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CAPITULO 4 ¿ATRACCION O AMOR? II
ENTRE LAS NUBES NEGRAS EL ARCOIRIS INVADE II
La infalible ley de atracción ¿Cómo dicen? Polos opuestos se atraen, es como el agua y el aceite que pueden consumirse juntos provocando un poco de chispas a su alrededor pero al final gana el mas ¿fuerte?
El agua y la tierra, la mas fuerte termina absorbiendo el agua ¿Cómo puede ser lo mismo con el ser humano? Realmente la atracción puede llegar a ser tan fuerte que hace sucumbir a su victima ¿Por qué?
Maldita y bendita atracción.
H.G.P
Bob miraba a su hija comiendo frente a él, ese día había tenido un poco de suerte y había conseguido hacer un pequeño trato con la empresa del papa de Alan, pronto podrían volver a ser los Pataki's que habían sido alguna vez, por primera vez en muchos años, se sintió mal por esa pequeña hija suya.
Le había tocado la peor parte pero al final ¿Cómo no hacerla pasar por eso? Eso formaba también el carácter, era mejor eso que anduviera por la vida creyendo que todo es fácil, en la vida nada es gratis.
-Cerré un trato con el papa de Alan
-Bien -Susurro sin darle importancia -Ya me voy, tengo que ir a la casa de Rhonda a terminar un trabajo -Dijo avisándole
Nunca había pedido permiso y a estas alturas no pretendía hacerlo
-Miriam se quedara aquí
Helga lo miro -¿Qué? ¿De que hablas papa?
-Que tu mama es una alcohólica de eso hablo
Helga rodo los ojos -Es una alcohólica hace años, Bob, ¿Apenas captaste?
-No me hables así
-No digas idioteces entonces
Bob enarco una ceja -Ese vocabulario no es de una señorita
Helga bufo
-¿Qué quieres decir con que Miriam se quedara aquí?
-¿quieres quedarte con ella?
-¿Qué?
-Helga me voy a separar de tu madre
-¿Qué?
-¿Estas sorda niña?
La rubia movió la cabeza intentando deshacerse de la idea sembrada en su cabeza -¿Es broma verdad?
-No
Helga miro a Miriam tirada en el pasillo sin moverse, sabia que dormía, pero ¿quedarse con ella? ¿A que? ¿Irse con Bob? ¿Para que?
-¿Por qué me hacen esto?
-¿De que hablas?
-Del unicornio en la cocina papa, ¡¿Cómo de que hablo?! -Dijo molesta -¿Cómo es posible que te separes de ella cuando esta en el estado en que esta?
-Simple, el amor se perdió hace mucho -Se levanto -Es mas creo que nunca existió y es mejor que lo sepas esas tonteras del amor no existe, solo es para tener un bien común
-Bien ¿Cuál es el bien común que sacaron ustedes? -Pregunto molesta y dolida
-Tu hermana y -La miro -Tu
Helga no dijo nada
-Regresare a la casa donde vivíamos, por suerte no la habían comprado
-¿Y este edificio se lo dejaras a ella?
-Depende
-¿De que?
-De lo que decidas Helga, si vienes conmigo, enviare a Miriam a New York a una institución psiquiatra
-Pero no esta loca ella es alcohólica y…
-Yo se de esto niña, ella no esta bien de la cabeza por eso toma punto final ¿Qué decides?
Helga apretó los puños. Miro a su madre. Se sintió mal por ella pero…¿Si era por su bien?
-Me voy contigo
Bob sonrió -Eso pensé. -Tomo un portafolio -Bien ve con Rhonda pero mañana estaremos viendo la mudanza ¿Ok?
-Si como sea
Sin decir mas se fue.
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Arnold miraba con fastidio a su mama, mientras ella tomaba su bolso para después salir de la habitación que compartía con su padre, pero que solo compartían porque hace un tiempo se había dado cuenta de la ruptura entre ellos, cuando sus abuelos…se fueron.
-Otra vez ¿Enserio?
