraban, esperando una respuesta. La lengua se le enredó y el corazón por poco se le congela en el pecho… Estaba demasiado nervioso.
Una sonrisa de maldad se dibujó en el rostro de Tatewaki. Había tenido una idea –¿No crees, Ranma, que deberías pedirle una disculpa a Mousse y Akane por levantar falso testimonio contra ellos?
-¡Kuno! –Akane abrió los ojos con sorpresa.
-¡Ser cierto! –Shampoo se soltó de la muchacha y jaló a su novio a donde ellos estaban –Ranma, disculparte con Mousse y Akane.
-¿Yo? –Tragó en seco.
-¡Si, tú! –Le golpeó el hombro con suavidad –Tú entender mal, amor. Ahora, pedirles perdón.
En ese momento, Ranma solo deseaba que se abriera un agujero en el suelo y se lo tragara. Ese cuadro era demasiado bochornoso: ¡Su novia le pedía que se disculpara con el ex novio de ella y con su amiga con derechos! O, bueno, ¿Aun tenían derechos? ¡Como sea! El punto es que eso era demasiado humillante.
-Ranma –Akane lo miraba con algo de compasión.
-¡¿Qué está pasando aquí?! –El profesor apareció en medio de la escena, furioso –¿Por qué no están listos para el juego? ¡Esto no es un circo, jóvenes! ¡A sus lugares!
Sin refutar, se acomodaron en equipos de chicos y chicas en el patio. Allí, Akane no podía quitarle la mirada a Ranma; lucia como si le hubiese ocurrido la peor de las desgracias, ni siquiera estaba golpeando bien la pelota.
-¡Akane, te toca sacar! –Dijo Yuka, pasándole el balón.
Ella se puso en posición y ojeó una vez mas al de trenza –Sé que se lo merece por idiota… pero no me gusta verlo así –Sacudiendo la cabeza, realizó el siguiente saque.
Luego de la clase de deportes, el maestro encargó (Para su mala suerte o buena fortuna) a Tendo y Saotome a recoger la indumentaria. Ella estaba tranquila, como si nada pasara entre ellos; Ranma, por el contrario, actuaba como sí no la conociera.
-Oye, ¿Y ahora que mosco le picó a tu novia? –Dijo, buscándole conversación.
-No tengo idea –Respondió, inexpresivo.
Sacudió la red y comenzó a doblarla –¿Tú no le dijiste que era mentira lo de Mousse y yo?
-Pues… no –Bajó la cabeza.
-Ya veo –Le dio la espalda –No has hablado con ella.
Eso lo hizo reaccionar –Espera, no quiere decir que no vaya a hacerlo.
-Como digas, Ranma.
-Akane –La tomó por los hombros, quedando frente a frente –No te mentí. Yo voy a cumplir con mi palabra.
-Bueno, dijiste que te disculparías con Mousse y no fuiste capaz de ello –Recordó.
-¡No se suponía que fuera frente a todos! –Alegó –Y menos porque Shampoo me lo pidiera.
-Ranma –Pasó su mano por el cabello de él, peinándolo hacia atrás. Ese era un gesto cariñoso que utilizaba con Satori cuando quería explicarle algo –Eres un idiota.
-¡Oye! –Frunció el ceño, ofendido.
-Yo no tengo que exigirte que lo hagas porque solo somos amigos –Recalcó –Pero si en verdad es lo que deseas, actúa como un hombre y hazlo.
-¿No confías en mí, verdad?
Retiró su mano del cabello negro, alejándose –Solo demuéstrame que quieres.
Estuvo a punto de abrazarla como muestra de su petición, pero antes de extender los brazos, su novia apareció de la nada y le saltó encima.
-¡Ranma! –Lo sujetaba del cuello con fuerza –¡Hola, Akane!
-¿Shampoo? –Dijeron los mencionados al unísono.
-¿Qué haces aquí? –Al pelinegro le faltaba el aire a causa de los brazos de su novia.
-Venir a hacer compañía –Dijo, sonriente –Ser muy injusto que tener que quedarse limpiando todo.
-Qué comprensiva –Akane rodó los ojos.
-Yo estar muy feliz por haber hecho las paces contigo –Dijo la china con una exagerada sonrisa –Ser obvio que tú y Mousse no tener nada mas que una amistad.
-Sí, verdad –Espetó sarcástica –Es muy obvio.
Ranma frunció el ceño y apretó los dientes –No es tan obvio.
-Pero –Ambas féminas se miraron –¿Cómo fue que recapacitaste eso?
Esa pregunta la había formulado con una doble intensión; Shampoo era bastante astuta y no iba a revelar de la nada que se acostó con Mousse la noche anterior, por lo tanto, le intrigaba saber por qué esa extraña actitud de la noche a la mañana.
-Yo saber que tú ser de otro –Respondió tranquilamente.
-¿Lo sabes? –Ranma y Akane se miraron sumamente nerviosos.
