He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Salmos 127:3

Naruto no me pertenece, los personajes e historia son una creación de Masashi Kishimoto.

CAPÍTULO 4

Caminar por las calles de la aldea seguía siendo casi como siempre, solo que durante los últimos meses ese casi se estaba volviendo un poco hastíante.

Lo bueno de todo era que él solía prestar poca atención, por no decir nula, a los comentarios, cuchicheos y mal intenciones que la gente solía hablar cuando pasaba cerca de ellos, desde niño estaba acostumbrado, después de la "traición" de su padre y su posterior fallecimiento aquello era de diario, y después de todos esos años, ahora era porque al parecer el leer en público y sin ningún remordimiento lectura de "romance fuerte" no era del todo pasado desapercibido.

Desde siempre, y extrañamente para él, la figura de Hatake Kakashi llamaba la atención, y eso era mucho pedir si se vivía en una aldea donde más de la mitad de los habitantes eran ninjas que saltaban de techo en techo, sea como sea, Kakashi siempre era objeto de escrutinio por parte de los vecinos, ya sea por su extraña, arraigada y eterna admiración por la lectura erótica que le daban a su caminar esa postura inclinada tan impropia de los rectos shinobis y que por obra y gracia no chocaba con nadie o nada a pesar de no despegar su ojo de las letras, cosa sumamente sorprendente y que provocaba que cada niño de la aldea se admirara o asustara, además de tener esa afición de no tener o demostrar afecto a nadie o nada a su alrededor, y aún más, con su cabellera tan peculiar de color gris que no compartía con nadie de la aldea, ni siquiera con los ancianos, ya que su color no era tan blanquecino como el característico de la senectud, sumándosele el que parecía no haber conocido el uso del cepillo.

Ni que decir de que sólo llevaba un ojo libre, vago, errático, flojo y dormilón que hasta de verlo daba cierta pereza, y esa extrema costumbre de mantener su rostro bajo una máscara que hacía que muchas mujeres que alguna vez llegaron a mirarle de pequeño se preguntaran si seguía igual a su padre y de ser así era un desperdicio ocultar tan hermoso rostro; entre otras extravagancias, como el llegar siempre tarde, hablar solo lo indispensable y con monosílabos y otros muchos secretos que rondaban en torno a su misteriosa figura.

En fin, resumiendo, Kakashi Hatake, a pesar de ser tranquilo, estoico y ajeno a Konoha no solía pasar desapercibido en ningún momento, pero hasta cierto punto no le molestaba, ni siquiera importaba estar bajo los criterios de "extraño", "raro", "extravagante", "aburrido" o "pervertido" ya que debía admitir que de cierta forma tenían razón, pero esos adjetivos no eran suficientes motivos como para darle importancia, ya que de cierta forma todo eso ya era algo normal y cotidiano para él.

Además de que nunca le había importado "encajar" en la aceptación de personas que tenían una vida tan aburrida y tan poco que hacer como vivir juzgando a los demás.

Pero ese "casi" se estaba volviendo un poco más molesto, ¿por qué?, simple, vivía con su ex alumna, quien además de que había estado bajo su tutela y era menor que él 12 años tenía alrededor de 3 meses de embarazo.

Eso era material de primera para reencender los rumores, cuchicheos, juicios y malas intenciones para con él, por qué ahora además de todo lo anterior les había dado un motivo excelente para hablar a sus anchas del tema, tanto que la pasada súper borrachera de su líder, y donde se destruyeron dos bares como obra de cierto temblor de causas no naturales, había sido mágicamente borrada de las mentes de los aldeanos.

Primero pensó que no tenía importancia y decidió no dársela, diciéndose que pronto se olvidarían de todo y que dejarían las cosas tranquilas y que se rendirían ante la novedad de los nuevos miembros del clan Hatake.

Pero parecía que todo en relación a él superaba las expectativas de lo que esa clase de cosas causaba normalmente en el pueblo, generalmente, cuando eso pasaba en una pareja normal, el chisme se esparcía rápidamente, pero a los pocos meses, 1 o 2, la fuerza de atracción de la noticia solía bajar de intensidad.

"Ya se les pasará"

Eso era lo que se repetía tratando de restar importancia al asunto, a los constantes murmullos y miradas recelosas de desaprobación que le daban, a ese ceño fruncido y movimientos de cabeza en señal de una completa desatención de los hechos.

Todo lo cual, en realidad, no le importaría ni llegaría a afectar, siendo tan desinteresado como lo era, pero su verdadero problema se centraba en la otra persona que era su coprotagonista en los chismes de Konoha.

Haruno Sakura.

