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Hola queridos lectorees

lamento muchisimo la demora pero espero que este nuevo capitulo les guste

no olviden dejar por favor sus comentarios ya que dan de comer a esta humilde lectora jejeje

y voten por su fic favorita

saludos desde la CDMX

de su amiga Serenity Moon

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CAPITULO 12 DECEPCIONES Y DECISIONES I

COLORES DE SENTIMIENTOS II


Y entonces cuando la vida te da naranjas y decide darte limones ¿Cómo esperar hacer limonada con naranjas?

¿Cómo realizar el día sin la noche? ¿Cómo sobrevivir en el sol sin la lluvia? Todo siempre lleva un equilibrio ¿Qué pasa cuando el equilibrio es alterado?

¿Qué pasa cuando las decisiones pueden provocar mas daño que bien?

¿Cómo ver si es correcto o no? Cuando la visión es a través del criterio propio ¿Quién dice que debe ser correcto y que no? ¿Por qué lo es?

¿Por qué la libertad debe ser condicionada a lo que uno cree es correcto y a lo que no? ¿Cómo no caer en libertinaje sin perder la libertad conforme al criterio mismo?

Maldita paradoja

Bendita mente humana compleja y majestuosa a la vez.

H.G.P


Bob Pataki estaba mas que furioso, no era que en verdad no quisiera a sus hijas y en verdad estaba preocupado por Helga, todo lo que escucho de ese joven…quizás si no le hubieran dicho como era quizás en algún otro momento hubiera terminado aceptándolo pero…

Helga era su hija, era su bebe, era de sus hijas la que mas se parecía a él, con ese temple y ese carácter muy suyos que siempre fue difícil controlarla pero de cierta forma también era la salvación para su familia.

Quizás estaba siendo egoísta pero la realidad que siempre le toco vivir le enseño a que sin poder no eres nadie y el amor…el amor no sirve para nada.

Amo a Miriam siempre pero ese amor lo llevo a vivir en la frustración y esa frustración lo volvió un ser frio. Tuvo que salirse de su casa para intentar formar una familia con Miriam, a sus 18 años tuvo que afrontar la vida y comenzar bajando cajas de los camiones para un pequeño local de teléfonos, en cuanto tuvo algo ahorrado fue como pudo hacerse del pequeño emporio de localizadores.

Era la novedad y fue una buena época, época en la que no estaba tanto tiempo en la casa, época en la que podía ser absorbido por el trabajo y los placeres que era la televisión, época en donde abandono no solo a Helga, sino a Miriam.

Miriam lo había engañado en esa época y nunca pudo olvidarlo ni perdonarlo, quizás estuvo mal que sus problemas maritales llegaron al grado en que ambos no querían estar uno con el otro ni un día, olvidando y dejando de lado a Helga, quien apenas tenia nueve años.

Aunque si hacia recuento Helga siempre estuvo sola, primero por su adoración excesiva en Olga, pero era tan talentosa en todo e inteligente que quiso impulsarla a que fuera mas adelante. Era su salvación para los negocios que dejaría, todo en ella se derrumbo cuando quiso ser actriz, ahí todos los sueños se empezaron a derrumbar para él. Y luego su esposa…

Luego vino lo del fraude con aquel empresario Scheck y ellos fueron los mas afectados.

Pero de eso a permitir que Helga….no…no podía ni quería ni debía.

Le había contado al padre de Alan lo que había pasado con Helga y pidió preguntarle a su hijo, ¿Por qué terminaron? La respuesta que este mismo chico les dio a ambos no se lo esperaba.

Alan se opuso rotundamente a lo que Sammy le quería imponer.

"No la amo y ella no me ama a mí, ninguno quiere salir de ese modo con el otro, además yo tengo pareja también y no la voy a dejar por sus caprichos estúpidos, déjenos ser felices y libres de amar a quien queramos, no lo hare y si insistes hare lo mismo que Helga papa, me iré de tu casa"

Por supuesto que eso no le gusto en nada, tampoco a Sammy pero vio el temor en sus ojos.

No seguiría con el trato.

Y temía por su trabajo y su asociación con él.

Suspiro mientras tiraba otra lata vacía de cerveza a la basura, al final podía hacer que Helga volviera ella era menor de edad y aun cuando ella no quisiera el tenía derechos como su padre.

-¿Papa?

-¿Qué quieres Olga? -Dijo molesto sin mirarla

-¿No quieres comer algo?

