I
"Quisiera poder descansar un poco" se dijo a sí misma mientras caminaba por la universidad, eran las 5 de la tarde del viernes y ya había terminado su jornada escolar por esa semana, pero lo que más deseaba en ese instante era poder recostarse un poco ya que el intentar equilibrar los estudios con un empleo a medio tiempo era algo que la tenía bastante agotada, observó que el salón donde solía tener la mayoría de sus clases se encontraba con la puerta abierta y la luz encendida así que decidió acercarse a la puerta a mirar si había alguien allí.
Se asomó y observó rápidamente que el salón se encontraba vacío, solo había un maletín y un cuaderno en uno de los escritorios al fondo del aula "quizá sean las pertenencias de alguien de otro curso que vino a descansar un poco antes de su clase" pensó, por lo que entró y se sentó en uno de los escritorios a mitad del aula hacía la ventana "aquí podré descansar a gusto" pensó la muchacha que colocó los brazos sobre la mesa, acomodó la cabeza sobre ellos y cerró sus ojos "solo será por unos minutos y luego iré a casa" se dijo a sí misma mientras fue cayendo en un profundo sueño.
"Menos mal pude encontrar el libro que necesitaba para poder terminar el informe" pensaba alegremente el joven mientras se dirigía de regreso al salón de clases, al entrar no pudo evitar notar la presencia de alguien más en el lugar, se trataba de una de sus compañeras de clase que se encontraba dormida en uno de los escritorios, aunque a duras penas se daban el saludo de vez en cuando jamás había tenido una conversación con ella, solo se limitó a observarla un poco lo tranquila que se veía descansando en ese lugar, se acomodó los lentes y se dirigió rápidamente a su escritorio.
"Si ella despertara de golpe y viera que un chico como yo la estaba mirando, no podría evitar asustarse" pensó de forma algo triste el muchacho quien abrió el libro que con tanto esfuerzo había logrado conseguir y empezó a anotar unas ideas para poder finalizar su informe, de repente todo el cansancio acumulado durante la semana empezó a pasarle factura, sacó el celular de su bolsillo y observó la hora, iban a ser las 7 de la noche, al ver lo cómoda que seguía su compañera sin percatarse que ya habían pasado un par de horas desde que la encontró en ese lugar durmiendo, decidió imitarla pero para ello se levantó suavemente de su escritorio evitando despertarla, apagó la luz del salón, luego volvió a su escritorio, se quitó los lentes, puso los brazos sobre la mesa y acomodó su cabeza sobre ellos mientras se decía a si mismo "solo será por unos minutos y luego volveré a casa" mientras caía profundamente dormido.
De repente oyó unos pasos que se acercaban y alejaban rápidamente, abrió los ojos poco a poco, al notar que no veía bien lo que estaba sucediendo buscó sus lentes y se los colocó allí pudo observar que nuevamente la luz del salón se encontraba prendida y a su compañera intentando abrir la puerta del salón sin éxito con la mano derecha mientras mordía de forma ansiosa el dedo índice de su mano izquierda, se quedó analizando lo que veía hasta que recordó observar la hora en su celular, iban a ser las 9 de la noche, se quedó bastante sorprendido al ver lo tarde que era dado que los viernes las clases terminaban para todas las carreras a las 8 de la noche, empacó rápidamente sus pertenencias e intentó hacer una llamada pero su celular indicaba que no tenía saldo suficiente.
"Maldición" pensó para si mismo, mientras su compañera lo veía con algo de desconfianza "claro, ahora ella debe pensar que intentaré sobrepasarme con ella considerando la situación en la que nos encontramos" pensó algo irritado, ella no le quitaba los ojos de encima como si estuviese esperando a que el chico hiciera algo, el suspiró derrotado y le dijo:
-Mire Kinomoto, yo se que soy la ultima persona que usted esperaba tener que compartir una situación como esta en la que nos encontramos, le pido por favor no me mire como si fuera una especie de bicho raro e intentemos pensar en la forma de salir de este lugar- intentó no sonar molesto y calmarse lo más que pudo, pero no pudo evitar decirle las cosas con un tono algo tosco que mostraba su molestia debido a las miradas de la chica.
