CAPÍTULO LXV
DESCONTENTO
(Tres días después)
Sin que nada le importara y antes de que la tarde cayera, Michiru abandonó el lugar de los Kremer, dirigiendo sus pasos hacia su verdadero hogar.
Y ahí, sentada sobre el frío suelo del recibidor, sin consuelo lloraba abrazada a sus rodillas, contemplando de cuando en cuando los recién pintados muros.
"Todo es tal y como imaginé que sería", murmuró observando los muebles que hacía días el rubio ordenó para ella. "Me duele mucho que ayer y hoy el coronel no haya querido verme. Tengo tanto que decirle"
De pronto la puerta principal se abrió, dando paso a Lita.
"Me alegra mucho haberte encontrado. Fue el coronel quien me dijo que aquí podrías estar"
"¿Habló con él?", fijando la mirada en la suya, cuestiono.
"Llegue a tu casa y al no encontrarte fui a la prisión esperando que él me dijera donde podrías estar"
"Por favor dígame cómo está", emocionada Michiru se puso de pie.
"Se encuentran bien", mintió, y es que no habría podido decirle que había comenzado a perder peso y que la falta de un buen descanso comenzaba a dejar su huella.
"¿Está durmiendo bien?"
"Por supuesto. Aproveché para llevarle comida caliente, la de ese lugar no es muy buena que digamos, pero al menos le ayuda a mantenerse en pié"
Michiru se mordió los labios; "Me gustaría mucho verlo, pero no me lo han permitido por orden de él"
"Y es lo mejor, ese lugar no es muy bonito, mucho menos es seguro. El mensaje que me dio para ti es que te alimentes bien y descanses"
"Sé que él no quiere que me arriesgué, pero de verdad necesitó verlo"
"Debes ser paciente, ya han pasado tres días"
"¿Cómo serlo?, falta tanto para que salga de ese maldito lugar", volviendo a su posición inicial, murmuró.
"Lo hará, confía", dijo sentándose a su lado. "Dime, ¿Aquí vivías antes de que la guerra te desplazará?", contrario a Mina, la castaña trataría de conocerla mejor.
"Así es. Aquí vivía con mi padre y mi hermano", recordando los buenos días, sonrió.
Sin imaginar las terribles coincidencias que el destino puede llegar a deparar, la castaña prosiguió. "¿Estás sola?"
En medio de su tristeza Michiru sonrió de nuevo; "Si, pero pronto no volveré a estarlo", colocando la mano sobre su vientre, contenta señaló.
"¿Falta poco para que nazca?"
"Así es, estoy muy impaciente", orgullosa contestó. "Sin importar el bando, la guerra a todos nos despojo de algo muy amado"
"Yo ya he perdonado", la capitana contestó pensando en la familia de Dietter y en el daño que con su maldito silencio y en busca de una injustificada venganza a ellos les causó. "Quizás te preguntes porqué estoy tan lejos de mi hogar, es porque mi hermano murió. Yo también me quedé sola". No importaba que tanto sonriera, si al final ese dolor jamás desaparecería de su corazón.
Michiru prefirió callar el hecho de que su hermano combatió, aunque supuso que ella lo intuyó.
Lita, recordando aquel día, se quedó en silencio sin imaginar que la mujer que estaba a su lado era hermana del sádico monstruo que ordenó el ataque a su aldea, pero de saberlo, ¿Le hablaría de lo que en realidad sucedió?, al igual que el rubio ¿La vería como responsable indirecta de su tragedia?
(Prisión)
Tomándose unos minutos de su descanso, Mizuno se presentó en el lugar para poder hablar con su superior.
"Me alegra mucho que vinieras, también vino Kino"
"Todos estamos muy preocupados por usted, coronel"
Ante sus palabras Haruka negó con la cabeza; "Escuchaste a esos imbéciles, ya no soy un coronel"
"Todos y usted también sabe que su sentencia fue más que injusta, coronel"
"No me arrepiento de lo que hice... Kino dice que ella está bien, pero ¿tú qué opinas?"
"Ayer fui a revisarla y puedo dictaminar que medicamente se encuentra bien, pero no puede decir lo mismo de su estado de ánimo. Está impaciente por verlo y mucho me ha pedido que le diga que por favor se lo permita"
Él volvió a negar con la cabeza; "Es mejor así, por nada del mundo debe venir. Este sitio es terrible"
"Ella sabe que esos son sus deseos, pero dudo que en algo cambie su forma de pensar"
"No importa que tanto insista. Además está ese otro asunto", recordando lo sucedido hacía dos días, molesto apretó el puño.