Ella no era del tipo tan indiferente como él, no era tan ajena a las personas y no era tan fría como para no verse afectada del fuerte rechazo con que la sociedad de Konoha veía su "relación", de hecho era de esa clase de chicas que solía socializar con todos, que solía salir a pasear por las calles y saludar a cuanta gente mirara, tanto así, que desde pequeña le causaba la sensación de que conocía a más pobladores de la aldea que él, a pesar de que él le llevaba varios años más a su favor como para saber quién era "Fulano" ó "Mengano".

La preocupación de Kakashi, y la razón por la cual ese "casi" era hastíante, era lo sensible que la pelirosa era a los murmullos que surgían cada vez que pasaba cerca de los demás, después de ello solía pasar ensimismada, tratando de no obviar lo mucho que le afectaba la opinión de los otros.

Pero los aldeanos tampoco eran tan ingenuos o estúpidos como para no darse cuenta de lo peligroso que era hablar de más cuando ella estaba con el ninja copia, por ello solían medir sus palabras o simplemente atragantarse con ellas.

Todo después de que en cierta ocasión Sakura lució tan triste que el desdichado que dijo "es inmoral" tuvo miedo durante más de un mes por su vida debido a una seria mirada que el ninja copia le diera, donde ese ojo negro vago, errático y perezoso se perdió por completo en una expresión fría y molesta que hizo que descubrieran o recordaran el porqué de la gran fama de Hatake en el mortífero mundo ninja.

Así pues, Kakashi solía reconfortarla y decirle cosas como que no importaba los rumores o comentarios, que uno era dueño y hacedor de su vida y otras cosas que solo hacían que la ella emitiera un "sí" un poco lejano y poco convencedor.

Mucho después de aquel incidente los comentarios en torno a ellos se hacían sin su presencia o solo cuando el ninja copia pasaba en solitario, cuando ambos solían pasar por algún motivo los comentarios cesaban, y ni que decir de cuando "ella" lo hacía sola, nada ni nadie se atrevía a decir nada, por no decir que era casi ignorada.

Kakashi solía reconfortarla con ello y decirle que todo estaba mejorando, pero Sakura no era tonta, sabía que en realidad toda esa situación afectaba más al ninja copia, y aunque a él no le importaba su imagen ante la sociedad a ella sí le importaba que se hablara de él tan mal, le parecía terrible, porque, aunque no dijeran nada en su presencia, ella sentía las miradas sobre él siempre con ese rechazo y desprecio a su presencia.

Kakashi no se merecía eso, no merecía que todos le juzgaran, que todos lo odiaran y desplazaran, mucho menos por ella, se sentía culpable, culpable de originar tantos problemas a la vida de su ex maestro.

Todo lo desagradable por lo que pasaba él era por su culpa.

Y él era tan bueno que parecía no molestarle, no importarle ser casi exiliado de todos, además de que seguro habría muchas cosas por las que pasaba que ni siquiera le decía.

Y así era, porque solo para no aumentar más su ya de por si creciente lista de culpas Kakashi no le comentaba del como en la torre de la hokage se le miraba de soslayo, del como a pesar de haber pasado ya tres meses Tsunade no suavizaba su ceño molesto, mucho más de lo normal, y como era cuestionado de su estado y amenazado por el más mínimo desazón que Sakura llegara a mostrar, cosa que en realidad no era necesario, ya que él, bajo amenaza o no, cuidaría perfectamente de ella y de su bebé.

Tampoco solía comentar nada en particular de su equipo ninja, sólo lo habitual, pero no hablaba de cómo Naruto se había vuelto distante y de cómo lo hacía sentir como el hombre más miserable de la historia al "robarle" a un chico joven y entusiasta su primer amor, gracias a Dios, y a la intervención de alguien que desconocía, al parecer Uzumaki ya estaba sino superándolo si asimilándolo y tratando de aceptar que sus esperanzas estaban más que sepultadas, sobretodo durante las últimas semanas donde, si bien su semblante lejano y triste seguía presente, el intenso chakra agresivo que sentía sobre él ya no era tan perceptible.

Era extremadamente complicado compartir misión con él sabiéndose que de alguna manera se había convertido en su mayor enemigo y traidor, cosa que si le afectaba, pero Kakashi quería demasiado a su alumno rubio como para dejarlo en tal estado de desorden en misiones tan peligrosas y arriesgadas, por eso, a pesar de saberse en peligro de volverse presa de la ira del Kyubi pidió seguir con él en su equipo, además de que Tsunade no le concedería al rubio salir del equipo, porque además de ser una mancuerna increíblemente buena sabía que era la mejor manera de darle una buena lección al vago y sin vergüenza de Hatake, porque qué mejor que torturarlo lentamente con la indiferencia y pena de Naruto y el rencor del Uchiha.