-Sí –La china mantenía su sonrisa –Pero lo único que no entender es, si tú y Ranma ser mejores amigos, ¿Por qué el no saber quien ser tu verdadero novio?
Muy bien, ahora sí estaban nerviosos. Ese era un planteamiento que ninguno de los había pensado antes, pero era lógico.
-Pues… Akane nunca me presentó a su ex novio –Dijo el muchacho sin pensar.
-¿Ex novio? –La violácea pestañeó repetidamente.
La de ojos avellanos fulminó al chico de trenza con la mirada –Eh, sí. Mi novio y yo terminamos el fin de semana, justo eso estaba contándole a Ranma para que ya no existiesen más malentendidos.
-Oh, lastima –Dijo la otra chica.
-¡Saotome, Tendo! –Llamó el entrenador –¡Dense prisa! ¿Y que hace Shampoo allí? ¡Muévanse los tres!
-Bien, yo verte en las regaderas, Akane –La china se dio la vuelta con una sonrisa y se despidió –¡Bye!
Ella irguió una ceja –En serio, ¿Qué le pasa?
-No… lo sé –Por un momento, Ranma sintió miedo de esa actitud tan despreocupada.
Una vez en las duchas, Shampoo cambió su expresión falsa de calma absoluta, a una más dura y seria. Estaba empezando a sospechar que algo pasaba –Saber que ellos ocultar algo.
Dos horas después, las clases continuaban normales para los futuros graduados. La maestra Hinako leía un texto en inglés sobre la revolución francesa, mientras los alumnos lo traducían en silencio.
En eso, un leve golpeteó en la puerta interrumpió.
-Adelante –La profesora dejó el libro sobre el escritorio, y prestó atención a la persona que entraría al salón.
Bastante avergonzado, el joven universitario abrió la puerta; estaba sonrojado a más no poder y con algunas gotas de sudor en la frente, no solo por los nervios, también por el recorrido que tuvo que dar para encontrar la oficina del director y preguntar a cual grupo pertenecía la estudiante Akane Tendo.
-¿Kumon? –Mousse se sorprendió de verlo allí.
-Ryuu… –Susurró Akane al verlo.
-Bue… buenos días –Tartamudeó –Perdone que la moleste pero, estoy buscando a Akane.
Cuando pronunció su nombre, el resto de sus compañeros voltearon a mirarla. Especialmente, Ranma.
-¿Akane? –Hinako la miró también –Tendo, ¿Conoces a este muchacho?
-Emm, sí –Respondió, levantándose de su asiento.
-¿Es importante? –Preguntó al muchacho –No debería salirse de mi clase así.
-Eh, lo es –Tuvo que mentir –Es acerca de la universidad donde solicitó ingreso.
-Oh, Tendo, tienes diez minutos –Autorizó a la chica a salir.
-¿Ocurrió algo, Ryuu? –Cuestionó preocupada al salir del salón –¿Hubo un problema con mi planilla?
El negó con la cabeza para tranquilizarla –Solo quería que te dejara salir.
-¿Eh?
-Dejaste esto –Sacó el pañuelo de su bolsillo y se lo entregó.
-¡Oh! –Los ojos de Akane brillaron –El pañuelo de mi bisabuela. No puedo creer que lo dejara.
-Parece que es muy importante –Sus mejillas adquirieron un leve color rosado mientras la miraba.
-Bueno, fue un regalo que le hicieron a la abuela de mi padre cuando tomó el apellido Tendo –Comentó con una sonrisa –Bordaron sus iniciales en el, ¿Lo ves?
-Son las mismas que las tuyas.
-Sí, por eso me lo dieron al nacer –Lo guardó dentro de su blusa, sin dejar de sonreír –Muchas gracias, Ryuu.
A una distancia prudencial de ellos, escondido tras un muro que doblaba a otro corredor, los curiosos ojos azules de Ranma espiaban la escena. Algo en su interior se revolvió al enterarse que Akane había solicitado ingreso a la universidad sin comentarle nada, y por lo visto, ya hasta tenía un amiguito nuevo.
-¿Vino solo para traerle un pañuelo? –Frunció el ceño –¿Qué clase de tonto es este?
Estaba tan distraído observándolos, que no notó la otra presencia espiando a su lado.
-Vaya, no lo hubiera imaginado.
El muchacho se asustó al escuchar su voz, y lo tomó por el cuello de la camisa como reflejo –¡Mousse!
El de lentes ni se inmutó ante la reacción de Ranma –Parece que a Kumon le agrado Tendo más de la cuenta.
-¿Conoces a ese idiota? –Gruñó por lo bajo.
-Fue el chico que nos atendió cuando visitamos la Universidad Experimental de Nerima ayer –Respondió, cruzado de brazos.
-¿Qué? –Se enojó –¿Me estás diciendo que ella fue contigo y a mí no me dijo nada?
-Antes de que empieces a pensar cosas que no son –Lo miró con el rabillo del ojo –No solo la acompañé, también estaba solicitando ingreso; y tú estabas en entrenamiento, quizás si no me hubiese lesionado…
¡Perfecto! Ahora hacia que se sintiera culpable por su accidente. Eso era todo, ya estaba más que convencido que definitivamente, Mousse y Akane no podían ser pareja.