"¿Qué asunto?"
"Lo sabes"
Mizuno bajó la mirada y asintió un poco ante lo vergonzoso que era.
"En un principio se dijo que mi arresto se debió a que protegí a una...", no se atrevió a terminar la frase.
"Pero ya es bien sabido que actuó de esa forma para proteger a la mujer que espera un hijo suyo"
"Y no por ello han cesado las malditas habladurías. Si se llega a saber su identidad, será mil veces peor"
"Los que sabemos sobre su relación hemos manejado con entera discreción esa información"
"Aún así y sin importar que toda la vida me pese, ya he tomado una decisión", observando hacia la nada expresó.
"Ella lo estima y usted lo sabe"
"No lo creo, pero si ese es el caso con mayor razón debo hacerlo. Ahora dime, ¿Cómo está Mina?, también estoy muy preocupado por su situación" cuestionó.
"Sobreviviendo", la médico contestó no deseando entrar en muchos detalles, o podría enfrentarse a una situación de no retorno que terminaría por mortificarlo aún más.
"¡Demonios!... ¿Sabías que su prometido volvió?"
"Sí y debo decir que ningún bien le ha hecho su maldita presencia. Por fortuna ella ha encontrado refugio en el trabajo, pero también me preocupa mucho que llegue a enfermarse"
Pensativo Haruka asintió un poco; "Ella no solo es tu ayudante en la clínica, no solo ha compartido tanto dolor contigo sino que es tu amiga y confidente, así que dime, también lo sabes, ¿Verdad?", fijando la mirada en la de ella, cuestionó.
Mizuno asintió un poco; "Había rumores, pero jamás nada claro y yo nunca pregunte", mintió y luego se mordió los labios.
"Piensa que interferí con la correspondencia personal, cosa que nunca sucedió. Lo único cierto es que le oculte que los comandos vendrían, pero lo hice precisamente por su bien. Ahora me doy cuenta de que nada sirvió"
"Aunque ella puede llegar a ser muy impulsiva, es una mujer sensata y al igual que los demás confía en usted. Si llega a creer cualquier cosa que diga el sujeto que la engaño, cometerá un grave error"
"No la culparía, lo conoce de toda la vida"
"Su traición va más allá, él destruyó esa confianza y su estabilidad"
"Tampoco la dejes sola"
"Coronel, no tiene de qué preocuparse, además tenga plena confianza en Mina. Por mi parte yo seguiré fingiendo que no sé nada"
"Gracias"
Y fue luego de compartir un par de palabras más que la peliazul abandonó la prisión.
"Muchos problemas tiene ya ese hombre como para que yo lo perturbe confesándole todo lo que sé, además no me corresponde a mi hacerlo. Si ella ha callado hasta ahora, como médico y mujer he de hacerlo por siempre", murmuro recordando aquellos dolorosos días.
Mientras tanto y sin nada más que hacer, Haruka se sentó sobre la improvisada cama, trayendo a la memoria lo acontecido el día anterior.
-Flashback-
Y entonces la puerta se abrió, permitiendo el paso de un oficial.
"Comandante, tiene visita", anunció.
"¿De quién se trata?", esperando que no fuera la aguamarina, cuestionó.
"Es una civil de nombre Mi…", pícaro el sujeto intentó replicar.
Haruka negó con la cabeza; "No sé de qué habla"
Habiendo escuchado parte de la información, dos oficiales que también estaban arrestados se asomaron esperando poder verla.
"Debe tratarse de esa mujer que viene a agradecerle"
"¡Vaya!, no sabía que ofrecían sus servicios hasta en la prisión... si tú no quieres recibirla nosotros sí, ¿Verdad?"
"Si, hazla pasar", componiéndose el cabello el otro añadió.
"Espero y acceda a hacernos un descuento"
Ante sus malditas palabras el rubio golpeó el muro; "Les ordenó que se callen y a ti te ordeno que por ningún motivo la dejes entrar"
-Fin flashback-
"Quizás ella no lo vea como yo, pero es por su bien", murmuró.
(Oficina de gobierno provisional)
Tomando uno de los archivos que sin orden permanecían sobre el escritorio, el general Volkov le dio una rápida lectura y luego lo firmó. "Hace ya tres días que nuestro hombre está en prisión, supongo que ya habrá aprendido la lección"
"Lo mismo considero", replicó Pavlov.
Volkov abrió uno de los cajones y tomando un sobre, se lo entregó; "Aquí está la orden de su liberación"
"¿Deberá ser hoy?"