Ya que además de la pena que sintiera por el rubio, del cual al menos tenía el alivio de ver como se hacia a la idea poco a poco, porque sabia que si algo había en Naruto que le caracterizaba eso era la enorme bondad y comprensión que albergaba su corazón, así que con el tiempo lo perdonaría y terminaría por aceptar la felicidad de Sakura, al menos eso debía pensar el jinchuiriki.

Pero el último descendiente del clan Uchiha era completamente distinto, si bien tenía la similitud de desprender ese chakra molesto y seguir con esa cara de pocos amigos que solía acompañarle y que no desaparecía ni siquiera por un segundo, su trato no parecía suavizarse desde que le dieran la noticia.

Porque Sasuke francamente estaba bastante molesto con la situación, siendo tan difícil de descifrar, era algo complicado saber con exactitud el motivo en particular de su enojo, podían ser tantas cosas, desde ser simple celos, como solía tenerlos a menudo con la joven.

Sasuke, a pesar de su presencia alejada y desinteresada, daba a los pretendientes de la chica esa sensación que dan los hermanos sobreprotectores, estando incomodo con la sola idea de compartir a la única mujer que le había profesado amor desde pequeña, y que de alguna manera siempre le había demostrado, a pesar de todo y todos, un cariño tan fuerte como para vencer hasta su propio enorme ego y orgullo y rescatarlo de su soledad.

Porque para él Sakura era más que una amiga, era, junto con Naruto y tal vez él antes de que se enterará de la "traición", de las personas más importantes en su mundo, aquellas que lo rescataron de la oscuridad y que le enseñaron a vivir de nuevo y a tener un motivo para seguir adelante.

Siempre supo que cuando ella decidiera iniciar una nueva etapa Sasuke sería un obstáculo difícil de sobrellevar para el pretendiente, quizás solo veía como aceptable al propio Naruto, a si mismo y lejanamente a Sai, pero nunca de los nunca lo aceptaría a él, siendo él su maestro y llevándole tantos años por delante y siendo tan pervertido como lo era.

No, definitivamente Sasuke Uchiha nunca lo aceptaría o imaginaría como prospecto de compañero de vida de la joven Haruno, y esto simplemente no le molestaba o preocupaba, ni el sentir su incomoda y pesada mirada en su espalda cada vez que le veía y el hermetismo que de nuevo se volvía pesado e imponente entre ambos, lo que le preocupaba era el hecho de que ella parecía muy afectada y no tanto por haber recibido esos insultos el día que le comunicaron, sino por el comportamiento de los días posteriores.

Sakura no comentó nada, no porque le doliera el hecho de ser de nuevo tachada de inútil o estorbo, ni lo molesta que podía estar de cómo fue que rebajó y subestimó el papel de una kunoichi, porque ella y Kakashi sabían que realmente Sasuke no lo decía en serio, esas fuertes palabras eran pronunciadas sin pensar mucho debido al el dolor de sentirse traicionado, irritado, molesto, por no ser capaz de aceptar como su amiga se convertía en una mujer en manos del hombre menos pensado, de uno de los pocos que aún representaba una figura de autoridad y respeto para él.

En cuanto al resto del equipo, ellos, los anbu, eran y se comportaban como siempre, como tenía previsto.

El pobre de Yamato había pasado los tres meses más tortuosos de su vida, su estado nervioso y alerta no permitían descuidarse ni un segundo, siendo tan amable como era solía pasar con todos los sentidos listos para cualquier percance originado por sus alumnos, sus ojeras eran más negras y más profundas, lo cual ante sus ojos le hacía pensar que después de Sakura era el más afectado con la situación de tensión que se sentía entre él y sus alumnos.

Todo esto hacían sentir a Hatake una gran pena y agradecimiento para con él, pero eso no mermaba su costumbre de aprovecharse de su extrema obsesión por complacerle y pagarle la comida, no era que Kakashi fuera tan desconsiderado, no, porque por lo menos tenía que encontrar algo con que auto compensarse y ese algo resulto ser la billetera y cortesía de Tenzo, además de que él siempre se ofrecía, así que no podría llamarse aprovecharse ¿o sí?

En cuanto a Sai, el joven solía preguntarle continuamente del estado de su amiga, y era gracioso escuchar y ver como el shinobi pasaba devorando escritos sobre embarazo.

Sai y Yamato eran los pocos que visitaban a Sakura en la casa Hatake.

Sai pasaba todo el tiempo haciendo cuestiones del estado de la mujer en el embarazo, siendo bastantes molestas, irritantes y bochornosas para la kunoichi, quien la mayoría del tiempo pasaba junto a él dando sus "correctivos" (llámese golpes), al anbu.

Ante los ojos (u ojo) de Kakashi, Sakura era feliz al tener a sus amigos cerca, pero al llegar al tema de Uzumaki y Uchiha el ambiente solía tensarse y ella recuperaba su semblante triste.

