.

.

.

Hola queridos lectores

les dejo otro capitulo mas de este fic jejeje espero que les guste :D

saludos desde CDMX

recuerden dejar sus votos

de su amiga Serenity Moon

.

.

.


CAPITULO 8 ALAN REDMON II


LOS SENTIMIENTOS DE HELGA I

¿AMOR U OBSESIÓN? ¿SER O NO SER? II


¿Amor u obsesión? ¿Cariño u odio? ¿Dolor o matices de amor? ¿Cómo diferenciar entre un sentimiento y el otro? A veces son tan parecidos que solo se necesita traspasar la pequeña y delgada línea entre uno y otro que te puedes perder entre lo abrumador de los mismos que no te das cuenta de cuando es uno u otro.

¿Cómo aprender a diferenciarlos entonces?

Maldita paradoja

Maldito mar tormentoso de confusiones azotando contra tierra.

Demonios

H.G.P


Helga sonrojada salía de la casa de huéspedes, no esperaba que tuviera que pasar por algo tan vergonzoso de ser encontrada durmiendo en la cama con Arnold, menos por su padre aunque por otro lado…

Se percato de lo que Arnold y ella sufrían no era tan diferente, y en verdad lamentaba que Arnold tuviera que haber pasado por eso.

Jamás pensó en que el fuera tan infeliz ahora.

Viviendo lo mismo que ella vivió desde niña.

Tan diferentes las circunstancias, pero a la vez…eran un reflejo del otro.

Tomo rumbo hacia la casa de Rhonda, esperando que al menos Bob no la hubiera descubierto en su mentira.

.

.

.

Arnold miraba con molestia a Miles, quien le miraba con enojo mientras que Stella miraba todo sin comprender ¿Qué había pasado en su ausencia?

-¿Crees que tienes derecho a indicarme como debo comportarme cuando eres un alcohólico?

-No me hables así Arnold, te guste o no soy tu padre

-No lo has sido durante tres años y antes de eso te recuerdo que no estuviste conmigo, quienes lo estuvieron fueron tus padres que también son míos, ellos si eran mas mis padres que tu

-Mira Arnold eres mi hijo quieras o no y eres menor de edad y…

-¡¿Y que?! -Pregunto desafiante mirándolo con furia -¿Crees que por esa única razón yo debo amarte? ¡¿Cómo hacerlo si no has dejado de estar hundido en el alcohol?! ¡Enlodando el nombre de mis abuelos!

-¡Cállate Arnold! -Grito Miles mirándolo con enojo

-¡Tu deberías callarte, mis abuelos estarían muy decepcionados de la porquería de hombre que eres Miles!

Y eso fue todo, Arnold sintió la mano fuerte de su padre en la mejilla, un segundo después su madre estaba empujándolo lejos de él y el solo no escuchaba, todo paso rápido.

Al segundo ya estaba en su alcoba con Stella, reacciono hasta que ella le puso un pequeño trapo en la mejilla.

-Lo lamento hijo

Arnold miro entonces a su madre con molestia, pero no hizo nada, estaba enojado y se sentía impotente, además de dolido.

Sus padres jamás le habían gritado desde que volvió a verlos y por supuesto que el gritaba últimamente más pero jamás le habían devuelto los gritos y menos a pegarle.

-¿No te divorciaras de él verdad? -Pregunto de pronto bruscamente

-Es complicado Arnold, yo…

-Nada -Suspiro -Supongo que es difícil tomar una decisión correcta ¿Verdad?

-Hijo ¿Por qué tu padre estaba tan enojado?

Arnold rodo los ojos -Nada malo

-¿Qué hacia Helga aquí?

Se puso de pie molesto y ofuscado -¿Por qué se preocupan? No han sido realmente unos padres para mi desde que mis abuelos murieron ¿Por qué la atención?

-Arnold -Stella le miro severamente -Hablo enserio ¿Qué paso?

El rubio rodo los ojos -No me acoste con ella si es lo que les preocupa a ambos, solamente pasamos la noche juntos

-Arnold, sabes que Robert Pataki no es un hombre fácil y dudo mucho que quiera que su hija se relacione con alguien que a él no le guste.

-Si lo se -Dijo molesto -Se que yo nunca he sido del agrado del señor Pataki, pero eso no me interesa, a quien debo agradarle es a Helga, y ella accedió a ser mi novia, esta vez no pienso dejarla ir

-Arnold esta bien amor, pero…aun me preocupa, ustedes son jóvenes, tienes 17 años y si cometes o cometen un error puede perjudicarlos para siempre

-Por favor, Stella, eso no te ha importado cuando me has dejado solo desde los 14 y a cargo de mi hermana ¿no? -Dijo molesto

-Arnold

-No mama, no me digas nada de lo que no has hecho ni te has preocupado durante los últimos años, no solo perdí a mis abuelos, volví a perderlos a ustedes -Dijo sinceramente, con enojo pero con un toque de dolor.

Stella ya no dijo mas y lo dejo irse.

En el fondo el tenia razón.

La negrura de la sombra los había abrazado desde aquel día y había oscurecido su familia.

Ahora lo veía.

.

.

.

Rhonda miraba a su amiga con una sonrisa aunque en el fondo si estaba preocupada, la fama de Arnold no era buena y no quería que ella sufriera de nuevo por ese idiota rubio con cabeza grande pero con un cerebro de mosca.

-Solo ten cuidado amiga

-Ya se que no estarás de acuerdo, princesa pero en verdad se que…Arnold…se nota

-Cuando uno esta enamorada quiere ver lo que desea ver, Hel, solo te pido que seas cuidados ¿Si?

Helga sonrió dulcemente -Claro que si hermana, gracias por escucharme

-Siempre cariño

Ambas se abrazaron antes de que Helga se preparara para irse a su casa.

.

.

.

Alan miro a la rubia llegar a su casa, sin pensarlo mucho llego hasta ella, se sentía demasiado nervioso pero quería ponerla en sobre aviso por lo que fuera que pasara en el futuro.

El no quería malentendidos y quería que entendiera que sea lo que sea el apoyaría para que fuera feliz.

-Helga -Susurro mirándola con amabilidad -¿Cómo estas? ¿Podemos platicar un rato?

-Hola riquillo ¿De que quieres platicar?

El sonrió -Quiero ser directo y claro, Hel, porque en todo este tiempo creo que hemos logrado construir una amistad entre ambos ¿No?

-¿Qué te traes Alan?

-Tu padre y el mío además de los negocios -Le miro con disculpa -Arreglaron un matrimonio entre nosotros para cuando cumplas 18

-¡¿Qué demonios estas diciendo?! -Pregunto la rubia mirándolo sin entender pero antes de hablar alguien mas interrumpió

-¿Qué? -Pregunto sin aliento el joven mirándolos con sorpresa y una sombra de dolor cubriendo sus verdes esmeraldas.

Helga también sentía que el mundo se le venía encima ¿Qué demonios haría ahora?