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CAPITULO 5 ¿ATRACCION O AMOR? III

ENTRE LAS NUBES NEGRAS SALE EL SOL I


¿Cómo poder distinguir la claridad del cielo azul a través de la tormenta?

La tormenta a veces trae mil cosas algunas buenas pero a veces solo es el inicio de algo mayor, algo peor.

¿Cómo poder aceptar lo que no es aceptable? ¿Cómo ser bueno o malo? ¿Cómo distinguirlo?

A veces en el mundo es complicado poder visualizar o poder verle el lado positivo a todas las situaciones, es posible que no siempre puedas ser la misma persona cuando la vida te ha dado tantas heridas, no puedes seguir confiando y creyendo si al final el mismo destino puede provocar que la fe que tenias se esfume como el agua de la lluvia al caer en el suelo.

¿Entonces como poder sobrevivir entre la marea que azota las rocas?

Es casi imposible.

A.P.S


Arnold miraba a Helga mientras esta salía de la escuela con Brainy a su lado, estaba molesto que ese rubio no hubiera entendido que no se acercara a la joven, pero mas le molestaba ver la amabilidad de la rubia y la sonrisa regalada para el.

Esas sonrisas deberían de ser solamente para…

Borro esa idea

Respiro hondamente antes de marcarle a la rubia, observando cada movimiento de la misma.

-¿Bueno? -Al menos respondió

Arnold sonrió -¿Ya terminaste de hablar con Brainy?

Observo como enarcaba una ceja, estaba molesta lo veía y eso le gustaba

¿Cuándo se volvió de aquella forma tan retorcida y masoquista?

-¿Me estas vigilando?

Arnold rio -Tengo cosas mejores que hacer pero estaba esperándote

-¿A mi?

Ahora la vio algo sorprendida y nerviosa

-Claro si no ¿A quien?

La vio hacer una mueca

-¿Por qué?

-¿Puedes venir o te regaña tu novio?

-No es mi novio

-¿Entonces vienes?

-No entiendo para que Arnoldo, además tengo que ir a mi casa y tu…

-Vamos Helga estoy enfrente de ustedes ¿Vienes?

La vio rodar los ojos pero le añadió un simple -Voy -Para después colgar

Helga miro al rubio quien estaba con la ceja enarcada -Lo siento Brain, ya debo de irme

-No te preocupes Hel, pero puedo preguntar ¿Quién era?

La rubia le miro un segundo antes de responder

-Arnold

-¿Arnold? ¿Enserio?

-Si, lo siento Brain, nos vemos mañana -Le dio un pequeño y rápido beso en la mejilla para después irse

Acto que por supuesto vio Arnold provocando sus celos.

Cuando la rubia llego a su lado ella le miraba molesta -No vuelvas a hablarme así Arnoldo

-¿Te molesta no quedarte con tu novio?

-Brainy no es mi novio, cabeza de balón y aunque lo fuera no es tu asunto ¿O si?

Arnold apretó los puños -Sabes que le gustas ¿Verdad?

Helga sintió la mirada tan pesada del rubio y sus palabras denotaban que estaba molesto

-¿Te molesta eso?

Helga le sonrió de manera inquisidora pero el rubio simplemente le sonrió también -No

Helga sintió una punzada, pero la ignoro

-Bueno y ¿para que querías que viniera?

-Bueno si no estas ocupada me gustaría invitarte a comer -Murmuro el rubio un poco mas bajo

Helga le sonrió -Gracias, pero no tienes porque hacerlo por lo que te conté, además creo que las cosas van a ir cambiando ahora por lo del nuevo trabajo de Bob y…

-No es por eso Helga

-¿Entonces?

-Vamos Helga, solo quiero estar un rato contigo -Dijo mirándola con intensidad

-Bien -Dijo nerviosa y prefirió meterse en el auto antes de que el rubio dijera o siquiera le abriera la puerta.

Arnold rio un poco al ver la actitud de la joven.

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Alan miraba con molestia a su padre -¿Cómo puedes tomar ese tipo de decisiones por mi papa?

-Helga es una linda muchacha ¿no lo dijiste el otro día que la viste en la escuela?

El castaño se sonrojo levemente pero de inmediato se quejo -Ella y yo somos libres de decidir cualquier cosa con respecto a nuestra vida, ¿Por qué haces tratos con su padre de ese tipo? ¿Qué no piensan que quizás ella o yo nos enamoremos de alguien mas?

-Mira Alan decidí decirte la verdad a ti porque es mejor que sepas, pero ella no sabe nada y prefiero que quede así durante este tiempo, así tendrás tiempo de acercarte a ella sin ninguna presión de parte de ella o de ti, no te estoy obligando si después de acercarte a ella, no terminas enamorándote entonces yo romperé ese trato

-Rompe eso desde ahora, es mas para mi no es valido papa

-Vamos Alan ya…

-No papa, Helga y yo no somos sus marionetas, lo siento.

Y con ello se fue de la sala donde su padre lo había abordado, pese a que Helga era una joven hermosa pero no podía, el no…..porque al final sus sentimientos hacia ella eran de amistad por supuesto y además de todo también sabia de los sentimientos de la rubia hacia Arnold, además él se iría a la universidad en unos meses.