Así que Kakashi deducía que Sakura ya tenía suficiente con lo que lidiar como para hablarle de los inconvenientes a los que se enfrentaba con su equipo, con el consejo y con la furibunda y rencorosa Tsunade.

No, ya eran suficientes culpas para alguien en el estado de la alterada kunoichi.

Además, ella ya tenía suficiente con acoplarse a su nuevo estilo de vida y al hecho de ser ignorada por tantas personas, personas tan importantes como sus mejores amigos y sus padres.

En cuanto a Sakura, ella por su parte había sobrellevado todo relativamente bien, realmente nunca le diría a Kakashi, o al menos no por el momento, todo lo que su apoyo y presencia significaba para ella.

Le era difícil comentarle como con sus atenciones, por más exageradas y incapacitantes que fueran, le brindaban el suficiente piso como para salir adelante, de cómo el valor que había tenido al enfrentar a sus alumnos le daba fuerzas para salir adelante, del como se arrepentía de no haberle defendido y defenderse a si misma de los reclamos de Sasuke, y de cómo su entereza y seguridad le daban fuerzas y motivación para luchar por su hijo.

Pero a pesar de contar con alguien tan importante para ella, como lo era Hatake, había situaciones demasiado dolorosas y enredadas que rondaban su embarazo.

Aún recordaba lo difícil que fue dar la noticia a sus seres más queridos: sus padres, sus amigos, su maestra; todos parecían a ver desaprobado la situación y todos parecían odiar al hombre que supuestamente había abusado de su inocencia y situación de rangos.

Pero todos estaban equivocados, Kakashi era la persona más noble y buena que conocía.

Era tan amable, tan gentil, tan suave, que todo a su alrededor parecía mejorar estando con él, al menos en su propia percepción del mundo todo estaría bien si él la acompañaba.

Esos últimos tres meses de su vida le permitieron corroborarlo, si bien al principio fue algo complicado el adaptarse al estilo de vida que en esa gran y gris casa se respiraba, no lo fue tanto como para desear salir corriendo.

Su vida había cambiado, todo a su derredor estaba diferente, todos la veían de manera distinta, desaprobatoriamente, juzgándola, desplazándola, excepto una persona, él, aquel que ante un "arrebato" de solidaridad, amistad y protección se sumó a su ayuda sin dudarlo y sin pensarlo, protegiéndola como solía hacerlo desde pequeña, desde que se uniera a su grupo de enseñanza.

Al menos esa era más o menos la explicación que le diera del porque asimiló la paternidad de ese pequeño ser que cada vez crecía más dentro de ella, todo lo cual sólo lograba aumentar más su confusión.

¿Realmente ella era tan importante para él como para soportar tantas cosas?, ¿qué era lo que significaba para Kakashi?

Porque siempre supo que para Hatake el bienestar de su equipo era un punto importante en su lista de prioridades, a tal grado de dar su propia vida por ellos, pero pocas veces pensó que ella fuera tan importante como para echarse una carga de por vida como era la paternidad.

Aún recordaba a detalle cómo fue todo, como se desarrolló su vida desde que supo de su nueva etapa.

Desde ese día cuando le pidiera que se mudara con él su nerviosismo entorno a como llegaría a afectar su relación con su ex-maestro no la dejaba un instante en sosiego.

Recordaba el haber sido citada a las 10:00 am para mover todas las pocas pertenencias que tenía a la casa del ninja copia, la cual, extrañamente no había conocido antes.

El llego dos horas después de lo acordado dando otra de sus excusas tontas que si no fuera por las condiciones en las que se encontraba le habría causado un gran enojo, también solía recordar a detalle como él no le permitió mover absolutamente nada, exagerando su condición, lo cual le hacía sentir terriblemente incomoda.

Kakashi solía ser extremadamente exagerado con los cuidados que se requerían en una mujer embarazada, eso solía molestarla ya que le parecía, además de injusto para él, incómoda, terriblemente inútil y aburrida, ¡por Dios, sólo estaba embarazada, no era que estuviera desahuciada!, claro que esa "exageración" tenía su lado bueno, como era el hecho de ser complacida en cualquier antojo que tenía, como tener siempre disponibles esos deliciosos panecillos que se habían vuelto una obsesión.

Pero bueno, ella se llegaba a resignar a esas "exageraciones" con tal de no causar muchas molestias ni de crear demasiado alboroto ni llamar la atención, de por si ya era bastante escándalo y asombro de parte de las personas al ver a un ejército de clones Hatake cargando cajas y mas cajas con letreros bastante diversos y peculiares como para empezar a refunfuñar y alegar con él por no permitirle ayudarlo.

