Digimon y sus personajes NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y para su entretenimiento.


― Creo que lo descifré ―comentó Koushiro. Tomó una hoja de papel y anotó la frase que venía volviéndolo loco por días.

― ¿Ah sí? ¿Qué has encontrado? ― Koushiro se incorporó de su asiento.

Logra purificar la fuente, a partir de los deseos y el poder de la unión― recitó. ― Alguien cercano a la pequeña, debe ir al mar oscuro y encontrar la fuente; asumo que habla de Taichi y de Sora ― explicó ― La purificación, debe ser a través del poder de los emblemas; hasta el momento, son los únicos que han podido detener la oscuridad.

― Si esa teoría es cierta, hay algo que me inquieta.

― ¿Qué cosa?

― La niña tendrá que viajar al mar oscuro, una acción muy peligrosa, dada su condición actual.

― Es la única alternativa: para combatir esta infección, debemos ir a la fuente ― explicó. Lo había resuelto, entendió la frase. La parte difícil venía después, cuando tuviese que explicarles a dos de sus mejores amigos que, para salvar la vida de su hija, debían ponerla en peligro ― Tengo que hablar con ellos lo antes posible; según los datos, la próxima abertura será pronto y deben llevar a la niña,

― Lo sé; si perdemos esta oportunidad, puede ser que para la próxima sea muy tarde.

Koushiro tenía un revoltijo de emociones en su interior. Conocía a Taichi y a Sora desde pequeños, por lo que, la pequeña niña era su sobrina y le dolía pensar tan siquiera en la posibilidad de que muriese, más si era por una opción que el mismo había propuesto. Era lo mejor que tenían en el momento, al menos había que intentarlo.


― De acuerdo; te estaremos esperando ― Taichi colgó el teléfono, acercándose a su esposa en el proceso.

― ¿Qué ocurre? ― preguntó al ver la seriedad en sus facciones.

― Koushiro quiere hablar con nosotros. Dijo que es importante; sonaba serio.

― ¿Crees que tenga alguna novedad respecto al virus?

― Es lo más probable, aunque al juzgar por su tono de voz, no creo que sean buenas noticias. ― Ambos observaron a su pequeña, profundamente dormida en el regazo de la pelirroja. Su condición parecía no mejorar y sentían pavor de tan solo pensar que el tiempo se agotaba.

― Tengo la esperanza de que venga con algún tipo de solución. ― el castaño solo asintió. No quería opinar al respecto, por el temor a generar expectativas que podrían desplomarse con una sencilla afirmación del portador del emblema del conocimiento.

Un ligero toque en la puerta los trajo a la realidad.

― Hola, ¿es un mal momento?

― Para nada, Joe ― respondió Taichi rápidamente ― ¿Vienes para el control?

― Sí; vine por ambas ― respondió mientras tomaba asiento a un lado de la cama ― ¿Cómo se han estado sintiendo?

― De mi parte, he notado la mejoría; los síntomas han desaparecido de a poco.

― Tus exámenes corroboran tus palabras: el pequeño parece estar recuperándose del susto también ― respondió con una sonrisa. ― ¿La pequeña Yagami?

― Ha estado durmiendo por dos horas; tiene algo de fiebre ― contestó la pelirroja. El médico asintió, para luego proceder a examinar a la pequeña de la manera más cuidadosa posible. En efecto, la niña presentaba cierto grado de fiebre, pero fuera de eso, no parecía estar en medio de algún episodio del virus.

― ¿Alguna novedad?

― Koushiro dijo que tenía noticias; nos reuniremos con él más tarde. ― él asintió.

―No quiero sonar entrometido, pero… ¿me permitirían asistir? Quisiera escuchar de primera mano la información que pueda tener; tal vez, me sirva para saber cómo podría ayudar con los síntomas.

― Por supuesto; es una gran idea


Cuando, por fin, el portador del emblema del conocimiento estuvo frente a él, Taichi no supo descifrar qué quería decirle a través de su expresión. El pelirrojo saludó cortésmente, para luego acomodar su preciada computadora sobre la mesa. La cafetería del hospital, conocida por los momentos como el lugar de encuentro, se encontraba abarrotada, pero para el castaño, parecía que se encontraban solos.

― Tengo nueva información. ― intervino mientras tecleaba rápidamente en su ordenador. Giró la pantalla hacia ellos para que pudieran leer el mensaje que esta desplegaba.

― ¿Logra purificar la fuente, a partir de los deseos y el poder de la unión? ¿Qué significa?