"Naturalmente. Pude hacer que revocaran su sentencia y lo liberaran ese mismo día, pero él debe entender que no puede dejarse guiar por la emoción del momento. Esto le enseñará que debe actuar con mando"
"¿Cree que Mikhailov se molestara?"
"Poco importa lo que él diga. Kozlov no solo golpeó a una civil encinta, sino que contrario las órdenes de sus superiores, lo que es suficiente como para mandarlo a prisión toda una semana, luego lo pondremos en un tren rumbo al Sur. Fue prudente dejar que se confiara"
Ante sus palabras Pavlov sonrió.
"Aquí somos la autoridad y si Mikhailov nunca se molestó por disciplinarlo, lo haremos nosotros. Kozlov pensara mejor en las consecuencias antes de actuar"
"Serán magníficas noticias para el comandante"
"¿Qué comandante?"
"El comandante Haruka T."
"Yo no conozco a ningún comandante Haruka T. Así que por favor deje de perder el tiempo, vaya a la prisión y ordene que el coronel Haruka T. sea puesto en libertad a la brevedad posible... y no olvide citarlo mañana al mediodía"
"Como usted ordene, señor", contento replicó Pavlov.
(Cerca de ahí
Sin imaginar lo que aconteceria dentro de unos minutos, Kozlov en compañía de un capitán y el sujeto que esa maldita noche estaba con él, jugaba a las cartas.
"¡Maldición!, estoy seguro de que siempre haces trampa", uno de ellos, arrojando su jugada sobre la mesa, por tercera vez se quejó.
"Pasa que ustedes no saben jugar"
"Mejor dime, ¿Dónde conseguiste el alcohol si por ahora está prohibido?", llevando el vaso a sus labios, el otro cuestionó.
"Para Kozlov no hay imposibles", orgulloso señaló.
El sujeto sonrió con malicia, luego dejó escapar una risa que rayó en lo burlón; "Te equívocas, por más que lo intentaste no pudiste follarte a la zorra esa, en cambio ese sujeto te follo a golpes. Te convirtió en su…", no alcanzó a decir porque con su mano sana Kozlov lo tomó por el uniforme.
"¿Qué dijiste?"
"Yo… no quise…", temeroso balbuceó.
"Repítelo", ordenó.
"Es lo que todos dicen", señaló en su defensa.
"¿Y eso te da derecho?"
El tercer hombre intervino logrando separarlos; "Ignóralo... por palabras de los muchachos sé de un lugar que no está lejos y no es muy caro, ahí podremos encontrar con quien pasar el rato sin que nos metamos en problemas"
Kozlov sonrió con malicia, palmeandolos a ambos en las mejillas; "Solo estaba bromeando, pero me conocen y saben que no me gusta perder, así que ¿Por qué no vamos a buscarla?"
"¿A esa mujer?"
"No será difícil encontrarla. No voy a quedarme con la ganas"
"Pero es la mujer de ese sujeto y..."
"No pasa nada, ya vieron que no me acusaron de nada"
De pronto alguien llamó a la puerta a lo que Kozlov atendió solo para terminar encontrándose con tres oficiales.
"Capitán Kozlov, está bajo arresto", Ivanovich anunció.
"¿Bajo qué cargos?", con esa maldita sonrisa torciendo sus labios, preguntó.
"Por golpear a una civil, no respetar las órdenes de sus superiores y... ¿Eso de ahí es alcohol?"
Él y los dos sujetos dudaron.
"Vine a arrestar a un hombre, pero por desacato me llevaré a tres", Ivanovich dijo mientras eran esposados y conducidos al camión.
"¿Sabes quien soy?", altanero el capitán cuestionó.
"Aquí, nadie", replicó el oficial.
(En la prisión)
Luego de que fuera escoltado hasta la habitación en la que había sido sentenciado, Haruka observaba como el reloj avanzaba sin que nadie le informara que hacía en ese sitio.
Y fue que pasado un cuarto de hora la puerta se abrió, dando paso al coronel Pavlov.
"Es libre, comandante"
"¿Eh?"
"Lo que escucho. El general Volkov ordenó su libertad"
"Dígame, ¿Por qué Volkov ha tomado esa decisión?"
"Comandante, debe reconocer que tanto usted como ese sujeto cometieron graves errores, así que antes de actuar reflexione para que no cometa otra imprudencia que lo ponga en situaciones tan lamentables como está"
"¿Que hay de ese sujeto?, ¿Recibirá lo que le corresponde?"