"Parece que lo hice enojar" pensó la chica intentando respirar hondo y calmarse, "es lógico, lo miré como si fuese una especie de bicho raro, agh que vergüenza" pensaba mientras sus mejillas se iban poniendo coloradas y lentamente iba bajando la cabeza debido a lo frustrada que la hacía sentir su sensación de vergüenza, de repente alzó la cabeza, respiró hondo y le dijo al chico:
-Discúlpeme Li, es que me desperté bastante desorientada, ya cuando por fin logré ubicar en donde me encontraba e intentar irme me doy cuenta de que la puerta está cerrada y pues que no me encontraba sola, me puse algo nerviosa considerando que usted y yo no habíamos conversado hasta ahora y pues que estamos solos un viernes, en la noche, en la universidad, en un salón, pues me dio algo de miedo no le miento, nuevamente le pido me perdone.
El joven suspiró pesadamente y le dijo:
-No se preocupe, no hay problema, perdóneme también usted por haberla asustado, ahora tenemos que pensar en cómo vamos a salir de este salón, Kinomoto, ¿de casualidad tiene saldo en su celular para poder llamar a algún familiar o conocido que nos pueda ayudar a salir de aquí?
-Cierto, el celular- dijo la chica como si el joven Li hubiese tenido la idea más brillante del momento, sacó rápidamente el móvil de su bolsillo e intentó llamar a su padre, lastimosamente la línea le decía que no tenia saldo suficiente para llevar a cabo la llamada, la expresión de su rostro pasó rápidamente de guardar esperanza a de nuevo mostrarse preocupada.
El joven Li notó que su compañera se había desanimado rápidamente, lo cual le indicaba que tampoco había tenido éxito, decidió guardar silencio y esperar que ocurriera un milagro que los ayudara a salir de ese salón, pasaron unos minutos y la distancia entre ellos era bastante obvia, ella se encontraba acurrucada en su escritorio bastante pensativa mientras el en el suyo aprovechaba el tiempo para seguir adelantando su tarea.
El joven se encontraba concentrado leyendo su libro cuando se percató de la mirada curiosa de su compañera, ella lo observaba con un cierto brillo en su mirada que lo dejó algo hipnotizado, allí se encontró sosteniéndole la mirada lo cual a ella la hizo sentir algo avergonzada y movió rápidamente su rostro, poco después ella lo vio nuevamente de reojo y finalmente le dijo:
-Disculpa Li, ¿es acaso ese el libro para llevar a cabo el informe del trabajo de mitad de semestre para la clase de la señorita Mizuki?
-Si, este es el libro, tuve suerte de conseguirlo, los demás ejemplares en la biblioteca fueron apartados días atrás por estudiantes de quinto semestre, solo tenían esta copia disponible.
-Vaya, que bien que pudiste conseguirlo- le dijo la chica con bastante franqueza lo cual hizo sentir al joven algo avergonzado a lo que se armó de valor y le dijo a la chica:
-Si quieres Kinomoto cuando termine de usarlo, puedo prestártelo, lo pedí prestado por varias semanas, pero no creo demorar mucho en terminar el informe, así que, si lo necesitas pues, solo si tú quieres, no se…
- ¿En serio? -contestó la joven bastante contenta- te lo agradezco mucho, pero espera, ¿de verdad está bien que me lo prestes? Es que pues, hasta ahora estamos conversando, considerando que estamos en segundo semestre de carrera y no es que seamos los super mejores amigos, además hasta hace unos minutos estábamos algo incomodos con la presencia del otro.
-Mira- le dijo el joven con un tono serio pero conciliador-, es por un bien común, ambos necesitamos aprobar la materia y es mejor colaborar entre nosotros ya que somos compañeros de clase, que importa que no seamos los "super mejores amigos" tú también necesitas el libro y yo puedo ceder parte del tiempo del préstamo que tengo para ayudarte, así que no lo conviertas en un asunto complicado.