Así es, ese día de la mudanza Konoha entera se enteró de su partida de aquel bello y pequeño departamento, todos, incluso su propia madre que se encontró, desafortunadamente, saliendo de un mercado famoso y que al verla esa cara de pocos amigos y aburrimiento que tenía por no ayudar en nada desapareció en una de nerviosismo.

Su madre se acercó a ella encontrándola fácilmente entre las decenas de clones, para su desgracia una mancha rosa entre una multitud gris no suele pasar desapercibida.

Aún recordaba como a partir de ese momento todo pareció pasar en cámara lenta, del como Hatake pasaba en repetidas ocasiones cargando cajas y su madre se acercaba esquivándoles con relativa facilidad, y ella, bueno ella solo permaneció serena en espera de que su progenitora terminara de llegar.

Al principio sintió terribles deseos de salir corriendo y esconderse tras el buzón rojo, pero en esos momentos al ver el esfuerzo de Kakashi por ayudarla y apoyarla le dieron las fuerzas necesarias como para permanecer parada, sintiendo como sus piernas se convirtieran en gelatina.

Tocó su vientre y una nueva sensación de fortaleza se apoderó de ella, era como esas veces cuando escuchó hablar de que un hijo era la fuerza más grande que una mujer poseía, en aquel momento, cuando escuchó la frase por primera vez no la entendió y hasta pareció una sobreestimación, pero ahora lo entendía a la perfección.

Así pues, estaba resuelta a pasar lo que fuera por ese pequeño y por su ahora compañero, si él estaba dispuesto a dar tanto sólo por apoyarla mínimo ella debía ser fuerte y enfrentar la situación.

Nunca olvidaría como su madre, que solía reír continuamente a pesar de su fuerte carácter, se acercó con su cara habitual, con una sonrisa, saludándola y diciendo que la echaba de menos, hasta que le preguntó qué estaba pasando, que esas, si mal no se equivocaba, eran las cajas que hacía poco sacaran de su hogar hacia el apartamento, ella asintió.

Su madre preguntó por qué y solo contestó con voz quebrada y nerviosa que de nuevo se estaba mudando, nunca olvidaría la cara de sorpresa de su madre y como su sonrisa se amplió al pensar que se mudaría de nuevo a su casa, recordándole como fue difícil y problemático el convencerles de su independencia y de que era lo bastante mayor y segura como para vivir sola, sus padres lo aceptaron después de casi un año de proponérselo y no sin tratar de convencerla de no hacerlo hasta el último día de mudanza.

Su madre al pensar en su regreso comenzó a recitar un montón de planes optimistas respecto a su regreso, y a decir cosas como que su maestro era sumamente amable al ayudarle y otras más, recordándole a Sakura como su madre solía ser bastante afable con su equipo ninja, pero su sonrisa se borró al escuchar que no se mudaría de nuevo con ellos, sino que estaba por ir a otro lado.

" ¿Dónde?", preguntó.

"A casa de Kakashi", contestó.

Lo primero que llamó la atención de su madre fue el desuso del honorífico y lo segundo fue pensar en algún motivo por qué mudarse con su profesor, los ojos verdes de su madre se ampliaron y Sakura solo bajó la mirada con pena y culpa, su madre trató de buscar una explicación y su sonrisa de nuevo apareció, solo que menos sincera, al decir:

"Así que tú y tus amigos decidieron vivir con Hatake san" dedujo.

Pero Sakura negó de nuevo con la cabeza y solo pronuncio una frase corta: "no, solo yo"

Su madre permaneció silenciosa y tranquila, demasiado para su gusto, entonces solo preguntó lo más evidente: "¿por qué?"

Aún recordaba como miró los labios de su progenitora moverse con lentitud, dándole la impresión de que quería una comprobación, más que su respuesta, como si ella ya supiera de antemano lo que respondería, entonces ella bajo de nuevo la vista y tocó su vientre.

Su madre no necesito de palabras para entender, siempre quiso ser abuela, pero francamente nunca se imaginó que se enteraría de una manera tan diferente a un "mamá, estoy embarazada, felicidades, vas a ser abuela" que se esperaba escuchar en unos pocos años más.

Fue sorpresivo e inesperado enterarse de eso de esa forma tan poco ortodoxa y más pronto de lo que esperaba, ¡ni siquiera su hija tenía novio!, cierto que siempre había sido enamoradiza y que para ese entonces ya había estado "embobada" con sus compañeros de equipo, pero nunca pensó que a tal grado como para que le diera esa noticia tan inesperadamente.

Aún rememoraba como pudo ver una pequeña cajita cayendo a sus pies, tenía sumamente claro haberla distinguido fácilmente entre el polvo que se levantaba por el continuo caminar de los clones, fue entonces que Sakura se inclinó un poco para recogerla y entregársela, muy probablemente era de ella, pero al levantar la vista su madre se perdía entre la multitud grisácea, y estaba segura, ya que una mancha rubia, como el cabello de su madre, no suele pasar desapercibida entre un mar de grises.