-Encárgate de Ana por favor -Dijo ignorándolo
-Stella yo solo soy su hermano
-No me digas así, soy tu mama Arnold
-Pues hace un tiempo que te has olvidado que tienes dos hijos
-Por favor comprende que…
-Yo también los extraño y yo pase los últimos años con ellos, no el
-Es tu padre y debes entenderlo
-Mama no… -Susurro bajando la mirada -Mi padre es un alcohólico desde que se fueron y no lo entiendo ni lo tolero
-Arnold -Tomo a su hijo del rostro -Te ama y yo también pero no puedo tolerar mas esta situación, si sigo aquí es por ustedes pero alguien tiene que trabajar y estoy haciendo mi mayor esfuerzo ¿puedes ayudarme hijo?
El rubio se zafo del agarre de su mama, acto que sorprendió a Stella.
-No tengo tiempo para cuidar a Ana hoy, tengo que ir a hacer un trabajo de la escuela, diré a Susie -Se encamino hacia el pasillo -Adiós
Y con eso salió del lugar sin detenerse al llamado de su madre.
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Helga caminaba tranquilamente por las calles de Hillwood metida en su mundo, no era cierto que tenia un trabajo que hacer, solo que los fines de semana prefería no estar en casa, lo cierto era que se sentía mal por abandonar a su madre en un hospital como dijo Bob que lo haría. Pero ¿Qué podía hacer? La Dr Bliss tenia razón, ella no era responsable de la decisión de su madre.
Y no debía cargar con eso
Aunque era difícil no sentir culpa.
Sin darse cuenta llego al panteón de la ciudad y pensó en Puki ¿Qué le habría dicho?
Seguramente alguna cosa incoherente para los oídos humanos pero sabia para ella. Sonrió mientras ingresaba al lugar sin saber que se encontraría.
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Arnold miraba con una pequeña sonrisa melancólica las tumbas de sus abuelos desde donde estaba sentado, mientras una pequeña lagrima salía de sus ojos. Se sentía tan vacío y solo sin ellos, sentía que había perdido sus guías y su protección.
Aquello que lo hacia sentir seguro y en un hogar. Ellos eran su hogar. Por eso se sentía tan perdido ahora que no estaban.
-Los extraño tanto -Susurro mirándolos
Helga escucho eso ultimo del rubio sintiendo que su corazón se quebraba, se escuchaba tan destrozado y tan lleno de dolor.
Se sintió mal.
No debía ser fácil y ella diciéndole que no estaban orgullosos de él, quizás solo empeoro su dolor.
Se acerco sigilosamente sin pensarlo tanto hasta sentarse al lado del rubio quien se sobresalto.
-¿Qué haces aquí? -Pregunto molesto
Y ahí estaba de nuevo ese Arnold de piedra pero esta vez no le importo.
-Vine a visitar a tus abuelos -Dijo sincera y tranquila
-¿Por qué? -Pregunto molesto mientras intentaba quitarse las marcas de lagrimas que habían salido
-¿Y por que no? Arnold tus abuelos fueron las personas mas locas y maravillosas que he conocido -Miro la tumba de Puki -Tu abuela me cuido sabes, en muchas ocasiones
Arnold sonrió ante esa revelación -Ella siempre fue muy buena con todos, no me sorprende
-También la extraño -Susurro la rubia -No deberías avergonzarte de eso
-No, pero eso no es de tu incumbencia
Helga intento respirar un poco antes de responder -Lamento mucho lo que dije, no es verdad que ellos no estuvieran orgullosos de ti, ¿Lo sabes no?