― Como toda infección, existe una fuente que la propagó, en este caso, el mar oscuro ― explicó ― Según lo que hemos podido descifrar, necesitamos purificar esa fuente para que el virus desaparezca.

― Entonces, ¿debo ir al mar oscuro? ―preguntó el castaño.

Tienen que ir al mar oscuro. ― corrigió el pelirrojo. ― No funcionará si la niña no está presente. ― Taichi palideció. No quería, de ninguna manera, exponer a su pequeña a un lugar donde solo reinaba la maldad y la desgracia, mucho menos dada su condición― Sé que es riesgoso, pero es lo único que tenemos.

― Pero… ¿por qué debe asistir la niña? ― comentó el joven médico ― Ella se infectó estando en el mundo real; la cura debería funcionar de la misma manera.

― La distorsión era mucho mayor en su momento; desaparecerá pronto, por lo que, posiblemente su alcance no está en los rangos permitidos para que tenga efecto. ― explicó ―Debemos actuar rápido.

― ¿Cómo se purifica la fuente?

― Con el poder de los emblemas, tanto el tuyo como el de Sora. ― respondió. La situación solo parecía empeorar con cada minuto que pasaba. ¿También tenía que asistir su esposa?

― Sora está embarazada ― intervino Joe, causando que las facciones de su amigo se llenaran de sorpresa. ― Acaba de sufrir un pre-aborto; como médico afirmo que no es recomendable que realice esfuerzos.

El castaño posó sus manos sobre su rostro, claramente frustrado, seguido de un notorio suspiro por parte del Izumi. Si antes se sentía comprometido con la situación, en los momentos, la presión era indescriptible.

― Es la única alternativa que tenemos por los momentos. ―El silencio se instauró entre los presentes. Incapaces de reaccionar ante la controversial opción.


La pelirroja tenía la vista fija hacia la pared, inexpresiva. Ni siquiera sabía cómo sentirse ante lo dicho por su marido. Jamás pondría en riesgo el bienestar de sus hijos: ¿qué se supone que hiciese si por el bienestar de uno debía poner en riesgo al otro? Era la descripción perfecta de la pesadilla de toda madre.

― Joe y Koushiro están discutiendo cuál sería el accionar más prudente dada la situación. ― Sora observó a su pequeña, aún dormida en su regazo. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? ― Cielo…

― Es como si me pusieran a elegir entre mis hijos, ¿acaso es justo? ― respondió; su expresión pasó a ser de dolor. ― Nadie asegura que funcione, pero al mismo tiempo, es la única esperanza que nos queda, pero…demonios… ― Taichi la acercó a él. ― No estoy en condiciones de ir a un lugar donde posiblemente haga más esfuerzos de lo que debería; el bebé aún no está totalmente fuera de peligro.

―Lo sé…― observó a su hija ― y nuestra pequeña no debería estar tan lejos de la atención médica. Una de las opciones es que Joe vaya con nosotros, ante cualquier eventualidad. ― respondió ― Agumon, Biyomon y Gomamon también irán. ― ella asintió, sin mirarlo. Se notaba que estaba muy perdida en sus pensamientos o, mejor dicho, preocupaciones. Sora era una madre abnegada, la sola idea de pensar que algo podría pasarles a los pequeños, le aterraba, le provocaba pánico.

― Entonces… ¿esta es nuestra realidad? ― él asintió. Ella comenzó a negar con la cabeza ― La detesto…― respondió en un suspiro cargado de tristeza.

Él se mantuvo en silencio. Tenía que encontrar la forma de que su familia, volviese a la normalidad, sin pérdidas, sin cargo de consciencia. Besó la mejilla de su hija, para luego colocar su mano sobre el pequeño bulto en el vientre de su esposa. Sus pensamientos estaban a mil por hora, ninguno que le sirviera en realidad. En todas las opciones, terminaba perdiendo a alguien. Por más desgarrador que sonase, el escenario que más podría aceptar era que se perdiera una solo vida, un solo sacrificio: el suyo.


No puedo creer el tiempo que ha pasado. Por alguna razón, juraba que había compartido el nuevo capítulo hace meses. Revisando el itinerario de actualización me di cuenta que no, así que, mil disculpas por eso. En fin, aquí tenemos la actualización. El capítulo está cortito porque es de transición hacia la parte final de la misma. El fin está cerca. Gracias por los reviews, chicos; los aprecio y me ayudan con el proceso de aprendizaje continuo.

Como siempre, me dejan saber que les pareció.

Cuídense,

Bye!