Así había terminado esa pequeña declaración, con su madre desapareciendo dejándola a ella con la cajita rosa y dorada entre sus manos, caja que hasta el momento conservaba.

Sakura sonrió al darse cuenta como después de esos tres meses aún no sabía de que se trataba, se sentó en ese cómodo y amplio sillón donde Kakashi solía pasar las tardes de ocio leyendo y que por el momento tenía disponible, tomó la cajita entre sus manos y se dispuso a abrirla, al instante sus lágrimas cayeron por las mejillas, el llorar era más fácil que antes (sensibilidad por el embarazo): era un pequeño costurero.

Quizás para muchos no era algo conmovedor o hermoso, como ella lo veía, pero para Sakura era algo especial.

Su madre, Mebuki Haruno, era famosa por su don en reparación y confección de ropa.

Desde muy pequeña recordaba mirarla bordando, hilando o cociendo, de tal manera que mucha de la ropa que usaba era hecha por su madre, como olvidar el precioso vestido que le elaboró y con el que se presentó a los exámenes de aceptación a la academia ninja.

Su madre en un inicio se negó rotundamente a que ella asistiera a esa escuela, porque su sueño no era precisamente que su niña se "enlistara" en una escuela donde te preparan para un trabajo donde arriesgas tu vida, trabajo en el cual pocos llegan a jubilarse.

Durante mucho tiempo su madre permaneció ajena al tema y no solía hablar mucho al respecto, no sin su clásica sonrisa, esa que aparecía con frecuencia y que a Sakura le hacía pensar si no era solo una manía; Mebuki no quería que Sakura sufriera lo que ella sufrió cuando tuvo que retirarse por las lesiones sufridas y que su mismo esposo le sanaba en las misiones.

Pero cuando se llegó el gran día, el día en el que fue aceptada en la academia, su madre apareció en su recamara dándole una prenda que confeccionó, era su uniforme, ese vestido que utilizaba como uniforme ninja.

Con el tiempo su mamá le confeccionó muchas prendas iguales, conforme iba creciendo también el vestido se adaptaba a su nueva estatura y a sus nuevas exigencias, en muchas ocasiones tuvo que ser remendado y arreglado y su madre nunca estuvo renuente en hacerlo.

Siendo una persona como lo era su madre, una persona completamente opuesta a la idea de que su hija se volviera un ninja, había sido muy importante para Sakura que ella le entregara ese vestido, era una manera de hacer las paces, su madre nunca habló del tema, nunca se disculparon (no era de muchas palabras), y es que ellas dos tuvieron una discusión la primera vez que expresó su deseo de ser ninja, así que el confeccionar y arreglar su atuendo shinobi era más que una disculpa y una manera de decir "adelante hija, haz tu sueño, lo acepto, cuídate", y el ver a su progenitora trabajar tan arduamente, primero con su vestido y después con su uniforme chunnin y por último de jounnin, era reconfortante para ella y la hacía sentir feliz.

Por eso, en ese momento, todos esos recuerdos acudieron sacudiéndole el corazón, de alguna manera había defraudado a su madre, y ni que decir de su padre, ese hombre que siempre la apoyó en su carrera de ninja medico y que ahora se mostraba hermético a todo lo referente a ella.

Después de su mudanza no había podido devolverle el costurero, ni siquiera la había visto, y su padre, a él pocas veces lo miró, y era algo difícil no hacerlo porque era ninja médico honorario en el hospital, de vez en cuando se le llamaba a atender algún caso especial. Esas pocas veces que lo vio era como si no estuviera ahí, era como si simplemente no existiera, él la ignoraba, por completo y sin contemplaciones. Al poco tiempo le pidió a Tsunade cambiarla a un turno en el cual no lo viera, era demasiado doloroso ser por completo ignorada por alguien tan importante. No sabía a ciencia cierta cómo, pero era obvio que su madre se lo había comunicado, su hija, su orgullo le había fallado.

Su padre, a pesar de su gran y afable carácter, siempre fue estricto en cuanto a trabajo y escuela, y la apoyaba entusiastamente en todas sus actividades, también solía sonreír continuamente, haciéndola sentir como un pequeño ogro gruñón. Pero si de algo sus padres siempre fueron renuentes era con el tema de las relaciones de su hija, muy a pesar de que Sakura fuera bastante evidente en su enamoramiento infantil y adolescente con Sasuke.

Kizashi siempre fue del tipo celoso, de aquellos que miran a su niña como la más dulce e intocable figura de una pequeña que crece hasta madurar en la preciosa imagen de una adolecente y adulta pura, de esos hombres que, aunque su niña tenga 21 ó 40 años siempre seria eso, su niña.