La joven Kinomoto se quedó observándolo algo sorprendida, "demonios, creo que me pasé" pensó el joven Li, pero su pensamiento fue interrumpido por la voz de ella:
-De acuerdo, sin complicaciones, muchas gracias Li.
-Así está mejor- dijo el muchacho regalándole una amplia sonrisa, lo cual hizo sonrojar a la chica quien volteó su rostro sonrojándose ante dicho acontecimiento.
"¿Que rayos fue eso?" pensó ella, "no sabía que Li podía sonreír de una forma tan ¿linda? y debo admitir que cuando sonríe se ve algo guapo" suspirando ante esta idea cubrió con sus manos sus mejillas intentando calmar el ardor de su rostro "Que te sucede Sakura Kinomoto, ¿es acaso la primera vez que vez sonreír a un chico?, ¡contrólate un poco!", el muchacho la observaba de lejos sintiéndose algo avergonzado "quizá es cierto lo que me dice mi prima Meiling, que cuando sonrío he de incomodar a las personas" pensó con algo de pesar el joven Li.
Pasaron varios minutos, el joven nuevamente se había concentrado en el libro y la chica estaba intentando ver si ocurría el milagro de poderse conectar a alguna red de internet a través de su celular para poder enviar un mensaje, pero resultaba imposible, con algo malestar dijo- es increíble que la matricula del semestre sea tan costosa y no incluyan un servicio de internet decente dentro del campus- el joven se sorprendió al escucharla decir eso, cerró el libro y le dijo:- en eso tienes razón, deberíamos quejarnos con algún directivo, bueno, si es que salimos algún día de aquí"- dijo en tono de broma.
-Li, eso no fue gracioso- dijo la joven Kinomoto- no me malinterprete por favor pero es que necesitamos salir de aquí, la verdad es que tengo muchísima hambre, además si nos demoramos más imagine que alguno de los dos necesite usar el baño, pues, sería, caótico y, y, y- mientras más hablaba más alterada se veía por lo cual el joven Li intervino, sacó rápidamente una pieza de ropa de su maletín, se levantó rápidamente de su escritorio y la cubrió con un suéter- Kinomoto no se preocupe, el suéter está limpio, lo tenia guardado en mi maletín por si llegaba a llover.
Las acciones del joven Li dejaron algo descolocada a la joven Kinomoto quien no lograba articular palabras ante lo que había sucedido, "le dije que tenia hambre y me cubre con un suéter, ¿es que acaso el hambre da frio?" pensó algo confusa, el joven se dio cuenta que ella tenia una mirada algo confusa a lo que le dijo- parece que ya se encuentra más tranquila-, lo cual hizo reaccionar a la chica y le dijo:
-Si, ya estoy más tranquila y al parecer más cómoda le dijo elevando sus brazos mostrándole que el suéter le quedaba algo grande, lo cual hizo sonrojar un poco al joven- muchas gracias Li- le dijo ella mostrándole una amplia sonrisa lo cual incrementó el ardor en el rostro del joven "vamos Li Syaoran, ¿qué te sucede? Solo te dio las gracias, contrólate, parece como si nunca hubieses hablado con una chica en tu vida" pensó para si mismo, respiró hondo y le dijo:
-Kinomoto, en los bolsillos del suéter hay unos chocolates, si quiere puede comerlos.
- ¿De verdad?, le dijo ella bastante emocionada- Li nuevamente le estoy profundamente agradecida, de verdad tenía muchísima hambre, dijo la joven quien sacó rápidamente los chocolates y se los comió.
"Parece una ardillita teniendo sus mejillas infladas de chocolate" pensó con algo de ternura el joven Li al ver a su compañera devorando los chocolates con bastante entusiasmo, la chica notó la mirada del joven e intentó sonreír con sus mejillas llenas de comida, esto causó que el joven nuevamente se sonrojara, el sonrojo de el produjo en ella la misma reacción y se observaron intensamente hasta que escucharon un ruido que los sacó del trance, la puerta del salón se abrió de repente y un guardia los encontró sentados observándose, se aclaró la garganta y les dijo:
-Jóvenes, ¿se puede saber que hacen aquí?