Arnold solo hizo una mueca -Quizás tengas razón y ya no tanto -Murmuro para si mismo
Helga hizo como que no lo escucho -Mi mama tiene problemas de alcohol -Comento y Arnold la miro sorprendido -No es un secreto, lo tiene desde que íbamos en la primaria y mi papa bueno…digamos que no tiene ojos mas que para Olga, nunca ha notado mi existencia, incluso me dice Olga -Susurro molesta -Nos quedamos sin nada después de lo de industrias futuro, Arnold, y por esa razón me malpaso a veces, porque no siempre hay….alimento en casa o algo comestible -Comento con vergüenza -No es algo que quieras contarle a todos para ser sinceros, muchos lo intuyen como Rhonda, incluso Phoebe pero nadie sabe a ciencia cierta la verdad, ahora solo tu
-¿Por qué me lo cuentas? -Pregunto enarcando una ceja
-El día que estuve en tu casa, me di cuenta que…tienes problemas quizás -Lo miro con tristeza -Yo se lo que es vivir en una casa donde no…no es un hogar aunque aparente que si
El rubio suspiro -No creo que quieras saber mi vida, para todos siempre fue perfecta como yo -Susurro
-Arnold nadie es perfecto -Le sonrió con amabilidad
-Mi…mi familia se quebró el día que ellos -Señalo hacia las tumbas -El día en que ellos se fueron -Tomo un respiro antes de seguir -Hay problemas por supuesto, mi mama tiene que trabajar y ya no esta mas conmigo o con Ana, y…Miles tiene problemas de depresión, casi nunca esta
Helga lo escucho atentamente hasta que vio que no iba a dar mas detalles fue cuando hablo
-Debe ser difícil -Susurro -Haber estado lejos de tus padres y sentirte culpable por no haber estado con ellos aunque no haya sido totalmente tu culpa y de repente perderlos después de empezar a reencontrarse, entiendo que para Miles debió ser un golpe duro
Arnold apretó los dientes -Yo perdí a mis padres también, ellos eran eso, prácticamente toda mi vida lo fueron
Helga tomo su mano con delicadeza -Lo se -El rubio la miro al momento del acto -Te entiendo, en todo sentido, y estas en tu derecho de sentirte molesto por la actitud de tu padre, creo que necesita ayuda ¿Por qué no le pregunto a la Dr. Bliss si…?
-¿Sigues viéndola? -Pregunto con una ceja enarcada
Helga se sonrojo levemente -Aja tengo también problemas como te dije
-Lo se -Comento -Pregúntale por favor -Añadió con tono amable que saco de su sitio a Helga
¿Por qué seguía amándolo? Maldito cabezón claro, de pronto su verdadera personalidad salía a la luz.
-Me tengo que ir -Comento mientras se ponía de pie con el corazón saltándole
Arnold se puso de pie al igual que ella -¿Te acompaño?
-No…no es necesario
-Por favor ya casi anochece
Helga se mordió el labio -No iba a mi casa aun -Maldita sinceridad
Se recordó mentalmente reclamarle a la Dr. Bliss por su consejo
-Bueno vamos por un café ¿Te parece?
Helga intento sonreír -De acuerdo
Arnold sonrió con amabilidad y Helga sintió que lo hacia adrede para convencerla de algo pero ¿Qué?
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Helga tomaba con tranquilidad su café, mientras sentía la mirada del rubio sobre la de ella, era algo raro, sentía que el estaba intentando encontrar algo en ella, pero no entendía que, y a su vez ella también intentaba cerciorarse de que aun había algo de aquel niño que la cautivo desde los 3 años.
Pero ninguno de los dos lograba encontrar lo que estaba buscando pero ¿Qué estaban buscando? Realmente, ¿Para que querían encontrarse?
-¿Y tu mama entonces esta mal?
El rubio intento preguntarle eso con amabilidad.
Helga hizo una mueca de disgusto, pero respondió -Ella nunca ha estado bien pero tanto ella como Bob siempre dicen que los problemas de la familia son de la familia y debemos esconderlos bajo la cama.
-Bob Pataki siempre ha sido un hombre bastante duro -Comento el rubio -Mi abuelo siempre dijo que era un hombre que no tenía corazón
Helga suspiro -Si lo tiene, pero…creo que no…no le gusta demostrarlo
-Si tienes problemas con… -Arnold no sabia como decirlo -En mi casa siempre serás bien recibida ¿Lo sabes? -Comento con trabajo
Helga le sonrió con ternura -Gracias Arnold, pero…no te preocupes, hasta ahora he sobrevivido
Arnold la miro con dulzura, pero miro lo delgada que estaba aunque se veía un cuerpo hermoso pese a todo.
-Tómalo en cuenta por favor.
-Gracias Arnold, claro
El rubio sonrió con ternura pero aun se veía en su mirada que quería decir algo mas, Helga lo podía ver.
-¿Qué piensas? -Pregunto mirándolo también
Arnold sintió el mar de su mirada tan intensa y tan hermosa, se sintió un poco abrumado como solía ser cuando lo miraba aquellos días e incluso cuando ella se confeso eso era lo que le daba miedo cuando era mas niño.