-Quisiera que alguna de mis hijas entendiera la gravedad que puede ocasionar sus decisiones

Olga intento mantener la calma, pues entendía a la perfección a su hermana menor

-También deberías intentar comprender a Helga…

-No -Se puso de pie -Ella aun es una niña y no sabe lo que hace, ese muchacho la llevara a la perdición y lo peor de todo es que será un desperdicio su vida si se deja llevar por el amor como me paso a mi y a tu madre

-¿Por qué dices eso papa? Mi mama y tu fueron felices y…

-¿Por qué te niegas a la realidad Olga? Nunca fui así, Miriam es una alcohólica y la aleje de aquí por tu hermana y ahora ella huye con un idiota que solo se acuesta con una y con otra sin tomar a nadie enserio ¿Por qué se aferran a hacerme la vida imposible?

-Helga no te hizo nada solo esta enamorada y si no querías que desperdiciarla su vida, no debiste prohibirle amar libremente

-Helga no sabe que le conviene

-¿Y tu sabes que deseamos? Helga tiene razón, nosotras no te importamos Bob, solamente te importa el dinero y el poder.

-¿Y a ti no? -Bob la miro con burla -Helga es fuerte y siempre ha sido independiente por eso siempre nos costo mantenerla a raya, en cambio tu estas aquí por la misma razón que yo deseo que Helga cambie de parecer. Porque el poder y el dinero son los que mandan en el mundo, si no fuera así, tu no estarías aquí hija, estarías viviendo de tu mediocre carrera ¿O no?

Olga le miro dolida pero no dijo nada

-Ves, no me equivoco, regresaste porque ya no tenias dinero y sin dinero no eres nadie ¿cierto?

Olga no dijo nada por lo que su padre sonriente y triunfante poso una mano sobre del hombro de su hija

-Helga también volverá tarde o temprano -Dijo seguro de si mismo -Pero si tarda que no espere cobijo de mi parte y si tu quieres ser alguien será mejor que me hagas caso, desde mañana iremos juntos a la empresa Redmond -Suspiro -Tengo que ver que pensó ese Sammy con respecto a todo lo que ha pasado espero que no decida correrme todo por culpa de tu hermana

Olga solo bajo la mirada con nubes de lluvia

¿Qué podía hacer?

Además también estaba el tema de Miriam y si en algo podía ayudar a su hermana menor por supuesto que también lo hará.

Es lo menos que puede hacer.

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Helga dormía en la cama del rubio, este la admiraba desde el sofá, había tenido una ardua discusión y platica con su madre, estaba agotado también pero estaba preocupado.

De todo lo que dijo su madre había algo en lo que si tenia razón.

Bob Pataki no era un hombre de fiar, había hecho cosas que no estuvieron para nada bien y por supuesto que eso provocaba desconfianza en lo que podría pasar en un futuro.

Estaba cegado por el poder desde hace mucho tiempo, eso siempre lo dijo su abuelo, pero no creyó hasta que punto lo estaría, hasta ahora que vio que podía pasar por alto la felicidad de sus hijas por encima de sus ambiciones.

¿Pero como abandonarla? Ella no se lo merecía

Siempre ha estado con él y él quería estar ahí para ella. Sobre todo ahora, sus abuelos seguro lo hubieran apoyado, pero ahora….ahora estaba solo.

En ese momento tocaron a la puerta provocando que se sobresaltara, con pesadez se levanto del sofá para abrir la puerta.

-Arnold tenemos que hablar -Susurro su padre mirando por encima del hombro de su hijo, este le miro con molestia

Olía un poco al licor

-No tengo nada que hablar contigo, Miles

-Vamos hijo, no me trates así -Dijo en susurros -Debemos hablar de lo que pasara con Helga y contigo, es necesario que también entiendas que tienes opciones

-¿Abandonarla como tu a nosotros? -Se burlo -No lo hare

-Arnold

-No pierdas el tiempo, Stella ya hablo conmigo, pero no son el mejor ejemplo -Dijo molesto -Además siempre he sido bastante maduro y he aprendido a serle frente a las situaciones en toda mi vida y eso lo aprendí gracias a mis abuelos, no a ustedes, no se preocupen por mi, se cuidarme solo -Y con eso cerro la puerta sin dejar que Miles dijera una palabra mas

Miles suspiro mientras cabizbajo daba media vuelta para bajar de la alcoba de su hijo.

-Si queremos recuperarlo tienes que cambiar -Dijo Stella mirándolo con molestia -Esta familia se hundió contigo y no eres solo tu el que sufre, ellos también y yo igual

-Era mi padre -Susurro molesto y con la mirada cristalizada -Mi madre -Dijo quebrado

-También eran mis padres -Dijo molesta la castaña -Y eran los abuelos de Arnold, el también sufrió y tu te encerraste en tu mundo de dolor olvidándote que tenías familia, que también estábamos sufriendo y a consecuencia de eso me tuve que enfrascar en sacar adelante a nuestros hijos, abandoné a mi hija recién nacida para tratar de mantener a flote este lugar ¡¿Por qué rayos no puedes comprender que nos estas llevando al abismo contigo?! Si Arnold cae en un camino erróneo será solo nuestra culpa

Y con eso dio media vuelta sin dejar que Miles reaccionara.