Quizás solo debía esperar a que pasaran esos meses y dar de lado a sus familias.

Y además.

Además

Movió su cabeza sintiéndose otra vez y aun mas atrapado en aquella mansión y en aquel lugar, sin poder ser el mismo.

Y ahora con esto…

-¿Por qué las cosas son tan complicadas? -Pregunto mirando el retrato de su madre.

Desde que se había ido todo había sido algo turbulento en su vida, a veces bien y otras veces mal y ahora era una de esas tormentas terribles que le pasaban.

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Arnold miraba con una sonrisa a la joven que estaba enfrente de él, comiendo su postre, un helado de chocolate con galleta de vainilla.

-¿Tu ya no querías nada? -Pregunto sonrojada al sentirse observada

-No -Susurro el rubio desviando la mirada

-Arnold ¿Por qué hiciste esto? Si es por lo que te platique el otro día, mira no tienes que…

-Helga por favor no sigas insistiendo con eso, solo quería… -Se callo un poco -Me gusto platicar contigo y quería volver a hacerlo por eso te invite a salir.

Helga se sonrojo fuertemente al escuchar invitar a salir, esto no era una ¿Cita o si?

Se golpeo mentalmente recordándose con quien estaba, por supuesto que no era una cita.

-Arnold -Le llamo para intentar preguntar aunque no quería oír la respuesta -¿Esto es una…una?

No le salía la palabra

Arnold la miro divertido -¿Cita?

La rubia asintió con la cabeza bajando la mirada un poco apenada por la pregunta.

Arnold suspiro -No se si soy una buena compañía, Helga

Ella lo miro, no le respondió su palabra, ¿Aquello que quería decir entonces?

-No respondiste…

-Helga ¿quieres que esto sea una cita? -Pregunto mirándola con intensidad -Pero te advirtió que ya no soy el niño de antes, puede que te encuentres a alguien muy diferente a la persona que alguna vez conociste.

Helga lo miro cohibida por la mirada que le daba.

Era una mirada nueva.

Una mirada entre deseo y…¿Amor? No obviamente no

-Bueno yo…

-No quiero llenarte de todo lo que tengo ahora -Susurro quedamente que Helga por poco no lo escuchaba

-También estoy rota Arnold -Comento la rubia mirándolo con ternura, algo que desarmo a Arnold pues no se lo esperaba

Se puso nervioso

-¿En verdad quieres que…?

La rubia se encogió de hombros

-Mira cabeza de balón, nadie es perfecto -Susurro mientras miraba hacia su postre nuevamente para comer de él -Yo no lo soy y también tengo muchas cosas que quizás no seria justo que tu las vivieras

-¿Y si yo quiero?

-Lo mismo te pregunto -Dijo mirándolo con una ceja enarcada

-¿Eso es una declaración?

Helga rio por lo bajo -No Arnoldo solo es un decir -Le miro con burla

Arnold también rio -Bueno también lo mío fue una suposición

Pero añadió un pequeño guiño sonriéndole con amabilidad, por lo que Helga se sonrojo nuevamente.

Últimamente se sonrojaba mucho cuando estaba con el rubio, y se odiaba por eso.

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Ya iban camino a su casa, el rubio manejaba con tranquilidad, había un silencio no tan incomodo como la otra noche, era diferente todo.

Cuando llegaron a su casa, el rubio se estaciono y posteriormente la miro.

-Helga -Tomo su mano -¿Qué harás mañana después de clases?

Helga sintió mariposas en el estomago desde el toque del rubio

-Estudiar al igual que tu deberías hacerlo Arnoldo

El rubio rio -Siempre lo hago

-Pero sin entrar a clases eso no te va ayudar mucho

El rubio hizo una mueca -Bueno creo que necesito un tutor -La miro nuevamente

-Supongo que debes buscar a alguien -Comento la rubia con inocencia pensando

-¿Después de clases entonces?

-¿Y tu tutor?

Arnold enarco una ceja -Serás tú, a menos que no quieras

-Oh -Murmuro la rubia sonrojada -No, esta bien…claro que puedo

-Gracias Cecile -Dijo sonriéndole

La rubia sintió que la cara le ardía -Bueno Arnoldo me voy

-Claro Cecile -Susurro sonriente para después acercarse para despedirse de ella, pero Helga se volteo al mismo tiempo y sin querer roso sus labios. Helga se separo al sentirlo por los nervios.

-Yo… -Susurro roja como tomate

-Lo siento fue sin querer -Dijo el rubio algo sonrojado

-No te preocupes -Dijo sonriéndole con amabilidad -Ya me voy

El rubio la tomo nuevamente de la mano provocando que ella volviera a voltear para encontrarse con los labios del rubio yendo a los suyos hasta que ambos se unieron en un tierno y suave dulce que el le otorgo.

Al separarse la joven estaba mas que sonrojada y lo miraba con confusión. Arnold sonrojado igual le miro con una sonrisa traviesa -Descansa Geraldine

Ahora si que no entendía nada Helga.