-Nada… -Murmuro bajando la mirada
Helga pudo visualizar el sonrojo de sus mejillas mismo que provoco su nerviosismo ¿Por qué se sonrojo?
-Arnold -El rubio la miro -Creo que ya es hora de irme a casa
-Claro -Comento con algo de molestia -Vamos
-Si -Susurro levantándose
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Bob Pataki miraba hacia la ventana del negocio de Beepers, estaba algo molesto por la hora y Helga no regresaba ahora mas que nunca tenia que vigilar a aquella niña, no le parecía bien que lo que ya había planeado se fuera a la borda por culpa de esa niña.
Y entonces la vio llegando con…nada más que ese niño huérfano, por lo que rápidamente salió para ir por la joven.
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-Gracias por acompañarme Arnold
El rubio sonrió -No hay de que Helga -Se acerco a la joven para despedirse
Helga se quedo inmóvil ante el movimiento del rubio y se sorprendió además del mismo.
-Buenas noches, Hel -Susurro mientras le daba un beso en la mejilla pero antes de despegarse por completo del rostro de la rubia vio sus labios y de pronto sintió la necesidad de probarlos.
Helga nunca dejo de gustarle pero había sido mejor alejarse, no solo por que Helga en ese momento era muy mala por sus sentimientos, sino también porque el no estaba seguro por esa misma actitud que ella tenia aunque poco a poco empezó a ver el porque Helga era así.
Ahora era diferente o siempre fue así pero el no estaba listo para ese amor quizás.
Miro a Helga y ella estaba sonrojada por su acercamiento pero vio que no lo alejaba no parecía molesta por estar a poca distancia de él.
-¡Helga!
El rubio se sobresalto y se separo de la joven quien también dio un brinco.
-Buenas noches, señor Pataki -Comento el rubio después del pequeño susto que le había dado el hombre
Helga intervino antes de que su padre respondiera -Ya iba para adentro, Bob
-Pues ya entra jovencita y tu -Miro al rubio -No son horas para estar visitando a mi hija
-No se preocupe señor Pataki, no volveré a pasarme de la hora -Comento sonriéndole
Su padre iba a decir algo mas pero Helga hablo antes -Nos vemos luego Arnold -Se volteo para mirar a su padre -¿Entramos?
El hombre solamente entro después de su hija, una vez dentro Helga se iba a ir a su alcoba pero Bob la detuvo -No quiero verte de nuevo con ese muchacho, ni con ningún otro
Helga enarco la ceja -¿Qué te pico ahora papa? Jamás he tenido que rendirte cuentas a ti o a Miriam
-Eso va a cambiar ahora -Dijo con simpleza el hombre mirando hacia donde estaba Miriam -Mañana tu y yo nos vamos a la casa, en la mañana saldré temprano para dejarla en el hospital, así que despídete de ella
Helga miro con molestia a su padre -No es un mueble que vas a botar a la basura, Bob
-No, pero solo te estoy avisando
-¿porque no puedo ir contigo?
-No es lugar para niños
-¡Tengo 16!
-No discutas, eres menor de edad y yo decido que es bueno y que no para ti -Comento Bob mirándola -Así que despídete de tu madre que ya te dije que no puedes ir mañana
Helga le miro con molestia y espero hasta que se fuera para acercarse a Miriam que estaba durmiendo en el sofá.
-¿Por qué no quisiste ser diferente mama para mi, Miriam?
Suspiro mientras le daba un beso en la frente a su madre y se acostaba un rato a su lado.
Sentía dolor pese a todo.
Después de unos minutos iba a la recamara de sus padres para preparar la ropa de su mama. Sabia que Bob no lo haría.
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-¿Gerald?
-¿Arnold? Que milagro viejo -Susurro el moreno sorprendido
Arnold sonrió levemente -Disculpa
-Se que estabas mal no te preocupes -Comento el moreno del otro lado del teléfono -¿Qué necesitas? Sabes que siempre podrás contar conmigo
Arnold se sintió aliviado por ello -¿Tendrás el teléfono de Helga?
-¿Helga?
-Aja -Dijo el rubio rogando que no pidiera explicaciones
-Pues creo que Phoebe lo tiene aun
-¿Podrías pasármelo?