"El general Volkov ha ordenado su arresto, luego de cumplir su condena será enviado de vuelta al Sur. Su servicio en el ejército ha terminado. De igual modo le informo que mañana al mediodía el general Volkov desea verlo en su oficina"
Fue así que luego de firmar los documentos correspondientes, Haruka abandonó el lugar, emprendiendo camino hacia el hogar de los Kremer.
" No me queda de otra", luego de mucho meditarlo murmuró.
Mientras tanto y sin imaginar lo que estaba a punto de acontecer, sin haber tocado los alimentos Michiru veía como se enfriaban, hasta que alguien llamó a la puerta, sacándola de sus íntimos pensamientos.
Así que atendiendo se encontró con su amado rubio.
"Coronel", emocionada y creyendo que debía tratarse de una alucinación, expresó mientras avanzaba hacia él en busca de sus brazos.
Por su parte Haruka frunció el entrecejo, "Hazte a un lado", masculló apartándola de su camino.
"¿Qué pasa, coronel?", desconcertada ella preguntó mientras seguía sus rápidos y pesados pasos.
El rubio no respondió con palabras, pero bastaba la mueca que llevaba para hacerle saber que estaba furioso. Dirigiendo sus pasos hacia la habitación que compartía con ella, continuó ignorándola.
"¿Coronel?", ella insistió.
Él, tomando de los cajones sus cosas comenzó a empacarlas en su macuto.
"¿Se encuentra bien?"
"Para nada", finalmente respondió.
"¿Está molesto?"
"¿No puedo estarlo?", grito, así como solía hacerlo cuando se conocieron.
"Por favor dígame que sucede"
"Hago lo que debí hacer hace mucho", contestó encaminando sus pasos hacia la salida principal.
"Pero, ¿Por qué?"
"Nada tengo que seguir haciendo aquí"
"Pero, esta es su casa y..."
"Te equívocas, mi casa está en el Sur", contestó sin darle la cara.
Ante esas palabras Michiru titubeo. ¿Acaso ya había llegado su turno de regresar?
"Coronel, ¿A qué se debe este cambio?"
"No es ningún cambio, esto es lo que siempre fui"
A eso Michiru no supo qué responder.
"No sabes cuanto me arrepiento de lo que paso, pero ahora más que nunca lo tengo muy claro"
"¿A qué se refiere?"
Haruka se volvió hacia ella, colocando su rostro muy cerca del suyo, luego torció los labios de forma burlona; "Por tu culpa lo perdí todo, luego fui arrestado y degradado... si solo te hubiera follado y desechado, no me habrías metido en tantos problemas"
Ante esas malditas palabras ella tembló.
"Regresa a tu hogar cuando puedas, ya no me importas" azotando la puerta detrás de él comenzó a alejarse.
Por su parte y sin poder asimilar lo que acababa de escuchar, Michiru se quedó sin aliento, dejando que el más amargo llanto le nublara la mirada.
Notas de autor;
¿Qué diferencia hay entre lo que Haruka hizo y Yakov y Kozlov iban a hacer?, ¿Por qué nadie castigo que en un principio haya habido tanta violencia?, quizás se pregunten. La respuesta es sencilla, en ese momento había cero ley, había mucho enojo y frustración y el más fuerte hacia su voluntad. Ahora como la ciudad se ha ido reconstruyendo y el dinero vuelve a circular, para que la sociedad termine de funcionar como tal, debe restablecerse la autoridad. Pero será más adelante cuando hablemos sobre ese tema.
Michelle; De saberse lo que Haruka le hizo a Yakov, sin duda lo mandaría al patíbulo para su ejecución, al menos el único testigo fue Michi y dudo mucho que ella diga algo que lo ponga en riesgo.
Kaiohmaru; Cuando todo parecía perdido para Haruka lo liberarán y a ese sujeto lo arrestan, cosa que se merecía, pero lo dejaron confiarse y hasta cometió más errores como conseguir alcohol de forma ilegal. Qué bueno que se lleva la peor parte.
Isavellcota; Haruka hizo bien al no dejarla dar su versión, porque como vimos a él durante el interrogatorio no lo trataron muy bien. Ahora imagínate cómo la hubieran tratado a ella si ese sujeto dijo que se estaba vendiendo. De seguro hasta la andan arrestando. Armand tan bueno que parecía y es de lo peor, que horrible sujeto.
Kyoky; Michiru para bien y para mal es terca y aunque él le diga mil veces que no fue su culpa, ella casi siempre terminará diciendo que si lo es. Cierto, es muy afortunada porque siempre encuentra en quien apoyarse.