La culpa se lo decía.
-Solo me sorprende que no mencionara nada –Bufó.
-¿Y por qué? –Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro –Deberías estar acostumbrado a que todo lo haga a escondidas.
Ese comentario se sintió como una bala atravesando su pecho, ¿Qué quería decir con eso?
-Mousse, tú –Se calló, pues la conversación de Ryuu y Akane llamó más su atención.
-Por cierto, Akane, con respecto a lo de las artes marciales –Se sobó la nuca –Estaba pensando que, si tienes las tardes libres, podría ayudarte a retomar tu entrenamiento cuanto antes.
-¿Qué? –Los ojos de la chica se abrieron sorpresivos.
-¿Qué? –Ranma tronó los dientes, mientras un aura oscura crecía a su alrededor.
-¿No te gustaría? –El universitario estaba muy apenado y rojo –Realmente creo que tienes mucho potencial.
Ella se quedó en silencio por unos segundos, hasta que finalmente, su semblante se iluminó –¡Es una excelente idea!
-¿De verdad?
-¡Sí! –Tomó las manos del muchacho –Apuesto a que eres un gran maestro.
-Pu… pues, eso… creo –Ahora estaba más nervioso que antes –Entonces, ¿Me das tu número de celular? Ya sabes, para comunicarnos.
-Claro, guardaré también el tuyo –Ambos sacaron sus teléfonos móviles y anotaron los números.
-¿Te… parece si te llamo más tarde? –Tartamudeó él.
-Adelante –Le regaló una tierna sonrisa.
Ese gesto solo molestaba más a Ranma, ¿Por qué le sonreía con tanta confianza? Y ¿Por qué él la miraba con ese atrevimiento? ¡Qué mierda!
-No te quitaré más el tiempo –Ryuu caminó sobre sus pasos sin darle la espalda –¡Qué tengas un buen día, Akane!
-Igualmente, Ryuu –Lo despidió con la mano hasta que ya no estaba.
Un golpe contra el piso la sacó de sus pensamientos. Al voltear, se encontró con Ranma echado boca abajo en el suelo y Mousse sobre él, inmovilizándolo.
-¿Qué carajos haces, cegatón? –El de trenza intentaba liberarse, pero el chino lo tenía bien sujeto.
-Evito que cometas otro atentado contra la integridad física de alguien –Dijo.
-¡¿De qué hablas?! –Forcejó –¡Quítate!
-¡Ranma! ¡Mousse! –La joven se acercó a ellos –¿Qué pasa?
-¡Dile que se quite! –Pidió Ranma, incomodo por el peso del chico.
Akane le tendió la mano a Mousse para que se pusiera de pie –¿Cómo se salieron?
-No es muy difícil distraer a Hinako –Contestó el de lentes.
-Pero, ¿Por qué lo hicieron?
Ambos varones se miraron entre sí.
-Pues –El chino tomó la palabra de nuevo –Como dijo que era algo de la universidad, pensé que también me involucraba –Se dio la vuelta para alejarse de ellos –Pero creo que Kumon quería otra cosa.
-¡Mousse! –Llamó ella, pero su amigo no tuvo intenciones de regresar.
-Así que vas a retomar las artes marciales –Ranma se levantó del suelo sin mirarla.
-Bueno… sí.
-¿Y vas a dejar que ese desconocido te entrene? –Reclamó –¿Por qué no me lo pides a mí? ¡Yo podría hacerlo!
-Yo no pedí por ayuda, él se ofreció –Alegó –Además, tú tienes otras cosas que hacer.
Sus miradas echaron chispas entre sí, odiándose pupila a pupila.
Mientras tanto, el universitario regresaba tranquilamente a su casa de estudios. Soñaba despierto y sonreía embobado sin siquiera preguntarse por qué.
Solo una cosa tenía clara: Esa era oportunidad que no quería desaprovechar.
Pues, amigos míos, lo prometido es deuda. La verdad, el personaje de Ryuu (Aparece únicamente en el manga) fue seleccionado a última hora porque tenía en mente utilizar a otro personaje, sin embargo, creo que no es muy común su utilización en los fics.
También es de los pocos personajes masculinos sin interés romántico en Akane durante la historia original. Otro punto a favor para ganarse el papel xD
Como pueden ver, Shampoo está comenzando a atar cabos y Mousse hace lo posible por mantener en balance a Ranma y Akane (Aunque Ranma aun no sabe que él, pues… sabe)
¿Cuál creen ustedes que sea el impacto de Ryuu en la relación de estos? Porque si, el pobre va a estar metido en más en un enredo en su intento por ganarse el corazón de Akane.
Nuevamente, les pido una gran disculpa y les deseo un año lleno de bendiciones a todos.
¡Nos leemos en la próxima!
Peace out! (: #PrayForVenezuela.