Por algo era que se mantuvo virgen hasta y después de la mayoría de edad en esa época en las cuales la mayoría de las chicas, siendo civil o kunoichi, habían perdido ese adjetivo desde hacía bastante, por eso había permanecido así, por la enseñanza de sus padres y por lo rígido que solían ser respecto al tema llamado "sexo", porque aunque Ino la molestara con ello y solía burlarse en su cara (como si ser virgen fuese algo malo), no le importaba porque había algo más importante: su imagen ante sus padres.

Pero todo se derrumbó al tener ese sentimiento tan fuerte conocido con una palabra tan sencilla: amor. Realmente hasta entonces no le había importado mucho la idea de contradecir a Ino, pero eso cambio al comprender y sentir lo que es el verdadero amor, y la sola idea le asustaba. Por mucho tiempo estuvo "enamorada" de Sasuke, después eso cambió al tener la ligera impresión de sentir algo más que amistad por Naruto e incluso Sai, lo cual solo la confundía bastante, pero el tiempo pasó y pasó y ella llegó a comprender que todo era solo una idea frágil y tenue de lo que verdaderamente es el amor.

Por eso la aterraba encontrarse completamente presa de un sentimiento tan fuerte, tan intenso, tan hermoso que hacía que su corazón acelerara con sólo verlo, con sólo tenerlo cerca, y así fue como se encontró con una desazón que crecía poco a poco dentro de ella, preguntándose porque ese acto, que antes miraba con recelo y temor, solía ser llamado la consumación del amor entre una pareja de enamorados.

Sus sentimientos, tanto como su cuerpo, habían madurado, haciéndola cuestionarse si de verdad eso que sentía sería amor, de esa manera y con esa y muchas más cuestiones se encontraba desde hacía poco, desde que se dio cuenta de que ese sentimiento, si bien no estaba segura de que fuese amor, tampoco era como lo que sentía antes, ya no sólo era una extraña fijación y obsesión, o un cariño amigable, no.

Pero toda esa situación cambió desde ese día, desde esa misión donde decidieron ir al bar, donde muy equivocadamente aceptó ir y beber, no tanto como para perder el sentido, pero si lo suficiente como para sentirse mareada, como si sintiera que flotaba ligeramente.

Y así, en el bar después de unas pocas copas se dio cuenta de que no debía beber más, porque, además de que sus compañeros daban a entender que estarían al tope de borrachos, a ella no le sentaba beber, para prueba aquella vez años atrás donde a la Ino-cerda se le ocurriera cambiar el té por té "fuerte", provocando que por primera vez Hinata confesará su "no he olvidado mi amor de infancia", como si nadie supiera, y que Ten-Ten desapareciera como por arte de magia y al día siguiente se enteraran de su reciente noviazgo con Neiji, así como que Ino no paró de reír y después llorar como desdichada de tal forma que gracias a Dios pudieron sosegarla sino todos se enterarían de su primera borrachera.

Por suerte ella parecía la menos afectada, no hizo ninguna declaración de amor incondicional ni fue en busca de "formalizar" una relación, ni terminó con un ataque de risa y llanto abrazando a todas ellas diciendo "las amó mucho, son mis mejores amigas", pero si le dejó una resaca horrible y la vergüenza de recordar cómo pasó cantando en pijama en el cuarto de Yamanaka con un control como micrófono.

En fin, esa sola experiencia la hizo prometerse no beber nunca más, pero su promesa se rompió ante las constantes y sofocantes peticiones de Naruto para que los acompañara a celebrar el éxito de la misión.

La terquedad habitual de Uzumaki era superada esta vez a tal grado que logró convencerla a pesar de que era la única mujer del bar, así que decenas de ojos masculinos se posaban sobre ella, algunos discretos, otros libidinosos, pero todos ansiosos y con tanta hambre que parecían como si se la fueran a comer.

Había sido tan ingenua pensando que ser kunoichi reduciría la posibilidad de algún incidente que dejara alguna huella en ella a pesar de que había bebido, olvidándose que el alcohol logra nublar la mente más lúcida y que a pesar de ser ágil, veloz y fuerte seguía siendo una mujer, y una mujer suele ser demasiada tentación para un hombre, y olvidándose de la promesa interior que tenía para con ella, sus padres y su futuro esposo.

Eso le llevaba al hoy, sentada en ese cómodo sillón llorando con ese pequeño costurero en sus manos, definitivamente los últimos meses las cosas cambiaban, evolucionaban.

Era como estar en un torbellino que la abrumaba más de lo que quisiera o podía evitar, porque había más razones que la preocupaban además de las que Kakashi pensaba, había más que esas referentes a la percepción del mundo y de cómo eran rechazados, tanto por aldeanos, shinobis, amigos y familia, porque había una variable que Hatake no había tomado en cuenta, una muy importante y fuerte, una que a la kunoichi le parecía sumamente preocupante: Él.