Miles se dejo derrumbar en donde estaba sollozando.

Ninguno sabia que detrás de aquella puerta estaba Arnold también escuchando todo como siempre hacía, estaba triste.

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Helga despertaba después de un largo sueño, por un momento pensó que estaba en su alcoba hasta que observo el hermoso sol a través del ventanal del cuarto del rubio.

-Oh si -Susurro triste nuevamente, se había quedado sola y sin familia ni dinero ni nada. ¿Qué haría?

-Buenos días, Hel -Susurro el rubio mirándola con una sonrisa coqueta mientras ingresaba a la alcoba en busca de ropa, venia de la ducha. Helga se sonrojo fuertemente -No quería molestarte solo vine por ropa

-Eh…no…no digo, este es tu cuarto…disculpa -Se sentó en la cama

-No te disculpes Cecile, solo tomo mi ropa y salgo -Dijo tranquilo -Supongo que debes tener hambre, ahora bajo a preparar el almuerzo para ambos

-No…yo…puedo ayudarte a hacerlo mientras…

-No -Susurro mirándola con ternura -Déjame consentirte un poco, ayer fue…difícil

Helga bajo la mirada -Es verdad

-¿Quieres ir por tu ropa a tu casa?

Helga negó

-Seguro Bob no me dejara y si vuelvo temo no poder salir de nuevo

-Pero son tus cosas…

-No me importan Arnold -Dijo segura -Tendré que buscar un trabajo

El rubio suspiro

-Bien, puedo prestarte alguna playera pero me temo que tendremos problemas con los pantalones

-No te preocupes -Dijo sonrojada

-Vamos Helga soy tu novio, deja de decirme que no me preocupe por favor -Dijo serio

-Ok

-¿Quieres ducharte?

-Claro

-Bien -Le extendió una toalla para que pudiera ir al baño -Mientras termino de vestirme para que al salir tengas el cuarto para ti y te cambies ¿Si?

-Esta bien Arnold…gracias

Arnold le sonrió y posteriormente le deposito un tierno beso en la comisura de sus labios

-Te espero abajo -Dijo sonriéndole con verdadera ternura que derritió un poco a la rubia.

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Gerald miraba con sorpresa al rubio -¿Enserio viejo?

-¿Qué mas se supone que debería hacer? Gerald, Bob la corrió y la golpeo, no la voy a dejar sola

-Bueno…hermano es que vivir juntos ya es una palabra mayor ¿No crees?

Arnold suspiro mientras miraba a la rubia lejos con Phoebe, se veía que ambas platicaban de algo pero no sabia bien de que, pero miraba en sus ojos de Helga una tristeza profunda con la confusión, seguro no debe ser fácil, aunque el no fuera el mejor hijo del mundo sus padres…no lo habían corrido de esa forma de casa y de cierta forma sabia que nunca lo obligarían a estar con alguien que el no deseara.

-Tengo que conseguir un trabajo -Susurro

-Arnold, Helga debe volver con su padre, ya veremos en unos años que…

-No -Miro a su amigo -No quiero

Gerald suspiro

-¿Puedes preguntarle a tu padre?

Gerald asintió -Sabes que si viejo, siempre contaras conmigo, nunca te voy a dejar solo y lo sabes

Arnold sonrió -Te lo agradezco en verdad

Ambos sonrieron para posteriormente platicar de temas mas triviales, dándole un espacio mas a sus novias en su propia platica.

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En la tarde la noticia de que Helga ya no estaba viviendo en su casa, ya era noticia publica, no sabían quien, pero prácticamente toda la ciudad ya sabia que vivía con Arnold, lo cual era extremo ya que solo había pasado una noche ahí, el que corrió el chisme debía estar super enterado de toda la vida de ambos rubios para poder dar tantos detalles.

Eso hacia sospechar a Helga. Pues Bob había mencionado que alguien le advirtió de como era Arnold, eso solo pudo hacerlo alguien que conocía bien al rubio, a ambos.

Suspiro mientras se dejaba caer en la cama de su amado.

¿Quién pudo decirle?

No pudo seguir con sus pensamientos ya que en ese momento alguien irrumpió en ella.