Se escucho unos segundos en silencio y posteriormente Gerald comento -Te lo mande por mensaje
-Gracias Gerald
-Arnold
-¿Si?
-Sabes que siempre serás mi amigo, mi….hermano
El rubio suspiro -Si…lo se
-No te presionare solo quería que lo siguieras teniendo presente
-Gracias, nos vemos
-Adiós
Ambos colgaron y Arnold vio el mensaje del moreno, sonriendo
Sin perder mucho tiempo le mando un mensaje a la joven, esperando no despertarla pues aun era temprano.
"Buenos días, Helga"
No supo que mas poner pero esperaba la respuesta de la joven, no tardo mucho cuando ella le respondió.
"Buenos días, ¿Cómo conseguiste mi numero Arnold?"
El rubio sonrió "Tengo mis fuentes, ¿Tú ya tenias el mío o como supiste que era yo?"
"La foto de perfil, Cabeza de balón"
Arnold se golpeo mentalmente, claro tenía sentido.
"¿Cómo estas hoy?, espero que tu papa no se haya enojado mucho"
"El siempre esta enojado, pero no te preocupes, estoy triste"
Arnold aun se sorprendía que Helga le estuviera diciendo tan fácilmente las cosas, pero se sentía bien con ello.
"¿Por qué?"
"Bob consiguió un socio y nos mudaremos a nuestra antigua casa, pero…me dijo que se iba a separar de Miriam y ella iba a ser ingresada a un hospital para tratar su alcoholismo, pero no pude ir con el para llevarla y no se dónde estará ni poder visitarla"
Arnold entendió
"¿Quieres que te vea para platicarlo?"
Tardo unos segundos mas la respuesta.
"No, no creo que sea buena idea, además hoy tenemos la mudanza y aun me faltan algunas cosas de guardar, mejor nos vemos mañana en la escuela"
Arnold se sintió mal por la negativa cosa que le molesto internamente
"De acuerdo"
Fue todo lo que le envió para después dedicarse a ver a su hermana.
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Helga miraba con nostalgia aquella casa en la que había vivido sus primeros años de vida y que ahora volvía a ese lugar.
Bob daba indicaciones a las personas de la mudanza para poder colocar todos los muebles y cajas donde el les indicaba.
Sentía raro no tener a su mama ahí con ellos. Si sabia que en realidad era como que no estuviera, pero estaba.
-Bueno ¿Qué quieres comer?
-¿Eh?
Bob la miro con la ceja enarcada -No se tu pero tengo hambre
Helga lo miro algo sorprendida pero asintió -Yo también
-Bueno pues ¿Qué te parece una pizza para comer?
-Aja -Susurro aun algo sorprendida
El resto de la tarde paso sin ningún contratiempo.
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Rhonda miraba con una sonrisa a la rubia que llegaba vestida con uno de los atuendos que ella le había regalado.
-¿Y ese milagro que vienes vestida con algo diseñado especialmente para ti desde casa?
Helga rodo los ojos
-Bob quería comprarme ropa y le comenté que tenia esta que me habías diseñado
-¿Y no te regaño?
Helga se encogió de hombros -No le pareció mal aunque tampoco brinco de gusto
-¿Tu papa…? -Se callo abruptamente pero Helga supo que quería preguntar
-Consiguió un socio si
-Me alegra
-A mi también creo -Susurro pero Rhonda no agrego nada mas
Ambas caminaron hacia sus casilleros para después dirigirse a sus clases.
-Hola hermosa -Le saludo Wolfang nuevamente aquella mañana
Helga rodo un poco los ojos -Ya te dije que no -Comento tomando sus cuadernos
-No era a ti Helga -Miro a Rhonda quien le miro con molestia
-Lo siento pero no soy un premio de consolación -Miro a Helga -Nos vemos en clase cariño
-Si
-Tu y Rhonda son demasiado iguales en ese aspecto
-Wolfang ¿Qué esperabas? Es mi amiga y por supuesto que no merece a alguien como tu
El rubio la miro con molestia -¿Tan mal concepto tienen de mi?
-Mira -Respiro hondo -Vas en segundo de prepa con nosotros cuando deberías ir en la universidad y no es solo por eso, siempre has sido nuestro matón personal ¿O no te acuerdas?