La joven Kinomoto intentó contestar, pero se encontraba aun con la boca llena de comida a lo cual el joven Li decidió contestar la pregunta del guardia:
-Señor, Discúlpenos, nos quedamos dormidos debido al cansancio de las clases y los trabajos de esta semana, cuando nos despertamos el salón se encontraba cerrado y con llave por lo que no pudimos salir, nos resultó imposible dar aviso que nos encontrábamos aquí ya que ninguno de nosotros contaba con saldo para llevar a cabo una llamada y no pudimos conectarnos a la red de internet de la universidad, le agradecemos que viniera y nos abriera la puerta.
El guardia se quedó algo sorprendido ante la explicación, por lo que decidió dejarlos ir sin interrogarlos más, los jóvenes tomaron sus pertenencias y salieron rápidamente del salón.
-Vaya Li, lograste que el guardia nos dejara salir tan fácilmente- dijo la joven Kinomoto mientras iban caminando hacia la salida de la universidad.
-Solo dije la verdad- dijo el joven Li mientras acomodaba sus lentes.
Al llegar a la salida de la universidad, la joven Kinomoto dijo:
-Bueno Li, fue un placer, mire le devuelvo su suéter- le dijo al joven mientras le pasaba el suéter, el muchacho solo dijo de forma rápida.
-Puede quedárselo señorita Kinomoto, si quiere me lo devuelve la otra semana, la noche está algo fría y sería muy descortés de mi parte dejarla ir sin abrigo.
La joven dudó un poco y decidió aceptarlo- Bueno, si insiste, se lo devolveré la otra semana entonces, nos vemos…
-Disculpe Kinomoto- dijo el joven- ¿le molesta si la acompaño a su casa?, considere que ya es algo tarde, ya son más de las 10 de la noche- la joven dudó por un momento y le dijo con una cálida sonrisa, no se preocupe Li, mi casa queda a solo 10 minutos de aquí, pero le agradezco la preocupación, pero si quiere puede darme su número telefónico, le avisaré cuando ya esté en mi casa por medio de un mensaje, bueno solo si usted quiere.
-Bueno, no le insisto, mire mi numero es 81xxx xxxx xxxx
-Vale, ya lo guardé, le enviaré un mensaje cuando llegue a mi casa
-De acuerdo, le deseo una buena noche y un buen fin de semana.
-Igualmente Li.
La joven caminó rápidamente hasta llegar a su casa, abrió la puerta intentando entrar de forma silenciosa, notó que las luces estaban apagadas en el primer piso "supongo que papá y Touya no han llegado" prendió la luz de la cocina y abrió la nevera, allí encontró un poco de estofado y arroz con una nota encima "llegaremos tarde, caliéntalo en el microondas, te queremos, papá y Touya", efectivamente, no están dijo en voz alta con algo de pesar mientras metía en el microondas los alimentos, se sentó en la mesa a comer sola y sacó su celular para ver la hora, recordó lo que le había prometido al joven Li
-Joven Li, soy Kinomoto, ya estoy en casa y ya pude comer, nuevamente muchas gracias por todo, nos vemos la otra semana.
El celular sonó tomándola desprevenida, observó la pantalla y vio que le había contestado:
-Vale, que bueno que llegó bien, le informo que también llegué a mi casa, me alegra saber que ya pudo comer jejeje, nos vemos.
La chica sonrió observando el mensaje y pensó para si misma "Nos vemos…"
Algo había iniciado esa noche, en ambos había quedado esa sensación de un sentimiento naciente, por el momento debían llamarlo camaradería que posiblemente podía derivar a una amistad, definitivamente ya no eran completos desconocidos sino individuos con una experiencia en común que los ataría posiblemente a más encuentros y aventuras juntos, lo cierto es que "En este mundo no existen las coincidencias, sólo lo inevitable."