-¡Helga! -Rhonda entro con Arnold atrás

-Debiste dejar que tocara Rhonda -Dijo molesto

-Soy yo, su mejor amiga y tengo todo el derecho de verla cuando quiera y sobre todo en esta situación -Dijo mirándolo con indignación -Cariño no te preocupes por nada, traje esta maleta con la mejor ropa para que tengas y también si quieres puedes mudarte conmigo y tu mejor que nadie sabe que eres bienvenida en casa cuando quieras

Helga se sonrojo fuertemente

-Gracias…Rhonda…mmm no tenias que…

-Nada -Interrumpió la pelinegra -Mira estos de aquí son los diseños nuevos que hice especial para ti

Arnold rodo los ojos pero con resignación dejo a su novia a merced de su amiga, nunca iba a terminar de comprender ¿Cómo Rhonda y Helga habían terminado siendo tan amigas a ese grado?

De cierta forma siempre sintió celos de la pelinegra, pudo acercarse a Helga de una forma que hubiera anhelado en su momento de niño, aunque sabia que el hoy era lo importante y hoy Helga estaba con el, permitiéndole entrar.

Eso era lo único que importaba.

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Alan miraba con dulzura al pelinegro, sabia que este solo lo buscaba cuando se sentía solo y realmente no le importaba…

El también se avergonzaba de esta situación al igual que el, no sabia como manejarla, aunque sentía…sentía que era algo mas que atracción.

El joven le miro sonrojado -Bueno yo….

-Entiendo Sid

-Aunque no creas que lo he hecho con otros

-No te estoy diciendo nada -Dijo Alan bajando la mirada hacia la sabana que cubría parte de sus cuerpos

-Alan yo…yo…me gustas -Dijo sonrojado -No se que me pasa, esto…yo…es nuevo pero…lo que he dicho es enserio

Alan sonrió con ternura -También tu a mi

-Solo que no podemos vernos tanto y menos en publico aun…yo no se…como debo actuar

-Ni yo -Aseguro el castaño -Pero ya he dicho que tengo una pareja porque me querían casar con alguien

No quería mencionar a Helga, eso podría traer problemas a su amiga y es lo que menos deseaba

-Entiendo -Susurro Sid -Esta bien pero podemos no etiquetarlo por ahora ¿Por favor?

-De acuerdo

-Bien…debo irme

-De acuerdo, nos vemos -Dijo Alan sin mirarlo para que no se sintiera incomodo pero el pelinegro se acerco para tomarle el mentón y darle un tierno beso

-Hasta pronto

Alan se sonrojo fuertemente ante este acto y la mirada del pelinegro, pero no agrego mas, quería saborear ese momento en soledad.

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Martha miraba con una sonrisa torcida a la rubia que tenia enfrente, estaban en la entrada de la casa de huéspedes, ella se había presentado como amiga de Arnold, cosa que no le encanto a la joven.

-¿Tardara mucho? -Pregunto con inocencia la joven

-No…no se -Dijo la rubia mirándola de arriba abajo

-Bueno -Saco una bolsa con ropa de su mochila -¿Puedes devolverle esto? Es que lo dejo la ultima vez que se quedo en mi casa, nos habíamos empapado por la lluvia y al día siguiente se llevo ropa de mi hermano ya que aun no se secaba la suya

Helga sintió un nudo en el estómago -Cla…Claro

-Ah y diré que mis padres lo esperan a cenar, como siempre lo hacía, lo han extrañado

-Aja

-Nos vemos querida

Helga solo la miro irse entre sombras de lágrimas, sin decir nada se subió corriendo a la habitación designada por Stella para estar más cómodos todos eso dijo, pero ahora la ocuparía para escapar de un enfrentamiento con su novio.

No podía creer que su ex o lo que sea tuviera el descaro de decirle todo eso.

-Y con eso ¿Piensas separarla de Arnold? ¿con su ropa?

Martha sonrió con malicia

-Esa bolsa no es solo ropa de Arnold…siempre me gusta filmar -Dijo triunfante -No creo que a Helga le guste ese regalo y si no ha pasado nada entre ellos al menos lograre que ella no deje que pase nada entre ambos y eso va a facilitar demasiado las cosas

Brainy le miro con desconfianza

Martha bufo -Cuando tienes sexo en una relación a veces el vinculo se vuelve mas fuerte

-Tu vinculo con Arnold no parecía para nada fuerte

La pelinegra se sonrojo de enojo -Tal vez…pero al menos lograre que tampoco lo tenga con Helga

Brainy sonrió -Eso si ayuda

-Claro rana de pantano -Dijo disgustada -Esto apenas empieza…

"Mi venganza en contra de ti Arnold Shortman, te lo advertí, de mi nadie se burla"