-Helga eso fue en el pasado
-Hay cosas que no se olvidan y además -Lo miro después de cerrar su casillero -No eres el mejor tipo con el que uno podría salir, tienes una mala fama
-Arnold también
Helga enarco una ceja -¿Qué quieres decir?
-La otra tarde los vi saliendo de una cafetería ¿El si es un chico bueno para ti? Porque se de algunas cosas que tu no de Arnold
-Arnold no es igual a ti
-¿Tu crees?
Helga miro con enojo -Si
Wolfang sonrió de lado intentando ocultar la burla -Bueno, espero que no te lleves una sorpresa
Helga no quiso preguntar y prefirió mejor dar media vuelta, dejando solo al rubio.
-¿Por qué sigues molestándola? -Pregunto Arnold al estar al lado de Wolfang
-Te estaba ayudando -Miro con una sonrisa -Creo que si tienes una oportunidad
-Wolfang desde cuando te importa lo que yo quiero hacer o no con alguien ¿Eh?
-Arnold aunque lo dudes creo que hemos construido una amistad durante estos años ¿No?
Arnold aun así lo miro con desconfianza pero no dijo nada.
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Gerald miraba de lejos a Arnold, por supuesto el se había alejado el día en que Arnold le pidió que no lo molestara mas y que se fuera, sintió terriblemente feo al momento que el rubio le hiciera aquello, pero entendía que perder a sus abuelos había sido un golpe fuerte demasiado fuerte para el.
También supo que sus padres no estaban bien, Stella le había contado lo de la depresión tan grande en la que se había ido sumiendo el papa de Arnold, eso era lo mas preocupante y terrible de la situación.
Al principio le hecho la culpa a Helga por haber terminado con su amigo, aunque a decir verdad estaba de acuerdo en que se alejara a veces sentía que en vez de hacer sentir mejor a su hermano lo hacia sentir peor, pues Helga era muy grosera a veces con Arnold.
Phoebe fue la que le hizo cambiar de opinión cuando le explico muchas cosas de la rubia, ella misma había sido desplazada de su amiga cuando empezó a estar con el, pues Helga no entraba en la categoría de populares como el moreno o su novia.
Fue ahí cuando ella le comento muchas cosas y comprendió otras e incluso agradeció a la rubia para que Phoebe no tuviera que decidir si ella o el.
Conocía al rubio mejor que nadie, en su mirada lo veía.
Arnold estaba enamorado.
Enamorado de Helga G. Pataki, como siempre quizás.
-¿Qué pasa amor?
-Nada hermosa -Susurro mientras desviaba su mirada a la asiática.
Solo esperaba que Helga esta vez fuera diferente en aceptar ese amor de su amigo, que se diera cuenta y ambos no tuvieran miedo.
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Brainy miraba con una sonrisa tierna a la rubia -Me alegra que tu padre ya este mejor
Helga sonrió de lado -Si
-Y me parece que habías exagerado siempre con el y sus reglas -Comento Rhonda mientras abría su lonchera
-No había exgerado, no se que mosca le pico -Comento mientras tomaba el emparedado de su bandeja.
-Bueno al menos ahora no tendrás que quedarte después de la escuela -Añadio Brainy
-Pues no, aunque ya no se si es bueno o malo
-Es bueno -Dijo Rhonda -Ahora podemos ir al cine o a comer un helado, al final Bob siempre pensaba que esa era tu hora de salida
-Exacto -Dijo Brainy -Podemos ir al cine, como la otra vez te invite ¿Qué te parece? -Pregunto sonrojado
-Ya veremos, Brain -Comento Helga
Rhonda miro la mirada de Brainy hacia su amiga, ¿Cómo Helga era tan ciega también?
Debería de darse cuenta cuando ella misma lo vivió de niña.
Pero entendía.
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Bob miraba a Sammy Redman con una sonrisa.
-¿Qué te parece?
Sammy no estaba tan convencido pero ¿Por qué no?
-Claro, siempre y cuando mi hijo y la tuya quieran
-Bueno por ahora no les diremos nada
Sammy sonrió -Claro
-Pero Alan puede ir a verla cuando quiera
-De acuerdo
Ambos hombres se tomaron de la mano para cerrar el trato.