Hatake Kakashi representaba para Sakura un punto demasiado importante y perturbador en todo este asunto.

Un punto que día a día le parecía más relevante y que, si bien le hacia sentir feliz, protegida y querida, junto a esas "atenciones" y sumado a la convencía diaria y total, a vivir con él, le estaba dando una preocupación más y la hacían cuestionarse más frecuentemente cosas como: ¿Realmente ella era tan importante para él como para soportar tantas cosas?, ¿qué era lo que Kakashi significaba para ella?

Y, sobre todo, lo más aterrador: ¿qué era lo que ella significaba para Kakashi?, ¿realmente estaba dispuesta a perderlo?

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Saludos desde Sinaloa, México.

¿Qué tal?

Acá ando actualizando mis fics, tuve que editar este cap, había muchos detalles, algunos lo quité y otros los dejé ahí pensando que debía hasta cierto punto mantener fiel a la idea que tenia en aquel tiempo que escribí la historia, no recordaba que este episodio era más narración que diálogos y bueno, decidí dejarlo así.

También en aquel tiempo no se sabia nada de los padres de Sakura, así que usaba otros nombres, personalidades y aspectos, los modifique para que no chocarán tanto a los nuevos lectores, pero igual traté de hacer algo como una mezcla con los personajes Ooc que use entonces.

En fin. Gracias por leer.

Dios los bendiga. Hasta pronto.

Cristo vive y reina.

Nota original:

Hola, hola:

Primero que nada agradezco a Ryuuzaki-Roth, a quien dedico este episodio por todo el apoyo que me ha brindado; la primera observación es que utilice el nombre de uno de sus personajes, Nana Haruno, la verdad no averigüe si en realidad es el nombre de la madre de Sakura pero bueno, al leer Aiko me tomé el atrevimiento de tomar ese nombre prestado., y algunas características del personaje n/./n.

Lo segundo, hace poco, y me da vergüenza admitirlo, borré dos historias muy importantes para mí, (todas lo son), debido al poco apoyo que recibo en ellas, depresión si depresión, en realidad por la falta de apoyo y por tener poco tiempo para actualizarlas, el caso es que fue una decisión dura para mí.

Una de ellas, de Ouran, a los pocos día decidí republicarla ya que me pareció una falta de respeto a aquellos que me han seguido hasta hoy y a quienes pedí disculpas, y la otra historia, en realidad la primera que me digne en redactar y la cual, junto con mi persona especial, fueron muy importantes para seguir publicando toda esa maraña de imágenes que tengo en mi mentecita.

Esa primera historia al leer los primeros episodios me doy cuenta de que he mejorado un poquito y volveré a publicarla, no se si pronto o tarde ya que esa si es una historia muy larga y aún no la terminó, pero lo haré.

Es una historia sobre Card Captor Sakura, que fue gracias a que leí el perfil de RyUuZaKi-RoTh que tome esta decisión, a quien agradezco por haberme dado ánimos, muchas gracias por tu apoyo, que ha sido sumamente importante para mí.

Volviendo a otras cosas parece que últimamente me estoy atiborrando de muchas imágenes de bastantes historias, no se porque pero siempre me ha pasado eso, sueño bastante, muchos de los cuales se convierten en historias e incluso después de despertar invento historias al estar semi-dormida, bueno el caso es que en ocasiones esto suele ser algo bueno y divertido, pero en otras suele ser un punto en contra al no poder dormir o simplemente distanciarme de socializar jejeje, en fin el caso es que tengo bastantes historias que por falta de tiempo no he podido redactar, no se si esto sea bueno, pero lo positivo es que siempre me ha ayudado a pasar mi tiempo libre y relajarme, por todo ello cuando inicie a redactar una parte de estas historias me sentí bien, y mas aún compartirlas y saber que no son del todo malas es algo bastante agradable.

Creo que me he excedido con esta nota de autora, pero es agradable expresar esto que desde tanto he querido decir.

Saludos y agradecimientos a todos aquellos que la han leído hasta aquí jejeje y paso a contestar sus reviews:

Ah una observación a todos, Sakura se mostró débil y hasta desesperante respecto a su actitud con Sasuke y a dejar todo en manos de Kakashi, pido disculpas si eso les molesto, porque incluso a mi me pareció irritante, jejeje, pero es parte de esta historia, y no se preocupen y ténganle un poco de paciencia a la chica ya que más adelante se reivindicará, o eso espero…jejeje.

Por hoy es todo y si no es mucho pedir les pido que si pueden den una visita a mi perfil, que me digne a reeditarlo agregándole un poco más información…Saludos y que dios me los bendiga.

Hasta pronto.